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CC 04 2012
CC 04 2012
AUTO
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. En la ciudad de Tegucigalpa, Municipio del Distrito
Central, a los siete días del mes de Agosto de dos mil trece, la Sala de lo Civil, integrada
por los Magistrados: RAÚL A. HENRÍQUEZ INTERIANO, como Coordinador, EDITH
MARÍA LÓPEZ RIVERA y REINA SAGRARIO SOLÓRZANO JUÁREZ, designada
ponente para el conocimiento y redacción del presente recurso de casación en la fecha
supra indicada dictan el siguiente AUTO:
SON PARTES: Recurrente: I. I. G. G. F. y A. G. G., representados en juicio por el
Abogado A. O. S., y Recurrido: La Empresa Mercantil. S.A. DE C.V., representada en
juicio por el Abogado C. A. F. A.
I. ANTECEDENTES DE HECHO.
PRIMERO: Con fecha cinco (5) de Septiembre de dos mil once (2011), la Corte
Segunda de Apelaciones de lo Civil de Francisco Morazán, conociendo por vía de
apelación de la sentencia definitiva de fecha veinte (20) de Mayo de dos mil once
(2011), en el juicio contentivo de la DEMANDA ORDINARIA DE OBLIGACION DE
DAR, PARA QUE SE PROCEDA A ENTREGAR TITULOS VALORES ORIGINALES.
Promovida por el Abogado A. O. S., en su condición de Representante Procesal de los
señores I. I. G. G. y A. G. G., contra la sociedad mercantil... S.A. DE C.V., falló: “1.- CON
LUGAR EL RECURSO DE APELACION interpuesto por la PARTE DEMANDADA.- 2.-
SIN LUGAR EL RECURSO DE APELACION interpuesto por la PARTE DEMANDANTE.
3.- REFORMA LA SENTENCIA APELADA en lo que se refiere a las costas y en tal
sentido Condena en COSTAS en primera Instancia.- CON COSTAS en la segunda
instancia.”; el Juzgado de Letras Civil de Francisco Morazán, falló: “Declarando SIN
LUGAR la Demanda Ordinaria de Obligación de Dar promovida por el Abogado A. O.
S., actuando en su condición de Apoderado Legal de los señores I. I. G. G. F. y A. G. G.,
contra la Sociedad Mercantil ..., por medio de su Representada la señora E. R. B.. En
consecuencia absuelve a la parte Demandada de la acción deducida en la presente
demanda.”
TERCERO: Mediante providencia de fecha diecisiete (17) de Octubre de dos mil once
(2011), la Corte Segunda de Apelaciones de lo Civil de Francisco Morazán, tuvo por
interpuesto en tiempo el Recurso de Casación y acordó dar copia del mismo a la parte
contraria para que en el plazo de diez (10) días hábiles se pronunciara sobre el
contenido del mismo.
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Expediente Nº SC-4-2012
mediante providencia de fecha siete (7) de Noviembre de dos mil once (2011), por la
Corte Segunda de Apelaciones de lo Civil de Francisco Morazán, la cual ordenó remitir
las presentes diligencias a la Honorable Corte Suprema de Justicia en el término que
manda la ley, así como la advertencia a las partes del respectivo personamiento de los
mismos ante éste alto Tribunal, notificándose los apoderados, Abogados I. J.M. A. y al
Abogado A. O. S., en fechas cinco (5) de Diciembre de dos mil once (2011) y cuatro (4)
de Enero de dos mil doce (2012).
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Expediente Nº SC-4-2012
Código Civil, la naturaleza y efectos de las obligaciones no podía ser tan sólo indicar
caracteres y fuerza obligatoria de aquellas, sino que dentro de tal epígrafe y para su
desenvolvimiento práctico, desarrollando la definición dada en el concepto de que la
obligación consiste en dar, hacer o no hacer una cosa, se explican las tres diferentes
formas de prestación que incumbe a las obligaciones. Esto nos permite, desde el punto
de vista jurídico, determinar la naturaleza de las obligaciones y deslindando su propio
campo de acción, trazando la línea entre el derecho real, teniendo en cuenta la fuerza
de obligar, como efecto necesario de las mismas. La obligación de dar contiene la de
entregar la cosa, nos dice el Artículo 1351 del Código Civil, por ende, quien se
compromete a dar una cosa, sea en forma escrita o verbal, tiene la obligación de
entregar la cosa. Este simple teorema jurídico contempla un apotegma de grandes
dimensiones que se concreta en la armonía social y el respeto que todos los humanos
nos debemos y, en complemento de esta norma es que el Artículo 1573 del Código
Civil da eficacia a los contratos, cualquiera que sea la forma en que se hayan celebrado
porque confía de que una persona que se compromete, sea por escrito o verbalmente,
en ambas condiciones cumplirá con su encargo de entregar las cosas que se ha
comprometido a dar. Al respecto Manresa y Navarro nos explica que “El sistema de
contratación no indica en conjunto armónico de todas las reglas fundamentales sobre
que está desenvuelta, por el legislador, la institución contractual. Su concepto es más
limitado, porque equivale al de aquellos preceptos, pocos aunque fundamentales, que
determinan cuándo se produce la perfección del contrato, en qué momento son ya
obligatorias las relaciones que supone, y exigible, en principio, su cumplimiento” 1 A lo
anterior se debe agregar que si en ese sistema de contratación, el otorgamiento del
consentimiento debe ser útil para su perfeccionamiento o si, además, necesita de otras
solemnidades externas o de otra forma especial para su validez. Dada que la relación
contractual verbal siempre constituye una obligación de dar, hacer o no hacer alguna
cosa, basta que en esa relación participen activamente el consentimiento de las partes,
que la materia del contrato sea sobre un objeto cierto y que la causa sea de las que la
ley considera lícitas, se tendrá un contrato y su existencia, no podrá buscarse en un
documento público o privado, pues al hacerlo ya no sería un contrato verbal, sino que
escrito, pero si se mantiene verbal habrá que dar mayor credibilidad a la prueba que
es más consonante con este tipo de obligaciones y es donde surge con fuerza y eficacia
la prueba testifical que de razón de los hechos que se reclaman, porque se trata de las
personas que estuvieron presentes al momento en que las partes fijaban las
condiciones del contrato. En consonancia con lo anterior la sentencia impugnada da
preferencia a la presentación de una estructura de propiedad del inmueble –el cual no
está en disputa- y que es en toda dimensión un medio de prueba impertinente porque
nadie está cuestionando la compra-venta del inmueble y restó credibilidad al medio
de prueba testifical que es, en consecuencia, el medio de prueba idóneo para acreditar
las obligaciones verbales, de manera que la escritura presentada se trata de un asunto
diferente al discutido y ninguna de las partes la han objetado, sino que el producto de
esa venta se tomó para comprar unos títulos valores que a la fecha no se han dignado
en entregar. La sentencia señala al Artículo 1573 del Código Civil como su base
jurídica, pero el texto de la sentencia no es congruente con su contenido científico ni la
voluntad del legislador por cuanto en su fundamentación fáctica y jurídica no se
refiere al contenido de la eficacia de los contratos, sino a una repetición dislocada de
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COMENTARIOS AL CODIGO CIVIL ESPAÑOL.- JOSE MARIA MANRESA Y NAVARRO.- Tomo VIII.- Volumen II.-
Artículo 1278.- Pag. 659.
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Expediente Nº SC-4-2012
1.Interpuesto el Recurso de Casación de fecha diez (10) de octubre del año dos mil
once (2011), promovido por el Abogado A. O. S. en contra de la sentencia dictada por
la Corte Segunda de Apelaciones de lo Civil del Departamento de Francisco Morazán
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Expediente Nº SC-4-2012
de fecha cinco (5) de septiembre del año dos mil once (2011), basándose como
precepto recurrente el artículo 719.2 del Código Procesal Civil, TENIENDO como
único motivo la inaplicación del articulo 1351 en relación con la aplicación indebida
del artículo 1573 del Código Civil.
1.1- Los Motivos son el artículo 1351 que establece: “La obligación de dar contiene
la de entregar la cosa; y si esta es una especie o cuerpo cierto, contiene, además, la de
conservarlo hasta la entrega, so pena de pagar los perjuicios al acreedor que no se ha
constituido en mora de recibir. La obligación de conservar la cosa exige que se emplee en
su custodia el debido cuidado” relacionando el artículo 1573 que se refiera a que:
“Los contratos serán obligatorios, cualquiera que sea la forma en que se hayan
celebrado, siempre que en ellos concurran las condiciones esenciales para su validez”
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7. Es deber de esta Sala Civil recordar tanto a los Órganos Jurisdiccionales como
Representantes Procesales que el artículo 1495, invocado por ambos, se encuentra
expresamente derogado conforme lo preceptuado en el artículo 921.2 del Código
Procesal Civil.
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