Está en la página 1de 14

“Actualización en Sexología Clínica”

Dr. Juan Carlos Kusnetzoff y Lic. Lucía Baez Romano

Alumna: Lic. Eliana Cohan

Mail: elicohan@hotmail.com

Tel: 1164813438

Año: 2020

Tema: “El orgasmo femenino”

Introducción:

Mientras comenzaba a pensar en el tema de este trabajo, y antes de buscar


conceptualizaciones teóricas, decidí preguntarles a un grupo de mujeres como definirían
sus propios orgasmos. Y esto es lo que me respondieron:

“Un momento de placer conjunto e individual”


“Una descarga”
“Un sentir intenso de placer”
“Como comer lo que más te gusta sin límites”
“Como que se para el mundo y arranca otra vez con más fuerzas”
“Escalar una montaña y llegar a la cima”
“Explosión de placer”
“Un estallido”
“Una montaña rusa”
“Un sacudón”
“Escalofríos”
“Vibración”
“En soledad una descarga. En compañía soltar el control, disfrutar el momento”
“Una sobrecarga de estímulos a mi sistema nervioso que le genera un apagón por un
segundo”

Estas respuestas me hicieron pensar en la sensación que experimentan muchas mujeres en


la culminación de su respuesta sexual. Quienes tienen posibilidad de vivirlo y disfrutarlo
parecen poder sentirlo como una descarga, una culminación de una tensión. Este “sacudón”
o “estallido” sería el resultado de una alta excitación. Mucho placer, llegar a la cima.
Pero de qué se trata tener un orgasmo? ¿Cómo llegamos a él? ¿Lo tenemos solas o
acompañadas? ¿Qué partes de nuestro cuerpo están involucrados? ¿Cómo impactan
nuestros pensamientos y emociones?
En este trabajo voy a explorar cómo se llega a esa “descarga”, que significa, que partes del
cuerpo están involucradas, qué pasa cuando no se obtiene, porqué y cómo resolverlo.

Abordaré el tema del orgasmo femenino porque creo que ha sido invisibilizado mucho
tiempo. El placer y disfrute de la mujer ha quedado relegado al placer del hombre, y las
mujeres nos hemos adaptado a esta situación.
Como dijo el Dr. Kusnetzoff en sus clase “disfunción orgásmica femenina”, del Posgrado de
Actualización en Sexologia Clinica, Facultad de Medicina Uba Director Dr. Juan Carlos
Kunestzoff año 2020):
“La cultura del género y la moral religiosa puritana han fomentado durante siglos el prejuicio
de la mujer asexuada como sinónimo de decente. El ideal femenino es la Virgen María
(virgen, casta, pura y madre cuidadora) que ha sido un modelo educativo de muchas
mujeres. Se han cultivado en la mujer valores como la generosidad, los cuidados hacia los
demás, el no preocuparse de sí misma, valores que en muchos casos han fomentado
actitudes ajenas a la sexualidad.”

Cuando hablamos de orgasmo estamos hablando también de la respuesta sexual, de


satisfacción sexual y por supuesto del disfrute en un encuentro sexual, con otro/a o con una
misma.
Para abordar este trabajo primero definiré que es un orgasmo, tomando aportes de diversos
autores.
Luego realizaré una recopilación histórica sobre la conceptualización de la respuesta sexual
femenina que plantean, primero Master y Jhonson, luego Helen Kaplan, y por último sumaré
los aportes de Rosmarie Basson.
También pondré en discusión la existencia de dos tipos de orgasmos (de la vágina y del
clitoris, tomando la exposición de Freud sobre el tema, los aportes de Helen Kaplan y el
artículo de Anne Codet “El mito del orgasmo vaginal”.
A partir de ésto focalizaré en el lugar del clítoris en el placer femenino, describiendolo, tanto
anatómica como funcionalmente.
Pondré en discusión los orgasmos fingidos, porque y para qué fingen las mujeres.
Y por último desarrollaré las dificultades que pueden padecer las mujeres en relación a los
orgasmo, basado en el DSM 5 y concluiré proponiendo una serie de herramientas para
poder abordar este tipo de problemática.

Desarrollo

El orgasmo femenino

1. Que es el orgasmo?:

Para definirlo voy a tomar una definición del Dr. Kusnetzoff, de su libro “La mujer
sexualmente feliz”: “ El orgasmo es una descarga de la tensión muscular en una serie de
contracciones. No tiene una expresión única: difiere de un sexo a otro, de un individuo a
otro y de una experiencia a otra. Es un hecho complejo donde intervienen factores
fisiológicos, neurohumorales, endocrinos, pero en forma predominante, los factores
psicológicos. Las sensaciones producidas en la piel, particularmente en las zonas erógenas
(genitales, pechos y labios) envían las informaciones al sistema nervioso central, donde se
producen complejísimas reacciones neuroquímicas. Dura muy pocos segundos, está
acompañado de movimientos casi automáticos de todas partes del cuerpo, y en especial de
la pelvis y los órganos genitales.”

Los orgasmos son diferentes en una mujer y en otra, y también en la misma, en distintos
momentos o con estímulos o situaciones diferentes.
El orgasmo es fugaz, dura unos pocos segundos, y en ese momento se genera un estado
alterado de la conciencia, la mente se pone en blanco y se pierde el control.
Es liberador, de tensiones y emociones.
Según Fina Sanz en su libro “Psicologismo femenino y masculino” dice que el orgasmo
además de ser un fenómeno fisiológico es una experiencia intensamente emocional, que
depende en qué condiciones se encuentra la persona cuál sea su disponibilidad.
Ella habla de la importancia de la comunicación en la pareja, la relajación, el estado anímico
y la confianza.

2. La respuesta sexual femenina:


a. Master y Johnson:
Según Masters y Johnson la respuesta sexual humana es una secuencia de
acontecimientos fisiológicos. En ambos sexos se producen una serie de alteraciones
fisiológicas muy diferentes. En su primer volumen sobre fisiología sexual, Masters y
Johnson distinguían en la respuesta sexual masculina y femenina cuatro etapas sucesivas:
excitación, meseta, orgasmo y resolución.
Detallaré a continuación cada etapa de la respuesta sexual femenina:

1. Excitación: Aquí se da el inicio de las sensaciones eróticas y la lubricación vaginal.


Se aceleran los procesos respiratorios, aumenta el ritmo cardíaco y se incrementa la
presión arterial. También se observan signos locales de tipo genital y una
vasocongestión general de la piel. Los pechos comienzan a hincharse y los pezones
se erectan.

2. Meseta: Es un estado de excitación más avanzado, inmediatamente anterior al


orgasmo. Durante esta etapa la respuesta vasocongestiva local de los órganos
sexuales alcanza su máximo. Se puede observar también hinchazón y coloración de
los labios menores. Según los autores, inmediatamente antes del orgasmo, el
clítoris gira 180° y se retrae en posición plana por detrás de la sínfisis pubiana.

3. El orgasmo: Esta es la etapa más placentera del acto sexual. En las mujeres,
consiste en contracciones rítmicas reflejas, a intervalos de 0,8 segundos, de los
músculos circunvaginales y del perineo. Según los autores, los datos clínicos, el
orgasmo femenino puede siempre desencadenarse por algún tipo de estimulación
del clítoris. La mujer no es físicamente refractaria, puede volver a ser estimulada,
segundos después del primer orgasmo, y tener otros orgasmos.

4. Resolución: Es la etapa final del ciclo de respuesta sexual. Las respuestas


somáticas generales a los estímulos sexuales disminuyen rápidamente. El ritmo
cardíaco, la respiración y la vascularidad de la piel vuelven al nivel de pasividad
minutos después del orgasmo. El clítoris vuelve a su posición normal 5 a 10
segundos después del orgasmo.
b. Helen Singer Kaplan

En 1974, Helen Singer Kaplan añade un elemento central al ciclo: “el deseo”, esta etapa,
según ella, precede a la excitación sexual y se inicia en forma previa al contacto sexual en
sí mismo, ante un estímulo adecuado.

Esta autora plantea tres fases en la respuesta sexual: Deseo, excitación y orgasmo.

En la fase de deseo hace referencia al apetito sexual, al interés o ganas que siente una
persona por tener un encuentro sexual. En la fase de excitación, se observa como signo
notable en la mujer la lubricación vaginal. Y en el orgasmo femenino se dan contracciones
reflejas involuntarias y rítmicas de la musculatura pélvica acompañadas de sensaciones
intensas y placenteras en distintas partes del cuerpo.

Otra gran contribución de la autora es haber enfatizado la importancia de lo mental en


nuestra experiencia sexual. El cerebro es el principal órgano sexual.
c. Rosmary Basson
A finales de los ‘80, la Dra. Rosemary Basson revisa los modelos propuestos y desarrolla
una nueva conceptualización de la respuesta sexual femenina.

Hasta ese momento la respuesta sexual femenina fue entendida en una línea recta que iba
desde el deseo hasta el orgasmo, pero la Dra. Basson encontró que en la práctica esto
raramente ocurría.

De acuerdo con la autora, la progresión de la respuesta sexual femenina es circular, las


fases se superponen unas a otras en un orden variable.

No todas las mujeres inician la respuesta sexual con deseo. Para muchas mujeres esta
secuencia puede variar y superponerse, e incluso alguna fase puede estar ausente en
algunos encuentros sin que ello signifique insatisfacción sexual. La proximidad emocional o
la satisfacción con la experiencia son potentes motivadores sexuales.
Basson considera que las mujeres tienen muchas motivaciones para ser sexualmente
activas o receptivas, pero que en las relaciones ya establecidas, el deseo sexual es un
motivo infrecuente. En el caso de las mujeres, el deseo de una proximidad emocional y de
intimidad es una fuerza primaria para buscar la actividad sexual, particularmente en el
contexto de una relación de pareja bien establecida.

Una mujer comienza con frecuencia un encuentro sexual en un estado neutral y, por
razones “basadas en la intimidad”, busca o se muestra receptiva a estímulos sexuales que
pueden llevarla potencialmente a un estado de excitación sexual.

Según este modelo, las mujeres generalmente experimentan la excitación antes que el
deseo. Este nuevo enfoque se aleja del deseo espontáneo o inicial y se acerca al deseo
provocado acompañado de excitación.

Por último me gustaría remarcar que las mujeres pueden ser multiorgásmicas, ósea ser
capaces de alcanzar varios orgasmos en un relativo corto tiempo en un mismo encuentro
sexual. Esto se debe a que la respuesta sexual femenina carece de período refractario a
diferencia del hombre .
Una de las formas de obtener el orgasmo es por medio de la masturbación que puede ser la
estimulación o manipulación de los genitales propios o de otra persona para obtener
satisfacción sexual.

3. Orgasmos: ¿Existen dos tipos? ¿Vaginal y del clítoris?


Hemos escuchado durante mucho tiempo que las mujeres podíamos tener dos tipos de
orgasmo, uno vaginal y otro del clítoris.
En esta distinción colaboró bastante Sigmund Freud, que en 1905 hizo una distinción entre
el orgasmo del clítoris que tenían las mujeres muy jóvenes y el orgasmo vaginal que los
tenían las mujeres adultas, una vez madurar. Según esta teoría, la mujer transfiere sus
sensaciones sexuales desde el clítoris a la vagina cuando alcanza su madurez.

Esta teoría provocó frustración en muchas mujeres, que solo alcanzaban el orgasmo con
estimulación del clítoris.
Hasta el día de hoy en muchos ámbitos se sigue haciendo esta distinción, y muchas
mujeres se consideran frígidas por esto.
La frigidez generalmente ha sido definida por los hombres como la incapacidad de las
mujeres de tener orgasmos vaginales. En realidad, la vagina no es un área altamente
sensible y no está construida para alcanzar el orgasmo. Es el clítoris el centro de la
sensibilidad sexual y el equivalente femenino del pene.
Sin embargo hoy ya lo sabemos, queda seguir difundiendo, que, aunque hay muchas áreas
para la excitación sexual, sólo hay una área para el clímax sexual; esa área es el clítoris.
Todos los orgasmos son extensiones de esta área.
Anne Codet, feminista norteamericana, de origen danes, publicó en 1970 un artículo que
habla del “mito del orgasmo vaginal” y por qué los hombres mantienen este mito. Ella dá
seis posibles causas:

1. Preferir la penetración sexual: porque la vagina estimula al pene mediante la fricción y la


lubricación.

2. La invisibilización de las mujeres. Mediante el machismo, la sociedad ha privilegiado los


intereses masculinos. Los hombres han elegido definir a las mujeres sólo en términos de
cómo beneficiaron las vidas de los hombres. Y sexualmente, una mujer no era vista como
un individuo que deseaba participar por igual en el acto sexual, con deseos independientes.

3. Por poner el pene como epítome de la masculinidad: los hombres definen sus vidas
principalmente en términos de masculinidad. Es una forma universal de aumentar el ego.
4. Por miedo a volverse sexualmente prescindibles si el clítoris sustituye a la vagina como
centro de placer para las mujeres. La sexualidad lésbica podría ser un excelente caso,
basado en datos anatómicos, para la irrelevancia del órgano masculino.

5. Para controlar a las mujeres: una razón dada para explicar la práctica de clitoridectomía
en el Medio Oriente es que evitará que las mujeres se desvíen. Al extraer el órgano sexual
capaz de llegar al orgasmo, se debe suponer que su impulso sexual disminuirá. Esto se
relaciona con que los hombres ven a sus mujeres como de su propiedad.

6. Lesbianismo y Bisexualidad: existe el temor por parte de los hombres de que las mujeres
busquen la compañía de otras mujeres sobre una base humana plena. El reconocimiento
del orgasmo del clítoris como un hecho amenazaría la institución heterosexual. Porque
indicaría que el placer sexual se podría obtener de hombres o mujeres, haciendo así que la
heterosexualidad no sea absoluta, sino una opción. De este modo, se abriría toda la
cuestión de las relaciones sexuales humanas más allá de los límites del actual sistema de
roles masculino-femenino.

4. El clítoris como protagonista


Si hacemos un poco de historia, podemos llegar a 1559 aproximadamente, cuando Mateo
Realdo Colombo, investigador y anatomista italiano, pretende haber descubierto el clítoris
como sede del placer. Dos años después, Gabriel Falopio, también anatomista italiano
intentó robarle crédito a su colega, escribiendo que había sido el primero en descubrir el
clítoris. Ese fue un gran momento para el clítoris, se hablaba de él como un órgano
completo y no como un botón rosa.
Desde la antigüedad se creía que el placer cumplía una función en la reproducción, idea de
Hipócrates y Galeno. Ellos creían que cuanto más placer sentía una mujer, más fértil era.
Entonces cuando algunos siglos después Colombo anunció que el clítoris era la fuente del
placer, la gente estaba feliz.
En 1850 se descubrió la ovulación, y se determinó que el placer sexual no intervenía en la
procreación. Allí comenzó el oscurantismo para el clitoris.
Luego a principios del siglo XX Freud despierta al clítoris, pero como mencioné
anteriormente, lo pone en un lugar de inferioridad respecto a lo que él llamó “orgasmo
vaginal”
Recién en 1998 la investigadora australiana Helen O´ Connell estudió el clítoris con
exactitud mediante resonancia magnética. Diez años después, en 2008, la ginecóloga Odile
Buisson y el doctor Pierre Foldés compartieron los resultados de sus observaciones
ecográficas. Gracias a estas investigaciones se pudo redescubrir la anatomía del clítoris y
recordar que además de lo que se ve, se extiende varios centímetros en el interior del
cuerpo y cumple un un papel central en el placer femenino.

Y hubo que esperar hasta el 2015 para conocer de la mano de Odile Fillod, investigadora
independiente en sociología de las ciencias, una versión en 3 D del clítoris, que empezó a
circular por las redes sociales.

Por último, la aparición del Corto: “Le Clitoris”, realizado en 2016 por la directora canadiense
Lori Malépartpart-Traversy, que dura tres minutos,ha recibido numerosos premios y lo han
visto millones de personas en Internet. Este video cuenta la historia del clítoris y recuerda el
papel fundamental que tiene en el orgasmo femenino y en la emancipación de la mujer.
El clítoris tiene 8000 terminales nerviosas, y su estimulación la experimentan como
intensamente placentera la mayoría de las mujeres.
Está demostrado que la estimulación del clítoris es siempre clave para obtener un orgasmo.
Si bien la vagina tiene menos terminales nerviosas que el clítoris, muchas veces las
mujeres sienten placer en esa zona porque están cerca las vías internas del clítoris. O
sienten placer en la penetración por la fricción del pene o dildo en el glande del clítoris, o
porque se lo estimulan en ese momento.

5. Orgasmos fingidos
Fue revolucionario cuando en 1989 salió la película “Cuando harry conoció a Sally” y en
ella, la escena de Sally fingiendo un orgasmo en un restaurante. ¿Habrá sido porque se
nombraba el placer de la mujer?, ¿porque se hablaba de orgasmos femeninos en el cine?
¿Qué hizo que las mujeres nos sintamos tan identificadas con esa escena? Tal vez porque
casi todas lo fingimos alguna vez.
Muchas mujeres fingen los orgasmos, generalmente lo hacen para que su pareja sexual se
sienta complacido/a, crea que todo salió bien. A veces lo hacen para que su partener
termine más rápido, excitándose, creyendo que ella está muy excitada y la está pasando
muy bien.
Otras veces quieren que el encuentro sexual termine rápido porque les duele, porque se
aburren, o la están pasando mal. Pero no se animan a cortar el momento, y decirle a su
compañero/a esta situación. Definamos algunas de las razones:
● No quieren herir el ego de la otra persona, ni reconocer que esta persona que les
gusta o que aman no lo está haciendo bien en la cama.
● Para acabar cuanto antes, muchas veces por tener sueño o estar cansadas, y fingir
un orgasmo hará que el/la otro/a acabé más rápido.
● Para salvar las apariencias, que no piense que no es buena en la cama

Esta situación tiene algunas consecuencias. Una sería que la próxima vez la vuelva a tocar
de la misma manera, creyendo que así le gusta y la excita. Y otra es que quien finge,
muchas veces se siente mal con ella misma porque no la pasó bien, porque no es lo mismo
sentir placer que hacer de cuenta que lo sentimos.

6. Dificultades para acceder al orgasmo


Según el DSM 5, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, se puede
diferenciar: “Trastorno orgásmico femenino”
Para poder diagnosticarlo, la paciente tuvo que no haberlo experimentado
aproximadamente el 75%–100% de las veces que tuvo actividad sexual.
Los síntomas son: retraso marcado, infrecuencia marcada o ausencia de orgasmo o
reducción marcada de la intensidad de las sensaciones orgásmicas.
Que hayan persistido durante seis meses como mínimo y que le provoquen un malestar
clínicamente significativo.
También se tiene en cuenta que la disfunción sexual no se explica mejor por un trastorno
mental no sexual o como consecuencia de una alteración grave de la relación (p. ej.,
violencia de género) u otros factores estresantes significativos y no se puede atribuir a los
efectos de una sustancia/medicación o a otra afección médica.
Y por último es importante especificar si el trastorno ha existido desde que la paciente
alcanzó la madurez sexual o si empezó tras un periodo de actividad sexual relativamente
normal.
También si no se limita a determinados tipos de estimulación, situaciones o parejas, ocurre
solamente con determinados tipos de estimulación, situaciones o parejas o nunca
experimentó un orgasmo en ninguna situación
Y por último es importante especificar la gravedad actual: si es leve, moderado o grave.

7. Tratamiento
Según Helen Kaplan en su libro “La nueva terapia sexual”, la terapia sexual difiere de otras
formas de tratamiento de las disfunciones sexuales en sus objetivos, que se limitan al alivio
de los síntomas sexuales del paciente, y se aparta de las técnicas tradicionales, porque
emplea una combinación de experiencias sexuales prescritas y de psicoterapia.

Las disfunciones sexuales están relacionadas con una gran variedad de causas, por lo
tanto el terapeuta tiene que ser perceptivo y flexible para identificar los factores que son
operativos en cada caso e inventar tareas terapéuticas eficaces que cuadren las exigencias
específicas de ese paciente particular.
Lo más importante de la intervención de la terapia sexual es modificar los obstáculos que se
oponen al buen funcionamiento sexual de la pareja
Los obstáculos ceden, en parte a la educación y a la aclaración de las confusiones en torno
a la sexualidad.
En el tratamiento de las disfunciones sexuales se utilizan tareas sexuales y estrategias,
prescripciones conductuales.
Algunas de ellas son:
● Que la pareja centre su atención en dar y recibir placer y no en la consecución de
una meta. Esta tarea fue propuesta por Master y Johnson y consiste en unos días de
abstinencia de orgasmos no tener coito y no permitir que ninguno de la pareja
alcance el orgasmo.
● Focalización sensorial, Es una técnica que implica que uno de los dos de la pareja
acaricia suavemente al otro o a la otra y la persona que es acariciado tiene que
identificar cuáles son las partes del cuerpo que más le gusta que le acaricien, qué es
lo que le provoca y decírselo.
● Focalización sensorial 2: esta tarea, además de las caricias de la técnica anterior,
incluye la estimulación genital (acariciar los pezones, la entrada de la vagina y el
clítoris suavemente). Muchas veces con esta técnica las personas experimentan por
primera vez sensaciones sexuales.
● Mejorar la capacidad de comunicación por parte de los miembros de la pareja en
relación a sus sentimientos, sensaciones sexuales, deseos y temores.
● Realización de ejercicios musculares para ayudar a las mujeres alcanzar el
orgasmo.
● Recomendar estimulación para el clítoris con un vibrador, ayudándose con las
fantasías que a esa mujer le provoque el orgasmo.

Por otro lado, como muchas veces las dificultades de llegar al orgasmo está asociada a
algún trastorno de ansiedad, se pueden proponer algunas técnicas para reducir esa
ansiedad: (Terapias específicas (clase “disfunción orgásmica femenina, del Posgrado de
Actualización en Sexologia Clinica, Facultad de Medicina Uba Director Dr. Juan Carlos
Kunestzoff año 2020)

● Desensibilización sistemática, aproximación sucesiva del sujeto a situaciones


similares a las que le producen una exacerbación desfasada de conductas.​
● Imaginación dirigida, es una visualización guiada para ayudar a relajar la mente y el
cuerpo, utiliza la imaginación y los cinco sentidos (vista, olfato, tacto, gusto y
audición) para transportar a la mente a un lugar donde quisiera estar.
● Terapia de grupo
● Terapias cognitivas diversas.
● Entrenamiento en habilidades sociales y de comunicación, tales como
○ Comunicación y expresión de sentimientos y deseos sexuales y no sexuales
○ Capacidad para iniciar o rechazar contactos sexuales
○ Facilitación del feedback durante la actividad sexual
○ Petición de ciertos tipos de actividades sexuales y rechazo de otras.
● Técnicas diversas de modificación de conducta:
○ Auto-registro
○ Técnicas operantes diversas, como el refuerzo positivo o el moldeamiento
de conducta, la planificación y encargo de asignaciones o tareas para casa..
Conclusión:

Para concluir este trabajo me gustaría tomar tres ejes que me parecen importantes en
relación al orgasmo femenino.

Primero difundir, es fundamental dar a conocer información acerca de la sexualidad


femenina. Mucha mujeres no conocen acerca de las partes de la vulva, del clítoris, y de la
respuesta sexual de las mujeres. Para esto me parece importante generar espacios de
aprendizaje entre mujeres (talleres, encuentros, contenido en las redes sociales). Porque
conociendo es más fácil entender que nos pasa, como nos pasa y disfrutar más. También
fomentar que dentro de la ESI (educación sexual integral), se trabaje, especialmente en
escuelas secundarias, acerca del placer femenino, de la masturbación, como vincularse
sexoafectivamente con otros/as y como comunicarnos.

El segundo tema que me parece importante resaltar es la responsabilidad de cada mujer


sobre su propio cuerpo y si propio placer. Muchas veces las mujeres esperan que su
compañero/a sexual les provoque placer, pero ellas no saben cómo hacerlo solas, ni que
pedirles a ellos/as..
Para esto me parece muy necesario primero conocerse, mirarse los genitales con un
espejo, explorarse, tocarse, descubrir qué zonas del cuerpo son más sensibles, cuales
desencadenan la excitación, y que parte de los genitales les da más placer y a qué ritmo.
De esta manera podrán disfrutar en soledad, masturbandose, y también disfrutar con otro/a
cuando las toquen.

Y por último, y relacionado con el eje anterior, me parece fundamental la comunicación


entre los/as miembros/as de la pareja o vínculo sexo afectivo. Es importante poder decir
que nos gusta y que no, se puede decir amorosamente para ser bien interpretado y
aceptado.
También tenemos que tener en cuenta la comunicación no verbal, observar, sentir en el/la
otro/a la respiración, los movimientos, que caricias le producen más placer, y cuáles menos.

Estar conectados/as con el/la otro/a en un encuentro sexual, tener conocimiento de nuestro
cuerpo y de nuestros propios gustos y estar informadas de nuestra respuesta sexual y de la
anatomía y posibilidades de nuestro cuerpo seguramente facilitará que disfrutemos más de
nuestros encuentros sexuales, tanto solas, como acompañadas.
Bibliografía:

● La nueva terapia sexual. Helen Kaplan


● La mujer sexualmente feliz. Juan Carlos Kusnetzoff
● Hot sex. Tracey Cox
● Entre mis labios, mi clítoris: Confidencias de un órgano misterioso. Alexandra Hubin.
Caroline Michel.
● Psicoerotismo femenino y masculino: para unas relaciones placenteras autónomas y
justas. Fina Sanz
● Clase “disfunción orgásmica femenina”, del Posgrado de Actualización en Sexologia
Clinica, Facultad de Medicina Uba Director Dr. Juan Carlos Kunestzoff año 2020)
● Esta noche no... La rutina y el deseo sexual en la pareja. AREAP ( Asociación
Rosarina de Estudio y Asistencia Psicológica) Ps. Lorena Anmut. Ps. Melina
Villalonga
● Respuesta sexual humana. Amssac. Asociación Mexicana para la salud sexual A.C.
● Women’s sexual dysfunction: revised and expanded definitions Rosemary Basson
● El mito del orgasmo vaginal por Anne Koedt (1970)
● Corto: “Le Clitoris”

● Disfunciones sexuales: Detección, enfoque y tratamiento. F. Molero Rodríguez


● Un orgasmo con cualquier otro nombre. Dr. Michael Blumenfield

También podría gustarte