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sadguirido poder a lo largo de la derechos es simbolo de todos los aspecios que ban sido negados: los derechos un respeto que sitia a alguien en ‘B del yo y de los otros, que lo hace abe@nder de su estatus de cuerpo bumano a ser social. Parnicia Wittiams, La alquimia de los derechos ria los efectos del poder disciplinario recu- contra la disciplina, porque los mecanis- yla son dos constituyentes inte- 0 general de poder en nuestra sociedad. Si 1..] luchar contra las disciplinas y el poder dis de una nueva forma de derecho: una 4 », antidisciplinaria y, al mismo tiempo, ha de estar liberada del principio de soberania. Micuet Foucautt, Dos lecturas fe involucraron personalmente en esas luchas [por ra obtener algiin tipo de reificacién que ope- te y que les condujera a una falsa concien- istar una plaza en la parte delantera de un én de tierras sagradas garantizadas por tra- 0s oun carné sindical que llevar a los vinedos. aRT A. WILLIAMS, JR. Taking Rights Aggresively 394 DERECHOS Y PERDIDAS {Qué clase de fuerza emanci derechos para las identidades p ‘mericana de finales del siglo las reclamaciones de derechos servian para asegura formal de individuos estigmatizados, traumatizad tidades sociales determinadas, para asey 10s un lugar dentro del discurso i6n universal de persona, ¢qué sentido tiene d en nombre de identidades que pretenden fa presuncién humanista? ¢Qué cor identidad politizada en el seno del dencia liberal? gY qué significa servirse dad genérica —el discurso de derechos— cont han asegurado tradicionalmente esa clase de discurso? ‘Al plantear esta clase de preguntas acerca de la uti derechos en la actualidad, no pretendo discut de saber siel sujeto de derect € incluso contradictorios en que los derechos operan a través historias, culturas y estratos sociales’. et a ‘ida nw excuctadeiiivamens ado |3 Entiéndanse los derechos como limite y como acceso; WENDY BROWN (65, ticas politicas emanci smo, a una serie de paradojas en tor la mas importante de todas y participan 1d imperecedera, no de de los derechos y un plano temporal y es- los derechos de quienes han sido sometidos como en el caso de la poblacién negra 1—, en otras ocasiones pueden convertir- dor, un medio de obstruir o apropiarse de 296 DERECHOS ¥ PERDIDAS desempoderar a aquell tratos distintos. El propiedad, que no ‘capital sino que sirven para consti jadores. Ejemplos menos obvios podrian la libertad de expresion, al que algunas femini fuerza al , hasta el puto de que tein (Eola wn. eptla manda se "adc Por 2B DERECHOS ¥ PEROIOAS WENDY BROWN 2x9 enta en una lectura de los modos en que I> culos que m ‘emancipacién pol sociedad burguesa con respecto a la polit apariencia misma de un contenido gen bra del Estado feudal como aquello q en un doble sentido —de los lazos feudale: 6n que manifiestan nuestra c discurso burgués sobre los derechos, imente, la consecuencia de elementos h en fa vida ent una sociedad civil. Med! las relaciones sociales burguesas se re burgués y los derechos que necesita este \didos como re- hombre que el del proletariado en El capital. A jo es libre para vender su fuerza d cargas y esté desarraigado: ca no sean la venta de su fuerza de trabajo. La es, por tanto, la fuente de su condicic sino sujetos hobbesianos ansiosos, ienados, empujados a la acumu- respectoa os otros, sin obligaciones, si mismos y sometidos como sujetos a los Ja representacién de hombre, esta identificando la representaci igualdad del Estado como contraposicién del e supuestamente reclama. El «egois- duos soberanos que tienen derechos en el émbito des Badespolitizacion discursiva de esta produc- la sociedad civil. Esta identificando la ambigiiedad esencial dels oe bitte a x mismos y privatizados derechos: un signo que refleja tanto nuestra falta de libertadcom : Pedetrdpia fakealde poder como uni nuestra capacidad politica expandida. joc:(En'suma, aunque emancipen a Lo que deberia quedar claro a estas alturas es 4 Jas inquietudes que muestran algunos especi las energias de la supresién social, nnecesidades sociales generadas por es especificos desde un punto de vista his- es, ahistricas y permanentes. “en estos términos la critica que elabora cchos». En su lugar, la caracterizacion de los derechos que hae Nt 35 Ibid, pg. 153. z20 DERECHOS V PERDIDAS WENDY BROWN 271 jo contemporaneo bien éntre respecto al modo et enmascara el poder social desplazén- el énfasis en la produccién dis | 1 Los derechos burgueses aparecen como necesarios diciones materiales despolitizadas de una sociedad emancipada y no igualitaria, condiciones que los pro rechos despolitizan en lugar de articular 0 fos derechos refuerzan, por medio de su nat egoismo de la sociedad capitalista, refi to desenfrenado de los elementos mate dad como lo natural del hombre y, con el él poder social y confundiendo sus co duos atomizados— por su fuente y agentes; es materiales apropiadas para 3. los derechos construyen una politica ilusoria de la igualdad, emancipacién politica en la forma B lalibertad y la comunidad en el dominio d litica que queda contradicha por el dominio sipacion. En el andlisis dialéctico, el fraca- a hora de conseguir la «emancipacién » queda evidente en nuestra experiencia dy la alienacién y se supera por medio ormas de asociacién apropiadas para una revolucionado sus elementos» y ha tras- or tanto, disfrazan el p lad civil y del Estado media timafia que establece la soberani sociedad civil y una libertad, igualdad y comuni rias en el del Estado. ita dos conjuntos de preguntas sobre aquellas . as enarboladas bajo la bandera de la Y cabria compendiar ast el entusiasmo que muestra Marx pola Bilogarci cl deseo hacia los derechos del emancipacién politica, incluidos los derechos burgueses: gun deseo de despolitizar o borrar la existen- bi para la politizacién de poderes socia |x Ser considerados por el Estado como si fuésemos lie ¢ PEO Asta direcci6n;los derechos | iguales supone una mejora respecto a ser tratados Hitieidllo politico, ec6mo pueden ademas --estuviéramos naturalmente sometidos y desigual Jucha politica que pretenda transformar que lo constituyen a uno? ¢Qué garantiza la hacerlo— su despliegue instrumental en explicacién de Marx en un registro cen que el egoismo de los derechos WENDY BROWN — sefialan— grupos 0 comportamientos particula nos, parece que los derechos esconden discursivament. poderes a los que se suponia que debian enfrentarse. En cen que el de determinados estandares de ex- del sujeto soberano de derechos? 2Y producci6n disciplinaria de identidad regulaci6n por medio de la identidad hos que aconseja Williams? -que quienes no tienen derechos en ¢ ellos deberian cejar en su esfucrzo por jams y otros explican con bas- 6, en especial si procede de académicos 236 DERECHOS Y PERDIDAS WENDY BROWN 257 blancos de clase media, ¢sal mismo tiempo est ‘comunidad abstracta, puede entonces yuna negacién de las prerrogativas culturales". Pero argu favor de la importancia de tener derechos cuando los deree moneda comin sigue sin ser un andlisis de cémo ‘mente ni de la cultura politica que crean. Mas recalca tanto la imprudencia de internarse en una sin armas, como la fuerza paralizante de ser con: quello que una cultura determinada emplee pa gr0s a un esquema de... derechos —al imites personales— cobra sentido». Dai tas «familiaridad» e do ‘tratados por los blancos en los Estados: nte podria ser cierta distancia, separaci de las mujeres negras. te y el ocultamiento desesperado es la el drama de Tawana Brawley, de Anita las visibilidad ¢ invisibilidad» de la propia ra de derecho negra, de las mujeres negras alos negeas en una que por rutina sefala su sexualidad como econémico, en la privatizacion de la circ fin, en la ocultaci6n del funcionamiento integridad social, sexual y fisica que la carencia de de para los negros en los Estados Unidos. Junto con Robe: élla argumenta que si los derechos funcionan para in parary defender a los individuos, si conceden a los ind 7 esfera de integridad fisica y privacidad, si anuncian able entre exposicin y ocultamiento requiere dad personal aunque sea de manera abstracta y m acién mediante pricticas sociales que confic- jomia y privacidad, agencia y respeto. Ja valoraci6n foucaultiana de la forma- o legado asuma también la forma de un 'Sujetos que crea, un deseo convertido en worl, a 238 DERECHOS Y PERDIDAS Williams. De hecho, zde qué otra forma expl nuestra intrusién en su forma de arreglarse exposicién de cémo con t6ni se adorna el rostro en contradicciones para «negar el ‘un modelo de conducta ()...allanar el camino para de esta manera volver a representar la escena de una sencia de privacidad fisica que es la historia de la Jargas horas de sufi sualbornoz de felpa y la vanidad frente al espejo? Q producido histéricamente —por el derecho a exponerse sin agravio, y por el derecho a ocultarse sin recriminacion: aun determinado deseo de derechos, in ten, como hace el liberalismo en términ te disponibles y «magicos» en las bocas de 0 cuando sscartar derechos, sino ver a tra luche solo,en un universo autorreprocha ‘un poder que se infiltra entre los derechos y un de Beigien sina mayor defini 59 Ibid pine x65. 240 DERECHOS Y PERDIDAS WENDY BROWN — 22, reflejo del yo universal. El objetivo es expandir los de incidente de Benetton, que ninguna cantidad de propiedad privada hacia una concepcién de los derechos cls, jjorar 0 compensar). El discurso de derechos. ne hacia el derecho a esperar civismo de los demas... La sociedad tracto y deshistorizador, mixtifica las condiciones debe donar [derechos]... a los esclavos |,]... a los a @idelimitan la posibilidad de alcanzar la identidad Jas vacas |,}... a la historia [,]... a los rios y a las rocas" que su fuerza descontextualizadora priva a la litica del reconocimiento de las historias, las relacio= de poder que nos producen y nos sitéan come El riesgo que se corre aqui es que la aprecia xibilidad de la palabra propiciados por puedan converger con lo que 6gicos del liberalismo ites y una frontera de ual» ofrecida pg ‘entrampan a quien carece de ellos. Porque, en el que dibujan un circulo alrededor de una in- shos son todo lo que separa a Williams de su -vendida, violada y maltratada, también es el historias politicas que generan derechos, las economias pol illa'a la hermana tristemente famosa las que operan y las subjetividades que conforman? I jitié ratificar la presuncién social mas am- En este sentido, lo que Williams denomina sdia convertirse en juez del Triby derechos puede tener que ver menos con sus capacidades eau mutaci6n que con el hecho de que, si bien formalmente rechos marcan la identidad personal, no pueden bien prometen proteccién frente a la exposicién hur - Quizd la compara- ns entre la naturaleza concreta, inmediata de los derechos con el «futurismo atem- ica «ilusoria [,]... inalcanzable... 0 57 Ibid pigs. 163, 164-63. 58 Tid, p15 Il Meee Y PERDIDAS. sobrenatural» de otros proyectos pi cemancipatorios" final, una comparaci6n engafiosa que depende de una cone engafiosa. Bajo el disfraz de lo concreto, lo que prometen los dee. ‘chos puede ser tan elusivo, tan sobrenatural, tan Jo que ofrece cualquier otro mito politico. Icanzable como El empefio de Catharine MacKinnon para subsa nismo de la ley y reparar la desigualdad de MacKinnon trata de visibilizar dentro del derecho, y «1 dentro del discurso de los derechos, prec social que en palabras de Marx quedaba eclipsado por el burgués de los derechos. Para MacKinnon, el proyecto de uri dencia feminista, en especial en el dominio del acoso sexual yl pornograffa, se orienta a que los derechos articulen y respondan, en lugar de enmascarar, a los funcionamientos sistemas de lt subordinacién de género. En el andlisis de MacKinnon, el género es el efecto soliifcado de una organizacion patriarcal de la sexualidad como dominacién masculina y sumisi6n femenina. Una organizacién determinada ée la sexualidad crea el género como una organizacién determinada del trabajo crea la clase, y una politica que rectfica la desigualdod de género ¢s por lo tanto una p cién y puesta en préctica de la subordinacién de diante la apropiacién, la mercantilizaci6n y la vul sexualidad femenina. El acoso sexual, pornografia aparecen de esta forma no solo como vulneraciones sino como vulneraciones que especificamente reducen a las pet sonas a mujeres, que reafirman y reiteran —en realidad, genera” 61 Ibid, pigs. 165-64. WENDY BROWN 243 Ia categoria «mujeres», y asi eso constivaye Jos derechos civiles de las mujeres, el derecho de Ia igualdad civil y pol ino constituido por y p\ ycomo dominio sexua a las pretensiones legales de objetividad como presentando el aperspe inte— institucionaliza el poder de los hombres e institucionaliza el poder en su forma masc esta carencia de punto de vista es la mascu- adapta al feminismo el punto de vist sta universal —el discurso del constitucionalismo en social al es una argucia del poder, que o lo que en realidad privilegia al dominante. argumenta que el universalismo del Estado linista por medio de la forma aperspect que encubre la masculinidad del derecho id» del Estado constituye y legitima a un guesa del Estado. ‘de que el derecho sea «equitativo en cuanto te privando a este proyecto la «neutralidad endo de esta manera igualdad de género 0. Argumentando que el derecho es mas par- 0 alli donde mas ciego es al género, trata de género», en parte sacando a la luz su pers- .. El empefio de MacKinnon en usar de reconocimiento y rectificacién de la 1 of the State Harvard University Pres, Cambridge, 1983, ae 244 DERECHOS PEROIDAS WENDY BROWN aie subordinacién de género depende de reformar su propio masculinismo. Aspira a conseguir. do tanto la parcialidad como la veracidad de la derecho de las mujeres a no ser subor ta forma, el acoso sexual y la pornografia se deigualdad de género en vez de ser 25 de la igualdad liberal no mediante la ampliacién di inclusién de la ley, sino instalando dentro de valencia marxista sobre los derechos y de reconocer el poder social estratificador, su potencial falsificacién de la «base real, males, por lo general, hacen invisible y que el di aci6n, incluso aunque ofrezcan i ysujetos sefialados. MacKinnon resuc B stalando en el discurso legal un andlisis de la subordinacién de las mujeres. De esta jpar a las mujeres en abstracto, dejando fundamentales de su subordina« pretende mas bien obligar a la ley a cui uestas legislativas de MacKin salista forzindola a reconocer y rectifica de esas condiciones haciéndola: ros —en concreto, haciend ° jon erotizada mascul cién femenina, MacKinnon insiste en que ces una igualdad sustancial mas que meramente jeres es el derecho de las mujeres a ser seguirse por medio de una ley de derecho n, violacio: én y subordi “MacKinnon busca conseguir por medio de una jurisprude samente equipare la igualdad de las mujeres con los derechos de as eno se podia hacer: emplear el discurso y enmendar las desigualdades que despolitizan bajo sus formulaciones onal ¢ igualdad. m por la brillantez de la argumentaci6n jer entonces la subordinaci6n sexual —sea medi ietiitiones pollticas.y estratézicas trimonio, incesto o acoso, restricciones al aborto 0 por Re cciinaléesonahoraio ynsideradas por extenso en el capitulo cua- qui en lugar de tratadas en detalle. I 246 DERECHOS ¥ PERDIDAS WENDY BROWN aa las mujeres en el derecho», gexactamente qué «ex las mujeres», extraida de qué mom tos culturales, raciales y de clase, est spor la pornografia 0 el acoso sexual, po i tela figura a la que, segiin se lamenta Macl das a través del sexismo, una figura de la mujer 3, no cuadra ni con su experiencia de su experiencia de la pornografia, ni con su amb regulaci6n legal del porno. De forma simi han cuestionado la reduccién que hace MacKinnon la sexualidad, argumentando que la maternidad marcadas por el género son al menos tan cor dinaci6n por medio de este. Segundo, equé sentido tiene escribir hist una experiencia circunscrita a un discurso ahistorc universalista del derecho? Qué sucede cuando la «exper viene ontologia, cuando la «perspectiva» deviene verdad Ifo que el empefio de MacKinnon por codificar riencia de las mujeres» interpela a te vulnerables, ¢de qué manera ni id de las mujeres y de la exp De qué manera esta os derechos civiles de las mujeres como derechos n sexual masculina reafirma las operaciones esentadas por la categoria heterosexualmente a la analogia con la clase que inaugura el on del género y la jurisprudencia fer ‘otro angulo cémo su empeiio por conseguir tiva mediante derechos puede repetir, mas 6n entre derechos ¢ igualdad articulada en método de MacKinnon de implantar en el rechos tin andlisis del poder social constituyente cable la clase, esa forma de poder social una parte, y de la erosin de otros rosexualidad forzosa, como la divisién sexual del trabsio por otra? ¢Qué significa instalar en el discurso unive derecho un andlisis de la subordinacién de las mujeres qu p estar bastante circunscrito histérica y culturalment ‘Tercero, una definicién de las mujeres que las entien subordinacién sexual, y la codificaci6n de esta defnicid ‘Mars, la verdadera emancipacién de la Ia abolicién de la propiedad privada, TTT. 248 DERECHOS Y PERDIDAS WENDY BROWN 2a) no la abolicién de las distinciones politicas basadas en la po de propiedad Ahora bien, si una significativa igualdad econdmic: de la clase, es incompatible con los derechos de propieda: epodria darse el caso de que una igualdad de gé como lo define MacKinnon, sea igualmente inc recho ala libertad de expresién? Si, como argu Ja dominacién sexual es en parte una cuestién de di ejemplo, el acoso sexual) y de representacién (por cje sntonces resulta acaso sorprendente 4 en «conseguir la igualdad para las rectamente en conflicto con la Primera Enmienda de estadounidense?. Parece que aqui MacKinnon més qu: ha ampliado y confirmado la critica de los derechos de Marx: marcos enmascaradores del poder y las desigualdades so anilisis confirma, en vez de resolver, la oposicién que ar entre «los derechos del hombre», por un lado (propiedad, de expresiGn, libertad religiosa, etcétera),y la igualdad susa (que ella denomina derechos civiles) de las mujeres, por e apropiarse de un discurso de los derechos civiles para conse la igualdad para las mujeres, MacKinnon se opone a ls liber fe accesible de la contestaci6n popular a la esfera alta- aseguradas por el universalismo constitucional y, en este Eijdaautoridad juridica, el proyecto \de-represeri- reafirma mas que reelabora la formulaci6n de Marx de la oposicién d \da y adjudicar sus demandas temporales y i jerdadera emancipacién hums: jas. El ingenioso y fracasado empeiio de MacKinnon a dominacién en la sociedad ese de Ia critica de Marx para la reforma del derecho ‘civil, entre la lil burguesa y la igualdad real. de constituir una advertencia mas general contra la Por un lado, MacKinnon busca codificar la «expe la posicién de sujetor de una ficcién denominada «mu ente totalizadas de la identidad confluyen con los efec~ el discurso atemporal del derecho, de tal modo que las d derechos para producir niveles de son producidas como las criaturas sexualmente vulnerables que iduacién juridica no imaginados ni la ley dice que somos. Por el otro, parece comprometerse con una . mo paledtad verccparicmskoicle uel ‘en nombre de la igualdad de las mujeres ntativas pueden revelar la medi particular es desplegada para sustituir Ia ficcién Ja identidad personal universal, vemos que el dis- ‘converge de forma perniciosa con el discurso de ‘un modo espectacularmente potente de advertencia concierne aqui a los elementos profun- democraticos implicitos en transferir de una esfera Gayo texto es come sigue:

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