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Qué son Principios constitucionales:

Los principios constitucionales se refieren a los valores éticos, sociales, legales


e ideológicos consagrados en la constitución de una nación, a partir de los
cuales se deriva todo el ordenamiento jurídico. Pueden ser llamados también
como principios fundamentales.

Estos principios funcionan como las directrices esenciales de todo el sistema


de orden sociopolítico de una nación y tienen fuerza vinculante. Por lo tanto,
cada una de las leyes, reglamentos y normas que se redactan en una
determinada sociedad, tienen que contener o respetar estos principios,
garantes del pacto social entre los ciudadanos y el Estado.

Los principios constitucionales inciden en la determinación de las libertades


individuales y colectivas, en el regulamiento de la participación social y en los
límites de actuación de los entes de gobierno.

Además de servir de marco para la redacción de las leyes del Estado, los
principios constitucionales son necesarios para interpretar aquellas áreas en
las que existen ambigüedades o vacíos legales, de manera que se resguarden
los derechos garantizados por la constitución.

Cada país establece sus principios constitucionales de acuerdo al universo de


valores que fundamentan su cultura. Esto quiere decir que pueden existir
diferencias visibles al comparar las diversas constituciones de cada país.

Sin embargo, en los países que se consideran democráticos, existen principios


comunes, lo que permite que estos países se asocien en organizaciones
internacionales que representan tales principios.

De esta manera, los principios constitucionales o fundamentales tendrían que


garantizar los derechos humanos, los derechos fundamentales, los derechos
sociales, económicos y culturales y, finalmente, los derechos colectivos y
ambientales.

Ejemplos de principios constitucionales


Entre los más importantes principios constitucionales de un Estado de derecho,
se cuentan los siguientes:

 Sujeción a la ley: es el principio que expresa que el orden social está


sometido a las leyes y no a las personas, independientemente de su autoridad,
lo cual implica un principio de igualdad ciudadana.
 Limitación del poder: es el principio que pone límites al poder del Estado. El
Estado no puede hacer nada que no esté expresamente indicado en la ley.
Solo puede actuar en aquello en que la ley establece facultades para eso. Así,
este principio se complementa con el anterior.
 División de los poderes del Estado: cada constitución, para garantizar el
equilibrio y la justicia social dentro del Estado de derecho, debe definir la
separación de los poderes del Estado. Normalmente, estos se estructura en
tres: poder legislativo, judicial y ejecutivo.
Otros principios constitucionales comunes son los principios
de igualdad (implícito en el principio de sujeción a la
ley), responsabilidad, independencia judicial, motivación (justificación de
los actos legales) y seguridad jurídica.
Veamos un ejemplo de principios constitucionales en la constitución mexicana:

Constitución de México
Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas
gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y
en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte,
así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá
restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones
que esta Constitución establece. Párrafo reformado DOF 10-06-2011

En cuanto a los principios de presupuesto en Venezuela, están basados en la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, específicamente en su artículo
311.  A saber:
"La gestión fiscal estará regida y será ejecutada con base en principios de eficiencia,
solvencia, transparencia, responsabilidad y equilibrio fiscal. Esta debe equilibrarse en
el marco plurianual del presupuesto, de manera que los ingresos ordinarios deben ser
suficientes para cubrir los gastos ordinarios."
De nuestra interpretación, explicaremos cada uno de los principios constitucionales
sobre los cuales se basan las Leyes que derivan de la carta magna.
1.    Eficiencia:  La asignación y utilización de los recursos del presupuesto deben ser
canalizados con responsabilidad para la obtención de bienes u otorgar servicios
públicos al menor costo posible, pero considerando la calidad del bien o servicio..
2.  Solvencia: Se refiere a que los presupuestos deben de realizarse de forma prudente
que permitan honrar las obligaciones que se asuman en su ejecución.
3.    Transparencia: El presupuesto se expondrá con claridad, de forma que pueda ser
entendido a todo nivel, tanto de la organización del Estado, como de la sociedad. Se
harán además, permanentemente, informes públicos sobre los resultados de su
ejecución.
4.    Equilibrio Fiscal: Consiste en que en la formulación y ejecución de los presupuestos
tanto los ingresos y fuentes de financiamiento, deben ser iguales a los gastos y
aplicaciones financieras.  Este princio garantiza también el principio de solvencia
explicado anteriormente.

Sin embargo, también son válidos los principios universalmente aceptados, estos


no contradicen en nada, sino más bien complementan a los principios indicados en
nuestra Carta Magna. Estos principios deben aplicarse por ética profesional
cuando correspondan, y son:

1.    Programación: Se desprende de la propia naturaleza del presupuesto y sostiene que


el presupuesto debe tener el contenido y la forma de la programación.
2.    Contenido: establece que deben  estar  todos  los elementos que permitan la
definición y la adopción de los objetivos prioritarios. El grado de aplicación no está
dado por ninguno de los extremos, pues no existe un presupuesto que carezca
completamente de una base programática, así como tampoco existe uno en el que se
hubiese conseguido la total aplicación de la técnica.
3.    Forma: en cuanto a la forma, con él deben explicitarse todo los elementos de la
programación, es decir, se  deben  señalar los objetivos adoptados, las acciones
necesarias a efectuarse para lograr esos objetivos; los recursos humanos, materiales y
servicios de terceros que demanden esas acciones  así como los recursos monetarios
necesarios que demanden esos recursos.
Respecto de la forma mediante este principio se sostiene que deben contemplarse
todos los elementos que integran el concepto de programación. Es decir, que deben
expresarse claramente los objetivos concretos adoptados, el conjunto de acciones
necesarias para alcanzar dichos objetivos, los recursos humanos, materiales y otros
servicios que demanden dichas acciones  y  para  cuya  movilización  se  requieren
determinados recursos monetarios, aspecto este último que determina los créditos
presupuestarios necesarios.
4. Integralidad: en la actualidad, la característica esencial del método de presupuesto por
programas, está dado por la integralidad en su concepción y en su aplicación en los
hechos.  El presupuesto no sería realmente programático si no cumple  con las
condiciones que imponen los cuatro enfoques de la integralidad. Es decir, que el
presupuesto debe ser:
·         Un instrumento del sistema de planificación;
·         El reflejo de una política presupuestaria  única;
·         Un proceso debidamente vertebrado; y
·         Un instrumento en el que debe aparecer todos los elementos de la programación.

5.    Universalidad: dentro de este postulado se sustenta la necesidad de que aquello que


constituye materia del presupuesto debe ser incorporado en él.
Naturalmente que la amplitud de este principio depende   del concepto que se tenga
de presupuesto. Si este sólo fuera la expresión financiera del programa de gobierno,
no cabría la inclusión de los elementos en términos físicos, con lo cual la programación
quedaría truncada.
En la concepción tradicional se consideraba que este principio podía exponerse
cabalmente bajo la "prohibición" de   la existencia de fondos extrapresupuestarios.

6.  Exclusividad: en cierto modo este principio complementa y precisa el postulado de la


universalidad, exigiendo que no se incluyan en la ley anual de presupuesto asuntos
que no sean inherentes a esta materia. Ambos principios tratan de precisar   los límites
y preservar la claridad del presupuesto, así como de otros instrumentos jurídicos
respetando el ámbito de otras ciencias o técnicas. No obstante, de que en la mayoría
de los países    existe    legislación    expresa    sobre    el    principio  de exclusividad,
en los hechos no siempre se cumplen dichas disposiciones legales.

En algunos países de América Latina, particularmente en épocas pasadas, se


estableció la costumbre de incluir en la ley   de presupuestos disposiciones sobre 
administración  en  general, y de personal en particular, tributación, política salarial,
etc., llegando, excepcionalmente, desde luego, a dictar normas que ampliaban o
reformaban el Código Civil y el Código de Comercio. Sobre todo, en este último
aspecto, tal inclusión no  era fruto de un error, sino que se procuraba evitar la
rigurosidad del trámite parlamentario a que están sujetas tales cuestiones.

7.    Unidad: este principio se refiere a la obligatoriedad de que  los presupuesto de todas


las instituciones del sector público sean elaborados, aprobados, ejecutados y
evaluados con plena  sujeción a la política presupuestaria única definida y adoptada 
por la autoridad competente, de acuerdo con  la  ley,  basándose en un solo método y
expresándose uniformemente.
En otras palabras, es indispensable que el presupuesto de cada entidad se ajuste al
principio de unidad, en su contenido, en sus métodos y en su expresión. Es menester
que sus políticas de financiamiento, funcionamiento y capitalización sean totalmente
complementarios entre sí.

8.    Acuciosidad: para el cumplimiento de esta norma es imprescindible la presencia de


las siguientes condiciones básicas en las diversas etapas del proceso presupuestario:
·         Profundidad, sistematización y organización en la labor técnica,  en la toma de
decisiones, en la realización de acciones y en la formación y presentación del juicio
sobre unas y otras, y
·         Sinceridad, honestidad y precisión en la adopción de los objetivos y fijación de los
correspondientes medios; en el  proceso de su concreción o utilización; y en la
evaluación de nivel del cumplimiento de los fines, del grado de racionalidad en la
aplicación de los medios y de las causas de posibles desviaciones.

En otras palabras, este principio implica que se  debe  tender a la fijación de objetivos
posibles de alcanzar, altamente complementarios entre sí y que tengan la más alta
prioridad.

9.    Claridad: este principio tiene importancia para la eficiencia del presupuesto como
instrumento de gobierno, administración   y ejecución de los planes de desarrollo
socio-económicos. Es esencialmente de carácter formal; si los documentos
presupuestarios se expresan de manera ordenada y clara, todas  las etapas del
proceso pueden ser llevadas a cabo con mayor eficacia.

10.  Especificación: este principio se refiere, básicamente, al aspecto financiero del


presupuesto y significa que, en materia de ingresos debe señalarse con precisión las
fuentes que los  originan, y en el caso de las erogaciones, las características de  los
bienes y servicios que deben adquirirse.
En materia de gastos para la aplicación de esta norma, es necesario alejarse de dos
posiciones extremas que pueden presentarse; una sería asignar una cantidad global
que serviría para adquirir todos los insumos necesarios para alcanzar cada objetivo
concreto y otra, que consistiría en el detalle minucioso de cada uno de tales bienes y
servicios.
La especificación significa no sólo la distinción del  objetivo del gasto o la fuente del
ingreso, sino además la ubicación de aquellos y a veces de éstos, dentro de las
instituciones, a nivel global de las distintas categorías presupuestarias, y, en no
contados casos, según una distribución espacial. También es indispensable una
correcta distinción entre tales niveles o categorías de programación del gasto.
·         Especificación Cualitativa: establece que los recursos asignados a una determinada
obra,  proyecto  y programa  debe ser invertidos exclusivamente hacia ese destino.
·         Especificación cuantitativa: indica que los gastos sólo serán contraídos, girados y
realizados de acuerdo a una autorización   y hasta el límite de la disponibilidad
presupuestaria para esta partida.

11.  Periodicidad: este principio tiene su fundamento, por un  lado, en la característica


dinámica de la acción estatal y de la realidad global del país, y, por otra parte, en la
misma naturaleza del presupuesto.
A través de este principio se procura la armonización de  dos posiciones extremas,
adoptando un período presupuestario que no sea tan amplio que imposibilite la
previsión con cierto grado de minuciosidad, ni tan breve que impida la realización de
las correspondientes tareas.
La solución adoptada, en la mayoría de los países es la de considerar al período
presupuestario de duración anual.
12.  Continuidad: se podría pensar que al sostener la vigencia del principio de
periodicidad se estuviera preconizando verdaderos cortes en el tiempo, de tal suerte
que cada presupuesto no tiene relación con los que le antecedieron, ni con los
venideros. De   ahí que es necesario conjugar la anualidad con la continuidad,  por
supuesto que con plenos caracteres dinámicos.
Esta norma postula que todas la etapas de cada ejercicio presupuestario deben
apoyarse en los resultados de ejercicios anteriores y tomar, en cuenta las expectativas
de ejercicios futuros.

13.  Publicidad: exige la verificación pública del proceso presupuestario en sus diferentes


fases: proyecto, discusión y sanción, ejecución y resultados. Esto se logra mediante la
publicación periódica y pública de los diversos documentos probatorios. En Venezuela
tanto el presupuesto  Nacional como los de los entes con y sin fines empresariales se
publican en la Gaceta Oficial del País.

14.  Flexibilidad: a través de este principio se sustenta que el presupuesto no adolezca de


rigidez que le impidan constituirse  en un eficaz instrumento de: Administración,
Gobierno y Planificación.
Para lograr la flexibilidad en la ejecución del presupuesto, es necesario remover los
factores que obstaculizan una fluida realización de esta etapa presupuestaria, dotando
a los niveles administrativos, del poder suficiente para modificar los medios en
provecho de los fines prioritarios del Estado.
Según este principio es necesario sino eliminar, por lo menos restringir al máximo los
llamados "Recursos Afectados"  es decir, las asignaciones con destino específico
prefijado.
En resumen, la flexibilidad tiende al cumplimiento  esencial del presupuesto, aunque
para  ello  deban  modificarse sus detalles.

15.  Equilibrio: este principio se refiere esencialmente al aspecto financiero del


presupuesto aun cuando éste depende en último término de los objetivos que se
adopten; de la técnica que se utilice en la combinación de factores para la producción
de los bienes y servicios de origen estatal; de las políticas de salarios y de precios y en
consecuencia, también del grado de estabilidad  de la economía
Fases del Presupuesto Público
El Presupuesto Público es uno de los convenientes temas de los que se ocupa el Estado al
momento de distribuir los recursos públicos de acuerdo a los planes de las entidades, sin
embargo, no es un asunto de simplemente aceptar todo lo que se propone, sino de
priorizar y equilibrar todo lo desarrollado por cada una de estas.
Pero el presupuesto público cuenta con algunas fases o ciclos por los que debe pasar de
una manera ineludible:
 Programación
 Formulación
 Aprobación
 Ejecución
 Evaluación
En este sentido, el Ministerio de Economía y Finanzas señala lo siguiente con respecto a
cada una de las fases:
Programación: La programación presupuestaria se inicia, normalmente, a fines del mes de
mayo. Constituye un ejercicio de planeamiento y asignación en el que los diferentes
pliegos presupuestarios estructuran su gasto siguiendo las pautas establecidas por la
DNPP del MEF.
Dentro de los objetivos de esta se tiene que puede ejercerse conforme a la planificación y
las prioridades definidas.
Formulación: Luego de estimar las necesidades de gasto, y contrastarlas con los recursos
disponibles, las instituciones formulan la estructura de su presupuesto, seleccionan sus
objetivos y metas, consignan los montos a gastar y los recursos con que financiarán dichos
gastos.
Es exclusivamente cuando todos los planes se encuentran pre-aprobados.
Aprobación: Se inicia cuando el MEF envía el anteproyecto de ley para la aprobación del
Consejo de Ministros. Éste es remitido después al Poder Legislativo por el Presidente de la
República. En agosto de cada año, el Congreso recibe el anteproyecto de presupuesto
para el siguiente año fiscal.
Cortesía MEF
Ejecución: Es la etapa en la que se realizan los gastos en todas las entidades públicas,
gobiernos regionales y locales. Para ello, las entidades hacen una programación del
presupuesto total del año y la DNPP les autoriza, en forma trimestral, el calendario de
compromisos, que es la autorización máxima que la entidad podrá gastar en ese período y
que depende de la disponibilidad de recursos en la caja fiscal. Durante la ejecución, los
pliegos pueden realizar modificaciones presupuestarias de diversos tipos, algunas de las
cuales las autoriza el propio titular del pliego y otras que requieren decretos de urgencia
del Ejecutivo. Cualquier incremento del presupuesto total requiere un crédito suplementario
que debe ser aprobado por ley del Congreso.
Durante la etapa de la ejecución, los servidores públicos encargados de programar y
planificar el presupuesto público y las actividades que se realizarán durante el período
generado, podrán consignar sus actos con el área correspondiente y esperar la
aprobación.
Evaluación: En teoría, se realiza durante los primeros meses del tercer año. En esta fase
las entidades del sector público deben determinar, bajo su responsabilidad, los resultados
de la gestión, en base al análisis y medición de los avance físicos y financieros así como
de las variaciones observadas, señalando sus causas.

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