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COMENTARIO
A LOS
EJERCICIOS ESPIRITUALES
DE
SAN IGNACIO DE LOYOLA
COMENTARIO
A LOS
EJERCICIOS ESPIRITUALES
DE
F. FELIPE SOLANES, S J.
P. ARTURO COPINA, S. J.
EDITORIAL BALMES
DURAN I BAS, I I
B a r c e lo n a :: 19 41
COMENTARIO
A LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES
DE SAN IGNACIO DE LO Y OLA
IM P R IM I POTEST
A l FRED us M o n d r ía , S. J
Praep. Prov. Arag.
N IH IL OBSTAT
El Censor,
D r. G abriel SolA B runet, P bko.
IM P R IM A TU R
M I G U E L D E L O S S A N T O S , A. A. de Barcelona
“S u m m o r u m P o n t if ic u m ”
P í o O b is p o
“M e n s N ostra ”
“A d C atholici S acerdotii”
“NoSTI PRGFECTO”
‘ Itoid., c. II.
2 Ibid.. lib. 2.o, c. XVIII,
* A strain, H istoria de la Com pañía de J e sú s
en la A sisten cia d e E sp a ñ a , t. 1.°, lib. L<\ c, 1,°
n. 4.
JPb in tr o d u cc ió n
Las operacio
E j e r c ic io s E s p ir it u a l e s . —
nes espirituales que hacem os en el estudio
de las ciencias son ciertam ente ejercicios
espirituales. Mas evidentem ente que no to
ma San Ignacio en este sentido lo que él
llama Ejercicios Espirituales.
Son tam bién ejercicios espirituales nues
tras operaciones espirituales en el estudio
de la Teología, sea que en él busquemos
conocim iento de los atributos divinos, sea
que pretendam os conocim iento, amor y
complacencia de su divina Majestad. T am
poco es este el sentido que a sus Ejercicios
Espirituales da el Santo Padre.
Más aún, el mismo “examinar la con
ciencia, meditar, contemplar, orar vocal y
m ental y otras espirituales operaciones”
que va declarando en su libro, no serán
Ejercicios Espirituales, según la m ente del
Santo, sino cuando se encam inen a “pre-
In trod u cción 33
parar y disponer el ánim a para quitar de
sí todas las afecciones desordenadas, y,
después de quitadas, para buscar y hallar
la voluntad divina en la disposición de su
vida para la salud del ánim a”.
i Ib.
36 Introchiceióji
dar una introducción y modo -para después
m ejor y más cum plidam ente con tem
p la r” [162].
Anotaciones
Presupuesto
PROSUPUESTO
1. [22] Para que así el que da los Ejercicios
Espirituales como el que los recibe, más se ayu
den y se aprovechen; se ha de presuponer, que
todo buen cristiano ha de ser más prompto a
salvar la proposición del prójimo, que a con
denarla; y si no la puede salvar, inquira cómo
la entiende; y si mal la entiende, corríjale con
amor; y si no basta, busque todos los medios
convenientes para que, bien entendiéndola, se
salve.
III. Presupuesto 79
Este principio tan conforme a la urbani
dad y a la caridad, establece San Ignacio
antes de entrar eñ los Ejercicios, principio
que debiéramos tener presente toda la vida.
Por naturaleza, somos más inclinados y
más prontos a interpretar mal y condenar
las palabras y acciones de nuestro prójimo.
Seguimos aquel refrán, “piensa mal, y
acertarás”, cuando más bien debiéramos se
guir aquel otro, más justo y más caritativo
y más cristiano, “nemo malus nisi probe-
tur”.
El presupuesto viene a corregir esta mala
inclinación nuestra. ¿Somos más inclinados
a interpretar mal, a condenar? ¿Somos más
prontos a juzgar mal las palabras y accio
nes del prójimo? Pues deberá ser lo contra
rio: Todo buen cristiano ha de ser más
pronto a salvar la proposición del próji
mo, que a condenarla. Y nótese que no dice:
Ha de salvar; sino ha de ser más pronto
a salvar.
Mucho hace la ausencia de pasión y la
buena voluntad; mas si con toda nuestra
buena voluntad, no nos es posible salvar la
proposición, débanos inquirir en qué sen
tido la entiende ajjuel que la profiere o de
fiende. Proposiciones hay que tienen dos o
más sentidos, o pueden tenerlos, de los cua
les uno, y a veces varios, sqrá verdadero,
y podrá defenderse.
Si por ventura no fuese esto posible, en
SO Introducción a lo« Ejercicios
1 Directorio, c. 11, n. 6.
PRIMERA SEMANA
a) Principio y Fundamento
1 Ps. 38, 6.
^ Gal., VI, 3.
3 l.H Cor., IV. 7.
3S Primera Seuiaiva
Principio y Fundamento. Pone en tiempo
presente el verbo crear las cuatro veces que
emplea este verbo: “El hombre es criado
para alabar...; las otras cosas... son cria
das para el hombre, y para que le ayuden
en la prosecución del fin para que es cria
do... lo que más nos conduce para el fin que
nomos criados.”
6. 2." “Mi excelencia por lo que se refie
re a Dios.”
1) Por razón de tu origen: Dios por sí
mismo sacó tu alma de la nada. No se valió
de intermediario alguno. No puede tu no
bleza ser mayor.
2) Por lo que es tu alma: imagen y se
mejanza de la Santísima Trinidad: tres
potencias.
3) Por razón de tu fin: que es alabar,
hacer reverencia y servir a Dios nuestro
Señor, primero temporalmente en este
mundo; y luego por toda la eternidad en
el cielo.
f, Principio y Fundamento 89
b) Principio y Fundamento
B)
F in del hombre : “ P ara alabar, hacer
reverencia y servir a D ios N uestro S e
ñor, y mediante esto , salvar su ánim a .”
Oración. La misma.
Composición. La misma también que en
la meditación precedente. Podemos fácil
mente comprender los sentimientos de
nuestro primer padre cuando se dió cuen
ta de su existencia, conoció sus perfeccio
nes y sintió que todo acababa de recibirlo
de Dios... ¡Cómo ardería en deseos de em
plearlo todo en alabanza, reverencia y ser
vicio de su Criador y Señor!,
Petición. Pedir a Dios nuestro Señor
sentimientos semejantes.
1. Este fin del hombre no podía ser otro
que la gloria de Dios.
Distingamos en Dios nuestro Señor la
Primera Semana
b) Principio y Fundamento
Oración. La misma.
Composición. La misma también que en
la meditación precedente. Podemos fácil
mente comprender los sentimientos de
nuestro primer padre cuando se dió cuen
ta de su existencia, conoció sus perfeccio
nes y sintió que todo acababa de recibirlo
de Dios... ¡Cómo ardería en deseos de em
plearlo todo en alabanza, reverencia y ser
vicio de su Criador y Señor!.
Petición. Pedir a Dios nuestro Señor
sentimientos semejantes.
1. Este fin del hombre no podía ser otro
que la gloria de Dios.
Distingamos en Dios nuestro Señor la
Primera Semana
I Ps. XXXIII, 9
I. Principio y fu n d a m en to 95
cx Principio y Fundamento
d) Principio y Fundamento:
Consecuencias
1. La ley del gusto y del disgusto o repugnan
cia.—2. Fuerza de “ quitarse” confirmada con
la doctrina del Evangelio.—3. “ Agere contra ” .
—4, Indiferencia: qué es y cuál se nos pi
de.—5. En qué sentido debemos estar indife
rentes para los cuatro extremos que especi
fica. San Ign acio--6. Daños de la falta de in
diferencia—7. Analogías y diferencias entre
el Principio y Fundamento y la Contempla
ción para alcanzar amor, (nota 6.a).
Examen particular
</ ........................
(/.....................................
<J.......
9 ........................................
a ........................
<j....................
</................
E xam en P articular
Gxamen general
1. [3 2 ]. E x a m e n g e n e r a l de c o n s c i e n c i a
PARA LIMPIARSE Y PARA MEJOR SE CONFESSAR.
D ei , P e n s a m ie n t o
D e la P alabra
D e la O bra
3. [4 3 ]. M odo de h a c e r e l e x a m e n g e n e
r a l y c o n t ie n e e n s í c in c o p u n t o s .
Confesión general
Primer ejercicio
$
Segundo ejercicio
Tercer ejercicio
r 621 T e r c e r o e x e r c ic io es r e p e tic ió n d e l
1 ' Y 2.° EXERCICIO h a c i e n d o t r e s c o l o q u i o s .
Cuarto ejercicio
1. [6 4 ] C uarto e x e r c ic io es r e s u m ie n d o
Quinto ejercicio
1. [ 6 5 ] Q u i n t o e x e r c i c i o e s m e d i t a c i ó n del
in f ie r n o : c o n t ie n e e n s í , d e s p u é s de l a o r a
1. [Nota 9.a]
ÍX . Quinto ejercicio
Nota 12.a
F r u t o de l a 1.a s e m a n a
Adiciones en particular
5. Lo que debe observarse “después de acosta
do” : Supone esta adición que se lleva prepa
rada para el dia siguiente la materia de la
meditación—6. ‘ Cuando me despertare” : con
veniencia de ejemplos y de comparaciones más
bien que discursos para el ejercicio de la media
noche o de la mañana—7. Modo de hacerse
esta adición, según San Ignacio, en las sema
nas siguientes—8 . Equivalente de esta 2.a adi
ción en los ejercicios distintos del de la media
noche y de la mañana—9. Humildad y reve
rencia interior y exterior al entrar en la ora
ción : San Alonso Rodríguez —10. Postura del
cuerpo. Como debemos proceder cuando ha
lláremos lo que queremos. (Doctrina del Pa
dre Alonso Rodríguez).—11. Examen del ejer
cicio, una vez terminado. Apuntar las inspi
raciones. (P. Alonso Rodríguez).—12. No salir
se durante el día del ambiente de los Ejei’ci-
cios —13. Penitencia interna y externa. Manera
y grado de la externa. Norma que debe seguir
se para tomarla con más seguridad.—14. Efec
tos o motivos por los que principalmente se
hacen las penitencias.—15. Oportunidad de tra
tar de la penitencia en esta parte de los Ejer
cilios.
S egunda parte
10 Nota 13.a
II
Primera contemplación
1 lo., XVII, 3.
II. Primera contemplación 215
nas, como en el su solio real o trono de la su
divina Majestad, cómo miran toda la haz y re
dondez de la tierra y todas las gentes en tanta
ceguedad, y cómo mueren y descienden al in
fierno.
jo; ver a Nuestra Señora y al Angel que la
saluda, y reflectir para sacar provecho de la tal
vista.
Segunda contemplación
[1 1 0 ] La segunda c o n t e m p l a c ió n es del
n a s c im ie n t o .
1118] L a t e r c e r a c o n t e m p l a c ió n s e r á r e
p e t ic ió n DEL PRIMERO Y 2.° EXERCICIO 2.
[1 2 0 ] L a c u a r t a c o n t e m p l a c ió n s e r á r e p e
DE LA 1 .a Y 2 .a. de l a m i s m a m a n e r a
t ic ió n
Notas y Preámbulos
para considerar estados m
1. Nota 15.a
V. Meditación de Dos Banderas
A) P rimera parte
B) S egunda parte
Quinto día
1. Nota 18.*
* Mt„ X IX , 10 y 17.
VIII. Tres maneras ele humildad 285
1 Hebr., X II, 1 y 2.
294 Segunda Semana
A) M ateria
[170].
P ara tomar noticia de qué cosas
SE DEBE HACER ELECCIÓN, Y CONTIENE EN SI
CUATRO PUNTOS Y UNA NOTA.
B) T iempo
7. [175].
T res tiempos para hacer sana
y BUENA ELECCIÓN EN CADA UNO DELLOS.
C) Modo
9. [178] Si en el primero o segundo tiempo
no se hace elección, síguense cerca este tercero
tiempo dos modos para hacerla.
IX . Práctica de la elección de estado 318
Reforma de vida
[189] P a r a e n m e n d a r y r e f o r m a r l a pro
p ia VIDA Y ESTADO.
i Col. III. 3.
TERCERA SEMANA
Primera contemplación
[1 9 0 ] 1.° día. L a p r i m e r a c o n t e m p l a c i ó n
a la m e d ia n o c h e e s , c ó m o C r i s t o n u e s t r o
S e ñ o r fu é d e s d e B e t h a n i a p a r a H i e r u s a l e m a
la ú l t i m a c e n a i n c l u s i v e [ 2 8 9 ] ; y c o n t i e n e
EN SÍ LA ORACIÓN PPEPARATORIA, 3 PREÁMBULOS,
6 PUNTOa Y UN COLOQUIO.
[200]
S egunda contemplación a la ma -
MANA SERÁ DESDE LA CENA AL HUERTO INCLUSIVE.
1. Nota 21.a
2. No trata aquí el Santo de la peniten
cia precisamente, sino de oídenaráe ett el
comer.
De la penitencia en la comida trató al fin
de la 1.a semana por dos razones entre
III. Reglas para ordenarse en el comer 341
Primera contemplación
[230] Contemplación
para alcanzar amor
1. ¿Cae denitro del cuerpo de los Ejercicios Es
pirituales?—2. Caminos por donde nos ha con
ducido nuestro Santo Padre a este monte de
la perfección—3. Oportunidad de esta, con
templación inmediatamente después de las
cuatro semanas : (nota 22.^)—4. Dos adver
tencias preliminares : l.a El amor se debe po
ner más en las obras... : Enseñanzas de Cris
to nuestro Redentor; 2.^ comunicación de las
dos partes : a) Comunicación total : P. La Pal
ma : b) manera cómo podemos dar a Dios bie
nes que en cierto .sentido no tiene : doctrina
del mismo P. La Palma; c). comunicación de
bienes por parte de Dios al hombre : P. Roo-
than.—5. Preámbulos : cuán bien nos dispo
ne para ésta contemplación el “ interpelar” de
los que han llegado ya a la claridad consu
mada.- 6. Admirable correspondencia de las
notas preliminares con la petición y con los
puntos que se siguen—7. Manera cómo pone
en práctica Dios nuestro Señor las dos notas en
el punto l.o, y cómo debe practicarlas el hom
bre. Ejercicios de las tres potencia« en este
punto. 8. Tomad, Señor y recibid..., oblación
358 Contemplación
1 Mnlneh., I, (i.
Contemplaeióu
[272J D e l a v e n id a de C r is t o a l T e m p l o
CUANDO ERA DE EDAD DE DOCE AÑOS ESCRIBE SA N
Lucas: (II, 41-50).
[273] D e c ó m o C r i s t o s e b a u t iz ó e s c r ib e
San M ateo: (III, 13-17).
1 .° Primero: Cristo nuestro Señor, después
de haberse despedido de su bendita Madre* vino
desde Nazaret al río Jordán, donde estaba San
Juan Baptista.
2.° 2? : San Juan baptizó a Cristo nuestro Se
ñor, y queriéndose excusar, reputándosé indigno
de lo baptizar, dícele Cristo: (Haz esto pór el
presente, porque así es menester que cumplamos
toda la justicia).
3.° 3.°: (Vino el Espíritu Santo y la voz del
Padre, desde el cielo afirmando: Este es mi
Hijo amado, del estoy muy satisfecho).
[2 7 5 ] D e l l l a m a m ie n t o de l o s A p ó s t o l e s .
[lo., I, 35-51; Le., V, 1-11; Me. I, 16-20].
l.r> Primero: tres veces parece que son lla
mados San Pedro y San Andrés: 1.° a cierta no
ticia; esto consta por San Juan en el primero
capítulo; secundariamente a seguir en alguna
manera a Cristo con propósito de tornar a po
seer lo que habían dejado, como dice San L u ca s
en el capítulo quinto; terciamente para seguir
de Cristo 409
1■" P r i m e r o : E c h ó t o d o s lo s q u e v e n d ía n fu e -
la flt'l t e m p lo c o n u n a z o t e h e c h o d e c u e r d a s .
2.‘>: Derrocó las mesas y dineros de los
banqueros ricos que estaban en el templo.
414 Misterios de la vida
[27&] D e l s e r m ó n que h iz o C r is t o e n e l
m onte e s c r ib e S an M ateo: (Cap. V).
í.° Primero: a sus amados discípulos aparte
habla de las ocho beatitúdines: (Bienaventura
dos los pobres de espíritu, los mansuetos, los mi-
sericordes, los que lloran, los que pasan hambre
y sed por la justicia, los limpios de corazón, los
pacíficos y los que padescen persecuciones).
2 .° 2 .°: los exhorta para que usen bien de sus
talentos: (Así vuestra luz alumbre delante los
hombres, para que vean vuestras buenas obras,
y glorifiquen vuestro Padre, el cual está en los
cielos).
3.°: se muestra no transgresor de la Ley.
mas consumador, declarando el precepto de no
matar, no fornicar, no perjurar y de amar los
enemigos: (Yo os digo a vosotros que améis a
vuestros enemigos, y hagáis bien a los que os
aborrescen) 1.
[279] D e có m o C r i s t o N u e s t r o S e ñ o r h iz o
soseg a r l a tem p esta d del m ar e s c r ib e San
Mateo: (V in, 23-27).
Primero: estando Cristo nuestro Señor dor-
miendo en la mar, hízose una gran tempestad.
2.°: sus discípulos atemorizados, lo desperta
ron, a los cuales por la poca fe que tenían, re
prehende diciéndoles: (¿Qué teméis, apocados
de fe?)
3.p: mandó a los vientos y a la mar que ce
[2 8 2 ] De la c o n v e r s ió n de M agdalena
e s c r ib e San L ucas: (VII, 3 6 -5 0 ).
[283] D e c ó m o C r i s t o n u e s t r o S e ñ o r d ió a
COMEE A CINCO MIL HOMBRES ESCRIBE. SAN MAt
teo: (XIV. 13-21).
[2 8 4 ] De la T r a n s fig u r a c ió n de C r is to
escribe San M a teo: (XVII, 1-8).
[2 8 7 ] D o m in g o de R amos (M a t., X X I - 1 -
17).
[290]
D e los m isterios hechos desde la
CENA HASTA EL HUERTO INCLUSIVE (Mat., XXVI,
30-46; Marc., XIV, 26-42; Le. XXII, 39-46).
2.° Primero: el Señor, acabada la cena y
cantando el himno, se fué al Monte Oliveti con
sus discípulos llenos de miedo; y dejando los
ocho en Getsemaní diciendo: (Sentaos aquí
hasta que vaya allí a orar;.
2." 2 °: acompañado de San Pedro, Santiago
y San Juan, oró tres veces al Señor diciendo:
cPadre, si se puede hacer, pase de mí este cáliz;
con todo, no se haga mi voluntad, sino la tuya;
de Cristo 437
casa de C a if a s h a sta l a de P il a t o in c l u s iv e :
(Mt., X X V II; Le., X X III; Me., XV; lo.,
XVIII).
[3 0 4 ] D e l a 6 .a a p a r i c i ó n : (L e . X X I V ; l o . .
XX).
[3 0 8 ] D e l a 1 0 .a a p a r i c ió n e n l a p r i m e r a
EPÍSTOLA A LOS CORINTIOS. (XV, 6).
(Después fué visto de más de 500 hermanos
juntos).
[3 0 9 ] De la 11 j * a p a r i c i ó n e n l a p r im e r a
e písto la a los C o r in t io s . (XV, 7 ).
1 MI·., IV. 1- 7 .
«'OMKNTAIUO A LOS EJERCICIOS
Regias pora conocer los espíritus
Reglas
para el mismo efecto... y conducen
más para la segunda semana
2. Nota 24.a
IV
1 Directorio, c. 12.
Ó54 Notas
Pues ел la única lorma que por entonces se le
ofreoia, a los principios de su conversión, devol
verá a su Dios y Señor lo que le quitó : ocultar
su linaje, dejarse crecer uñas y cabello para que
el mundo le menosprecie, serán medios con que
en la forma que le será posible devolverá a. su
Dios la honra que le había arrebatado.
Maoeraciones de la carne terribilísimas, riguro
sos ayunos, prolongadas horas de oración de ro
dillas y sin apoyar el cuerpo extenuado por las
sangrientas disciplinas diarias, cortas horas de
sueño sobre duro y frío suelo; en esta forma
devolverá a su Dios lo que le quitó con los de
sórdenes de la carne.
Ejercicios, Constituciones, cartas, conversacio
nes : todo lleva el sello de este principio: “Yo
todo de Dios” ; “Dios mi Criador y Señor”.
La oblación tan completa que hace de sí en
la última de las contemplaciones de los Ejerci
cios, no es sino una consecuencia lógica, de esta
dependencia esencial de su D ios: “ Con mucha
razón y justicia lo que yo debo de mi parte ofre
cer y dar a la su divina Majestad, es a saber, to
das mis cosas y a mí mismo con ellas” [234]. La
oración preparatoria de todas las meditaciones y
contemplaciones, no es más que una aplicaoión
de esta verdad fundamental. Y para no alargar
nos en la demostración de verdad tan clara para
todo el que está medianamente versado en el co
nocimiento del libro de los Ejercicios, léase sola
mente el primer ejercicio de la primera semana.
Ед todos tres puntos y en el coloquio aparece
esta suprema verdad de Dios mi Creador.
“Digo traer en memoria el pecado de los án
geles, l escribe en el punto 1 .°], cómo siendo ellos
criados en gracia, no se queriendo ayudar oon su
libertad para hacer reverenda y obediencia o·
su Criador y Señor...” [50].
Y en el segundo pu n to: “Digo traer a la me
moria el 2 " pecado de nuestros padres; cómo
Notas
después, que.¡Ada.» fué criado en el campo da-
maceno y puesto en el paraíso terrenal, y Eva
ser criada de su costilla... "151 j.
“Trayendo a la memoria, lescribe en el punto
3 .uJ , la gravedad y malicia del pecado contra su
Criador y Séñor, discurrir...” T52J.
“Hacer un coloquio, cómo de Criador es venido
a hacerse hombre...” ¡53'J.
Sí examinamos sus escritos, estas dos palabras
Criador y Señor aparecen con tal frecuencia, que
pudieran tenerse como muletilla por quienes no
conozcan al Santo.
En los puntos j.más solemnes de las Constitu
ciones leemos juntas estas t dos palabras ; y siem
pre ¡ qué admirablemente traídas!
Cuando en el proemio hace una especie de pro
testa de que todo cuanto es la Compañía no es
obra suya, sino de Dios, escribe: “Aunque la
suma sapiencia y bondad de Dios nuestro Cria
dor y Señor, es la que ha de conservar y regir
y llevar adelante en su santo servicio esta míni
ma Compañía de Jesús como se dignó comen
zarla...”, (Froem. Const., n. 1 ), Es mucho de ad
vertir encareciéndolo y ponderándolo delante de
nuestro Criador y Señqr, en cuánto grado ayuda
y aprovecha...” (EK·. c. IV. n. 44).
Léase el comienzo de sus cartas y la forma pon
que terminan. ¡ Cuántas veces nos encontramos
con frases como éstas: Dios nuestro Criador y
Señor, o Dios nuestro Señor, o en el Señor nues
tro I Muy contadas serán las páginas en que no
se lea : Dios nuestro Señor; en cambio, en no
pocas páginas se lee •,'sta. frase repetidas veces.
Cosa parecida podemos afirmar del fin del hom
bre “Para alabar, hacer reverencia y servir a Dios
uuestro Señor.”
Es tan frecuente *1 uso de esta frase en el
libro de los Ejercioios, que nos parece completa
mente superfluo Insistir sobre esta verdad.
Abrase por oualquler parte el libro de las (?ons-
53t> NOtil.5
1 m i i . . x x v m . 19 -20.
574 Ñolas
de Santa Bárbara se habían resuelto de &доег
oon él un oastlgo ejemplar y público de acotes
dentro de las escuelas, como a perturbador.de ios
estudios. Y llegado esto a noticia del S&nto,
ofreciéndose de su parte a esta deshonra públloa,
se vino a las escuelas, y entrando dentro le cerra
ron las puertas para ejecutar lo que tenían de
terminado.
Pué en aquella hora combatido el ánimo de
Ignacio, escribe Ribadeneira, de d.os espíritus,
que aunque parecían contrarios ambos se endera-
zaban a un mismo ñn : el amor de Dios junto
con un encendido deseo de padecer por Jesu
cristo y de sufrir por su nombre dolores y afren
tas, le llevaba, para que se ofreciese alegremente
a la infamia y a los azotes que a punto estaban·
Mas por otra parte, el amor del mismo Dios, сод
amor de la salud de los prójimos y el celo des
sus ánimas, le retiraba y apartaba de aquel pro
pósito. Y en realidad, había peligro de que los
principiantes en la vida de perfección se volvie
sen atrás, con los azotes y deshonras de su maes
tro.
Con esta resolución, se va al Dr. Gobea, rector
del colegio, y declárale su ánimo y determinación,
diciéndole que ninguna cosa en esta vida le po
día venir a él más dulce y sabrosa, que ser azo
tado y afrentado por Cristo, como ya lo había
experimentado en las cárceles y cadenas donde le
habían puesto por la misma causa; más que
temía la flaqueza de los principiantes. Y que lo
mirase bien, porque le hacía saber que él de sí
ninguna pena tenía, sino de los tales era toda su
pena y cuidado. Proclamó el reotor delante de
iodo el colegio la santidad de Ignacio, quien no
tenía cuenta con su afrenta, sino con el provecho
del prójimo.
é
1 Phil. II, 8 .
2 2 .i, 2 .«*, q. 10 1 , a 1 , ad 6 .
3 De Religionc Soc. lesv. ltb. IX. c. V. n. 24.
576 Notus
semana, ha llegado a la imióu coa Dios nuestro
Sefior, tterra prometida, o. por mejor decir, cielo
prometido en la tierra, según frase del P. La
Palma.
"Y siendo éste, como es. escribe el Padre, el
ejercicio y camino de la unión, sácase claramen
te ser error manifiesto lo que algunos han pen
sado, que el intento de nuestro Santo Padre en
este libro, fué solamente instruir a los princi
piantes en un buen modo de meditar y hacer
una confesión general con verdadero dolor de
sus pecados y propósito de la enmienda, dando
principio de ahí adelante a mejorar la vida, sin
querer tratar de otros modos de oración o con
templación más levantada, ni de los ejercicios de
los varones perfectos, ni de los secretos que par
san en el alma cuando h a llegado a la unión con
Dios. Esto, como digo, es engaño manifiesto.
Porque si lo sólido y lo verdadero de la unión
con. Dios consiste en lejar un hombre sus pro
pias voluntades y conformarse perfectamente con
la voluntad divina, buscando en todo la mayor
gloria y alabanza de Dios, qué otra cosa es la que
se trata en este libro sino ésta, y qué otros pa
sos son los de este ejercicio espiritual sino és
tos...?”