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“LA ACCIÓN CIVIL EN EL

PROCESO PENAL”
La acción civil, es para resarcimiento de los daños y perjuicios causados o para la restitución
del objeto materia del hecho punible puede ser ejecutada por todos aquellos (actor civil) que
han sufrido por consecuencia de este daño.

MONTERO AROCA plantea, con acierto, la confusión que existe en la doctrina en torno a lo
que debe entenderse como objeto del proceso penal, y que esa falta de claridad se origina en
el mismo punto de partida al mezclar la acción penal con la acción civil y, consiguientemente,
el proceso penal y civil que dan lugar a cada una de aquellas. De ahí el autor colige que hay una
confusión que proviene de haberse sostenido de que todo delito o falta nace una acción penal
para el castigo del culpable, del cual puede nacer también una acción civil para el
resarcimiento del perjudicado y que todo responsable de una falta o un delito también lo es
civilmente. También, ASCENCIO MELLADO, señala que no hay dos tipos de responsabilidad civil
solo por el hecho de que una se origine de un ilícito civil sin repercusión penal y la otra que de
un hecho también sea considerado un delito. En consecuencia, lo que interesa o lo que debe
interesar al actor civil es que exista un daño reparable, no que el hecho del que deriva sea
delito. Un entendimiento erróneo de esta cuestión es lo que ha llevado a que, durante muchos
años, en el Derecho comparado, la resolución de la cuestión civil se vincule (siempre) a la
emisión de una sentencia condenatoria (accesoriedad restringida); la acción civil no es
accesoria de la penal. Lo que existe es una simple acumulación de pretensiones cuyo
fundamento radica en la economía procesal. Además, NÚÑEZ RICARDO señala que, resulta
beneficioso que el perjudicado tenga a su disposición dos vías para procurar la reparación de
su agravio. Pues la repuesta del órgano irá direccionada en determinar la existencia del delito y
la determinación de responsabilidad ambos ubicaran la respuesta bajo el mismo sujeto. En
conclusión, la respuesta judicial a la acción civil nunca lo es carácter penal, sino civil. Consiste
en una reparación, restitución o indemnización.

SOBRE LA BASE LEGAL DE LA ACCION CIVIL


El Código Procesal Penal de 2004 regula el ejercicio de la acción civil en el proceso penal en la
sección II del Libro Primero (Disposiciones Generales). El artículo 11 Código Procesal Penal
establece que el ejercicio de la acción civil derivada del hecho punible corresponde al
Ministerio Publico y, especialmente, al perjudicado por el delito. Si el perjudicado se constituye
en actor civil, cesa la legitimación del Ministerio Publico para intervenir en el objeto civil del
proceso. La naturaleza absolutamente privada de la acción civil acumulada al proceso penal se
aprecia claramente en la regulación de los artículos 12, 13 y 14 Nuevo Código Procesal Penal,
donde esta normativa reafirma la idea de que la acción civil ejercitada en el proceso penal es
privada y por ello dispositiva, y esto supone que la regla general, lógica y coherente con el
principio dispositivo sea que el perjudicado muestre su voluntad de que en el proceso penal
sea enjuiciada la acción civil. Además, la sentencia que se dicte durante el proceso ha de ser
congruente con las peticiones de las partes civiles, en tanto que lo dispuesto en las leyes
procesales civiles es de aplicación.

La acción civil en el proceso penal, presenta dos características:


 Una plena autonomía (Artículo 11) ya que el agraviado al constituirse en actor civil
tiene pleno derecho de reclamar la pretensión resarcitoria.
 Obligación legal (Artículo 12 inciso 3) ya que el Juez de Investigación Preparatoria o de
Juzgamiento debe emitir el pronunciamiento respecto de dicha pretensión, aún en los
casos de absolución o sobreseimiento de una causa penal.

Entonces, la incorporación de una pretensión civil dentro del proceso penal, no es una
desnaturalización del proceso penal ni tampoco la asunción de competencia de los jueces
civiles, sino al contrario, significaría un mejor ejercicio de la tutela jurisdiccional , en virtud que
un hecho (punible o no punible) que sea de conocimiento de la justicia penal, obtenga una
respuesta adecuada no sólo en lo relativo a las consecuencias penales que pudiera existir, sino
también a las consecuencias civiles surgidas por el mismo. Asimismo, teniendo en cuenta que
el fundamento de la acción civil, es el daño y no exclusivamente el delito, esta acción en sede
penal es de naturaleza civil y por lo tanto debe regirse por tales reglas; sin embargo, es el
ejercicio de dicho acto en el que se han generado algunos inconvenientes que merecen ser
tratados en el presente tema.

EFECTOS JURIDICOS DE LA ACCION CIVIL


Como se advierte, nuestro sistema procesal penal se ha adherido a la opción de posibilitar la
acumulación de la pretensión resarcitoria, de naturaleza civil, en el proceso penal. En tal
sentido GÓMEZ COLOMER expresa que, una vez aceptada la existencia de la permisibilidad de
la acumulación al proceso penal de uno civil, toca determinar el objeto del proceso civil
acumulado, que no es otro que la pretensión y la resistencia, siendo el contenido de la referida
pretensión, casi siempre, de naturaleza patrimonial. Dicho en otras palabras, la acumulación
de la acción civil al proceso penal, responde sencillamente a un supuesto de acumulación
heterogénea de pretensiones, con fines procesales estrictos. Esta tendencia encuentra un
beneficio en el hecho de que, con el menor desgaste posible de jurisdicción, se pueda reprimir
el daño público causado por el delito y reparar el daño privado ocasionado por el mismo
hecho. También ,nuestro modelo procesal ha delimitado determinados lineamientos teniendo
en cuenta que el Ministerio Público tiene implícita su facultad de ejercer la acción civil
derivada del hecho ilícito (art. 11 inciso 1), ostenta la obligación, al momento de formular su
acusación, de emitir una pretensión resarcitoria básica que permita sustentar las
consecuencias accesorias del delito (decomiso, embargo o incautación) y garantizar el pago del
mismo, hecho este que daría sentido lógico a la exigencia de formular pretensión civil al
momento de emitirse dicho requerimiento (Art. 349 inciso 1- párrafo g )y posibilitaría que los
sujetos procesales puedan tenerlo como punto de debate inicial de la pretensión civil, ya que
tienen la facultad de objetar la reparación civil o reclamar su incremento o extensión (Art. 350
inciso 1- párrafo g) logrando de esta manera optimizar la audiencia y determinar de manera
concreta el perjuicio de la parte agraviada; ya que el Ministerio Público sólo puede abstenerse
de solicitar reparación civil en su acusación cuando exista una transacción formalizada ante el
Juez de Investigación Preparatoria (Art. 14 inciso 2). Otro de los puntos importantes, es el
referido a la forma en que se ejercitará la acción civil, en los casos de absolución y
sobreseimiento de un proceso penal, en los casos en que exista un daño de carácter civil.
Consideramos que ésta deberá efectivizarse en una audiencia especial, en la que se discuta la
pretensión y se actúen los medios de prueba que lo sustentan, la misma que debería ser
conforme a las reglas establecidas para la conclusión anticipada (Art. 372 inciso 2 y 3); para lo
cual obviamente deberá existir claramente delimitada una pretensión civil.
CONCLUSIONES
a) El Código Procesal Penal establece que la acción sea objeto de transacción y una vez que
sea formalizada ante el juez de Investigación Preparatoria, esta no puede ser oponible por
el Ministerio Publico.
b) La naturaleza es absolutamente privada acumulada al proceso penal y se aprecia en los
artículos 12, 13, 14 Código Procesal Penal.
c) La regla que establece el Código Procesal Penal, es la imposibilidad de que exista un
concurso de pretensiones, la pretensión es alternativa, en el sentido de que optar por una
de ellas no podrá deducir la misma en otra vía.
d) El artículo 12.1 otorga la libertad al perjudicado por el delito a elegir entre el proceso
penal o el Orden Jurisdiccional Civil al ejercer su pretensión.
e) El artículo 13 del Código Procesal Penal, establece que el perjudicado está habilitado a
desistir de su pretensión hasta antes del inicio de la etapa intermedia.

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