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Rodrigo Barrenechea oGCaS, bases y votes Alianza para el Progreso yla politica subnacional en el Pera ingTTTUTO DE ESTUDIOS, PERUANOS CONTENIDO INTRODUCCION, 1. LA POLITICA DE LA AMBICION ¥ EL MERCADO ELECTORAL DE ORGANIZACIONES POL{TICAS: UN MARCO DE REFERENCIA .. RESO: UN CASO INESPERADO DE CRECIMIENTO 2, ALIANZA PARA EL PROG! ELECTORAL EN UNA DEMOCRACIA SIN PARTIDOS El actor: Alianza para el Progreso . Elescenario: procesos econdmicos y politicos en el norte peruano ‘SION DE UN PARTIDO CLIENTELAR. pefio del partid inculan a partido y universidad.. nda y movilizacion: | | 3. Ewpncencn ¥ Expan | Por qué: explicando el desem | ‘Cémo: los mecanismos que vil El soporte logistico partidario: propaga’ fuente de incentivos El consorcio universitario como, selectivos. La oferta clientelat salud y educacion en del Estado... La especificidad d Jos limites fel modelo APP en el contexto peruano CoNcLUSIONES. Bipiiocraria. INTRODUCCION Ex PerU sé ENCUENTRa atravesando una €poca de cambios. Lue- go de experimentar décadas de extrema inestabilidad y uno de las més drasticas politicas de ajuste estructural de América Latina a principios de los noventa, la econom(a peruana inicié un periodo de crecimiento y recuperacién sin precedentes en la historia reciente del pais. El Pera pas6 de un PBI per cépi- ta de 2329 délares americanos en 1980 a uno de 1649 délares americanos en 1990. Recién en 2005 el pais logré recuperar el terreno perdido, y el PBI per capita rebasé los 2400 délares americanos. El crecimiento no se ha detenido desde entonces.' Estos cambios se han visto acompajiados por igualmente dramaticos cambios politicos. La década de 1990 eliminé de la escena a los actores politicos que se habian forjado a lo largo de las seis décadas anteriores. El gobierno autoritario de Al- berto Fujimori se alz6 sobre sus cenizas y su posterior caida dejé a la luz a unos debilitados partidos politicos, que ademas debjan hacer frente a un proceso de descentralizacién que les 1. Lafuente es la Comisi6n Econdmica para América Latina y el Caribe. Cifras a precios constantes de 2000, ey imponta mayores desaffos en la recien Sstrenada arena demg. cratica, Sin embargo, pronto quedaria claro que Jog Pattidos 9, fan solos. 0 “ ‘inde un ciclo politico, la descentralizacién cimiento econémico han tenido un impacto en las peruanas que apenas hoy empezamos a “ntender, horizonte econdmico, social y politico redibujindoce acele. radamente, tenemos claro aquello que ya no somos, pers no tenemos igual certeza sobre quiénes somos ahora, La Tapider profundidad y vigencia de los cambios tal vez impida entras en una etapa de conclusiones y cuentas, pero ello no debe ser ex. cusa para dejar de delinear y registrar aquello que alcanzang, aver en medio del proceso. Como toda tarea compleja debe emprenderse imponién. dose metas manejables y modestas, este trabajo inten, aporte en esa direccién. Nos ubicamos en el campo Politico, y dentro de ello partcularmente en el problema de la repre sentacién. Los cambios que ha experimentado y experiment, un Perd en transformacién son muchos, pero quizés ung de los mas importantes es la emergencia de nuevos Protagonistas con nuevas estrategias para alcanzar el poder. Como veremos mis adelante, Alianza para el Progreso, el partido liderado por el alcalde trujillano César Acufia, representa precisamente un ejemplo de ello. Debemos ubicarnos entonces en el debate sobre la re- presentaci6n politica, y lo hacemos en medio de dos grandes discusiones. Primero, de manera mas general, en el marco de uuna interrogante en torno a la democracia y el ejercicio de la Tepresentacién politica: écémo funciona una democracia sin partidos? La teorfa politica ha sostenido innumerables veces que “la democracia es impensable salvo en términos de parti- dos politicos” (Schattschneider 1942: 1),?y que, por lo tanto, Yel ere, TeBiones Con g ta ser un 2 “Modern democracy is unthinkable save in terms of political parts" en el original, La traduccidn es nuestra, 12 estos son piezas indispensables en su funcionamiento (Lipset 2000). La investigaci6n empirica ha sefalado la importancia que entraiia contar con un sistema de partidos instituciona- Jizado para la conservacion del régimen politico (Mainwaring y Scully 1995). Sin embargo, y como resultado de sus niveles ‘extremos de desinstitucionalizacién partidaria, el Perd ha sido catalogado en mas de una ocasién como una democracia sin partidos politicos (Crabtree 2010, Levitsky 1999, Levitsky y Cameron 2003, Tanaka 2005). Desde la cafda del gobierno de ‘Alberto Fujimori en el afio 2000 se han sucedido tres eleccio- nes presidenciales y parlamentarias, y tres procesos electora- les subnacionales. Si los partidos tradicionales no son més los protagonistas de la competencia, qué actores estén haciendo funcionar la democracia y cémo lo hacen? En segundo lugar, y en atencién a esta pregunta, nos ubica- mos en la discusién que sobre los partidos y la representacién politica se ha dado en la academia peruana. La investigacién académica en el Perd ha dedicado la ltima década a llamar IaatenciGn sobre el colapso de un sistema de partidos que se encontraba minimamente institucionalizado o en vias de insti- tucionalizacién durante los afios ochenta (Tanaka 1998, Lynch 1999, Tuesta 1995). Desde entonces, los estudios politicos en el Pert han incidido sobre los efectos de la ausencia de un sistema de partidos sobre el gobierno y su estabilidad (Tanaka 2005), sobre la ausencia de mediaciones y el incremento de la conflictividad social (Meléndez s. f.) y sobre la calidad e ines- tabilidad de las politicas ptiblicas (Tanaka, Vera y Barrenechea 2009; Tanaka, Barrenechea y Morel 2011).° Se ha llamado la atencién, ademas, sobre c6mo el proceso de descentralizaci6n ayud6 a profundizar esta crisis, debilitando la posicién de los partidos a escala subnacional e incentivando la formacién de 3, En general, en afios recientes se ha incidido sobre la importancia de los partidos politicos y de los distintos arreglos institucionales presentes en cada pais para explicar la calidad de las politicas pablicas. Véase Seartascini et él. 2011, Mejia Acosta 2009 y Mejia Acosta y Pereira 2010. ‘dari 2009, Tanaka «nes no partidarias (Vergara 2009, Tanaka 29099 organi era sobre esta situacion y medir los nivele, de fragmentacion y volatilidad del sistema politico peruang se volvieron una prac Como resulta tica comin. ; do de estos detallados diagnésticos acer. de la ausencia de un sistema de partidos en el Pera, yen co onancia con una revi izaci6n del institucionalismo com, const ritaliza itucionalismo cafoque de andlisis, la discusi6n sobre la situaci6n politica pe. ane derivé en el debate de las reformas institucionales que ce limitar la participacién y favorecer se harfan necesarias para i estabilizacién de los patrones de competencia entre partidos, Reformas en la legislaciGn electoral y partidaria fueron la so. jucién planteada para esta situaci6n (Medina et 41. 2007, Pease 109). 2007. na amo punto, ¢ imbuida de un cierto afin nor- ativo sobre lo que la politica debiera ser, la discusiOn acerca de los partidos y su incapacidad para convertirse en efectivos canales de representacidn politica parecié llegar a un punto muerto. Como resultado se perdi6 de vista que, mas alla de la ausencia de partidos estructurados y los indicadores que sefialaban su debilidad, los procesos electorales nacionales y subnacionales continuaron, y politicos y electores siguieron formando parte del juego electoral. Sin embargo, enfocados en la discusién sobre aquello que se perdié y las reformas ne- cesarias para recuperarlo, la investigacién politica no logr6 dar cuenta del vinculo representativo que, en los hechos, se desa- rrollaba entre politicos y ciudadanos, y de las transformaciones que experimentaba la representacién politica tras dos décadas marcadas por profundos cambios estructurales y sustantivas reformas institucionales. Esta investigacién es un intento por contribuir a llenar ese vacfo a partir del estudio de un caso particularmente Ila- mativo por su cardcter anémalo en la actualidad. Se trata del partido Alianza para el Progreso, una organizacién que su Be a inicios de la década pasada desde el ambito subnacional de competencia cuyo desempefio electoral ha ido mejorané? 4 progresivamente en los ultimos diez afios, a contracorriente de Fa que sucede con Ia gran mayoria de partidos, tradicionales 0 nuevos, que estan marcados mas bien por una existencia fugaz tuna incapacidad creciente para disputar espacios subnacio- ales de gobierno (Remy 2011). El objetivo de este trabajo es txplicar el desempefio electoral de Alianza para el Progreso a escala subnacional, particularmente en el norte del pais. En su conjunto, este trabajo plantea que el desempefio politico-electoral de Alianza para el Progreso se explica por fa coincidencia territorial entre el partido y una organizacion paralelay complementaria a ék: el consorcio universitario fun- dado por el maximo lider del partido, César Acufia, La relacién entre ambas organizaciones le ha permitido a Alianza para el Progreso la construccién de una red clientelar y de patronaje que ha servido a la organizaci6n para incrementar su presen- cia en el territorio y mejorar su desempefio electoral entre los afios 2002 y 2010. Este vinculo, cuyos mecanismos de funcio- namiento se describen con detalle en este trabajo, le ha per- mitido crecer sostenidamente como organizacién, aunque también parece ser aquello que de momento lo limita a ser un fenémeno regional, territorialmente localizado. Para sostener empiricamente estos argumentos, la inves- tigaci6n se sirve en una primera etapa de informacién corres- pondiente al desempeiio electoral del partido en las elecciones subnacionales del afio 2010. Demostrada la relaci6n entre este desempefio y la existencia de esta estructura paralela en el te- rritorio, se pasa a explicar los mecanismos que vinculan ambos asuntos. Para ello nos servimos de entrevistas realizadas a au- toridades partidarias, candidatos, autoridades elegidas y com- petidores politicos de Alianza para el Progreso en su regién de origen y de mejor desempefio: La Libertad. Esta informacién se complementa con informacién proveniente de observacién de campo durante las campajias para la eleccién de alcaldes de centros poblados. Aunque el objetivo principal de este trabajo recae sobre la naturaleza y desempefio de esta organizacin, esperamos que 15 cionamiento ayude a revelar nuevos proble. a distinta a los viejos desafios, iden, ‘6n de partidos politicos en e] Peri, elanélisis de su funcion mas y proponer una mirad: tificados para la construcci wee Bt texto se divide en cuatro partes. Bn I primera ey pondremos cudles han sido los ode ol aportes que se ha hecho a la comprensién de los partidos politicos en general de los partidos peruanos en particular. En ese Proceso hare. eg un balance de aquellos puntos en los que la literatura se ha concentrado en afios recientes y aquello que ha dejado Tela. tivamente de lado. A continuacién, introduciremos un cuerpo tedrico que ha sido muy poco trabajado al momento de analj. var la realidad peruana. Con él, podremos hacer una lectura de por qué los partidos politicos peruanos son débiles y eémg puede explicarse que uno no lo sea. En la segunda secci6n presentaremos el caso de estudioy el contexto en que este se inscribe. Sefialaremos por qué re- sulta importante comprender su origen y explicar su relativo éxito en la tarea de incrementar con el tiempo su capacidad para penetrar el territorio con candidaturas y victorias electo- rales. Resolver la pregunta acerca de por qué tiene éxito Alian- za para el Progreso puede contribuir al entendimiento de por qué resulta tan complejo para otros partidos lograr un inicio auspicioso o, en el caso de los partidos antiguos con mal des- empefio actual, recomponer su fuerza. Cerraremos esta sec- cin introduciendo nuestra hipétesis sobre el caso de Alianza para el Progreso, usando para ello las categorias introducidas en la secci6n anterior. La tercera seccién presenta evidencia que relaciona la presencia de sedes del consorcio universitario liderado por César Acufia al buen desempefio de su partido, Alianza para el Progreso. Se demuestra mediante estadisticas provenientes de las elecciones provinciales de 2010 que existe una asociacién entre la existencia de una de estas sedes en un departamento 16 yla capacidad del partido para presentar candidaturas y lograr victorias electorales. Mis adelante, en esta misma secci6n, se explica cémo se desarrolla esa relacién 0, mas concretamente, qué mecanismos vinculan al consorcio universitario con el partido Alianza para el Progreso. Como ya hemos sefialado, la informacién utilizada en la descripcién de estos mecanismos proviene de entrevistas realizadas a lideres, candidatos y autoridades del partido en La Libertad, su departamento de origen, donde alcanza un mejor desempeiio. Esta informacién es complementada con aquella proveniente de la observacién en campo del aparato partidario funcionando en medio de las elecciones de centros poblados. Aunque la observacién se hace a escala territorial “micro”, la dinamica observada corresponde a la identificada a partir de las entrevistas. El capitulo finaliza con una breve comparacién de lo hallado enel caso de Alianza para el Progreso con lo que regularmente existe en el Pert en cuanto ala relacién entre candidatos y par- tidos. Para realizar esta comparacién nos basamos en algunas entrevistas realizadas en campo y en informacién secundaria. La Ultima seccién de este documento esta dedicada a las conclusiones. En ella se resumen los hallazgos relevantes para entender el origen y caracteristicas de nuestro caso de estudio, pero también se exponen algunas ideas que se desprenden de ély que resultan relevantes para entender la politica peruana en general. Por supuesto, se dejan también sentadas algunas interrogantes motivadas por este trabajo, que sin embargo no pueden ser resueltas aqui. Este trabajo se realiz6 gracias a una subvencién recibida en el marco del programa de apoyo a la investigacién promovi- do por el Instituto de Estudios Peruanos, en el marco del im- pulso recibido por la Think Tank Initiative, del International Development Research Centre. El documento recibié comentarios de distintos investiga dores a lo largo de su desarrollo. Agradezco particularmente los de Steven Levitsky en sus fases iniciales, quien me permiti6 17 acceder a bibliografia desconocida para mi hasta ¢ Luego del primer trabajo de campo, los comentarios de Pau Mufioz, Eduardo Dargent y Alberto Vergara permitieron on ganizar parte de la informacién recogida. Los comentarios de Martin Tanaka y Cynthia Sanborn aun borrador del texto fue. ron de suma utilidad para mejorar aquello que era Necesatig mejorar y eliminar aquello que estaba de sobra. Un agra deci. miento especial merece Julio Cotler, quien no solo ley6 y op. ment con detenimiento un avance de este texto, sino que fue gracias a él que tuve la oportunidad de conocer de cerca el agg de Alianza para el Progreso en primer lugar. Finalmente, agra. dezco los comentarios y preguntas vertidas en la Mesa Verde preparada por el Instituto de Estudios Peruanos para discutir Jos avances de esta investigaciOn. Espero hacer justicia a todos estos comentarios y aportes. Por supuesto, todas las limitacio. nes de esta investigaci6n y este texto son responsabilidad ex. clusiva del autor. Ntonces, Capiruo 1 La politica de la ambicién y el mercado electoral de organizaciones politicas: un marco de referencia La DEBILIDAD DE NUESTRAS INSTITUCIONES politicas queda refle- jada en gobiernos nacionales y subnacionales asediados por su escaso respaldo social y electoral, una bajfsima tasa de ree- leccién de autoridades y por los altos niveles de conflictividad social. Aunque cada uno de estos asuntos revela problematicas muy complejas, suelen ser asociados gruesamente a las difi- cultades que encuentran los actores politicos para constituir un fuerte vinculo representativo con los ciudadanos, comuni- cando asi a Estado y sociedad. El problema seria entonces la debilidad de los actores politicos para ejercer la representacién politica a través de la conformacién de organizaciones con es- tabilidad en el tiempo. Desde fines de los afios noventa la discusién sobre la re- presentacién politica en el Per se centré en las caracteristicas del sistema de partidos peruano durante la década de 1980 y su posterior colapso durante la de 1990, En principio, se partia de la constatacién de la existencia de un sistema de partidos entre 1978 y 1990 que, si bien no se encontraba plenamente consolidado (Lynch 1999), cumplfa ciertos requisites mini- mos que permitian encuadrar las preferencias de los ciudada- nos (Tanaka 1998) y representar las més diversas tendencias idcol6gicas presentes entre el electorado (Tuesta 1995). EI interés por los sistemas de partidos, por supuesto, no tuvo un origen exclusivamente inspirado en la situacién peruana, sino que estuvo enmarcado en un avance de los estudios de ciencia politica en esa direccién, a medida que las investiga- ciones sobre los factores que ofrecian estabilidad a la demo- cracia desplazaban su interés desde los regimenes politicos a los partidos politicos, particularmente hacia la estabilidad de un sistema de relaciones que favoreciera una competencia leal al régimen politico? A diferencia de la visién que se tiene de los afios ochenta, la lectura del sistema de partidos peruano durante los noventa es la de un sistema basado en actores muy débiles, luego de que los protagonistas de la década pasada —el Partido Apris- ta Peruano, el Partido Popular Cristiano, Accién Popular e Iz- quierda Unida— practicamente desaparecieran en cuanto 4 relevancia electoral, Para explicar este desenlace se desarrollan algunas explicaciones basadas en variables de corte cultural y socioestructural, como el crecimiento del sector informal en la economia, la erosién de las organizaciones sociales tra- dicionales y la consecuente pérdida de vinculos entre Estado y sociedad (Cameron 1994, Grompone 1991), 0 el desplaza- miento de referentes ideolégicos y la reemergencia de otras formas de identidad (Degregori 1991). De otro lado, enfogues Del Aguila (2009) nos ofrece una lectura alternativa desde la hstom? de larga duracién, para quien la consolidacién de un sistema d¢ pe dos peruano fue solo aparente e incluso artificial, pues habria & siempre sostenida en la exclusién, durante buena parte de! sig 4 tun importante contingente del electorado como resultado de Pr bicién del sufragio a los analfabetos. La referencia més importante en lo que respecta a la in cidn de los sistemas de partidos en América Latina se Mainwaring y Scully 1995, Sobre los debates en torno a ¢ 1 ‘Mocracia, régimen politico y sistema de partidos, ver Lin? a pat Y Mainwaring 1990 y 1993, Para un balance reciente de América Latina, véase Lanzaro 2001. stitucional2™ encuentt® ilidad de stabi 20 alternativos Ilaman la atencién sobre la importancia de de- terminados arreglos institucionales (Tuesta 1997) y acerca de malas decisiones tomadas por actores en momentos clave (Tanaka 1998)’ Como sea, a partir de entonces, la prictica in- capacidad de los partidos para competir efectivamente por el poder llev6 a la instauracién de un autoritarismo competitivo (Levitsky y Way 2002, Tanaka 2005) liderado por el outsider Alberto Fujimori, que desarroll6 una practica y prédica antipo- Iitica y antiinstitucional (Cotler y Grompone 2000, Degregori 2001) que debilit6 atin més a los actores politicos y los aisl6 socialmente. La inesperada caida del gobierno de Alberto Fujimori rea- brié la arena politica a la competencia, trayendo de vuelta a al- gunos de los partidos tradicionales en lo que algunos llegaron a interpretar como una resurreccién de los actores de los afios. ochenta (Kenney 2003). Sin embargo, pronto las investigacio- nes darfan cuenta de que estos regresaron en una version muy debilitada, con dificultades para penetrar el territorio nacional (Meléndez 2004) y conviviendo, ademas, con una nueva gene- racion de partidos politicos, mas personalistas y menos estruc- turados internamente (Meléndez 2007). ‘Apattir de entonces, la politica en el Pert ha estado carac- terizada por la precariedad de las organizaciones politicas y por la fragmentaci6n de sus actores, tanto a escala nacional como subnacional. Este escenario, por supuesto, no es caracteristico ‘inicamente del Perd, sino que se encuentra en mayor o menor medida en buena parte de los paises latinoamericanos y en la mayoria de los paises andinos.' Las razones para explicar la posterior dificultad por rearticular partidos politicos estruc- turados y fuertes van desde condicionantes estructurales (Le- vitsky y Cameron 2003) —la ya mencionada informalizaci6n 3, Tanaka hace una revisi6n de su argumento en Tanaka 2010. 4. Véase Pachano 2006, 2007, Mainwaring et él. 2006, Penfold 2001 y Ma- chado 2007, entre otros. a aeamiento de las estructuras interm, 4: J debilitamien a dla Jaboral Y socie' dad— hasta cuestiones relativas q malas i Ctr Estado en coyunturas criticas (Tanaka 2010) 5 Cisig. ne Para afadir adn mayor complejidad al panorama, deg institucional las reformis Tole ndoras iniciag a Seen te el gobierno de Alejandro 10 <0 Parecieron da duran’? ign (Vergara 2009), de modo que los ya débiteg zap sees fueron plegandose todavia mas y dejang ala incursion de NUEVOS ACFOTES, los movin Ung arena an or Jo demas aparecian en su mo; ny jue . ti «os OMeNto Bes que jos partidos politicos. Adicionalmente ne mas ° . jada con actores regionales en e} de parts oe meeultados no deseados (Tanaka 2009, samen. to trajo co indo ain mas la balanza en contra de los ane 20 pnizaciones politicas se fueron atomizando, y [a debi. Leas one ovsacionparecievon vOWerSe I Norma en el stan, Pi ecg0 de dos décadas de colapso del sistema de Partidos fuera del campo electoral, se ha investigado también so. ym ncias que tiene la “democracia sin Partidog? onsecue! ean en Ia conflictividad social (Meléndez s. f.) y las poli. ticas pablicas (Tanaka, Vera y Barrenechea 2009, Tanaka, By. rrenecheay Morel 2011). Se ha avanzado, ademas, en entender qué condiciones hicieron posible este colapso y qué reformas se harian necesarias para revertir en lo posible esta situacién (Vergara 2009, Tanaka 2009). Sin embargo, sabemos muy poco sobre cémo funcionan las organizaciones verdaderamente existentes en el sistema politico actual y cémo logran alcanzar sus fines. Existen algunos trabajos iniciales que, con distinto nivel de profundidad, intentan dar cuenta de cémo se establecen hoy nuevos vinculos politicos, sobre todo a escala subnacional (Tanaka y Meléndez s. f., Mufioz 2010), arena que ha ganado 5. Sobre coyunturas criticas véase Capoccia y Kelemen 2007. mayor relevancia en los iltimos afios, E: ivaciones inn a atencin sobre las articulaciones severe ne gentes que logran desarrollar politicos locales, con lau a ¢ distintos brokers que prestan sus habilidades y vonocimiente para desarvollar las redes de apoyo necesarias para ganar una eleccin. Estas investigaciones Parecen ir en la ruta de desvin- cular sus Preocupaciones de la existencia o inexistencia de un sistema de partidos, y buscan ir en la direccién de describir analizar c6mo se reconstruye el lazo Tepresentativo en el Perd de hoy. Después de todo, era por su capacidad para conectar al Estado y la sociedad que el interés en los partidos surgié en primer lugar. Para continuar con los esfuerzos en esa direcci6n, este trabajo considera un cuerpo de literatura que ha sido utilizado todavia de forma marginal en la investigacién politica perua- na, y busca entender por qué y cémo los politicos fundan 0 se suman a organizaciones politicas en primer lugar, lo que pue- de ayudar a comprender tanto aquellos casos en los que esto sucede como aquellos en los que no. Estos trabajos parten de un presupuesto simple pero al mismo tiempo potente en sus consecuencias tedricas, y es que el objetivo y meta principal de los politicos al participar en elecciones es aleanzar el poder, no como medio para otros fines, sino como fin en si mismo (Downs 1957), para lo cual todas sus acciones son un instru- mento. Asi, por ejemplo, los politicos no tendrian por objetivo alcanzar el poder para formular determinado tipo de politicas piblicas, sino que mas bien formulan ofertas de politicas pu- blicas para cumplir con su objetivo de alcanzar y retener el poder (Downs 1957: 28). 6. Esta afirmacién, por supuesto, es una simplificacién de una realidad més compleja. Sin duda la actuacién sobre la base de principios no es ajena a la politica. De hecho, muchas investigaciones en el campo de la sociologfa y la ciencia politica tratan de dar cuenta de la existencia de conductas “il6gicas” desde el punto de vista de Ia racionalidad con arreglo a fines. Sin embargo, esta simplificacién pretende ser més una 23 Siendo las cosas asf, las relaciones entre los politiog, | A an oui Ia ambicién de poder de Jog. '% partidos estan guiadas por tar algunos 08 Prime. ros. Los politicos deben enfrenta a ‘ Problemas de cidn colectiva que se les presentan nse he 4 Ser elegic. autoridades con poder, siendo e! mi MOrtante de ello Tanecesidad de eonvocar al mayor MMETO Posible de egg! candidatura (Aldrich 1995). Para resolver, ue vote por Sg requiere fundamentalmente de y, problema, el politico red resumirse en: sonore. junto de FecuS03, de Pe cursos: reputacin ea zativ para movlizar personas y Four FePuaCion ao a ideas, carisma o a una trayeetoriarevonoeida en la proiig de bienes piiblicos; bienes materiales a invertit en camps) y construccién de redes de patronaies Y Un nicleo basiog partidarios con los cuales empezar la carrera (Hale 2005, 10), Teniendo entonces a politicos ambiciosos que Tequieren organizar y acceder a recursos para alcanzar la mayor Cantidag de votos posibles, aparece la alternativa de formar o afiliarse a un partido politico. Los partidos politicos pueden Proveer estos bienes a los candidatos, que por otro lado se encuentran demand4ndolos en un mercado ‘de alternativas No solo partida. rias, sino también extrapartidarias. Ast, Por ejemplo, un candi. dato enfrenta la decisién no solo de afiliarse @ uno de muchos partidos que se le ofrecen en un determinado territorio, sino que ademés tiene la posibilidad de no afiliarse a ninguno y mantenerse independiente, abordando el problema de la pro- vision de bienes a partir de soluciones privadas, como el uso de redes familiares y amicales para impulsar su candidaturao el uso de los recursos y reputacién ganada por su accién en el interior de alguna organizacién, como puede suceder con el caso de una empresa, una organizacién gremial 0 una ONG, herramienta que una afirmacion categérica sobre la realidad. Come sefalamos més adelante, existen razones importantes para considet a esta perspectiva como iil para analizar la realidad politica peru? post Fujimori, 24 Ademds de los partidos, entonces, el candidato puede optar por recurrir a sustitutos partidarios (Hale 2005: 19-21). Por supuesto que no todas las alternativas tomadas para solucionar los problemas de accién colectiva serén iguales, pues todas ellas hacen énfasis en distintos tipos de recursos. Hale divide estos recursos en dos categor‘as: capital ideacional y capital administrativo. Al hablar de “capital”, el autor refiere aun conjunto de bienes acumulados que pueden ser utilizados para la produccién de otro bien, en este caso votos (Hale 2005: 12-15). El primer tipo de capital esté integrado por aquellos bienes que tienen un cardcter simbélico que ayudan al candi- dato a ser identificado por los electores con algo que lo tras- ciende, como puede ser un programa politico, una ideologia, un conjunto de principios o simplemente el carisma de un Ii- der importante. Estos bienes sirven para hacer intercambios indirectos con los electores, pero ademés con los militantes y candidatos de los partidos, y se asemejan a lo que Panebianco llama “incentivos colectivos” (1990: 40-43). En su forma mas elaborada, los partidos que cuentan con alta carga de este tipo de capital son los partidos tipificados como “programiticos” (Hale 2005: 14).” El segundo tipo de capital refiere més bien al conjunto de bienes fundamentalmente materiales que sirven para es- tablecer intercambios directos con los votantes, militantes, candidatos y todo aquel que ofrezca su apoyo al partido, y que segiin Kitschelt comprende tfpicamente la provisin de dine- 10, obsequios, puestos piblicos, preferencias en la provision 7. Sesucle considerar que el origen de los partidos politicos se encuentra en fuertes episodios de fractura y conflicto en una sociedad, idea que se sostiene en la importancia de ia creacion de fuertes clivajes sociales como resultado de coyunturas criticas (Lipset y Rokkan 1967). Desde la perspectiva de los capitales, estos episodios crean el potencial para que los partidos politicos puedan acumular capital ideacional al ubicar- vee ceo de lot lados de cada fractura, volviéndose espacios atractivos para otros politicos. 25 peneficios derivados dl control del py, bli mientos u honores (Kitschelt et 41, 19 rE mente, tomando los conceptos de Pan bine estos son el conjunto de bienes que funcionan como “incent vos selectivos” para la participacion enel interior de un partidy (1990: 40-43). Como resulta facil deducir, este tipo de reour lizados més intensamente por aquellos partidos que telar en sus estrategias elec. de servicios sociales, sos son util ; ensar se acercan a un perfil de tipo client torales (Hale 2005: 14). / ; - Con ambas formas de capital en circulaci6n y acumulados en diferentes niveles entre las distintas organizaciones, los p, Iiticos se encuentran frente a una suerte de “mercado poli co”, en el que la demanda de estos capitales proveniente de los candidatos se encuentra con la oferta provista por los partidos, La afiliacion de un candidato a uno u otro partido dependera de cual sea la posicién de esta organizacién entre el conjunto de la oferta disponible. Al mismo tiempo, el candidato optaré por canalizar su ambici6n a través de un partido y aceptar los costos que vienen con ello (ceder espacios de poder y aceptar jerarqufas son los més obvios) solo si la alternativa de man- tenerse independiente y usar un sustituto partidario resulta insuficiente para ganar las elecciones. Tenemos entonces que el crecimiento en la capacidad para presentar candidaturas y para alcanzar victorias electo- rales estard determinado por la acumulacién de capital itil para ese fin con un horizonte de mediano y largo plazo. Las organizaciones politicas mas exitosas serfan aquellas capaces de acumular mayor capital que sus competidores y convertirlo. mAs eficientemente en votos, superando en el camino no solo a otros partidos, sino a aquellas alternativas de movilizacién de recursos que podrian utilizar los independientes. aa Hecha esta revisién cabe preguntarnos épor qué ¢s it ¥ Pertinente esta perspectiva para pensar la politica peruané? Observando el Peri desde esta posicién, la incapacid °8 partidos politicos peruanos para mantener sus nivel es apoyo electoral por mas de una eleccién y para penetra ® de I de territorio con candidaturas se deberia fundamentalmente a la relativa ausencia de capital administrativo e ideacional acumu- lado por estas organizaciones, que no son capaces de ofrecerlo en cantidad suficiente ni con el horizonte temporal necesario en el mercado electoral como para desarrollar vinculos de me- diano y largo plazo con los politicos ambiciosos. Como consecuencia, la afiliacién de candidatos a sus or- ganizaciones se mantiene solo por un plazo muy breve. Sin recibir nada que lo vincule al partido y lo involucre en una re- lacién de intercambio, una eventual victoria del candidato es solo suya y el poder que viene con esta también. Por otro lado, cuando existe alguna forma de capital para entregar en el in- tercambio, como el carisma de un lider nacional, por ejemplo, no existen las garantias de que este se mantendré vigente en el tiempo, por lo que se impone nuevamente el razonamiento de corto plazo y el constante cambio de partido. Haciendo una lectura de este tipo sobre la debilidad de los vinculos entre politicos y organizaciones podemos reenfocar nuestro interés en las condiciones y situaciones que permiten el desarrollo de estos vinculos, y dejar de lado algunos concep- tos que hoy ayudan poco o nada a entender el funcionamiento de la politica peruana, como sucede con el caso del concep- to de “transfuguismo”, por ejemplo. Usado inicialmente para referirse al cambio de bancada en el parlamento durante los afios del fujimorismo —usualmente desde la oposicién hacia el oficialismo—, hoy su uso se extiende a casi cualquier cam- bio de partido a escala nacional y subnacional, formando parte del repertorio de conceptos que abordan la realidad desde una postura normativa, que condena comportamientos supuesta- mente inapropiados en un sistema politico consolidado, pero que ayudan muy poco a entender el fenémeno del que intenta dar cuenta. La segunda raz6n por la que este enfoque resulta perti- nente es porque el modelo de andlisis, basado en la ambicién de politicos participando de un mercado de organizaciones ofer- tando capitales para alcanzar el poder, recoge el pragmatismo 27 | ico, que prima en la politica peruana desde la crisis de los partidos tradicionales, En el mismo sentido, resulta pertinens te si consideramos que muy pocos sistemas de partidos lati. noamericanos exhiben niveles importantes de estructuracign Programatica y la division ideoldgica derecha-izquierda ha perdido capacidad para explicar alineamientos politicos desde las reformas estructurales llevadas a cabo en la region desde los afios ochenta (Kitschelt et al. 2010), En el caso peruano, tampoco parece haber solidez programatica en la oferta elec- toral ni en el comportamiento de los politicos una vez elegidos (Valladares 2010). Finalmente, y refiriéndonos al caso concreto que analiza- remos en este trabajo, el enfoque nos ayudard a comprender la importancia que cobran los recursos administrativos para entrar en légicas de intercambio entre candidatos ¥ una or- ganizacién politica, que permiten a los primeros maximizar sus posibilidades de ganar elecciones y a la segunda acumular victorias v mejorar su enraizamiento electoral en el territorio. En un contexto en el que la gran mayoria de organizaciones no cuentan con recursos administrativos ni ideacionales part intercambiar con los candidatos a escala subnacional, la capa cidad de Alianza para el Progreso para atraer a politicos am biciosos se basa en la construccién de una red clientelar y de patronaje, sostenida sobre la base de la relacién del partide con el consorcio universitario fundado por su lider maximo. César Acufia. El caso resalta que, en un contexto de incapat" dad de los partidos tradicionales para canalizar la ambicion de los politicos y en medio de un boom econémico, nuevas forms, de organizacién y movilizacién politica se abren paso desde ¢ Ambito subnacional de gobierno, haciendo funcionar a nuest “democracia sin partidos”. CapiTuLo 2 Alianza para el Progreso: un caso inesperado de crecimiento electoral en una democracia sin partidos PERU EMPEZO LA DECADA DE LOS DOS MIL con la cafda de un go- bierno autoritario y el retorno a una democracia plena. El ascenso de Fujimori al poder durante los noventa y la acumu- lacién de poder que posteriormente experimenté se sostu- vieron sobre la practica extincién de los partidos politicos a escala nacional. La dindémica de los espacios subnacionales no fue muy distinta, aunque a diferencia del central, basada en la acumulacién de poder en un solo actor dominante, el colapso de los partidos dio paso a la emergencia de cientos de candi- datos “independientes”, mucho de ellos exmilitantes de parti- dos politicos. Desde estos espacios, algunos lideres y caudillos locales lograron colocarse en la oposici6n al gobierno, pero de forma desarticulada y relativamente marginal (Tanaka 2002). ___Lacaida de Fujimori dejé al descubierto no solo la preca- Hiedad de las organizaciones politicas a escala nacional, sino también su escasa capacidad para penetrar el territorio. Aun- que en las elecciones de 2002 el APRA se destacé por ganar casi la mitad de los gobiernos regionales a escala nacional y Por presentar un gran ntimero de candidaturas a las alcaldias Provinciales, tan solo cuatro afios después los partidos ex- Petimentaron un gran retroceso a favor de los movimientos regionales (Meléndez 2010), nuevos reductos de los candida tos “independientes”. Asi, ante el vacio dejado por los Ilamados “partidos tradi. cionales”, nuevas organizaciones han tomado su lugar en Jos Ambitos nacional y subnacional. Sin embargo, si bien este reemplazo inicialmente parecié marcado por una similar —si no mayor— debilidad de los ac tores regionales, este escenario de fragmentaci6n y precarie- dad ha presentado algunos signos de modificacién en los aitos recientes. No se trata, por supuesto, de indicios de retorno al sistema politico previo a los afios noventa, pero ciertamen- te existen sefiales de un alejamiento paulatino de la imagen de fragmentacién y debilidad de los actores politicos a escala subnacional que predominaban a inicios de la década. Acto- res con mayor experiencia politica y de gestién han logrado cierta estabilidad en su apoyo politico y otros han consegul- ‘ do importantes niveles de acumulaci6n y articulaci6n politica (Barrenechea 2010), aunque ello esté acompafiado de un cre- ciente distanciamiento de la politica limefia (Remy 2010). Este proceso, ademés, se da de forma desigual en el territorio, por ios persiste la imprevisi- Jo que mientras que en algunos espaci bilidad y debilidad de los actores politicos, en otros aparecen con liderazgos y organizaciones en proceso de consolidacién. Entre este ultimo grupo de actores emergentes, el caso mas resaltante es el partido politico Alianza para el Progreso (APP). El actor: Alianza para el Progreso APP, nacido en Trujillo el afio 2002, tiene como lider maxi- mo fundador a César Acufia Peralta, un préspero empresario nortefio, propietario de un consorcio universitario que une a las universidades César Vallejo (UCV), Sefior de Sipén (USS) yAuténoma del Pera (UAP). De la UCY, la mas importante del consorcio, se desprende, ademds, un canal de televisién de s°” jial abierta en el norte del pafs y un equipo de futbol profesio- nal en la primera divisién del fatbol peruano. La historia de éxito personal de Acufia es uno de los ele- mentos que el partido busca capitalizar a su favor en medio de las campajias electorales. Proveniente de una familia rural de 12 hermanos, originaria del departamento de Cajamarca, Acu- fia realiz6 sus estudios superiores en Trujillo. En esa misma ciudad, a principios de los afios ochenta, fund6 la academia preuniversitaria Ingenierfa. En 1991, finalmente Acuia funda laprimera sede de la Universidad César Vallejo, la base del que ms adelante se convertirfa en un consorcio universitario. La primera incursién de Acufia en la politica fue en 1990, cuando postulé sin éxito al parlamento como diputado por Iz- quierda Unida para el departamento de La Libertad, aunque el candidato no tenia en ese entonces un lazo orgénico con el frente de partidos de izquierda. Su primera Ilegada con éxito al parlamento se darfa a través de Solidaridad Nacional el afio 2000, el partido que precariamente constituyé el candidato ala presidencia Luis Castafieda Lossio. Sin embargo, y debido al llamado a nuevas elecciones tras el brusco final del gobierno de Alberto Fujimori, el entonces congresista se vio forzado a volver a postular al parlamento, y esta vez lo hizo por la alianza Unidad Nacional, que integraba al Partido Popular Cristiano ya Solidaridad Nacional, lanzando a la presidencia a Lourdes Flores Nano. Tal como sucedié un afio antes, Acuiia logr6 ha- cerse de una curul en el Congreso. Sin embargo, y ya desde su posicién como parlamenta- tio, Acufia decidi6 fundar un partido politico propio en 2002 que le permitiera hacer una carrera politica con mayor auto- nomia. Después de todo, tanto el PPC como Solidaridad Na- cional tenfan un aparato politico practicamente inexistente en el departamento,! por lo que los votos obtenidos por Acufia Constitufan la mayor parte de la votacién conseguida por esos Partidos en La Libertad. Este pas6 de alcanzar 23.852 votos en el afio 2000 a 38,287 en 2001, votacién que representé mas del SS _ _ |. Entrevista con dirigente departamental del PPC, junio de 2011. 3 ‘otal de votos obtenidos por Unidad Nacional ese ai mento. Hasta entonces Acufia habia puest . rsos politicos al servicio de otros partidos, prow. ‘dad de movilizacién politica a organizaciones con muy limitada presencia politica y territorial. Con practi. camente nada que perder y mucha libertad que ganar, decide reiniciar su carrera politica a través de su propia organizacién? Luego de participar con su partido en las elecciones sub. nacionales de 2002, con resultados muy modestos, Acufia pos- tulé nuevamente al parlamento y presenté a Natale Amprimo ala Presidencia de la Republica, un candidato sin vineulo con el partido. Esta vez, Acufia logré alcanzar 62.007 votos, con lo que casi llegaba a triplicar su votacién de cinco afios atras. Sin embargo, debido ala jntroducci6n de una valla electoral un afio antes, no alcanz6 una curul en el parlamento. ‘Ante esta situaciény con la arena regional inaugurada cua- tro afios antes, Acufia decide postular al gobierno regional de La Libertad el afio 2006, intencién que se ve frustrada tras la presentacién de una tacha contra su lista. Ello, sin embar- go, lo llevé a postular a la alcaldfa provincial de Trujillo, his- t6ricamente controlada por el Partido Aprista Peruano (PAP), logrando una victoria aplastante. Mientras Acufa y APP logra- ron el 56,5% de los votos validos, el PAP alcanz6 solo 28,7%, mostrando el buen momento que atravesaba el nuevo partido y la crisis del aprismo en la regién. Cuatro afios mas tarde, ¢” 2010, APP logré la reeleccién en la alcaldia de Trujillo y perdié Por poco mas de 2% la presidencia regional de La Libertad, consolidando su posicién politica en la regién. No debe perderse de vista, sin embargo, que la intencién de Acuiia era desde ese entonces escalar posiciones en el sis- on politica hasta alcanzar la Presidencia de la Repiblica. Bs carrera iniek o Politico ambicioso con un objetivo trazado. Sis a escala subnacional, ello se debié en parte 4 las 50% del t en el departa aparatoy recurs yendo de capaci 2 is ai, Entrevista con dirigente nacional de APP, julio de 2011. 32 dificultades que encontré para seguir con su estrategia con- gresal (debido a la valla electoral) y a la oportunidad ofrecida por una nueva arena de competencia abierta en 2002. El espa- cio regional, entonces, es solo un peldaiio desde el cual Acufia se propone dar el salto a la politica nacional. Aunque Alianza para el Progreso es el vehiculo de la ambicién de cientos de po- liticos en el 4mbito nacional, no cabe duda de que la ambicién de Acuiia es el principal motor de la organizaci6n. Desde su fundacién, la importancia electoral de Alianza para el Progreso se ha ido incrementado eleccién tras elec- cién, sobre todo a escala subnacional. Se convirtié en el parti- do mAs exitoso de las tltimas elecciones regionales en todo el pais. Como se observa en el cuadro 1, el partido ha pasado de presentar escasas candidaturas y lograr muy pocas victorias a escala nacional en 2002 a ganar en un nimero significativo de regiones, provincias y distritos en 2010. Ese afio, el partido fue el que més regiones y provincias gané en todo el pafs. En una eleccién caracterizada por el retroceso de los partidos limefios, este partido de origen regional expandié su influencia en todo el Pertiy logré el mayor ndimero de victorias de su historia. Cuadro 1 CANDIDATURAS ¥ VICTORIAS DE APP A ESCALA SUBNACIONAL, 2002-2010 Awtprro pe Canpiparuras Vicroras COMPETENCIA 2002 2006 2010 2002-2006 _—2010 Regional 4 6 @ oO 0 2 Provincial 23 64916 CB Distrital 160 334764 17 58 76 Distrital 160334 TOH# I Fuente: Jurado Nacional de Eleeciones (INE). Elaboracin propia. A escala regional, el partido no solo fue el que obtuvo mayor niéimero de victorias, sino que acumulé un porcentaje oo votacién en el Ambito nacional que lo colocé como el segundo 33 partido mas votado en el pais, solo superado por e] Parti Aprista. Aunque el predominio de los movimientos regionals en este terreno es claro, la tendencia al crecimiento en los, tos de APP persiste. Cuadro 2 PORCENTAJE DE VOTOS OBTENIDOS POR AGRUPACIONES EN ELECCIONES REGIONS [AESCALA NACIONAL, 2010 - Voros vAiDos ——_-PORCENTAE AGRUPACIONES POLITICAS () sone Movimientos regionales 65,7 545 Partido Aprista Peruano 10,6 86 ‘Alianza para el Progreso 27 18 Fuerza 2011 39 36 Accién Popular 28 36 Resto 93 21,9 Fuente: JNE, Elaboracién propia. Finalmente, si observamos el desemperio del partido des de el punto de vista de las victorias alcanzadas a escala pr vincial en las Ultimas elecciones, la importancia de APP silt a la vista con mayor claridad. Entre las 62 alcaldias lograd#* Por partidos politicos en el ambito nacional, 14 correspond? a Alianza para el Progreso, lo que no solo le otorga més del20 de ese total, sino que lo coloca como el partido que més torias logré a escala nacional, superando incluso al PAP, " bablemente el partido mejor organizado y extendido con cuenta el Pert, is vier 34 A Cuadro 3 GANADAS POR ORGANIZACIONES POLETICAS A ESCALA NACIONAL, 2010 ALCALDIAS PROVINCIAL N.° victorias Pagripos pout eee ‘Alianza para el Progreso 14 Partido Aprista Peruano 10 Partido Democratico Somos Perit 9 Accién Popular 7 Fuerza 2011 6 Restauracién Nacional 6 Perit Posible 3 Partido Humanista Peruano 2 Unign por el Pera 2 Otros (18) 3 Subtotal partidos politicos 62 Movimientos regionales 126 Listas provinciales 6 TOTAL 194 wT a Tt" IE. Elaboracién propia, Si bien los logros de APP parecen modestos vistos desde 4n punto de vista nacional, no lo son si se le observa como un fenémeno de naturaleza regional. Si bien se trata de un partido que tiene origen en un departamento en particular, su influen- cla no se limita solo a aquel, sino que se extiende hasta los departamentos de Piura, Lambayeque, San Martin y Ancash. St APP ha avanzado posiciones notablemente en la zona nor- te del pais, terri et itorio que no muchos afios atrds se encontraba control del Partido Aprista Peruano. eS 35 Ademas de este nivel de penetraci6n, APP parece desafiay la idea de que las condiciones estructurales conspiran contrg la formacién de partidos en el Pert (Levitsky y Cameron 2003) de que el espacio regional seria el menos indicado de una organizacién con la pretensién de ir mis allé del plano estrictamente departamental, dado que a esta escala los incentivos favorecen a los movimientos regionales en detrimento de los partidos politicos (Tanaka 2009, Vergara 2009). y, mas aun, para el origen El escenario: procesos econdémicos y politicos enel norte peruano Antes de pasar a explicar el desempenio de este nuevo actor en la politica peruana, es importante referirnos a algunos el- mentos que configuran el contexto en el que este aparece. Dos procesos resultan importantes en ese sentido: el crecimiento econémico del norte peruano y la creciente debilidad electoral del Partido Aprista Peruano a escala subnacional. Aunque ¢- tos factores no explican el fenémeno que buscamos entender aqui, ayudan a entender por qué APP surgié donde !o hizoy cuando lo hizo. __ Respecto al primer factor, es conocido que el rimentado un acelerado crecimiento econdmico desde el afio 2002, lo que ha generado condiciones para la acumulacién ec” n6mica en algunos departamentos fuera de Lima. Este nuevo ciclo de crecimiento se vio favorecido no solo por el increme™” to en los precios de las materias primas, sino también por ue nuevo esquema econdmico orientado hacia la exportaci6n- ladon” modelo, Por supuesto, ha producido distintos rer ‘erritorio peruano, por lo que mientras algu™ Perti ha expe —_—__ 3. Un . * in rgumento en la direccién de revalorar el espacio subnacion@! ‘4 la construccién de partidos politicos nacionales 8° encuct en De Gramont 2010. 36 regiones se encuentran plenamente insertadas en el modelo exportador, otras lo estén menos. En el primer grupo, pode- mos encontrar fundamentalmente a Lima yalas regiones de la costa, particularmente las de la costa norte del pais.* La Libertad ha destacado entre este grupo de regiones, alcanzando en algunos afios tasas de crecimiento muy supe. riores a la nacional. Como se observa en el grafico 1, la tasa de crecimiento del PBI en La Libertad llegé incluso a superar el 15% en el periodo 2005-2006, mas del doble que la tasa nacio- nal para ese mismo afio. Si extraemos los promedios de cre- cimiento para los nueve afios, La Libertad obtiene 1,1 puntos porcentuales por encima de la cifra nacional (7,4 frente a 6,3). El crecimiento de esta regién se encuentra sostenido ba- sicamente en dos pilares: la agroexportacién no tradicional y la exportacién de minerales, principalmente oro. La primera se desarrolla desde fines de los afios noventa, pero alcanza una expansi6n abrupta y cada vez més acelerada a partir de principios de los dos mil, como resultado de la explotacién de tierras irrigadas del Proyecto Especial Chavimochic (PECH). En cuanto a la produccién de oro, La Libertad es el segundo productor de este mineral a escala nacional. En 2010, segtin cifras del Ministerio de Energia y Minas, este departamento fue responsable del 27,5% de la produccién de este mineral, siendo superado solo por Cajamarca, que produjo 30,4% del total nacional. Aunque las tasas de crecimiento no nos dicen mucho acerca del tamafio de una economia, debe considerarse que La Abusada y otros (2004) estiman, por ejemplo, que aprosimadamente 190% del impacto directo de las exportaciones realizadas bajo la ley de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPA, pot sus siglas en inglés) y la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicacién de Drogss (Atpdea, por sus siglas en inglés) se ha concentrado en Arequipa, lca, Lima, Ancash, La Libertad, Lambayeque y Piura. . m Para més datos sobre la regi6n y sus earacteristicas eeondmicas ¥ PON ticas en afios recientes, véase Cotler 2009. 37 Grafico 1 -Tasa pe CRECIMIENTO DE PBI 2001-2010, PeRO y La Lisceray 2002-03 | 2003-04] 2004-05 | 2005-06 | 2006-07 | 2007-08 200608 47. i so fest 77 [ss] oslole| Fuente: INEL. Blaboracién propia Libertad es la tercera regién con mayor aporte al PBI nacional después de Limay Arequipa. Es también la tercera regién mis poblada del pais luego de Lima y Piura, y su capital, Trujilo, és la tercera ciudad més importante del pafs y la primera del norte peruano. Ello hace de esta regién uno de los territories més importantes en cuanto a desarrollo econémico fuera dela capital del Pera. _ &Cuél es la relacién entre este auge y la emergencia de Alianza para el Progreso? Este crecimiento ha permitido dl desarrollo de una institucién que, como veremos més adelante, resulta fundamental para entender el origen y desempe? . APP: el consorcio universitario UCV-USS-UAP. Este consorci? posee sedes en ciudades y regiones con economias emergent donde es posible presumir que familias de ingress medios medios bajos ven en la inversion en educacidn un atverai2 conven social para sus hijos. Esta estrategia le 1 Pocos afios en la instituci6n universitat 38 A afios después de la fundacion de la pri consorcio, este contaba con 2699 alu | entre personal administrativo y docent universitatio, realizado en 2010, el co | albergar a 55.432 estudiantes y a 4426 administrativo y docente. mera universidad del mnos y 306 personas e. En el segundo censo nsorcio habia pasado a miembros del Personal Grafico 2 (CRECIMIENTO DE LAS UNIVERSIDADES DEL CoNsoRcIO UCY. USP-UAR 1996-2010 4426 72699) 306 'N."alumnos de prey posgrado—_N.* docentes y personal administrativo Fuente: Asamblea Nacional de Rectores. Elaboracién propia. En este sentido, César Acufia y su consorcio universitario son probablemente el ejemplo més evidente del surgimiento de nuevos actores econémicos (y politicos) a escala regional, impulsados por ritmos de crecimiento econémico sin prece- dentes en la historia reciente del pais. 39 En lo referente al segundo factor, el politico, ta debilidad del Partido Aprista Peruano (PAP) y sobre incapacidad para recuperar el epayo ae aleanz6 antes gat jimorato crearon las condiciones y el espacio politicg que hy teriormente fue aprovechado por APP. me Como es conocido, el norte peruano y La Libertag en ticular son tradicionalmente identificadas como zona ee respaldo al PAP. En efecto, La Libertad es la cuna del 4. mo. Fue ahi donde, entre fines del siglo XIX y Principog XX, se generaron las condiciones para la emergencia dey desde entonces seria uno de los partidos més organizady = pais. Las frustraciones y expectativas de las clases Obreray a, merciante, atrapadas en medio del proceso de moderizacis econémica que vivia el departamento, fueron canalizadas py el emergente partido y su carismético lider, Haya de ly Tay (Klaren 1976). ; ‘Aunque el voto por el APRA constituyé una tradicin ig. portante en el departamento y se mantuvo con energia pory, rias décadas, esta tendencia no fue ajena a la crisis que ly partidos experimentaron entre fines de los ochenta y pring. pios de los noventa. Particularmente el PAP fue afectado pord desprestigio que siguié al fin del gobierno de Garcia en 199 y al posterior gobierno de Alberto Fujimori, que instalé uu fuerte prédica antipartidaria en la sociedad. El efecto electoral que tuvo esta coyuntura para los ais siguientes en La Libertad puede observarse con claridadend grafico siguiente. En él se observa cémo el PAP es la fuerzap- litica dominante, con capacidad para controlar incluso el 100% de las provincias durante numerosos procesos electorales tre 1963 y 1989. A partir de ese afio la cafda del PAP es abrul! en 1993 llega a controlar solo el 55% de las provincias. En 1 viembre de 1995, el partido no pudo participar de formactic® debido a que perdié su inscripcién ante el Jurado Nacion#l Elecciones como resultado de su mal desempefio en las ¢* Clones generales de ese mismo afio. Las siguientes eleccion® ing 40 i | | Grifico 3 PORCENTE DE ALCALDIAS PROVINCIALES GANADAS EN La LiBERTAD POR EL APRA, APP y orRas FuERZAS, 1963-2010 1963 1966 1980 1983 1986 1989 1993 1998 2002 2006 2010 % provincias que gana el APRA m8 % provincias que gana otro 1% provincias que gana APP Fuente: NE. Elaboracién propia. Nota: urante las elecciones municipales de 1995, el PAP no contaba con inscripeién oficial. municipales, celebradas en 1998, marcan el punto mais bajo de apoyo electoral del APRA en la regién. El afio 2002 significé un retorno para el PAP. Fue este Partido el que capitalizé con mayor éxito el répido desgaste y descontento social que generé el gobierno de Alejandro To- ledo. Con su lider Alan Garcia nuevamente en el pais, y como Principal fuerza opositora, el partido fue el que més victorias Cosech6 a escala regional y provincial ese aiio. Como se obser- va en el grafico 3, esto se reflejé también en La Libertad, pues el partido duplicé el porcentaje de provincias bajo su control. Sin embargo, no llegé a recuperar los niveles de respaldo an- teriores a 1990, La creciente presencia de victorias independientes a esca- |a provincial desde 1993 revela que en la regién se hace presen- te un nuevo electorado, no militante o desligado de la tradicién Por el voto aprista. En estas condiciones es que Alianza para el 4 aricién, ganando espacio politico a exg, subnacional. Mientras que en 2002 no logra ninguna viet, en 2006 se hace de tres provincias, incluyendo la capital ‘Inj, Ilo. En este caso especifico, a la mayor presencia de votantes yy, apristas se afiade la divisién del partido en torno al sucesor dj tradicional candidato José Murgia, quien pas6 a la presidencia regional. Finalmente, aunque el espacio dejado por el APRA es in- portante como antecedente para la emergencia de APP, tam bién lo es su presencia. Como ya hemos sefialado, la Idgica de actuacién de los candidatos es tal que buscan participar de ls procesos electorales alcanzando las mayores probabilidades de éxito asumiendo la menor cantidad de costos posibles. La pre- sencia del APRA en La Libertad, aunque disminuida con rela cién a la de décadas pasadas, incrementa los costos de ingresar a la competencia electoral en tanto el promedio de votaciin necesaria para alcanzar la victoria se eleva en comparacién co" otras regiones. Como veremos, los candidatos suelen registt dentro de su biograffa fracasos en sus experiencias como inde- pendientes 0 como miembros de partidos sin aparato algu™ Por lo que integrarse a una organizacién politica que #s¥™ parte de los costos de movilizacién politica, aunque impo" aaa ecie Present como la alternativa més atractiva. os explicar asi eo a caracteristicas del fenémeno que desea’ de pasae laa ne escenario en que este aparece, corre laincégnita que lente seccién, En ella trataremos de er gFes0 Sil Peds on pale a netball i my ata Volatiied con alos niveles de mp idad electoral, resulta un terreno tan compl Para la formacién de oreanizaci n terre i entende! los buenos resultados de eiones Politicns, ede © La hipstesis de see Alianza para el Progreso? Pao Breso logra consolidan fe trabajo es que Alianza para ¢ vio su presencia politica en el tertit™! _ 6. Progreso hace su ap: Entrevista con dir con dirigente departamental del PAP, diciembre de 2010 42 escala subnacional sirviéndose de la relacié6n entre el partido y una estructura paralela y complementaria a él: el consorcio universitario que une a las universidades César Vallejo, Sefior de Sipaén y Auténoma del Pert. La relacién con este consor- cio provee a APP del capital administrative que requiere para intercambiar con sus candidatos en las distintas circunscrip- ciones en las que estos participan. En ese sentido, la universi- dad hace posible el funcionamiento de un sistema de clientelas y patronaje que ofrece incentivos para la afiliacién al partido, al tiempo que coloca a los candidatos en una posicién de ven- taja respecto a sus contendores en la competencia electoral. En esa medida, la estrategia empleada por APP para construir una organizacién politica resulta un medio para solucionar los problemas de movilizacién y estructuracién que enfrentan los partidos politicos peruanos en un contexto de baja militancia y alta volatilidad electoral. 43 Capiruto 3 Emergencia y expansién de un partido clientelar “Quien quiere ser presidente que le cueste, es lamentable que alguien lo sea con el dinero de otros”.! César Acuita, lider maximo de Alianza para el Progreso Como hemos sefialado en la primera seccién de este trabajo, el éxito de una organizacién politica para lograr convocar can- didatos y alcanzar victorias se explicarfa por su capacidad para ofrecer recursos administrativos 0 ideacionales. Sin embargo, Alianza para el Progreso ha ido creciendo a escala subnacio- nal pese a no haber accedido al Gobierno central, el que tipi- camente se constituye en fuente de recursos administrativos para construir una red suficiente de apoyo militante. Tampo- co ha crecido cobijado por la presencia y arrastre de un lider carismético con presencia en todo el pais, que para muchos partidos funciona como fuente de capital ideacional. En cuan- to a una ideologia o a un desarrollo programatico particular, el partido tiene referencias genéricas a su carécter “huma- nista, descentralista y democratico”, pero dificilmente puede identificarse indicios de un ideario sélido o de candidatos y militantes ideologizados. Antes bien, resalta en APP que sus autoridades y candidatos provienen de distintas tradiciones y tiendas politicas, como Patria Roja, el Partido Aprista Peruano — 1. Declaraciones de César Acufia en entrevista par (6/3/11). acl diario La Repiblica ¢ en el pasado postularon con ¢| je idcolbgicn ef qy endientes qu I ndependien' alo im, no parece ser un clivaj ae ie recursos ideacionales para el partida grt es esta fuente? le ein d rismo. Asi, como fuente ncuentra entonc Segan ha sido se! ciones que pu sti ‘mal de los recursos nor! , d soe organizacionales, humanos y simbélieos, todos clos orgy, sotos# solucionar problemas de acci6n colectiva, La existenig de estas organizaciones, plantea I Tale, pucde conspirar con, tra la consolidacién de partidos politicos, al Plantearse como competidores en la provision de estos recursos, Sin embargo, puede suceder también que la existencia de una fuente de re. tursos para solucionar los problemas de accién colectiva ny sustituya al partido, sino que més bien pucde funcionar de forma paralela y complementaria a él, en tanto la fuente de recursos no se encuentra en manos de los candidatos, sino de quienes a su vez dirigen el partido politico. De este modo, en lugar de convertirse en un incentivo para seguir una trayectorie politica independiente, la existencia de estos recursos motivan la participacién de los candidatos dentro del partido politico, pues es este el que les da acceso a una ventaja importante para competir en elecciones. Este parece ser el caso del consorcio universitario en control de César Acufia, presidente del partido, asf como de una serie de fundaciones sociales que proveen de un medi9 para ofrecer un conjunto importante de incentivos selectivos a candidatos y electores del partido. En primer lugts eens videncia estadistica que sustenta la important delpertidoace : Consorcio universitario para el desempe de las clecciones a subnacional. Para ello se utiliza informe el cual el partido tuo eae Provinciales de 2004, recto En segundo lugar, deca importante momento aie cuales se desatroila can iremos los mecanismos median o informacion recogida a rel acion, para lo cual nos basam of en entrevistas a autoridades partidarn™® see 46 operadores de Alianza para el Progreso, asi como a candidatos de la regién La Libertad, la de mayor importancia para el partido a escala nacional. Por qué: explicando el desempefio del partido Observemos algunos datos cuantitativos que respaldan la es- trecha asociaci6n entre la existencia del consorcio universitario yel desempefio electoral de Alianza para el Progreso. Para ello telacionamos en dos graficos la informacién disponible sobre el desempefio electoral de APP a escala provincial en las elec- ciones del aiio 2010 y la presencia o ausencia de sedes univer- sitarias en las distintas regiones del pais. Los departamentos en los que existen sedes universitarias del consorcio liderado por Acufia son Lambayeque, La Libertad, San Martin, Piura, Ancash y Lima. El grafico 4 muestra el nimero de candidaturas presen- tadas por APP a las alcaldias provinciales a escala nacional, el niimero de candidaturas que alcanzaron alguno de los tres pri- meros lugares en su circunscripcién y finalmente de aquellas que se hicieron de la alcaldia. La informacién se encuentra divida en dos grupos: el de aquellas regiones que cuentan con la presencia de alguna de las universidades del consorcio y de aquellas que no. Del total de 126 listas provinciales presenta- das en las iltimas elecciones, 56 corresponden a provincias pertenecientes a alguno de los seis departamentos en los que existe alguna de las universidades del consorcio, mientras que las restantes 70 listas se distribuyen en 18 departamentos. Asi, Pese a ser minoria, el partido muestra una mayor concentra- cién de sus candidaturas en las localidades que cuentan con una universidad del consorcio cerca. . _ Sise observan las listas que ocuparon alguno de los tres Primeros lugares en sus provincias, la importancia de contar Con una sede universitaria se incrementa todavia més. La re- lacién entre departamentos con y sin universidades del con- Sorcio se invierte, de manera que esta vez el mayor numero 47 Grafico + ronal PROVINCIAL DE ALIANZA FARA EL PROG: RESO A Ege, nacional 2010 ‘ALA Candidaturas Primeros lugares en Alcaldias ganadas presentadas elecciones. Won consorcio (6 egiones) Sin consorcio (18 regiones) Fuente: JNE. Elaboracién propia. La categoria *Primeros lugares en elecciones” recoge aquellas provincias en ls 8 que el partido se ubieé en lo tres primeros lugres en el conteo de votos, absoluto de candidaturas se encuentra en el primer grupo. Si hacemos un célculo simple, se observa que del total de can. didaturas presentadas en regiones con universidades, | 45% logré ubicarse en los primeros tres lugares de sus respect vas provincias tras las elecciones, mientras que solo el 19% de aquellas que se presentaron en localidades fuera del érea de influencia del consorcio lo hicieron. En una sola oracién:si eres candidato de Alianza para el Progreso, tus probabilidades de éxito se incrementan drasticamente si en tu departamen- to existe una sede universitaria del consorcio UCV-USS: Esta tendencia no hace sino Tatificarse al observar el rubro de alealdias ganadas del partido, que sigue un patron muy ssi al sefialado, Sefialamos previamente que de momento puede consi Tarse a Alianza para el Progreso como un fenémeno de ale ce regional o Macrorregional, y mas especificamente note” 48 Como es légico, este patrén de asentamiento responderia a | presencia de la fuente de recursos administrativos fundamen. tal para la existencia del partido. De alli las caracteristicas de su implantaci6n territorial y de sus posibilidades de éxito elec- toral, resumidas en el grafico 5. Gréfico 5 ‘VALORES PROMEDIO DE INDICES DE PENETRACION ¥ EXITO ELECTORAL. Oi {Indice de penetracién Indice de éxito Con consorcio Sin consorcio Fuente: JNE. Elaboracién propia. En el grafico se observan los promedios obtenidos por el partido en dos indices, uno de penetracién y otro de éxito electoral, ambos calculados sobre la base de datos provinciales, que a su vez arrojan un valor para cada departamento.’ El pri- mer indice se deriva de la divisién del ntimero de candidaturas Provinciales que presenté el partido en un departamento entre el namero total de provincias con que este cuenta. Lo mismo. —__ 2. El primero es tomado de Meléndez 2010 y el segundo es una adapta- cién de otro indice desarrollado por ese mismo autor. 49 ica para el indice de éxito, pero en este caso se cal nta el nimero de provincias en un depg ve mento en el que ‘APP logré ubicarse entre los tres Primes lugares. Extraidos ambos valores para cada departamenty ‘ Jos dividi6 en dos grupos: aquellos que cuentan con tna sg del consorcio universitario y aquellos que no. Finalmente, e el grafico quedan expuestos los valores promedios de los ing. ces correspondientes a cada grupo. Los valores en los indices revelan la gran diferencia qu existe en el desempefio del partido cuando este se encuentz en un departamento con alguna sede del consorcio univers rio y cuando no. En el primer grupo, el indice de penetracién alcanza el valor de 0,9, lo que quiere decir que los departa- mentos que se encuentran en esta categorfa tienen su territo- rio casi totalmente cubierto de candidaturas provinciales del partido. Por su parte, el indice de éxito arroja un valor de 05, Io que indica que en una de cada dos provincias cercanas ¢ una de las sedes universitarias del consorcio el partido logra ubicarse entre los tres primeros lugares en las elecciones. Et el segundo grupo, el de los departamentos sin sede univer: sitaria, el desempefio del partido es notoriamente inferios, con valores de 0,5 y 0,1 en el indice de penetracién y de éxito, respectivamente. Asi, es la presencia de sedes universitarias la que parece explicar el buen desempeiio del partido en un territon®s of menos existe una relacién estrecha entre ambos asunt0® 3 donde no existen sedes, la performance de APP s¢ aseme? Ia del resto de los partidos politicos, débiles y en ¢! ™= los casos capaces solo de presentar candidaturas, mentee en aquellos departamentos en los que se encuentt# pr vi alguna de las universidades del consorcio no solo !@ ore gr” bietne ae ne candidaturas , sino para ganar posiciones ey incrementa significativamente. qué m mos nes la existencia de esta relacion ta pe . presencia del consorcio con el ¢¢' Partido? se ap! tomando en cue! eco” aod 50 A

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