Está en la página 1de 75

Sotelo, gracias K.

Cross & Botton


Teasing the Best Man

Alexa Riley

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Para las mujeres en los juegos...
Joder, sí.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Teasing the Best Man
by Alexa Riley

Cuando a Lexi le presentan al padrino de la boda de su mejor


amiga, sabe enseguida que tiene que huir. Él la abruma de una
manera para la que no está preparada, así que lo único que tiene
que hacer es evitarlo para siempre. ¿No es así?

Asher ha encontrado una manera de llegar a Lexi y es a través de


sus vídeos de jugadora. Fingir ser otra persona mientras intenta
que se enamore del verdadero él no puede ser muy difícil.
¿Verdad?

Advertencia: Ella está desesperada por dinero y él necesita a


alguien a quien mimar. Esta es la transacción que todos
buscamos... ¿verdad?

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 1
LEXI

Sé que me está siguiendo porque sus ojos me han estado


siguiendo toda la noche. No estoy acostumbrada a tanta atención de
los hombres. Bueno, al menos en persona. Esta noche es diferente,
sin embargo, porque estoy vestida para la boda de mi mejor amiga.
Pasamos toda la tarde preparándonos para esto, y nunca he sido tan
mimada en mi vida.
Parker fue y se consiguió uno bueno, y no solo es dulce con ella,
sino que el hombre está más que forrado también. Ni siquiera puedo
imaginarme este tipo de riqueza. Casi me desmayo cuando fuimos a
comprar el vestido de novia. ¿Es siquiera una compra si todo es llevado
a tu propia casa? Porque eso es lo que Parker y yo vimos. Vestidos que
eran demasiado caros para estar en un estante en una tienda para
que alguien se los pruebe. Todos eran únicos. Esta boda no era una
maldita broma.
Siempre había pensado que Parker tenía dinero porque había ido
a un internado de lujo y su padre se encargaba de todo. Al principio
me había asombrado y me había puesto un poco celosa. Estaba segura
de que iba a ser engreída, pero estaba lejos de serlo.
De hecho, Parker es la persona más dulce que he conocido.
Tanto que siempre me preocupaba que alguien intentara aprovecharse
de ella, y eso me hacía ser protectora. Con todo el control de su padre,
la había hecho un poco ingenua en muchos aspectos.
No tardé en darme cuenta de que todo lo que su padre hacía por
ella tenía que ver con el control, y que le había hecho un verdadero
daño mental. Supongo que los padres no son todo lo que se supone
que son, pero yo debería saberlo mejor que nadie. Toda mi vida lo
único que quise fueron padres, pero tal vez tuve un poco de suerte.
El padre de Parker podía tener algo de dinero, pero no es nada
comparado con el hombre con el que se casó o con la gente de esta
recepción de boda. Todos aquí son tan brillantes y perfectos, pero

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


estoy segura de que todo es un espectáculo. Lo mismo que el padre de
Parker montó para ocultar quién era en realidad.
No estaba segura de cómo me iba a sentir con Samuel una vez
que Parker me contara cómo se conocieron. Después de todo, no es
como empiezan la mayoría de las historias de amor. Le había dado a
mi mejor amiga la idea de pedir un juguete sexual porque nunca había
tenido un orgasmo. De alguna manera, acabó enviándolo por correo a
su nueva oficina, donde había empezado unas prácticas a las que la
empujó su padre. El paquete llegó a manos del jefe, que se lo entregó
personalmente.
Todavía no puedo creer su historia, pero aquí estamos meses
después, y ella no solo está casada sino también embarazada. No es
de extrañar que Parker consiguiera que Samuel se enamorara
perdidamente de ella tan rápido. Es fácil amarla. Ojalá se pudiera
decir lo mismo de mí. Nunca he tenido suerte en el amor. Con cada
nueva acogida a la que me enviaban, me preguntaba si tal vez esa
familia se enamoraría de mí y querría que me quedara. Había visto
que les pasaba a muchos otros, pero nunca a mí.
Sin poder evitarlo, miro a Asher por encima del hombro. Ahora
tiene los ojos puestos en mi culo, pero una guapa rubia se ha puesto
delante de él y está charlando. Sus ojos se levantan de repente y
captan los míos, pero rápidamente vuelvo a girar la cabeza, haciendo
que sea súper obvio que lo estaba mirando.
Realmente no tengo movimientos cuando se trata de hombres.
Probablemente sea porque paso todo mi tiempo extra, cuando no estoy
en clases o estudiando, jugando videojuegos. Si no tengo que salir de
mi dormitorio, no lo hago.
Desde que Parker se mudó, estoy volando sola, y es la primera
vez que tengo un espacio para mí sola. Estaba segura de que lo iba a
disfrutar, pero está resultando ser mucho más solitario de lo que
pensaba. Incluso con el tiempo que paso charlando con gente al azar
en Internet, puede ser aislante. Nunca pensé que jugar a los
videojuegos hablando por un micrófono y contándole a la gente lo que
estaba haciendo en el juego me haría ganar dinero. Estaba muy
equivocada.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Los hombres son criaturas extrañas. Vienen a verme jugar e
incluso me hacen preguntas mientras siguen soltando que la única
razón por la que tengo los seguidores que tengo es porque tengo tetas.
Lo cual puede ser cierto, pero cuando juego, siempre estoy en camiseta
o, más a menudo, en sudadera con capucha. Últimamente los
patrocinadores me piden que lleve sus logotipos, y me meto el pelo en
un sombrero de marca para maximizar la exposición. No hay nada
remotamente sexy en ello. Cuando voy vestida así en el campus, nadie
me mira. Sin embargo, después de lo de hoy, me pregunto qué podría
hacer si me pusiera un poco más sexy.
No es que pueda hacer eso en mi canal. No me arriesgaría a que
me prohibieran la entrada, pero también ¿quién sabe lo que podría
pasar con mis patrocinadores? Podrían terminar retirándose porque
no están de acuerdo con el cambio repentino. No son gigantes, pero
me evitan tener que buscar otro trabajo.
Está bien poder hacer mis propios horarios, pero me preocupa
que si voy en esa dirección, podría acabar con mis posibilidades de ser
tomada en serio en el mundo de los videojuegos. Mi sueño es lanzar
algún día un juego que he estado construyendo lentamente durante el
último año. ¿Mataría eso cualquier posibilidad de hacerlo? ¿A quién
quiero engañar? Tener una vagina podría haber matado eso ya. Es por
eso que algunas chicas crean nombres de usuario que suenan como
chicos. Asher es un nombre sexy.
Voy a echar otro vistazo, queriendo saber si la rubia lo atrajo, y
me doy cuenta de que estoy celosa. No es un sentimiento desconocido
porque la mayor parte de mi vida la he pasado deseando cosas que
todos los demás tenían a mi alrededor. Pero sentir esto por un hombre
es muy nuevo para mí.
Cuando giro la cabeza, jadeo y empiezo a retroceder un paso. Me
doy cuenta demasiado tarde de que Asher está justo detrás de mí. Está
tan cerca que no sé cómo no he sentido que me alcanzaba.
—Estaba empezando a pensar que estabas huyendo de mí. —
dice, y no se equivoca.
He estado esquivando su apuesto trasero desde que le puse los
ojos encima. El torrente de sentimientos que me invadió me asustó
muchísimo y no ha sido nada fácil tratar de esconderme. Él es el

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


padrino y yo la dama de honor, pero de alguna manera me las he
arreglado para evitarlo hasta ahora. Por suerte, no creo que quede
mucho de la boda antes de que pueda escabullirme. Tienen que cortar
el pastel y tirar algunas flores, luego me voy.
—No huyo de nada. — Inclino mi barbilla hacia arriba para
encontrarme con sus ojos.
—Eres una mentirosa terrible.
—No lo soy. — suelto, y él echa la cabeza hacia atrás y se ríe.
Ese sonido es rico y sexy como el infierno, y nunca me di cuenta de
que una risa podía ser excitante.
Este hombre es peligroso, y no ayuda que sea amigo de Samuel.
Probablemente signifique que es un buen tipo, y me romperá el
corazón de la manera más dulce cuando no funcionemos por una u
otra razón. La gente siempre te rompe el corazón, incluso mi dulce
Parker agrietó un poco el mío cuando llegó el momento de que se fuera.
—Entonces, si no huyes, baila conmigo. — Me ofrece su mano, y
la miro fijamente durante un largo momento. Oh, mierda.
—Ahora es el momento de cortar el pastel. — anuncia la
organizadora de la boda, salvándome el culo.
—Lo siento, esa es mi señal. — digo antes de darme la vuelta y
salir una vez más.
Cuando miro hacia atrás, Asher sonríe al verme escapar
rápidamente hacia el otro lado del salón de baile. Otra rubia, esta vez
con un vestido rojo, intenta captar su atención, pero él la esquiva, sin
dejar de mirarme mientras sigue persiguiéndome.
Maldita sea, eso también es sexy.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 2
ASHER

—Asher, cariño, sé bueno y trae a tu padre por mí. Quiero pastel.


— Mi madre pasa por delante de mí, sin esperar a que le responda.
Probablemente porque sabe que haré exactamente lo que ella dice.
Maldita sea.
Apartándome de donde veo a la dama de honor, Lexi, de pie cerca
de la mesa, voy en busca de mi padre. Bueno, técnicamente mi
padrastro, ya que el padre de Samuel se casó con mi madre cuando
estábamos en la escuela secundaria. Es el día de la boda de mi
hermano y me ha tocado el premio gordo de la cuñada.
Parker es perfecta para mi hermano, y con la forma en que la
ama, sé que es realmente feliz. Ella es buena para él, y sé que ella
siente lo mismo. Pero incluso con todo eso, no puedo evitar estar un
poco celoso de lo que comparten. Sam vive al lado de mi casa, y
siempre seremos familia, pero ya no me veo yendo todos los días sin
avisar. No es que no quiera que Parker forme parte de nuestras vidas,
sino que creo que, egoístamente, voy a echar de menos su tiempo libre.
Conociendo a Sam como lo conozco, dedicará todo su tiempo a su
esposa, y sinceramente, así es como debe ser.
—Papá. — lo llamo cuando lo veo afuera fumando un puro con
algunos de sus amigos.
La boda es pequeña, pero nuestra familia es aún más pequeña,
así que la mayoría de los invitados son amigos o compañeros de
trabajo. Es raro que Parker no tenga familia aquí, pero cuando le
pregunté a Sam al respecto, me dijo que me lo contaría más tarde.
Quizás es algo que no está preparado para compartir, y lo respeto.
Supongo que tengo que acostumbrarme a estar fuera de su círculo.
—Oye, hijo, ven a tomar algo con nosotros. — Me atrae para
darme un medio abrazo y hace un gesto a todos los del grupo. —Este
va a ser el siguiente. Recuerden mis palabras.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Un destello del cabello oscuro de Lexi extendido sobre una funda
de almohada de seda blanca entra en mi mente, y tengo que aclararme
la garganta.
—Mamá quiere pastel. — le digo, y se endereza.
—Estoy en ello. — Se va antes de terminar la frase y tira el
cigarro en el cenicero. Ese hombre adora el suelo que ella pisa, por eso
le resultó tan fácil entrar en nuestras vidas.
— ¿Cuándo vas a venir a trabajar para mí, Asher?— El Sr.
Bennett pregunta antes de que tenga la oportunidad de darme la
vuelta y seguir a mi padre.
—Sabes que solo estoy en esto por las inversiones. — bromeo,
pero sigue siendo la verdad.
Cuando Sam puso en marcha su empresa, fui un inversor
silencioso, y hemos ganado más dinero del que ninguno de los dos
creía posible. Ahora los dos estamos preparados para la vida, y
podemos relajarnos y disfrutar. Solo que ahora lo disfrutará con
Parker.
Otra imagen de Lexi de espaldas con los ojos cerrados me llena
el cerebro, y tengo que obligarme a expulsarla.
—Si cambias de opinión, siempre estoy a una llamada de
distancia. — Antes de que pueda dar un paso atrás, me pone la mano
en el hombro y me acerca a él. — ¿Te he presentado a mi hija Julia?
Creo que ha intentado hablar contigo hace un momento.
Había una rubia que se interpuso en mi camino hace un rato,
¿es de ella de quien habla? —Um, no estoy seguro.
— ¿Por qué no te invitamos a cenar una noche esta semana? Tus
padres pueden venir también. Será bueno para que se conozcan.
—Oh, creo que es Sam quien me llama. — miento mientras salgo
de su agarre y me apresuro hacia el salón de baile.
Antes de la ceremonia, no tuve la oportunidad de conocer a
nadie, y estuve ocupado buscando a Sam. No fue hasta la ceremonia
que vi a Lexi por primera vez. Me había fijado en su nombre en el
programa, pero nunca la había conocido. Aunque había oído a Parker
hablar de su mejor amiga casi siempre que estaba cerca de ella.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Cuando Lexi caminó por el pasillo, tuve que recordarme a mí
mismo que no debía bloquear las rodillas. Se veía tan gruesa con ese
vestido tan ajustado, que no ocultaba ni un centímetro de sus
abundantes curvas. Solo podía pensar en meter mi cara entre sus
tetas para sentir lo suaves que eran contra mis mejillas. Tuve que
poner las manos delante de mí para ocultar mi erección durante la
ceremonia, pero cada vez que la miraba, una nueva parte de su cuerpo
me llamaba. Quería meter mi polla en toda ella y luego lamer hasta el
último centímetro. Joder, nunca había tenido una reacción así con
una mujer. ¿Tal vez necesito echar un polvo?
Entonces recuerdo que miró por encima del hombro y cómo sus
ojos se abrieron de par en par cuando levantó la vista y me vio. Estaba
tan cerca que podía ver motas doradas alrededor de sus pestañas
oscuras y un polvo de brillo en sus mejillas. Parecía sacada de un
sueño y no quería despertar.
Cuando atravieso la multitud y vuelvo al salón de baile, veo que
ya están sirviendo el pastel. El DJ dice algo, y entonces veo a Parker
al otro lado de la sala levantando su ramo y echándoselo por encima
del hombro. No puedo ver más allá de la gente que está delante de mí,
pero cuando oigo los vítores del público, la gente que está delante de
mí se aparta y veo a Parker dándole un abrazo a Lexi. El ramo está
agarrado con fuerza en la mano de Lexi y, por medio segundo, pienso
en salir a la calle y cogerla en brazos.
Cuando doy un paso adelante, mi tío abuelo Chet se interpone
en mi camino. —Asher, ¿puedes ayudarme a meter a tu tía Belinda en
el coche?
Mi tía abuela Belinda usa un bastón, y Chet no es un pollo de
primavera. Sé que tienen un conductor, pero no puedo decirle que no.
—Claro, ¿puedes darme un...?
—Toma esto. — dice, ignorándome, y deja caer un enorme centro
de flores en mis manos.
—Tío Chet, no creo que debas cogerlas.
—Belinda quiere uno, así que eso es lo que se lleva. Ahora
vámonos; es prácticamente medianoche.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—Tío Chet, son las ocho y media. — le digo, pero una vez más
me ignora.
Belinda está esperando junto a la puerta, y veo que le coge la
mano mientras camino detrás de ellos con esa monstruosidad de
centro de mesa. Supongo que si no debieran llevarlo, alguien ya me
habría detenido, pero no puedo evitar pensar que me pidió que lo
llevara para que fuera yo quien se metiera en problemas.
—Eres un encanto. — dice la tía Belinda, dándome una
palmadita en la mejilla. — ¿Cuándo vas a tener bebés? No me estoy
haciendo más joven.
Estoy bastante seguro de que tiene noventa y siete años, pero no
voy a corregirla. —Solo estoy esperando que alguien me aguante. —
me burlo, y a lo lejos veo un destello de pelo oscuro subiendo a la parte
trasera de un taxi. —Mierda.
—Con una boca así, no me extraña que no encuentres esposa.
— reprende la tía Belinda mientras se sube al asiento trasero y yo
meto el centro de mesa en el maletero.
Para cuando me libero, el taxi ya se ha ido y la he perdido. No se
han perdido todas las esperanzas porque estoy seguro de que lo único
que tengo que hacer es conseguir que Parker o Sam me den su
número. Hace tanto tiempo que no tengo una mujer que solo necesito
una buena noche para quitármela de encima. Eso tiene que ser lo que
estoy sintiendo ahora, porque es imposible que me haya enamorado
con una sola mirada. ¿Verdad?
Se oye un estruendo de vítores detrás de mí y me doy la vuelta a
tiempo para ver cómo estallan bengalas y la gente lanza semillas
mientras Parker y Sam corren hacia la limusina que les espera
delante.
— ¿Qué demonios?— Levanto las manos, pensando que, de
alguna manera, todo el mundo menos yo está abandonando esta boda.
— ¿Tu hermano no se ha despedido?— Mi madre se acerca,
comiendo el que probablemente sea su tercer o cuarto trozo de pastel.
—No, el bastardo.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—Está listo para empezar su luna de miel. — Me sonríe y pongo
los ojos en blanco. —Déjalos. Están trabajando para convertirme en
abuela.
—Sí, bueno, yo estoy trabajando en las bolas azules. — murmuro
tan bajo que ella no puede oírme.
— ¿Conociste a Lexi, la amiga de Parker?— Mi madre ya está
volviendo a entrar antes de que la agarre del brazo y la detenga.
—Cuéntame todo lo que sabes.
—Bueno, no mucho. Algo sobre los juegos.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 3
LEXI

Paso la vista por las fotos que Parker me envió por mensaje, y
me sorprende un poco que haya algunas afuera. Estaba segura de que
Samuel la tendría atrapada en la habitación del hotel todo el tiempo.
Esos dos siempre están encima del otro. Casi se me salen los ojos de
las órbitas cuando consigo echar un vistazo al avión privado. No hay
manera de que ella no esté en el mile high club ahora. Mi chica pasó
de virgen a ninfómana, así que no me sorprendió lo rápido que la dejó
embarazada.
En cada foto, no falta el amor en los ojos de ambos. Me duele el
corazón al querer saber qué se siente. Un amor tan profundo es algo
que nunca he tenido. Claro que quiero a Parker, pero creo que el amor
que sientes por tu pareja y tus hijos es algo totalmente distinto. Nunca
he experimentado el amor que uno tiene por sus propios padres.
Puede que esté loca, pero juro que incluso cuando era una niña,
recuerdo ese espacio vacío en mi pecho que siempre anhelaba ser
llenado por algo. Cuando crecí, empecé a entender qué era eso. Parker
pudo llenarlo un poco, pero el hueco está ahí, y últimamente el dolor
es más notorio.
Parker solo lleva unos días fuera y ya la echo de menos como
una loca. No me había dado cuenta de lo mucho que me apoyaba en
ella hasta que no estuvo ahí. Mi dormitorio es cada vez más solitario
ahora que la emoción de tener mi propio espacio se ha desvanecido.
Debería tener una vida social o algo así, pero la idea me da escalofríos.
Le devuelvo el mensaje.

Yo: No estoy nada contenta.


Me responde con un mensaje en cuestión de segundos.

Parker: Voy a enviar un avión por ti.

Yo: ¡Estás loca! No voy a ir a tu luna de miel.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Sé que no está bromeando ni un poco, y por mucho que Samuel
ame a su nueva esposa para él solo ahora, lo haría para hacerla feliz.
La quiero mucho. No sabía que había gente tan dulce como ella en el
mundo.
A pesar de los celos que me produce que Samuel me la quite, me
alegro de que haya encontrado a alguien que pueda proteger esa
dulzura. Incluso con lo que su padre le hizo pasar, nunca fue capaz
de quitarle eso. Es simplemente lo que ella es en el fondo.

Parker: Bueno, el próximo viaje vienes. Diría que un viaje de chicas pero no
creo que Samuel esté de acuerdo con eso.

Yo: Estaría en la habitación del hotel de al lado como un guardaespaldas


acosador.

Parker: ¡LOL! Es cierto, pero todavía quiero unos días de playa. Es lo menos
que Samuel puede darme después de haber cancelado todos los planes de una despedida
de soltera.
Suelto una carcajada. Nunca olvidaré su cara cuando empecé a
soltar mis planes para la despedida de soltera de Parker. Me estaba
inventando toda la mierda para ver su reacción, y como pensé que
sería, no tiene precio.
Pido un café en la pequeña tienda cercana a mi dormitorio y me
debato entre preguntarle por Asher. No he podido dejar de pensar en
él. Incluso había soñado con él anoche, y nunca había tenido un sueño
sucio. Él fue el primero, pero qué pena que me despertara justo antes
de llegar al clímax. Intenté tomar el asunto en mis manos pero fracasé.
Eso también era una novedad para mí. Puede que sea virgen, pero sé
cómo manejar mi propio placer cuando surge la necesidad. Pero ahora
mi vagina ya no se satisface con mi mano ni con mi pequeño juguete
de masaje. Supongo que me ha superado y ahora solo quiere a Asher.
Realmente no sé nada de él más allá de que vive al lado de
Samuel y es el hombre más sexy que he visto nunca. Los dos parecían
muy unidos, e incluso lo había visto hablando y rondando a los padres
de Samuel.

Yo: ¿Necesitas que alguien revise tu casa? ¿Regar algunas plantas o algo así?

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


El texto es patético, pero es lo único que se me ocurre que podría
dar pie a una conversación sobre Asher. Lógicamente, sería él quien
se encargaría de comprobarlo por ellos.

Parker: No hay plantas en esa casa. Cuando vuelva, voy a tener que animar
el lugar.
Maldita sea. Eso no salió como lo había planeado, pero realmente
necesita poner su toque en las cosas. Aunque es muy bonita, también
parece una casa montada sin objetos personales.

Parker: Además, Asher está al lado.


— ¡Sí!— Grito y todo el mundo en la cafetería se gira hacia mí
ante mi arrebato. Agacho la cabeza, odiando la atención pero contenta
de que mi plan haya funcionado.

Yo: Él y Samuel parecen muy unidos.

Parker: Son hermanos.

Yo: ¿Cómo demonios me he perdido eso?

Parker: Hermanastros. El padre de Samuel se casó con la madre de Asher


cuando estaban en la escuela secundaria. Sus padres son tan lindos juntos.
La madre de Samuel era un encanto. Bueno, supongo que su
madrastra. No me había dado cuenta de eso. También adulaba a
Parker. Parker lo absorbió, y me encantó ver que recibía la atención
que merecía.
—Lexi. — Uno de los camareros me llama por mi nombre y deja
mi café en la zona de recogida. Voy a cogerlo y casi tropiezo con
alguien.
—Joder. — refunfuña Liam antes de saltar hacia atrás para crear
espacio entre él y yo.
Se ha curado bastante bien, excepto por ese chichón en la nariz.
Fue el resultado de que el puño de Samuel conectara con él. Liam coge
su café y sale corriendo de la cafetería sin decir nada más. Me resisto
a reír mientras cojo mi propio café y salgo.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Compruebo la hora y me doy cuenta de que debo estar conectada
en diez minutos. Siempre tengo en cuenta la hora en la que voy a
jugar, ya que mucha gente prefiere verlo en directo. Mientras atravieso
el campus en chándal y con el pelo amontonado sobre la cabeza, me
doy cuenta de que nadie me dedica una mirada. Me pregunto si Asher
me habría prestado atención si no me hubiera arreglado en la boda.
Probablemente no, y ese pensamiento me escuece.
Lo mismo le había pasado a Parker. Cuando se supo que era
virgen, todos los hombres del campus trataron de conquistarla. Liam
fue uno de esos hombres, y fue una locura.
Es algo que me han preguntado mucho. Cuando juego en línea,
la gente puede hacer preguntas en el chat. A veces me encuentro con
algunos trolls a los que puedo echar, pero todavía tienen la
oportunidad de decir lo que quieren para que todos lo vean antes de
que yo presione el botón de expulsión. A veces me los pierdo por
completo hasta que ya está en marcha. Es difícil jugar y seguir el ritmo
del chat de forma constante. Normalmente las preguntas más
pervertidas llegan directamente a mi bandeja de entrada, y me han
preguntado un montón de cosas extrañas.
No voy a mentir, me sentí muy tentada cuando una vez me
pidieron una foto de mis pies. Me dijo que me enviaría cien dólares, y
me sorprendió. Podría alimentarme con cien dólares durante un mes.
Escaneo mi llave para entrar en mi edificio y me detengo en mi
buzón para coger el correo antes de subir a mi planta. El campus y los
dormitorios están bastante apagados, ya que tenemos un pequeño
intervalo antes de que vuelva a empezar el siguiente semestre de
clases.
Cuando entro en mi habitación, dejo el correo y el café sobre mi
escritorio antes de deshacerme de la sudadera con el nombre de mi
universidad. Intento mantener mi ubicación lo más oculta posible.
Estoy segura de que algunos de los que miran mi feed lo han
averiguado, pero no lo voy a publicar para que lo vean todos. Ni se lo
pongo fácil.
Cojo uno de mi suéter Pure y me lo pongo. Siempre que grabo
tengo que llevar algo con el logotipo de Pure Energy. Vuelvo a mirar la
hora mientras preparo mis cosas para poder quedarme en mi mesa

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


durante las próximas horas. Todavía tengo un par de minutos, así que
ojeo los pocos correos que tengo, tirando dos a la basura y abriendo
uno de la universidad.
— ¿Qué demonios?— susurro.
¿Cómo es posible? Leo la carta dos veces para asegurarme de
que la entiendo. Una de mis becas ha fracasado. Tengo dos semanas
para conseguir los diez mil dólares que necesito para el próximo
semestre. Por no mencionar que también los necesitaré para todos los
semestres siguientes.
—Mierda. — Despejo mi alarma, que me dice que es hora de
empezar en vivo. Me levanto de un salto y me cambio la sudadera por
una de las camisetas de tirantes patrocinadas y me recojo el pelo. Me
sacudo y cojo las gafas antes de volver a tumbarme en la silla del
ordenador.
¿Realmente estoy pensando en coquetear para llamar más la
atención? Vuelvo a encender la pantalla y me viene a la cabeza otro
pensamiento.
¿Siquiera sé cómo coquetear?

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 4
ASHER

Me duelen los ojos de tanto mirar la pantalla del ordenador y me


alejo del escritorio. Frotando el talón de mis manos contra ellos, me
acerco a la cocina y cojo una bebida.
Como Sam está de luna de miel esta semana, he llenado mi
propia nevera para no tener que ir al lado. Lo cual es una mierda, en
mi opinión. De repente mi hermano tiene una esposa y ahora tengo
que cocinar mi propia comida. Sí, no estoy celoso en absoluto.
Después de la boda, acosé a mi madre para obtener todos los
detalles de Lexi. Juro que ella es como un tiburón y podría oler una
gota de sangre en el agua. En cuanto supo que estaba interesado, me
atrapó. Aunque hice todo lo posible por disimularlo.
Nunca he mostrado interés en una mujer, y ella lo sabía muy
bien. A mi madre le encanta burlarse de mí, y este era finalmente su
momento.
Al final de la noche, todo lo que saqué de ella fue que era una
jugadora en línea y que iba a la escuela con Parker. Sé que mi madre
sabe más, pero no va a dar detalles.
Intenté sobornarla con días de spa, un viaje de compras a Italia
e incluso una oferta para llevarla a Disneyland, pero no cedió. No tengo
ni idea de por qué me está ocultando algo, pero me dijo que si quería
saber sobre Lexi, tenía que trabajar para ello.
Mi padre me dijo que se mantenía al margen y desapareció antes
de que pudiera acorralarlo. Cobarde.
Por desgracia, las universidades protegen la identidad de sus
estudiantes, y no pude averiguar dónde estaba en el campus. Y nunca
se me ocurrió preguntarle a Sam cuando fue a ver a Parker. Así que
ahora todo lo que tengo para seguir es encontrarla de alguna manera
en Internet.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Cuando vuelva a mi escritorio, una vez más empiezo la
búsqueda. ¿Alguien tiene idea de lo difícil que es encontrar a un
jugador en línea? Está claro que no se llama Lexi, porque he probado
todo tipo de variaciones y no ha aparecido nada. Esta vez he decidido
tirar la cautela al viento, y trato de buscar en una red de juegos que
publica todas las vidas actuales. ¿Qué otra cosa puedo hacer salvo
rezar para que esté en este momento y que de alguna manera la
encuentre? Lo dejo en manos del destino y espero que el universo me
envíe a ella.
Me desplazo por la red de juegos y veo una enorme lista de vidas
que están sucediendo. En lugar de mirar los nombres de los
anfitriones, busco por el vídeo y veo si puedo localizarla. Me acerco,
tomo un trago de mi café helado y, justo cuando mi dedo se desliza
sobre el trackpad, la veo.
Me sorprende tanto su imagen en la pantalla que escupo el café
y me maldigo. Tengo que coger unas toallas de papel, pero mientras
limpio la pantalla miro fijamente a la belleza que ha perseguido mis
pensamientos desde el segundo en que la vi. Lleva una camiseta de
tirantes escotada, y sus tetas se levantan hasta casi desbordarse.
Lleva gafas, que no llevaba la otra noche, y el pelo recogido en un moño
desordenado.
—Mierda. — me digo a mí mismo mientras la miro y lo caliente
que es. ¿Cómo es que esta mujer que ni siquiera conozco me tiene tan
atrapado?
— ¿Y ahora qué demonios hago?— No estoy familiarizado con los
juegos ni con este sitio, así que tengo que registrarme para poder
hablar con ella.
Después de darle al sitio toda mi información, tengo que elegir
un nombre, y tardo exactamente dos segundos en encontrar uno. Una
vez que lo tengo configurado, puedo ir a su vídeo en directo y verla
mientras juega. No sé a qué está jugando, pero mientras la veo, trato
de absorber cada detalle. No da muchos detalles de dónde está, pero
supongo que eso es bueno. No quiere que los raros le envíen mensajes.
Entonces me detengo y me pregunto si soy el raro. Como sea, no voy
a pensar en eso. La he encontrado, y eso es lo más importante.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Mientras voy a la sección de comentarios, leo a algunas de las
personas que ya están en el chat.
BroCoder: ¡Buenas tetas!
CobraCode: No me importa ver jugar a una chica siempre que
tenga tetas.
Overlord: ¡Quítate la camiseta!
— ¿Qué demonios?— Una rabia como nunca he sentido fluye a
través de mí, y de repente quiero quemar Internet hasta los cimientos.
BroCoder: ¡Te he enviado un mensaje privado!
Veo como Lexi echa un vistazo al chat y luego desaparecen
algunos de los mensajes.
—Gracias por venir hoy, les mostraré cómo atravesar este reino
y encontrar el hacha oculta que necesitan para completar el siguiente
nivel. — dice, ignorándolos por completo, y entonces veo que sus
mensajes privados se apagan.
Vuelve a mirar la pantalla y, por un segundo, creo que me está
mirando, pero sé que eso no es posible. Aparecen algunos comentarios
más, pero nada más sobre su aspecto. ¿Esta mierda le pasa todo el
tiempo?
Como no puedo enviarle un mensaje directamente, me veo
relegado al chat. ¿Cómo demonios voy a hablar con ella?
—Mientras estoy en la puesta en marcha, solo quería que
supieras que estoy activando la opción de suscripción en mi página si
deseas unirte. Con la suscripción podrás tener acceso anticipado a los
vídeos en directo, a los vídeos que no publico, y también podrás
enviarme regalos a través de mi lista de deseos.
Todo esto es tanto que no sé por dónde empezar.
Damadehonorfugitiva: Hola
Quiero darme un puñetazo en la cara. ¿Si? Le envié un puto
hola. Ugh, soy un idiota.
—Hola, nena, gracias por unirte. —sonríe a la pantalla y saluda.
—Me encanta tener chicas gamer aquí conmigo.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—Maldita sea. — Dejo caer la cabeza sobre el escritorio y me doy
cuenta de lo que he hecho. —Genial, ahora cree que soy una chica.
La sección de comentarios se mueve rápido y no puedo captar
todo lo que la gente dice. Tengo que encontrar una manera de
destacar, o al menos llamar su atención. No puedo simplemente
preguntarle dónde vive porque eso me convierte en un asqueroso.
Damadehonorfugitiva: ¿Puedes hacer videos privados?
—Y aquí quieres asegurarte y cargarte de munición. — dice antes
de echar un vistazo al chat. — ¿Hago chats privados? Umm, no lo sé.
¿Tal vez?— sonríe, y veo que es un poco forzada. —Tal vez por el precio
adecuado. — Entonces la veo dudar un segundo y luego guiñar un ojo
a la pantalla. Tengo ganas de reírme porque es obvio que nunca ha
hecho eso antes. ¿Cómo es posible que su incómodo guiño sea tan
jodidamente bonito?
Entonces el chat se vuelve loco con todo tipo de comentarios,
algunos desagradables y otros ofreciendo dinero para que se haga
privado ahora. ¿Quiénes son todos estos malditos imbéciles? Entonces
me recuerdo a mí mismo que soy uno de ellos, tratando de tenerla a
solas.
Decidiendo que tengo que hacer que esto suceda, me acerco al
lugar para donar regalos. Relleno la información y luego le envío
monedas, que de alguna manera se traducen en dólares en la
aplicación de juegos. Una vez hecho esto, no hay lugar para dejar un
mensaje, y sus DMs están desactivados. Lo único que puedo hacer es
esperar que vea las monedas y me invite a un chat privado.
Mientras tanto, voy a sentarme aquí y tratar de no salir de mi
piel. Porque verla aquí con otros hombres adulándola me está
volviendo jodidamente loco.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 5
LEXI

El tiempo se alarga mientras juego, y doy gracias por haber


desactivado los mensajes privados. Mi caja de chat explotó cuando dije
que podría hacer chats privados. Estoy segura de que me sentí
incómoda cuando hice todo el guiño, pero a partir de la cantidad de
preguntas que explotaron sobre él, tal vez no soy tan mala en el
coqueteo.
No estoy segura de lo que Damadehonorfugitiva podría querer
charlar conmigo, pero he oído que a otros streamers se les ha pedido
que den clases particulares. Eso es normalmente para cosas como
Magic o algunos juegos de cartas, pero estoy segura de que podría dar
algunos trucos a los tiradores de primera mano. De todos modos, es
lo único que hago con estos vídeos.
Probablemente no debería dirigirme con eso si esto es algo que
podría hacerme ganar dinero. Debería ir con ello y recoger el dinero.
También podría preguntarse por otro juego, ya que éste no es el único
que transmito o para el que hago vídeos. Por lo que sé, puede que
quiera que le enseñe, ya que soy una chica, y sería menos incómodo
si está buscando ayuda.
Ahh, ¿y si es una chica que está aprendiendo a jugar para
sorprender a su novio y poder jugar juntos? ¿Realmente acabo de
convertir esto en una historia romántica en mi cabeza? Parker
claramente me está contagiando.
Me obligó a leer un libro romántico el primer día que la conocí, y
le dije que lo leería si jugaba conmigo un videojuego. Jugó, pero no se
metió en el juego. Sin embargo, a mí me gustaron mucho sus libros.
Por suerte, tiene una estantería gigante de la que siempre puedo robar.
Miro la hora mientras recargo mi munición y saqueo mis
muertes. Cuando veo que el tiempo está a punto de acabarse, ojeo el
chat, donde uno me llama la atención.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


NubSlayer4Life: ¿Qué más haces en privado por el “precio
justo”?
—Si tienes que preguntar, Nub, es que no te lo puedes permitir.
DiscoThunder: Ella no hace ese tipo de cosas. Nub fuera.
Unos cuantos de mis asiduos saltan al chat en mi defensa, y la
culpa me invade. No se equivocan. Hasta este momento, he hecho un
muy buen trabajo intentando que me tomen en serio. Es una mierda
porque las mujeres deberían poder vestirse como quisieran y seguir
siendo tomadas en serio, pero el mundo, especialmente éste, no
funciona así.
—Creo que he terminado por ahora. Voy a comer algo y luego
abriré mi chat privado para recibir mensajes. Solo responderé a los
mensajes reales y respetuosos y los demás serán bloqueados y
borrados. — No es que importe. La gente puede crear un nuevo
nombre en segundos, pero ayuda a filtrar algunas tonterías.
—Volveré esta noche a mostrar la forma más rápida de hacer los
nuevos dailies para la representación de Morgalf para el Reparto de la
Batalla y la molienda para conseguir sus marcas.
Un montón de chats hablan de la molienda, y pongo los ojos en
blanco. —Algunos de ustedes tienen que echar un polvo de verdad. —
me río antes de cerrar la sesión, pero me quedo en línea para ver
algunos de los mensajes que llegan a mi bandeja de entrada.
Recojo la carta que había desechado de la universidad sobre la
caída de una de las becas y la vuelvo a leer. Una parte de mí espera
que la haya leído mal o que se me haya pasado algo por alto, pero por
supuesto que no es así.
Tragándome la bola de emoción que me sube a la garganta,
intento que no cunda el pánico. Cada vez que creo que he puesto orden
en mi vida, algo llega y lo echa por tierra. Me he dejado la piel por
todas las becas que tengo, y me dije que si conseguía esas becas me
permitiría obtener un título en ingeniería de software.
En este momento, el mercado está inundado de gente con esa
titulación. No es tan estable como otra cosa en la que podría obtener
un título, y hay muchos otros campos que serían mucho más seguros.
Pero pensé que si no tenía una pila de préstamos escolares encima,

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


entonces valía la pena el riesgo. Diablos, no sé si puedo conseguir
algún préstamo. No tengo crédito, y me sorprende que alguien me deje
abrir una cuenta bancaria. No sé cuánto tardaría en conseguir un
préstamo, pero supongo que más de dos semanas.
Parker me ayudaría si se lo pidiera, pero en cuanto se me pasa
por la cabeza, lo descarto. Es imposible que le pida eso. Es la única
persona real que tengo en mi vida y no quiero hacer nada que pueda
poner en riesgo eso.
Me levanto y me pongo un jersey. Voy a apagar el ordenador,
pero me detengo cuando recuerdo que he abierto la bandeja de
entrada para ver los mensajes privados. Puedo borrar algunos de
inmediato porque algunos chicos son realmente poco originales.
Reviso algunos más para ver si encuentro a
Damadehonorfugitiva. Vaya, sabía que iba a encontrar unos cuantos,
pero esto es una locura. Finalmente, lo encuentro.
Damadehonorfugitiva: ¿Cuánto por los chats privados que no
están en este sistema? Tu número de teléfono.
Miro fijamente el mensaje. ¿Por qué quiere mi número de
teléfono? Empiezo a preguntarme si se trata de una chica. Olvídalo.
Voy a preguntar.
BoomChick: ¿Eres una mujer?
Damadehonorfugitiva: No.
La respuesta es instantánea.
Damadehonorfugitiva: 500 dólares.
BoomChick: ¡¿Por mi número de teléfono?!
Es imposible que este tipo hable en serio. ¿Qué demonios?
Veamos si esta persona está jugando conmigo. Tiro mi identificación
de Cash App Trader, pero sé que esto es una mierda. Nadie paga tanto
por el número de teléfono de alguien. Suena otra alerta y miro el
teléfono. Casi me caigo de la silla cuando veo que este tipo no me ha
dado 500 dólares, sino mil.
Damadehonorfugitiva: Número.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


BoomChick: Que te dé mi número no significa que vaya a
enviarte desnudos o algo así.
Damadehonorfugitiva: Te di el dinero extra para asegurarme de
que no das tu número o desnudos a nadie más. Si están disponibles,
quiero la primera oferta.
No sé qué es, pero percibo cierta posesividad subyacente. Me
muerdo el labio inferior, sintiendo un pequeño cosquilleo en la boca
del estómago. ¿Es una emoción?
BoomChick: Trato.
Damadehonorfugitiva: Buena chica. Ahora dame tu número
para que puedas ir a comer.
Mi corazón palpita mientras mis dedos se mueven solos y le envío
mi número de teléfono. Salgo del chat y me desconecto por completo.
Mi teléfono vuelve a sonar, pero no es un mensaje. Es la aplicación
Cash de nuevo. Ha enviado otros 100 dólares con una nota adjunta.

Buena chica.

El almuerzo va por mi cuenta.


Puede que esto no sea tan malo después de todo.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 6
ASHER

Tengo las llaves en la mano y me apresuro a salir por la puerta


mientras envío el último depósito para el almuerzo a su Cash App. No
tengo ni idea de dónde vive Lexi, pero sé que va a la misma universidad
a la que fue Parker, y es lo suficientemente pequeña como para que
pueda cruzarme con ella. Por accidente, claro.
Cuando llego a la puerta principal, veo al guardia salir y
saludarme. — ¿Vas a Costco?— me pregunta George, y le devuelvo la
sonrisa.
—Hoy no. Que te vaya bien. — Digo la última parte con la
esperanza de poder acelerar esto. Sé que todo el mundo piensa que es
una broma que vaya tanto ahí, pero nadie se molesta cuando tengo
todos los bocadillos buenos y las toallas de papel.
Parece que el brazo tarda una eternidad en levantarse antes de
que pueda salir a la carretera principal. Cuando estoy cerca de la
universidad, reduzco la velocidad y escudriño las aceras mientras
conduzco por el campus y hacia donde se encuentran la mayoría de
los restaurantes cercanos. ¿Se dará Lexi un capricho con su dinero
extra de hoy o seguirá yendo al centro de estudiantes para comer en
la cafetería?
La suerte está de mi lado cuando doblo la esquina y la veo parada
en todo su esplendor en el semáforo en rojo esperando para cruzar la
calle. Veo una plaza de estacionamiento a la derecha, así que la cojo y
salgo sin dejar de mirarla.
Está muy lejos, pero veo cuando se mete en la tienda de
bocadillos y sé que la tengo. Al menos por ahora. Ahora lo único que
tengo que hacer es convencerla de que venga a casa conmigo para
poder presentarle mi cabecera.
— ¿Comida aquí o para llevar?— Una mujer en la puerta me
detiene y miro a mi alrededor para ver si encuentro a Lexi. — ¿Señor?

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Está sentada en la cabina de la esquina mirando su teléfono,
pero veo una bebida delante de ella.
—Veo a mi chica. — digo, y la camarera se aparta.
Sin saber muy bien qué hacer, me acerco y tomo asiento frente
a ella. Levanta la vista y luego vuelve a mirar su teléfono antes de
levantar la cabeza de nuevo y ver una expresión de sorpresa en su
rostro.
— ¿Qué haces aquí?— Mira a su alrededor como si la respuesta
estuviera en algún lugar detrás de ella, pero solo me siento y sonrío.
— ¿Comiendo, tú?— En ese momento, la camarera se acerca con
un cuaderno de notas y salva el día.
— ¿Qué puedo ofrecerles?— Mira entre nosotros y, tras un rato,
Lexi responde.
—El atún fundido con papas fritas. — dice, y asiento.
—Quiero lo mismo.
—No va a comer conmigo. — le dice a la camarera, pero vuelvo a
sentarme en el asiento y extiendo los brazos sobre el respaldo de la
cabina.
—Tómese su tiempo con ese pedido, ¿quiere? — Le sonrío a la
mesera y enciendo el encanto, y para mi alivio, funciona. Se sonroja
un poco mientras asiente y se da la vuelta.
—No es justo que puedas conseguir que las mujeres hagan lo
que tú quieras. — refunfuña Lexi.
—No pude evitar que intentaras abandonarme en la boda. —
Levanto una ceja en señal de desafío, y ella cruza los brazos sobre el
pecho.
Ya no lleva la camiseta de tirantes, y probablemente sea algo
bueno. Si tuviera que mirarle las tetas ahora mismo, probablemente
cruzaría la mesa y me metería en ellas. La sudadera con capucha de
gran tamaño le queda jodidamente bien con el pelo recogido y las gafas
puestas. Es una transformación desde antes, pero maldita sea,
todavía se me pone dura.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—No estaba intentando dejarte tirado. — No puede mirarme
mientras lo dice y toma un sorbo de su bebida.
—Mentirosa.
— ¿Has venido a buscarme?— Ahora está cambiando de tema.
Astuta.
—Dímelo tú, conejita. ¿Por qué iba a hacer algo así?
— ¿Coneja?
—Les gusta correr. — Le guiño un ojo antes de agarrar su bebida
y arrastrarla por la mesa frente a mí. — ¿Té dulce?— Bebo de su pajita,
imaginando sus labios en los míos, y luego se la vuelvo a pasar por la
mesa.
— ¿Eso te convierte en un cerdo?
— ¿Te gustan los cerdos?— respondo, y resopla frustrada.
—No.
—Mintiendo otra vez, ya van dos, conejita.
— ¿Por qué llevas la cuenta?
—Porque me encanta la forma en que miras cuando me meto en
tu piel. —pone los ojos en blanco y yo intento una nueva dirección. —
¿Cómo ha sido tu día hasta ahora?
Relaja un poco los hombros y veo un atisbo de sonrisa en sus
labios. —La verdad es que está yendo bastante bien. Por eso he
decidido venir por mi sándwich favorito.
Como si fuera una señal, la camarera se acerca y pone los dos
pedidos delante de nosotros. — ¿Les traigo algo de beber? — me
pregunta.
—No, estamos bien compartiendo. — le digo antes de que Lexi
tenga la oportunidad de corregirme.
— ¿Vas a contarme cómo me encontraste? — pregunta una vez
que volvemos a estar solos.
Termino de masticar la comida y me tomo mi tiempo para
responder. —Estaba de paso y te vi. — De acuerdo, eso es cierto en su

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


mayor parte. — ¿No te alegras de verme? — Esta vez la miro
lentamente de arriba abajo. —Porque me he alegrado mucho de verte.
—Sabes que Parker es como una hermana para mí. — suelta.
—Lo sé, y Sam es mi hermano. ¿Cuál es tu punto?
—Voy a estar en sus vidas para siempre, así que lo que creas que
debe pasar no puede pasar.
Mi sonrisa es lenta, y después de un segundo, se retuerce en su
asiento. — ¿Qué crees que es esto, conejita?
—Solo quiero decir que deberíamos ser amigos.
—Estoy de acuerdo. — Miro su plato y veo que está sin tocar. —
Y tú tienes que comer.
Vuelve a resoplar antes de empezar a comer, y es lo más adorable
que existe. Me gusta burlarme de ella y ver sus reacciones, pero sobre
todo quiero hacerle un millón de preguntas y averiguarlo todo sobre
ella.
—Ven conmigo. — Ahora es mi turno de soltar cosas que
probablemente debería haberme guardado para mí.
—Yo... um... —mira su teléfono y luego vuelve a mirarme. —
Tengo planes.
—No, no los tienes. — Sus cejas se juntan y hacen una pequeña
V muy bonita entre sus ojos.
— ¿Cómo lo sabes?
—Porque tu mejor amiga y mi hermano están de luna de miel, y
ninguno de los dos tiene a nadie más en su vida.
—Eso no es cierto. Tengo amigos.
— ¿Cómo se llaman?— Pregunto rápidamente, y abre la boca,
luego la cierra rápidamente.
—Um, Lebron.
—Así que King James es un amigo, ¿eh?— resopla y se tapa la
boca con una mano, pero es demasiado tarde. —No me digas que
acabas de resoplar.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—Algunas personas no pueden evitarlo.
Esta vez cuando me río se siente tan jodidamente bien. Me
calienta todo el pecho y no recuerdo la última vez que me sentí tan
lleno. No por la comida, sino por la mujer sentada frente a mí.
—Es adorable. — Mirando su plato, veo que ha terminado su
comida, y tiro algunos billetes sobre la mesa. —Vamos.
—En serio, tengo deberes y...
— ¿Has estado alguna vez en Costco?— interrumpo, y la cara
que pone es como si le hubiera preguntado si ha estado en Marte.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 7
LEXI

¿Cómo he acabado aquí? Además, ¿cómo no sabía de este


increíble lugar? Claro, he oído hablar de Costco, pero no tenía ni idea
de que era tan mágico por dentro. En algún momento, había perdido
a Asher, pero en mi defensa este lugar es como un casino de Las Vegas.
No hay relojes ni ventanas, así que no tienes ni idea de cuánto tiempo
llevas dentro. Una persona puede distraerse fácilmente con las
mantas, las flores y los bocadillos.
Vuelvo a dar la vuelta y cojo una de las muestras que ya he
tomado, pero el amable hombre no se da cuenta de que estoy aquí por
segunda vez o no le importa. Todas las personas que reparten
muestras están llenas de sonrisas. ¿Es esto una secta y es así como
te absorben?
Cuando salimos de la tienda de delicatessen después de
almorzar, estaba llena y no había forma de que pudiera pensar en
comida. Eso fue hasta que llegamos a ese lugar mágico con olores
deliciosos. Volví a hurtadillas por otro cerdo con cubierta, pero no era
un cerdo con cubierta normal y corriente. La cubierta tenía costra de
parmesano. ¿Cómo podía comer solo uno?
—Te tengo. — Dejo escapar un pequeño chillido de sorpresa
cuando Asher me agarra por las caderas desde atrás. Me atrae hacia
su gran cuerpo y, por un momento, me dejo inclinar hacia él. Quiero
disfrutar de su calor y su comodidad mientras pueda, porque mi
cuerpo está hambriento de contacto. Pero no de cualquiera. De él.
—No estoy haciendo nada. — digo, intentando disimular que
tengo la boca llena.
—También tengo un segundo. — me susurra al oído antes de
presentármelo en la palma de la mano.
Se lo arrebato y me lo meto en la boca. Se queda mirando su
mano ahora vacía durante un largo rato antes de echar la cabeza hacia

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


atrás y reírse. El sexy sonido rebota en el gigantesco almacén y
algunas mujeres nos miran. Las fulmino con la mirada, sintiéndome
poseedora de la risa que Asher quería para mí.
—Tengo una caja de ellos. Tendremos más en mi casa. — dice
distraídamente. Como si fuera una conclusión inevitable que voy a ir
a su casa después de salir de aquí. Estoy a punto de corregirlo cuando
me entrega una brillante tarjeta negra. —Te he traído esto. — Me
enseña el reverso y tiene mi foto.
— ¿Cómo lo has hecho?— me explica por dónde ha desaparecido.
—Los convencí de usar una foto que tenía. — Se encoge de
hombros. Estoy segura de que lo hizo. El hombre es un maldito
hablador suave y es encantador cuando viene hacia mí, pero es
molesto pensar que lo use con otra persona.
—Espera. Ese es el jersey que llevo puesto.
—Te hice una foto donde comimos juntos.
— ¿En serio?— En realidad no es una mala foto.
—No puedes estar enojada conmigo. Te puse en mi cuenta de
Costco, y es una tarjeta negra. — Intento luchar contra la risa, pero
salgo perdiendo.
—Por mucho que me guste este sitio, Costco no me resulta
funcional a no ser que quiera recorrer las muestras para conseguir
una comida gratis. — Aun así, deslizo la tarjeta en mi paquete trasero.
—Este lugar es para gente con una familia gigante.
— ¿Quieres una de esas?— Asher pasa su brazo por encima de
mi hombro mientras empujo el carro, y cualquier cosa en la que se
detienen mis ojos, la echa dentro del carro.
— ¿Una familia grande?— Pregunto. ¿O se refiere a esa cosa
gigante de bolas de queso que pasamos? Coge el recipiente y lo deja
caer en el carro.
—Sí. Una familia.
—Yo... — Hago una larga pausa. Nunca he pensado en tener una
familia propia. Al menos en el sentido de crearla yo mismo. Al crecer,
siempre se trató de si me elegiría una. No de crear una propia. —Sí,

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


quiero. — digo finalmente. —Solo que no estoy segura de que esté en
las cartas para mí. — Apenas me alcanza para sobrevivir, y estoy a
segundos de vender fotos de mis pies para seguir en la universidad.
— ¿Solo eres tú?
—Crecí en el sistema de acogida. — Su brazo sobre mi hombro
se tensa y me atrae más hacia su lado. El pequeño acto posesivo me
hace sentir calor en el pecho. No sé si se da cuenta de que lo ha hecho.
—Tú y Parker son muy amigas. — señala.
—Es como una hermana para mí. Cuando la conocí, me
preocupaba cómo nos íbamos a llevar con toda su ropa elegante y
demás. También pensaba que era una mocosa, pero solo era tímida.
No tardé mucho en ver quién es. Y siempre trata de hacer cosas para
mí a escondidas.
— ¿A escondidas? — pregunta. Paso los dedos por un par de
calcetines peludos y él los coge. —Son bonitos y es un paquete de seis.
Podemos dividirlos.
—Así como eso. — me río. Es el mismo tipo de cosas que haría
Parker. Siempre tiene cosas de más o dice que no va a usar esto o
aquello para que yo pueda tenerlo.
—Ni idea de lo que quieres decir. — Se hace el tonto, pero lo hace
fatal. Asher está lejos de ser tonto.
— ¿Quieres calcetines peludos morados?— Levanto una ceja.
—No hay nada malo con el color púrpura. — Sacudo la cabeza
pero lo dejo pasar.
— ¿Todo esto va a caber en tu coche?— Pregunto cuando
salimos. Me decepciona que nuestra pequeña excursión haya
terminado porque en realidad me he divertido mucho, y no me
entusiasma volver a la realidad.
—Haz un trato conmigo. — dice mientras coloca los artículos en
la caja. El primer lugar al que va mi mente es a un lugar sucio. —
Mente fuera de la alcantarilla. — se burla de mí, y pongo los ojos en
blanco, pero mi cara empieza a calentarse.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


— ¿Estás diciendo que no tienes tu mente en la alcantarilla sobre
nosotros?— me burlo de él.
—Yo no lo llamaría alcantarilla. Más bien mi cómoda cama. —
Me regala una sonrisa encantadora que me hace preguntarme cómo
es su cama.
¿Por qué tiene que ser tan condenadamente guapo? También es
dulce. Si no fuera porque es el cuñado de mi mejor amiga, creo que
habría considerado la idea de tener una cita con él. Ahora que lo
conozco mejor.
Puede que haya entendido mal todo el asunto del playboy. Tengo
que dejar de juzgar antes de conocer a la gente, pero es muy difícil
cuando creces como yo lo hice. Es una de las formas en que he
aprendido a protegerme.
— ¿Cuál es el trato?— Vuelvo a dar un rodeo.
Mi mente se dirige a otro trato que hice. Para alguien que había
sido tan insistente en conseguir mi número antes, aún no lo ha usado.
—Ayúdame a descargar todo esto en mi casa y puedes quedarte
con las bolas de queso y los calcetines. — Resoplo una carcajada ante
su oferta. —Cocinaré más de esos cerdos en mi nueva y elegante
freidora de aire. — Golpea la parte superior de la caja y me muerdo el
labio inferior.
—Pon uno de los churros retorcidos del food court. — le susurra
a Asher en voz alta la dama que escanea nuestros artículos.
—Churro retorcido y uno de los lattes helados. — me ofrece,
bajando la cabeza y dedicándome una sonrisa encantadora. Un
hoyuelo aparece en su mejilla izquierda, y es prácticamente el clavo
en el ataúd.
Ya no tengo nada que hacer.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 8
ASHER

—Me he divertido mucho esta noche. — admito mientras Lexi y


yo caminamos hacia su dormitorio en el campus.
—Ha sido muy amable al acompañarme de regreso. — Sonríe al
ver las bolsas de comida en mis manos. —Y por llevar mis cosas.
—Solo te llevas una parte, así que tienes que volver a mi casa.
—Básicamente me tienes de rehén con la comida. —finge
pensarlo. —Puedo respetar eso.
Después de salir de Costco, volvimos a mi casa, y le mostré mi
casa. Es bastante parecida a la casa de Sam y Parker, pero ella se
mostró muy simpática mientras miraba en los armarios y en los baños
mientras yo le daba el tour. Hizo un montón de preguntas, y me gustó
que fuera tan curiosa, e hice todo lo posible para no tocar nada. Hubo
momentos en los que la cogí de la mano o le di un abrazo, pero aparte
de eso, traté de ser bueno. Lexi es tan jodidamente especial y cuanto
más estoy con ella, más sé que no quiero joder esto.
Acabamos viendo una película y cenando en el suelo de mi salón
porque no tengo muchos muebles. Se burló de mí para que comprara
un sofá, y estuve a punto de llevarla conmigo para que lo hiciera en
ese mismo momento. Si no estuviera tan guapa estirada y riéndose de
la comedia romántica que estábamos viendo, probablemente lo habría
hecho.
Cuando terminó la película, Lexi parecía que se iba a quedar
dormida. Lo único que quería hacer era llevarla a mi cama y arroparla,
pero me dijo que tenía clase por la mañana temprano, y no estaba
seguro de confiar en mí mismo para dormir a su lado y no mantenerla
despierta toda la noche.
— ¿Así que este es el tuyo?— le pregunto mientras escanea su
tarjeta y la sigo.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—Este es. — Parece tímida mientras nos dirigimos a su puerta,
y me pregunto si alguna vez ha comprado a un tipo aquí. La idea me
pone tan jodidamente celoso que aprieto los puños alrededor de la
bolsa de bocadillos un poco más fuerte.
Abre la puerta y me sorprende lo espaciosa que es. — ¿No te
asignaron otra compañera de piso después de que Parker se mudara?
Lexi tira sus cosas en la mesita junto a la puerta. —No anuncié
exactamente que estaba sola. — Sonríe mientras agita una mano. —
Así que este palacio es todo mío, y creo que podría tener más muebles
que tú.
—Creo que probablemente tengas razón.
Es entonces cuando veo la instalación de juegos en la esquina y
pienso en lo que ha pasado hoy. Dios, ¿fue solo esta mañana que la
estaba viendo en la transmisión en vivo?
— ¿Haces vídeos?— Pregunto, tratando de sonar lo mejor posible
mientras pongo los bocadillos en la cama vacía de Parker y me dirijo
hacia ella.
—Sí, un poco. — Está siendo modesta porque he visto cuánta
gente la mira.
— ¿Eres buena?— Hurgo un poco más para ver si presume de sí
misma.
—Estoy bien. ¿Juegas a algo?— Intenta desviar la atención de sí
misma, y es adorable.
—Nada. Quizá podrías enseñarme alguna vez. — Me acerco un
poco más a ella, y en este pequeño espacio, de repente me siento
cálido.
—Te costará. — Estoy tan cerca que tiene que inclinar la cabeza
hacia atrás para mirarme, pero tiene un brillo desafiante en los ojos.
—Di tu precio. — Me inclino y me pregunto cómo he podido
resistirme a ella hasta ahora. Pensé que estando en su presencia
aprendería a controlarme, pero cuanto más me acerco, más no puedo
controlar una mierda.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—No te lo puedes permitir. — Las palabras me recuerdan a uno
de los comentarios de su chat de hoy, y siento un gruñido en el fondo
de mi garganta mientras doy un paso hacia ella.
—Te sorprendería lo que me puedo permitir, conejita.
Da un paso atrás, pero mis pies siguen acercándose hasta que
choca con la pared detrás de ella y la enjaulo. Traga con fuerza y pone
sus manos en mi pecho mientras me mira.
— ¿Cuánto me darías?
Mi cabeza baja hasta que mis labios casi tocan los suyos. — ¿Por
probarte? —Siento su cálido aliento contra mi piel, y estoy tan
jodidamente duro que me duele. —Todo.
No estoy seguro de quién se mueve primero, pero estoy sobre ella
en una fracción de segundo. Gimo cuando abre la boca y deslizo mi
lengua para probarla. Mis manos se dirigen a su culo, y la atraigo
contra mi cuerpo para que pueda sentir lo duro que estoy, lo mucho
que la deseo.
— ¡Asher! — grita mientras mi boca se dirige a su cuello y la
muerdo ahí, necesitando hundirme en ella de alguna manera. Quiero
estar dentro de ella con mi lengua, mis dedos, mi polla, todo. Quiero
subir a su alma y comer su dulzura hasta emborracharme de sabor.
—Joder. — siseo, deslizando una mano por su sudadera y
cogiendo su pesado pecho. Noto la dureza de su pezón al atravesar el
fino material de su sujetador. Se lo bajo de un tirón para poder sentir
su piel desnuda, y jadea cuando le pellizco el apretado pico.
—Justo ahí. — Arquea la espalda y empuja sus tetas hacia mi
mano.
Sin darme cuenta, la he levantado del suelo y me ha rodeado con
las piernas. Estoy goteando semen en mis calzoncillos, y no sé cuánto
tiempo más podré mantener la polla en mis pantalones.
Justo cuando estoy a punto de arrancarle la sudadera con
capucha para poder chuparle los pezones, escucho algo que suena
como una alarma. Al principio lo ignoro y sigo besando a Lexi, pero
entonces se hace más fuerte.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


— ¿Qué demonios?— Miro a mi alrededor y luego a Lexi, que está
aturdida por la lujuria. — ¿Qué es ese ruido?
— ¿Ruido?— parpadea un par de veces y luego sus ojos se abren
de par en par. —Rayos, ese es mi juego. Umm, tengo que cogerlo.
— ¿Ahora mismo?— Miro la pantalla de su ordenador y veo que
se ilumina con la alerta.
—Sí, ¿podemos hablar más tarde?— Mira la pantalla y luego
vuelve a mirarme, y me pregunto si está hablando con alguien más.
Alguien más que quiere una charla privada.
— ¿Quieres que me vaya?— Mis cejas se juntan mientras la bajo
al suelo y doy un paso atrás.
—Es por trabajo, lo siento mucho. — Hay pesar en sus ojos, y no
quiero hacerla sentir peor.
—Sí, claro. — Metiendo un mechón de pelo detrás de su oreja,
me inclino hacia delante y la beso rápidamente antes de dirigirme a la
puerta. —Nos vemos mañana.
No espero una respuesta mientras salgo por la puerta y no miro
atrás. Tengo miedo de que si lo hago y ella está ahí, me la eche al
hombro y me la lleve a casa.
Pero si cree que se va a librar de mí tan fácilmente, se lo está
pensando mejor. Y parece que tengo que jugar esta noche.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 9
LEXI

Normalmente disfruto del streaming. Cuando llega el momento


de trabajar o de hacer mi transmisión en vivo programada, no me
deprime. Hay algunas personas que pueden amargarlo, pero me he
vuelto buena en bloquearlas y hacer lo mío. La mayoría de las veces,
mis seguidores me defienden antes de que sea necesario.
Siempre estoy dispuesta a seguir y matar el tiempo. Ha sido
increíble que haya podido conseguir algunos patrocinadores para no
tener que conseguir un trabajo normal de camarera para llegar a fin
de mes. Puedo hacer mis propios horarios y trabajar en torno a mis
clases y estudios. Ha sido un poco liberador y, por una vez, tengo la
sensación de tener el control de mi vida.
Todo el dinero que ganaba antes se destinaba a comida o a cosas
extra que necesitaba o incluso quería en ocasiones. Mis becas habían
cubierto mi matrícula, mi pensión, mis libros e incluso parte de mi
alimentación con mi pequeño plan de comidas. Hasta ahora.
No estoy segura de sí mi ánimo se ha agriado a la hora de saltar
y jugar porque prefiero estar con Asher o por el hecho de que sé que
ahora voy a necesitar vender un poco más para cubrir mis facturas.
Dejaría que alguien me pagara por mi número de teléfono. ¿Qué es lo
siguiente que dejaría que alguien me pagara?
Hace unas horas me estaba inclinando por la idea de qué más
podría hacer. Especialmente con la persona que pagó por mi número.
Me dijeron que si iba a vender algo que tenía que darles la primera
oferta. Supongo que la pregunta es ¿qué estaría dispuesto a vender y
a qué precio? ¿Por qué se me revuelve el estómago al hacerlo con esta
persona?
Asher.
Aunque cuando Asher y yo nos burlábamos de que él no podía
permitirse el lujo de comprarme, un estremecimiento de excitación

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


recorría mi cuerpo. Por supuesto que podía permitirse lo que quisiera.
No sé por qué me excitó tanto cuando lo dijo, pero la idea de que me
deseara tanto -un hombre que probablemente podría conseguir a
cualquier chica- que pagara por salirse con la suya... Se me
empaparon las bragas al pensarlo, e incluso ahora se me endurecen
los pezones. Está tan mal, pero ¿por qué con él se siente tan bien?
Creo que parte de ello podría ser que Asher es limpio. Estaba
entusiasmado por llevarme a Costco, lo cual era muy dulce.
Una vez que lo conocí hoy, me di cuenta de que no es un playboy.
Tampoco es alguien que pagaría por sexo. El hombre está claramente
dedicado a su trabajo porque ni siquiera se ha tomado la molestia de
comprar muebles para su lujoso condominio. La idea de que pudiera
conseguir que borrara esas líneas y que hiciera algo que normalmente
no haría porque me desea tanto no solo me excitó, sino que también
me hizo sentir deseada. Ese es un sentimiento que me es ajeno.
Mi teléfono envía una alerta de texto y lo cojo, pensando que es
Asher. Cuando miro la pantalla, recuerdo rápidamente que he
olvidado darle mi número. Maldita sea. Juraría que al salir había
mencionado algo sobre verme mañana, pero no recuerdo que hayamos
dicho que íbamos a hacer algo. Sé que se burló de mí por tener la
comida como rehén, pero pensé que era una broma. No
intercambiamos números por alguna estúpida razón, pero tal vez sea
porque estábamos muy preocupados por divertirnos.
La duda empieza a aparecer. Si realmente quisiera quedar, me
habría pedido mi número. Ahora no es posible. Después de pasar el
día conmigo, tal vez haya cambiado de opinión sobre querer más.
Ahora podría abandonar hasta que me vea obligada a volver a su lado
a través de Parker. Entonces podría fingir que nada de esto sucedió.
Tal vez no haya sentido lo que yo sentí en esos besos. Levanto la
mano, tocando mis labios que hormiguean y ya lo echo de menos. El
hombre me había robado el aliento, y nunca en mi vida pensé que los
besos pudieran ser tan absorbentes. De no ser por la interrupción,
apuesto a que habría dejado que Asher llevara las cosas tan lejos como
quisiera.
Estaba tan perdida en él que todo lo demás dejó de importar. No
es de extrañar que Parker se haya enamorado tanto de Samuel. Antes

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


de hoy, todavía me costaba mucho entender su relación tan
apasionada. Ahora puedo entender cómo alguien puede perderse tan
fácilmente en esa pasión.
Podría ser algo bueno si Asher cambiara de opinión. No creo que
me cueste mucho enamorarme de ese hombre. Mi teléfono vuelve a
sonar en mi mano.

Número desconocido: Llegas tarde.


Mierda. Compruebo la hora y veo que sí.

Número Desconocido: Te pagaré 500 dólares si te pones un jersey esta vez.

Yo: Trato hecho.


Es fácil aceptarlo. No me había sentido cómoda con el top
escotado que había llevado antes. Enciendo las pantallas y me preparo
rápidamente.
Las dos horas siguientes se alargan, y me distraigo no solo con
pensamientos sobre Asher, sino también sobre mi misterioso nuevo
sugar daddy. Según los pocos mensajes que he recibido de él, es
posesivo y no quiere compartirme.
Segundos después de salir del juego, mi teléfono empieza a sonar
de nuevo, haciéndome saber que me estaba observando mientras
hacía streaming. Guardo su número en mi teléfono.

Sugar Daddy: Has sido una chica muy buena esta noche. ¿Has comido bien?
Mierda. Aprieto mis muslos. ¿Por qué sus elogios provocan tal
reacción?

Yo: Me encantó mi almuerzo. Gracias.

Sugar Daddy: De nada. Ahora dime. ¿Te estás mensajeando con alguien
más?

Yo: Me mensajeo con mucha gente.


Le devuelvo el mensaje sabiendo que le va a hacer perder la
paciencia. Debería asustarme que esta persona parezca tan posesiva,
pero no lo hace. Al menos se ha molestado en conseguir mi número.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Sugar Daddy: ¿Alguien más te está dando dinero?

Yo: Sin dinero.


Una tarjeta de Costco y comida sí. No estoy segura de que eso
cuente, así que me lo guardo para mí.

Sugar Daddy: Te voy a hacer tres preguntas, bebecita. Quiero respuestas


sinceras. Te daré 100 dólares por pregunta. Luego quiero una foto de buenas noches
en la cama. Es tarde. Necesitas descansar.

Yo: Trato hecho.


Sonrío. ¿Por qué estoy disfrutando tanto con esto? Me levanto y
empiezo a prepararme para ir a la cama. Este hombre está dispuesto
a pagar por hacerme preguntas. Aun así, una parte de mí siente un
rastro de culpa. No sé qué somos Asher y yo, y puede que no seamos
nada. Por lo que sé, no sabré nada de él mañana.

Sugar Daddy: ¿Te mensajeas con alguien como lo haces conmigo?

Yo: No.
Esa es fácil. La única persona con la que quiero mensajearme no
tiene mi número.

Sugar Daddy: Buena chica.

Sugar Daddy: ¿Por qué necesitas tanto dinero?

Yo: Una de mis becas fracasó.

Sugar Daddy: ¿Eres virgen?

Yo: Sí.

Sugar Daddy: Vete a la cama.


Me meto en la cama y me tapo con la manta. Me pongo de lado
y hago una foto. No es nada sexy, y le doy enviar, con la curiosidad de
saber cuál será su respuesta.

Sugar Daddy: Perfecto.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 10
ASHER

—Joder. — gruño mientras me inclino hacia delante contra el


azulejo de la ducha y ordeño mi polla.
Estoy tan jodidamente duro, pero por mucho que me corra, no
se me baja. Desde que Lexi me envió esa foto suya anoche no he podido
ablandarme. Ni siquiera era algo sexual realmente, pero la forma en
que sus ojos miraban a la cámara, solo podía imaginar cómo sería
tener esa mirada sobre mí. Sobre mí, debajo de mí, suplicando que la
tomara más fuerte y más profundamente.
Así es como llegué a esta posición en primer lugar. Finalmente,
el último chorro de mi semen sale a borbotones, y agacho la cabeza
bajo el chorro de la ducha y me lavo el cuerpo. Pongo el agua tan fría
como puedo soportar, pero mi polla sigue dura y pesada mientras
sobresale delante de mí. ¿Qué demonios le pasa a mi polla? Es como
si nada la satisficiera.

Apuesto a que su coño lo haría.


Mi cerebro me está torturando y no puedo hacer nada al
respecto. Cuando le mandé un mensaje a Lexi para pedirle una foto
de lo que llevaba puesto hoy, no esperaba verla con unos pantalones
cortos con medias de red debajo. Los pantalones cortos no eran
inapropiados, ni siquiera tan ajustados. Pero lo único en lo que podía
pensar era en meter los dedos en los agujeros de esas mallas y
arrancárselas del cuerpo.
Desde entonces, he estado en la ducha follando agresivamente
mi mano para tratar de aliviar el dolor. Hasta ahora, es inútil.
Decidiendo que nada va a ayudar, cierro el agua y salgo. Cuando miro
mi teléfono en la encimera del baño, veo que Lexi ha respondido a mi
último mensaje.

Bebecita: Por ahora no hay planes para almorzar, pero sí para desayunar,
como me pediste.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Me envía una foto de un café con un muffin y un plátano en la
mesa delante de ella mientras está en clase. Mi mente inmediatamente
va a lo que parece ella metiéndose ese plátano en la boca.

Yo: Buena chica. Te envié dinero por hacer lo que te dije que hicieras.
¿Conseguiste lo suficiente para comer? No es mucho.

Bebecita: Normalmente no desayuno, así que es mucho.

Yo: De acuerdo. Presta atención y toma buenas notas. Te enviaré el dinero del
almuerzo.

Bebecita: Gracias ;)
¿Por qué me pongo más duro cuando le doy dinero? Joder, no sé
si se trata de algún tipo de perversión, pero solo quiero darle más y
más. Enviando otro depósito a su Cash App, aprieto la base de mi
polla para intentar aliviar el dolor.
Decido que tengo que vestirme antes de volver a masturbarme,
y me pongo unos vaqueros y una camiseta negra. Una vez vestido, voy
a mi despacho y hago un poco de trabajo para distraerme, pero es
inútil. Cuento los segundos y, en cuanto creo que está lo
suficientemente cerca, cojo mis cosas y me dirijo a mi coche. Saludo a
George cuando presiona el botón para abrir la puerta y salgo de mi
barrio. Me dirijo a la universidad y espero coincidir con el momento en
que Lexi termina su clase y se va a almorzar para poder cruzarme con
ella. Otra vez.
Decido estacionar en las inmediaciones y caminar hacia el
campus. Como si viniera aquí todo el tiempo y no porque esté
básicamente acechando a la mujer que me tiene atado.
Cuando llego al patio, veo a Lexi a lo lejos y me detengo. Tiene la
cabeza gacha y parece que ha estado llorando.
— ¿Qué mierda?— Su aspecto tan dolido y pequeño me hace
apretar los puños, pero cuando voy a dar un paso hacia ella, veo que
un chico se sienta a su lado.
Parece sorprendida cuando él toma asiento, pero luego le sonríe.
De acuerdo, obviamente este tipo tiene que morir, porque todas sus

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


sonrisas me pertenecen. ¿Me parece una locura, incluso tener ese
pensamiento? Claro. ¿Me importa una mierda? Absolutamente no.
Intentando hacerme el interesante, me acerco al banco donde
están sentados y me pongo delante de ella para que mi sombra impida
que el sol le dé en la cara. Levanta la vista y parpadea antes de que
vea que sus ojos llorosos se abren de par en par por la sorpresa.
— ¿Asher?
—Hola, conejita. — digo y luego dirijo mi mirada al tipo que está
a su lado. — ¿Quién es este?
Le dice algo en voz tan baja que no puedo oírlo, pero ella asiente
mientras se seca una lágrima.
—Tengo que irme. — dice, y ella vuelve a sonreír mientras él se
levanta y se aleja.
Bien, supongo que lo atropellaré con mi coche más tarde.
— ¿Amigo tuyo?— pregunto, frunciendo el ceño a su espalda.
—Compañero de laboratorio. — resopla.
Entonces recuerdo que está molesta y me siento a su lado. —
Oye, ¿qué pasa?
—Nada, solo que hoy ha sido una clase difícil y me he perdido
una tarea. — Se encoge de hombros y trata de reírse, pero veo el dolor
y la preocupación en sus ojos. —No pasa nada, solo me he equivocado.
No puedo creer que se me haya olvidado.
—Oye, no pasa nada. — Alargo la mano, la pongo en la nuca y
la atraigo suavemente hacia mí. —Todo el mundo comete errores.
Mete la cabeza en el pliegue de mi cuello y luego el resto de su
suave cuerpo se apoya en mi costado.
—Es que he tenido muchas cosas en la cabeza últimamente y
supongo que esto se me escapó. Mi compañero de laboratorio me decía
que está bien, pero que también afecta a su nota. —suspira y luego
resopla. —Apesto.
—No. — Detengo ese tren de pensamiento y sacudo la cabeza. —
No apestas, Lexi. Eres increíble, y te esfuerzas y asumes muchas

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


cosas. — Le retiro el pelo de la cara y le beso la frente. — ¿Qué puedo
hacer para ayudar?
Deja escapar una risa sin humor. — ¿Llevarme a comer?
—Iba a hacerlo de todos modos. — le digo mientras le toco la
parte inferior de la barbilla para que incline la cabeza hacia atrás.
Suavemente, rozo mis labios sobre los suyos y suspiro de satisfacción.
—Deja que te ayude, conejita.
—Este abrazo ya me hace sentir mejor.
—Imagina lo que podría hacer mi boca. — me burlo, y sus
mejillas se ruborizan. —Vamos, deja que te dé de comer y luego te
acompañe a tu dormitorio. Necesitas un abrazo y una siesta.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 11
LEXI

Gimo mientras muevo mis caderas hacia delante y busco la


fricción que necesito. Mi mente está confusa, pero sé que no quiero
que este placer termine. Vuelvo a hacerlas rodar hasta que mi clítoris
toca el punto justo.
— Bebecita. — Las palabras son susurradas contra mi oído, y
mis ojos se abren de golpe mientras levanto la cabeza. Asher está
tumbado debajo de mí, y su pelo, normalmente peinado, está revuelto.
Maldita sea, es caliente así.
Está aquí. Me sorprendió mucho que apareciera hoy. Mi día
había sido una mierda, y ahí estaba él. Fue fiel a su palabra de que
me vería hoy. Cada vez que dudo de él, me demuestra que estoy
equivocada. Tengo que confiar en lo que me muestra.
— ¿Qué me has llamado?— Pregunto mientras me despierto
completamente.
—Bebé.
Un extraño torrente de emociones me recorre. Papi me llama
bebecita. Dios, ¿realmente lo llamé “papi” en mi cabeza? Aparto el
mensaje de texto de mi mente porque ahora no es el momento. Estoy
con Asher.
Vuelvo a apretarme contra él, dándome cuenta rápidamente de
lo que había estado haciendo en sueños. En algún momento me he
puesto encima de él y he empezado a follar en seco con su cuerpo
durante la siesta.
Las manos de Asher en mis caderas se flexionan y siento sus
dedos clavándose en mí. — Te estoy follando. — Tan pronto como las
palabras salen de mis labios, vuelvo a meter la cara en su cuello para
esconderme. ¿De verdad he soltado eso? ¿Qué me pasa? —Lo siento.
— murmuro contra su cuello.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Soy terrible en esto de las citas y el coqueteo. ¿Cómo pude
pensar que podía ser sexy en línea? Las veces que se supone que debo
enviar fotos sexys, envío las normales. Ahora me estoy follando a la
gente en sueños y soltando estupideces.
El cuerpo de Asher empieza a temblar, y levanto lentamente la
cabeza para ver que está luchando por no reírse de mí. Con cada
sacudida de su cuerpo, su polla empuja contra mi clítoris. Lucho por
no gemir porque ya me he avergonzado lo suficiente. Ya lo he atacado
en sueños, así que no necesito empeorar la situación.
Empiezo a moverme, pero su agarre de las caderas se intensifica,
haciéndome saber que no voy a ir a ninguna parte. Al instante deja de
reírse, y su voz es muy grave. — ¿Adónde crees que vas, bebé?
Bebé, no bebecita. ¿Qué tan terrible es que estos dos hombres
me estén afectando? Toda mi vida nadie ha despertado mi atención, y
ahora tengo dos hombres que me están cautivando. Mi cuerpo está
despertando a ambos de diferentes maneras. Sin embargo, una cosa
que parecen tener en común es que disfrutan cuidando de mí.
— ¿Quieres que siga?— Pregunto mientras me relamo los labios.
Antes me había detenido agarrando mis caderas cuando estaba
medio dormida. Luego me susurró al oído. En parte es por lo que me
había despertado para empezar cuando había estado entre la realidad
y el mundo de los sueños.
—Puedes hacer lo que quieras conmigo. Solo quiero asegurarme
de que estás completamente despierta para ello.
—Eso te costará. — Las palabras se escapan, y entonces jadeo
cuando se las arregla para voltearnos de alguna manera. Estamos en
la pequeña cama de mi dormitorio, pero, por supuesto, Asher se da
cuenta y me inmoviliza debajo de él.
— ¿Cuánto cuesta hacerte algo?— Se inclina, rozando su boca
con la mía. Le mordisqueo el labio inferior, y un gruñido bajo y
profundo sale de él mientras sus caderas avanzan. Su polla se frota
contra mi clítoris y se siente tan bien sobre mí. Incluso su peso sobre
mi cuerpo es adecuado.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


— ¿Qué quieres hacerme?— Agarro la colcha, necesitando algo
a lo que aferrarme porque mi clítoris empieza a palpitar. ¿Por qué esto
me excita tanto? Todo mi cuerpo zumba de necesidad.
— ¿Eso te excita? ¿Venderte?— Cierro los ojos ante la intensidad
de la pregunta. —Mírame. — me dice Asher. La autoridad de su voz
hace que haga lo que me ordena. Mi corazón da un aleteo emocionado.
—No seas tímida conmigo. Me excita pensar en comprar tu coño. —
Su mano se desliza entre nosotros y ahueca mi sexo sobre mis
pantalones cortos de mezclilla. Estoy tan mojada que estoy segura de
que puede sentirlo incluso a través del material.
— ¡Asher!— siseo sorprendida.
—No sé qué pasa contigo. — Su boca recorre mi mandíbula. —
Pero quiero poseer tu cuerpo. Cuidar de ti. — Su boca sigue subiendo
hasta mi cuello y luego hasta mi oreja. — ¿Cuánto por probar tu coño?
¿Mil?— Mi sexo tiene espasmos.
— ¡Sí!— Medio grito. Podría haber dicho un maldito centavo y
habría aceptado. Necesito su boca en mí ahora.
En el momento en que le respondo, mis pantalones cortos y mis
mallas bajan por las piernas y las tira. —Desnuda. — Ladra la orden
mientras se mueve por la cama. Me quito la camiseta, dejándome
desnuda en la cama debajo de él. —Estás empapada. — lo oigo decir.
—Joder, qué bien hueles. — Respira con fuerza.
—Asher. — me cubro la cara con las manos.
—Baja esas manos. Vas a ver lo que le hago a este coño. Es mío
ahora. Comprado y pagado. — Jadeo cuando me da un ligero golpe en
el sexo y lucho por no correrme en el acto. Se inclina y su nariz roza
mi clítoris mientras respira profundamente otra vez. —Llevaría el olor
de tu coño todos los días si lo embotellaras y lo vendieras.
No puedo con esta boca suya. Nunca se sabría que habla así.
Tengo la sensación, o tal vez la esperanza, de que solo lo hace conmigo.
Su lengua sale y da un largo lametón. Mis caderas se levantan de la
cama, pero su brazo baja y me sujeta al colchón.
—Me duele. — suplico.
— ¿Cuándo no te he cuidado, bebé?

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—Lo haces. — Asiento porque tiene razón.
—Te tengo. — Vuelve a inclinarse y esta vez su lengua rodea mi
clítoris. Su lengua va y viene mientras me acerca y luego se retira.
¿Cómo puedo amar algo que me está volviendo loca? —Quiero más. —
dice.
—Puedes tenerlo. — Sonríe contra mi sexo. Me ha estado
preparando para esto.
—Te daré el doble por marcarte.
—De acuerdo. — le digo a gritos. Ni siquiera sé lo que significa,
pero sí. Sí a todo.
—Tan buena chica. — dice antes de succionar mi clítoris en su
boca. Da largos tirones mientras lo mueve de un lado a otro, y no hay
más burlas. El orgasmo me golpea con fuerza y empiezo a gritar, pero
él levanta la mano y me tapa la boca.
No se detiene.
Chupa más fuerte, su lengua se mueve más rápido, y entonces
un orgasmo se convierte en otro. Su mano no se aparta de mi boca
mientras grito de placer en su palma. Cuando llega el tercero, los
puntos negros bailan en mis ojos y su boca me suelta.
Se levanta y es una lucha por mantener los ojos abiertos. Mi
cuerpo no puede ni moverse, y estoy sin huesos. Cuando saca su dura
polla de los pantalones, veo que solo la acaricia dos veces antes de
correrse sobre mi estómago y mi sexo.
Se deja caer sobre mí, frotando la cabeza de su polla contra mi
piel mientras su mano sigue bombeando su polla. Utiliza la cabeza
para frotar el semen en mi piel y luego la arrastra por los pliegues de
mi sexo antes de empujar la cabeza un poco hacia dentro.
De alguna manera, sé que no va a penetrar hasta el fondo, pero,
sin embargo, empieza a correrse de nuevo. Su calor se derrama dentro
de mí, marcando cada centímetro.
Mi virginidad, por el brillo de sus ojos, ya le pertenece.
No importa el precio.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 12
ASHER

—Tan buena chica. — digo mientras saco la punta de mi polla


de su calor y la meto en mis calzoncillos. Verla desnuda y extendida
me da ganas de seguir, pero no tiene mucho tiempo. —Vamos a
vestirte.
— ¿Vestirme?— Sus ojos aún están entrecerrados por el sueño
cuando se acerca a mí.
—Tienes clase. — Puedo ver el momento en que mis palabras se
registran porque sus ojos se abren de golpe y busca el reloj. —Relájate,
llegarás a tiempo.
Me levanto de la pequeña cama, cojo sus medias y se las tiendo
para que se las ponga. Parece tan dulce y tímida mientras se baja de
la cama y se acerca a mí.
— ¿Tal vez debería limpiarme primero?— Mira entre sus piernas
y hasta yo puedo ver mi semen goteando entre ellas.
—No. — Sacudo la cabeza y le abro las medias.
Sin decir nada más, la ayudo a ponérselas y luego a ponerse los
pantalones cortos. Está en topless, y no puedo evitar hundir la cabeza
y chupar uno de sus pezones antes de ayudarla a ponerse el bralette
y luego la camiseta. Sigo estando jodidamente duro, pero hay una paz
en mi pecho que no había sentido antes.
Cuando está completamente vestida, me levanto y busco en mi
bolsillo trasero. —Toma. — digo mientras saco un fajo de billetes de
cien y extraigo dos de los grandes para ella.
—Gracias. — dice en voz baja y se sonroja.
—Aquí tienes un poco más. — Saco otros mil y los pongo en su
mano vacía. —Esto es para lo segundo.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


No dice nada, pero asiente mientras se muerde el labio y luego
mira mi cuerpo de arriba abajo como si estuviera pensando en qué
más podemos hacer.
—Detente. — Cuando sus ojos se dirigen a los míos, niego. —No
tenemos tiempo ahora, pero me ocuparé de ti más tarde.
Coge el dinero y lo mete en la pequeña caja fuerte de su armario.
Una vez guardado, cojo su bolsa con los libros y ella se pone las botas.
Luego, en un movimiento que parece que hemos hecho mil veces, la
tomo de la mano y salimos de su dormitorio con su mochila al hombro.
—No tienes que llevarlos por mí. — La forma en que me sonríe
es tan jodidamente bonita, y odio no haber podido mantenerla en la
cama más tiempo.
—Me gusta hacer cosas por ti.
Se muerde el labio antes de apoyarse en mi costado. —A mí
también me gusta.
Cuando llegamos al edificio para su próxima clase, se vuelve
hacia mí y espera.
— ¿Qué?— Pregunto, confundido.
—Necesito mi bolsa para que puedas irte. — Su sonrisa es
adorable y no puedo evitar inclinarme y darle un rápido beso.
—Bebé, voy contigo.
— ¿Qué?— Hay sorpresa en su voz, pero también un poco de
risa.
—No estoy preparado para dejarte ir todavía. — Me encojo de
hombros y vuelve a mirar al edificio como si se lo estuviera pensando.
—Eso es muy dulce, pero ¿estás seguro? Esta es una clase de
lectura, y siempre es súper aburrida.
—Supongo que tendremos que encontrar una manera de hacerla
emocionante. — Guiñándole un ojo, la tomo de la mano y me dirijo a
su clase.
Cuando llegamos a la puerta, miro adentro y veo que los asientos
de la sala de conferencias están casi llenos. Hay una fila vacía en la

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


parte de atrás, y le doy un tirón de la mano para que vaya hacia ahí.
Subimos los escalones hasta llegar al último, y hay una pared a
nuestra espalda. Tomo asiento y ella se sienta a mi lado mientras el
profesor comienza.
Observo cómo Lexi saca su portátil, un cuaderno y un bolígrafo.
Agarro el portátil y ella abre el documento que ha estado usando para
los apuntes en esta clase.
—Yo me encargo de esto. — le digo mientras ella se encoge de
hombros y vuelve a sentarse.
Mientras el profesor habla, tecleo y me aseguro de incluir todo lo
que está discutiendo mientras Lexi escribe pequeñas notas en el papel
que tiene delante. Echo un vistazo y veo que ha escrito mi nombre y
ha puesto corazones alrededor, y es tan adorable que me inclino y le
beso el cuello. Joder, qué bien huele.
En ese momento, el profesor dice algo sobre ver un documental
sobre el tema de debate, y las luces se apagan. Lexi me mira, y el
espacio entre nosotros se carga de una energía excitante que no puedo
nombrar.
La sala de conferencias está casi en penumbra mientras el
documental se reproduce en la pantalla de enfrente y el sonido sale
por los altavoces montados en las paredes. Esto se parece más a un
cine que a una sala de conferencias.
Siento que Lexi se acerca un poco más a mí y su cuerpo se
aprieta contra mi costado. Sin pensarlo, la agarro por el brazo y la
acerco aún más para que esté en mi regazo mirando hacia delante.
Muevo sus piernas para que se abran a ambos lados de las mías y me
inclino hacia delante para colocar mi cuerpo sobre el suyo. Está
pegada a mí y el ordenador que tenemos delante nos da un poco más
de intimidad, aunque está tan oscuro que nadie podría vernos si se
diera la vuelta y mirara hacia atrás.
Deslizo mi mano por su vientre y acerco mis labios a su oído. —
¿Podrías guardar silencio?
Traga con fuerza, fingiendo ver el vídeo, y luego asiente.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


— ¿Vas a ser mi niña buena?— Empuja su culo contra mi dura
polla y vuelve a asentir mientras le beso el lugar justo debajo de la
oreja.
Mi mano se dirige al botón de sus pantalones cortos y abro la
parte superior. Al deslizar la mano por sus pantalones cortos, noto mi
semen de antes en ella y tengo que apretar la mandíbula para no
gemir. Deslizo los gruesos dedos sobre sus labios y luego entre ellos
para acariciar su clítoris. No solo voy a hacerla correrse, sino a
prepararla para que me tome.
— ¿Cuánto por tener este coño?— susurro, y sus ojos se cierran.
Bajando mis dedos, introduzco dos de ellos en su coño y siento
cómo me aprieta su apretada seda. Es tan pequeña, pero está ansiosa,
y su cuerpo quiere ser llenado.
— ¿Quieres un coche nuevo?— pregunto, y se estremece
mientras froto el talón de mi mano sobre su clítoris mientras mis
dedos la follan. — ¿Quieres que te pague la matrícula?
Se queda con la boca abierta, pero no emite ningún sonido
mientras su cabeza cae sobre mi hombro. Mi otra mano se sube a su
camiseta y le bajo una de las copas del sujetador. Mis dedos pellizcan
suavemente sus pezones mientras mi mano en su coño mantiene un
ritmo constante.
—Te llevaré a Europa el fin de semana y te bañaré en oro
mientras te como este dulce coño. — le lamo el cuello y jadea. —Lo
tengo, bebé. Tengo todo lo que necesitas.
—Sí, papi. — dice suavemente, y mi mano se detiene.
Sus ojos se abren de par en par como si se sorprendiera de
haberlo dicho también, y entonces se gira para mirarme. —Lo siento...
Interrumpo su disculpa cuando cubro su boca con la mía. El
beso es acalorado y posesivo, y no sabía cuánto deseaba oírla decir
esas palabras. Joder, me atrae algo oscuro y posesivo, y ahora mismo,
si pudiera, la pondría sobre mi polla y la mantendría ahí.
Su coño se aprieta alrededor de mis dedos, y añado un tercero.
Se ha estirado al máximo, y froto ese punto dulce dentro de ella que

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


la hace arquear la espalda y aguantar. El talón de mi mano presiona
su clítoris, y eso es todo lo que necesita para estallar.
Mi boca contra la suya la mantiene callada mientras llega el
clímax y la ayudo a superarlo. Es tan bonito verla correrse, e incluso
ahora, no es suficiente. Quiero hacerlo una y otra vez hasta que esté
blanda y abierta para poder subirme a su cuerpo y follar con esa
cereza.
Cae contra mí cuando vuelve a bajar, y la beso por última vez
antes de sacar mi mano de sus pantalones cortos. Me mira mientras
me llevo los dedos a la boca y los lamo. Puedo saborear su liberación
y un rastro persistente de mí en ella también. Es dulce y picante, y
soy adicto a su aroma.
—Descansa, bebé. — le digo mientras la abrazo contra mi pecho.
Después de un momento, su respiración se vuelve uniforme y
suave, y creo que se ha quedado dormida. Mientras está inconsciente,
tomo notas para ella y me aseguro de que tenga toda la información
para consultarla más tarde. Ahora mismo, su cuerpo ha sufrido
mucho en poco tiempo y necesita recuperarse.
Diablos, después de oírla llamarme papi, puede que yo también
necesite algo de tiempo para recuperarme.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 13
LEXI

¿Cómo es que Asher se pone cada vez más guapo? Está sentado
contra mi cabecera, haciendo que mi cama de dos plazas parezca una
cama de niño. Su portátil descansa en su regazo, pero está durmiendo.
Los dos hemos estado conectados por la cadera durante los últimos
dos días, y donde voy yo, va mi hombre.
Sonrío, dándome cuenta de que lo he llamado mi hombre en mi
cabeza, pero suena tan bien. Mi papi suena aún mejor.
No debería sonreír en absoluto. Hace un par de minutos recibí
otro correo electrónico sobre mi matrícula y cómo voy a cubrir el resto
de este semestre. Necesitan una respuesta o me darán de baja de mis
clases. Ya he acumulado un montón de dinero y, la verdad, sé que si
se lo pidiera a Asher, él extendería un cheque sin hacer preguntas.
Creo que podría, aunque hace un mes nunca hubiera pensado que
haría algo así. No sé cómo lo ha hecho Asher, pero en cuestión de días
me ha hecho sentir tan cómoda con él. Más que eso, estoy segura con
él. Este hombre haría cualquier cosa por mí. Lo sé hasta la médula.
La gente puede llamarme ingenua o lo que quieran, pero no me
importa una mierda. Asher es un buen hombre. Incluso si disfrutamos
de fingir que está pagando por lo que le estoy dando. Ahora mismo le
pagaría al hombre para que me quitara la maldita virginidad, pero por
alguna maldita razón nunca llega tan lejos. Anoche estuve tentada de
arrastrarme sobre él y dejarme caer sobre su polla.
¿A quién quiero engañar? Puede que Asher juegue con eso de
pagarme y que yo esté al mando hasta cierto punto, pero la realidad
es que él tiene el control absoluto, y eso me encanta. El hombre cuida
de mí en todos los sentidos. Estoy segura de que un terapeuta diría
que esta dependencia que estoy desarrollando rápidamente no está
bien, pero los mandaría a la mierda.
La alerta de mi correo electrónico vuelve a sonar. El Sr. Grant
está comprobando dos veces que me dirijo a su oficina ahora, y pongo

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


los ojos en blanco. Ya le he dicho que voy a ir. Cualquiera diría que es
a él a quien debo dinero y no a la maldita universidad. Me recuerdo a
mí mismo que será mi último giro de ojos por ahora porque voy a tener
que besar algunos culos. Espero que el dinero que entregue hoy me
dé un poco más de tiempo.
Levanto el portátil de Asher y lo pongo en la mesita de noche.
Anoche nos quedamos aquí, en mi dormitorio, y cuando me desperté
lo vi trabajando en su portátil en la cama, a mi lado. Me sentí culpable
porque ha estado pasando todo el tiempo conmigo.
Apuesto a que se está retrasando en el trabajo, pero es solo una
suposición. Cuando transmito y juego, se sienta a un lado y trabaja,
y cuando le echo un vistazo, generalmente me está mirando jugar y no
trabaja. Es adorable. Nunca en mi vida alguien me ha prestado tanta
atención. Es adictivo.
—Cariño. — susurro, inclinándome y rozando mis labios con los
suyos. Abre los ojos y me agarra, tirando de mí hacia su regazo.
—Esa boca tuya ha sido pagada. Ya conoces las reglas cuando
estamos solos. — Su tono hace que mis pezones se endurezcan al
instante.
—Lo siento, papi. — susurro. Me aprieta el pelo, tirando de mi
cabeza hacia atrás y lamiendo la columna de mi cuello mientras gimo.
—Más fuerte.
—Lo siento, papi.
—Ahí está mi niña buena. — Otro gemido me abandona y un
calor húmedo se acumula entre mis muslos. Me hunde los dientes en
el cuello y, joder, mi cuerpo arde. —Ahora, ¿a dónde intentabas
escabullirte?
—No intentaba escabullirme. — me apresuro a decir, pero estoy
completamente vestida, con mi bolso de mensajero sobre mi hombro.
Se aparta, sus ojos buscan en mi cara. ¿De verdad cree este
hombre que voy a intentar escapar de él? Tiene suerte de que no haya
intentado trasladar mis cosas a su lujoso apartamento. Tampoco se
trata del apartamento. Se trata de estar con él. Lo mudaría aquí si
pudiera.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—Estás ansiosa por una nalgada.
—Siempre. — Me muerdo el interior de la mejilla para intentar
no sonreír, pero sé que estoy fallando. Asher no se resiste a la suya, y
el hoyuelo de su mejilla izquierda aparece para mí. Es mi hoyuelo, y
lo he reclamado. Lo beso cada vez que sale, pero ahora mismo no
puedo moverme o lo haría.
—No tienes más clases hoy. ¿Tienes hambre?— Suelta su agarre
de mi pelo mientras se pregunta a dónde quiero ir. Cuando finalmente
me inclino y beso mi hoyuelo, sonríe más. Le encanta que lo bese ahí,
y realmente creo que este hombre podría estar hecho para mí.
—No tengo hambre. Voy al edificio de administración. Tengo que
dejar algunas cosas. — Lo mantengo vago.
—Iré contigo.
—No, quédate. — Le pongo la mano en el pecho. —Duerme o
ponte al día con tus cosas del portátil.
— ¿Cosas del portátil? — se ríe.
—No sé. Lo que sea que hagan los hombres ricos que tienen
muchas cosas en su portátil. Esas cosas.
—Tú eres más importante que las cosas, Lexi. — Me pasa el dedo
por el centro de la frente y luego por la nariz. Se detiene en la punta y
da un bonito doble golpe. No sé por qué lo hace, pero me hace sonreír
cada vez.
—A veces pienso que eres demasiado bueno para ser verdad. Vas
a hacer que me enamore de ti, Asher. — Mis palabras deben
sorprenderlo, porque consigo ponerme en pie antes de que me vuelva
a tirar en su regazo.
—Ese es el plan. — Jadeo ante su respuesta y me besa.
Gimo y empiezo a perderme en el momento. ¿Está diciendo lo
que creo que está diciendo? Quiere que lo ame. ¿Significa eso que
quizá ya me ama? No me atrevo a esperar porque podría estar a años
luz de él en cuanto a lo que siento. Sé que es una locura rápida, pero
no puedo evitarlo, y puede que él no esté muy lejos.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—Papi, por favor. Seré rápida. — Tengo que salir de aquí antes
de soltar que lo amo y asustarlo.
—Será mejor que estés hablando de que vas a dejar una mierda.
Me río contra su boca. —Solo necesito asegurarme de que mis
préstamos y demás están bien. — El teléfono de Asher empieza a
sonar, y ambos echamos un vistazo y vemos el nombre de Samuel
iluminado en la pantalla. —Cógelo. — le doy otro beso rápido antes de
levantarme de la cama.
—Está bien, pero dame tu teléfono un momento. — lo saco del
bolsillo trasero, sin pensar en ello hasta que lo tiene en la mano.
Cuando sus dedos hacen clic en la pantalla, me doy cuenta de que
podía ver a Sugar Daddy, y mi corazón comienza a latir con fuerza.
Oh, Dios. Me había olvidado de él. Un segundo después me devuelve
el teléfono y casi me caigo de alivio. Si hubiera visto esos mensajes,
me habría azotado el trasero, y luego no estoy segura de qué.
De hecho, hoy no nos hemos mandado ningún mensaje, y ayer
lo único que hizo fue comprobar que estaba comiendo y me pagó para
que volviera a ponerme un jersey cuando hice streaming. Debe estar
aburriéndose de mí. Bien, eso hará que lo que haga a continuación
sea más fácil.
—Compartí tu ubicación conmigo.
Parker y yo hacemos eso la una con la otra, así que asiento. —
¿Qué hay de...?
—También compartí la mía. — Me atrae para darme otro beso y
su teléfono vuelve a sonar. —Ve y vuelve a mí.
—Lo haré. Ya te echo de menos. — digo mientras contesta al
teléfono y me escabullo por la puerta. En el momento en que se cierra
detrás de mí, saco mis mensajes de Sugar Daddy y cambio su nombre
a SD.

Yo: Lo siento pero no podemos hablar más. Quiero darte las gracias. El dinero
que me enviaste se destinará a mi educación. Significa mucho.
Atravieso rápidamente el campus y me dirijo al edificio de
administración. Leo el tablón gigante de la primera planta para
comprobar a qué despacho pertenece el señor Grant en la planta de

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Servicios Financieros. Compruebo mi teléfono, pero no hay respuesta
de SD. Puede que también haya perdido el interés. No estoy segura de
cómo me siento al respecto, pero no importa en este momento. Se
acabó.
Me agarro a las escaleras que suben al tercer piso para ser más
rápida. Quiero volver con Asher lo más rápido posible. Me asusté
mucho cuando pensé que podría encontrar esos mensajes, así que sé
que tengo que sincerarme. Voy a poner todo sobre la mesa para él
porque tengo que hacerlo. No quiero que esto vuelva a surgir en algún
momento. Quiero que sepa todo sobre mí y que no haya secretos entre
nosotros.
Asher se enojará, sobre todo porque mi papi es muy celoso, algo
que probablemente no debería disfrutar, pero lo hago. He pasado toda
mi vida sintiéndome no deseada y no amada. Asher me anhela, y un
día podría incluso amarme. Podría ver toda una vida con él que incluya
bebés y matrimonio. Nunca fue algo que pensé que querría, pero he
visto las cosas de manera diferente desde que lo conocí.
Antes de él, decía que no quería esas cosas porque no creía que
pudiera tenerlas. Esperaba que si lo decía lo suficiente, podría
empezar a creerlo yo misma. Le diría al mundo que soy la Srta.
Independiente, pero con Asher, quiero ser la Sra. Matthews y tener
sus bebés. Por lo que sé, puede que ya tenga uno. Un enjambre de
mariposas estalla en mi estómago al pensar no solo en tener el bebé
de Asher, sino en que Parker y yo estemos embarazadas juntas.
Mi teléfono suena un par de veces cuando llego a la tercera
planta. Veo dos alertas y hago clic en la de Asher.

Mi Caballero: Te echo de menos


Gah, este hombre me mata. Cuando programé su número en mi
teléfono, le puse la etiqueta Mi Caballero porque Parker siempre decía
que mi propio caballero romántico de brillante armadura me
encontraría y reclamaría algún día. Le puse los ojos en blanco, pero
Parker tenía razón. En aquel momento no podía imaginar que un
hombre como los que leía en sus libros pudiera ser real.

Yo: Yo también te echo de menos.


Respondo al instante y hago clic en el siguiente.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


SD: ¿Por qué?
Simple y al grano. Voy con la verdad.

Yo: Estoy enamorada.

SD: ¿Pero puede cuidar de ti? ¿Te puede pagar?

Yo: Él cuida de mí. Puede pagarme, pero incluso si no pudiera, lo elegiría antes
de la universidad. Él es mi futuro.

SD: Es un hombre afortunado.


Estoy a punto de decirle que yo soy la afortunada, pero alguien
dice mi nombre. —Lexi, he estado esperando. — Levanto la cabeza y
veo a un hombre de unos cuarenta años de pie en un portal unas
puertas más abajo. No es mucho más alto que yo, pero eso no es decir
mucho.
— Hey. — Obligo a sonreír. Sé que no conozco al Sr. Grant, pero
lo reconozco. Lo he visto bastante por el campus, de hecho, y este
campus no es precisamente pequeño.
—Entra. — Me hace un gesto para que entre.
Introduzco mi teléfono en el bolsillo trasero de mis pantalones
cortos antes de dejarme caer en una de las sillas frente a su escritorio
y él cierra la puerta. Una sensación de inquietud me recorre la
espalda. Vuelvo a mirar hacia la puerta y juro que su dedo se detiene
en el botón de la cerradura, pero retira la mano cuando lo miro
fijamente.
— ¿Recibiste mi transferencia?— Pregunto para ir al grano.
Envié todo el dinero que había obtenido de SD. Había acumulado una
buena cantidad.
—Lo hicimos. — No toma asiento en la silla que está detrás de
su escritorio. En su lugar, toma la que está al lado de la mía, girándola
primero para mirarme. —No lo cubre todo.
—Lo sé, pero tengo más. — Abro mi bolso para sacar el sobre de
dinero que he estado recogiendo de Asher. La mano del señor Grant
sale y me detiene, poniendo la suya sobre la mía.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—Sabes que aquí, en Dowling Park University, tenemos estrictas
normas de conducta. Es algo que cada estudiante acepta cuando
asiste.
—De acuerdo. — Mi corazón empieza a latir más rápido. ¿A
dónde va esto? Es imposible que la escuela sepa algo.
—Te he visto transmitir en línea. — dice.
— ¿Qué?— Sacudo la cabeza, sabiendo que no viola nada. —
Oculto a qué universidad asisto, y pregunté por ello, de hecho. — No
tenía que ocultarlo. Solo lo había hecho por mí. Además, lo había
consultado con la universidad. Muchos estudiantes hacen streaming
y tienen todo tipo de canales y podcasts para todo tipo de cosas.
—Has conseguido un montón de dinero bastante rápido después
de que tu beca cayera. — El Sr. Grant continúa. Esta conversación
está un poco desviada, pero creo que sé hacia dónde va. —Sabes que
tu dirección de correo electrónico es propiedad de la universidad.
Se me cae el estómago mientras empiezo a buscar en mi cerebro.
SD y yo nunca nos enviamos correos electrónicos. Además, nunca
vendí sexo ni nada.
— ¿Y?
—Has estado recibiendo correos electrónicos de Cash App Trader
con cantidades bastante grandes.
— ¿Y?— Vuelvo a preguntar. Eso no prueba una mierda, pero
aun así estoy enloqueciendo por dentro.
—Un comentario que hiciste a principios de esta semana en tu
stream seguido de esos correos electrónicos hace que sea bastante
fácil atar cabos, Lexi. — Trago saliva, tratando de mantener la calma
exterior. Conozco el comentario al que se refiere.
— ¿Ves mi stream?— Un comentario despreocupado hace días.
¿Entonces este hombre está revisando mi correo electrónico de la
escuela? No creo que eso se acerque a la normalidad. En absoluto.
—Lo hago desde hace tiempo. — Una sonrisa espeluznante tira
de sus finos labios. —Me sorprendió cuando te vi en el campus una
tarde hace meses.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Necesito salir de aquí.
—Tengo el dinero. Solo necesito un poco más de tiempo para el
resto. — Intento apartar mi mano de la suya para retirar el sobre, pero
rodea mi muñeca con su mano.
—Creo que tú y yo podríamos resolver cómo cubrir el resto. —
Se pasa la lengua por los dientes.
—Sr. Grant, creo que...
— Papi, eso estaba en las líneas de memo de uno de los correos
electrónicos del depósito. Creo que a mí también me gustaría que me
llamaran así.
Voy a vomitar.
Empieza a guiarme la muñeca, pero intento echarme atrás. —
¿Qué estás haciendo?
—Enseñándote lo que quiere este papi. — Me da un fuerte tirón
de la muñeca, tratando de moverla sobre su entrepierna. Grito
mientras intento luchar para liberar mi mano. —Oh, te gusta hacerte
la dura. Supongo que necesitas una mano firme.
Levanta la otra mano y giro mi hombro, tratando de ocultar mi
rostro antes de que pueda golpearme.
Grito el nombre de Asher tan fuerte que resuena en mi alma.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Capítulo 14
ASHER

—Te preguntaría qué tal tu luna de miel, pero no quiero saber


los detalles. — Miro por la ventana de la puerta de Lexi y la veo
caminar por el césped hacia uno de los grandes edificios del otro lado
del patio.
Le envío un mensaje rápido diciéndole que la echo de menos, y
responde enseguida.
—Como si fuera a decirte algo al respecto. — Sam emite un
sonido que es como un suspiro soñador, y por alguna razón ya no es
molesto. Quizá porque ahora lo entiendo más que antes. Ahora que
tengo a Lexi.
—Tú eres la que me ha llamado. — me burlo.
Justo entonces recibo una alerta de Lexi en mi aplicación de
mensajería privada. Me preocupaba que viera los mensajes en mi
teléfono, así que utilicé una aplicación que pudiera enviarlos por mí.
Leo lo que me ha enviado y mi corazón casi se duplica. ¡Me ama!
Le devuelvo el mensaje desde la aplicación de mensajería por
última vez, y mi sonrisa es tan grande que hace que me duela la cara.
—Revisé esas cosas sobre las que me preguntaste. — La voz de
Sam está apagada ahora, y su voz es baja. Supongo que no va a hablar
de esto delante de Parker.
—De acuerdo, dámelo y luego puedes volver con tu esposa.
Fuiste a la escuela aquí, así que fuiste la primera persona en la que
pensé. Todo lo que necesito saber es cuánto y dónde enviar la
matrícula y...
—Eso es todo. Sus becas están en orden. — Me interrumpe y me
quedo allí, aturdido.
— ¿Qué?

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—Justo lo que he dicho. Llamé a mi amigo de finanzas para ver
cuánto quedaba. Dijo que no pueden rescatar una beca a mitad de
semestre sin motivo. Lexi tiene un 4,0 perfecto, pero ha surgido algo
raro.
—Explícate más rápido. — digo, sintiendo ya que el calor
empieza a subir por mi cuello. ¿Quién demonios está jodiendo a mi
chica?
—Escucha, Ash, no quiero preocupar a Parker, pero creo que
deberías vigilar a Lexi. Parece que alguien ha hackeado sus archivos
y ha sacado información personal. Su archivo ha sido accedido más
de cien veces en el último mes. Dijo que los archivos de la mayoría de
los estudiantes casi nunca se abren, y mucho menos tantas veces.
Mis pies se mueven antes de que mi cerebro les dé permiso, pero
me importa una mierda. Necesito llegar a Lexi, y necesito llegar a ella
ahora.
—Joder, se acaba de ir.
—Llámame cuando la encuentres para saber que está bien. —
dice Sam, y le respondo algo antes de colgar.
Estoy demasiado distraído para saber si le he dicho que se vaya
a la mierda o que lo llamaré más tarde. Pero si Sam ama a Parker
como amo a Lexi, tendría la misma reacción que estoy teniendo ahora.
Tengo que encontrarla y asegurarme de que está bien.
Al buscar a Lexi en mi teléfono, me siento tan jodidamente
agradecido de haberla hecho compartir su ubicación. Hay un pequeño
punto verde en mi pantalla, y corro en esa dirección. Es el edificio de
enfrente, pero no puedo ver exactamente en qué piso está. Una vez
que entro, escudriño la pared para ver a qué planta podría haber ido.
Cuando veo los Servicios Financieros, decido que tiene que ser ahí
donde ha ido, y salgo hacia las escaleras.
Ya casi he llegado a la cima cuando siento un pinchazo en la
nuca. No sé lo que es y no puedo explicarlo, pero es como si sintiera
que algo malo se acerca. Tiro de la puerta, salgo al pasillo de los
Servicios Financieros y entonces lo oigo. No es fuerte, y no estoy
seguro de que si no estuviera escuchando algo lo hubiera oído. Pero
reconocería la voz de Lexi aunque estuviera muerto y desaparecido.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


— ¡Lexi!— Rujo, y de repente las puertas de la oficina se abren y
la gente asoma la cabeza. Corro por el pasillo, comprobando
rápidamente las puertas, y solo hay una que no se abre. Bingo.
Sin pensar en las consecuencias de lo que estoy haciendo, bajo
el hombro y atravieso la puerta. Alguien grita y caigo hacia delante,
pero me agarro antes de caer al suelo. Intento asimilar todo lo que veo
a la vez, pero es como si me moviera a cámara lenta.
— ¡Consigue seguridad!— Oigo a alguien gritar desde el pasillo,
pero mi atención se centra en la escena que tengo delante.
Hay un hombre en el suelo con las manos en la cara, y la sangre
le corre por los dedos y por la barbilla. Lexi está de pie junto a él con
los puños cerrados y, cuando me ve, corre a mis brazos. No puedo
evitar el alivio que siento cuando la estrecho contra mi cuerpo y acuno
su cabeza.
— ¿Estás bien?
—Parker siempre dijo que esas clases de defensa personal me
serían útiles. — Su voz se quiebra al final y siento que empieza a llorar.
—Tú, pequeña... — Antes de que el hombre en el suelo pueda
terminar la frase, doy una patada y mi bota conecta con un lado de su
cara.
— ¿Qué está pasando aquí? — dice alguien desde el pasillo, y me
doy la vuelta con Lexi en brazos para ver que ha llegado la seguridad
del campus.
—Intentó agredirme sexualmente. — resopla Lexi, y la ayudo a
limpiarse las lágrimas.
—Va a presentar cargos. — les digo, y ellos asienten, y se acercan
a ver al pedazo de mierda.
—Has venido. Lo sabía en mi corazón.
—Siempre vendré por ti, bebecita. — Sus ojos se abren un poco
y le acaricio las mejillas. —Te amo, y no importa dónde estés, me
aseguraré de que estés a salvo. Para siempre.
—Yo también te amo. Para siempre.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


El beso que compartimos es rápido, pero la estrecho mientras
sacan al hombre medio inconsciente de la oficina y nos quedamos para
hablar con los policías que han llegado. Al parecer, Sam les ha llamado
en cuanto he colgado y les ha dicho que vayan al campus de
inmediato.
Para cuando terminamos con todo y Lexi presenta un informe,
volvemos al dormitorio y le hago la maleta. Es tarde cuando llegamos
a mi casa, pero en cuanto estamos dentro, siento que algo dentro de
mí cambia.
—Estamos en casa. — le digo a Lexi mientras cierro la puerta
principal y me giro para mirarla. —Y ahora que estamos solos, pienso
demostrarte lo mucho que jodidamante te amo.
Sonríe, y veo que la emoción baila en sus ojos. — Me gusta que
pongas follar y amar juntos.
—Bien, porque vamos a hacer mucho de eso. — Me agarro al
borde de la camiseta y me la quito de un tirón. La tiro al suelo en el
salón mientras me acerco a ella. —Hay algo más que deberías saber.
Da un paso atrás cuando me acerco, y finalmente su culo choca
contra la isla de la cocina. — ¿Qué es eso?— Su voz es suave ahora,
pero hay necesidad en ella.
— ¿El dinero de antes? Del tipo en línea que lo enviaba a través
de Cash App.
— ¿Sabes de eso?— Algo cercano al miedo cruza su rostro y
levanta las manos. —Iba a decírtelo. Hoy he roto con él y...
—Lo sé, bebecita. Fui yo. — Sus ojos se abren de par en par,
sorprendidos, mientras lo junta todo. Mis manos se dirigen a la hebilla
de mi cinturón y, cuando la dejo caer al suelo, el sonido es como el de
un mazo al caer. —No podía soportar la idea de que no te cuidaran.
Desde el momento en que te vi, supe lo que necesitabas.
— ¿Y qué era eso?— Se lame los labios mientras aprieto mi
cuerpo contra el suyo, pero no tiene dónde ir con el mostrador detrás
de ella.
—Un papi, ¿verdad?

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Asiente mientras inclina la cabeza hacia atrás para mirarme. —
Quieres que te papi también, ¿no?
Mi polla, ya dura, se hincha aún más ante la idea de dejarla
embarazada. —Por supuesto. Lo quiero todo, bebecita. Un anillo en tu
dedo, mi apellido junto al tuyo y un bebé aquí mismo. — Paso el dedo
por su vientre y luego bajo la mano. —Me lo darás, ¿verdad? — Gime
cuando mis dedos encuentran sus labios y paso el pulgar por su
clítoris.
—Sí, papi. — Sus ojos se cierran mientras me deslizo dentro de
ella y me arrodillo al mismo tiempo.
—Tengo que probar por última vez esa cereza antes de
reventarla.
Le bajo los pantalones cortos de un tirón y entierro mi cara
contra su coño desnudo mientras mi lengua lame su dulce crema. Sus
piernas se abren automáticamente y se apoya en la isla de la cocina
mientras la lamo. Sus gritos se hacen más fuertes cuando mis dedos
entran y salen a un ritmo lento y constante. Se aprieta con fuerza en
torno a ellos y sus rodillas se doblan cuando alcanza el clímax con
fuerza y rapidez. La tengo entre mis brazos y no pienso dejarla ir.
—Tan malditamente perfecta. — digo mientras arrastro mi
lengua entre los labios de su coño y luego me levanto. Saco mis dedos
y, como están cubiertos de su dulce liberación, los limpio con avidez.
Mi polla está dura y gotea cuando la saco y la paso por los
lugares donde acaba de estar mi boca. Su clítoris pide más mientras
lo froto con la gorda cabeza de mi polla.
—Te amo, Asher. — dice mientras me deslizo hasta su abertura
y la mantengo ahí.
—Yo también te amo, Lexi. — Le rodeo la cintura con un brazo y
luego me inclino y la beso dulcemente mientras la introduzco hasta el
fondo.
He hecho todo lo posible para prepararla para este momento,
pero no hay forma de evitar todo su dolor, y lo odio. Me gustaría poder
soportarlo por ella, pero en lugar de eso intento quedarme quieto y
abrazarla mientras dejo que se adapte. La beso en todos los lugares a
los que llega mi boca y le susurro todas las cosas que me gustan de

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


ella. Su risa, su sonrisa, la forma en que frunce la nariz cuando está
pensando en algo. Lo es todo, y soy tan jodidamente afortunado de
que me corresponda.
No pasa mucho tiempo antes de que me devuelva el beso con
una necesidad que conozco demasiado bien. Mueve sus caderas hacia
delante para conseguir algo de fricción, y la agarro por el culo para
que se mueva hacia abajo.
— ¿Estás lista, bebecita?— Le pregunto, y asiente, agarrándose
a mis hombros.
Es entonces cuando empiezo a empujar, despacio al principio y
luego más a medida que profundizo con cada golpe. Es una jodida
perfección envuelta en mí, y gimo cada vez que persigo ese calor
resbaladizo. Aprieto los dientes por lo bien que se siente y por el dolor
que empieza en la base de mi columna y se dispara hasta la punta de
mi polla. Estoy desnudo en su dulce coño y nunca he sentido nada
tan bueno como lo que siento ahora.
Profundo, profundo, profundo, me balanceo, y grita mi nombre.
Sus uñas se clavan en mi piel y espero que me tatúe las marcas para
que este momento sea eterno. No hay nada ni nadie que pueda
separarnos, y mientras respire, me aseguraré de que todos sus sueños
se hagan realidad.
Llega al clímax con un fuerte grito, y oigo que algo se cae de la
isla y se estrella, pero me importa un carajo. Le compraré un millón
más de lo que sea que haya sido. Lo único en lo que puedo
concentrarme ahora es en su pequeño y apretado coño ordeñándome,
y no tengo más remedio que seguirla hasta el borde.
Nos aferramos el uno al otro mientras ambos soportamos la ola
de placer que amenaza con ahogarnos. Es demasiado, pero está bien,
y siempre lo estará.
—Eso es una habitación menos. — digo riendo, y Lexi me mira
con los ojos pesados.
— ¿Qué?
— ¿No te he dicho que pienso follarte en todas las habitaciones
de la casa? — Sonríe mientras le agarro el culo y la levanto de la isla.
—Lo siguiente es la ducha.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


—Una chica podría acostumbrarse a esto. — se burla.
—Adelante, bebecita. Te reto. — Me inclino hacia delante y le
muerdo suavemente el cuello antes de chupar el mismo lugar.
—Mientras sigas así, haré lo que quieras, papi.
—Es una promesa. — le digo, y la llevo a la ducha. —Ahora y
siempre.

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


Epílogo
LEXI

Muchos años después....


Papi: Cinco mil dólares si puedo llevarte a casa y comerte el coño en los
próximos cinco minutos.
El texto de Asher ilumina la pantalla de mi teléfono. El calor que
estalla en mi cuerpo es instantáneo. Todos estos años, y sus mensajes
siguen teniendo el mismo efecto en mí. A mi esposo no le hace falta
mucho para excitarme. El hombre es dueño de mi cuerpo.
Ha estado listo para volver a casa antes de que saliéramos, pero
ha tratado de ocultarlo. Sabe que esta noche es una gran noche para
mí, pero sus celos pueden sacar lo mejor de él. No me importa. Me
sigue encantando. Es una de las muchas cosas de él que me excitan.
Estoy segura de que un profesional diría que tiene que ver con
el hecho de que crecí en el sistema de acogida o alguna mierda así,
pero de nuevo, no me importa. Me encanta lo mucho que me ama
Asher. La única excepción a esa regla es la familia, y eso incluso puede
tener sus límites a veces. Solo puede compartir tanto antes de
necesitar un tiempo a solas conmigo.
— ¿Estás bien?— Parker pregunta a mi lado. —Estás sonrojada.
—Hormonas. — Vuelvo a meter el teléfono en el bolso y apoyo la
mano en mi creciente barriga.
Estoy de cuatro meses con nuestro tercer hijo. Esta vez, mi
barriga salió de la nada. Tengo suerte de haber elegido un vestido que
se adapte a este pequeño. Eso es todo lo que Asher pone dentro de mí.
Chicos. Juro que cada uno es más grande que el anterior.
— ¿Así es como lo llamamos ahora? ¿Hormonas?— Parker se ríe.
Ella sabe sobre Asher y mis pequeños juegos sexuales. Ha visto
accidentalmente algunos mensajes a lo largo de los años. No es que

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


pueda juzgar, nunca lo haría, pero ella y Samuel juegan a sus propios
juegos.
— ¿Qué es tan divertido?— Samuel se inclina hacia ella y le
acaricia el cuello, tratando de recuperar la atención de Parker. Se
parece tanto a su hermano.
—Sammy. —suelta una risita, pero se inclina hacia su contacto.
— ¿Mi esposa no puede responder cuando le mando un
mensaje?— Asher saca su silla y se sienta junto a la mía. Coloca mi
zumo de arándanos delante de mí. Lo cojo y bebo un sorbo. Siempre
he odiado los arándanos. Hasta que me quedé embarazada. En cada
embarazo se me antojan.
—No sé si te has enterado, pero he ganado el Juego del Año. —
digo con suficiencia. —Tendrás que hacer una oferta más alta que
cinco mil dólares. — me burlo. Todavía no me hago a la idea de que
he ganado esta noche. Me sentí honrada cuando me nominaron.
Parker y yo pasamos el día preparándonos. Ella tuvo mucho que
ver en esto, aunque lo niegue. Es en parte responsable tanto de mi
victoria como de que el juego vaya tan bien. Vendió más de siete
millones de copias en la primera semana y recaudó más de 300
millones en el primer fin de semana, y eso se debió en parte a la
historia que ella me ayudó a crear con él. Ella fue mi musa cuando me
quedé atascada.
Asher echa la cabeza hacia atrás y se ríe. Unas cuantas mujeres
se giran y miran hacia nosotros, y le doy una palmada en el estómago.
Está demasiado sexy con su traje. Después de los premios, fuimos a
la cena de celebración y a la fiesta posterior. En realidad, he venido
por la comida. Quizá también para que me halaguen un poco. Es una
gran cosa para una mujer ganar este premio.
Asher coge el premio que está en la mesa frente a nosotros. —
Todo lo que tengo es tuyo. Ahora levanta tu bonito culo. Me llevo a mi
chica a casa. — Lo fulmino con la mirada. Estoy fingiendo mucho.
Estoy dispuesta a jugar con mi papi. La abuela tiene a nuestros
pequeños por la noche. —No me hagas repetirlo. — Me da la mano.
Sin pensarlo, la tomo. Nos despedimos de Parker y Sam, que
también se van. Solo vinieron por mí. La familia de Asher se ha

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


convertido en la mía. Gané un hermano y un conjunto de compañeros
cuando me casé con él.
Mientras intentamos hacer nuestra salida, nos paran una y otra
vez. La gente quiere felicitarme por mi gran victoria y preguntarme por
la continuación que ahora está en desarrollo. Me resisto a reírme cada
vez. Veo por el rabillo del ojo que Asher se pone nervioso. Solo me
quiere a solas y para él.
— ¡Lexi! — me llama un hombre cuando ya estamos casi en la
puerta. No lo reconozco. Sus ojos recorren mi cuerpo de arriba abajo.
—Eres aún más impresionante en persona.
—Y he terminado. — Dejo escapar un chillido cuando Asher me
arrastra entre sus brazos. —Vete a la mierda, está casada y
embarazada de mi tercer hijo. — le dice al hombre mientras pasamos
junto a él. Estallo en carcajadas. —No te vas a reír cuando te ate a la
cama y te coma el coño durante cinco horas. — gruñe, metiéndome en
la parte trasera de la limusina. Cierra el tabique.
— ¿Es una amenaza?— Me río.
— Bebecita. — La mano de Asher se cuela bajo mi vestido. Sé lo
que está a punto de hacer. O lo que cree que está a punto de hacer.
—Sin bragas, papi. — Me chupo los labios. Él toma mi sexo.
— ¿Has estado sin bragas toda la noche? ¿Con toda esta
gente?— Sus ojos se encienden, y sé que esta noche me toca a mí. Ese
era el plan. —Tienes suerte de estar embarazada. Me sentirías cada
vez que te sentases durante la próxima semana.
—Quiero sentirte en todas partes. — Paso mis manos por su
pecho y empiezo a desabrochar los botones de su camisa.
—Esta primera vez será rápida. — Va por su cinturón. En
segundos, está empujando dentro de mí. Mi sexo ya está mojado y listo
para él. He estado preparada desde que me envió el mensaje. Mi
cuerpo sabía lo que iba a pasar. —Lexi. — grita Asher. — ¿Qué he
hecho para merecerte?
Lo rodeo con las piernas. Está loco. Siempre me pregunto qué
hice para encontrarlo. Este hombre entró en mi vida y la puso patas

Sotelo, gracias K. Cross & Botton


arriba de la mejor manera. Toda mi vida había estado sola. Entonces
él estaba ahí amándome de una manera que no sabía que era posible.
—Todo lo que tienes que hacer es ser tú. Te amo.
—Yo también te amo. — dice, reclamando mi boca en un beso.
Nuestro amor nunca podría ser realmente comprado. No tiene
precio.

Fin…

Sotelo, gracias K. Cross & Botton

También podría gustarte