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6. La CINEGRAFIA INTEGRAL Hacia 1920, y durante lo que se ba lamedo la Edad de Oro del cine francts, surgié wma escuela de cineastas que preconizaba la necesiad de am ‘ine «viewal», «real», cnatural», cbumanistar. Su mentor reconociéo fie Loxis Delle (rgo-r92q), director, guionista y critco, junto a guiea s2 destacaron Jacques de Baronctll, Germaine Dulac y los despuds mds famosas directores “Abel Gance y Marcel L’ Herbier EL texto siguiente, sobre principios estticas del cine, fue escrito por Germaine A. Dulac (1882-1942), 1a adelantada del feminism actual, con tena vasta carrera en el periadismo, la critica y el cine. De su tarta em la realizaciin se destacan La Féte espagnole (2919) 7 La Coquille et le Clesgyman (1926). El ensayo fue publicado on el tomo segundo de L'Are Cinématogeaphique (Librairie File Alcan, Part, 1927), con el titulo Les Esthétiques. Les Entraves, La Cinégeaphie intégrale. Su concep tos derivan claramente de las ideas de Delluc. Posteiormente, la autora amplio su toria cinematogréfica cir nuevos modos de expresén (lo narrative, la interpretaciin draméi 88 Las estéticas. Las trabas. La Cinegrafia integral GERMAINE A. DULAC A Yvon Delbos, amigo del cine cine es un arte? desarrollo de su fuerzaque rompe la barrera, sélida, sin embargo, de las incomprensiones, de los prejuicios, de las rutinas, ara manifestarse en la belleza de una nueva forma, lo demuestza 4e manera mas que suficiente. Todas las artes poseen una personalidad, una individualidad expresiva que les confiere su valor y su independencia. El cine, sefiido hasta ahora a la tarea, a un tiempo servil y espléndida, de va, debia abandonar sus p segiin las exigencias, a los conocimi = perder su caricter de séptimo arte, se eleva, lenta pero deci- didamente, a través de elementos contrarios, deteniéndose en ocasiones en etapas de lucha, por encima de las trabas para aparecer en la luz de su verdad a los ojos de una generacién i, tal como lo consideramos actualmente, el cine sélo fuera 22 sucedéneo, una imagen animada, pero exclusivamente una ==agen, de las expresiones evocadas por la literatura, la miisica, la sscultura, la pintura, la arquitectura, la danza, no seria un arte, 89 Ahora bien, lo es en su misma esencia y en sumo grado. De abi las constantes y répidas transformaciones de su estética, que de manera tan incesante como penosa intenta desprenderse de las sucesivas interpretaciones errdneas de que es objeto, para revelar- se finalmente de acuerdo con su propia tendencia El cine es un arte joven. Mientras que las restantes artes han contado con muchos siglos de cxistencia para evolucionar y perfeccionarse, el cine sélo ha tenido treinta afios para nacer, cxecer y pasar de los primeros balbuceos a un lenguaje consci capaz de hacerse entender. A través de las formas que le hemos impuesto, vemos bajo qué forma ha intentado, 2 su vez, imponer- se poco & poco a nosotros. El cine, descubrimiento mecénico concebido para captar la vida en su movimiento exacto y continuo, creador también de ‘movimientos combinados, sorprende, con motivo de su aparicién, la inteligencia, Ia imaginacion, la sensibilidad de los artistas a los que ningtin proceso habia preparado para esta nueva forma de y alos que, para crecer y desatrollarse, bastaba: de los pensamientos y de las sensaciones escritas, ra, arte de las expresiones plisticas; la pintura, arte de los ica, arte de los sonidos; la danza, arte de las ias de los gestos; la arqu Si bien muchas mentes apreciar un elemento psicolégico, visién del movimiento a partir de un éngulo determinad miento de lineas, podia suscitar la emocién y exigia, para ser cntendida, un sentido nuevo, paralelo al sentido literatio, musical, rico 0 pictrico. Existia un aparato mecinico, promotor de formas expresivas y de sensaciones nuevas, ninguno de ellos, ai brotaba algiin sentimie: una imagen en movimiento y la cadencia de su yuxtapo: mo un teclado de vibraciones deseadas y buscadas durante largo jempo. Fue el cine el que nos rev emotivo, presente en nuestro inconseiente, que nos conducia a la comprensién sensible de los ritmos visuales, y no nuestro deseo razonado Io que nos llevé a acogerlo como un arte esperado. Mientras que nosotros, afirmados a nuestras antiguas concep- 90 ciones de la estética, le considerébamos a nuestro nivel de entendi- miento, él intentaba clevarnos inttilmente hacia una concepcién inédita’del arte. Es bastante turbador comprober la simplista mentalidad con que acogimos sus primeras manifestaciones. Al principio, el cine solo fue para nosotros un medio fotografico de reproducir el sto que la palabra movimiento ivial de personas y cosas animadas, yendo, viniendo, moviéndose, sin otra preocupacién gue la de desplazarse en el marco de una pantalla, cuando habria io preciso considerar ¢l movimiento en su esencia matemitica y Hloséfica, La contemplaci6n de la legada del inefable tren de Vincennes 4 ka estacién bastaba para contentarnos, y nadie pensé, en aquel ‘momento, que ahi residia, oculea, una ai ia expresin de la sensi preocupé de ir a descubri lana escena vulgarmente forografiada. No se intenté averiguar si en el aparato de los hermanos un metal desconocido y precioso, una amos a domesticarlo convirtiéndolo en icas anteriores, despreciando el examen profundo de sus propias posibilidades. Al movimiento mecénico, cuyo estudio sensible se desprecia- iso aiadir, en busca de la distraccion, el movimiento sentimientos humanos mediante los personajes. De ste modo el cine se convirtié en un derivado de la mala literatu- = Se comenzaron a agrupar fotografias animadas en torno a una acci6n exterior. Y, después de una primera existencia pura, el cine 22166 en el imbito del movimiento ficticio ina obra de teatro ¢s movimiento puesto que existe una 8 de animo y en los hechos. La novela es nto ya que contiene una exposicién de ideas, de situacio es que se suceden, se enfrentan, chocan. El ser humano es , refleja unas impre- de confusiéa en vuntarse si no estaria abi la verdad, se asimilé el cine al Se le consideré como un medio ficil de multiplicar las escenas y 19s decorados de un drama, de reforzar las situaciones draméticas, 3” gracias a la alternacién de unos marc con la naturaleza ‘A la captaciéa del movimiento, tomado en la misma vida, le sucedi6 una extraia preocupacion de reconstruccién dramética, hecha de pantomima, de expresiones exageradas y de temas interpretados, en personajes se convertian en los principales factores cuando es posible que la evolucién y las transformaciones de una forma, de un volumen o de una linea, nos hubiesen procurado un placer mayor. vo que sigue actualmente tuna forma més moderna: accidn fotografiads que esta tan lejos de la teoria como después de los aos de error, del puro movimiento de Vincennes. De un del otro, lz eaptacién de un movimiento ea beuto, el de una méquina con’sus bielas, sus ruedas, su vel Los primeros cineastas que consideraron oportuno recluit accién cinematografica en una forma narrativa, alifiada de cecons- trucciones insulsas, y quienes les animaron, cometieron un culpa ble error. La llegada de un tren 2 la es 2 proporcionaba una sensa- zs6lo puede hacerlo a través de otras almas construidas segtin una causa? © M, Tallior y Mlle Myrga, dirctors dl Stadio des Usuines. 92 La pintura, sin embargo, puede crear la emocion mediante 1 mera fuerza de un color, la escultura mediante la de un simple volumen, la arquitectura mediante Ia de un juego de proporciones ¥ de lineas, la mésica mediante la unién de sonidos. Ninguna de precisa de un rostro. gNo era posible considerar el movi- ato bajo este angulo exclusivo? Pasaron los afios, Los métodos de sealizacién y la ciencia de is realizadores se perfeccionaron, y el cine narrativo, ca medio de su error, alcanzé la plenitud de su forma literaria y dramitica con al xealisin -a de un hecho, la exactitud de un marco, la verdad de in de sus imigenes cre6 una cadencia expresiva que sorprendia que se equiparaba al movimiento, ‘Las escenas ya no se sucedian con independencia la una de la lo, sino que dependian Los norteamericanos fueron los reyes de aquella época. A través de un rodeo se volvia poco 2 poco al sentido de la vida, cuando no al sentido del movimiento, Se seguia trabajando a partir de una fabulacién, pero las imagenes que se decantaban ya 20 se presentaban recargadas de gestos intitiles o de de saperfluos. Se equilibraban en una armoniosa yuxtaposicién.

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