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La historia oral W. Moss, A. Portelli, R Fraser y olros Introduccién, y seleccion de textos: Dora &chwarzstein 108 FUNDANINTOS DE € lL CIENCIAS DEL HOMBRE | Centro Edilor de América Latina HACE DIFERENTE A LA pease HISTORIA ORAL* Alessandro Portelli “SF, die la seftora Olver, YY cuando mucho tempo después habian del asunto, denon una solucién que ilo, mnismes han Blaborado. Es0 no es demasiado ut, verdad”. Es uti, dijo Poirot... “Es importante conocer ciertos datos que han perdurado an la memoria de las personas auncuo elas 90 fuedan saber exactamente cual {ue el hecho, por qu sucedid o qué levé a él. Pero pueden muy bier saber algo que nosotros no sabemos y que no tenemos modo de co: fo recuerdos que han llevado a ieorias...” nocer. Ha habic jerdos Qh eee Los alefanies recuerdan investigaciones histédcas, sin embargo, re lueron rea- Yncan lane an ityes como ent hombres, por los primeros son lamentablemente scasos respecte. de. Sus famas favortae, montas quo él descvbnd =ve los vieos ecinos, y aun fnas sus esposas, son cos on ese saber le- gendario, tan invalorablo para ia vordadera historia. AS Seda ved ue daba con una genuna fami hoandesa, 05 tmodamento encerraga an su casa ce campo Ce tcho ba, fa sombra do un copeso sicémora, [a mirate come a un equa volumen cerrado an lola gbicaY Ia tudlaba con ei entusiasmo de un ratén de biblioteca. Was ington Irving “Rig Van-Winkle* : (ell, the death"6f Luigi Trastull. and «ther stories. ‘York Press, 1991, pags. 45-58. Una primera versién, "Sulla specificita della storia orale” aparecié en Primo Maggio (Milan, Italia) 13 (otofo, 1979), 45-60: fue reecitado como “On the peculiarities c! oral history’ ‘on History Workshop JornaOxiord, Inglaterra) 12 (pri navera, 1981, | 96-107, 36 as Recuerdos que llevan a teorias Un espectro ronda los salones de la academia: el aspectro de la historia oral, La comunidad intelectual italiana, siempre recelosa de las novedades del exterior —y sin em subordinadas a los “descubrimnientos exttanjeros"— se apresuré a recortar la historia cral aun antes de tratar de entender qué es y cémo se la usa. El método empleado ha sido el de cargar a la historia oral con pretensiones que no poses, para tranquilizar la mente de todos rechazéndolas Por ejemplo, La Repubblica, el periddico italiano de orien. faci6n mas intelectual e internacional de cuantos se publican en Italia, ‘se apresurd a desechar las “descripciones ‘desde abaja’ y los paquetes artificiales de ‘historia oral’ donde se supone que las cosas se mueven y hablan por si mismas", sin siquiera detenerse a advertir que no se trata de cosas sino de personas (si bien personas a menudo consic eradas 0 mas que “cosas’) que la historia oral espera cue “so muevan y hablen por si mismas\".! Parece existir el temor de que una vez que se abren las compuertas de la oralidad, la escritura (y con ella la racio- nalidad) sera expulsada por una masa espontanea ¢ incon- trolable de material tluido y amdrfo. Pero esta actitud nos ciega al hecho de que nuestrc temor reverencial por ja sscritura ha distorsionado nuestra percepcion del lenguaje y de la comunicacién al punto que ya no entendemos ni la oralidad ni la naturaleza de la escritura misma. En realidad, ‘as fuentes escritas y orales no son mutuamente excluyen- tes, Tienen caracteristicas comur es asi como auténomas y funcianes copeeificas que sdlo cava una puede cumplir (0 que uA conjunto de fuentes cumple mejor que otro). Por lo tanto, requieren instrumentos interpretativos difere ites y especificos. Pero la subestimacién y la sobreestimacion de las {uentes orales terminan por anular cualidades e< pecifi cas, convirtiendo a estas fuentes ya en meros apoyos para ‘as fuentes escritas tradicionales y3 en una cura ilusor a para todos 'os males. Esie capitulo tralaré de sugerir algunos do los modos on que fa Historia oral ox ririresoe oa storia oral es inlrnsecamente diferente {por o Tanto especiiicamente_ ui La oralided de las fuentes crales Las fuentes orales son fuentes orales. Los estudiosos estan dispuesto a admitir que e documento real es la cinta gra- bada, pero casi todos trabajan con las transcripciones y son solo las transcripciones las que se publican * En ocasiones, las cintas se destruyen: ur caso simbdlico de la destruccion Ge la palabra hablada. La transcripcion conviete los objetos orales en visuales, ue inevitablemente img & diferente eficacia de las grabaciones, comparadas con las transcripciones —por ejemplo, para los fines del aula— solo puede apreciarse mediante la experiencia chrecia. Esta es una de las razones por las: cuales creo que es innecesario darle una atencion excesiva a la busquede de metodos nuevos y mas inmediatos de transcripcion. Esperar que le tanscripcion reemplace a la cinta pare los fines cientificos ‘equivale 2 hacer critica de arte con reproducciones o critice literariz con traducciones La traduccion mas Meral casi nunca es la mejor y una traduccion verdaderamente fie! siempre implica cierta cantidad oe invencin. Otro tanto puede decirse de la trans2tipcion de fuentes orales JOrro aspecto concierne al contenigo: la vida gotidiana y le cultura materia! de esas personas o grupos. Sin embargo, no son especificas de lad fuentes orales. Las Cartas de los emigramies, por ejemplo, tienen el mismc origen y contenido, pero son éscritas. Por otra parte, muchos proyectos de historia oral han reunido entrevistas con miembros de grupos sociales que usan la escriura y se han ocupado de topicos habitual- mente cubierto: Por lo tanto, asi, muchas "storia oral son, en tealidad, teorias de la historia social en su conjunto, No necesitamos repetir 38 aca que la escritura representa el lenguaje casi exclusiva- mente por medio de rasgos segmentarios (gratemas, sila- bas, palabras y oraciones). Pero el lenguaje también esta ‘compuesto por atro conjunto de rasgos, que no pueden ser contenidos dentro de un solo segmento pero que también son portadores de significado! “La misma declaracion puede tenet signficados muy contradictorios, segun la entonacion del que habla, Io que no puede representarse objetivamente en l@-transcripcion sino describirse aproximadamente en las propias palabras del transcriptor Para hacer legible is tramscipeiin, habitualimente es nocesanio inclu signos de puntuacion, que son siempre un ape eee cena mas © menos arbiirano del transcriptor. La pun luacion. indica pausas distribuidas de acuerdo con reglas gramatical2s: cada signo tiene un lugar. un significads y una extension onvencionales. Estos casi nunca coiciden con los rimos ) pausas del sujeto que habia y, por lo tanto, terminan por confinar el discurso dentro de regigs gramati cales y logicas que no sigue necesariamente. ferpretativas Tyas: la desaceleracion puede signilicar mayor 6ntasis asi como mayor dificultad, y 1a aceleracion pude demostrar un deseo de pasar por alto ciertos puntos, asi como una mayor familiaridad 0 comodidad. En todos los casos, el _analisis de los cambios en_la_v. 2 Combinarse con el_analisis del_rim: 39 es una cuestion de pureza filolégica. Los rasgos que no pueden ser contenidos dentro de segmentos son el sitio (no exclusivo, pero muy importante) de las funciones narra- tivas esenciales: revelan las emociones de los nartadores, su participacién en la historia y el modo en que la historia los afect6, A menudo esto implica actitudes que fos hablan- tes pueden no ser capaces de (0 estar dispuest2s a) expro- sar de otra manera, 0 elementos que no estan plenamente dentro de su control. Aboliendo estos rasgos, achatamos el contenido emocional dei habla hasta que alcanza la supues- ta ecuanimidad y ia objetividad del documento escrito. Esto puede agudizarse cuando participan informantes el pueblo: pueden tener un vocabulario pobre pero a menuco son mas ficos en variedad de tono, volumen y entonacién que los hablantes de clase media que han aprendido a imitar en al habla ol tono pareja de 'a escritura.® Esto es Tan certo del teatimonio dado on las ontiovietae libro como de los materiales del folklore organizados mas formal- mente. Por ejemplo, algunas narraciones contienen cambios sustanciales en la “velocidad” de la narracién, es decir, on la proporcién entre la duracién de los acontecimientos descrites y la duracién de la narracién. Un inforriante puede contar en pocas palabras experiencias que cluraron un tiempo largo, o demorarse largamente en apisodios breves. Las oscilaciones son significativas, aunque rc podemos establecer una norma general de interpretacién: demorarse ‘en un episodio puede ser un modo de acentuar su impor- tancia, pero también una estrategia para distrae: la atencién 40 de otros puntos mas delicado: aquellas elaboradas por Gérard Genette, tales como “distan- cia” 0 “perspectiva", que definen la posicién de! narrador hacia la historia.® menudo son un signo de la clase de control que tienen los habitantes sobre la narrativa. ura tipica régurrente es aquella en la que se usa el lenguaje estandar en general mientras que el dialecto aparece en digresiones 0 anécdotas, coincidiendo con una participacion mas personal del ~arrador 0 {como cuando (as. presencias del dialecto coinciden con el lenguaje fermaliza- do) a intrusién de a memoria colectiva, Por otra parte, el lenguaje estandar puede surgir en una narrativa en dialecto cuando los temas estan mas :strechamente relacionados con la esfera publica, como la politica. Nuevamentte, esto puede significar tanto un grado nds 0 menos consciente de Separacién, como un proceso de “conquista” de una forma mas "educada’ de expresién qu2 comienza con la farticipa- 4 cidn en politica.* A la inverta, ja dialectizacion de los térmi- nos técnicos puede ser ur signo de la vitalidad del habla. tradicional y del modo en que los hablanies se esfuerzan por amplat la variedad expresiva de su cultura. Las entrevistas suelen revelar acontecimientos desconocidos 0 asp Desde este punt {al ‘que volveré en la seccion siguiente) Pero el elemento singular y precioso que las luentes orales imponen al histori see en igual medida, es la Si el enfoque de la investigacior. es amplio y lo bastante articu tansversal de |i lado, puede surgir una seccion de un grupo 0 de una clase las fuentes orales pueden no agregar mucho a Ic que sabemos, por ejemplo, del costo material de una huelga para los trabajadores partizipantes: pero nos dicen mucho sobre los costos psicolgicos. Tornando una categoria lite faria de los formalistas rusos, podriamos decit que las fuentes orales, en especial de ios grupos de hegemonicos. son una muy itil integracén de otras fuentes en le que conciemne aja fabula ia secuencia logica, causal, de la historia—{ pero se .ornan dnicas y necesarias por su_argu. Mento, “€| modo _en que ics materiales de la historia sor Ordenadios por los narradcres para contar la historia * La ‘Srganizacion de la narrative revela mucho de las relaciones de los hablantes con su historia. La subjetividad es asunts.de la historia tanto como ki son los *hechos" mas visibles. _o que creen los intormantes os en verdad ur_hecho historico (es decir, ef hecho de que ellos Je erean], tanto como fo que realmente sucedio, Cuando los ‘abajadores de Terni ubican mal un abonlecimiento crucial de su historia (la muerte de Luigi Trastulli) de una fecha y un conlextc 2 otro, esto o artoja dudas soore la cronologia teal, pero nes obliga @ reordenar nuestra interpretacion de una entera fase de la historia del pueblo, Cuando un viejo lider de masas, también en Terni, sueha una historia acerca de cOmo cas consigue aue e! partido Comunista revierta su estrategia despues de 2 Segunda Guerra Mundial, no fevisamos nuestras reconstrucciones de los debates politi- Cos dentto de la izquierda, sino que nos enteramos de la magnitud de. costo reai de ciertas decisiones para esos activistas de las masas que debieron seputtar en su subcons- Cionte sus nocesidades y deseus de 'revolucion, Cuando desoubrimos que en otras partes del pais se cuentan histo- fas semejanites, reconocemos un complejo iegendario semitormado en ei cuai las ‘divagaciones. seniles” de un anciano decepcionads revelan mucho acerce de la historia Ge su paride que o se expres en las memorias extensas y lUeidzs de sus lideres oliciales. f= imporianeia Ge testimonio oral puede tesidir-nc 6n Su adnerancia al hecho, sino mas dier en su alajamuen: 10 det mismo cuando surge ia imayinacion, e! simbolismo ¥ @i deseo. For lo tanio, ag hay fuentes orales Taisas’. | Vez que heros veriicado su credibilidad factual con 1od0s BS crilerios sstablecidos de le criica Wologea y le veriica— Con factual requendos por todos los tipos de luentes, ja diversidad de la historia oral consiste en ei hecho de que las feclaraciones “equivocadas” son psicologicamente “verid Gs" y que esa verdad puede ser igualmente importante Gomo fos relalos factualmente confiables. Por supuesto, esto no signiica que aGepiemos el prejuicio Sominante qe ve la credibilidad factual como un monopolio Ge los documentos escritos. Muy a menudo, los documentos *scritos son solo la trasmisién no controtada de fuentes 43 SS a orales no identificadas (como en al caso del irforme sobre la muerte de Trastulli, que comienza: “De acuerdo con la informacién verbal tomada...). El pasaje de esas “fuentes- uf orales al documento ascrito susle ser ef iesuttado do Process que no tienen credibilidad cientifica y que a menudo estan cargados de sesgo clasista. En los registros de juicios (al menos en Italia, donde no se les reconoce ningtin valor legal a las transcripciones taquigrificas 0 de cintas grabadas), lo que se registra no son las palabras realmenta pronunciadas por los testigos, sino un resumen dictado por al juez al escribiente, La distorsién inherente a tal procedimiento supera toda evaluacién, en especial cuando los hablantes se han expresado originaimente en dialecto. Sin ambargo, muchos historiadores que desprecian las fuentes orales aceptan esas transcripciones legales sin formular ninguna pregunta. En menor medida (grecias al uso frecuentes de la taquigrafia), esto corresponds a los registros parlamentarios, a las minutas de ancuentros y convenciones y a las entrevistas publicadas en periédicos: todas fuentes que son usadas legitima y ampfiamente en la investigacién historica estandar. Un subproducto de este prejuicio es ia insistercia en que fas fuentes orales son distantes de los acontecimiantos y por fo tanto sufren la distorsién de la memoria defectuosa. En verdad, este problema existe para muchos documentos es fetes aetcheles qursree cots trae cues damuastra que cometen erroras, son tan distances de algu- nos aspactes dal acontecimiento que narran como lo son muchas ontrevistas histéricas oraies, y sdlo acultan su dependencia del tiempo texto”, Por otra parte, De hecho, no se debe olvidar que los informentes orales pueden ser también alfabetizados. Tiberio Ducci un ex lider 44 de Ia liga de trabajadores agricolas de Genzano, en’ las colinas romanas, puede ser alfpico: ademas de recordar su propia experiencia, también ha investigado en los archivos locales. Pero muchos informantes leen libros y poriédicos, escuchan la radio y Ia talavisién, ationden 'sermones y discursos politicos y guardan diarios parsonaiss, cartas, recortes y dlbumes fotograficos. La oralidad y la eseritura, ya desde hace muchos sic'os, no han existido en forma separada: si muchas fuentes ascritas se basan en la orali- dad, la oralidad moderna misima esta sat i 8 ‘98 cambios que pueden haber tenido lugar posteripr- mente en la conciencia subjetiva personal de los nartadores © @N su posicién socioscon¢mica pueden afectar si no la narracién concreta de aconte-imientos anteriores, al menos la evaiuacién y al modo de “colorear” ia historia, Muchas Personas son reticentas, por ejemplo, cuando se trata de daseribir formas ilegales de lucha, por ejemplo el sabotaje. Eso no significa que no las rncuarden claramenta, sino que ha habido un cambio on sus cpiniones politicas, sus circuns- tancias personas o en la linva de su partido. Por lo tanto, acciones consideradas legfimas @ incluso normales o flecesarias en Sar eee oa jas ahora com@ inaceotables literalmente son desechacas de la tradicién. = ‘estos casos, la informacion mas preciosa puede estar en lo que gus_en lo que cuentan. jin embargo, con frecuencia los narradores son capaces de reconstruir sus actitudes pasadas aun cuando ya no ccinciden con las presantes. Este es el caso de jos traba- jadores de la fébrica de Terni que admiten que les represa- lias violentas contra los ejecutivos responsables de los despides masivos en 1953 peden haber sido contraprodu- antes, aunque reconstruyen con gran lucide:: por qué parecieron tiles y razonables en su momento, Jwstimonios orale mis importantes de nuestra época, La ‘autobiogratia de Malcom X, €| natracor describe muy vivi- damente cémo trabajaba su mente antes de alcanzar su actual percepcion y luego juzga su propia personalidad: pasada segiin las pautas de su actual conciencis politica y Feligiosa, Si la entrevista se.realiza con nabilidad y sus fines on claros para los narradores, & esics no les resulta dif hacer una distincidn entre su personalidad pasada y la presente, cbjetivando fa pasaca como diferente de Ia actual En estos casos —Malcolm X es nuevamente tipico— I Jronia a €| principal mada narrative. os paultas dilerantes Sticas (0 politicas, 0 relgiosas) y narrativas se inierioren y ‘S@_superponen_y su tension modela Te naracon historia. 761 otra pane, también pidemos encontrar narradores percancién parece haberse_delenido_en_momentos idos de su experiencia personal. cerlos luchadores de ia jsisiencia, 0 veleranos de guerra: y ial vez cierios miltan- tes estudiamtios de le décaca del ‘60. A menudo, esos indiviavos estan totalmente absorbidos parla totaldad Gel aconlecimente hislorico del que jueron pane y su releto asume Tas cagencies y Ta formulacon de la épica, Lad TinciGn entre _un_estio wonico y uno epico mplica una dis: TingiSn crise perspectives nistoricas, que oeben sei tenidas on cuenta an nuestra inlerprelacigr. o8| tesimoni9. AD 6 90 «19.000 RE eMeneneet eT Cs eae escritura @ menudo nos lleva @ olvidarlo. Pero la no adjeti- vidad inherente a las iventes orales esta en caracierisicas intiinsecas. especificas, sienoo las mas importantes elhecho Eee ee eee La intruduccién de Alex Haly @ Le avtobiogralia de Malcolm X describe que Macolm no cambié su enfoque narrativo espontaneamente, sno porque el interrogatorio de Su entrevistador lo tue apartando de la imagen exclusiva- mente pitlica y oficial de si mismo y de la Nacién del (siam que estaba intentande proyectar. Esto ilustra.al hecho de que 46 los documentos de historia oral son siempre el resultado de: una relacién, de un proyecto compantido en el cual tanto elt ‘ontrevistador como el entrevistado estan participando, aunque no necesariamente en armonia. Los documentos escrilos on tios, existen sa que tengamos conciencia de ellos 0 no, y no cambian una vez que los hemos encontrado. Eltestimonio oral es sélo un recurso potencial hasta que los investigadores le dan existencia. Te cenaiion para le exis tencia de una fuente escrita es la emisiOv., pare las {. antds rales, Ia transmision: una diferencia semejame a la sescrita por Roman Jakobson y Piotr Bogatyre’ entre los procesos creatives del folklore y los de la literat."= El contenido de la {uente escrita es independiente de Jas necesidades y las hipotesis del jnvestigador: es_un texto astable, que sdlo podemos interBretar. E! contenido de las ‘{Tenies brales, por olve parte, Gepende en duena medida de Gatie ise poten Toe oni ovstaderes ef Terminos Je preguh- ST Reape ee a Es el iwvestigador el que decide que habra una entrevista, en primer lugar Los mvestigacores @ menudo introducen siorsionés especiticas: los informantes les dicen lo que creen que ellos desear que les digan y asi revelan quién reen que es ol invostigador. Por otra parte, las antrewi figidamente estructuradas pueden exciuir elementos cuya existencia o relevancia eran previamente desconocidas para el entrevisiador y pot lo tanto no fueron contempladas en el programa de preguntas, Tales entrevistas tienden a contir- 8 mzico de relerencia previo del historiador onvenria que 10s hisloniadores reconar® 'o aprovechen en lugar de tratar,de eliminario en favor de imposible (y tal vez indaseable) uando Tas entrevistas, ‘como sucede con frecuencia, se preparan para la publica~ cin omitiendo por completo la vor del entrevistador, se produce una sulil distorsién: el texto da las respuestas sin 47 Dear ee las preguntas, lo que lleva a suponer que un nar‘ador dado jiampre dice las mismas cosas, con independencia de las i jas; en otras palabras, se tiene la impresién de que un hablante estan estable y reiterative como un docu- mento escrito. Cuando se suprime la voz del investigador, la como las deciaraciones autobiograficas 0 histéricas dadas on una entrevista’ Incluso el mismo entre- vistador obtiene diferentes versiones de! mismo narrador en distintas ocasiones. Cuando los dos sujelos llegan a cono- corse mejor, del ni a inacién Ge clase —Iratar de identilicarse con lo que cree el narrador que as al interés del entrevisiadcr-— puede verse reemplazada por una mayor independencia 0 por un mejor entendimiento de los propositos de la entrevista. O una entrevista previa simplemente puede haber cespertado recursos que luego son narrados en encuentios pasteriores. E| hecho de que las entrevistas con la misma persona puedan continuarse indefinidamente nes lleva a la cuestion del cardcter de incompleto propio de las fuentes ovale, a invastig: istorica con fuentes orales, entonces, siempre posee la naturaleza inconclusa del trabajo en realizacion. Piva reyisar todas las fuentes orales posibles de las huelgas 42 Ternfde 1949 a 1953, se deberia antrevistar on profundidad a varios miles de personas: tuda «muestra seria s6lo tan contiable ‘como los métodos de muestreo empleados y nurca podria garantizar que no queden {uera narradores de "calidad" cuyo testimonio solo podria valer por diez tastimonios salecciona- dos J. Dado que ninguna Investigacion (especto de un tiempo histérico del que se dispone de temerias vivas) esta completa a menos que haya agotado las fuentes tanto orales como escritas, y que las fuentes ovales son inagotable, ‘el objetivo ideal _de_agotar “todas |a3 fuentes s_se tora Inviable. El trabajo hislérico que emplea fuentes orales es inconcluso por la naturaleza de lac fuentes; 4 4 al trabajo histérico que excluye las fuentes orales (cuando ei ieee oe nena cornices ia ponibles) es incomplete por definiciSn. La historia oral no esta donde las clases trabajadoras hablan por. si mismas. La afirmacién contraria, por supuesto, no seria del todo infundada: la narracién de una huelga median- te las palabras y los recuerdos de los trabajadores antes que los de la policia y la prensa (a menudo poco amistosa) ‘obviamente ayuda (aunque no autométicamenta) a Balan- cear una distorsién implicita en esas fuentes. ‘érminos de montaje y transcripcién). Aun aceptando que la Clase trabajadora tabla ee la historia oral, es Sbvio gue la clase no habla en abstracto, sino que |e habia a! historiador, con el historiador y, 2n la medida en ques publica el material, mediante el historiador. * En verdad, las cosas taribién pueden ser al reves, El historiador puede validar su discurso “ventriloquizandolo” por medio del testimonio del narrador. De modo que lejos de desaparecer an la objetividad de las fuentes, falas clases trabejadoras, los hisioriadores orales pueden estar usando palatras de otra gente pero sequir sienco responsable del ciscurso en general 49 Mucho mas que los documentos escritos, que 2 menudo evan el aura impersonal de las instituciones que las han amitido —aunaue, por supuesta, estan formadas por indivi 2 5 3. Junio 2 la primeia narrativa del enirevistado sla la primera persona del hisioriador, sin el cual no habria entrevista. Tanto el discurso_del_informante como el del historiador_2stan en forma narrativa, que con mucho menor frecuencia es el caso de Tos documentos archivisticos. Los informantes son hislorladores, en clerlo Sentigo: 1o- tiador es, en cierlos sentidos, una parte de la fuente ps Wadidonales escrios da Risiota suelor-protertarso en el rol de lo que Ia teoria literaria desoribiria como un “natrador omnisciente”. Dan un relato en tercera persona de acontecimientos de los que ro fueron parte, y que ellos dominan por completo y descle arriba (por encima de la concioncia de los participantas mismos), Parecen imparcia- les y desapegades, sin entrar nunca en la natrativa salvo para hace: comentarios lateraies, a la manera de al Sone Ne es solo un cambio yramatical de la tercera a. phiméra persona, sino tode una impliciiamente indica una participacion politica y personal mucho mas profunda que la del narrador extemo. Escribir historia oral radical, entonces, no es una cusstidn de ideo- de tomar partido subjativamente, o de slegit un Conjunto de fuentes en lugar de otro. inherente fa presensia del historiador en la historia, ala asuncion ge responsabilidad que io inscribe en el rolalo_y revela la eee es tee como Un aclo euldnomo de nairacien. Las ‘gpcI0neS poiilicas se tornan manos visibles y vocales, pero mas basices. Tmito dle que el histeriador como sujeto podria desapa- recer en la verdad objetiva Je las fuentes de la clase trabajadora era parte de una visién de la militancia politica ‘como la aniquilacién de todos los roles subjetivos en ol del 50 activista dedicado, y come absorcién en une clase trabaja- dora absiracta. Eslo resultaba en una ironica semejanza con la actu tradicional que vela a los historiadores como no impiicados subjetivamente en la historia que estaban escri- hiendo. Los. historiadores orales parecen ceder a otros sujetos de! discurso pera, en realidad, el historiador se torna cada vez mencs un “intermediaric” entre la clase trabajadora y el lecior y cada vez mas un protagonssta, En la esuriture de historia, como en la literatura, el acto de Gentrarse en le Tuncion Gel narrador hace que esa Tuncmy pe agagte En una Tovela cone: Lord tn de doeeph fonrae. el personajeinarrador Marlow puede conta’ S010 10 que él mismo ha visto y oldc: pare contar la “historia completa’ se ve obligado 2 incorporar a varios otros “inlor- mantes” 2 su relato. Lo mismo sucede con los historiacores gue trabajnn ean fuentes orales Al entrar explicitamente en la historia, 19s historiadores deban permit que las fuentes entien en el A Ghicilmenis esten en e| misme ‘pamioo". La confrontacion.de Sus paniculariGades diferentes —conlrontacion como “con-— ficto”, y corfrontacion como “busqueda ¢ unigad — es una de las Goss que hacen inleresanie @ le historia ora Notas: Beniaminc Piacido en Le Repubblica, 3 de octubre de 178 * Una excepsion italiana es el Istituto Emesto De Martino, una Si:s

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