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Sabiendo esto, cuando tú encuentres un insecto fuera de lugar,

frena tu primer impulso


de aniquilarlo. El espíritu de su grupo está a tu misma altura
mental; forma parte de la mente
universal; lo contactas al dirigir tu mente hacia él. Simplemente
dile:

“AQUÍ HAY UNA CÉLULA TUYA QUE SE ENCUENTRA


FUERA DE SU AMBIENTE.
NO ES ARMONIOSA A MI AMBIENTE. DIOS ES ARMONÍA
PERFECTA. LLÉVATELA”.

Sentirás una gran emoción al ver que el insecto se detiene


inmóvil, como recibiendo la onda, y al minuto corre a
desaparecerse. No lo volverás a ver. Y en el caso de que tu propia
conciencia no está aún segura de la Verdad que te acabo de
enseñar; bien sea que tú sientas dudas del resultado; o que hagas
el “tratamiento” con DEMASIADA VIOLENCIA y ves que el
animal continúa molestándote, dale tres “chances”. Dile al
espíritu grupo:

“SI NO TE LO LLEVAS PRONTO, VOY A TENER QUE


MATARLO”.

Generalmente no te verás en el caso de matarlo.


En muy pocos casos se resiste a irse. Sólo cuando él mismo está
buscando la muerte porque ya
ha vivido su vida; y en ese caso (cuando te lo indique tu sentido
común, que es la Sabiduría
Divina en ti) mátalo con un golpe fuerte y seco. No lo dejes a
medio vivir, agonizando. Y sin
violencia de tu ánimo, sin rabia ni disgusto, dile:
“QUE EVOLUCIONES EN MEJOR ESPECIE”.
Todo depende de la intención y el pensamiento con que se
ejecute.

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