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Coleccién dirigida por Roxana Perazza. Mapas y recorridos de la educacidén de gestién privada en la Argentina e AIQUE Foucacién indice Presentacion. oo. 0cececceevseeeeeeeeeeeeeeeeeeeeetsceeennees 7 Primer prélogo u Segundo prélogo -.. 7 Capitulo 1. Apuntes sobre la educacién privada Roxana Petazza - Gerardo Suéter 00.0000 00 cece eect ee eee sees 25 Capfrulo 2. Parte I. En nombre de la rosa Pbro. Lic. Juan A. Torrella 2.00.00 0 coe ee eee es eeeeeeee ees 57 Parte II. Iguales y diferentes: el caso de las escuclas judias en Ia Argentina Prof. Yaacov Rubel 0.0.2.0. 0cc0ceeceeeeeeeseeeseee sees 87 Capitulo 3. Auge y avance de los subsidios estatales al financiamiento de fas escuelas privadas en la Argentina Alejandro Morduchowicz - Gustavo Iglesias... 00... ce ceeeeeeee ee 131 Capitulo 4, :Es publica la escuela privada? Notas para pensar en el Estado y en Ia educacién Myriam Feldfeber........0. wee ee ee cee eect ven eneenens 165 Capitulo 5, Notas sobres las cuestiones piiblicas en el marco de una experiencia privada Gabriela Farrén - Néstor Abramovich Capinulo 6. Para consteuir nucvas interrogantes . Sobre los autores... 0 cece cee eee nett ce eee 267 4. éEs publica la escuela privada? Notas para pensar en el Estado y en la educacién Myriam Feldfeber El titulo de este capitulo recupera la pregunta que, tiempo atrds, csormuldé Mariano Fernandez Enguita (1999) en un polémico! articulo onde planteaba la cugstién de si la escuela estatal es ptiblica, si responde al interés pablico, si este prima ——— > si aquella funciona como un verdadero servicio publico*. Nos interesa constitucionates de la educactén argentina”, el autor recupera el andlisis Bl arsicuto 44, janto con el articulo § (rlativo a fa obigacion de ks provinclas de arender ia educacién primaria), y el articulo 76 (sobre la arribucién def Congreso de organizar la educacién en todos tos niveles) conforman el denominado aviégeo constizucanal. ” La primera edicién de Bases constinucionates de la educacién. argentina. Un proyecto de reforma fue publi- cado en 1972 en una epedicién de la editorial Paidds y el Centro de Investigacianes en Ciencias de la Edu- cacidn del Instieuto Torcuato Di Telia. La segunds ediciSn actualizada fue publicada por ci Cancro Editor cde Amética Lata en el aio 1988. En el aio 2006, la Facultad de Filosofia y Lear de fa UBA publicg la tercera edicién actualizada luego de la Reforma Conszivucional de 1994. 176 Mapas y recorridos de la educacién de gestién privada en la Argentina de Sanchez Viamonte, quien sefala que el derecho de ensefiar invocado por los defensores de la denominada libertad de ensehanza es un dere- cho accesorio, un medio para el ejercicio del derecho a aprender, que constituye un derecho esencial entendido como el derecho de la personalidad a su pleno desarrollo por medio de la educacién, a la adquisicién de todos los conocimientos cienti- ficos que corresponden a la época.en que se vive y al desarrollo de las aptitudes vocacionales para lograr de cada individuo el méxi- mo de rendimiento posible en beneficio de la sociedad’. Este derecho corresponde a todas las personas en todos los niveles de la ensefianza sin discriminacién alguna. El detecho a ensefiar se vincula con el ejercicio de la funcién de educar y con la libertad de los docentes de exponer sus doctrinas libremente. El tratadista José Manuel Estrada concebia la libertad de ensefianza con una triple diteceién: el pleno derecho de los padres para escoger las doctti- nas y los maestros mediante los cuales sus hijos habrian de ser educados; el derecho de los profesores de derramatlas doctrinas que forman el fondo de su cardcter cientifico y moral, sin ser trabados por el Estado, y la libertad de asociarse y de coordinar los medios de la accién privada para constituir ana ensefanza eficaz fuera de las escuelas fundadas por el Estado”. ara la Iglesia, la libertad de ensefianza se vincula con Jade los padres de elegir la educacin de sus hijes, pero al considerarse la familia una sociedad natural y; por lo tanto, imperfecta, esta delega la educacion en la Iglesia, por su rol de Matery Magister, tal como se establece en la enciclica Divini Illius Magistri®. De acuerdo con la enciclica, el Estado tiene una funcién subsidiaria, una misidn supletoria de los defectos de la sociedad familiar, remediandolos con medias idéneos, pero siempre en conformidad con los derechos sobsenaturales de la Iglesia. El Estado debe proteger la educacién moral y religiosa de la juventud, favorecien- do la iniciativa y accidn de la Iglesia y de las familias. " Carlos Séachee Viamonse: Manta de derecho consteucionad. Buenos Aires: Kapeluse, 1959, p. 156, citado en Bravo (1988) ° José Manuel Estrada: Graso de derecho constitictonal. Buenos Aires: Imprenta del Pucblo, 1877, cicada en Bravo (1988). » Enciclica Divini Mus Magia, 31 de diciecnbre de 1929, en Coleeién de Eneelcas Pomeifciet 1830- 1950, Madsid: Guadalupe, 1956, 255 pliblica la escuela privada? Notas para pensar en el Estado y en la educacion La libertad de ensefianza se vincula también con Ja libertad de opcio- ines educativas. El documento elaborado por el Equipo Episcopal de Educacién Catolica sefiala que esta libertad se relaciona con los derechos de la persona humana: por ser ef hombre no sdlo objeto sino ante rodo stieto de su propia educacida, el sistema € ivo debe admitir el ejer: las dis- (leet Ee esas opciones sobresale, por su importan- cia, la que se refiere a [a eleccidn de escuela y, por ende, maestros; independientemente del caricter estatal 0 privado de los estableci- mientos (Equipo Episcopal de Ecuucacion Catélica, 1985: 77). Se considera que si el Estado canaliza toes los recursos a las escuelas estatales y priva de codo apoyo econémico a las creadas por la iniciativa ptivada, la libertad de elegir escuelas y maestros quedaria reducida a un pri- vilegio de los ricos, y se violarfa la ignaldad de oportunidades. Por lo tanto se sostiene que los aportes estatales a los See pede constituye un deber de justicia distributiva, cuyo fandamento ni otro que la igual- EEE ORO pa expen de sus iberads finda De acuerdo con la Declaracién de Principios de la Junta Coordina- dora de Asociaciones de la Ensefianza Privada (COORDIEP): “EL aporte del Estado para el financiamiento de [a escuela de iniciativa privada permite al Estado ofrecer equitativamente formacién a mas alumnos, con eficiencia en el manejo, destino y control de los recursos y menores costos, por la inversién de los agentes sociales no estatales en edificios, servicios, administracién y otros*” (2003). El principio de subsidiariedad, esbozado por Aristézeles, encuentra una clara formulacién en 1931, cuando Pfo XI publica Ja enciclica Quadragesimo Anno, donde procara salvaguardar la accién de las comu- nidades menores amenazadas en Italia por Ja concepcién fascista del Estado (Bravo, 1983: 25). Allf se sefiala: ... lo mismo a los individuos que a las familias debe permitirse- les una justa libertad de accidn, pero quedando siempre a salvo > COORDIEP: Decleraciin de principios y organizactin ‘La edlucaciin piblica de gestiin prisnda angentina 609 fer linea). Dispontbie en chtcpss/voww.coordiep.orgat/site!deca_prindipios {ivi shuumi> (2003), V7 178 Mapas y recorridos de fa educacion de gestién privada en la Argentina el bien comtin y sin que se produzca injuria para nadie, A los gobernantes de la nacién compete la defensa de la comunidad y de sus miembros, pero en a proteccién de esos derechos de los particulares deberd sobre todo velarse por fos débiles y los necesitados. Esta formulacién lonsehor Blanco sefialaba, en un trabajo elaborado para el Congreso Pedagégico, que | itera de los casos en los cuales el Estado tiene sus derechos propios como en las escuelas militares, escuelas de administracién publi ca, escui ‘sonal de relaciones exteriores, ete no es Edueador. Fl Esta © El documenta [glia y Comunidad Nacional, de la Confereneia Episcopal Argentina de 1981, readies ‘aue “La fumilia cs [a primeca célula dela Iglesia y de la sociedad, y la primera responseble de la educacisn”™ yy porelfo, los obispos se stenten urgidosa * promover las escaelas catdlicas, lugar privilegiado de evangelica- cidn, donde se puede hacer una sintess enate el Evengelio fa cultura, y propone al joven una misién glo- bal y ctistiana del hombre, del mundo y de la historia”, También se sefialaba la necesidad de “hacer tomar conciencia de la necesidad de que en las escuctas oficiales se asogurea todos, cxtélicos ¥ no cazdlicos fa posi- bilidad de una necesaria formacién teligiosa segtin el propio credo, de acuerdo a los principios de una sana enseftanza integral, la cual inclaye esencialmente la apertura @ la dimensi6n trascendense del hombce”. © El articulo 4.° de la LFE establecié: “i.as acciones educativas son responsabilidad de la familia, coma agente narural y primavio de la educacién, del Esado sacional como eesponseble principal, de las pro- vincias, los municipios, la Iglesia catdlica, las dems confesiones religiosas oficialmente reconocidas y las, organizaciones sociales”. B] articulo 6.° de la LEN sostiene: “El Estado garantiza el ejercicio del derecho constitucional de ensefiar y aprender. Son responsables de ias acciones edacativas el Estado nacional, las, provincias y la Ciudad Auténoma de Buenos Aires, en los términos fijados por el arciculo 4.° de esealeys los municipios, las confesiones religiosas reconecidas oficislnente y las organizaciones de la sociedad: ¥ a familia, como agense navanal y primario” (el destacado es nuestro). cE piiblica la escuela privada? Notas para pensar en el Estado y en Ia educcién EI Escado enttonces interviene ucactonal en funcida del ordenamiento jurfdico para hacer efectivo el derecho de otras entidades, a quienes les correspon- de por derecho propio el ensefiar y el educar Blanco, 1987: 23). Jo se requiere de un reparto proporcional de los i comunes a todos los establecimientos que lo integran y de supervisar la actividad de esos establecimientos passe ls norms) _ ate los rgen, “Todos los demds aspectos de Ja programacién escolar deben quedar librados a la competencia y responsabilidad profesional de las auto- ridades y docentes de los establecimientos educativos estatales o privados” (Equipo Episcopal de Educaciéa Catética, 1985: 87), La subsidiariedad del Estado en materia educativa también va a encon- trar una clara formulacién ena gi de mercado y en las propuestas de subsidio a la demanda, en las décadas de los ochenta y los noventa™, Las que constituyeron tespuestas rente a la cris octatico e ineficiente), que coarta la libertad individual y las fueezas del ° “Libertad de conciencia, lberted de eleccisn de escuclas, libertad de mercado son ennciads diferentes pero que historicamence tienen estrechos puntos de vinculacién: la libecrad ce couciencé suelve @ atgumenrarse frente & cra supuesta amenaza estat (,..) la defensa o le promocién d ges pitblica Ia escuela privada? Notas para pensar en el Estado y en ia educacién de la Argentina, el recorrido de la legislacién nos permite visualizar los crecientes logros del sector privado en materia educativa. La regulacién de lo publico y lo privado en la legislacion De la educacibn publica y particular en la Ley 1420 a la educaciéa publica de gestién estatal y privada en la Ley Federal de Educacién roceso de conformacidn del Estado nacional vigente para Capital Federal y para los territori nacional impulsé la creacién del sistema de instruccién publica y garan- tizé, para el conjunto de la poblacién, un minimo comin a través de la ja, La obligacion escolar supuso la existencl alcance de todos los nifios, tal como se establecidé en La obligacién escolar supone la existencia de la escuela puiblica gratuita al alcance de los niios de edad escolar. Con ese objeto cada vecindario de mil a mil quinientos habitantes en las ciu- dades, 0 trescientos a quinientos habiranres en las colonias y territorios, constituird un distrito escolar, con derecho, por lo menos, a una escuela publica, donde se dé en toda su extensidn Ja ensefianza primaria que establece esta ley. En su Estudio Preliminar sobre Ca aa libre eleccion de escueles hace converger al sector privade religioso y no religioso, y la libertad de mercado se craslada a las formes de pensar el espacio de la educaci6n a pactit de recetas de desregu- lacién o de ajuste” (Carli, 2006), 18] 182 Mapas y recostidos de la educacién de gestién privada en la Argentina paso, las ideas democraticas y liberales que pueden percibirse debajo de todos arn, del pais y moder- nizacién de sus instituciones (Weinberg, Estudio Preliminar sobre la Ley 1420). La disputa entre catélicos y liberales aparecié ya reflejada en ef debate de ia Ley 934 conocidd como. Libertad de ensefanza, san- cionada en 1878 que constituyé el primer antecedente relevante en el reconocimiento de los colegios particulares. Autorizaba a los alumnos de los colegios particulares de nivel medio a rendir examen en los colegios nacionales para validar los estudios. La aprobacién de los exdmenes acreditaba un certificado valido para las universidades nacionales. La ley también incluyé disposi s para los estableci- mientos provinciales de ee Posteriormente se extendié a las escuelas normales, industriales y comerciales, y a la ensefianza superior, Sarmiento, quien se incorporé en fos tramos finales del debate de la fey en la Camara de Senadores, mostré las incongruencias de esta norma y criticé la composicién del tribunal mixto, debido a que, a su juicio, favorecfa a las insticuciones particulares, mientras que los alumnos de fos colegios oficiales tenfan un tribunal de “cinco jueces severos”. Sostuvo que la Ley 934 no era una ley de libertad, sino un privilegio en favor de los colegios religiosos*. Et 20 de septiembre de 1878, Mitre sostuvo en el diario La Nacién que la sancién de la Ley 934 “viene a echar por tierra todos los adelan- tos que en educacién hemos conseguido en tan Jargo tiempo de luchas contra las tendencias clericales”, Américo Ghioldi (1961) analizé fas violaciones sistematicas que se produjeron en la aplicacién de la Ley 934. Un decreto de julio de 1897 inicié una serie de medidas favorables a los institutos privados, preferentemente catélicos, en, tanto extendié los beneficios de la incorporacién a las escuelas normales. Asf, junto a la expansién de las Escuelas Normales, provinciales y municipales, se desarrollé un siste- ma de escuelas normales catélicas que abarcaba un mayor ntimero de La ensefianza sepsin la Constinacién’, aricalo publicado los dias 5y 6 de agosto de 1878 en et dito Nacional, Vet Sarmiento y fa lhertad de enehanea, (Notica preliminat y notes de Aco Torrssa). Buenos Altes: Ediciones de la Liga Argentina de Culeusa Laica aEs piblica fa escuela privada? Notas para pensar en ei Estado y en la educactén 183 establecimientos que los fundados por la nacién y que, de acuerdo con la perspectiva de Ghioldi, puso ... en peligro la unién espiritual del magisterio desnaturalizando la finalidad esencial de la Ley 1420, de educaci lar, nacional y laica, desde que instinaciones privadas relacionadas n comin, popu- nacional e internacionalmente prepatan smaestros para fas escuelas del Estado y del pueblo con un espiritu contratio a fos fines de la ley y las necesidades espirituales de! pats (Ghioldi, 1961: 90). En el debate de la Ley 1420, con la libertad de ensefianza se defen- did, de acuerdo con Ghioldi (idem), el punto de vista ideolégico del “catolicismo, consis ervar a la familia y a la jesia el derecho =e e 1a liber- fundamental de la educacién. En este sentido, ee oUt tad de ensefianza, se impugné la necesidad de formar maestros y crear “escuclas normales, Como sefialamos anteriormente, la Ley 1420, sancionada para Capital Federal y cerritorios nacionales, distingufa entre escuelas puibli- cas y particulares o privadas. En su articulo 4.°, establecfa que “la ob! gacion escolar puede cumplirse en las escuelas puiblicas, en las escuelas particulares 0 en el hogar de los nifios; puede comprobarse por medio de certificados y exdmenes, y exigitse su observancia por medio de amonestaciones y multas progresivas sin perjuicio de emplear, en caso extremo, la fuerza publica para conducir los nifios a fa escuela”, Las escuelas puiblicas tenfan la obligacién de ensefiar codas las materias que comprendia el minimum de instruccién obligaroria (articulo 7.°). En lo que respecta a la Direccién y Administracién de las escuelas piiblicas se establectS que ls escuelas estarin a cargo de un Consejo Nacional de Fducacién, que funcionaba en la Capital de la Republica, bajo la dependencia del Ministerio de Instruccién Publica. En lo que respecta a las escuelas particulares, el articulo 70 del Capitulo VIIE establecié los deberes de los directores maestros de cere 1.° Manifestar al respective Consejo Escolar de Distrito su propé- sito de establecer o mantener una escuela 0 colegio de ensefianza primaria, indicando el sitio de la escuela, condiciones de} edificio elegido para tal objeto y clase de ensefianza que se propone dar. 184 Mapas y recorrides de la educacién de yestién privada en la Argentina 2.° Acompafiar a la manifestacién anterior los titulos de ca- pacidad legal para ejercer el magisterio, que posea la persona destinada a dirigir la escuela. 3.° Comunicar a la autoridad escolar respectiva los datos es- tadisticos que les fueren soliciradas, y Hevar con tal objeto, en debida forma, fos registros establecidos por los arts. 19 y 21, segtin los formularios de que serdn gratuitamente provistos por la autoridad escolar respectiva, 4.° Observar las disposiciones del art.16, acerca de la matricula escolar. 5.9 Someterse a la inspeccidn que, en interés de la enscfianza obligatoria, de ia moralidad y de la higiene, pueden practicar, cuando lo crean conveniente, los inspectores de las Escuelas Pri- marias y el Consejo Escolar de Distcico. 6.° Dar en el establecimiento el minimum de ensefianza obliga- toria establecida por el art. 6.°. E] articulo 71 establecié que el Consejo Escolar de Distrito podra neger a los particula- re5.0 asociaciones la autotizacién necesatia para establecer una escuela 0 colegio, 0 clausurarla, cuando no cumpla con los re- quisitos mencionados anteriores o que su establecimiento fuese conerario a la moralidad publica o a la salud de los alumnos. En fo que respecta a la ensefianza religiosa, el articulo 8.° dispuso: La ensefianza religiosa solo podrd ser dada en las escuelas publicas por los ministros aurorizados de los diferentes cultos, a los nifios de su cespectiva comunién y antes o después de las horas de clases. lesia_no cesdé en sus esfuer- ZOs pot con lerogacion de este articulo (Pirelli y Somoza Rodriguez, 1997). En 1943, por medio del Decreto-Ley 184i se Primaria, posprimaria, secund: aquellos educandos cuyos padres manifestasen expresa oposicién por gEs publics ta escuela privada? Notas para pensar en el Estado y en fa educacién pertenecer a otra religién, por lo que se respetaba la libertad de con- ciencia”. Estos alumnos recibian instruccién moral. La implementacién de Ja ensefianza religiosa a nivel nacional cons- tituyé la culminacién de un praceso que se habja iniciado en algunas provincias, tales como Buenos Aires y Catamarca. Por tratarse de un gobierno de facto, el decreto-ley fue aplicado incluso en aquellas pro- yincias en las que sus Constituciones establecfan expresamente el laicis- mo de la ensehancdy Pétén tontinud con la politica de acercamiento a la Iglesia Ys durante su campaia presidencial, defendié la necesidad de fa ensefianza religiosa catélica en las escuclas piblicas, lo que repzesen- taba no solo la continuidad de una préctica existente y la garantia del pacto, sino el hecho de duc Ta esucacish religise crasambign persinen: te y adecuada al desenvolvimiento y difusién de la doctrina peronista (Pittelli y Somoza Rodriguez, 1997). Por el apoyo de la Iglesia al peronismo, en 1947, se dio fuerza al Decreto-Ley 18411/43 mediante la sancién de la Ley 12987. En ese mismo afio, se sanciond la Ley 13047, que establecié el or: i de subsidios al sector privado destinados al pago de sa arios, mic au ida que ens palmente ala Iglesia, que controlaba gran parte de los cole- gios privados. La ley también establecié clausulas sobre el régimen laboral de los docentes y su estabilidad”, y fijé la contribucidn del Estado para el pago de sueldos minimos al personal docente de los establecimientos. En el afio 1954, la Ley 14389 establecié que el Ministerio de Educacion de la Nacién era el Gnico organismo que tenfa competencia para otorgar citulos de las diferentes ramas de la ensefianza media. Esta ley fue derogada en 1972 mediante el Decreto-Ley 19998, que esta blecié [a validez nacional de los estudios cursados en establecimientos educativos provinciales oficiales y no oficiales reconocidos. En la década del sesenta, el sector privado logra, por un lado, su propio mecanismo de supervisién dentro del Estado y, por el otro, la » En 1939, por Decteto de Frewo, se habia impuesto ia educacién seligiosa cu la provincia de Buenos Altes, hecho ratifcado por k asazitea egislativa provincial. En sit edicién del 27 de agosto de 1937, el peridico El Pueblo definis care hecho como wna “rectilcacign histérica” (Zanarea, 1996) » Eu ef aio 1955, la rupeura entre Pezin y la Iglesia trajo como consecuencia la derogacién de la ensefianas religiosa obligatoria en las escuchas. *!Se dio estabitidad a Jos docentes del sector, al disponerse la aplicaciéin de las clinsulas pertinentes al Cédigo de Comercio. Es 1973, dicha estabilided fue consolidada por la Ley 20614, que establecié que cl contraco de trabajo a0 puede ser rescindido sin que medie causa (Bravo, (984). 185 186 Mapas y recorridos de la educacién de gestion privada en la Argentina autorizacidn de las universidades privadas para otorgar titulos habili- tances. En 1958 se creé la Direccién General de Ensefianza Privada; y en 1960, la Superintendencia Nacional de Educacién Privada (SNEP). Lo significative ¢s no solo la creacién de instituciones, sino que sus agentes, los supervisores como funcionatios prblicos designados por el Estado para inspeccionar los establecimientos particulares, provendr4n del propio circuito det sector privado. En 1960, por medio del Decreto 12179 del gobierno de Frondizi, los establecimientos privados se constituyeron en “Unidades Administrativas Técnico-docentes de gestién propia”. Esto significa que establecen su régimen de estudio, matriculacién, exdmenes y pro- mocién, y pueden expedir certificados y titulos con validez. nacional. Fn lo que respecta al sistema universitario, el articulo 28 del Decreto-Ley 6403 sobre Organizacién de las Universidades Nacionales del afio 1955, dictado por el Gobierno de la Revolucién Libertadora, autorizaba a las universidades privadas a otorgar titulos habilitantes: “La iniciativa privada puede crear universidades libres que estardn capacita- das para expedir diplomas y titulos habilitantes siempre que se sometan a las condiciones expuestas por una reglamentacién que se dictara oportunamente”. En agosto de 1958 un grupo de “notables” preparé la reglamentacién del articulo 28 del Decreto 6403. Finalmente, luego del enfrentamiento conacido como “laica o libre”, en aquel afio, se sancioné la Ley Domingorena (14457) sobre el funcionamiento de las universidades privadas. Los sectores vinculados a la ecducacién religiosa defendieron la idea de una educacién “libre”, directamente asociada al precepto de la libertad de ensefianza antes desctipto. Hasta aqui, el sector privado, articulando sus reivindicaciones er torno a la libertad de ensefianza, avanzé en crecientes conquistas para s( mismo. Pero en las ultimas décadas avanzé en redefinir los sentidos construidos histéricamente sobre lo publico. El primer antecedente que extiende la denominacién de publica a la escuela privada o pai lar lo encontramos en 1968, con el anteproyecto de la “Tey Feleal de “Fducacién” dado a conocer por la Secretaria de Cultura y Educacién de la Nacidn. En el proyecto, sé utilizaba la palabra “publica” para calificar indistintamente tanto a la educacidn oficial como a la educacién priva- da, al tiempo que el vocab plicado a la educacién oficial. “se_presentab: (Bravo, 1983: cuelas parti- 2Es piblica la escuela privada? Notas para pensar en el Estado y en la educacién culares y asignaba un papel supletorio a las escuelas oficiales. En el trabajo de Mayochi y Van Gelderen (1969) sobre los funda- mentos constitucionales del sistema educativo argentino, se sefiala que la instruccién publica “esta atendida y servida tanto por escuelas estata- les como por escuelas de injciativa privada que responden a una misma necesidad social: unas y otras forman alumnos para la misma sociedad, unas y orras llevan a titulos de igual validez” (p. 18). El Congreso Pedagdgico convocado por el presidente Rati) Alfonsin en 1984 constiruyé la antesala de la Ley Federal de Educacién. Las dis- cusiones acerca de los fines y objetives de la educacién, el rol del Estado y de los agentes educativos, y sobre los contenidos ruvieron hegemonia en gran parte de los debates. De acuerdo con el expresidenre Rail Alfonsin, en el Congreso “se enfrentaron dos modelos en tensién que algunos dieron eu Hamar ‘progresistas’ y ‘conservadores 0 reaccionarios” (De Vedia, 2005). Diversas voces afirmaron el principio de libertad de ensefianza. La Iglesia catélica recomends aficialmente a sus fieles la par- ticipacién mds intensa y mejor preparada; y la respuesta fue buena —en algunos casos, excelente—, al hacer que su voz se escuchase, con diver- sos matices, desde las reuniones de base hasta la asamblea final (Storni, 1995). El citado documento Educacién y prayecto de vida, de 1985, fue elaborade por el Equipo Episcopal de Carequesis de la Conferencia Episcopal Argentina y fij6 claramente la posicidn oficial de la Iglesia. Alli se alude a un sistema escolar tinico conformado por establecimien- tos echucativos estarales y privados. Acorde con la posicién sostenida desde hace décadas, se defiende el principio de subsidiariedad estatal; y se propone el financiamiento al sector privado como mecanismo que garantice la libertad de eleccién. En cuanto a las regulaciones por parte del Estado, se critica lo que se considera un reglamentarismo exagerado que coarta la iniciativa y creatividad de docentes y alumnos. Ademés, se propone la autonomia para los establecimientos estatales y privados; una mayor participacién de fa sociedad; la coordinacién de los esfuerzos educativos de la escuela, Ja familia y el entorno social, y una mayor participacién social, asf como la municipalizacién de la educacién como forma de aplicar ei principio de subsidiariedad: ... como pastores que en la mayorfa de Jos casos ejarcemos nues- tro ministerio en el interior del pais, opinamos que tanto en la formulacién de polfticas educativas como en la administra- 187 188 Mapas y recortidos de la educacién de gestién privada en Ia Argentina cién del sistema escolar tendrian que tener mayor gravitacion los entes politicos menores, como las provincias y, tal vez, los municipios. Esto es también una aplicacién del principio de subsidiariedad ya que, segtin este, lo que un ente politico menor puede hacer satisfactoriamente, no tiene por qué asumirlo ni absorberlo el ente politico mayor. La centralizacién excesiva es siempre un mal porque conduce a la masificacién y despersona- liza las relaciones humanas (Conferencia Episcopal Argentina, 1985: 97). Por el peso que adquirieron las propuestas del secror privado en los diferentes dictamenes, el presidente Ratil Alfonsin no envié un pro- yecto de Ley de Educacién, hecho que si llevé adelante el gobierno de Carlos Menem. En el marco del proceso de reestructuracién del Estado y de privarizacién, desregulacion, descentralizacién y tercerizacion de los servicios sociales, por primera vez en la historia, el Congreso de la Nacién cumplié con su atribucién constitucional de dictar una ley que abarcase el sistema educativo en su conjunto (“dictar planes de instruccién general y universitaria”). Esa norma se sancioné en 1993, con posterioridad a la Ley de Transferencia de establecimientos de nivel medio y superior no tniversirario. E] texto de ja ley finalmenre sancionado muestra una yuxtaposicién de ideas y principios, fruto de las modificaciones que sufrié a lo largo del trémite parlamentario y que reflejan, como sostiene Paviglianitti (1993), las negociaciones entre los sectores que asignan un rol principal al Estado en materia educativa y los que le asignan un rol subsidiario. E| Estado nacional es responsable de fijar y controlar el cumplimiento de la politica educativa, y junto a las provincias y a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, “garantizan el acceso a la educacién a toda la poblacién, mediante la creacién, sostenimiento, autorizacién y supervisién de los servicios necesarios, con la participacién de la fami- lia, la comunidad, sus organizaciones y la iniciativa privada” (articulos 2.° y 3.°). A su vez se establece que “las acciones educativas son res- ponsabilidad de la familia como agente natural y primario, del Estado nacional como responsable principal, de las provincias, los municipios, la Iglesia catdlica, las demds confesiones religiosas oficialmente recono- cidas y las organizaciones sociales” (articulo 4.°), Tal como lo sefialamos anteriormente, la tradicional distincién Es piiblica la escuela privada? Notas para pensar en el Estado yen la educacion entre los Ambitos ptiblico y privado, en materia educativa, se reduce aun problema de gestién, y la educacién publica pasa a considerarse como la de “gestién. estatal”. En este sentido, la ley retoma la con- ceptualizacién que considera que el eje de Ia discusién no pasa por el caracter puiblico 0 privado de los establecimientos, sino por la forma de gestion y la dindmica institucional. La ley cristalizé los crecientes logros del sector privado que sefialamos anteriormente, que incluyen consi- derar los conceptos de justicia distributiva y eficiencia del gasto para justificar el otorgamiento de recursos al sector privado. Los intereses de los defensores del sector privado de educacién aparecen claramente reflejados en la ley, aunque Sanchez Martinez (1993) sostuvo que la ley valora “timidamente” la iniciativa de los particulares. Ya en el afio 1991, Bravo analizaba cémo, con motivo de la lucha existente por el poder de educar, comenzo a utilizarse el término esta- tal para referirse a la educacién publica u oficial —en momentos en que lo estatal encerraba una carga emoriva desfavorable—, a la par que se extend{a la denominacién de pidtica a la ensefianza privada, Consideraba que el neoconservadurismo, en su embate contra la escuela ptiblica u oficial, extendié la denominacién de “publica” a la ensefianza particular o privada, alterando el uso tradicional del vocablo. Para ello se basa en una doctrina sustentada por el tratadista francés Leén Michoud, hacia 1905, segtin la cual ciertas personas no estatales persiguen fines ptiblicos, sociales o de interés general, estando regidas por el derecho ptblico y, en parte, por el derecho privado. Se destaca Ia existencia de un servicio puiblico cumplido por particulares. Sin embargo, Bravo distingue entre insteuccién publica y servicio ptiblico. Las escuelas particulares pueden encuadrarse dentro de la categoria de servicio ptiblicg, Esté en la naturaleza juridica de esta modalidad de servicio ptiblico el satisfacer necesidades colectivas regladas por el Estado (Bielsa, 1964, citado en Bravo, 1991). Sin embargo, cn la mayoria de los paises, se concede la categoria de educacién priblica a la impartida directamente por el Estado (en su mds amplia acepcién), y se denomina a Ja otra particelar 0 privada. La educacién piiblica se imparte por medio de los planteles oficiales, es decir, los creados, organizados, dirigidos y sostenidos por el Estado —nacién, provincias, comunas 0 jurisdicciones equivalentes—. La denominacién educactén estatal se corresponde con exactitud cuando se trata de un régimen totalitario (Bravo, 1991). 189 190 Mapas y recorridos de la educacién de gestion privada en la Argentina La conceptualizacién que sostiene el sector privado en nuestro pais considera que toda la educacién es publica, y que la diferenciacién publico-privado reside en la posesién del edificio y en la gestién del servicio. En esta linea distingue entre educacién piiblica de gestién estatal y educaci6n publica de gestién privada. En tanto la educacién es puiblica y la Constitucién consagra la libertad de ensefianza (articulo 14), por el principio de justicia distributiva, todos tienen derecho a participar del presupuesto educativo, y el Estado debe subsidiar tanto la educacién publica de gestién estatal como privada. El hecho de establecer que ia educacién de gestién privada es ptiblica coloca fuera de toda discusidn los subsidios a la educacién privada: si la educacion : publica se financia con el presupuesto publico, ;por qué no se va a financiar toda la educacién que se denomina pidlica, incluida la publi- ca de gestién privada? Esta redefinicién de lo publico en términos de gestidn estatal 0 pri- vada, si bien encuentra antecedentes en la historia del sistema, cobré sentido en el contexto de la Reforma del Estado y de una retérica que exaltaba la supuesta eficacia del sector privado frente al ptiblico y la eficiencia en el uso de los recursos. La consideracién de la educacién como un gasto —antes que como una inversién— justifics el impulso » desarrollo de Ja educacién privada, al considerar que al Estado le cuestz menos subsidiar a un alumno en el sector privado que financiarlo en e! sistema estatal”’, La rev6rica proveniente del campo empresarial exaltaba la productividad y la eficiencia como valores supremos, y la necesidad de trasladar esos valores al ambito gubernamental, a la par que crecia el escepricismo de Jos ciudadanos acerca de la capacidad del Estado para satisfacer las necesidades sociales. Asi, Jo “estatal” se vinculé a le ineficiente, burocratico y lejos del control de los “usuarias”. En cambio. el 4mbito privado se identificé con la eficiencia, la eficacia, la produc- tividad, la Sibertad y la participacién. En este contexto, la educaciér. publica estatal se asocié con Ja burocracia, la regulacién excesiva con la consecuente ausencia de innovacién y la falta de eficacia y eficiencia en la utifizacién de los recursos. En cambio, la educacién publica no estaral * Encontramos esta orignuacion ce Ja politica fnanciera durance la cltima dictadura militar, cuando & scatetario de Hecienda Juan Aleman sostuvo cue hay que inyertir donde tinde mas lo que se inviere. Como el costo poralumno ¢s més bajo pare el Estado en ke ensctianza privada, ese resula mds barata que = educacion piiblice. Ver Brashusky, Cecilia. "tudo, burecracia y politicas educativas”, en Tedesco y otre: El ayecto education aneritaro, Argentina 1976-1882. Buccos Nises: FLACSO, 1983 cEs publica la escuela privada? Notas para pensar en el Estado y en la educacién —es decir, la publica de gestién privada— fue caracterizada como un espacio de mayor autonomf{a y con potencial de innovar y formular su propio proyecto educativo, vinculada con la posibilidad de los padres de elegir la educacién de sus hijos (Feldfeber, 2003). La decogacién de la Ley Federal de Educaci6n y la sancién de la Ley de Educacién Nacional en el 2006 constituyé un quiebre respecto de las politicas de fos noventa. Si bien la LEN mantiene algunos de los ptincipios cuestionados en la LFE, incluye algunos avances relevantes respecto de la normativa vigente, en especial, en la conceptualizacién de la educacién como derecho social y en la centralidad del Estado en la garantia de este derecho. No podemos afirmar que fa LEN sea fruto del consenso social, aunque posee un grado de legitimidad mucho mayor que la LFE. La yuxtaposicion de ciertos principios evidencia la falta de acuerdos histéricos en torno a los modos de pensar en la edu- cacién como derecho social y en Ia responsabilidad del Estado como garante de los derechos de los ciudadanos. Por un lado, la LEN establece que la educacién y el conocimiento son un bien ptiblico y un derecho personal y social garantizado por el Estado (articulo 2.°). Por el otro, que el Estado garantiza el ejercicio del derecho constitucional de ensefiay y aprender; y que son responsables de las acciones educativas ef Estado nacional, las provincias y la Ciudad Auténoma de Buenos Aires —de acuerdo con el articulo 4.°, tienen la responsabilidad principal e indelegable de proveer una educacién inte- gral—, los municipios, las confesiones religiosas oficialmente reconoci- das y las organizaciones de la sociedad y la familia, como agente natural y primario (articulo 6,°}. De este modo, si bien se le otorga al Estado el rol principal, se recupera el rol de la familia como agente natural y primario de la educacién, tal como lo seftalamos anteriormente. Esta formulacién puede resultar contradictoria con la idea de 1a educacién como derecho social y la consecuente responsabilidad indelegable del Estado nacional y de los Estados provinciales, lo que no implica en modo alguno desconocer la importancia de Ja participacién de la sociedad en la definicidén e implementacion de las politicas tendientes a garantizar los derechos sociales, y en la prestacién y organizacién de los servicios educativos tal como lo contempla el articulo 14 de la Constitucién nacional. Es elocuente fa valoracién que le otorga la Comisién Episcopal de Educacién Catdlica a la LEN: 191 192 Mapas y recortidos de la educacién de gestion privada en la Argentina Consideramos importante, entre otros aspectos, que el texto nor- mativo sostenga que la educacién es un bien publico y un derecho personal y social, En consecuencia, reconoce a la familia como agente natural y ptimario de la educacién y, entre sus derechos, el de elegir para sus hijos la institucién educativa cuyo ideario res- ponda a sus convicciones éticas, filoséficas o religiosas. Este dere- cho natural ¢ inalienable sustenta el derecho educativo de la Socie- dad y del Estado, y la responsabilidad principal ¢ indelepabie del Estado en la politica educativa y fa organizacién de la educacién. Los dienes o servicios publicos —nociones provenientes de} campo de la economfa— son aquellos que, o bien directamente no son suminis- trados por el mercado 0, cuando lo son, la cantidad oftecida es insufi- ciente. Por ello, justifican la intervencién del Estado (Morduchowicz)”. Por otra parte, la educacién como bien ptiblico se define en oposicién a los bienes privados y a los procesos de privatizacién del conocimiento. De aqui que la LEN establece: “... el Estado nacional no suscribiré tratados bilaterales o multilarerales de libre comercio que impliquen concebir la educacién como un servicio lucrativo o alienten cualquier forma de mercantilizacién de la educacién publica” {articulo 10). Sin embargo, mds alld de estas consideraciones no menores, la con- ceptualizacién que establecié la LFE, de acuerdo con la cual, toda la educacién es publica diferenciéndose por el tipo de gestién, se mantie~ ne en la LEN vigente, en la que se incorpora la gestién social y coope- rativa. Con esta incorporacién, se reconoce como interlocutores de la politica ptiblica a los movimientos sociales y a diversas organizaciones que desarroflen experiencias educativas que no se consideran encuadra- das dentro de la gestién privada. No obstante, la legalizacién de estas experiencias dentro de [a categoria de “gestién social” encuentran como linite la distincién gestién estatal-gestién privada que instauré fa refor- ma educativa de los noventa y que mantuvo la reduccién de cuestiones ® Los bienes pitblicas rienem dos catacttisccas bdcas: a) no cuesce nadia que om persona més disfruce de sus vemraes, por eso algunos autores sestienen que el racionamiento de estos bienes no es desea b} ea genetal, es dil o imposible impedir que disfruren del bien publico aquellos que no pagen por 4, Esto implica que si fa sociedad evalia que el bien debe ser suministrado, debe sex el Estado el que lo suministre. Formalmente ls primera earacteristica se traduce ea e principio de “no rivalided en el consumo"; y fa se- gunda, cr el principio de “no exclusion”, Ver, Morduchowicz, Ax Diseuiones de Economia de la Educacién. Buenos Aires: Losada, 2004. éEs piblica la escuela privada? Notas para pensar en el Extado y en Ia educacion que histéricamente se vincularon, al debate sobre el interés general a una cuestién de gestién (Gluz, 2009), Et derecho de admisidn en las escuelas privadas La discusién sobre el derecho de admisién constituye un tema en, debate a la hora de analizar el cardcter publico de Jas esctelas de ges- tién privada y las garantias en materia de derecho a la educacién. Estas insrituciones argumentan que les asiste el derecho de seleccionar a sus alumnos. La Resolucién 64] del Ministerio de Cultura y Educacién de la Nacién del afto 1981 resolvid: “Los institutos se reservan el derecho de admisién. Este derecho solo podré ejercerse al comienzo de cada perfodo lectivo y en referencia con la posible matriculacién de alum- nos...” (articulo 137), Lesbegueris (2004) sefiala que, con el correr de los afios, este derecho se transformé en un recurso utilizado por algu- nos duefios de institutos para intentar legitimar lo que ban definido como “practicas encubiertas de exclusién de alumnos y alumnas”. Esta norma general tiene consecuencias en cada jurisdicctén par- ticular. Por ejemplo, en | caso de ta Cindad Auténoma de Buenos Aires, que concentra casi la mitad de su matricula en el sector privado, mediante la Resolucién 755 del 15 de junio de 2000, d defensor del pueblo de la Nacién, Eduardo Mendino, exhorté a la Secretaria de Educacién del Gobierno de la Ciudad para que adoptase las medidas necesarias a fin de reglamentar el derecho de admisién. De este modo, cuando se resuelva la no rematriculacién de un alumno, la medida sea fundada, y se expongan las causales objetivas que les dan sustento y se las informe con el objeto de evitar arbitraricdades manifiestas y actitudes discriminatorias para con Jos niftos, las nifias y sus familias al momento de decidir sobre su incorporacién a la institucién. Luego de arduos debates, por la oposicién de diversos sectores vin- culados mayoritariamente al Ambito privado, el 10 de abril de 2008, la Legislarura portefia aprobé Ja Ley 2681, que regula el derecho de admisién de las escuelas de gestién privada. La norma establece que los colegios no pueden negar la matriculacién o reinscripcién a un aspirante sin fundamentar |a causa por escrito. Asimismo, fija sancio- nes para log casos en los que se compruebe que la negativa del estable- cimiento escolar fue sin causa justificada, Mientras que para algunos esta regulacién limita el derecho de admisién del sector privado, para 193 194 Mapas y recorridos de la educacién de gestion privada en la Argentina otros constituye un resguardo de los derechos de los alumnos y de las alumnas. José Maria de] Corral, vocero de la Vicarfa de Educacién del Arzobispado de Buenos Aires, manifesté sus reparos a la ley, sefialando que el derecho de admisién comprende la atribucién del colegio para dar a conocer su identidad, expresada en el ideario de la escuela y en el reglamento interno: “El que acepta ser parte de una comunidad tam- bién debe asumir obligaciones, y los padres deben tener un compromi- so con la escuela”. Para la Defensoria del Pueblo, la ley intenta compatibilizar tanto el derecho de los institutos a dise- far en forma auténoma su perfil educativo y su proyecto ins- titucional como el de Tos alumnos/as a la educacion, a la no disctiminacién y a la no exchusi6n de una institucién educativa sin una causa debidamente fundada, en el entendimiento de que a raiz de la naturaleza publica del servicio educative —brin- dado por escuclas esvatales o privadas— y de las normas y leyes de raigambre constitucional que tutelan los derechos de nifios, nifias y adolescentes, resulta inaceptabie que ta negativa a ma- ticular o reinscribir a un alumno (como se pudo constatar en los casos denunciados ante esta institucién) se fiande exclusiva mente en ef enunciado del derecho de admisién de los institutos ¥ no en razones objetivas debidamente probadas (Lesbegueris, 2004: 34-35). Si bien es “un secreto a voces” que algunas escuelas publicas a cargo del Estado implementan mecanismos de seleccién de matricula, for- malmente, deben recibir a todos y todas los/las estudiantes, en funcién de los criterios de inscripcién que cada jurisdiccién establece, pero que en modo alguno pueden —o no podrfan— significar mecanismos de exclusién de ningtin estudiante. Estos aspectos, que se vinculan con la garantia de los derechos de los ciudadanos y con la construccién de la ciudadanfa a través de la escuela, guardan estrecha relacién con la construccion del espacio ptiblico, las dispuras en torno a los agentes educativos, los fines de la educacién, y los contenidos y saberes que circulan en el espacio escolar. * Diario La Nacidn, 11 de abril de 2008. éEs publica la escuela privada? Notas para pensar en el Estado y en lz educacién Reflexiones finales Si retomamos nuestra pregunta inicial, gué es lo pitblico en las escuelas privadas, es evidente que necesitamos recurrir a la historia de nuestro sistema y a las politicas educativas implementadas para dar cuenta de las correlaciones de fuerza que fueron delimitando las esferas de lo priblico y lo privado en el campo educativo. E} recorrido de la legislacién nos muestra los crecientes logros del sector privado que encuentran un punto de inflexién en la LFE de 1993, cuando las escuelas privadas o particulares son definidas como piiblicas. Las reivindicaciones histéricas del sector privado, confesional y laico en torno a la libertad de ensefianza van a encontrar un escenario pro- picio en la década de los noventa, en el marco de los procesos de indi- vidualizacién y mercantilizacién de Io social, y del establecimiento de nuevos vinculos entre el Estade, la sociedad civil y el mercado. La crisis del Estado y de Ja escuela publica ha contribuido a generar espacios de yacancia que rapidamente han sido ocupados por el sector privado. A su vez, es necesario sefialar que, en muchos casos, el sector privado ha gencrado propuestas educativas para satisfacer necesidades y demandas no cubiertas por la escucla publica a cargo del Estado. Las demandas de autonomia, de reconocimiento de la diversidad y respeto por la diferencia van a confluir, desde visiones a veces contra- puestas, en multiples cuestionamientos al rol del Estado educador y en la definicién de nuevas configuraciones institucionales que, en algunos casos, intentan definirse fuera de los [mites de la tradicional distincién puiblico-privado, No podemos negar los mecanismos de exclusion, discriminacién y diferenciacién que operan en el interior de la esfera priblica (Fraser, 1994), como rampoco podemos desconocer que algunas escuelas privadas reivindican su cardcter “publico” a la hora de hacer valer sus demandas, pere recuperan su cardcter “privado” frence a las obligacio- nes y regulaciones que se establecen desde el Estado. La discusién de los sentidos de {o priblico en a escuela nos remite a los problemas vinculados con la formacién de ciudadansa, la construc- cién del lazo social y ta difusién de los valores democraticos comunes en sociedades cada vez més desiguales, donde el papel del Estado es central para garantizar el derecho social a la educacién, 195 196 Mapas y recorridas de la educacién de gestidn privada en Ja Argentina Bibliografia Bianco, Guillermo (Monsefior) (1987): “Los agentes educativas”, en Cuadernos del Congreso Pedagégico, Democracia e igualdad de oportu- midades educativas. Buenos Aires: Eudeba. Bogslo, Norberto (1998): Estado, gobierno y sociedad. Por una teorta general de la politica. México D. F.: Fondo de Cultura Econémica. Bournieu, Pierre (1986): “Espiritus de Estado”, Revista Sociedad. Pa- cultad de Ciencias Sociales, nim. 8, abril. — (1987): “Describir y prescribir” (traduccién de Emilio Tenti), Re- vista Farenheit 450, afio 1, ntim. 3. 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