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Los cronistas German Arciniegas + Oviedo, Enciso, Balboa, Jiménev de Querada, * Quesada, Aguado, Simén, Castellanos...» Don Juan de Castellanos * Juan Rodriguez Freyle + Lucas Fernandez de Piedrahita » Ocarizy los ero- nistas de ls conventos Desde tuego, et primero fue Col6n: El segundo, Vespucci. La novedad de los relatos hizo que se tradujeran en todas las naciones que, en Europa, tenfan ya imprenta Sobre todo los de Colén, que entran ‘en el grupo de los incunables. Fue casualidad increible resultar casi contempordneos el invento de la imprenta y la aparicion del Nuevo: Mundo. Los dos hhechos més significativos para la cultura occidental. De los pprimeros relatos, os de Colin estén eseritos en lengua caste- lana y los de Vespuccien italiano. Las dos lenguas tenian mas ‘© menos quinientos afios de existencia, Como se cuentan qui- nientos de 1492 a hoy. La Divina Comedia, las historias de Bocaccio, el pocma del Cid y la Celestina, escritos antes de la imprenta,circulabanen copias manuseritas... Paralasnoticias sobreel Nuevo Mundo iban a utlizarse la prensa y los tipos de Gutenbers. Las crénicas existian desde que se empez6 aescribirhisto- ria, Lo que identifica el género es la cronologia. Sise trata de nales,sellevala cuenta delos aios. Side dias, a ir haciendo el relato, Entre los cronistas que cuentan los sucesos del Nue' Mundo son notables los que dividen el tema por periodos de diez afios: la década, Entre os anales, las décadas y los diarios sélo hay una diferencia, que se hace sentir en las minuciosida- des, Es]a de los cronistas que desmenuzanelcuento, ylo lenan de incidentes menudos, como en las novelas. Entonces vale tanto o més el encuentro de un hombre y una mujer que la suerte en un combate, Asi, leer hoy lo que ellos escribieron hhave cinco siglos, es mucho més sabroso que leer historia 30 Manual de Tieratura Los dos primeros relatos, el de Col6n y el de Vespucci ‘marean los caracteres que va a tener la gran erénica del princi pio de América. Los dos italianos a quienes la suerte sefiala cl destino de iniciar la nueva literatura son, literariamente hhablando, geniales narradores. A Colén se Ie nombra como ‘reador del realismo magico y con él empieza la literatura hispanoamericana. A Vespucci se le ha buscado la razén del éxito apoyado en la gracia y marrullero encanto, en ciertos toques erdticos que lo aproximarian a la picaresca. Los dos, sencillamente, son precursores, y 10 que hay-de gracioso y sorprendente en uno y otro es la consecuencia natural de en- ccontrarse frente a la inédita manera de vivir de unos pueblos {que nada tenian que ver con los contemporaneos de Europa. Los propios eronistas se preguntaban a cada paso si asi ha- brian sido sus remotes abuelos, y me parece que fue Barto- lomé delas Casas quien al hablar de los pobladores de las islas del Caribe, para hallarlessemejantes, os comparé con los dela Inglaterra que descubrieron los romanos. En los Comentarios de Julio César estaria el parecido con lo que iban topando los ‘conquistadores. A lo mejor para dar una filiaciOn historica a tos eronistas hay que recurrir a antecedentes tan célebres. ‘Como hombres de letras, Colén y Vespucci, que con¢ ron el mar territorial colombiano, tenfan una formacién casi ‘puesta, Coléa se habja formado mas en los viajes que en los libros. A menudo delirant, asalt6 las letras a que aleanz6 st ligencia cuando tuvo que dar uncierto contenido “cientiico” 1 sus alegatos de empedernido ltigante, Cuando escribié su primer diario, el del viaje de 1492-93, conocta-a Marco Polo por referencias yno porlectura directa, Elejemplar que anot6 Jo hubo después de 1497. Juan Gil, en la publicacién que ha hecho del Millén ha podido estudiar el proceso de las apost las escrtas de mano del almirante, Entre otras cosas, dice: «D. Cristobal, erudito de relumbrén, cuando ha leido de verdad tuna obra, gusta de citarla para airear su ciencia. A partir de 1498, comienzan a hallarse en sus escritos menciones muy Loscronisias 31 certeras y doctas a Pedro D'Ailly, Pio Il, Plinio, Josefo, San ‘Agustin, Juan Balbo y otros no menos sabios y santos varones {que nos apabullan con su ciencia y autoridad. Antes, sin ‘embargo, no eraeste su uso, ni muchfsimo menos, Enel Diario ddl primer viaje s6lo se encuentra una vaguisima alusién a Plinio (12 de noviembre), que bien cabe considerar afiadido posterior por su misma excepeionalidad. Es quiads esta escasez de lecturas lo que da todo su en- ceanto al diario, Recoge lo que va viendo y lo proyecta como sobre una tabula rasa, pagina blanca, cdndida, en que cada color sale natural sin que loesté mirando através de un vidrio decolor, Lo que de veras habria leido seria el Antiguo Testa- ‘mento, la Tora, y el Nuevo que asimilaria con fervor de con- ‘verso, 0 familia de conversos, al servicio de unos reyes que habrian de pasar a la historia como los Catélicos. Su mundo era medieval y fabuloso. En su realismo descarnado va colo- cando los colores del papagayo magico que pasaasersu péjaro simbélico. Llega alasislas del Caribe, se acerca alas costas de ‘Venezuela, Colombia y Nicaragua y los arboles queencuentra son de otra manera, como las aves ylos pecesy la sorprendente ‘iguana y el lagarto gigante que solo podria compararse a los ccocodrilos del Nilo, El registro de estos elementos, que serén parte de los de su paraiso terrenal forman un cuadro que podria parangonarse con piginas de Maria de Isaacs, de La vordgine de Rivera, escritas cuatro siglos antes. La descrip- cidn de la tempestad en Panamé es una de las mas draméticas escritas sobre la naturaleza americana. No hay sino que borrar las alusiones librescas, para sacar en limpio esta maravila dél primer cronista, o diarista, que en Panamé encuentra la gran escena del trégico mundo colombiano. ‘Laaproximacién de Vespucci ala Colombia de hoy, es un tocamiento tangeneial. Ocurre en su segundo viaje por el Caribe, cuando de Cubagua a la Guajira encuentra una costa pespunteada de pescaderias de perlas, adorno oriental de su relato, Vespucci tuvo la formacién humanistica ylteraria que 32 Manual de lteratura soconocé Colony swentradaavidademareantees tard, Sando pase de ls suarenta as, El pario tren que Golonsac6 dels textos que lego a conocer de Tox Santos Padres det Antiguo Testamento,en Verpucel son versiones, tele Mundo, design poeta dePolziano endondela floretaquesive defondoal paso de Florala gigs setransi furs al smo de danza de Simonet a Bell Vspuce ei tia de memoria puejes de ln Divina Comedia que habla tprentide ch las esiones des oe candnigo, cereansimo {Laren el Magulco, potay protector dela Academia Tlatnicaycompaero de os pintres y humanist que die vena Foveeiac ambiente de Atenas empos de Pris Tas ertas asl de qui vino a converte ene sinboo del Nuevo Mundo (por haberse fomado el sombre del nbevo Continent con etsy propio), vienn a formar prt, por Shen, d ois co ea rar eect, Mag hi un sbio gazmono de astro tempo, ha dicho que Sas crtas no pudo ceri jamds cl sbrino del candnigo for ncradera deus deserpeione y deteradasdesvergen- Thu Hay que pensar do vets en eta crea aria jNO ha, Shel epitolre de Maquavelo is carta de Agostino Ves put ransmiendo a bre ator de a Mandrdgra is Etbnzas mis ncandalots de Roma? ¢No ca Guido Antonio Meanie letr de Bocacio ¢No se eneuearan ent sus ates pinas el desvergonrado autor dl Decamerdn No Stamos moviendono en los dis ds Areno, autor dels “Sonos jurinos™? Vespucidjacnsurltolaimagen que proyetarta un periods de hoy Libre y ugentvo,desubre 2hus colonia uses dl quiets merino czenas que Ieyeron con avider lo europeos de au empo. Ese primer ‘conta que da colo tino sl eaentoameteano 9 To fasta eal nucvo mundo det Renaciniento. Colony Vespuce vero en as costs de Panamd y Gus sia partesdeuna Asia pobrey pelos, entrop6taga,con oro Terfuadentroyperlasealacota, Aan sels dahsero as Loscronistas 33 naves por la broma en nuestro mar, Vespucei fue tstigo det primer establecimiento la primera fortaleza, que se hizo en ‘Tierra Firme, frente al golfo de Coquibacoa; dedonde arranca hoy nuesrafrontera. Lafortalezase lallev6el olvido,como la ‘roma las naves. Poca cosa para que nos sintamos reratados en esas primerasfotografias de América, pero suficiente para ‘mostrar de qué hilo se agerraban los descubridores para ofiar en un mundo deriguezas fabulosas. Por los relatos de los dos alianosse enteré Buropa delos pasajes siempre verdes delas sles, de naciones desnudas que hicieron pensar en el Paraiso ‘errenal, de los colgandejos de oro y las ostras en quese ean las perlas, de los fumadores de tabaco que se comunican con los espirtus diabélicos, de las indiasIujuriosasy Tos indios cobardes,y los bravos, de las hamacas mecedoras, del pan casabe ya yuea, de posible islas pobladas de mujeres y deuna habitada por gigantes, de lagartos descomunalesy papagayos de colores. Cada cual sof6leyendo los primeros elats lo que le dio Ia gana, pero nunca antes ni los reyes nel Pap, los sg26grafosy sabioshabian tendo ala vista noticias semejantes Cuantos supieron y divulgaron|o de Colénse dieson cuentade «que Platén se habia’ equivocado, {EI hijo de un lanero de Génova ponta en ridieulo la ciencia del més grande de los filésofos! Aqui no hay el mar de lodo que siguié al hundi- miento de la Atléntida, sino los gusanitos que se comen el rmaderamen de as naves: Las aguas delmar del Japa, frente Europa, son tan clarascomo las dl Mediterraneo, ¥ vino lode Vespucci, Echo po tierra a San Agustin: result habitado ol revés del Globo! {En la sociedad de los antipodas podia vvir= semejor que en Europal Uno de os lectoes de Vespucei dur6 cavilando treinta ios con sus noticias, hasta que lanzé el grito aque cambié la faz de la ciencia: el Sol no gira alrededor de la ‘Tierra: la Tierra gra alrededor del Soll ‘Cosas que salen de as cartas de los primeros cronistas. De tos primeros que se acercaron a las costascolombianas.. 34 Manual de lieranura Oviedo, Enciso, Balboa, Jiménez de Quesada. En 1510se funda Sata Maria la Antiguadel Dariénenel limite de dos gobernaciones ut6picas quese tocabanen el golfo de Uraba. La Corona habia pensado que en esa costa asiética, siguiendo la idea.de Colén, habria de hallarse el punto de partida para la exploracién continental. EL1ugar era lo menos Indicado para echar los fundamentos de una ciudad, y-no pasaron quince afios cuando hasta las campanas fueron lleva- as a Panamé, De la Antigua no. quedaron huellas-.No ha podido encontrarse unaruina para saber déndeestuvo.empla- ‘ada la primera catedral del continente, ni la.casa de Balboa, eldescubtidordel Pacifico. Y, sin embargo, en unaciudad que rho tuvo tres lustros de vida, se imaginaron las primeras obras (que tratan de la tierra americana. En Santa Maria a Antigua del Darign seeseribe la primera novela dela iterariahispanoa- mericana. Allése consagra.el primer obispado del continente, ‘elevantan las dos primeras casas de dos pisos, se construye la primera torre de una iglesia. Pero lo més raro de todo: est la ‘cuna de la literatura continental ‘La ugaz historia de esta fundaci6n forma partede la obra de los grandes cronistas continentales: Oviedo, Gomara, Las Casas... Pertenece al euerpo de los libros bésicos de las Indias occidentales. Sobre el Darién han de detenerse quienes reco- ‘gen desde Espatia los relatos delos descubridores: Pedro Mar- tir de Anglerla, Antonio de Herrera... EL propio Diego Colén fe quien autoriza la-expediciOn del Bachiller Enciso, en que se embérca, escondido, Balboa. ¥ ase tripulante metido de contrabando, como.polizén, viene a tocarle el gran remate de todo el descubrimiento: el anuncio del otro. océano, del Pacifico. ‘Todo comienza con un paso de comedia, cosa que no era saraen los eronistas. Lanave capitanen laexpediciOn de En- ciso, a poco de haber soltado las amarras,se convierteen unes+ ‘cenario defabula: de uno delos barriles queestinsobre cubier- Loseronisias 35 care gas i anh i ‘ep ratte sone ee ‘Tent ter frtna en as et i . as ets, ecb la Sina de omaha ge 0 oy Snot pou nats v0 dos eicones, como lo a deseuberto Antonello Gert 1a Sumas por mosh sess in ve ear ss St las noticias en que hao un inventario dels rgucras que fst descubriendo os exploradores, sino por las das pote case que expone To qu vendrd a se el requerimiento gus Dabrd de uate para edu al cari on no El achllesemoviadero de quienes ped laccavtad de or indi en una region donde ero pert, Sus conosimien, tosjuridicos s deuna pat alimentaronelepudiode Balboa 4 letrados (peda al rey que no autorzara el paso de Angi al Nuevo Mundo) dl tro ponlan por certo la ambiin de los ilar estimulab al emer, em nes un mozo, a extender impero espaol tanto, queso. bepasaria ld Alejandro de Macedonia 36 Manual de literatura ‘que Bocaccio. De regreso a Espafia conocié, a Colon, en los, media Europa. Claribalte es un bailarin en lacorte que encanta Loseronisas 37 novelistica. Esta dedicada el seren(simo sefior don Fernando de Aragon, duque de Calabria, entonces, principe prisionero. Dice Antonello Gerbi que Oviedo le ofrece la novela cons:suna sedistraccin 0 estimulo a esperar con f... A veces el lector del CClaribalte se sinte tentado a veren las aventuras del Caballero una alusién y una alegoria de las desgracias sufridas y.las ambiciones. seeretamente, cultivadas de don Fernando...» (Antonello Gerbi: La Natura delle Indie Nove). Oviedo, y con Oviedo Ia crénica ltearia, han olvidado a Claribalte.. Pero hay un rodeo simblico que explica lainten- cién del poema novelesco escrito en uno de los lugares més inhéspites del Nuevo Mundo del quinientos. «Aunque grt camente, la xilografia queadorna el frontispicio del Claribalte representa el principe prisionero que con rostro noble y fiero, con una gran espada al flanco y un collar de piedras sobre el pecho y al fondo castllos con torres y slmenas. Frente a él, arrodillado, Oviedo, ansioso y barbado, le ofrece el poema...», Y¥ dice Gerbi Como sabemos, e libro scabs por'ser desdefosamente repudiado por el autor, y s6lé incidentalmente (jo con estudiada indiferencia?) recuerda Oviedo en la Historia que el heredero del Bogota se llama Chia, aomo en ‘Napoles el primogénito 0 Verdadero sucesor en el reino se lama, antes que'sea rey, duque de Calabria, yen Francia Delfin, yen Castilla Principe de Asturias...» EI plan general de su Historia, comienza a.elaborarlo Oviedoen Santa Maria, y tiene el mérito delas obras precurso ras. Humboldt sefiala la importancia de los libros del Padre José de Acosta y el de Oviedo con estas palabras; «.a base de To que hoy llaniamos geografia, aparte de las consideraciones ‘matemiticas, se encuentra en la obra del jesuita José de Acosta, ttulada Historia general mortalde ia Indias, en a ‘obra de Gonzalo Fernandez de Oviedo, que aparecié apenas veinte afios después de.la mueite de Colén. Nunca hasta 38 Manual de literatura centonces el mundo de las ideas acerca del mundo externo y de fa geografla habia erecido en forma tan maravillosay repen= tina: nunca el deseo de observar la naturaleza én diferentes latitudes yen diferentes alturas sobre cl nivel del mar y de ‘multiplicarlos medios eon los cuales suis fendmenos podtan ser {nvestigados se habia sentido de forma tan intensao. “Héctor H. Orjuela, en su estudio sobre Claribaltedestac basta donde las informaciones de Oviedo sirvieron para pro- ‘yeotar en sus lectores Ia imagen de una América que sorpren- fa ante todo, por una naturaleza tan distinta de lade Europ ‘aDel reino animal describe Oviedo tigres americanos, gatos, tapires, puercos con el ombligo en medio del espinazo, os0s hhormigueros, armadillos, perros mudos, una gran variedad de aves, mons, iguanas, culebras; mureilagos, tortugas, cangre- jos, caimanes, hormigas, escorpiones, araias, ete, a algunos ‘cios cuales dediea apenas breves lineas: Otros en cambio los presentacon mayor detalley, deasionalmente, en relaciéncon experiencias personales que agregan a la objetividad de to ‘descrito el valor de la observacin hecha por el testigo presen cial. Ast, por ejemplo, al hablar sobre los murciélagos de ‘Tierra Firme y los temedios para curar su mordedura, anota ‘que él mismo se ha visto obligado a usarlos, El remedio de esta mordedura es tomar un poco de res- coldo de la brasa, cuanto se pueda sufrir, y ponerio en el bo~ ‘cado, Hay asi mismo otro remedio, y ¢s tomar agua caliente, y cuanto se pueda suftir la calor de ella, lavar la mordedura, y Juego cesala sangre yel peligro, se cura muy presto lallagade Ja picadura, la cual es pequefia y saca el murciélago un boca- digo redondo de lacarne. A mimehan mordido, y me he cura- ddo con el agua de la manera que he dicho». ‘Los autores delos primeros libros eran como los periodis- tas de hoy, con la suerte de entrevistar alos autores de descu- brimientos y conquistas, Forman el tesoro de los primeros reportajes. Enelcaso de Oviedo, tuvolasuertede conocer, para Tonuestro, a Fiménez de Quesada, yteneren sus manos el Gran Loseronisis 39 Cuaderno del fundador del Nuevo Reino de Granada. Lodice en su Historia: «Muchas veces tuvepliticas en Madrid con el, licenciado Jiménez yen Valladolid ena corte del Prineipedon Felipe, nuestro sefior, nos comunicamos; ya la verdad:es hombre honrado y de gentilentendimiento y bien hibil. Y como ya sabia que él habia conquistado el Nuevo Reino de Granada y descubiertolaminadelasesmeraldas, yhabiavisto la relacién que los oficiales hablan enviado a’su Majestad Cesérea, dela cual setraté enel capitulo XI, quiseinformarme de €l algunas cosas viva voce, y él no solamente de palabra, pero por escrito, memostré un gran cuaderno de sus subce- $08, yo tuve muchos dasen mi poder, halléené muchas cosas delas que tengo aqui dichas yen los capitulos precedente. Y también me dio noticia, quella su relaci6n, de otras que aqui se pond. en algunas partusiades deo que ag ade lante se dijeres ‘Quesada, Aguado, Simén, Castellan Fl descubrimiento y-conquista de. Nuova Granada se pierde un poco con el deslumbramiento que producen la. con ‘quista de México o la dl Peri, y sobre todo con el euerpo} due toman las dos grandes figuras de Cortés Pizarro. Enla, misma forma, la de Balboa se pide ante las de Col6n y Ves- pueei, Apenas ahora van saliendo de la sombra estos temas, on gran sorpresa de los investigadores, Un buen ejemplo Toda increible cao de ls obras de Finéaer de Quesada, ca das perdidas, y entre lo rescatado el Antiovo, trabajo ‘monumental terminado entre 1567 y 69, que viene a publicarse ¥-conocerse cuando se descubre y difunde por el Caro y Cuervo, de Bogoté, en 1952! Este libro es un caso tnico, EL conquistador, ponlendo aun ladocl sjerciio del armas Gel g0ce oprovecho del gobierno, se entega a defender el nombre del emperador y rey de Espata Carlos ¥, contra lo que conte= ni ia historia de Paulo Jovio sobre el saco de Roma, Jiménez 40 Manual deteratura te Quesada habia estado en las guerras de Talis, yleyendo $e acta: eNo puedo algunas vees dejar de tomarme und eetatie cera, aunque otras veces también conieso que me asa una importuna isn " ‘uzun conquistadors entregue esrb libros plémi- cos deestanatualezaesuotable en culver pare delmundo, Savcist ene en cuenta qu sus empresas en el tersitrio que ws stcnatituirla Nueva Granada apenas pueden compararse TARE: Belalezar 0 Federmann. Era entonces tan diel de a aatiar como cl Amazonas que ain hoy est cas virges: Lo Penee exico 0 Perd se tadujo en una inmediata quer, SuNveva Granada quedé como la leyenda del Dorado. Los insnos eronstasaeogranadinos han ido por as mismas re se portergados, Como en Santo Domingo y México, de ot ets tranexeanos sale ls pimeras maniesta vsenestrarias, Es curio anotar que 10s fas dela orden Sedfca antes de Megara rza de Ios ateeas,aparecen ene! Basa: Los dos prmeros eronistas son fray Pedro Aguado y Fray Pedeo Sima, cuyes obras tenen un largo proceso de Dublissin, Aguado concloye su Recopiactin historia antes Be ist, cdando la present al Consejo'de Tadias ara su probacion,y su pubicacion completa es e ite sig. tas treseensiras queue sometid elibrode Agua lo destrndton, Lo que ued, que eso que conocemos; sta hecho de set La obra original. La ceimira suprimi6 partes ira coi la que trataba sobre el tigen de fs indi, la Spinida que exstia Ue haber tenido Colm noticias de ls reas, tualidad del bro rferente alos ehibchas, as nti Gas sobre Santa Fe, Tunjay Vee, los parafosasivos aes ertldades de los congulstadores, as rebeliones de algunos reales ta supreson de palabras como congust, cong weet quer elo puntualia Jat FredéensuTarodicion ar prinento peonguista del Nuevo Reino de Granada ‘psa de semejants cercenamientosyalteracions, en to que quod se pueden destaar capitulo que dan la medida Los cronistas 4 delnabradeloscronistas Laexploracin de Quesada subien- do del Magdalen paallegat alos aliplaos delos Andes esta desertaenpginas que antcipan a La vordgine de José Eusta- sio Rivera. A tiempo que Cortés, desde la rill del Golfo de México hasta Tenochtin va recortindo trsitorios densa- mente poblaos por naciones indigenas de ina sorprendente civilizacién, del Magdalena para arriba lo que van penetrando Tos expafle es vsgeny poblado devas, hasta egar a la altura donde ls niguas Wenen mis poder qu los wares para detener la marcha de los extraneros. ay algo mds quel espeticulo dela selvavegen en un tmundodesconocid y eso que estaexpeienia va.adejarea a lengua castllana. Alguns ver, en Buenos Aires, don Tost ‘Ontega y Gasset, que acababa de puliar en Espaba Calpe el libro de Aguado, memostéelejemplar queestabareeyendo, leno de apuntes y notas marginales. Vea usted, me deca: ya desde esa primera literatura ameseana Tas "palabras van tomando un significado dstinto del que tenian en Espa. Si ese eemplar que entonces me most pudiera scars dei biblioteca, servis para lusrar un tsi que entnes era auzva y que luego ha venido comprobindose con muchos otros ejemplos Perolo qu, adems, medio esediadon Jose, merece ser recordado: Ustedes no han visto que fray Pedro ‘Aguado vale tanto pata Colombiacomo Diaz del Castillo para mexicans yguatemaltecos, Las Notes historals de Us conguisas de err fr ime en las Indias Ocedentales de fray Pedro Simén éonst- tuyen el repertorio més completo de los prteros aos de Venezuela y Nucra Granada, «partir dl Descubriniento. Fray Pedto lego a Nueva Granada en 1604, alenzando a tener contacos con los pioneros de la colonia, o con quienes tenian esas las primers informaciones. Buena parte desu obra se relaciona con Veneruela, donde se hizo una edicién restringida a lo estrictamente venezolano. Como en el caso de ‘Aguado la publicacién fue tarda, En Espafa se hizo una 42 Manual de tieratura primeraedici6n en 1607. Parte de los manuseritos se encontra, Pon en Bogota, y parte en Espafia, En 1882-92 se hizo en Bo- goté, por Medardo Rivas Ia impresiéa total dela obra, que Ee suepsivas ediciones ha tenido notables variantes. La ditima ‘dicidn, hecha en Bogoté por el Banco Popular (1981), bajo la firece!ény con una introduecién de Juan Friede, econstade las ttes partes en que se divide la crOnica de Simon: la primera fue pasada sobre las trascripeiones del antiguo ejemplar impreso {gue existe cn nuestra Biblioteca Nacional; la segunda sobre la fotocopia enviada amablemente desde Madrid, y la tercera parte, sobre el manuserito original que posee, la Biblioteca Nasional de Bogotan. Estas precisiones son esenciales por el trabajo de arqueologia literariaen un manuserito que recibié tas mutilaciones propias de la censura espafiola de la cual se salvdel manuserito de Bogotd: no hay que olvidar o dispuesto porlacoronaen la Real Cédulade 1577: «No consentirque por inguna manera persona alguna escriba cosas.que toquen a supersticiones y manera de, vivir que estos indios,tenfan. porque asi convene al servicio de Dios». TEI proceso del “cubrimiento” de América que se pone de bulto en esa cédula, expliea los recortes a los manuscrtos y lo Testringido de las publicaciones hechas en Espafa sobre la tnarcha del imperio espaol en América, Se publicaba mucho nds en Venecia, Paris o Basilea queen las mprentasinstaladas en Espafa, Fray Pedro Simén qued6 asi inédito,por mucho tiempo, no obstante su condicién de eclesdstico (pero con muchas informaciones antropologicas sobre las costumbres y feligidn de los indios) y su celo en Ia defensa de Ia nacién ‘spadola, Entusiasta por la soluci6n milagrosa de los sucesos hhistoricos, hay paginas magicas en sus Noticias que tienen el ‘encanto y sabor del medioevo, todo presentado en un lenguaje {elicioso, Alfinal de su libro trafa una «tabla paralainteligen- ia de algunos vocablos» que considera el padre Luis Carlos ‘Mantilla Ruiz el primer Vocabulario de americanismos cono- cido, Se ha omitido en todas las ediciones nuevas de Las Loscronisias 3 Noticias, y lo mismo en ade Friede, apesat de encontrarseen la ime de Mai, Lah publ faeiilarmensfomdn- jolade laedicién principe el Instituto Caro y Cuervo (Bogotd, dole principeel Instituto Caro y Cuervo (Bogota, De fray Pedro hay partes que podrian sacarse como libro parte, como las aventuras y muerte del tirano Aguirre o el {gobierno de los alemanes en Venezuela, hasta parar en lo de Federmanny sullegadacasisimulténeacon Quesadaa Bogoti, Desuestiloy manera de narrar se puede conocer algo através de dos ejemplares del vocabulario tan extrafiamente omitido en todas las ediciones, menos wna. Son estos: ‘Pepa, cana fru, tava coo ud eel y con us tsjdassefaladas, que se daen uno choles desalifades, Y dono aradable vist, aunque frtalnenmiend, que muy sabroun ysana,y ene las pops cone ganda fe pimienta, aunque un pauito mayors, y mas arvendo, {essen micho a mstuerzo era deer client, tuner a dan na de ese pee paresidacenigodesuavisimocolorequetas, tambien fe come, Toder son buenas para hacer conserva, Papas eso iso gue armas.) Tuas, son unas tabi redo de tmafo sas tins de tera Communes, qu pores as lamar si tos espaoles, que tne erase dicen papas dans asidasalasraees dens Yervas, de mucho sustento, para toda suerte de gente, aunque n tienen ning sabor mds de quello con quese poikan ; Don Juan de Castellanos Dentro deo mas curiosoen ahistoria de Colombia ysus cronistas esta la obra en verso de don Juan de Castellanos, ciento eineuenta mil endécaslabos. Era la manera natural de eseribir suya, pero como testigo del paso de la Conquista a la 446 Manual de teratura Colonia, tuvo largos aflos de reposo en Tunja, de cura. No faltandole medios econémicos, encontré una manera de vivir distraido, eseribiendo, Andaluz, habia llegado a América ala faventura, conoci6 y se lucré de las pesquerias de perlas en Cubagua, tuvo una activa vida profana y cercano & los cua- renta se ordend en Cartagena, donde cant6 su primera misa. ‘Murié de mas de ochenta. ‘Como es comiin en los eronistas, en Castellanos: se encuentran materiales bésicos lo mismo para la historia de ‘Colombia que para la de Venezuela, con el encanto de ciertos toques divertidos que dan colorido picaresco asulirico relato. La informacién es copiosa, y desde fray Pedro Simén vienen aprovechandota lo mismo Venezolatios que colombianos. Si buena parte de los relatos resultan pedestres, no puede espe- arse otra cose al meter en los cantos mil hechos que nada tienen de poético. Con todo, siempre que alguien trata dela Ilegada de los conquistadores a Bogotd, se recuerda lo que dice ‘Castellanos en unos versos que se graban en la memoria: Tierra buena! Tierra buena! Terra que pone fin a nuesira penal Tierra de oro, tierra bastecida! Tierra para hacer perpetua casa, Tierra con abundancia de comida, Tierra de grandes pueblos, tierra rasa, Tierra donde se ve gente vestida, Ya sus tiempos no sabe mal la brasa; Terra de bendicién, clara y serena, Tierra que pone fina nuestra pena. Contempordneo de Lépe de Vega, los dos recogieron las informaciones de sir Francis Drake, para eseribir el Fénix de tos Ingenios la Dragontea, y el cura de Tunja la historia de sis aseltosen aguas neogranadinas. Llega Drakeanuestrascostas y ial Los cronstas 45 Huyen por las montafas las profesas ‘monjas de los sagrados monasterios sin velo, descubiertas las gargantas por espinas duras, blandas plantas... también hua la casada sin esperar chapin, toca su manto; una descalza y otra destocada, pero ninguna de ella sin espanto; va la recién parida y la prefiada ‘acompaténdolas acerbo llanto, 1a-voz supresa por las espesuras ‘pues alli no pensaban ir segura. «El gracejo, la sitira, la burla de Castellanos sonelséquito de la picaresca en que fueron tan deslenguados los lérigos del Renacimiento» dice Javier Arango Ferrer en su Ratz y desa- rrollo de la literatura colombiana, y para mostrarlo trae a cuento esta descripcién que hace unindio alos conquistadores de las bellezas de los Maniriguas: ” Lindos ojos y cejas, lisas frentes, ‘gentil disposicién, belleza rara, as miembros todos claros y paténtes, 1 tienen en las partes impudentes ‘mds pelos que vosotros en la cara: ‘aquellos solo sirven de eubierta ‘Para no ver los quicios de la puerta. De a plums de Castellanos sale una istrien verso de Nueva Granadngenioss, divert ben nformads, Con primera extampes delat pape ya igs, los primers episodios divertidos, Sobre las papas: m ‘alas raices desta dicha hierba, ‘que seri de tres palmos de altura, 46 Manual de lieranura ‘estén asidas ellas de la terra, del tamafio de un huevo mas 0 menos, unas redondas y otras perlongadas: son blancas y moradas y amarillas, hharinosas races de buen gusto. Las niguas: ‘Minutisimas pulgas que se meten entre el cuero y la carne soterradas, donde com el sebo van ereciendo, Ylegan, por si acaso se descuidan «ser de la grandeza de garbanzos; ‘aquella corpulencia toda lena. de hijos semejantes a la madre, que se van por las plantas extendiendo ‘yu generacién multiplicando.. No repito aqui el caso de portugués burlado, que resurni en Bl Caballero de Eldorado, por no alargar esta nota sobre ‘Castellanos, de quien tan extensamente se han escrito libros notables como os de Ulises Rojas o Dario Achury Valenzuela, Lo esencial es precisar que los dos primeros autores ya nacidos cnticrra americana y que eseriben nuestra primera crénicason ‘Juan Rodriguez Freyle y Lucas Fernindez de Piedrahita. Ellos son las avanzadas de nuestra historia literaria, por sus libros y su nacionalidad Juan Rodriguez Freyle 'A diferencia de los otros eronistas, Rodriguez. Freyle ceseribe tinicamente una erénica de Santa Fe. Menciona a Santa Marta, solo paraentrarenel tema de la capital donde ét nacio,y cuyas historias relata en un tono comadrero de intimi- Los eronistas 47 dades cotidianas. Se ha leido como novela de costumbres. El titulo conocido del libro —E! Carnero— contribuye a datle colorido de ficci6n. Fue escrito hacia 1636, y circul6 durante mis de doscientos aflos en copias: manuseritas, forradas en ppergamino —de ahi el titulo—. Hasta que en 1859 don Felipe Pérez, a cuyas manos llegé ese carnero, decid pasarlo a la imprenta . Desde luego el titulo original no servi: lo puso su autor no como para darle nombre al libro, sino para descri- bielo. Para s6lo-reproducir una pequefia parte de la hoja correspondiente, he aqué lo esencial: «Conquista y descubri- ‘miento del Nuevo Reino de Granada y Fundacién delaciudad de Santa Fe de Bogoté. Cuéntase en ella su descubrimiento, algunas guerras civiles que habia entre sus aturaes, sus cos- ‘tumbres, y gentes, y de qué procedi6 este nombre tan eflebre del Dorado... compuesto por Juan Rodriguez Freyle, natural dde esta ciudad y de los Freyles de Alealé de Henares en los Reinos de Espatia. dirigido a la S.R.M. de Felipe IV rey de Espatia..» Comose comprenide, decir Carnero era abreviacién forzosa. ¥ asi queds. Lo sabroso de los cuentos de Bl Carnero ha servido para evar dudas acerea de su verosimilitud, y si muchas de las crénicas de Bogoté se han tomado deesas historias, sees dae! valor de simples leyendas, que algunos historiadores recha- zan. Al editar y prologar una nueva edicion, hecha sobre la base de uno de los varios manuseritos que hoy se conocen, ‘monsefior Mario German Romero hace un andlisis de los ‘puntos més controvertidosy termina con esta conclusi6n: «Del examen de estos hechos podemos coneluir que El Carnero es un libro decr6nicas histrieas:ernica general en los primeros capitulos y erénica local enel resto de a obra. La narracion va ceflda a los documentos, como lo hace notar el autor con frecuencia, y esta escrita con gracia y agilidad, con un fin ‘moralizante. Si hemos de ereer al autor... Rodriguez Freyle,por sistema, acada gobierno acompatia el escindalo de su tiempo. Por él sabemos lo de Inés de 48 Manual de lieratura Hinojosa, de cuyos pecados ha hecho una novela estupenda Prospero Morales Padilla, © conocemos de la Bruja Juana Garcia, que sacando en Santa Fe, de un platén de agua, la ‘manga de un jub6n, denuncié las infidelidades de un maridoen Santo Domingo. [Lucas Ferndnder de Piedrahita De Fernandez de Piedrahita, nacido en Bogota,se sabe _queera poeta y autor de obras de teatro que no se conocen: Su fran libro es la Historia general de las conquistas del Nuevo ‘Reino de Granada, Obispo en Panama y Santa Martay Chan- tre de la Catedral en Bogotd, cuenta que estando en Madrid tuvo.en sus manos dos obras manuscritas: a ttima partede ia historia en verso de Castellanos, y el Cuaderno de Jiménez de ‘Quesada. «Me encontré en unade las librerias delacorte cone! Compendio historia de las conquistas del Nuevo Reino, que hizo, escribie y remitié a Espafia el Adelantado D. Gonzalo ‘Timénez de Quesada; pero con tan mala estrella, que por més “de ochenta afios habia pasado por los ultrajes de manuscritos entre el concurso de muchos libros impresos...». Mas afortue ‘nado el obispo que el fundador del reino, su libro seimprimié cen Amberes en 1688. Ia historia de Piedrahita, como obra de autor: nacio- nal,¢s fundamental en la literatura colombiana. Por qué laes- cribié este santaferefio, que llevaba en sus venas sangre indige- ‘ay espaiola, lodiceél mismo: .Heconocido cuantas historias schanescritode Indias,y viendoenellas ratadastandepasolas ‘conquistas del Nuevo Reino de Granada, siendo el tercero en iprandeza y magestad de todos los que hay en esta dilatada Mo- parquia, strafié muchas veces que a tan glorioso asunto hu- Diese faltado aplauso especial de alguna pluma curiosa, hasta {que estando en los reinos de Espafia me vino @ las manos la ‘cuarta parte de la historia de Indias que eseribi6 el Lic. Juan de Castellanos... | oli Los cronistas 9 Si las hazafias de la conquista, y sobre todo la gesta de Jiménez de Quesada, lo llenaban de orgullo, su curiosidad se ‘movié al mismo tiempo en el campo de los aborigenes, y es singular la portada de su libro tal como se imprimié en Ambe- res, que presenta en ocho medallones retratos de los zipas, a partir de Sacuan Machica I y llega a Saguesazipa IV, con ‘miniaturas alusivas a las batallas de Choconta, Las Vueltas, Portachuelo y El Boquerén. Lo mismo en dos lminas a la entrada de los libros en que divide Ia historia, donde se repre- sentan los zaques con sus bastones de mando. ‘Siguiendo a los autores clisicos, Piedrahita inventa dis ‘cursos de os personajes, déndole gala literarias acada relat. ‘Allo mejor, los discursos etn de acuerdo con lo que de veras pasé, sobre todo en lo que se relaciona con Quesada,:por {trabajar con material auténtico de primera mano. El resultado esfeliz, pues pocos libros hay tan agradables como és. Razén tuvo la empresa comercial de Carvajal para publicar facsimi- larmente en 1987 la primera edicién de Amberes, después de ‘rescientos aos. ‘Como uno de los mejores ejemplos de la manera de-pre sentar a Jiménez de Quesada, tenemosel diseurso quele permi- ti6 alzasse con el mando de los conquistadores. Lo hizo si- guiendo el ejemplo de Balboa primero, y luego el de Herndn Cortés, Renunci6, dice Piedrahita, artificiosamente cl cargo ue tenia por nombramiento del Adelantado, diciendo no ha- llarse capaz para gobernarlos en aquella empresa, que tan gloriosa habia de er para todos; ypididles que porelecciin del ‘campo se nombrase un capitin general aquien todos obedeie- sen... Como es obvio, loaclamaron. Fl discurso de Quesadaes perfecto. Comienza de sta manera... «Hace llegadocl tiempo, vvalerosos espatioles ycompafieros mios, en querotaslascade- nas de los trabajos con que estuvisteis aprisionados en a.céreel de las montafias, veais en los dilatados espacios de esta pais cercano, el logro merecide de vuestros afanes..» Hace elelogio de las nuevas naciones que estén ala vista, ponders las rique- 50 Manual de literatura zs que tienen ya ala mano, estimulalos énimos y...Confor- ‘mes todos con el parecer de su caudillo, prometieron seguit- les.» Y le siguieron. Ociiriz y los cronistas de los conventos Las genealogias del Nuevo Reino de Granada de Juan Flérez de Océriz no son libro de er6nicas, pero hay que ‘mencionarlo por cuanto complementa los comienzos de la historia colonial, Se trata de un espafiol que muere en Bogot cen 1692, después de una larga vida que le permitié conocer ‘aqui la talz de las familias que poblaron el Nuevo Reino, Su obra en parte se ha perdido. La edicién més completa se publicé-en Bogota en tres vollimenes por'el director del ‘Archivo Nacional, don Enrique Ortega Ricaurte, Hay muchos ‘otros libros, unos inéditos y otros tardiamente publicados, y cada orden religiosa va desentrafiando su propia erénica, algunas riquisimas y todas curiosas. Dela orden de Predicado- res esté La historia de las provincias de San Antonio del ‘Nuevo Reino de Granada como entre los agustinos existe la ‘Relacién de Fray Jerénimo de Escobar sobre el cardcter. y costumbres de los indios de la provincia de Popayéin. Los jesuitas tienen una tilogia de cronistas del siglo XVIII for- ‘mada por Ribero, Gumilla y Gili, de quienes el verdadera- mente conocido es Gumilla con su Historia natural, civil y ‘geogréfica de las naciones situadas en las riveras del Rio ‘Orinoco, mejor conocida como Bt Orinoco ilustrado, riqui- sima en notiias y curiosidades. Lo singular es que tratdndose de misiones tan notables por lo que puedan ilustrar sobre la ‘naturaleza virgen americana, como seriael caso de los jesuitas fen el Magdalena, no se ha publicado hasta ahora ninguna crénica integral. Lo denuncia Manuel Bricefio Jauregui, . J en Los jesuitas del Magdalena, que'siendo libro. suyo, de ahora, se puede leer como si fuera de los primeros tiempos. iii iNest Los ronistas $1 Buona parte deo ue essiieon los jess esterrados por Gros i empieza aconoere, como on leat de Salvatore Gil De ta provincia de Santa Marta hay La Pra de me. rea, provineta de Santa Mart, reconooida observada {cpu on dscursos Metrco por elsacerdote dn Antonia Jun, br carom, que rprodyo facclarnent a ‘Academia de Historia en 920 (scion principe sect en Madrien 1787) Delo into no ay quesorrendrse come seh visto alo largo deta hieras noticia,

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