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ACUERDO PREVENTIVO EXTRAJUDICIAL:

La reorganización de la empresa en crisis o en estado de cesación de pagos, puede


intentarse y lograrse a través de diversos métodos:
 Mecanismos de reorganización formales (acuerdo preventivo)
 Mecanismos de reorganización informales: en los cuales el deudor y algunos de sus
acreedores (o todos) negocian y acuerdan sus respectivas obligaciones y créditos para
procurar una salida a la situación critica. Estos acuerdos son obligatorios para quiénes
los suscriben; no tienen obligatoriedad mas allá de las partes, pues son contratos regidos
por la legislación común, no concursal.
La naturaleza de estos es contractual, son verdaderos contratos celebrados por el
deudor con todos o parte de los acreedores (no requieren unanimidad ni mayorías
predeterminadas legalmente). No se exige que estos acuerdos respeten la igualdad de
trato entre acreedores.
Las ventajas practicas de estos medios no judiciales de solución son:

Acuerdos informales Acuerdos formales:


 Rapidez  Lentitud
 Informalidad  Formalismo
 Economía, y  Onerosidad
 Discrecionalidad  Repercusión publica.

Carecen de los efectos generales que afectan a los acreedores cuando se abre un concurso
preventivo (como la suspensión de las acciones individuales contra el deudor y la
interrupción del curso de los intereses de sus deudas, salvo que se pacten dentro del acuerdo
preconcursal, en cuyo caso operan respecto de las partes contratante). El incumplimiento de
estos se rige por la legislación contractual y no da lugar a la automática declaración de
quiebra indirecta del deudor. El acreedor o los acreedores a quienes se incumple podrán
requerir el cumplimiento, pedir la resolución del contrato y eventualmente, peticionar
judicialmente la declaración de quiebra.
Si estos acuerdos preconcursales consiguen éxito en la superación de la crisis de la
insolvencia, habrán cumplido su función de instrumentos e reorganización informal, para
dar solución a las dificultades empresariales o al mismo estado de cesación de pagos,
económica, rápida y discrecionalmente. Si fallan y se declara la quiebra del deudor, los
actos ortigados como consecuencia de esta clase de acuerdos serán apreciados con las
normas comunes de ineficacia falencial y eventualmente podrán ser declarados inoponibles
en la quiebra.

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Evolución:

Estos intentos negóciales privados, extrajudiciales, de solucionar las dificultades


económico-financieras o la insolvencia, tuvieron bastante difusión en nuestro país durantes
las grandes crisis de 1890, 1930 y 1980, siempre al amparo de la legislación común, no
concursal.
En 1983, la Ley 22.917 introdujo la primera regulación normativa, entre otros aspecto
asigno a ciertos acuerdos preconcursales un efecto con relevancia concursal, no previsto por
la legislación común: protección mayor a la que tendría cualquier otro contrato frente a las
acciones concúrsales de ineficacia en caso de quiebra ulterior del deudor.
La ley 24.522, en 1995, bajo el nombre de acuerdo preventivo extrajudicial, en realidad
legislo igual efecto para cierta clase de acuerdos preconcursales, judicialmente
homologados, que recibió aquel nombre.
Esta ley (antes de ser reformada en 2002, por la 25.589), regulaba una clase de acuerdo
preconcursal: el acuerdo preconcursal “regulado” o “formal” homologado judicialmente.
Le otorgaba oponibilidad mejorada en caso de quiebra ulterior del deudor, bajo la vigencia
de aquel régimen, también podían celebrarse acuerdos preconcursales “desregulados“ o
“informales” regidos por la legislación contractual (no concursal); respecto a estos no era
menester cumplir con los requisitos formales de instrumentación y de presentación,
mayorías, publicidad, etc., establecidos por la ley concursal. Solo el acuerdo preventivo
extrajudicial (acuerdo preconcursal homologado) tenia legalmente mejorada oponibilidad
de los actos otorgados como consecuencia de este, frente a los acreedores no participantes
en caso de ulterior quiebra.

Actualmente el acuerdo homologado judicialmente, luego de seguir el tramite establecido


por el art. 69 de la ley, no es ya un contrato obligatorio para las partes con la única
singularidad de su oposición mejorada en la quiebra (como lo era hasta 2002), sino que
dicho acuerdo homologado es obligatorio no solo para quienes son partes en el por
haber prestado conformidad, sino que también obliga a las minorías de acreedores
desdientes, perteneciente a la clase o clases cuyas mayorías lo aprobaron, surte los
efectos propios del acuerdo preventivo obtenido en concurso preventivo.

Art. 69: Legitimado. El deudor que se encontrare en cesación de pagos o en


dificultades económicas o financieras de carácter general, puede celebrar un
acuerdo con sus acreedores y someterlo a homologación judicial.

Presupuesto objetivo: estado de crisis o preinsolvencia, legalmente llamados dificultades


económicas o financieras de carácter general como el estado de cesación de pagos.

Presupuesto subjetivo: cualquier persona física o jurídica puede celebrar acuerdo


preconcursal simple o no homologable. Si se trata de obtener un acuerdo preventivo
extrajudicial homologable, solo pueden utilizar este concurso preventivo abreviado las

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personas (físicas o jurídicas, comerciantes o no) que lleven alguna clase de registración
contable que haga posible dictamen o certificación de contador sobre sus activos y pasivos.

Porción de acreedores: la unanimidad de acreedores no es imperativa, el acuerdo


preconcursal simple o no homologable puede ser celebrado con parte de los acreedores que
representen cualquier proporción del pasivo; el acuerdo preventivo extrajudicial exige
conformidad de un mínimo de acreedores.

Art.70: Forma. El acuerdo puede ser otorgado en instrumento privado, debiendo


la firma de las partes y las representaciones invocadas estar certificadas por
escribano público. Los documentos habilitantes de los firmantes, o copia
autenticada de ellos, deberán agregarse al instrumento.

Apunta a garantizar que se han obtenido las mayorías requeridas para que el acuerdo sea
judicialmente homologable, y produzca los efectos asignados.

Art. 71: Libertad de contenido. Las partes pueden dar al acuerdo el contenido
que consideren conveniente a sus intereses y es obligatorio para ellas aun cuando
no obtenga homologación judicial, salvo convención expresa en contrario.

Esta abierto el camino para cualquier contenido acordado por las partes como conveniente a
sus intereses sin otro limite que los genéricos de licitud, posibilidad, y prohibición de
fraude de los restantes acreedores.

Art. 72: Requisitos para la homologación. Para la homologación del acuerdo


deben presentarse al juez competente, conforme lo dispuesto en el artículo 3º,
junto con dicho acuerdo, los siguientes documentos debidamente certificados por
contador público nacional:
1. Un estado de activo y pasivo actualizado a la fecha, del instrumento con
indicación precisa de las normas seguidas para su valuación;
2. Un listado de acreedores con mención de sus domicilios, monto de los
créditos, causas, vencimientos, codeudores, fiadores o terceros obligados y
responsables; la certificación del contador debe expresar que no existen otros
acreedores registrados y detallar el respaldo contable y documental de su afirmación;
3. Un listado de juicios o procesos administrativos en trámite o con condena no
cumplida, precisando su radicación;
4. Enumerar precisamente los libros de comercio y de otra naturaleza que lleve el
deudor, con expresión del último folio utilizado a la fecha del instrumento;
5. El monto de capital que representan los acreedores que han firmado el
acuerdo, y el porcentaje que representan respecto de la totalidad de los acreedores
registrados del deudor.
Ordenada la publicación de los edictos del artículo 74, quedan suspendidas todas
las acciones de contenido patrimonial contra el deudor, con las exclusiones
dispuestas por el art.21.

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Estos requisitos indican claramente que el sujeto deudor que no lleve alguna clase de
registración contable, que posibilite el dictamen o certificación de contador sobre activos y
pasivos, no puede acceder a esta clase de acuerdo preconcursal homologable.
No es menester que el deudor lleve libros en forma legal, pero si que tenga registraciones
contables (aunque rudimentarias) suficientes para que un contador pueda cumplir con los
recaudos dictaminados con obligación de detallar el respaldo contable y documental de su
afirmación. La certificación contable permite determinar la proporción de acreedores
otorgantes del acuerdo.

Efectos de la presentación: la presentación al juez competente para la homologación tiene


efecto automático de suspensión de todas al acciones de contenido patrimonial contra el
deudor, se limita a la suspensión de los juicio ejecutivos que no sean ejecuciones de
garantías reales., los procesos de conocimiento y las ejecuciones de garantías reales pueden
proseguirse aun después de ordenada la publicación de edictos, solo quedan suspendidos
los restantes juicios de naturaleza ejecutiva.

Art. 73: Mayorías. Para que se dé homologación judicial al acuerdo es necesario


que hayan prestado su conformidad la mayoría absoluta de acreedores
quirografarios que representen las dos terceras partes del pasivo quirografario
total, excluyéndose del cómputo a los acreedores comprendidos en las
previsiones del art. 45.

Debe reunirse la conformidad de mas de la mitad de los acreedores quirografarios que


representen las dos terceras partes del pasivo quirografario total. Los acreedores que tienen
prohibido decidir sobre el acuerdo preventivo tampoco pueden prestar conformidad a un
acuerdo extrajudicial, por ende no se les computa en las bases de calculo ni para el logro de
las mayorías de la ley.
El acuerdo preconcursal simple o no homologable puede celebrarse con cualquier numero
de acreedores.

Art. 74: Publicidad. La presentación del acuerdo para su homologación debe ser
hecha conocer mediante edictos que se publican por cinco días en el diario de
publicaciones legales de la jurisdicción del tribunal y un diario de gran circulación
del lugar. Si el deudor tuviere establecimientos en otra jurisdicción judicial debe
publicar los edictos por el mismo plazo en el lugar de ubicación de cada uno de
ellos y en su caso en el diario de publicaciones oficiales respectivo.

Apuntan a garantizar la seriedad de estos y a favorecer el conocimiento y la eventual


oposición de los acreedores no otorgantes. El incumplimiento de la publicidad por edictos
o los efectos esenciales de su cumplimiento imponen la desestimación de la homologación.

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Art. 75: Oposición. Podrán oponerse al acuerdo los acreedores denunciados y
aquellos que demuestren sumariamente haber sido omitidos en el listado previsto
en el inciso 2 del artículo 72. La oposición deberá presentarse dentro de los diez
días posteriores a la última publicación de edictos, y podrá fundarse solamente en
omisiones o exageraciones del activo o pasivo o la inexistencia de la mayoría
exigida por el artículo 73. De ser necesario se abrirá a prueba por diez días y el
juez resolverá dentro de los diez días posteriores a la finalización del período
probatorio.
Si estuvieren cumplidos los requisitos legales y no mediaran oposiciones, el juez
homologará el acuerdo.
La regulación de honorarios, en caso de existir impugnaciones, será efectuada por
el juez teniendo en cuenta exclusivamente la magnitud y entidad de los trabajos
realizados por los profesionales en el expediente, sin tomar en cuenta el valor
económico o comprometido en el acuerdo, ni el monto del crédito del impugnante.

Oposición: El breve tramite concursal previo a la homologación de estos acuerdos se limita


a admitir disputas sobre las mayorías y sobre omisiones y exageraciones de activo o de
pasivo. No es necesario el análisis de la idoneidad del plan para la superación de las
dificultades económicas o financieras, tampoco es menester dictamen del sindico (no se
nombra sindico) ni pronunciamiento judicial al respecto.

Honorarios: la directiva legal sobre regulación de honorarios rige en caso de existir


impugnaciones. El obligado al pago será determinado por el juez en función de las reglas
comunes que rigen la carga de las costas.
Los honorarios de los profesionales intervinientes en el otorgamiento del acuerdo en si, se
regirán por el convenio que de estos se hubiese hecho libremente sin que dicha facultad
pueda ser cercenada por leyes locales.

Art. 76: Efectos de la homologación. El acuerdo homologado conforme a las


disposiciones de esta sección produce los efectos previstos en el artículo 56, y
queda sometido a las previsiones de las Secciones III, IV y V del Capítulo V del
Título II de esta ley.

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