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Centroamérica: Impacto del DR CAFTA

En la década de los 80 y principios de los noventa Centroamérica tuvo un viraje de


su política comercial. Este nuevo modelo proponía la apertura económica y la
expansión de la participación en los mercados globales y consideraba como
motores de crecimiento a las exportaciones y la atracción de inversiones
extranjeras. Para este propósito, los países de Centroamérica se adhirieron al
Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994, mismo que dio
paso a la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

 A partir de entonces, los países buscaron ampliar su red de intercambio global a


través de acuerdos comerciales que facilitarán las transacciones y redujeran aún
más las posibles barreras que pudieran existir. En este Observador analizaremos el
contexto en el cual nace el Tratado Comercial entre Centroamérica, República
Dominicana y Estados Unidos (DR-CAFTA), su contenido en términos generales y
sus resultados.
Antecedentes

Durante la década de 1980, los países de Centroamérica adoptaron programas de


reforma y apertura económica y, desde inicios de la década de 1990, vienen
impulsando una mayor inserción en la economía internacional. Esto como
consecuencia de la adopción de una estrategia que atribuye a la inversión extranjera
y al comercio internacional un papel central en el desarrollo económico. Tales
esfuerzos se han traducido en la participación de estos países en las negociaciones
comerciales internacionales a distintos niveles desde inicios de los años noventa.
Primero, en el foro multilateral del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y
Comercio (GATT) y después en la Organización Mundial del Comercio (OMC) que lo
sustituyó. Luego en negociaciones de acuerdos bilaterales como región y por países
con diversos socios comerciales, en particular México, Chile, Canadá, la República
Dominicana, Panamá, el CARICOM (Mercado Común del Caribe, por sus siglas en
inglés) y Estados Unidos.
Posteriormente, en la participación en las negociaciones hemisféricas del Área de
Libre Comercio (ALCA), hoy paralizadas. Por último, en el impulso a la
modernización y profundización del esquema de integración económica
centroamericano, vigente entre los cinco países de la región desde inicios de los
años sesenta, los cuales ahora forman una zona de libre comercio casi perfecta en
proceso de convertirse en una unión aduanera.

Historia del Tratado

En 1994 México, Estados Unidos y Canadá implementaron el Tratado de Libre


Comercio de América del Norte. En este proceso (como sucede con casi todos los
tratados de libre comercio), los países involucrados eliminaron los aranceles para
las importaciones y exportaciones entre ellos y se permitió la libre circulación de los
bienes en la zona de libre intercambio. Con los países ajenos al tratado, cada país
mantuvo sus políticas comerciales diferentes. La concesión de condiciones más
favorables para un competidor directo de Centroamérica (México), sobre todo en
materia textil, colocó a la región en una posición de desventaja. Por esta razón, los
países buscaron por mucho tiempo negociar un acuerdo comercial con Estados
Unidos.

Para 1998 Centroamérica había firmado ya el tratado de libre comercio entre


Centroamérica y República Dominicana y al año siguiente, en 1999 se suscribió el
tratado entre la región y Chile.

Finalmente, en 2001, tiempo después de presentar las primeras solicitudes, se inició


la comunicación entre los países de Centroamérica con los Estados Unidos para dar
paso a la etapa preparatoria que comenzó en 2002 con una ronda de 6 talleres
técnicos que definirían la negociación.  En 2003, después de 9 rondas de pláticas,
Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua firmaron el Tratado de Libre
Comercio entre Centroamérica y los Estados Unidos. En enero de 2004 se incorporó
Costa Rica y en julio de 2004 se integró también la República Dominicana. En
agosto de 2004 fue firmado por los siete países y adoptó finalmente las siglas de
DR-CAFTA.

El acuerdo fue aprobado por el Congreso de los Estados Unidos en julio de 2005. La
implementación en los otros países dependió de la ratificación correspondiente.
Para el caso de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala entró en vigor
desde 2006. Pero para el caso de República Dominicana fue hasta 2007 y para
Costa Rica fue hasta 2009. Este fue el primer acuerdo comercial que firmó Estados
Unidos con un grupo de países en vías de desarrollo.
Hace ya doce años que el DR-CAFTA entro en vigencia, esto ha significado un
incremento constante en las exportaciones e importaciones. Cabe decir que ha
fortalecido las relaciones comerciales de la región con nuestro principal socio
comercial. Según el Banco Mundial el PIB de Guatemala en 10 años se incrementó
de $30,231.00 a $68,763.00*, por su parte El Salvador tenía un PIB de $18,551.00
el cual 10 años después de ratificarlo aumenta a $26,797.00 es por ello que
podemos ver como el DR-CAFTA ha desarrollado las economías de ambos países.

Cabe destacar que la Inversión Extranjera Directa, IED, se ha visto beneficiada por
este tratado comercial, en el caso de Guatemala podemos ver que desde la
ratificación del tratado en 2006 a hoy en día la IED ha aumentado en $439.5
millones de dólares. Inversiones en sectores como Energía, Industria
Manufacturera, Comercio, Telecomunicaciones, entre otros. Destaca la inversión
estadounidense en la industria de call center, importante generador de empleos
formales, principalmente para jóvenes, permitiéndoles ingresos que pueden llegar a
triplicar el salario mínimo.

El DR-CAFTA fomenta los encadenamientos productivos y debemos aprovecharlos


de mejor manera. A través de las reglas de origen, nos permite utilizar materia prima
de los países miembros para realizar el producto final y exportarlo como producto
original. Esto impulsa el comercio regional, aprovechando las preferencias
arancelarias.

Es necesario destacar que a partir de la firma del DR-CAFTA fue necesario que la
región Centroamericana realizara mejoras en ciertos aspectos, uno muy importante
es el de la propiedad intelectual, el tratado presta mucha atención a los temas de
propiedad intelectual y toma ciertos aspectos de la normativa del acuerdo ADPIC,
Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados
con el Comercio, que es parte de la OMC.

Finalmente podemos ver que la implementación de este tratado comercial ha


resultado muy beneficiosa para los países de la región, el crecimiento de los
sectores exportadores en los países centroamericanos es notable y en un constante
aumento gracias a la implementación de facilidades de exportación al mercado
americano.

CAFTA-DR

(COOPERACION AMBIENTAL)

En febrero 18 de 2005, en el Salón de las Américas de la Organización de los


Estados Americanos, los gobiernos que forman parte del DR-CAFTA firmaron un
Acuerdo de Cooperación Ambiental (ACA). En él, reconocieron cooperar en la
protección, mejorar y conservar el medio ambiente, incluyendo los recursos
naturales. El Capítulo 17 del DR-CAFTA identifica el compromiso y las actividades
referente a la protección del ambiente. cooperación ambiental en orden de prioridad.

La Organización de los Estados Americanos (OEA) está ayudando a los países del
DR-CAFTA en la evaluación de cómo las actividades realizadas en el marco del
Programa de Cooperación Ambiental del DR-CAFTA están contribuyendo a la
consecución de las prioridades ambientales.

Más información sobre monitoreo y evaluación puede ser encontrada en el website


de progreso del monitoreo del Departamento de Desarrollo Sostenible de la
Organización de los Estados Americanos. (DR-CAFTA, 2019)

SDE da a conocer beneficios y retos para Hondura con RD-CAFTA

Tegucigalpa M.D.C. 26 de febrero 2021. _ A partir de la entrada en vigencia del RD-


CAFTA en el año 2006 Honduras ha logrado exportar a Estados Unidos más de
US$ 20 mil millones de dólares.

Los productos que destacan en las exportaciones hacia este país del norte son
banano, café, cigarros, puros, melón, filete de tilapia, camarones y desechos de
plástico, entre otros.

En conferencia virtual que se desarrolló hoy, a las 10:00 am, expertos ampliaron
sobre las bondades que representa este Tratado de Libre Comercio.

La actividad fue coordinada por la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE), y se


contó con participación de representantes de Gobierno, Sector Privado, academia y
de la Secretaría de Integración Económica Centroamericano (SIECA).
La catedra tuvo como objetivo exponer al sector productivo nacional los beneficio
que conlleva el Tratado Comercial entre República Dominicana, Centroamérica y
Estados Unidos.

Oportunidades para el sector industrial

El sector industrial durante este periodo acumuló exportaciones aproximadas de


US$ 5 Mil Millones, de los cuales los principales productos de exportación son: oro,
tubos de aluminio, barras, graba, piedra entre otros productos.

Por otra parte, el sector textil-confección exportó durante el periodo 2017 al 2019
US$ 9 Mil Millones de dólares.

Importaciones

Cabe resaltar que las importaciones de Estados Unidos para el sector agrícola
durante el periodo enero – octubre del año 2020, son de 729.30 millones de dólares,
y para el sector industrial son de 1,791.12 Millones US$, dejando un total de US$
2,520.42 Millones de los cuales los principales productos importados son
combustibles, maíz, arroz, trigo, vehículos, papel y carbón entre otros más.

Objetivos y contenido del tratado

En términos generales, el DR CAFTA tiene por objetivo impulsar el desarrollo


económico a través de la liberalización comercial y facilitar el acceso a uno de los
mercados más importantes a nivel global, esto en compatibilidad con los principios
de la OMC. Al crear este marco jurídico existe mayor claridad, transparencia y
estabilidad en el largo plazo para las inversiones. En relación a esto, uno de los
puntos más importantes es precisamente evitar la aplicación de medidas
unilaterales y discrecionales que puedan afectar el flujo comercial.

La negociación del tratado también tiene varios objetivos específicos. En materia de


acceso a mercados busca consolidar y expandir los beneficios comerciales que se
habían establecido en la Iniciativa de la Cuenca del Caribe y del GATT del 94,
eliminar las barreras no arancelarias y establecer reglas y procedimientos
aduaneros que garanticen un funcionamiento adecuado de las aduanas.  En cuanto
a servicios e inversiones busca promover la diversificación de la oferta de servicios y
fomentar el desarrollo de flujos de inversión, así como establecer mecanismos de
solución de diferencias para contar con un Estado de Derecho sólido que garantice
el buen funcionamiento de las relaciones comerciales.

Con estos acuerdos los países centroamericanos buscan más y mejores


condiciones para el acceso de sus productos a los mercados externos con un marco
jurídico que genere deberes y derechos mutuos, así como mayor estabilidad y
previsibilidad a sus relaciones comerciales. La búsqueda de un acuerdo comercial
con Estados Unidos fue un objetivo de las naciones centroamericanas por muchos
años en razón de la importancia de sus flujos de comercio con ese país. Más de la
mitad de las exportaciones de la región centroamericana van a Estados Unidos, su
principal socio comercial.

Muchas exportaciones de Centroamérica a Estados Unidos se han beneficiado de la


Ley de Recuperación Económica de la Cuenca del Caribe (ICC),

El acuerdo se despliega en 22 capítulos que pueden analizarse desde cinco


grandes temas: asuntos institucionales y de administración, comercio de bienes,
comercio de servicios e inversión, contratación pública de bienes y servicios y otros
temas no comerciales pero que implican transacciones como asuntos en materia de
propiedad intelectual, asuntos laborales y del medio ambiente. En estos están
contenidas las normativas específicas para atender a los objetivos generales y
específicos explicados con anterioridad. Además, el tratado contiene anexos y
apéndices que establecen los derechos y obligaciones de los países firmantes.

Aspectos relevantes del Tratado de Libre Comercio entre


Centroamérica, la República Dominicana y los Estados Unidos

A) Contenido y alcances del DR-CAFTA

En forma similar a otros acuerdos de este tipo, el DR-CAFTA está constituido por un
conjunto de capítulos, anexos y apéndices que establecen los deberes y derechos
que los países acuerdan. Las disposiciones normativas son comunes a todos ellos,
mientras que las particularidades de cada uno están contenidas en los anexos y los
apéndices, los cuales, de conformidad con el artículo 22.1 del tratado,9 constituyen
parte integral del mismo.
1. Asuntos institucionales y de administración

La creación de una zona de libre comercio entre los siete países implica liberalizar
en plazos determinados el comercio recíproco de los bienes y servicios producidos
por ellos. No implica adoptar políticas comunes en aspectos no acordados
explícitamente, ni crear autoridades supranacionales.

2. Comercio de bienes

Regula el comercio de bienes e incluye los seis capítulos alusivos al Trato Nacional
y Acceso de Mercancías al Mercado (Capítulo Tres), Reglas de Origen y
Procedimientos de Origen (Capítulo Cuatro), Administración Aduanera y Facilitación
del Comercio (Capítulo Cinco), Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (Capítulo Seis),
Obstáculos Técnicos al Comercio (Capítulo Siete) y Defensa Comercial (Capítulo
Ocho). Todos ellos definen las condiciones de acceso al mercado de los bienes de
las Partes, las condiciones especiales aplicables a los bienes agrícolas y textiles, los
criterios y reglas para determinar que los bienes son originarios, los procedimientos
para promover y fortalecer la modernización aduanera, las condiciones para
proteger la salud de personas animales y plantas y evitar la imposición de barreras
innecesarias al comercio y, finalmente, los mecanismos para defender la producción
nacional de un aumento masivo de las importaciones o de prácticas de comercio
desleal.

3. Comercio de servicios e inversión

comprende los cinco capítulos relacionados con Inversión (Capítulo Diez), Comercio
Transfronterizo de Servicios (Capítulo Once) y de Servicios Financieros (Capítulo
Doce), Telecomunicaciones (Capítulo Trece) y Comercio Electrónico (Capítulo
Catorce). Estos capítulos establecen el marco jurídico de protección a los
inversionistas y sus inversiones, así como la regulación del comercio de servicios.

4. Telecomunicaciones

Regula las medidas adoptadas o mantenidas por una Parte que se relacionen con el
acceso y el uso de servicios públicos de telecomunicaciones y con:
a) Las obligaciones de los proveedores de servicios públicos de
telecomunicaciones.
b) Las redes o servicios públicos de telecomunicaciones.
c) El suministro del servicio de información. De esta manera se garantiza que las
empresas de la otra Parte tengan acceso y puedan hacer uso de cualquier servicio
público de telecomunicaciones ofrecido en su territorio o de manera transfronteriza
en condiciones razonables y no discriminatorias.44 Se garantiza también que las
empresas de la otra Parte puedan usar servicios públicos de telecomunicaciones
para transmitir información y tener acceso a bases de datos o información
almacenada que sea legible por una máquina.

5. Contratación pública de bienes y servicios

Regula la contratación pública de bienes y servicios, específicamente el Capítulo


Nueve, en el que se establecen los principios y las reglas de procedimiento
aplicables, lo que no necesariamente significa que deba realizarse una reforma legal
por dos razones. La primera es que el tratado incluye una lista del tipo de obras y
servicios a licitarse y contratarse según los principios acordados a partir de montos
determinados. La segunda es que el tratado especifica plazos y requisitos mínimos
en determinados casos, los cuales deben ser cumplidos por la entidad que hace la
contratación

6. Otros temas: propiedad intelectual, asuntos laborales y asuntos ambientales

El último grupo de temas, en que se han concentrado los capítulos del tratado es el
de los asuntos no directamente comerciales pero que tienen relación con los bienes
y servicios comercializables.

Impacto del Acuerdo

Estados Unidos es el principal mercado de los países centroamericanos. Desde


1984, con la Iniciativa para la Cuenca del Caribe (fue en 1994 o 19984) y en el año
2000, con la Ley de Asociación Comercial de la Cuenca del Caribe (que brinda
preferencias a los productos textiles de la región) las exportaciones hacia el
mercado estadounidense se han visto beneficiadas. Sin embargo, a pesar de la
existencia de estos mecanismos, contenían limitaciones por su unilateralidad y
temporalidad. Con la implementación del tratado se generan derechos y
obligaciones de largo plazo que generan mayores incentivos a las transacciones
comerciales.
Desde la entrada en vigor el tratado en el año 2006 al 2020 las exportaciones,
según datos de SIECA, pasaron de USD 6,103.2 millones de dólares a USD 11, 125
millones. Sobre el total de exportaciones, esto representa el 33%. En cuanto a las
importaciones, en 2006 la cifra ascendía a 8,788.5 millones y en 2020 la cifra fue de
USD 19,861.7 millones, representando el 32%. Como se puede observar, las
importaciones con Estados Unidos son superiores a las exportaciones ya que es un
importante proveedor de productos de consumo para los países de la región.

En 2020, Nicaragua fue el mayor exportador regional de bienes a Estados Unidos


con 49% del total exportado; le siguen Costa Rica con 42%; Honduras con 36%; El
Salvador con 29%; Guatemala con 22%; y Panamá con 6%. En cuanto a
importaciones, Costa Rica es el país que más importa bienes de Estados Unidos
con un 37%; sigue Guatemala con 36%, Honduras con 32%, El Salvador con 27%,
Panamá con 26% y Nicaragua con 25%.

Algo importante que se debe mencionar es que, aunque la normativa comercial es


aplicable a todos los países que lo suscribieron, algunos capítulos se aplican de
manera diferente en las relaciones comerciales bilaterales. Esto provoca que el
tratado sea un ente jurídico diferente para cada uno de los países. Sería importante
entonces evaluar la proporción en la que beneficia a cada uno de los países.

A diferencia de otros acuerdos comerciales, el DR CAFTA es de aplicación


multilateral. Esto significa que se benefician tanto las relaciones comerciales con
Estados Unidos, pero también las relaciones comerciales a nivel interno entre los
países de Centroamérica. La normativa reconoce los avances que habían tenido los
países en su proceso de integración a la vez que los profundiza en temas como la
propiedad intelectual, los asuntos laborales y ambientales; además de contar con su
propio mecanismo de solución de diferencias. Esto es sumamente positivo puesto
que brinda la oportunidad de fortalecer, profundizar y modernizar el proceso de
integración económica y aduanera de Centroamérica.

Estas leyes de Estados Unidos otorgan preferencia comercial unilateral a gran


cantidad de productos de países de Centroamérica y el Caribe previamente elegidos
por el Congreso, y facultan al Presidente de ese país para incluir o excluir a los
países de dichos beneficios. La elegibilidad de los países depende de una serie de
criterios decididos por el Gobierno de Estados Unidos. El programa rige en una sola
vía y su efecto consiste en eliminar los impuestos de importación para grupos de
productos, no para todo el universo arancelario. Al ser una iniciativa unilateral que
no genera derechos a los países beneficiarios, la ICC no incluye algún mecanismo
de solución de diferencias. Según datos de la US International Trade Corporation,
los porcentajes de exportaciones por país a Estados Unidos, bajo esta iniciativa en
el 2004, fueron los siguientes:

a) Costa Rica: 32,6%

b) El Salvador: 54,6%

c) Guatemala: 37,6%

d) Honduras: 63%

e) Nicaragua: 33,6%

f) República Dominicana: 57,3%

Otra parte importante de las exportaciones centroamericanas a Estados Unidos


ingresa libremente con arancel cero bajo el régimen de Nación Más Favorecida
(NMF). Estados Unidos solicitó autorización a la OMC para aplicar estas
preferencias por un período de 10 años con opción a renovarse por 10 años más.
Sin embargo, en la última revisión del esquema, Estados Unidos solicitó renovación
por sólo tres años más, que vencen en 2008. Lo anterior demuestra que, a pesar de
que estas leyes han beneficiado a los países de la región por muchos años, tienen
limitaciones inherentes a su carácter unilateral y temporal.

Por esta razón, los países centroamericanos buscaron negociar un acuerdo


comercial moderno y amplio, sobre todo después de que Estados Unidos firmó el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Canadá y México (TLCAN).

Algo importante que se debe mencionar es que aunque la normativa comercial es


aplicable a todos los países que lo suscribieron, algunos capítulos se aplican de
manera diferente en las relaciones comerciales bilaterales. Esto provoca que el
tratado sea un ente jurídico diferente para cada uno de los países. Sería importante
entonces evaluar la proporción en la que beneficia a cada uno de los países.
A diferencia de otros acuerdos comerciales, el DR CAFTA es de aplicación
multilateral. Esto significa que se benefician tanto las relaciones comerciales con
Estados Unidos pero también las relaciones comerciales a nivel interno entre los
países de Centroamérica. La normativa reconoce los avances que habían tenido los
países en su proceso de integración a la vez que los profundiza en temas como la
propiedad intelectual, los asuntos laborales y ambientales; además de contar con su
propio mecanismo de solución de diferencias. Esto es sumamente positivo puesto
que brinda la oportunidad de fortalecer, profundizar y modernizar el proceso de
integración económica y aduanera de Centroamérica.

Retos

Así mismo, el reto a futuros con este tratado pasa por el fortalecimiento de una
reconversión productiva, continuar avanzando en medidas orientadas a la
simplificación y modernización de procedimientos administrativos para la
exportación, impulsar políticas orientadas a incrementar la participación del país en
cadenas de suministros y promover alianzas para mejorar la competitividad.
(Económico, 2021)

República Dominicana

El DR-CAFTA ha sido altamente positivo para República Dominicana. Primero,


consolidó el mercado del país, estableció reglas claras y promovió la transparencia,
todo lo cual ha promovido el comercio y la inversión.

A pesar de la crisis económica, República Dominicana pudo mantener su porción en


el mercado de importaciones de Estados Unidos desde que el Acuerdo entró en
vigor en 2007.

El acuerdo ha hecho de este país un destino de inversiones más atractivo para los
inversionistas de Estados Unidos.

A su vez, según el Banco Central de República Dominicana, Estados Unidos ha sido


el inversionista extranjero más significativo en RD desde que el DR-CAFTA entró en
vigor, invirtiendo más de US$1.5 mil millones, es decir, el 22.4% de toda la inversión
directa extranjera.
Bibliografia
https://www.fundacionlibertad.com/articulo/centroamerica-impacto-del-dr-cafta

https://www.cepal.org/sites/default/files/publication/files/5001/S0700169_es.pdf

Binacionales, C. d. (01 de julio de 2021). ascabi. Obtenido de ascabi.org:


http://ascabi.org/tratados-internacionales/dr-cafta/

DR-CAFTA. (11 de diciembre de 2019). caftadr-environment. Obtenido de caftadr-


environment: http://www.caftadr-environment.org/es/monitoreo/

Económico, S. d. (26 de febrero de 2021). sde.gob.hn. Obtenido de sde.gob.hn:


https://sde.gob.hn/2021/02/26/sde-da-a-conocer-beneficios-y-retos-para-hondura-
con-rd-cafta/

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