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La cesión de derechos es una convención, que consiste en la transferencia que hace el cedente
al cesionario de uno o más derechos reales o personales. Está regulada en los artículos 1.901 y
s. del Código Civil, entre los contratos de permuta y de arrendamiento; sin embargo, para la
mayoría de la doctrina, la naturaleza jurídica de la cesión no es la de un contrato, sino que es la
forma de hacer la tradición de los derechos, lo cual se desprende de diversas disposiciones
legales como son el artículo 699 y la norma antes citada, que dispone,
"La cesión de un crédito personal, a cualquier título que se haga, no tendrá efecto entre el
cedente y el cesionario sino en virtud de la entrega del título."
En el mismo sentido dispone el artículo 1909, en donde se refiere "el que cede a título oneroso
un derecho de herencia", así como de los artículos 1912 y 1913.
Por otra parte, se dan argumentos históricos, puesto que la cesión de derechos tenía la misma
ubicación en el Código inspirador Francés; sin embargo, en este, los derechos nacen de los
contratos a diferencia del nuestro.
De esta forma, para transferir un derecho personal o real, es necesario un título traslaticio de
dominio, como un contrato de compraventa, una donación, dación en pago u otro; sin
perjuicio que es opinión de una parte minoritaria de la doctrina que, la cesión sería a su vez
título.
Para que opere la cesión de derechos, es necesario que se cumplan conjuntamente los
siguientes requisitos:
Todos los derechos son transferibles, salvo aquellos que la Ley ha prohibido su enajenación;
como son los derechos personalísimos de uso y habitación.
En efecto, si bien el título XXV del Libro IV del Código Civil, regula la cesión de créditos
nominativos, la cesión del derecho real de herencia y los derechos litigiosos; el artículo 793 la
del usufructo; se entiende que los demás derechos reales como el de hipoteca, prenda u otro
pueden ser cedidos conforme a las reglas generales.
Ahora bien, la doctrina del negocio jurídico sostiene que para que haya cesión de contrato, es
necesario que uno de los contratantes, con el consentimiento del otro, traspase todos los
derechos y obligaciones pendientes de un contrato bilateral; traspasando íntegramente la
calidad del contratante cedente al cesionario.
Entonces, para algunos la cesión del contrato operaría por medio de una cesión de créditos y
una novación por cambio de deudor, una delegación o asunción de deudas según sea el caso,
conforme a lo cual no habría transferencia de deudas.
El derecho real de propiedad sobre un inmueble determinado puede ser transferido total o
parcialmente.
En este aspecto, conforme establece el artículo 580 del Código Civil "Los derechos se reputan
bienes inmuebles, según lo sea la cosa en que han de ejercerse, o que se debe. Así el derecho
de usufructo sobre un inmueble es inmueble..."
Por su parte, el artículo 1801 del Código Civil indica que, la venta de los bienes raíces, no se
reputan perfectas ante la ley, mientras no se ha otorgado escritura pública.
A su vez, establece el artículo 686 del Código Civil, que la tradición de los inmuebles se realiza
mediante la Inscripción del Título en el Registro del Conservador.
Como nuestro sistema es dual, atendido a que para transferir el dominio se requiere un título y
un modo de adquirir el dominio, la doctrina sobre la naturaleza jurídica de la cesión de
derechos importa a fin de determinar si se cumple o no con lo establecido en el artículo 52
Número 1º del Reglamento del Conservador de Bienes Raíces, en relación a si el título debe
inscribirse.
"1º. Los títulos translaticios de dominio de los bienes raíces; los títulos de derecho de
usufructo, uso, habitación, censo e hipoteca constituidos en inmuebles, y la sentencia
ejecutoria que declare la prescripción adquisitiva del dominio o de cualquiera de dichos
derechos."
En este sentido, si se efectúa una cesión de derechos sobre un inmueble conforme a una
compraventa u otro título traslaticio de dominio, procede sea inscrito.
Como regla general, conforme establece el artículo 13 del Reglamento del Registro
Conservatorio de Bienes Raíces del 24 de junio de 1987, El Conservador no podrá rehusar ni
retardar las inscripciones.
Ahora bien, las cesiones de derechos sobre bienes raíces pueden ocultar el llamado loteo
brujo, conforme a lo cual el Conservador actuaría conforme a derecho no inscribiendo el título
respectivo.