La Semana Santa católica es un momento especial del año litúrgico, dedicada a la reflexión y oración sobre la Pasión y Muerte
de Jesucristo. Inicialmente, debes pensar en participar en las celebraciones que se desarrollan, dando prioridad a la vida
católica, disfrutando de sus actos en este tiempo especial. La Semana Santa o Mayor, comienza el Domingo de Ramos y
finaliza con el Domingo de Pascua, junto con el resto de los días, denominados Santos. Antiguamente se vinculaba esta fiesta
con la cena del cordero y con la comida de los panes ázimos, estableciéndose -estas dos fiestas juntas- como conmemoración
del acontecimiento salvífico del paso por el mar rojo, cuando Dios libera al pueblo de Israel de la esclavitud egipcia y lo
conduce al desierto del Sinaí. En los libros del Éxodo, Números y Deuteronomio tenemos las primeras alusiones a la fiesta (Ex
12; Nm 9; Dt 16,1-8)
Pascua significa “PASO” en el caso de la pascua judía el paso por el mar rojo de la ESCLAVITUD a la LIBERTAD, sin embargo,
Jesús cambia la historia y hace de la pascua el “PASO” de la “MUERTE” a la “VIDA”
Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas (Mt 26,26-29; Mc 14,22-25; Lc 22,19-20) nos relatan la “última cena” celebrada por
Jesús junto a sus discípulos como una cena de pascua. Está presente el pan ázimo, dos copas de vino (en Lc) y unas
bendiciones, pero el significado nuevo dado por Jesús a la comida es el anuncio de su propia muerte, ya no se conmemorará la
salida de Egipto, sino la muerte del Señor como sacrificio pascual. La idea del sacrificio pascual la desarrollará más el
evangelio de Juan al mostrar a Jesús como “el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1,29). El cuarto evangelio
hace coincidir la muerte de Jesús con el sacrificio de los corderos pascuales. Así en Jn 19,14 al momento de su sentencia a
muerte y luego en Jn 19,36 aplicando a Jesús lo prescrito sobre los corderos en las leyes de Ex 12,46 y Nm 9,12.
Jesús entró a Jerusalén montado sobre un asno y fue aclamado como rey por sus seguidores, quienes extendieron mantos,
ramas de olivo y de palma a su paso. Gritaban: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”; “¡Hosanna en las alturas!” Por
esta razón, la eucaristía del Domingo de Ramos tiene dos momentos importantes. El primero es la procesión de las palmas y la
bendición de estas por parte del sacerdote. El segundo es la lectura de la palabra que evoca la Pasión del Señor, en el
evangelio de San Mateo. De allí que el color litúrgico de Domingo de Ramos sea el rojo, ya que se conmemora la Pasión del
Señor. El Domingo de Ramos debe de ser visto por los cristianos como el momento para proclamar a Jesús como el pilar
fundamental de sus vidas, tal como lo hizo el pueblo de Jerusalén cuando lo recibió y aclamó como profeta, Hijo de Dios y rey.
II- Jueves Santo, última cena. Institución de la eucaristía, Institución del Sacerdocio y mandamiento del amor
Libro del Éxodo 12, 1-8. 11-14; Primera carta del apóstol San Pablo a los corintios 11, 23-26; Evangelio según San Juan 13, 1-
15. Este es el día en que se instituyó la Eucaristía, el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las especies de pan y
vino. Cristo tuvo la Última Cena con sus apóstoles y por el gran amor que nos tiene, se quedó con nosotros en la Eucaristía,
para guiarnos en el camino de la salvación. Todos estamos invitados a celebrar la cena instituida por Jesús. Esta noche santa,
Cristo nos deja su Cuerpo y su Sangre. Revivamos este gran don y comprometámonos a servir a nuestros hermanos . El signo
del lavado de pies, Jesús en este pasaje del Evangelio nos enseña a servir con humildad y de corazón a los demás. Este es el
mejor camino para seguir a Jesús y para demostrarle nuestra fe en Él. Hay que recordar que esta no es la única vez que Jesús
nos habla acerca del servicio. Debemos procurar esta virtud para nuestra vida de todos los días. Vivir como servidores unos de
otros.
Signos: Lavado de pies, terminada la celebración se lleva el santísimo sacramento a otro lugar, se tapan las imágenes de los
santos y se desnuda el altar. Empieza la agonía de Jesús. Color blanco
El Viernes Santo es el día durante el cual se conmemora la pasión y muerte de Jesucristo en la cruz. Según señala la Iglesia
Católica, en este día Jesús entregó su cuerpo y derramó su sangre para el perdón de los pecados y para la salvación de los
hombres.
La Iglesia Católica celebra la Liturgia de la Pasión del Señor alrededor de las tres de la tarde, que es la hora en la que se ha
establecido la muerte de Jesús en la cruz. Cabe recordar que es una costumbre muy arraigada en los pueblos católicos ayunar
y abstenerse de comer carne durante este día. Las autoridades religiosas de Judea de la época temían que Jesús, quien se
proclamaba "el hijo de Dios", pudiera llegar a ser tan popular que generara alboroto entre la población. Por ello, conspiraron
contra él. Una de las medidas fue negociar con Judas Iscariote para que lo vendiera, algo que se produjo el Jueves Santo. Los
Evangelios dicen que inmediatamente después de la decisión de Pilato, Jesús fue despojado de sus prendas, golpeado y
agredido con piedras. Luego se le colocó una corona de espinas en la cabeza y le hicieron cargar con su propia cruz hasta el
monte Gólgota, a las afueras de Jerusalén, lugar donde fue crucificado junto a otros dos ladrones y bajo un cartel que decía:
"Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos", origen de las siglas y de la expresión INRI.
El Viernes Santo es, fundamentalmente, un día de duelo durante el cual se recuerda la crucifixión de Jesucristo en el Calvario,
quien se sacrifica para salvar del pecado a la humanidad y darle la vida eterna. De allí que la cruz se haya tomado como el
símbolo de la gloria para la adoración de los cristianos. A este respecto, escribe, en la Biblia, Pedro: “Porque también Cristo
padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne,
pero vivificado en el espíritu” (1 Pedro, 3: 18).
Signos: Celebración de la liturgia de la pasión, adoración del madero, colecta a los lugares santos, viacrucis, recogimiento
por la ausencia de Dios. Altares e imágenes tapadas. Color rojo
El Sábado Santo es el tercer día del Triudo Pacual, por tanto, es un día de silencio y reflexión en el cual los cristianos
conmemoran a Jesús de Nazaret en el sepulcro y su descenso al Abismo. El Sábado Santo concluye con la celebración de la
Vigilia Pascual, que es una celebración litúrgica que se realiza en la víspera del Domingo de Resurrección, día que finaliza la
Semana Santa. Sábado Santo no es una extensión del Viernes Santo, día en que se rememora la pasión y muerte de Jesús. El
Sábado Santo es un día de dolor y tristeza que se destina para el silencio, luto, y reflexión, así como lo hicieron en el sepulcro
María y los discípulos. Asimismo, durante el Sábado Santo en la Iglesia Católica no se realizan eucaristías, no se tocan las
campanas, el Sagrario se deja abierto y vacío, el altar está despojado y no se administra ningún sacramento excepto la Unción
de los enfermos y la Confesión de los pecados. Durante su estancia en la tumba, Jesús habría descendido al «Limbo de los
Padres», un lugar que tiene, a la vez, algo del Infierno cristiano y del Sheol bíblico donde se encuentran las almas de los
Patriarcas.
Signos: Durante el día no hay celebraciones, el mundo sufre la ausencia de Dios por lo que seguimos en espera, la vigilia
pascual está marcada por 3 momentos importantes
Otros signos: renovación de las promesas bautismales, canto del pregón pascual, lectura de las letanías
Luego de crucificar a Jesucristo en Gólgota, a las afueras de Jerusalén, José de Arimatea, hombre justo y sabio,
reclamó ante Poncio Pilato, prefecto de Judea, el cuerpo de este para ser sepultado. Procedió, entonces, a embalsamar el
cuerpo, envolverlo en un gran manto y trasladarlo hasta una cueva, donde lo selló con una gran piedra. Jesús resucita
En la madrugada del día siguiente, las mujeres seguidoras de Jesús se acercaron a la cueva para ungir el cuerpo con perfume y
aceites. Según los libros de San Mateo, San Marcos y San Juan, un joven con vestiduras blancas, que bien podría haber sido un
ángel, les anunció que Jesucristo había resucitado.