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21 de Marzo :

DÍA DE LA RECONQUISTA DE JUJUY

Sra. Directora, Sra. Vice-directora, padres presentes, docentes y


queridos alumnos:

Estamos reunidos para evocar uno de los acontecimientos más importantes


de la historia de nuestra querida provincia, la reconquista de su territorio, el
cual había sido abandonado por órdenes del General Belgrano, aquel 23 de
agosto de 1812, en un éxodo que el pueblo emprendió hacia Tucumán.

Luego de la Batalla de Tucumán los jujeños intentaron recuperar sus tierras


pero la llegada de refuerzos enviados a Pío Tristán impidieron a este grupo de
patriotas recuperar la ciudad, en aquellos tristes días de octubre.

Pero el triunfo en la Batalla de Salta colmaba de esperanzas las ansias de


volver, de llegar y reconquistar lo que les pertenecía.

Esta última victoria patriota avivó en los jujeños un impulso natural para
alcanzar la tierra amada, el Jujuicito que había quedado atrás en el retiro
angustiante del Éxodo, por ello se lanzaron con desesperación para recuperar
sus bienes, sus pertenencias y afectos. Así cruzaron ríos torrentosos, selvas y
montes hasta alcanzar la ciudad abandonada.

El 22 y 23 de febrero comenzaron el camino de retorno, venían en


oleadas, como un río que crece después de la tormenta. En la ciudad de Jujuy,
el comandante Tacón a cargo de la reserva que había quedado del ejército
realista, trataba de poner orden y organizar la resistencia, mientras los jujeños
con el llanto varonil de la alegría y el canto de sus coplas de victoria
anunciaban su regreso.

Y aquel memorable 21 de marzo de 1813 el General Belgrano llegó con el


grueso de la tropa y desde el Cabildo legitimó la ocupación jujeña y volvió a
darle vida para iniciar la nueva etapa en la democracia conquistada con sangre
y razón. Se había desalojado al tirano, era el momento de empezar. Para ello
nombró como Teniente Gobernador al General Francisco Pico. Y como
broche para una patria fundante entregó el 25 de mayo del mismo año, la
Bandera Nacional de Nuestra Libertad Civil al Cabildo de Jujuy,
distinguiendo al heroico pueblo que lo acompañó desde el Éxodo.

Hoy, nosotros como habitantes de este suelo tan bello, rico en hechos
históricos y en manifestaciones culturales, debemos alimentar aún más, desde
nuestro ámbito escolar, el sentimiento de amor a la Patria, y valorar la entrega
de aquellos jujeños y jujeñas que sacrificaron todo por obtener la libertad y la
independencia.

Pidamos a Nuestro Padre Celestial que bendiga y proteja a cada uno de los
que habitamos de esta querida tierra y nos guíe en el camino del crecimiento
personal y la búsqueda del bien común.

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