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Febrero, 1912

Ofrecimiento de una víctima

(1) Continuando mi habitual estado, mi adorable Jesús se


hacía ver crucificado y con un alma junto a Él, la cual se ofrecía
víctima a Jesús, y Jesús le ha dicho:
(2) “Hija mía, te acepto como víctima del dolor. Todo lo que
puedas sufrir lo sufrirás como si estuvieras Conmigo en la
cruz, y con tus sufrimientos me consolarás; muchas veces se
te escapa esto de consolarme con tus sufrimientos, debes
saber que Yo fui víctima y hostia pacífica y así también tú, no
te quiero víctima oprimida, sino pacífica y alegre, serás como
un corderito dócil y tu balar, esto es tus oraciones, tus
sufrimientos, tus obras, servirán para endulzar mis amargas
llagas”.

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