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La Buena Noticia Del Alzheimer Se Llama Mindfulness
La Buena Noticia Del Alzheimer Se Llama Mindfulness
En buena fe:
El siguiente texto es una adaptación y traducción de un artículo original publicado en
Huffington Post. Cuando en los contenidos que aparezcan a continuación usted lea referencias
a la primera persona del singular (Yo, mio, mí, etc) lo estará haciendo al autor original
(Margarite Monteau-Rao) del texto y no al traductor (Martín Gamaliel Rodríguez).
El interesado en saltear la barrera del idioma y leer el texto original, por favor dirígase al
siguiente enlace:
http://www.huffingtonpost.com/marguerite-manteaurao/the-good-news-about-
alzhe_b_689844.html
Proverbio africano
Antiguamente asociaba Alzheimer con una mala noticia
Mi madre comenzó a mostrar signos de deterioro mental hace siete años. Ella, se las arregló
bastante bien para vivir sola por al menos seis años más. Esa situación discontinuó cuando su
seguridad se convirtió en un verdadero problema. Mi hermano y yo, nos las arreglamos para
convencerla de que entre a un centro de asistencia cercano. De más está decir, que esos seis
años fueron difíciles para todos nosotros. El miedo, la impotencia, la frustración, el dolor, se
convirtieron en nuestros compañeros inseparables (aflicciones que nos visitaban a diario), ya
que cada día parecía arrastrarla más abajo en la espiral de locura, a los límites del déficit
mental.
Mediante el uso de este nuevo paradigma, brindado por la práctica de la atención plena,
pude recibir las llamadas telefónicas diarias de mi madre. Antiguamente, esa situación me
estresaba mucho y me hacía colapsar. Ahora, ya no sólo soy una cuidadora de una paciente
con Alzheimer, pues me he convertido en una destinataria de la sabiduría y del amor de mi
madre.
Lo mismo ha estado ocurriendo durante mis encuentros semanales con los antiguos residentes
de un Hospicio Zen, en la que muchos de ellos padecen algún tipo de demencia. En éste
punto, he llegado a comprender que las seres humanos con Alzheimer tienen mucho que
ofrecernos en cuanto a la inteligencia del corazón.
Para conseguir mis respuestas, he ido a practicar al Hospicio Zen. En el hospicio, nos
enseñaron a practicar la atención compasiva y por su parte, ha hecho de la atención plena
(Mindfulness) la piedra angular de las capacitaciones para el cuidado de pacientes con
Alzheimer y otras enfermedades.
En el hospicio, empezamos cada turno con una meditación sentada, seguido de una reflexión
grupal. Se nos enseña a sentarnos al lado de la cama del paciente. Aprendemos a respirar y
escuchar activamente con todos los sentidos, considerando no sólo nuestra realidad, si no
también la realidad de la otra persona.
Nuestra interacción con cada residente se convierte en otra meditación Mindfulness de
atención plena, que nos deja el poder ser personas más íntegras.
Al final, nos sentamos juntos y compartimos nuestras experiencias de transición.
También nos sentimos alentados a pasar un tiempo sin hacer nada después de salir del
hospicio, a modo de regresar a nuestras vidas diarias en forma sostenible y sin estrés.
Estas actividades, son un montón de práctica Mindfulness, y probablemente las dos razones
principales por las que prestan servicios en Hospicio Zen son porque en el proceso de ayudar y
comprender a los otros, se genera en nosotros mismos una gran alegría, y porque los
residentes sienten tanto amor (vale aclarar, que los pacientes con Alzheimer, en un contexto
Mindfulness, responden con amor a su medio ambiente, cosa que quizás no suceda de la
misma manera cuando el contexto no sea Mindful).
Este concepto es apoyado por Allan Power, en su libro “Dementia Beyond Drugs'”:
“Hay dos claves para ayudar a los cuidadores y acompañantes terapéuticos, para que éstos,
puedan morar en un enfoque positivo en relación a sus interacciones diarias con éstos
pacientes. La primera es crear un sistema de apoyo fuerte para todos los que trabajan en un
entorno determinado. La segunda clave, es desarrollar para cada persona (caso por caso) un
proceso que ayuda a él o ella, lograr un estado de profundo equilibrio personal, centrado en
la naturaleza de la mente, para qu el cuidador pueda auto-sanarse, en los difíciles
momentos en que las cosas se tornan frenéticas.
Para conseguir estos objetivos, hay varios métodos de la meditación con especial atención a
la respiración profunda como también los ejercicios de bio-retro-alimentación.
En resumen, el elemento esencial es la atención plena (Mindfulness), la capacidad de existir
en el momento presente y de atender a los sentimientos en una forma ecuánime e
imparcial. "
No hay necesidad de esperar a que las compañías farmacéuticas, nos brinden sus curas
milagrosas. No hay necesidad de esperar a que el sistema de atención institucional realice los
cambios que necesitamos, pasando de un frívolo sistema de salud, a un enfoque basado en la
compasión y en el cultivo de nuestras potencialidades sanadoras humanas.
Tú y yo podemos empezar a hacer una gran diferencia en este momento, cambiando la forma
en que estamos con nosotros mismos, y la forma en que estamos con todos aquellos que
necesitan nuestra atención.
La práctica de la atención plena (Mindfulness) aquí, tiene mucho para enseñarnos.