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Lia primera edicién de los Epigra- mas de Ernesto Cardenal aparecié en México hace diez afios, Fueron escritos en Managua entre 1950 y 1956, poco antes de ingresar el au- tot al monastetio trapense de Geth- semani, Kentucky, Teméticamente los epigramas de Cardenal son amo- tosos y politicos, En algunos, sin embargo, se funden ambos elemen- tos, gestindose una vivencia amo- tosa-politica ambivalentemente au- téntica. Los primeros vuelcan el “vasto amot que Cardenal entregaba al mundo, cuando sus versos esta- ban atin Ienos del eterno femenino; por eso los nombres de las mucha- chas que refieren son reales y no fingidos: son nombres de mucha- chas que él amé en aquellos dias. Los segundos circulan bastante, en forma clandestina, durante la dic- tadura de Anastasio Somoza Gatcfa: una poesfa testimonial, de protesta, que ha Ilamado Ja atencién de cri- ticos europeos y americanos, El escritor Hernén Lavin Cerda, de Chile, ha dicho: “Cardenal abre con Epigramas toda una caja de po- sibles soluciones Ifricas para el poe- ma social o politico en lengua Ja- tinoamericana.” e EDICIONES CARLOS LOHLE Casta pe Correo 3097 - Bugnos Amrs ernesto cardenal | epigramas Ernesto Cardenal Epigramas Ediciones Carlos Lohlé Buenos Aires — México Unica edicién debidamente autorizada por el autor y protegida en todos los paises. Queda hecho el depésito que previene la Ley 11.723. © Cartos LoHL#, soc. ANON. IND. Y COM., Buenos Aires, 1972. Prélogo La primera edicién de los Epigramas de Ernesto Cardenal aparecié en México hace diez afios. Prologada por Ernesto Mejia Sanchez, aunque no aparece firma alguna, fue inclui- da en la coleccién “Poemas y Ensayos” de las publicaciones de la Universidad Nacional Autonoma, donde el autor habia obtenido la Maestria en Letras con una tesis sobre los poetas nuevos de Nicaragua: Ansias y Lenguas de la Nueva Poesia Nicaragtiense (Madrid, Seminario de Problemas Americanos, 1949). Para entonces, Cardenal habia escrito Carmen y ottos poe- mas (su primer libro, inédito en su mayor parte) y publi- cado La ciudad deshabitada (México, Cuadernos America- nos, 1946) y Proclama del conquistador (Ibid, 1947); a pesar de que dentro del desarrollo de la poesia centroame- ricana conservan cierta calidad, ambos textos no estaban li- bres de influencias: las buellas de Pablo Neruda y Saint Job Perse son visibles en ellos. De abi que actualmente el poeta, realizado en su creacién a un nivel continental, los considere ajenos y lejanamente histéricos. Su rumbo personal consistié en dejarse influir por la poe- sia norteamericana: en Nueva York, estudiando en la Uni- versidad de Columbia, permanecié dos afos; ast conocid a fondo esa poesia, sobre todo su corriente whitmiana, obje- 7 ard COMIC. arp tiva y “exteriorista’” que equilibré la poesia que entonces trabajaba: la de sus largos poemas “americanos”, entre ellos “Raleigh”, “Drake en el Mar del Sur”, “Omagua”, “John Roach, Marinero”, “Las mujeres nos quedaban mirando” y “El bongo mudo bogaba por el rio’. Sobre el primero escribia el 16 de junio de 1949 a Carlos Martinez Rivas, su compafiero de generacién, lo siguiente: “Te mando este poema recién hecho. Es, como verds, el relato de Sir Walter Raleigh del Dorado... esta hecho con su misnto relato, Una copia”. Y Martinez Rivas, desde Pa- rts, se lo solicitaba el 19 de enero de 1950 con otras “dos cosas anteriores” para la revista Sur, de Buenos Aires, a través de su amigo Octavio Paz que habia ofrecido a dicha revista enviar poemas de Cardenal. Después de trasladarse a Europa, donde estuvo varios me- ses, el autor de “Raleigh” regresa a su pais y funda, en Managua, la libreria El hilo azul que publicaria una colec- cién de “poesia de América” con el mismo rubro. Por un lado, contintia escribiendo el mismo tipo de poesia “ame- ricana”, recreativa y foranea: “Con Walker en Nicaragua”, “Greytown”, “Squier en Nicaragua’, “Los Filibusteros” y “Carta de Cadiz” o “La vuelta a América’’, extraordinario poema sobre Bolivar, elogiado en carta del 26 de enero de 1954 por su primer maestro, José Coronel Urtecho, quien lo habia introducido en la poesia norteamericana y en Ezra Pound. Por otro, inspirado en ese gran maestro de la poesia mo- derna, se dedica al epigrama descubriendo en él una forma 8 breve, fina y efica que tendria fecunda proyeccién en la poesia nicaragiiense. Escritos entre 1952 y 1956, poco antes de ingresar al monasterio trapense de Gethsemani, en Ken- tucky, Estados Unidos, se difunden con éxito fuera de Nica- ragua. Una serie de ellos, con la firma Anénimo nicata- giiense, publica Neruda en una revista chilena. Su otro cont paitero generacional, Mejia Sénchez, los divulga en México. “Sencillos”, como lo declara el primero, lograba lo que afanosamente habla perseguido: Ia inteligibilidad poética —"una poesta que se entienda”— y por eso pudo afirmar lo que boy es una realidad: que “un dia se divulgarén tal vez por toda Hispanoamérica”. Pero sefalemos con justicia una prioridad cronolégica. El primero que escribié epigramas en Nicaragua desde un punto de vista moderno fue Carlos Martinez Rivas; los de “El monstruo y su dibujante” de La insurreccién solitaria (Mé- xico, Editorial Guarania, 1953); con él, pues, se inicia la poesia de critica social, satirica e irritada que seria una de las corrientes de la generacién poética del sesenta. El epigrama de Martinez Rivas procede de fuentes in- glesas y alemanas, en concreto de Gottfriend Ben; el de Cardenal, por su parte, de los griegos y latinos ( Catulo, Marcial, Propercio) y de los chinos y japoneses por conducto de Pound. Precisamente no fue incluido entre los suyos un “Epitafio para Joaquin Pasos” por estar calcado en el epi- grama de su guta norteamericano a Fu I, por lo demas in- fluenciado por el mismo poeta chino. Teméticamente los epigtamas de Cardenal son amorosos y 9 | politicos. En algunos, sin embargo, se funden ambos elemen- tos gesténdose una vivencia amorosa-politica ambivalente- mente auténtica, como en los que se inician con estos versos: “Yo be repartido papeletas clandestinas’, “Hay un lugar ea la laguna de Tiscapa”, “Tal vez nos casemos este aio”, “Si cuando fue la rebelién de abril” y en la “Imitacién de Propercio”. Los primeros vuelcan el vasto amor que Cardenal entre- gaba al mundo, cuando sus versos estaban atin lenos del eterno femenino, “despiertos a la sensacién de la eterna presencia de las mujeres”, sefialado por Coronel Urtecho desde el 25 de octubre de 1943. Por eso los nombres de las muchachas que refiere no son fingidos, sino reales: Claudia, Myriam e Ileana que con otras figuran en la vida del poeta por esos dios. Los segundos circulan bastante, en forma clandestina, du- rante la dictadura de Anastasio Somoza Garcia; a esa clan- destinidad se alude en uno de ellos: “Nuestros poemas no se pueden publicar todavia. | Circulan de mano en mano, ma- nuscritos [| 0 copiados en mimedgrafo”. Testimonios de te- nebrosos dias del régimen que gobierna a Nicaragua, pro- ntueven con la “Hora 0” —que signid a los Epigramas— una poesta testimonial, de protesta, que ha llamado la aten- cién de varios criticos europeos y americanos. Inmediatamente a la primera edicién de estos epigramas, el género se impuso en Nicaragua como ejercicio inevitable y busqueda personal, conservando este rasgo basico: el agui- j6n en la cola (como el alacrén) o sea en el tltimo verso. Lo 10 mismo observa en los de Cardenal el chileno Hernén Lavia Cerda: “Los epigramas de Ernesto Cardenal estén perfectamente rematados: un golpe al mentén, un nocaut muy veloz, El poema parece dirigirse hacia un lugar bien preciso, y va consiguiendo su efecto en esa direccidn cuando, por un corte directo, 0 prolongando el ritmo de los versos anteriores, se sale del mapa, y termina por donde nadie lo espera, sin aviso.” Lo que concluye Lavin Cerda para un ambito mayor, en- tre los nicaragiienses ya ha dado frutos, aunque no superiores a los de su decisivo instaurador: “Cardenal abre con Epigtamas —apunta— toda una capa de posibles soluciones liricas para el poema social o politico en lengua latinoamericana.” Jorge Eduardo Atellano. 11 pero no te escapards de mis yambos... CaTULO 13 Te doy, Claudia, estos versos, porque ti etes su duefia. Los he escrito sencillos para que ti los entiendas. Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan, un dia se divulgarén tal vez por toda Hispanoamética. .. ¥ si al amor que los dictd, ti también lo desprecias, otras sofiardén con este amor que no fue para ellas. Y tal vez vetds, Claudia, que estos poemas, (escritos para conquistarte a ti) despiertan en otras patejas enamoradas que los lean los besos que en ti no desperté el poeta. 15 Cufdate, Claudia, cuando estés conmigo, porque el gesto més leve, cualquier palabra, un suspito de Claudia, el menor descuido, tal vez un dia lo examinen eruditos, y este baile de Claudia se recuetde por siglos. Claudia, ya te lo aviso. 16 De estos cines, Claudia, de estas fiestas, de estas carreras de caballos, no quedard nada para la posteridad sino los versos de Ernesto Cardenal para Claudia (si acaso) y el nombre de Claudia que yo puse en esos versos Jos de mis rivales, si es que yo decido tescatarlos del olvido, y los incluyo también en mis versos pata ridiculizarlos. 17 Otros podr4n ganar mucho dinero pero yo he sacrificado ese dinero por escribirte estos cantos a ti o a otra que cantaré en vez de ti 0 a nadie. 18 Al perderte yo a ti tt y yo hemos perdido: yo porque ti etas lo que yo mas amaba y ta porque yo eta el que te amaba més, Pero de nosotros dos ti pierdes més que yo: porque yo podté amar a otras como te amaba a ti pero a ti no te amatén como te amaba yo. 19 Muchachas que algtin dia ledis emocionadas estos vetsos y sofidis con un poeta: sabed que yo los hice para una como vosottas y que fue eh vano. 20 Esta seré mi venganza: Que un dia Ilegue a tus manos el libro de un poeta famoso y leas estas lineas que el autor escribid para ti y td no lo sepas. 21 Me contaron que estabas enamorada de otto Ella fue vendida a Kelly & Martinez Cia. Ltda., y entonces me fui a mi cuatto y muchos le enviardn regalos de plata, y escribi ese articulo contra el Gobierno y otros le enviarén regalos de electroplata, por el que estoy preso. y su antiguo enamorado le envia este epigrama. 22 ‘ 23 Tu que estds orgullosa de mis versos Yo he repartido papeletas clandestinas, i pero no porque yo los esctibi gritando: jVIVA LA LIBERTAD! en plena calle | sino porque los inspitaste th desafiando a los guardias armados. y a pesat de que fueron contra ti: "Yo patticipé en Ja rebelién de abril: peto palidezco cuando paso por tu casa Té pudiste inspirar mejor poesia. y tu sola mirada me hace temblar. Td pudiste inspirar mejor poesia. Recibe estas rosas costarricenses, Myriam, con estos versos de amor: mis versos te recotdarén que los rostros de las rosas se parecen al tuyo; las rosas te recordarén que hay que cortar el amor, y que tu rostro pasard como Grecia y Roma. Cuando no haya mds amor ni rosas de Costa Rica recordar4s, Myriam, esta triste cancién. 26 JMITACION DE PROPERCIO Yo no canto Ja defensa de Stalingrado ni la campafia de Egipto ni el desembatco de Sicilia ni la ctuzada del Rhin del general Eisenhower: Yo sdlo canto la conquista de una muchacha. Ni con las joyas de la Joyeria Morlock ni con perfumes de Dreyfus ni con orquideas dentro de su caja de mica ni con cadillac sino solamente con mis poemas la conquisté. Y ella me prefiere, aunque soy pobre, a todos los millones de Somoza. 27 Th has trabajado veinte afios Ti no mereces siquiera un epigrama. para reunir veinte millones de pesos, pero nosotros darfamos veinte millones de pesos para no trabajar como tt has ttabajado. 28 29 Todavia recuerdo aquella calle de faroles amarillos, con aquella luna Ilena entte los alambres eléctricos, y aquella estrella en Ja esquina, una radio lejana, ja torre de La Metced que daba aquellas once: y la luz de oro de tu puerta abierta, en esa calle. 30 Nuestto amor nacié en mayo con malinches en flor —cuando estén en flor los malinches en Managua—. sélo ese mes dan flores: en los demés dan vainas, Peto los malinches volverén a florecer en mayo y el amor que se fue ya no volverd otra vez. 31 De pronto suena en Ja noche una sirena de alarma, larga, larga, el aullido ligubre de la sirena de incendio o de la ambulancia blanca de la muerte, como el grito de la cegua en la noche, que se acerca y se acerca sobre las calles y las casas y sube, sube, y baja y ctece, crece, baja y se aleja creciendo y bajando, No es incendio ni muerte: Es Somoza que pasa, 32 Se oyeton unos titos anoche. Se oyeron del lado del Cementetio. Nadie sabe a quién mataron, o los mataron. Nadie sabe nada. Se oyeron unos titos anoche. Eso es todo. 33 | I : i Td etes sola entre las multitudes como son sola la luna y solo el sol en el cielo. Ayer estabas en el estadio en medio de miles de gentes y te divisé desde que entré igual que si hubieras estado sola en un estadio vacio. Si ta estds en Nueva York en Nueva York no hay nadie mds y si no estés en Nueva York en Nueva York no hay nadie. 35 Pero en la noche ves tu arroz y tus frijoles fritos, con una cuajada fresca, y una tortilla caliente, o un pldtano asado, Jos comés sin guardaespaldas. Y tu jicata de tiste no la prueba primero un ayudante, Y después tocds si querés en tu guitarra una cancién rancheta, y no dorms rodeado de reflectores y alambradas y torreones. 36 Tus ojos son una luna que riela en una laguna negra y tu pelo las olas negras bajo el cielo sin luna y el vuelo de Ja lechuza en la noche negra. 37 Ayer te vi en la calle, Myriam, y te vi tan bella, Myriam, que ({Cémo te explico qué bella te vi!) Ni ti, Myriam, te puedes ver tan bella ni imaginar que puedas set tan bella para mf. Y tan bella te vi que me parece que ninguna mujer es més bella que th ni ningvin enamorado ve ninguna mujer tan bella, Myriam, como yo te veo a ti y ni th misma, Myriam, eres quizds tan bella jporque no puede ser real tanta belleza! Que como yo te vi de bella ayer en la calle, o como hoy me parece, Myriam, que te vi. 38 Recuerda tantas muchachas bellas que han existido: todas las bellezas de Troya, y las de Acaya, y las de Tebas, y de la Roma de Propercio. YY muchas de ellas dejaron pasar el amor, y murieron, y hace siglos que no existen, Tu que eres bella ahora en las calles de Managua, un dia serds como ellas de un tiempo lejano, cuando las gasolineras sean suinas romdnticas. jAcuétdate de las bellezas de las calles de Troya! 39 Ah tt despiadada, mds cruel que Tachito. 40 Hay un lugar junto a Ja laguna de Tiscapa —un banco debajo de un Arbol de quelite— que tt conoces (aquella a quien escribo estos versos, sabr4 que son para ella). Y td recuerdas aquel banco y aquel quelite; Ja luna reflejada en la laguna de Tiscapa, Jas luces del palacio del dictador, las ranas cantando abajo en Ja laguna. Todavia estd aquel drbol de quelite; todavia brillan las mismas luces; en la laguna de Tiscapa se refleja la luna; pero aquel banco esta noche estard vacio, o con otra pareja que no somos nosotros. 4k iMi gatita tierna, mi gatita tierna! iCémo estremecen a mi gatita tierna mis caricias en su cara y su cuello y vuestros asesinatos y torturas! 42 En Costa Rica cantan los carreteros. Caminan con mandolinas en los caminos. Y Jas carretas van pintadas como lapas, y los bueyes van con cintas de colores y campanitas y flores en los cuernos. Cuando es el corte del café en Costa Rica, y las carretas van cargadas de café. Y hay bandas en las plazas de los pueblos, y en San José los balcones y ventanas estén Ilenos de muchachas y de flores. ¥ las muchachas dan vueltas en el patque. Y el presidente camina a pie en San José. 43 i i | t EPITAFIO PARA LA TUMBA DE ADOLFO BAEZ BONE Te mataron y no nos dijeron dénde enterraron tu cuerpo, peto desde entonces todo el territorio nacional es tu sepulcro; o més bien: en cada palmo del territorio nacional en que no est4 tu cuerpo, ti resucitaste. SOMOZA DESVELIZA LA ESTATUA DE SOMOZA _ EN EL ESTADIO SOMOZA No es que yo crea que el pueblo me erigid esta: estatua _ porque yo sé mejor que vosottos que la ordené yo mismo. Ni tampoco que ptetenda pasar con ella a la posteridad porque yo sé que el pueblo la dertibara un dia. Ni que haya querido etigitme a mi mismo en vida - el mohumento que muetto no me etigiréis vosottos: Creyeron que te mataban con una orden de jfuego! Cteyeron que te enterraban y lo que hacfan era enterrar una semilla. 44 sino que erigi esta estatua porque sé que la odiéis. 45 Todas las tardes paseaba con su madre por la Landetrasse y en la esquina de la Schmiedtor, todas las tardes, i estaba Hitler esperdndola, para verla pasar. Los taxis y los émnibus iban Ienos de besos y los novios alquilaban botes en el Danubio. Pero él no sabfa bailar. Nunca se atrevid a hablarle, Después pasaba sin su madre, con un cadete. Y después no volvié a pasar. De ahi més tarde la Gestapo, la anexién de Austria, ja Guerra Mundial. | i | E i 46 EPITAFIO PARA JOAQUIN PASOS Aqui pasaba a pie por estas calles, sin empleo ni puesto, y sin un peso. Sélo poetas, putas y picados conocieron sus versos. Nunca estuvo en el extranjero, Estuvo preso. Ahora est4 muerto, No tiene ningtin monumento. Petro recotdadle cuando tengdis puentes de concteto, grandes turbinas, tractores, plateados granetos, buenos gobiernos. Porque él purificéd en sus poemas el lenguaje de su pueblo en ef que un dia se escribirdn los tratados de comercio, la Constitucién, las cartas de amor, y los decretos. 47 La Guardia Nacional anda buscando a un hombre. Un hombre espera esta noche Ilegar a la frontera. El nombre de ese hombre no se sabe. Hay muchos hombres més enterrados en una zanja. El ntmero y el nombre de esos hombres no se sabe, Ni se sabe el lugar ni el nimero de las zanjas. La Guardia Nacional anda buscando a un hombre. Un hombre espera esta noche salir de Nicaragua, 48: Nuestros poemas no se pueden publicar todavia. Circulan de mano en mano, manuscritos, o copiados en mimedgrafo. Pero un dia se olvidaré el nombre del dictador contra el que fueron escritos, y seguirén siendo leidos. Ay Tal vez nos casemos este aio, amor mio, y tengamos una casita. Y tal vez se publique mi libro, © nos vayamos los dos .al..extranjero, Tal vez caiga Somoza, amor mio. 50 | CANCION I | iMi pelo largo! {Mi pelo largo! Quetias tu muchacha con el pelo largo. Ya lo tengo abajo de los hombros y no esperaste mi pelo largo. 31 ¢Ctees que esta esquina de la vendedora de guayabas donde vos me encontraste con tetror y con jtbilo (aunque sélo demostraste palidez y silencio) Ia borrarén Los Angeles, Les Champs-Elysées? 52 (CORN-ISLAND) El agua de South West Bay es mds azul que el cielo pero tus ojos son més azules que South West Bay y en la cueva de Brig Bay hay un tesoro de pitata, pero tu cabellera vale mds que el tesoro de Brig Bay. 53 Han Ilegado ya las Iuvias de mayo, han vuelto a florecer los malinches colorados y el camino del Dirid est alegre YWeno de charcos: pero ya vos no est4s conmigo. a4 I éNo has leido, amor mio, en Novedades: | CENTINELA DE LA PAZ, GENIO DEL TRABAJO PALADIN DE LA DEMOCRACIA EN AMERICA DEFENSOR DEL CATOLICISMO EN AMERICA EL PROTECTOR DEL PUEBLO EL BENEFACTOR. ..? Le saquean al pueblo su lenguaje. Y falsifican las palabras del pueblo. (Exactamente como el dinero del pueblo.) Por eso los poetas pulimos tanto un poema. Y por eso son importantes mis poemas de amor. 55 Uno se despierta con cafionazos en Ja mafiana Iena de aviones. Pateciera que fuera revolucidn: peto es el cumpleafios del tirano. 56 Tleana: la Galaxia de Andrémeda, a 700.000 afios luz, que se puede mirar a simple vista en una noche clara, esté més cerca que ti. Otros ojos solitarios estaran miréndome desde Andrémeda, en la noche de ellos, Yo a ti no te veo. Tleana: la distancia es tiempo, y el tiempo vuela. A 200 millones de millas por hora el universo se esté expandiendo hacia la Nada. Y tt estas lejos de mf como a millones de afios. 57 Como canta de noche la esquitina al esquirin que esta sobre otra rama: “Esquitin, si querés que vaya, iré si querés que vaya, iré”, y a su rama la llama el esquirin: “Esquirina, si querés venir, vent, si querés venir, veni”, y cuando ella se va a donde él esté el esquirin se va para otra rama: asi te llamo yo a ti, y tu te vas, Asf te llamo yo a ti, y tu te vas, 58 Si cuando fue la tebelién de abril me hubietan matado con ellos yo no te habria conocido: y si ahora hubiera sido la rebelidn de abril me hubieran matado con ellos. 59 i Cuando los dorados corteses florecieron nosotros dos estébamos enamotados. Todavia tienen flores los corteses y nosotros ya somos dos extrafios. 60 Las pesadas gotas parecen pasos subiendo la grada y el viento golpeando Ja puerta una mujer que va a entrar. 61 Viniste a visitarme en suefios . pero el vacio que dejaste cuando te fuiste fue realidad. La petsona més préxima a mi etes ti, a la que sin embargo no veo desde hace tanto tiempo mds que en suefios, 63 ¢Has ofdo gritar de noche al oso-caballo 00-00-00-00 o al coyote-solo en la noche de luna uuuuuuuuUUUUUd? Pues eso mismo son estos vetsos, 64 Se acabé de imprimir el dia cinco de abril de mil novecientos setenta y dos, en los Talleres Graficos Didot, s.c.a., calle Luca 2223, Buenos Aires. Printed in Argentine.

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