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El departamento de Tacuarembó: su potencial de desarrollo en clave

de desarrollo local.
Guillermo Silva

Tomaremos como punto de partida de nuestras reflexiones sobre el departamento, el


trabajo realizado por el Grupo Interdisciplinario de Economía de la Energía (convenio UTE
Universidad de la República (UDELAR) Análisis y perspectivas al año 2010), que a partir del
estudio de la economía uruguaya de los años noventa, realizó un análisis desagregado por
Departamento, de donde extraemos las conclusiones referidas a Tacuarembó.

El objetivo de aquella investigación apuntaba establecer las necesidades de energía y de


potencia eléctrica para el Uruguay al año 2010, a partir de lo cual UTE diseñaría sus estrategias
y así poder responder las demandas a futuro. Partiendo de la información secundaria extraída de
los datos estadísticos del INE, MGAP y demás órganos del Estado, luego realizando una serie
de consultas y entrevistas a interlocutores válidos en todo el país, el GIEE construyó diversos
escenarios posibles de la realidad nacional, como así también del contexto regional y global
respectivamente.

Fue así que para el departamento de Tacuarembó se elaboró un diagnóstico para lo cual
se separaron las ramas de especialización relativa del mismo para el período 1993 - 2010,
considerando las ramas líderes del crecimiento departamental, es decir la ganadería y la
industria frigorífica, que al año base considerado (1993) ya estaba especializado, disponiendo
además factores de crecimiento propios.

Por otro lado, se tomaron otras ramas donde el departamento no tiene especialización y
donde el crecimiento de las mismas serán similares a lo que se produzca a nivel nacional, y que
de acuerdo al escenario elegido, una hipótesis simplificadora es que las ventajas competitivas
actuales de las unidades empresariales y el atractivo del departamento a la localización de la
inversión, se ubicará dentro de la media estimada para todo el país (GIEE).

Por último se consideraron aquellas ramas de actividad donde tampoco existe


especialización pero cuyo crecimiento dependerá del ingreso generado y retenido en el propio
departamento y asimilado al de los grupos anteriores en el escenario elegido.

Es de este modo que Tacuarembó tendrá una tasa de crecimiento del 1.9%, muy similar
para todo el país en el escenario elegido. Para el crecimiento del producto dentro de grandes
áreas de actividades se espera para la industria manufacturera un crecimiento acumulado anual
de 4.3% lo que modificará la participación de esta actividad en el conjunto de la economía
departamental pasando de un 12% a un 18%.

El estudio, además, valoriza aquellos sectores donde el departamento no se ha


especializado aún, pero que tienen un comportamiento más dinámico, como en el caso de
Molinos con 3% anual y Productos de Madera con un 10% anual.

El trabajo concluye señalando que a pesar de las buenas perspectivas que tiene el
sector agropecuario en el departamento de acuerdo al buen comportamiento previsto de la
Ganadería (desde su fase primaria a la industrial) ello no se expresaría en un aumento del valor
agregado generado en el departamento, siendo por el contrario, inferior a otros departamentos
aunque similar al promedio del país.

Para cambiar lo previsto, debería darse mayor dinamismo en los sectores que generan
mayor valor agregado, como es el caso de los servicios vinculados al Turismo o a los cultivos
agrícolas intensivos.

Algunas preguntas pertinentes desde el departamento.

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Este estudio sobre las perspectivas del departamento de Tacuarembó con respecto a su
economía considerando un horizonte temporal al año 2010, debería plantearnos curiosidad sobre
las conclusiones allí contenidas y a la vez, llevarnos a formular la siguiente pregunta: ¿cuáles
son actualmente, las posibilidades del Gobierno Departamental, para llevar a cabo el
seguimiento y evaluación de la economía del departamento?

Se nos ocurre que en Tacuarembó, como sucede en todos los departamentos del Interior
del país, tales condiciones, no están dadas. Los datos que se tienen indican que a excepción de
Montevideo, los demás departamentos no están preparados para analizar su propia economía.

Ello es así, por la sencilla razón de que no ha sido necesario capacitarnos al respecto. La
mayoría (por no decir todos) los departamentos del interior país, carecen de los recursos
humanos y materiales necesarios, para procesar tales tareas de investigación y análisis, porque,
desde la génesis de nuestro Estado unitario, se determinó que no es competencia de los mismos,
pensar y participar, en el diseño de sus propias políticas de desarrollo.

Entonces, siguiendo esta línea de reflexión surge aquí otra pregunta: ¿de qué desarrollo
estamos hablando, cuando el Gobierno Departamental coloca como su objetivo general el
“desarrollo del departamento”?

Toda la información generada localmente, que es la que hace posible estudios como el
que hemos citado sobre la realidad de Tacuarembó, no está aquí. Sí, se encuentra procesada y
sistematizada, y es fuente de conocimiento, en diversos organismos del Gobierno Central (e
Internacionales) los que luego, realizan diagnósticos en el ámbito macroeconómico y diseñan
las políticas y toman las decisiones, que serán aplicadas al país, con carácter general, sin tener
en cuenta las particularidades y especificidades, tanto a nivel departamental como las de sus
respectivas localidades.

No existe ninguna receta para el desarrollo local.

Lo dicho anteriormente ha sido una introducción al tema a tratar con Uds. sobre “la
potencialidad de desarrollo de Tacuarembó”, a partir de la perspectiva del desarrollo local.
Antes que nada, aclaremos que aquí no se trata de dar ninguna receta sobre “el desarrollo”.
Trataremos eso sí, de manejar aquellos conceptos necesarios a para la mejor comprensión de un
tema por demás complejo y, que sin embargo, para otros, les resulta muy sencillo hablar de
“desarrollo”.

A partir del perfil con que ha trabajado el Programa de Desarrollo Regional (PDR), en
más de 13 años junto a los tacuaremboenses, es que intentaremos poner en conocimiento de
ustedes algunas cuestiones que hacen a nuestra vida cotidiana, y que por lo general, en tanto
ciudadanos, creemos que no nos corresponderían saber, ya que son temas mas bien para
técnicos o políticos, y no es así. Muy por el contrario, tenemos que informarnos, para saber
donde estamos ubicados y saber el porqué de los hechos problemáticos que nos afectan
cotidianamente.

Veremos además, que lo expresado al principio se enmarca en lo que nos preocupa hoy,
(del estudio del la Economía del Uruguay al 2010), pues allí se incluye una visión a futuro de
Tacuarembó, lo que nos daría pié para otra pregunta: ¿cuál es la visión que para el mediano y
largo plazo tienen los propios habitantes del departamento?

Espero que luego de estas reflexiones, quedemos en mejores condiciones para orientar
nuestro pensamiento y “poner cabeza” en nuevas ideas, de forma que podamos responder a
estas y otras tantas interrogantes, que los tacuaremboenses (y todos los uruguayos) no debemos
hacer ante la profunda crisis que vivimos.

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Algunas teorías sobre el Desarrollo.

La bibliografía consultada sobre el tema, nos dice que no existe una teoría específica del
desarrollo local, este concepto está incluido en las teorías del desarrollo con carácter general,
y dentro de cada una de ellas, se dan diferentes formas de considerar lo local. (Arocena, José)
Para mejor orientarnos, haremos rápidamente un comentario sobre las tres principales
corrientes del pensamiento que han guiado la teorización sobre el desarrollo, a saber:

♦ El evolucionismo
♦ El historicismo
♦ El estructuralismo

Veamos como se ubica lo local en cada uno de estos marcos teóricos.

El Evolucionismo, tiene como su elemento “clave”, el contar con un “punto de


llegada” es decir una meta. El alcanzar ese punto, es completar la evolución de algo, tal el caso
de la “evolución de las especies, que pone al Hombre como la perfección de la misma”.

Queda claro, que dentro de esta concepción, para procesar “el desarrollo” deberán
cumplirse ciertas etapas en la vida de un país, hasta llegar, por ejemplo, a “la industrialización,
que sería una fase superior”.

Para la economía y la sociología evolucionistas las sociedades industrializadas son el modelo a


alcanzar, como lo es el adulto para la sicología evolucionista.

Dentro del paradigma “evolucionista”, uno de sus principios, el positivo (dinámica


evolutiva) se lo asocia a “el movimiento universal del progreso”, en tanto que el otro principio,
el negativo (los frenos a la dinámica) se lo asocia a la resistencia de corte tradicional y de
carácter local.

Si una sociedad no llega a la industrialización tampoco alcanza la “madurez”. Para el


evolucionismo” podemos entonces sostener, que lo local es un freno.

La visión Historicista, se hace hincapié en el carácter único y totalmente nuevo de


cada proceso de desarrollo, ya no se trata de tener presente “un punto de llegada”, por el
contrario, lo importante será “el punto de partida”, el que además, ha de ser siempre diverso,
donde los perfiles nacionales y regionales serán relevantes (Arocena, José).

Cada sociedad nacional y local, tienen un pasado diferente, por lo cual, cada modelo de
desarrollo también lo será, lo que de ese modo se estaría siempre en función de lo contingente.
Aquí no se reconoce la existencia de una “ley universal del progreso” como lo plantea el
evolucionismo. Entonces para el historicismo, la clave está en “la estrategia” y no en “el
progreso”.

La lógica del desarrollo desde este enfoque, no responde a ninguna ley natural y sí en
cambio, estará supeditada a una opción política contingente, adecuada a una realidad
determinada.

Lo contingente, le dará el carácter distintivo y único al proceso registrado en una


determinada sociedad, adquiriendo relevancia las identidades nacionales y locales. La identidad
colectiva que se ha construido al interior de cada sociedad concreta, la superación de sus etapas
de crisis, se inscribirán como los momentos fundamentales en la consolidación de su desarrollo.

Para el historicismo entonces, lo local será una entidad específica a desarrollar, para
enfrentarse en forma fortalecida a lo global.

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Por último tenemos el enfoque, Estructuralista, dentro del cual el desarrollo se trata de
un proceso sistémico y los componentes estructurales son independientes y donde las diferentes
posiciones de las “unidades sociales en el sistema mundial serán relevantes”.

También para este enfoque, el desarrollo no proviene de una “ley natural”, ni tampoco
de ningún singular proceso histórico, sino que, deviene de una racionalidad sistémica.

Para el Estructuralismo el desarrollo: “se ubica en el proceso de transición de un


sistema a otro”.

La transformación del sistema, dependerá de donde se produzca el cambio, entre los


componentes estructurales que hacen a una sociedad determinada. Podrá darse en la economía o
en la política (entre otros), el factor desencadenante del cambio.

Es importante tener en cuenta que en este enfoque, el “sistema” produce y reproduce sus
“estructuras”, lo que coloca una determinación radical, es decir, para que el sistema no se
continúe reproduciendo, habrá que destruirlo.

Durante esa reproducción permanente de sus estructuras, el sistema conlleva en sí, un


principio de contradicción, que es lo que posibilita que se produzca el cambio por causa de un
movimiento en su interior. Entonces el “desarrollo” deviene como resultado de “un choque de
principios de carácter universal”.

De ese modo para el Estructuralismo, “lo local es un lugar de reproducción de los


dispositivos globales accionados en forma sistémica.”

El desarrollo por ser un proceso complejo, será necesario una articulación de estas tres
visiones.

Cada uno de estos paradigmas ha generado su correspondiente crítica, al


Evolucionismo “ por tomar como algo absoluto al Modelo”, al Historicismo por hacer”de la
Historia el único dato” y al estructuralismo por partir de “un sistema absoluto, inmutable y
autosuficiente”.

Dentro de estas nociones vimos como se consideraba lo local.

En el intento de una mejor elaboración conceptual de lo que entenderemos por


desarrollo local, es que será preciso buscar una articulación de estas tres visiones del
desarrollo. Y más aun, en su aplicación a nuestras realidades particulares y más precisamente en
este caso del departamento de Tacuarembó, en tanto sociedad y territorio concretos.

Sin duda debemos tomar conciencia de que estamos ante un tema por demás complejo,
lo que nos exige tener mucho cuidado al manejar los conceptos utilizados al respecto.

En principio tendremos en cuenta lo siguiente: “Para que haya desarrollo es necesario


al mismo tiempo una búsqueda de lo específico en la historia local, una acción lúcida dentro de
una determinada lógica sistémica y una acción sobre los sistemas de representaciones
colectivas” (Arocena, José)

El Potencial de Desarrollo.

Se entiende por potencial de desarrollo económico y social de un territorio a “su


capacidad de crear, captar y mantener logros obtenidos en el tiempo en los esfuerzos aplicados
al desarrollo”. (Godard y otros)

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Este concepto se refiere a “espacios de desarrollo” entendiendo por tales a“aquellos
espacios de realización de los proyectos autónomos y al ejercicio de una cierta capacidad de
los actores sociales de orientar el contenido del desarrollo económico y de su inserción en
diferentes medios (bio-físico, técnico, socio-institucional y cultural)

Entonces aquí, estaríamos proponiendo caminos para investigar el potencial de


desarrollo del departamento de Tacuarembó considerándolo como un “espacio económico”.

Quienes han manejado estos conceptos sostienen que ese potencial estará determinado
por una serie de factores que son los más favorables y más dinámicos.

Ello nos permitirá analizar como interactúan tales factores, en paralelo con la
construcción de una mayor autonomía local y cuales, las condiciones a darse en una
combinación de por sí compleja, de componentes pertenecientes a las diversas dimensiones de
la realidad (económica, social, política, cultural, etc.)

Los factores favorables podrían agruparse en dos grandes grupos:

♦ Factores internos
♦ Factores externos

Factores internos: son los que caracterizan las potencialidades locales, tales como:

o Los recursos locales materiales y humanos (actuales y potenciales);


o El poder y capacidad de organización en el ámbito local;
o Las relaciones económicas que intervienen en el espacio local de desarrollo.

Factores externos: son los que conciernen a la inserción del espacio local en la sociedad
englobante, que pueden ser entre otros:

o La situación geográfica (proximidad o lejanía de vías de comunicación o de mercados);


o Facilidad de acceso de responsables locales ligados a instancias superiores de decisión tanto
política como económica;
o Dominio o control de una organización local o agentes locales, sobre el transporte y la
comercialización de la producción transportada hacia fuera del espacio y a su vez de las
mercaderías importadas;
o La organización de un sistema local de información que posibilite la asimilación de los
cambios técnicos y económicos y de las oportunidades que se presenten fuera del espacio
local;
o Las posibilidades de captación y de aprovechamiento tanto de mercaderías como de
personas que crucen por el espacio local;
o Todos los aportes externos que hacen parte de la estructuración de la economía local;
o Las políticas de apoyo al desarrollo local implementadas eventualmente por instituciones de
nivel superior del Estado, siempre que tales apoyos sirvan para superar obstáculos, como ser
la oferta de algunos recursos inexistentes localmente, como poner a disposición de los
actores locales toda asistencia técnica requerida. Ello sin que en forma paralela, se generen
efectos secundarios no deseados, que debiliten o desestructuren el espacio local.

Intentemos realizar una lectura a estos dos tipos de factores que tienen que ver con las
potencialidades de desarrollo de un espacio socio-económico local como en nuestro caso lo es el
departamento de Tacuarembó.

En el caso de los factores internos. El departamento tiene una larga historia de


esfuerzos realizados en el ámbito local con relación al desarrollo.

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Desde 1940 a impulso del Gobierno Departamental se dio comienzo a una serie de
proyectos relacionados, tanto en el ámbito urbano como para el sector agropecuario con vista a
mejorar las condiciones de vida de los pobladores involucrados.

Es decir, que a pesar de los altos y bajos, en cuanto a los impulsos e iniciativas de los
diferentes sistemas de acción presentes en la sociedad del departamento, podemos afirmar la
existencia de una rica historia al respecto, y una experiencia acumulada que a la hora de analizar
este territorio, será un aspecto relevante a considerar.

El análisis de como interactúan los diferentes factores que consideremos favorables al


desarrollo de Tacuarembó, debemos referirlo dentro de un marco determinado de estrategias de
carácter local para enfrentar la crisis. Es aquí donde importa tener en cuenta los niveles de
acción de los agentes involucrados en la gestión del desarrollo de este territorio.

Previamente aclaremos que siempre que nos refiramos a lo local, lo entenderemos como
un término relativo a un global, lo local pues, será considerado dentro de un espacio mayor que
lo contiene.

En nuestro caso la ciudad de Tacuarembó es un local ante el departamento, así como


cualquiera de sus otras localidades, y que el departamento a su vez, es considerado un local
frente al país todo.

Esto nos ayuda a una mejor comprensión de los niveles de acción de los agentes
involucrados en el desarrollo de un espacio determinado, pues si consideramos el macronivel
nos estamos refiriendo al país, si es el mesonivel es el caso de una región (departamento o
conjunto de ellos) y por último el micronivel que sería lo propiamente local. (centro urbano y
adyacencias).

Cuando hablamos de macronivel, y si es en lo económico por ejemplo, nos referimos al


nivel en que actúan los organismos superiores, que diseñan la economía del país: Banco Central,
Ministerio de Economía , FMI, BID, etc.

En cuanto al mesonivel es aquel donde actuarían organismos de nivel regional,


acciones interdepartamentales, con actores empresariales y financieros en proyectos de
inversión en un espacio económico departamental- regional.

En tanto que el micronivel ya es lo local propiamente dicho, es decir, una ciudad y su


área de influencia inmediata o un área rural calificada, (municipio urbano o rural). Es el nivel
donde importa y será relevante, el modo de actuación del sistema local de actores .

Para algunos autores nuestros departamentos pueden considerarse regiones, pero desde
nuestro enfoque consideraremos regiones a espacios mas amplios, conformados por más de un
departamento, y que es el caso de las 4 regiones hoy mayormente reconocidas en estudios
territoriales del Uruguay, la del Sur costero al Río de la Plata; la del Litoral Oeste sobre el Río
Uruguay, la del Nor Noreste y la región Centro .

El Uruguay como Estado-Nación, nace a partir de la Constitución de 1830 y desde


entonces es un Estado unitario, con una división territorial político administrativa en
departamentos, siendo hoy 19 personas públicas estatales y que han logrado desarrollar con el
tiempo sus propias identidades, por su historia, sus colectividades fundacionales, producción,
localización geográfica, etc. A pesar de ello y a 175 años de jurada la Constitución, el Gobierno
Central continúa gobernando al país como si fuera un territorio homogéneo, aplicando sus
políticas sectoriales sin llevar en cuanta las particularidades a nivel de cada departamento y que
entre varios, ya llegan a conformar verdaderos espacios regionales, tal el caso de las regiones
arriba citadas.

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El desarrollo local.

Haciendo un rápido repaso de lo expresado hasta ahora, entendemos que ya contamos


con algunos conceptos mas claros para abordar un estudio de a la realidad del departamento
desde un enfoque del desarrollo local.

Lo dicho al principio nos ayuda al respecto , porque tanto el enfoque del desarrollo
desde el historicismo, como el evolucionismo o el estructuralismo, son visiones que desde lo
local se nos permite ver como las mismas se articulan dentro de un proceso de construcción de
una sociedad concreta donde, lo histórico, el modelo y lo sistémico, se hacen presente en la
vida de una comunidad asentada en su territorio, tal el caso de los más de 84.000
tacuaremboenses que hoy habitan una superficie departamental de 15.438 km2, en los centros
urbanos se concentra el 80,43 % de la población departamental. El 67,2% vive en la ciudad de
Tacuarembó, en Paso de los Toros el 19,5% y en San Gregorio de Polanco el 4,5%, el resto de
la población urbana vive en las 13 localidades restantes.

El departamento ya ha sido estudiado y diagnosticado desde organismos nacionales


como internacionales, lo que aporta un conocimiento de su realidad, pero lo que precisamos
entre otras cosas, es adquirir localmente la capacidad de estudiarnos, analizarnos,
diagnosticarnos desde nuestras ópticas locales.

La II República.

A partir de 1874 en adelante se producirán cambios sustanciales en el territorio al


comenzar el país a integrarse al comercio exterior como proveedor de lanas, cuero y carnes,
conviviendo con una gran inestabilidad política interna que van dejando su impronta en el
territorio y en toda la sociedad uruguaya. Unas nueva ordenación del territorio comienza a
procesarse.

Así llegamos a lo que algunos analistas han llamado “la segunda República”, la
vigencia de la Constitución de1918.

Es a partir de la cual el Estado uruguayo se moderniza totalmente con su nueva


estructura organizacional, donde se instala y pone en marcha el “modelo Batllista”del Estado
uruguayo.

Esta nueva estructura estatal, donde están presentes todos los órganos incluso los Entes
Autónomos y los Desconcentrados, que actuarán a nivel de todo el país.

Los Gobiernos Departamentales dentro del Estado uruguayo.

Los Gobiernos Departamentales serán órganos de gestión territorial, subsidiarios al


Gobierno Central. Si bien tendrán cierta autonomía política en la elección de sus autoridades
locales, seguirán siendo dependientes en todo lo gubernativo más relevante, como ser la
economía, educación, salud, obras de infraestructura vial, servicios indirectos (agua, luz,
saneamiento), etc.

En ese proceso histórico, el Estado uruguayo diseña el modelo de desarrollo para todo
el país, adecuándose el mismo al sistema económico-financiero internacional imperante.

Uruguay participa de ese modo en la división internacional del trabajo, ya establecido


por los países dominantes.

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A su vez el Estado uruguayo reproducirá a su interior las estructuras del sistema
económico imperante.

Cada departamento tendrá su participación como productor de la materia prima que se


produce en la campaña del país, donde la mayor abundancia y especialización (ganado vacuno
y lanar, por las condiciones naturales del suelo) comienzan a desarrollarse en la zonas del nor-
noreste y centro del territorio nacional, casualmente donde se ubica Tacuarembó.

Es interesante observar como durante las fases por la que atraviesa la economía
nacional, en tanto país dependiente, los contextos internacionales y de la región, han sido
determinantes indirectamente (cuando no directamente), de las políticas a diseñarse
internamente de acuerdo a las características de la demanda externa.

Tacuarembó ha acompañado el ritmo de esas fases, sin lugar a dudas como el resto del
país.

Esto nos ayuda a ubicarnos en tanto espacio económico departamental por un lado y por
otro, cuestionarnos sobre cual es la capacidad local de proponer y ejecutar políticas de
desarrollo local dentro de un contexto de “región”, en el eje del interés general del país dentro
de una economía nacional en situación de dependencia.

Pensar en estos términos, nos conduce a ingresar en el tema siempre soslayado por el
sistema político-institucional del país: la descentralización.

El potencial de desarrollo en un contexto de Descentralización con Municipalización.

Cuando nos referíamos a los factores favorables al potencial de desarrollo de un


territorio y teníamos en cuenta dos grandes grupos que eran, los factores internos y los factores
externos, este punto a discutir está instalado dentro de esos dos factores

Desde nuestro punto de vista, partimos de la hipótesis, de que el desarrollo en el


Uruguay con carácter general sostenible y sustentable, abarcativo a todo el territorio, dependerá
del grado de desarrollo local que se procese al interior de cada uno de los 19 departamentos que
lo conforman, principalmente los 18 del llamado Interior del país.

Para ello será preciso pensar en un nuevo marco institucional, donde se reconozca la
necesidad de crear (algunos ya existen de hecho) niveles de gestión territorial de menor escala
que los departamentos. Esa unidad básica socio-económica-territorial menor (el verdadero
municipio), deberá contar con: suficiente autonomía política, administrativa y económica
capaz de motivar acciones de innovación sobre realidades con sus especificidades y
particulares y a su vez, crear las condiciones para fortalecer las capacidades de gestión y
administración locales.

La primera impresión que puede causar el hecho de plantearnos la Descentralización


con Municipalización, es la de estar haciendo una propuesta ajena a nuestra realidad y no es
así, por cuanto nos limitamos a tomar nota de lo contenido en la actual Constitución de la
República.

La última reforma constitucional aprobada en 1996 y vigente a partir de principios de


1997 contiene una serie de disposiciones que son fundamentales para los departamentos del
país.

No vamos a entrar en detalles del texto constitucional vigente (ello es motivo de otro
trabajo), nos detendremos sí, en el punto que tiene relación con el tema de hoy, por ser el marco
legal con que se cuente, fundamental para intentar abordar con más profundidad lo relacionado
a los gobiernos departamentales.

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En la Constitución vigente en el Título XVI- Del Gobierno y la Administración de
los Departamentos, el Art. 262 en sus diversos puntos dice sintéticamente:

‰ Órganos del Gobierno Departamental: Junta Departamental e Intendente


‰ Las autoridades locales (actuales Juntas), su creación, denominación y composición.
También podrá haber en ciudades capitales ,además de otras en localidades al interior del
departamento.
‰ El legislador definirá la materia departamental y la materia municipal .
‰ Las políticas de descentralización impulsadas desde el Poder Ejecutivo, Entes Autónomos,
Gobiernos Departamentales, etc. La actuación coordinada interdepartamental o regional
de más de un Gobierno Departamental en proyectos de desarrollo.
‰ Reconocimiento institucional del Congreso de Intendentes.

La simple lectura de estos contenidos ya nos da elementos suficientes para discutir y


profundizar en temas que son fundamentales a los departamentos, si es que realmente se
pretende alcanzar niveles superiores de desarrollo socio-económico en los mismos. Pues el
propio texto constitucional reconoce la necesidad de que “el Estado impulsará políticas de
descentralización , de modo de promover el desarrollo regional y el bienestar general”(Art.50
párrafo tercero).

Un desafío para el departamento de Tacuarembó.

Con respecto a Tacuarembó, ya lo expresamos anteriormente, su sociedad tiene una


importante acumulación histórica de trabajos, proyectos, programas, localización de
instituciones al servicio del desarrollo (el caso del PDR con mas de 13 años de actuación a nivel
departamental).

Por su lado las autoridades departamentales ha utilizado todos los medios y


oportunidades puesto a su alcance por el Gobierno Central como también por organismos e
instituciones Internacionales, en aplicación de factores al servicio de su desarrollo
departamental. A pesar de todo, tenemos entendido que ello no ha sido aún suficiente.

La realidad nos está indicando que con en el actual modelo de desarrollo los
departamentos, o como ya se ha dicho “las 18 islas del interior”, sus posibilidades ciertas de
crecimiento económico y social están topeadas. Al respecto cabe mencionar nuevamente la
Constitución, por cuanto hay un reconocimiento del legislador de la situación particular del
Interior con relación a la Capital al “Destinar al desarrollo del interior del país y a la ejecución
de las políticas de descentralización, una alícuota de los tributos nacionales recaudados fuera
del departamento de Montevideo” (Art.298 Numeral 2).

El estancamiento ha generado un proceso regresivo de las condiciones de vida de sus


pobladores.

Todo independientemente de la buena voluntad y esfuerzos de sus gobernantes,


empresarios y sociedad civil en su conjunto.

Pero increíblemente a pesar de ya haber transcurrido 8 años de vigencia de la nueva


Constitución nada se ha hecho con respecto a la Descentralización (Art. 50 y 230) como
tampoco a lo atinente a la definición de la materia departamental y materia municipal
(Art.262) como así también, en la definición de las autoridades locales, (Art.287) donde éstos
temas puesto en discusión como corresponde serán la puerta de entrada a la concreción de el
municipio como una unidad territorial válida de autogestión de sus pobladores en la
perspectiva del desarrollo local.

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La Constitución no solo “ordena” al legislador definirse en aquellos temas , sino que además,
creó nuevos instrumentos para la obtención de recursos para los Gobiernos Departamentales
desde el Art. 214 y el Art.298 que deberán ser negociados con el Gobierno Nacional.

Al respecto ante la instalación de un nuevo Gobierno Departamental, es importante que los


ciudadanos del departamento de Tacuarembó, tengan la información necesaria de aquellas
disposiciones constitucionales y legales que rigen a las autoridades departamentales.

El gobierno electo como mandato constitucional (Art. 223 de la Constitución) deberá


elaborar el Presupuesto por el período 2006-2010, dentro de sus recursos escasos es preciso que
los habitantes del departamento en tanto contribuyentes puedan participar en las etapas de
formulación del mismo.

En reuniones y talleres realizados previos al Primer encuentro Departamental de Organizaciones


Sociales y Partidos Políticos de Tacuarembó de 20/08/2004, abordamos entre otros puntos sobre
el Gobierno Departamental y las Juntas Locales, el significado del Presupuesto, departamental y
de cómo se distribuía el mismo, de acuerdo a los recursos previstos (ingresos) y como eran los
gastos e inversiones (egresos).

El Presupuesto del periodo de 2001-2005 alcanzó el monto de $ 1.306.783.144, que se


distribuyó en 90% Gastos de Funcionamiento; 8 % Inversiones y 2% Otros.

Los recursos con que se forma el Presupuesto son de origen departamental (genuinos) y de
origen nacional.
El cuadro resumen de Ingresos Presupuestales desde 1989 a 2003 nos dice que de 2001 a 2003
nos da un promedio de 55.83% de origen Nacional, siendo los de origen departamental el 44.17
restante. Es decir la capacidad contributiva del departamento no supera el 50 % del Presupuesto,
ello es importante a la hora de analizar la incidencia del mismo en la economía general del
departamento.

Por otro lado, el bajo porcentaje que se destina a las inversiones y dado el carácter dominante de
prestación de servicios urbanos por la Intendencia, lleva a la pregunta de ¿cómo se distribuyen
los recursos para dar cuenta de las necesidades de las 16 localidades consideradas urbanas.?

Por el Art. 298 ya mencionado, se creó un Fondo de Desarrollo del Interior (FDI), donde cada
Gobierno Departamental presenta a la OPP por medio del Congreso de Intendentes (CI)
proyectos destinado el desarrollo previsto en su programa de gobierno.

En la administración anterior con cargo al FDI, el Gobierno de Tacuarembó presentó 14


proyectos de los cuales de acuerdo a la denominación dada por la DIPRODE coordinadora del
Fondo, 8 de Infraestructura; 4 Productivo; 1 Social y 1 Otros. Es un indicador para percibir
como el Gobierno Departamental orienta las inversiones para el “desarrollo”(Ver anexo).

Por otro lado están los ingresos proveniente de los organismos multilaterales BID, Banco
Mundial (BM), Unión Europea (UE), cooperación Internacional, etc..

Con fondos del BID se financian los Programas de Obras Municipales (POM), coordinados por
la Unidad de Desarrollo Municipal (UDM-OPP)-Programa de Desarrollo y Gestión Municipal
IV-2003 monto: U$S 75.000.000,00.

La partida asignada a Tacuarembó en la distribución de la primera etapa del Fondo


vigente es de U$S 2.605.000,00.

La nueva modalidad de formulación de Presupuesto Participativos intenta introducir a los


ciudadanos, en su condición de contribuyentes en la discusión y planificación de una

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distribución mas equitativa de los recursos presupuestales (y de los otros) que ingresan a la
economía del departamento, como inversiones para el desarrollo.

La Planificación Participativa y Gestión Asociada es la modalidad con que el PDR ha


venido trabajando en talleres realizados en Tacuarembó, Paso de los Toros y Ansina.
Entendemos que es un ejercicio necesario a poner en práctica desde las 16 entidades
poblacionales que tiene Tacuarembó, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que
son: 2 ciudades, 2 Villas, 4 Pueblos,4 Centros Poblados, 1 balneario y 3 Caseríos, y la población
rural dispersa.

Un tema abierto a la discusión a nivel departamental..

A modo de pautas para un abordaje a la discusión ya impostergable dentro de la


sociedad de Tacuarembó (y el país todo), dejamos planteado estas interrogantes:

¾ ¿Qué grado de descentralización conviene al departamento, teniendo en cuenta que se


debe procesar a dos niveles, nacional-departamental y departamental–local (o
municipal)?

¾ Al definirse la materia departamental y la municipal, se está reconociendo dos niveles


de gestión del territorio. Ante las dificultades del Gobierno Central de asumir sus
roles, ha derivado en los gobiernos departamentales funciones para los cuales no se
han dado las contrapartidas de recursos financieros, humanos, materiales e
institucionales, ante ello ¿qué nueva estructura institucional-territorial propondría
Tacuarembó para su aplicación de políticas departamentales y la gestión local-
municipal?

¾ Tacuarembó por su ubicación geográfica es tensionado por más de una región del país.
¿Cómo propondría su articulación regional siendo tan vasto su territorio y con tipos y
usos de suelos diferenciados?

¾ ¿Qué nuevos roles debería cumplir el Congreso de Intendentes ahora


institucionalizado como un órgano del Estado, pensando en el fortalecimiento de la
gestión de los Gobiernos Departamentales en sus territorios?

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