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STABAT MATER
La Madre piadosa estaba Y, porque a amarle me anime,
junto a la cruz y lloraba en mi corazón imprime
mientras el Hijo pendía. las llagas que tuvo en sí.
Cuya alma, triste y llorosa, Y de tu Hijo, Señora,
traspasada y dolorosa, divide conmigo ahora
fiero cuchillo tenía. las que padeció por mí.
¡Oh, cuán triste y cuán aflicta Hazme contigo llorar
se vio la Madre bendita, y de veras lastimar
de tantos tormentos llena! de sus penas mientras vivo.
Cuando triste contemplaba Porque acompañar deseo
y dolorosa miraba en la cruz, donde le veo,
del Hijo amado la pena. tu corazón compasivo.
Y ¿cuál hombre no llorara, ¡Virgen de vírgenes santas!,
si a la Madre contemplara llore ya con ansias tantas,
de Cristo, en tanto dolor? que el llanto dulce me sea.
Y ¿quién no se entristeciera, Porque su pasión y muerte
Madre piadosa, si os viera tenga en mi alma, de suerte
sujeta a tanto rigor? que siempre sus penas vea.
Por los pecados del mundo, Haz que su cruz me enamore
vio a Jesús en tan profundo y que en ella viva y more
tormento la dulce Madre. de mi fe y amor indicio.
Vio morir al Hijo amado, Porque me inflame y encienda,
que rindió desamparado y contigo me defienda
el espíritu a su Padre. en el día del juicio.
¡Oh dulce fuente de amor!, Haz que me ampare la muerte
hazme sentir tu dolor de Cristo, cuando en tan fuerte
para que llore contigo. trance vida y alma estén.
Y que, por mi Cristo amado, Porque, cuando quede en calma
mi corazón abrasado el cuerpo, vaya mi alma
más viva en él que conmigo. a su eterna gloria. Amén
https://t.me/Viva_Cristo_Rey
POR LAS LÁGRIMAS DE MARÍA
Padrenuestro y Avemaría (3 veces)
Oración final.‐ Cúbrenos, Madre, con tu manto de protección. Sea
tu Inmaculado Corazón nuestro refugio en estos momentos y
siempre. Que seamos siempre fieles a Tu Hijo. Que lo amemos
sobre todo y todos, y le obedezcamos siempre.
¡Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza
y santidad, cubre mi alma con tu protección maternal a fin de que,
siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su amor y
obedezca Su divina voluntad!
Quiero, Madre mía, vivir íntimamente unido a tu Corazón que está
totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo. Átame a tu
Corazón y al Corazón de Jesús con tus virtudes y dolores.
Protégeme siempre. Amén.
Ave María Purísima
Sin pecado concebida