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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES.

Buena fe.

CONCEPTO: Cuando hablamos de buena fe aludimos a aquél estándar de conducta o de


comportamiento (parámetro de conducta) que necesariamente deben observar las partes
de cualquier relación jurídica obligatoria.

Este principio, básicamente, nos indica cuál es el comportamiento y el camino que deben
seguir las partes de una obligación. Se trata de un principio general del derecho que informa
y está presente en todo el ordenamiento jurídico, siendo una regla suprema y absoluta que
gobierna todo el derecho de las obligaciones, en todos sus aspectos y en todo su contenido.

Así es que el art. 9 del Código Civil y Comercial nos establece, como regla general aplicable
para todo el campo del derecho privado, que los derechos “deben ser ejercidos de buena
fe”. Y luego, metodológicamente en la parte general de obligaciones, en el art. 729 se
dispone que acreedor y deudor “deben obrar con cuidado, previsión y según las exigencias
de la buena fe”.

Tipos de buena fe

La doctrina tradicionalmente ha distinguido entre la llamada buena fe objetiva o probidad


y la buena fe subjetiva o creencia.

La buena fe subjetiva o creencia es la convicción que tiene el sujeto de ser titular de un


derecho que se forma a partir de un estado de apariencia, aunque objetivamente no se
adecue a derecho e ignore que su conducta es perjudicial a otro.

La buena fe creencia (subjetiva) protege la ESTABILIDAD DE LOS NEGOCIOS JURÍDICOS.


Corresponde a las funciones SANEADORA y MODERADORA de la buena fe.

Y la buena fe objetiva o probidad alude a un verdadero estándar normativo de conducta


honesta. Refiere al comportamiento leal y honesto en la celebración y cumplimiento de las
obligaciones (es decir, durante toda la vida de la obligación, antes e inclusive luego del
cumplimiento – PAGO- ).

Se nutre en los principios de RECIPROCIDAD y FIDELIDAD a la palabra empeñada.


Corresponde a las funciones INTERPRETATIVA y LIMITADORA del ejercicio de los derechos.

Funciones de la buena fe

FUNCIONES DE LA BUENA FE CREENCIA (SUBJETIVA)

Función saneadora de títulos


Tiene por finalidad CONVALIDAR la adquisición de un derecho (Real o personal) a favor de
un sujeto que desconoce o no puede conocer la ilegitimidad originaria del acto de
transmisión de ese derecho.

Por ejemplo… Juan vende, por necesidades de salud, su inmueble a Bernardo a menos de la
mitad de lo que realmente vale (apreciamos que se trata de un acto nulo por configurarse
el vicio de lesión).

Un mes después Bernardo lo vende por el valor real al inmueble a Carlos.

Un año después un juez declara la nulidad del acto (la venta) entre Juan y Bernardo.

Vale preguntarse … ¿PUEDE JUAN HACER VALER CONTRA CARLOS LA NULIDAD DE LA


VENTA CELEBRADA CON BERNARDO? Y NO!! Porque Carlos no tenía conocimiento alguno
del vicio del acto. Carlos es considerado por la ley como adquirente de BUENA FE CREENCIA
(creyó en la validez del acto celebrado), lo cual convalida o SANEA la adquisición de su
derecho real sobre el inmueble.

FUNCIÓN MODERADORA DE LA RESPONSABILIDAD (Buena fe subjetiva)

Por ejemplo, María simulando fraudulentamente ser la dueña vende a Oscar un inmueble.
Este último luego vuelve a venderlo a Fernando.

Al enterarse el verdadero dueño, ejerce acción reivindicatoria contra Fernando, quien no


tenía conocimiento (no conoció, ni pudo conocer) de la situación de fraude precedente a su
adquisición.

Sin embargo, el inmueble, antes de ser reclamado por el propietario, se incendió,


perdiéndose la mitad de su valor.

¿Es responsable Oscar por todo el valor de la reparación? NO! Por ser Fernando de buena fe
sólo responde en la medida del provecho subsistente (indemnización no integral).

FUNCIONES DE LA BUENA FE OBJETIVA (probidad)

FUNCIÓN INFORMADORA

La buena fe informa al acreedor y al deudor cuál es el modo y las características de


comportamiento probo que deben seguir en el ejercicio de sus derechos y en el
cumplimiento de la obligación.

FUNCIÓN INTERPRETATIVA.
Frente a situaciones de duda, oscuridad, contradicciones en el título de la obligación (o de
la ley que la imponga), la buena fe es una herramienta de interpretación para llenar el vacío
(laguna) y así determinar el alcance de los derechos y deberes de las partes (A y D)

FUNCIÓN LIMITADORA

Como pudo verse precedentemente, la buena fe actúa claramente como un límite al


ejercicio de los derechos subjetivos. El titular de un derecho goza de un ámbito de libertad
para ejercerlo, inclusive la ley lo reviste de prerrogativas para tal fin, pero siempre que ese
ejercicio se haga dentro de lo permitido por el ordenamiento, porque el límite es el ejercicio
abusivo (irregular).

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