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ESTUDIO - URGENTE

Narcomenudeo: la Ciudad de Bs As
ocupa el Tercer lugar de Latinoamérica

Los datos surgen de un estudio del Centro Internacional para la Promoción de los
Derechos Humanos (CIPDH–UNESCO), que revela el preocupante cuadro de situación en
las principales urbes de la región y ubica a la Capital Federal en el podio de las ciudades
con mayor crecimiento del delito. Afirman que las organizaciones narco reclutan cada vez
a más menores adictos para transformarlos en vendedores y apuntan a una connivencia
policial y judicial.
El organismo informó que entre el 2 de enero y el 15 de marzo se realizó una investigación
cuantitativa basada en el entrecruzamiento de datos de organizaciones eclesiásticas,
universidades y ongs nacionales e internacionales sobre la presencia de venta/tráfico de
drogas en los más importantes barrios urbanos de todos los países de América Latina.
En Argentina, se tomó como referencia a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el
organismo realizó un relevamiento propio en base a un cuestionario estructurado que se
completó a través de sondeos en más de cinco mil hogares. También se efectuaron
encuestas presenciales en vía pública y sondeos telefónicos (IVR) sobre otros dos mil
casos testigos (hombres y mujeres de entre 18 y 75 años). A nivel nacional, el CIPDH
también entrecruzó sus índices con los datos aportados por entidades de educación
superior, organizaciones barriales y fundaciones de lucha contra el narcotráfico.
Vale destacar que el narcomenudeo refiere a cualquier conducta de comercio, entrega,
suministro o facilitación de sustancias estupefacientes - ya sea en forma onerosa o
gratuita - y a la tenencia de la misma con el fin de su comercialización, siempre y cuando
estas acciones se encuentren dirigidas al consumidor final de la droga ilícita.
El informe arrojó que el 65,3 % de los encuestados en CABA reconocieron la presencia de
venta y/o tráfico de drogas en la manzana, vecindario o en su barrio de residencia, sólo
por detrás del 81,6 de Bogotá y del 74,7 del Distrito Federal de México. Así, la Capital
Federal se ubicó entre las ciudades de Latinoamérica con mayor avance territorial del
narcotráfico y sus ramificaciones.
Al respecto, Fernanda Gil Lozano, Directora Ejecutiva del CIPDH-UNESCO, sostuvo que
“se viene trabajando fuerte en este tema porque la venta minorista de drogas viene
aumentando exponencialmente en las últimas dos décadas, expandiendo y diversificando
el mercado a menor escala”. Además, agregó que “el narcomenudeo no sólo representa
un grave problema de salud pública, sino también un factor de desintegración social
sistémica; así como una fragante violación de los Derechos Humanos”.
Por su parte, el estudio evidenció una mayor presencia de venta y/o tráfico de drogas en
los sectores de mayor vulnerabilidad. En detalle, un 53% de los hogares de sectores bajos
reconocieron que perciben venta y/o tráfico de drogas en sus alrededores. Al mismo
tiempo, en los hogares marginales que se encuentran en villas de emergencia o
asentamientos precarios refieren en casi un 80% que tienen contacto estrecho con esos
delitos.
Los números bajan a un 22 % de los hogares en barrios no pobres. A su vez, el trabajo
arrojó que cuatro de cada diez hogares con niños de la Capital Federal se encuentran
ubicados en zonas con presencia de venta y/o tráfico de drogas.
Otros datos muestran que un 90% de los hogares de barrios en donde es nula o muy baja
la presencia policial reportan conocer a quienes se encargan del narcomenudeo, mientras
que esa cifra se reduce apenas al 15% de los hogares en barrios donde existe permanente
vigilancia policial (en general, en barrios de clase media o alta).
En el año 2018, mediante la ley 5935 (1), la Ciudad de Buenos Aires aceptó la
transferencia de la competencia para entender en el narcomenudeo. La justicia de la
Ciudad debió intervenir desde el 1º de Enero de 2019, en las figuras previstas en el art. 5.
inciso c) cuando se comercie, entregue, suministre o facilite estupefacientes fraccionados
en dosis destinadas directamente al consumidor , y en el inciso e) cuando la entrega
suministro o facilitación fuese ocasional y a título gratuito y sugiere inequívocamente que
es para consumo personal de quien lo recepta. Así como la simple tenencia de
estupefacientes art. 14.1. de la ley 23737. También se transfirió la competencia de
conductas que se encuentran directamente ligadas al consumo como lo es la del art. 14.2
de Tenencia para consumo personal, y la del art. 5 inciso a) cuando la cantidad sembrada
o cultivada sea para consumo personal.
Sin embargo, a pesar de haber aceptado su responsabilidad para la prevención y la
persecución del ilícito, el informe arrojó que “el 78,9 % de los consultados consideró que
las fuerzas de seguridad y la justicia de la Ciudad de Bs As mantienen una relación de
complicidad con los punteros que manejan el delito”.
La experiencia desarrollada en el primer año de transferencia de esa competencia al fuero
de la Capital Federal (2019) demostró que las personas que poseían estupefacientes, para
su consumo personal, fueron víctimas de una selectiva persecución policial que poco
efecto tuvo al interior del problema. Según datos del Ministerio Público Fiscal de CABA, de
los 7.824 casos de detenciones por tenencia de estupefacientes en pequeñas cantidades ,
solo 141 fueron objeto de alguna medida judicial, es decir menos del 2 %, y en apenas 4
casos intervino la Cámara de Apelaciones para revisar lo resuelto. Los 7685 casos
restantes simplemente fueron archivados.
En tanto, “el 64,3 % de los consultados consideran que las fuerzas de seguridad avanzan
sobre las zonas más vulnerables con un claro sesgo de selectividad que transforma la
supuesta lucha contra el narcomenudeo en un elemento de control social”.
Esa postura encuentra asidero estadístico, dado que las comunas de la zona sur y
costeras al Riachuelo (que poseen indicadores muy negativos en desocupación e ingreso
per cápita, y donde se encuentran dos tercios de las villas y asentamientos de la CABA),
encabezan las detenciones. Por el contrario, las zonas que menos casos registran son
Almagro, Boedo, Villa Real, Villa Luro, Belgrano y Recoleta.
En tanto, según índices de varias Ongs de Buenos Aires, el fuerte del narcomenudeo está
manejado por punteros en los barrios de Constitución, Balvanera, Pompeya, Barracas,
Liniers y Flores, siendo zonas que aparecen llamativamente como liberadas desde el
control policial y las estadísticas.
En ese sentido, varios de los encuestados afirmaron que “los delitos se llevan a cabo a
plena luz del día y debajo de las cámaras del Centro de Monitoreo Urbano de la Policía de
la Ciudad, que registran todo lo que sucede pero que muy pocas veces utilizan esas
imágenes como material probatorio para investigar desde dónde llegan las sustancias y
quienes controlan el negocio”.
Socialmente, el informe destaca que “los segmentos de la población más expuestos a
esta situación son los adolescentes y los jóvenes socialmente más relegados, porque se
encuentran más expuestos a consumos adictivos, habida cuenta la escasez de otros
recursos, la exclusión educativa, el desempleo, la desintegración y la mayor violencia
social que rodea su entorno”.
Finalmente, Gil Lozano señaló que “estos datos vislumbran que la política mal llamada
lucha contra el narcotráfico, se centra en los sujetos ubicados al final del sistema, es decir
en los consumidores, sobre cuya criminalización no se obtiene ningún resultado”, y
concluyó en que “con escaso apoyo oficial por parte del GCBA, las casi únicas respuestas
hacia el problema provienen de organizaciones no gubernamentales, iglesias, medios de
comunicación o empresas privadas, siendo eso claramente insuficiente para resolver una
problemática que se agiganta cada día”.

Contacto para entrevistas

Fernanda Gil Lozano

Directora Ejecutiva del Centro de Internacional de Promoción de los DDHH

Tel . 54 9 1157714512

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