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Fuego?
Guía práctica sobre evangelismo
Introduccion
Necesitamos predicar, cantar, diseñar, vivir el Evangelio del Reino
El fuego es conocido como uno de los cuatro elementos que forman parte
de la naturaleza, su descubrimiento representó un cambio esencial en la
historia de la humanidad debido a todo lo que permite hacer y todos los
beneficios que ha traído para el desarrollo de las civilizaciones, y así como
el fuego, el Evangelio es de vital importancia para la supervivencia de los
seres humanos.
Hoy estamos viviendo lo descrito como las dinámicas de los últimos tiem-
pos, y la respuesta que las personas necesitan está en la predicación co-
rrecta del Evangelio del Reino, siendo este el mensaje más poderoso, re-
volucionario y transformador.
Esta cartilla fue escrita y diseñada para brindar los conocimientos esen-
ciales que le permitirán crecer en el entendimiento, la sabiduría y la auto-
ridad del Evangelio, además cuenta con un catálogo de actividades evan-
gelisticas que podrá desarrollar en coordinación con su congregación o
comunidad. Así que aliste su lápiz y cuaderno para captar todo aquello que
llame su atención; comenzamos en 3, 2, 1...
combustible
repensar
Cuando pensamos en evangelismo necesitamos reflexionar sobre la ra-
zón de ser de la novia de Cristo; su iglesia. Profundizar en quienes somos
nos ayudará a dar dirección a lo que hacemos, pues son repetidas las
ocasiones en las que hemos corrido con gran velocidad hacia metas mi-
nisteriales, sin comprender el propósito por el cual lo hacemos.
Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda
criatura” - Marcos 16:15. Quisiera resaltar estas palabras “TODO EL MUN-
DO”, esto quiere decir continentes y naciones, pero también cortes judi-
ciales, estudios musicales, exposiciones de arte, hospitales, orfanatos,
fundaciones, barrios, ONGs, refugios; todo lugar es un buen lugar para que
como hijos de Dios compartamos la vida eterna en Cristo Jesús.
Esto nos lleva a inferir que para cumplir la misión necesitamos vivir en
proximidad con otros, no podemos hablar del Evangelio a la distancia,
tampoco podemos hablar de la Buenas Noticias si no sabemos cuáles
son estas Buenas Noticias. Ahora que hemos analizado un poco de dónde
viene nuestra esencia como iglesia de Cristo, debe estar diciendo: “Ya sé
quién soy y ahora, ¿cómo puedo accionar para ser un buen representante
del Reino de Dios en la ejecución de la misión?. Esta pregunta la podrás
resolver en los siguiente capítulos.
? Que es el evangelio?
La palabra Evangelio significa buena noticia o noticia alegre, pero no
cualquier tipo de noticia, el Evangelio es una Gran Noticia que beneficia
a culturas, sociedades y generaciones enteras alrededor del mundo. Su
comprensión se centra más en el contexto que en su significado, siendo
asociado a heraldos o portadores de mensajes que recorrían las provin-
cias proclamando los mensajes del Rey, en una época en donde no existían
los medios como la imprenta, radio o televisión.
Lo anterior nos lleva a reflexionar acerca del ¿Por qué muy pocos segui-
dores de Jesús tienen claridad sobre qué es el Evangelio?, sí incluso lo
han podido disfrutar muchas veces en sus vidas. La razón es que los seres
humanos podemos disfrutar algo muchas veces sin entenderlo del todo y
es por eso que nuestra fe en la mayoría de las ocasiones es una fe basada
en sentimientos, emociones o en buenas noticias que no son el Evangelio.
Es muy usual ver en las iglesias a las personas repitiendo oraciones para
aceptar a Jesucristo en su corazón, sin embargo, nunca vemos en la biblia
a Jesús haciendo repetir oraciones para recibirlo en el corazón. Aceptarlo
en el corazón es una decisión que nace desde adentro individualmente y
es el principio para conocerlo, el problema es que muchas personas se
quedan en la pequeña oración y no profundizan más en la bella persona
de Jesús, el autor de la fe.
Jesús sí dijo sígueme:
Jesús no quiere una oración para aceptarlo en nuestra vida, Él quiere en-
trar en nuestro diario caminar y compartirlo todo con nosotros teniendo
una relación. Él nos invita a seguirlo porque es una relación de discípu-
lo-maestro; las personas dejaban todo para vivir con Jesús, a donde Él iba
ellos compartían no sólo el pan sino sus dudas, no sólo el alojamiento sino
pecados y lamentos, y no sólo sueños sino propósito.
Seguir a Jesús cuesta porque significa esforzarse por ser como Él es;
eso quiere decir que debemos incomodarnos, morir a nosotros mismos,
seguir a Cristo verdaderamente significa hacerle el jefe, el señor y dueño
de nuestra vida. Cada decisión y sueño debemos filtrarlos a través de su
palabra con el fin de glorificarlo en todo. Seguir a Cristo también significa
aplicar las verdades que aprendemos en la palabra y vivir como si Jesús
caminara junto a nosotros en persona.
Jesús es con cada uno de nosotros como un hermano mayor, quien con
humildad y mansedumbre, nos invita a olvidarnos de nuestras ideas fan-
tásticas, o del conocimiento adquirido a través de libros y la experiencia.
De lo que se trata en realidad, es acerca de una vida cimentada en el lugar
secreto en el que nos susurra al oído con precisión lo que necesitamos
para reflejar su amor a los hijos pródigos de este tiempo.
Cuando hacemos equipo con Dios, Él es el capitán del equipo, Él es quien da las
ideas y los principios para que su Reino se establezca en la tierra, porque Jesús
sabe que el terreno es árido y no seremos bien recibidos, por eso les mostró a
sus discípulos como era su comunión con el Padre; para que cuando no estu-
viera con ellos, fueran empoderados y acompañados por el Espíritu Santo como
está escrito en Juan 16:7.
A los discípulos les convenía la partida de Jesús, porque serían hacedores por
medio de la osadía que trae recibir al Espíritu Santo en sus vidas.
El Espíritu Santo es poder, amor y dominio propio, su campo de acción son los
corazones osados, alejados de la cobardía. Por eso Pablo le escribió a Timoteo
creyendo la promesa de vida que es en Cristo Jesús: “porque no nos ha dado Dios
espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” 2 Timoteo 1:7.
Entre tanto, la acción del Espíritu Santo en el evangelismo inicia desde nues-
tra transformación en el interior del corazón, cuando renunciamos a tener el
control y reconocemos que no se trata de nuestras fuerzas y talentos, eso es
precisamente lo que nos enseña Pablo cuando les escribe a los Corintios “y ni
mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de sabiduría humana,
sino con demostración del Espíritu y de poder” 1 Corintios 2:4.
Pablo escribió: “Pero entonces, ¿qué gano yo con eso? ¡Nada menos que la
satisfacción de poder anunciar la buena noticia, sin recibir nada a cambio!
Es decir, anunciar sin hacer valer mi derecho de vivir de mi trabajo como
apóstol. Aunque soy libre, vivo como si fuera el esclavo de todos. Así ayudo
al mayor número posible de personas a creer en Cristo. Cuando estoy con
los judíos, vivo como judío, para ayudarlos a creer en Cristo. Por eso cum-
plo con la ley de Moisés, aunque en realidad no estoy obligado a hacerlo.
Y cuando estoy con los que no obedecen la ley de Moisés, vivo como uno
de ellos, para ayudarlos a creer en Cristo. Esto no significa que yo no obe-
dezca la ley de Dios. Al contrario, la obedezco, pues sigo la ley de Cristo.
Cuando estoy con los que apenas empiezan a ser cristianos, me comporto
como uno de ellos para poder ayudarlos. Es decir, me he hecho igual a to-
dos, para que algunos se salven. Y todo esto lo hago porque amo la buena
noticia, y porque quiero participar de sus buenos resultados”
1 Corintios 9: 18-23.
Para ejercer dicho rol es indispensable que Cristo nos conozca más por
nuestro corazón de siervo que por las obras que hacemos, es decir, nues-
tro corazón debe apuntar al ser, al ser Hijos como Jesús lo manifestó en
Mateo 7: 21-23.
Según Lee E. Thomas en su libro “La oración efectiva por los perdidos” la
salvación depende de que las personas vean, escuchen y crean en algo
superior a ellos, en la verdad absoluta y no relativa, por lo tanto, debe-
mos resaltar y comunicar el Evangelio, porque es lo único capaz de curar
la ceguera espiritual, la cual causa incapacidad total para comprender el
camino hacia la solución. Esta es una condición mental contra la cual el
hombre no tiene ningún poder.
Cuando una persona tiene el entendimiento cegado, por más de que escu-
che el Evangelio, no podrá identificar la verdad que este le brinda. Es algo
así como invitar a un ciego a ver un atardecer y disfrutar de este. No tiene
sentido.
Pablo en Efesios 6:12 lo explicó muy bien, “porque no tenemos lucha con-
tra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes”. Debemos orar para que el Espíritu San-
to toque cada corazón, lleve al arrepentimiento y que el Evangelio, que es
el poder de Dios para salvación, traiga a la vida a las personas perdidas.
No hay acción más sublime que interceder por las almas, así como lo hi-
cieron los amigos del paralítico que lo llevaron en sus hombros y rompie-
ron el techo de la casa donde se encontraba Jesús. Llevemos a través de
nuestras oraciones a los perdidos hacia donde se encuentra Jesús, Él los
está esperando para perdonarlos.
La osadía con el poder del Espíritu de Dios hace de nuestra vida, una vida
diferente, una vida arriesgada que no teme a orar por otros en lugares pú-
blicos. Porque como está escrito “Nuestros ojos no ven lo que otros ven, nuestra
mirada se goza en la fe, en la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no
se ve” Hebreos 11:1.
“Ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con
todo lo que vales.” Y el segundo mandamiento en importancia es:
“Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo.” Ningún
otro mandamiento es más importante que estos dos”
Marcos 12: 30-31.
Esos milagros tienen mayor eco, porque no hay mayor milagro que alguien
camine conforme a la voluntad de Dios. Todo lo demás será añadidura. Los
corazones rápido se corrompen, a veces son desagradecidos o sufren de
amnesia. Por tal motivo, es más importante que las personas llenen su
corazón de lo necesario, de la eternidad con Jesús.
Esto es osadía, hablar del amor verdadero cuando hoy su significado tie-
ne valor impuesto. Impuesto por la moda, por las redes sociales, por las
corrientes filosóficas e ideológicas que hablan del amor humano, pero
no del amor que tiene naturaleza divina. Desgastemos nuestra vida para
compartir el verdadero amor.
el evangelio y las relaciones
“Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda cria-
tura.”
Marcos 16:15
ejercicio práctico:
Para conectar con las personas debemos ir a los lugares que ellos fre-
cuentan, y si queremos ser más efectivos, debemos reconocer con qué
tipo de población conectar mejor (¿a quienes estoy llamado?), ejemplo los
niños, los universitarios, los ancianos, los migrantes, los que habitan cen-
tros carcelarios, los rockeros, los políticos, los comerciantes, los acadé-
micos, los filósofos, los de la comunidad LGTBI Q+, los grupos feministas,
los ecologistas, entre otros.
Hay una canción que dice “Jesús mi fiel amigo”, y es verdad, pero ¿cómo
podemos ser un fiel amigo(a)?, ser amigo(a) significa renunciar a nuestro
egoísmo de “ser las personas más importantes y a las que todos deben
escuchar” y tener un interés genuino de amar a otro (mi prójimo- mi próxi-
mo); y de esta manera se produce un conocimiento mutuo (circular no li-
neal) que permite conocer las realidades de ambas personas: problemas,
victorias, frustraciones y sueños, este es el mejor camino para ganarse la
confianza de alguien y ser amigo.
ejercicio práctico:
En el ejercicio de relacionarnos, nos vamos a encontrar con muchas per-
sonas, incluso personas que por más amor que tengamos, no van a querer
ser nuestros amigos, y esto es respetable, que el Espíritu Santo nos de
sabiduría y paz para aceptar esas situaciones.
No obstante, es claro que podemos tener actitudes que alejan a las per-
sonas, ya sea por nuestra personalidad, lenguaje o mensaje (no alineado
con el Evangelio), por lo tanto, es bueno tenerlas identificadas para evitar
ser piedra de tropiezo.
Existe una cualidad que nuestro Padre Celestial nos dejó por herencia a
quienes somos sus Hijos: esta es la Misericordia.
Recordemos esto:
Lo anterior nos lleva a pensar que ser creativo se refiere a personas que
deben aprender a usar dos recursos: la capacidad de pensar, donde se
encuentra la imaginación como un pilar, y la capacidad de hacer, planteán-
dose cómo llevar el intangible mundo de las ideas al mundo real.
“La creatividad es la facultad humana, para generar respuestas novedo-
sas y originales como réplicas a las necesidades, problemas, deseos y
cuestionamientos del hombre.”
(Kirchner y Schnarch, 2004, p. 79)
¿Por qué pensamos? ¿Por qué hacemos? Crear por crear no es el objetivo.
Tener ideas interesantes o llamativas no es el fin último. Nuestra inten-
ción, como seguidores de Jesús, no debe centrarse en lo que somos ca-
paces de hacer por vanagloria sino por quién somos capaces de hacerlo
(servir al prójimo). A través de la creatividad podemos responder a los di-
ferentes contextos donde se necesitan soluciones tangibles a problemas
físicos, emocionales y espirituales, como lo hizo Jesús, cuando compartía
el Evangelio.
“Demasiadas veces nos esforzamos para que nuestro mensaje sea crea-
tivo y eso es bueno. Pero es mejor buscar, además, que nuestros hechos
sean creativos; es decir, que creen nuevas realidades. Que le den una
oportunidad a quien no tiene ninguna, que traigan ánimo a quién ha per-
dido toda esperanza, consuelo al que llora, alimento a quién no tiene,
nuevas formas de vivir.” - Alex Sampedro
Trevor Klets, teórico del diseño y la creatividad, usa tres verbos: Ver, Pen-
sar y Hacer.
También, para responder a este cómo no estamos solos. Dios nos ha dado
el Espíritu Santo, quién nos guía e “Inspira”. Cuando estamos llenos de Él,
recibimos sabiduría, inteligencia y capacidad creativa.
“El Señor habló con Moisés y le dijo: «Toma en cuenta que he escogido
a Bezalel, hijo de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá, y lo he llenado
del Espíritu de Dios, de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa
para hacer trabajos artísticos en oro, plata y bronce, para cortar y
engastar piedras preciosas, para hacer tallados en madera y para
realizar toda clase de artesanías.”
Éxodo 31: 1-5
La Biblia nos habla de varias personas que fueron llenas del Espíritu San-
to, y a partir de sus diferentes habilidades y capacidades entregaban el
mensaje de manera comprensible a su entorno. Uno de los principales
ejemplos fue Jesús con su habilidad para contar historias.
¿Le hemos preguntado a Dios, de forma específica, qué quiere que co-
muniquemos? y ¿De cuántas formas diferentes se puede comunicar ese
“mensaje”?
- Una madre que necesita que su hijo coma verduras y hace platos
con figuras de animales.
- Una persona que no tiene dinero, pero el día del cumpleaños de
un ser querido hace una tarjeta con material reciclado.
- El día que de pronto usted se cansó de comer el desayuno y con
los mismos ingredientes preparó algo diferente.
Reconocimiento
Preparación
Incubación
Iluminación
Verificación
A) Evangelismo personal
B) Impactos evangelísticos
Redacción:
Equipo de OneWay
Fabio Navarro
Nahara Castro
Claudia Figueroa
Sebastián Bermúdez
Walter Medina
Alexandra Savelli
Corrección de estilo:
Andrea Pinto
Nahara Castro
Graficada por:
Alexandra Savelli
¿Cómo hacer
Fuego?
Guía práctica sobre evangelismo