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La historia del gato 

Iu

Hace tres años dos alumnas mías me trajeron un gatito pequeñito, muy pequeñito. Lo habían
rescatado de un container metido dentro de una bolsa de plástico de dónde salía un trocito de su
carita.

No sabía maullar, de allí le viene su nombre, solo decía IIUUU. Yo digo decía porque creo
sinceramente que los gatos aprenden a hablar. Es cuestión de patencia y de dialogar con ellos.

Tuve que darle el biberón con leche especial para gato, el biberón era uno de muñecas que me
dejaron mis nietas. Estaba muy enfermo, en fin era una ruina de gatito.

Ahora es un gato sano, muy especial de carácter, teniendo en cuenta que lo quitaron a su madre
antes de tener un mes, lo cual quiere decir que por ejemplo no sabia lavarse, se lo enseñó un gato
macho ocupa que cuido. Se hicieron amigos hasta que un día una persona (bueno eso de persona
no se) lo envenenó e IU quedó sin su amigo.

Hay una cosa que quisiera explicar a las personas que dicen que los gatos son egoístas : lo dicen
porque no los conocen. En casa cuando hay alguien enfermo, el gato deja de comer y no se mueve
del lado de la persona enferma. Es un guardián ejemplar, sabe perfectamente cuando alguien se
acerca de la casa y si pasa algo nos avisa a su manera, como una noche que nos dejamos todas las
puertas abiertas de la casa que dan a la calle. No paró de maullar, despertándonos para que lo
siguiéramos. Al final nos levantamos y nos dimos cuenta que todas las puertas estaban abiertas.

Es muy especial en sus demostraciones de afecto, pero siempre será un gato que un día tiraron a
la basura. Tiene mucho miedo a todo y de vez en cuando lanza una mirada triste como si tuviese
miedo de ser abandonado una segunda vez.

Alguien dijo: Dios creo al gato para que el hombre acaricie el tigre. Bernardette Graner

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