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Presentación y marco de las propuestas

Es intención de esta propuesta rescatar algunos principios de la Doctrina de Defensa Nacional y


actualizarlos a la situación de los escenarios y desafíos actuales. En este sentido creemos que los
conflictos no tienen una división clara o “esencial” entre Guerra y Paz, solo que el uso de
herramientas militares es una atapa posible, aunque no deseable de los conflictos. La forma ideal
de ganar un conflicto es sin el ejercicio de la fuerza. Lo que está claro desde los clásicos, es que esa
forma es desarmando la voluntad combativa del enemigo. En nuestro caso son todos conflictos
defensivos, y cualquier política que tenga la voluntad de desarmarnos (en un sentido de defensa
integral, moral, militar, económica, política) confluye con la voluntad de triunfo “limpio” de los
adversarios.

Si bien lo militar aparece como hipótesis, lo es sólo en su faz última, o sea donde la posibilidad de
resolución de las disputas por medios mayoritariamente no armados se agota y los medios
armados se tornan principales. O sea, en la fase no deseable de la disputa. Sin embargo, es un
error creer que los medios armados se encuentran ausentes en las demás fases de las disputas,
sea como amenaza, como apoyo, como colaboración en actividades que no requieren la violencia,
pero en las que los medios militares son más efectivos, o son una carta que pesa en la mesa
geopolítica u otra. Como también es muy reduccionista creer que la defensa y la tareas militares se
reducen a “tirar tiros“ o prepararse para ese momento.
En este sentido se concebimos que la defensa en un asentido estricto (o estrecho, tal como se
definió en los equipos de campaña), la capacidad de ser eficientes en esta, requiere de las
herramientas que puedan trabajar y prepararse en múltiples aspectos acorde a la etapa histórica y
los escenarios posibles. Estos se relacionan con las características geográficas, con la etapa de la
humanidad y su desarrollo científico tecnológico, con las riquezas reales y potenciales, asumidas
por el país o por los extraños, como apetecibles. La calidad de reunir la información necesaria para
tener la posibilidad de hacer un uso efectivo de las herramientas de defensa. Y la calidad de tener
la población y las instituciones de la sociedad civil, educativas, culturales, industriales, populares, a
las OLPs consientes de la defensa nacional y capaces de coadyuvar al esfuerzo de defensa. De
lograr la integración nacional, de vigilar, ocupar y conocer la s rutas logísticas, la tierra, el mar, el
aire, el espacio y el ciberespacio

Los planteos de “nación en armas” (literalmente “pueblo” en armas., en alemán volks, una idea de
“pueblo/nación”) que implicaban la capacidad del país de hacer frente a sus desafíos por medios
no solo militares, sino de tener una estructura social, cultural y económica capaz de encarar la
defensa nacional. Es la idea de que la defensa excede a los profesionales de la guerra, debe estar
clara para los argentinos: como también que cuando hablamos de defesan hablamos de algo
mucho más amplio que el enfrentamiento armado entre fuerzas militares convencionales. Si bien
las sociedades han cambiado mucho y con ellas las formas de guerra, lo cierto es que el concepto
continúa con amplia vigencia. Aún en mayor medida con el surgimiento de nuevos terrenos de
lucha.

En este marco debemos pensar nuestras propuestas mas “capilares” en el marco de las teorías de
guerras de 4 y 5 generación, Guerra asimétrica y guerra hibrida. (Esto no implica perder de vista
los desafíos convencionales, que como es evidente se dan en todo el mundo y muy claramente en
nuestro caso). Las nuevas concepciones de guerra o de agresión, para ser meas amplios, difuminan
la claridad de los frentes de combate. Eliminan la claridad del inicio del momento militar (quizás
para nunca en el sentido clásico, o para en todo momento en un sentido nuevo), etc.

Por ello debe darse una tarea de adecuación técnica y formativa de la defesa nacional. En dos
direcciones. Una al interior de las FFAA en sus institutos desde los liceos hasta la escuela conjunta
y la UNDEF. Paralelo hacia la sociedad civil, creando mecanismos colaborativos de interacción de la
sociedad civil con la defensa nacional. Desde cetros de investigación y desarrollo como vanguardia
de la defensa en la ciencia y la técnica, como también en la ocupación territorial y la producción de
información. Sin dejar de lado (debe ir de la mano en primera instancia) en la cultura y el
desarrollo logístico y productivo.

En este universo entran varios programas que proponemos. Como también una reactivación y
reformulación del sistema de reservas que permita una incorporación de ciudadanos. Pero
también la incorporación de ciudadanos a una cuarta rama de las FFAA como es la guerra
ciberguerra. O la apertura de actividades colaborativas o de formación a ciudadano de OLPs en
calidad de un espacio civil de formación y capacitación, en los cuarteles a lo largo del país (lo que
sin dudas beneficiará en grado sumo a las zonas más pobres).

Peor ello debe ir acompañado muy intensivamente por la modernización acorde a estas
propuestas de los centros de formación militar, en las metes y los corazones militares. Para
empezar con un nuevo personal docente que comprenda esta doctrina, o sea el pilar de la
formación de militares concientizados de los desafíos de la defensa nacional en esta nueva etapa a
través de una cosmovisión histórica, filosófica y doctrinaria que les permita ver la realidad
discriminar amigos, enemigo y adversarios, en relación a la necesidad de independencia nacional
integral y fortalecimiento de la capacidad de decisión autónoma del estado. Ver los desafíos reales
de la defensa nacional. Y complementariamente ir implementado los programas de defensa
colaborativos con civiles capacitados o voluntarios, y organizaciones que trabajan en los ámbitos
considerados por la directiva como sujetos de defensa etc.

Señala la directiva

Vemos que el marco de nuestras propuestas en términos de política de estado se desarrolla en las
siguientes apreciaciones específicas de la DPN 2021. “A efectos de garantizar los intereses vitales
de la nación, deben preverse y mantenerse los mecanismos necesarios para el control, la
vigilancia, el reconocimiento y la producción de inteligencia militar estratégica de los espacios
aeroespaciales, marítimos, terrestres y ciberespaciales. Este marco situacional debe ser abordado
a partir de niveles de disuasión razonables, en cumplimiento de la misión primaria y esencial del
Instrumento militar”

Sin dejar de lado todo el marco de análisis general de los diferentes tableros que también es
completamente armónico con el desarrollo que presentamos, vemos que en lol específico también
aparece la apreciación que “Deben planificarse capacidades y doctrina acordes para proteger los
espacios y los recursos estratégicos (…) Sin expectativas de conformar una lista exhaustiva (…) las
cuencas hidrocarburíferas; las áreas fértiles cultivables que conforman el núcleo del circuito
productivo agropecuario; las cuencas hidrográficas de superficie (ríos, lagos, lagunas, esteros y
campos de hielo) y aguas subterráneas, las áreas de producción minera y la biodiversidad
protegida por su interés científico y tecnológico”

Y finalmente señalamos que la DPN nombra en todos sus apartados, a la cuestión de Malvinas,
Antártida, demás Islas y Mar Argentino. Y señala la necesidad de “tomar los recaudos de
planificación de capacidades, despliegue y organizaciones acordes por parte de nuestro sistema de
defensa”

Propuestas a desarrollar

Para poner en práctica estas propuestas proponemos crear grupos de trabajo que las desarrollen,
reclutar personal especializado y llamar a gente de las fuerzas para que sean parte de estos
programas o grupos de trabajo promotores. De hecho, hay personal del estado que puede ser
traspasado a Defensa sin que implique demasiados costos. Es necesario una inicial etapa de
estudio de las normativas vigentes, y de mapeo de situación para el despliegue exitoso posterior.
Para colocar docentes, materias, semanarios en diversos espacios educativos de las FFAA debe
hacerse paso a paso, pero no deben pasar meses sin que esa renovación y ampliación del espectro
formativo se quede estancada. En esa penetración capilar es posible logra runa estabilidad que
supere las coyunturas políticas.

Proponemos así, nombrar docentes en diferentes áreas del sistema educativo militar. Y a su vez
hacer convenios con las instituciones de las universidades públicas para que se creen cátedras o
seminarios permanentes sobre temas de defensa, geopolítica, ciencia y técnica, historia militar o
económica, ligados a estos programas. Y mantenerlos vinculados. Crear o impulsar grupos de
trabajo o de investigación desde temas concretos militares, o estudios históricos de diverso tipo.,
etc. Poder así desarrollar tareas colaborativas, inclusive en ámbitos en que lo civil tiene mas
libertad que lo militar de desarrollar ideas y operar, pero que son indudablemente sujetos de
defensa.

Programa interuniversitario “La Sanmartiniana”.

Debería tener otro nombre “neutro” y un anclaje que le permita subsistir cambios de gestión.
Trabajar en el sentido de un programa de investigación científica, practicas universitarias con un
velero inicial equipado como un “pequeño Calipso”. Viajes de investigación, oceánicos y en vías
navegables, con actividades en los puertos y con una relación con las bases navales y de prefectura
costeras. “La Sanmartiniana” y quizás otros buques en el futuro, puede ser parte de una pequeña
flota científica que sea una vanguardia de ocupación territorial marina. NO vulnera las “áreas
protegidas” y permite articular con centros de investigación que se asientes en áreas costeras y
algún punto costero clave como Isla de los Estados. Proyectando actividades al Banco Namuncurá
con la hipótesis de colocación de una plataforma científica en el mismo.

Programa/Instituto interdisciplinario de relevamiento territorial integral

Un programa que debe tener por objeto el trabajo de recopilación de información territorial, de
fronteras, del espacio aéreo, suelo, subsuelo, bosques, ríos, lagos, mar lecho marino, distribución
de la propiedad y de la población, sanidad, educación; fauna y flora; etc. Todos lo que hace al
conocimiento dinámico y estáticos de la nación. Lo que hace a la posibilidad de planificación,
integral, defensa y control, etc. En el sentido clásico de la “Defensa nacional” planteado por el
coronel Perón en 1944.

Debe ser un ámbito civil con colaboración militar en la órbita del Ministerio de defensa que
coadyuve capacidades que no hace al combate directo, pero si a la inteligencia y logística. En el
cual la capacidad de las FFAA con otros organismos del estado e instituciones, grupos e individuos
civiles que gracias a su especifica función o con cocimientos puede aportar a las funciones del
Programa. La UNDEF como las áreas de las FFAA específicas deben ser motores, pero
organizaciones civiles y universidades nacionales, deben ser interpelados formalmente para su
expansión

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