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1 - EL VIENTRE MATERNO

1.1. DESARROLLO PRENATAL


La vida empieza ya en el vientre de la mujer, cuando las primeras células interaccionan entre
sí dando lugar a la futura vida humana. Este proceso deviene de la reproducción , una etapa
en la que los gametos masculinos, también denominados espermatozoides, y los femeninos,
llamados óvulos, comparten espacio y se fusionan para formar una nueva célula denominada
cigoto.

El óvulo y el espermatozoide surgen, se desarrollan y experimentan cambios hasta llegar a su


unión y a la creación de una nueva vida . Según apunta el sociólogo estadounidense F.
Phillip Rice en su obra Desarrollo humano: estudio del ciclo vital, estas fases son las siguientes:
espermatogénesis, ovogénesis y concepción.

Espermatogénesis

La fase en la que el cuerpo humano masculino produce el esperma es la espermatogénesis


. Este proceso ocurre en los testículos del hombre una vez ya ha alcanzado la edad fértil, es
decir, la pubertad . A través de una división celular repetida, denominada meiosis, el
organismo produce alrededor de trescientos millones de células espermáticas o
espermatozoides a diario. El esperma se almacena en un sistema de conductos denominado
epidídimo, situado en la parte posterior de los testículos del hombre.

Cuando el hombre eyacula, libera entre doscientos y quinientos millones de espermatozoides.


No todos son aptos para la fecundación: muchos son anormales o débiles y mueren
rápidamente.

Por este motivo, y según los valores establecidos por la Organización Mundial de la Salud
(OMS), un varón fértil debe tener, por lo menos, quince millones de espermatozoides por
mililitro de semen. Asimismo, la movilidad progresiva del esperma debe ser de más del 32%, y
la morfología estricta de más del 4%.

Tanto la movilidad como la morfología están relacionadas entre sí y se precisan para que
ambas sean las adecuadas. Es decir, un esperma debe disponer de una morfología adecuada
para que su movilidad sea eficiente y llegue, de esta manera, al óvulo.

Los espermatozoides son de tamaño microscópico , apenas miden alrededor de cinco


diezmilésimas de milímetro de largo. Poseen una cabeza o núcleo, donde se encuentran los
cromosomas, una parte central y una cola. La parte central produce las reacciones químicas
que le dan energía y permiten que su cola se mueva de atrás hacia delante para impulsarse.

La eyaculación permite que el semen y los espermatozoides se introduzcan en la vagina de la


mujer y lleguen hasta las trompas de Falopio. Solamente se produce la fecundación cuando un
espermatozoide logra entrar en un óvulo disponible.

Ovogénesis

Los gametos femeninos u óvulos maduran en los ovarios del cuerpo femenino durante la fase
de ovogénesis . De hecho, estas células están presentes en el organismo de una mujer ya
desde su nacimiento, aunque no estén aún desarrolladas.

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La mujer empieza a tener la menstruación en la pubertad. El óvulo madurado se desprende
del útero y es evacuado, ya que no ha habido fecundación. Por lo general, solo un óvulo
madura y es liberado cada veintiocho días, aproximadamente.

Este periodo de veintiocho días es la duración media de un ciclo menstrual , en el que se


incluye la menstruación y las fases preovulatoria, ovulatoria u ovulación, lútea e isquémica. A
lo largo de estas etapas, el cuerpo de la mujer va experimentando cambios hormonales y
fisiológicos. Durante el embarazo, el ciclo menstrual se interrumpe.

El óvulo es la célula más grande del cuerpo femenino. En concreto, posee un diámetro de 13
milésimas de centímetro, aproximadamente. En esta célula, hay una envoltura clara y delgada
que guarda un líquido compuesto por cientos de gotas de grasa y proteínas. Ahí se encuentra
el núcleo que contiene sus cromosomas.

Concepción

Unas proyecciones similares a dedos, presentes en la trompa de Falopio, recogen el óvulo una
vez es liberado durante la ovulación. Cuando entra en la trompa, otras protuberancias a modo
de cabellos, llamadas cilios, lo impulsan hacia el útero. Este trayecto suele durar tres o cuatro
días, pero la fertilización debe ocurrir durante de las cuarenta y ocho horas posteriores a la
ovulación.

La fertilización o concepción suele tener lugar en el tercio de la trompa de Falopio más cercano
al ovario. Unos cuantos espermatozoides llegan al óvulo, pero solo uno entrará, ya que se
requieren enzimas químicas liberadas por su cabeza para conseguirlo.

Estas enzimas disuelven la pared del óvulo y permiten la entrada de un espermatozoide. Una
vez dentro, y de forma instantánea, la cubierta de la célula femenina se endurece para evitar
más entradas. La cola del espermatozoide se desprende y su núcleo se une con el del óvulo,
formando una nueva célula denominada cigoto.

1.1.1. Periodos del desarrollo prenatal

Tal y como se ha apuntado anteriormente, el desarrollo prenatal de un ser humano parte de


la fase en la que es engendrado, cuando el esperma penetra en el óvulo. En este sentido, Rice
(1997) explica que el desarrollo prenatal pasa por tres periodos:

1. Periodo germinal. De la concepción a la implantación o adhesión de la nueva célula en la


pared uterina. Este proceso dura alrededor de catorce días.

2. Periodo embrionario. De la primera a la octava semana del embarazo.

3. Periodo fetal. Última fase del desarrollo, desde la octava semana hasta el final del
embarazo.

1.1.1.1. Periodo germinal

El periodo germinal comienza cuando el óvulo es engendrado por el espermatozoide. A esta


célula fertilizada se la denomina cigoto, y continúa siendo impulsada por los cilios a lo largo de
la trompa de Falopio.

En un intervalo de unas treinta horas tras la fertilización, se inicia el proceso de división celular.

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El cigoto se divide en dos, en cuatro, en ocho, y así sucesivamente. El total de divisiones se
denomina blástula y, en su interior, se generará el embrión.

Mientras esto sucede, la blástula, por medio de las trompas, llega al útero en el quinto día tras
la fecundación y se instala en la pared uterina, denominada endometrio. Este proceso se
conoce como implantación y tiene lugar cuando la nueva célula abre, literalmente, un hueco en
el tejido para enterrarse por completo en él.

Esta implantación se completa en unos diez días. En el endometrio, la nueva célula recibirá
todos los nutrientes necesarios para su desarrollo a través del torrente sanguíneo de la mujer.

De forma excepcional, aunque posible, el blastocisto se implanta en la trompa de Falopio o en


alguna otra zona de la cavidad corporal y se produce un embarazo ectópico. Un embrión que
empieza a formarse fuera del útero, por lo común, muere o debe ser removido
quirúrgicamente.

1.1.1.2. Periodo embrionario

Al final de la segunda semana de embarazo, las células del embrión siguen multiplicándose y
empiezan a diferenciarse por funciones. También comienzan a desarrollarse las distintas partes
del ser humano. Esta etapa es conocida como periodo embrionario.

El embrión alcanza su momento más susceptible y delicado en cuanto a agentes externos


que vienen por parte de la madre: alcohol, drogas, infecciones, enfermedades, nutrición
inadecuada, radiografías, tabaco, etcétera.

Durante las primeras semanas, los embriones humanos se asemejan a los embriones de otros
vertebrados. Aunque les desaparecen rápidamente, tienen cola y rastros de branquias. La
cabeza se desarrolla antes que el resto del cuerpo.

Los ojos, la nariz y los oídos aún no son visibles al mes, pero ya se han formado la columna y el
canal vertebral. También aparecen pequeños brotes que se desarrollarán con brazos y piernas.
Además, el corazón, así como otros sistemas corporales, se forma y empieza a latir.

Todo esto sucede entre la primera y la octava semana de embarazo. De hecho, en esta última,
el bebé ya tiene los párpados más desarrollados, y los lóbulos de los oídos y la cara toman
forma. Asimismo, los intestinos ya empiezan a conformarse.

1.1.1.3. Periodo fetal

A partir de la novena semana, empieza el periodo fetal . En esta etapa, los tejidos y órganos
que se habían formado en el periodo embrionario empiezan a madurar y a desarrollarse por
completo. Para el final del primer trimestre, el feto mide aproximadamente 7,5 centímetros.
Tiene los órganos principales, se le han formado la cabeza y el rostro, y es posible detectar el
latido cardíaco con el estetoscopio.

Concluido el cuarto mes, la piel del feto está cubierta por un vello fino, que generalmente
desaparece antes del nacimiento. A partir de este momento, la madre empieza a notar los
movimientos del bebé en su interior.

Al final del quinto mes, el feto pesa cerca de 0,5 quilogramos y mide casi 30 centímetros.
Duerme y se despierta, succiona y cambia de posición. Asimismo, los ojos del feto ya son
sensibles a la luz y puede escuchar los sonidos uterinos, responder a las vibraciones y a la

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estimulación acústica.

Durante el tercer trimestre, la cabeza y el cuerpo del feto se hacen más proporcionados y se
forman capas de grasa bajo la piel. Al octavo mes, el niño o niña pesa un poco más de 2 kilos y
mide alrededor de 45 centímetros.

En la recta final del embarazo ya han crecido las uñas y los extremos de los dedos de manos y
pies. La piel se hace más suave y está cubierta por una sustancia cerosa, similar al queso de
untar y llamada vérnix caseoso. Esta desaparecerá cuando se asee al bebé una vez nacido.

1.2. FACTORES PERJUDICIALES PARA EL FETO


Tal como se ha apuntado anteriormente, los factores externos a los que se ve expuesta la
mujer de forma voluntaria o involuntaria durante el periodo embrionario son muy importantes
para el desarrollo del bebé.

Estos factores pueden ser de distinta tipología, desde conductuales hasta nutricionales o
genéticos. A continuación, se profundiza en el conocimiento de los más comunes y
perjudiciales para el feto.

1.2.1. Teratógenos

Un teratógeno es cualquier sustancia que cruza la barrera placentaria, daña el embrión o feto
y ocasiona problemas congénitos . Debido a la sensibilidad y al estado primigenio de los
órganos del feto, el periodo embrionario es el momento en que la exposición a teratógenos es
más dañina.

1.2.2. Fármacos y drogas

En la actualidad, los médicos recomiendan que las mujeres embarazadas no tomen


ningún medicamento sin aprobación médica . La lista de fármacos dañinos continúa
creciendo e incluye drogas y otras sustancias de uso y abuso frecuentes.

El peligro de estas sustancias no solo radica en cómo incidirán en el organismo del feto, sino
también en cómo este se relacionará con dicha sustancia. Es decir, si la adicción de la madre
también pasará al bebé.

1.2.2.1. Drogas

Los narcóticos, sedantes y analgésicos son depresores del sistema nervioso central y
perjudiciales para el feto. Las sustancias más conocidas de este grupo son la heroína, los
barbitúricos y la aspirina. Por otra parte, los tranquilizantes y antidepresivos se han
asociado con malformaciones.

Respecto a otros tipos de drogas, como por ejemplo el alcohol, es posible que una madre que
lo ha consumido durante el embarazo dé a luz a un niño adicto a esta sustancia. Además, el
consumo de una o dos copas al día incrementa sustancialmente el riesgo de
malformaciones en el desarrollo, incluyendo posibles deficiencias cognitivas.

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En cuanto a la marihuana y el hachís , su uso se ha asociado con los nacimientos prematuros
y con el bajo peso. Según algunos expertos, esta droga afecta al desarrollo de los niños incluso
después del nacimiento.

Por otro lado, el consumo de cocaína en mujeres embarazadas también implica perjuicios para
el feto, ya que estrecha los vasos sanguíneos y las arterias uterinas de la madre, haciendo que
al bebé le llegue menos sangre y menos oxígeno.

En estos casos los neonatos nacen con problemas de comportamiento , siendo nerviosos e
irritables. También presentan temblores, llanto excesivo y estridente, hiperactividad, rigidez e
incluso hipertensión o problemas para dormir y alimentarse.

Los efectos de la cocaína sobre los embriones también pueden causar efectos por la vertiente
contraria al nerviosismo. Es decir, es posible que estos niños nazcan deprimidos, poco activos y
con dificultades para conciliar y/o dejar el sueño.

1.2.2.2. Tabaco

En cuanto al tabaco, la nicotina influye en el bajo peso neonatal. El peso promedio de infantes
de madres fumadoras es de ciento setenta gramos menos que el de los niños de madres no
fumadoras.

Si bien cualquier dosis es perjudicial, las problemáticas relacionadas con el crecimiento van
ligadas al consumo de unos cinco o más cigarrillos diarios. Además, hay un incremento en la
incidencia de abortos espontáneos, nacimientos prematuros, muertes en el parto y muertes
neonatales, así como en el riesgo de placenta previa.

Por otro lado, los hijos de madres que fuman diez o más cigarrillos diarios corren un riesgo de
un 50% mayor de desarrollar cáncer durante la niñez.

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1.2.3. Sustancias químicas, metales pesados y
contaminantes ambientales

Desde hace unos años, los gobiernos y organizaciones mundiales han mostrado cierta
preocupación en relación al uso de productos químicos y metales pesados en productos
alimenticios. Estos pueden tener un efecto negativo no solo para las embarazadas, también
para el resto de personas.

De hecho, algunos estudios apuntan a que tanto los productos químicos como los
contaminantes ambientales originan defectos congénitos. De hecho, aquellos realizados con
dioxina han sido asociados con una elevada tasa de abortos, malformaciones y cáncer.

Pese a que en algunos países se ha prohibido o reducido el uso de herbicidas, algunas especies
de animales aún poseen altos niveles de estas sustancias en su organismo. Esto es debido al
consumo de aguas contaminadas o de algunos piensos compuestos con plantas que los llevan.

No obstante, en España existe el Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre, que regula el


uso y aplicación de productos fitosanitarios (herbicidas) en las plantaciones estatales.
Asimismo, la Comunidad Europea es cada vez más exigente y estricta en este ámbito.

Cabe destacar también que el plomo es un metal particularmente tóxico. Las madres
expuestas a él pueden dar a luz a bebés con bajo peso neonatal, desarrollo neurológico lento y
discapacidad psíquica. Esta es una razón por la que se ha eliminado el plomo tetraetilo de la
gasolina.

Las mujeres que han sido expuestas a anestésicos gaseosos en hospitales muestran un
incremento en la tasa de abortos espontáneos y de malformaciones congénitas. Las expuestas

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a mercurio también presentan problemas en el embarazo, sobre todo en el desarrollo del
sistema nervioso central del feto.

1.2.4. Radiación

La exposición a la radiación también puede dañar al feto. Los supervivientes a explosiones


de centrales nucleares y a bombardeos con armamento atómico son un claro ejemplo de esto.
De hecho, en Hiroshima y Nagasaki hubo muchos casos de fetos y bebés nacidos con
malformaciones.

Los investigadores de la Max-Planck-Institut für molekulare Genetik (Instituto Max Planck de


Genética Molecular de Berlín) han encontrado malformaciones cromosómicas prenatales en
niños de Alemania. Se cree que estos casos están asociados con el desastre de la planta de
energía nuclear en Chernóbil (Rusia).

La exposición prenatal a rayos X, especialmente en los 3 primeros meses de embarazo, puede


dañar al feto si el nivel de radiación es demasiado elevado.

1.2.5. Enfermedades de la madre

Muchas bacterias y virus cruzan la barrera placentaria, es decir, si una mujer embarazada se
contagia o contrae algún tipo de infección vírica, el bebé también se contamina.

Un ejemplo son las mujeres embarazadas con algún hijo de edad comprendida entre los 3 y los
6 años. En esta etapa, los pequeños suelen coger varicela y, si la madre no la ha pasado, es
fácil que acabe contagiándose.

Si esto ocurre durante los primeros 3 meses de gestación, existe una pequeña posibilidad (0,4
– 2%) de que el bebé nazca con el síndrome de varicela congénita. Esto le causará atrofia en
las extremidades y cicatrices en la piel. También puede presentar problemas del sistema
nervioso central y anomalías en los ojos.

Para evitarlo, la madre será sometida a la amniocentesis, una prueba que detecta el virus en
el líquido amniótico. En caso de que no exista rastro de este, el embarazo proseguirá, aunque
con un mayor control y más pruebas que en casos normales.

A continuación, se mencionan algunas de las dolencias más habituales, dejando a un lado la


varicela, entre las mujeres embarazadas.

1.2.5.1. Rubéola

En el caso de la rubéola, si la madre es infectada con el virus antes de la décima semana de


embarazo, es muy probable (90%) que el niño tenga una pérdida total de audición,
defectos cardíacos y deficiencias visuales e intelectuales.

Estas manifestaciones son conocidas como el síndrome de rubéola congénita. Los lactantes
con dicho síndrome pueden excretar el virus durante un año o más. Además de estos defectos
congénitos, la rubéola también puede provocar un aborto espontáneo o una muerte fetal
anteparto.

1.2.5.2. Toxoplasmosis

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La toxoplasmosis es la enfermedad causada por el parásito Toxoplasma gondii, uno de los
parásitos más comunes del mundo . Este se encuentra en la carne cruda y en la materia
fecal de los gatos infectados por el virus, que generalmente viven en colonias callejeras.

Los síntomas más comunes de esta enfermedad son muy similares a los de una gripe común,
aunque los efectos en el feto no son los mismos. Si el virus le afecta, el primer perjudicado será
su sistema nervioso, causándole discapacidad cognitiva, sordera y ceguera.

Mediante un análisis de sangre, los médicos determinan si la embarazada es o no inmune a la


toxoplasmosis. En caso de no serlo, no debería mantener contacto con animales de protectoras
ni de colonias callejeras. Los especialistas aconsejan alimentar a los gatos solo con pienso seco
y comida húmeda enlatada, no con carnes crudas.

1.2.5.3. Enfermedades de transmisión sexual

En este contexto cabe mencionar las enfermedades y las infecciones de transmisión


sexual (ETS o ITS), ya que son una causa importante de defectos congénitos en los fetos.

A modo de ejemplo, la sífilis puede afectar al feto mediante una inserción en la placenta. Si
esta enfermedad se diagnostica y se trata antes del cuarto mes de embarazo, el feto no la
desarrolla.

No obstante, sí puede sufrir daños en huesos, hígado o cerebro. Si una mujer no es tratada en
la etapa primaria o secundaria de la enfermedad, es posible que su hijo muera antes o poco
después de nacer.

El herpes genital , la gonorrea y las infecciones por clamidia son otras enfermedades de
transmisión sexual que se contagian al bebé cuando pasa por el canal del nacimiento. Por ello,
cuando la mujer tiene una infección, los médicos recomiendan practicarle una cesárea.

Entre el 50 y el 60% de los recién nacidos que contraen herpes mueren, mientras que la mitad
de los supervivientes sufren daño cerebral o ceguera.

Sida y desarrollo fetal

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es otra infección de transmisión sexual que


afecta al sistema inmunitario. El diagnóstico tardío hace que el virus se desarrolle y evolucione
a sida, es decir, al síndrome de inmunodeficiencia adquirida.

Los embriones de las mujeres con VIH y/o sida pueden contagiarse cuando el virus cruza la
barrera placentaria (forma intrauterina), cuando la mujer da a luz o por medio de la lactancia.

Los niños afectados por este virus muestran, al nacer, una morfología anatómica anómala en la
cabeza y en el rostro. Tienen un cráneo más pequeño de lo normal, igual que su nariz, unos
ojos oblicuos y unos labios gruesos. También padecen una ralentización en el crecimiento.

1.3. INFLUENCIAS MATERNAS

1.3.1. Edad de la madre

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La edad de la mujer en el momento de quedarse embarazada revela algunas
particularidades, positivas y negativas, que incidirán en la gestación de su futuro hijo.

Las adolescentes en estado tienen una mayor probabilidad de sufrir abortos, nacimientos
prematuros y muertes neonatales. Sus hijos tienen más posibilidades de nacer con un peso
bajo y de sufrir defectos neurológicos, cognitivos y físicos.

Todo ello si se compara con los embarazos y partos de mujeres de más de 20 años.

Sin embargo, algunos expertos optan por otra teoría, relacionada con la posición social y el
nivel cultural y económico de estas madres. Estos afirman que las adolescentes y mujeres
solteras pertenecen a grupos de nivel socioeconómico bajo y, por ello, ni ellas ni sus futuros
hijos tienen los niveles adecuados de nutrición y bienestar.

Por otro lado, los embarazos en mujeres de más de 30 años han aumentado en los últimos
tiempos. No obstante, a nivel de salud y bienestar, las estadísticas también indican que las que
superan los 35 años corren más riesgos durante la gestación.

Algunos ejemplos de estos contratiempos son los abortos, embarazos de riesgo, anormalidades
en la formación del feto y la posibilidad de desarrollar diabetes gestacional. Además, en esta
franja de edad, aumentan las probabilidades de tener gemelos o partos múltiples.

Pese a estos riegos, los profesionales médicos han hecho posible que las embarazadas de más
de 35 años den a luz a bebés saludables. Todo depende en última instancia del control y del
seguimiento médico del que pueda disponer la mujer.

1.3.2. Nutrición

La nutrición adecuada es una de las bases para que la gestación prosiga de forma correcta.
La carencia de vitaminas, minerales y proteínas en la dieta de una mujer embarazada puede
afectar de manera adversa al embrión.

Las deficiencias nutricionales se han asociado a muertes neonatales, abortos y


deformidades importantes. El grado del daño depende de la etapa del embarazo, así como de
la duración y severidad de las deficiencias. De ahí que los profesionales médicos observen y
analicen siempre el estadio nutricional de la madre.

De forma frecuente, las mujeres en estado suelen desarrollar anemias ferropénicas, carencia
de vitaminas y calcio u otro tipo de desequilibrios. La falta de vitamina A o de calcio en la
madre puede hacer que la dentadura del niño no se desarrolle bien.

Asimismo, una deficiencia proteica severa puede causar una discapacidad intelectual en el
embrión, su nacimiento prematuro, un sistema inmune débil o un bajo peso neonatal. Por este
motivo, las mujeres deben cuidar su alimentación incluso cuando están intentando quedarse
embarazadas.

1.3.3. Embarazo y baños de tina calientes

Una embarazada debe ir con sumo cuidado en lo referente a las temperaturas del agua en el
momento de bañarse. Demasiado calor, aunque sea externo, puede dañar al feto.

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Un tiempo prolongado en una bañera puede elevar la temperatura del feto , haciendo que
se dañe su sistema nervioso. La media de tiempo en la que un embrión puede salir perjudicado
es de quince minutos en un baño de 38.8°C y de diez minutos a 41°C.

1.4. INFLUENCIAS PATERNAS


Pese a que la madre es el sustento y la residencia del feto durante los 9 meses de gestación,
las características del progenitor masculino también influyen en el desarrollo del futuro
hijo. Esta incidencia empieza a tener efecto ya en la concepción del pequeño, pues la calidad
del esperma también resulta importante.

1.4.1. Edad del padre

La edad del padre interfiere en su fertilidad; a mayor edad, menor es la calidad fértil del
esperma. Asimismo, una edad avanzada del hombre también influye en los posibles problemas
congénitos que desarrolle el bebé durante su gestación.

1.4.2. Consumo de drogas

Los aspectos ambientales y conductuales del padre también inciden en el futuro estado
del feto. Por ejemplo, el consumo crónico de marihuana suprime la producción de la
testosterona u hormona masculina, reduce el deseo sexual, interfiere con las respuestas de
erección e inhibe la producción y movilidad de los espermatozoides.

La University of Southerns Denmark (Universidad del Sur de Dinamarca) llevó a cabo una
investigación sobre la incidencia del consumo de alcohol en la fertilidad masculina entre los
años 2008 y 2012.

Mil doscientos veintiún hombres de entre 18 y 28 años se sometieron a un análisis sobre sus
hábitos de consumo de bebidas alcohólicas. Los resultados determinaron que
la concentración de semen y el número de espermatozoides disminuye cuando el
hombre consume más alcohol.

Con la ingesta de cinco copas a la semana, el esperma se ve afectado. Asimismo, los


espermatozoides cambian a partir de las veinticinco copas de alcohol semanales y su
concentración se reduce en un 33% con un consumo de cuarenta copas a la semana.

Por otro lado, la exposición a radiación, plomo, tabaco, arsénico, mercurio , ciertos
solventes y diversos pesticidas puede contribuir a la esterilidad masculina. También a
disminuir la cuenta espermática o a provocar anormalidades genéticas en los gametos
masculinos.

Incluso la exposición pasiva del feto al tabaquismo del padre reduce el peso neonatal e
interfiere en su desarrollo pulmonar. Otro estudio realizado en el hospital de la Universidad de
Carolina del Norte en Estados Unidos reveló que el riesgo de desarrollar cáncer se duplicaba
entre los hijos de hombres fumadores.

Estos niños podían verse expuestos al humo de los cigarrillos tanto de forma prenatal, a través
de la madre, como posnatal o ambas.

1.4.3. Otros factores: empleo o temperatura corporal

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Otro dato a tener en cuenta, relacionado con las profesiones de los futuros padres, indica que
las esposas de cirujanos orales y dentistas expuestos a gases anestésicos tienen un 78% más
de posibilidades de abortar de forma espontánea que otras mujeres.

Por otro lado, el calor excesivo disminuye la producción y la vitalidad del esperma. Este se
genera de manera más efectiva y saludable cuando la temperatura de los testículos es
alrededor de 2oC inferior a la corporal. No obstante, cuando esta zona es expuesta a fuentes
de calor artificial, la temperatura del esperma sube y causa problemas.

Como se puede observar, las influencias negativas del padre sobre el desarrollo del feto y
sobre la concepción del mismo pueden prevenirse y variar.

1.5. COMPLICACIONES DEL EMBARAZO


Algunas mujeres sufren complicaciones graves durante la gestación de su bebé. Aunque no
son frecuentes, si suceden se deben tomar con seriedad, ya que pueden poner en riesgo la
vida de la madre y del feto. A continuación, se exponen las más frecuentes y conocidas.

1.5.1. Vómito pernicioso

El vómito pernicioso o hiperémesis gravídica sucede cuando la mujer vomita y tiene


náuseas de manera habitual y prolongada. De no tratarse con rapidez, puede provocar
deshidratación, pérdida de peso y de nutrientes, cansancio y dolores.

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Esto se traduce en complicaciones en el embarazo, debido a la alimentación insuficiente y a la
carencia de líquidos, vitaminas y proteínas que sufren ambos, el bebé y la madre. Una de cada
cien mujeres con vómito pernicioso requiere hospitalización.

1.5.2. Toxemia

Las mujeres en estado que sufren toxemia, también conocida como preeclampsia, tienen la
presión arterial muy elevada, sobre todo a partir de la vigésima semana. De no ser
detectada a tiempo y tratada rápidamente, esta enfermedad puede provocar riesgos vitales
tanto a la madre como al feto.

Entre sus síntomas más frecuentes está la saturación de agua en los tejidos (edema),
visibilizada con la hinchazón de cara y extremidades o por un rápido aumento de peso.
También aparece albúmina en la orina, dolores de cabeza, visión borrosa y convulsiones.

La toxemia durante el embarazo es una de las tres causas más importantes de mortalidad
materna, aunque también puede aparecer hasta ocho semanas después del parto.

1.5.3. Amenaza de aborto

La mujer gestante tiene altas probabilidades de experimentar un aborto espontáneo si


padece alguna de las complicaciones mencionadas. Uno de los primeros síntomas es el
sangrado vaginal, que suele ocurrir a partir de la vigésima semana de embarazo.

Los abortos espontáneos son muy frecuentes en los primeros 3 meses de gestación. De
hecho, entre el 10 y el 20% de los embarazos terminan siendo abortos.

1.5.4. Placenta previa

En la mayoría de los embarazos, la placenta se ubica en la parte superior o lateral del útero,
mientras que estará en la parte inferior en los casos de placenta previa.

Esta situación hace que pueda cubrir de manera parcial o total el cuello del útero. La placenta
previa puede causar sangrado intenso en la madre antes o durante el parto, haciendo
necesaria una cesárea. Una de cada doscientas embarazadas sufre este problema, que
suele ocurrir durante el tercer trimestre. Entre el 80 y el 85 % de los bebés logra
sobrevivir y alrededor del 60 % nace por cesárea.

1.5.5. Embarazo extrauterino o ectópico

El embarazo extrauterino se da en aquellas mujeres cuyo óvulo fecundado se aloja y


madura en la pared de una trompa de Falopio y no en el útero. Cuando esto sucede, la
gestación se denomina embarazo tubárico . También es posible que ocurra en el abdomen o
en el cuello uterino.

Este tipo de gestaciones conllevan un alto peligro para la madre. Los óvulos encajados en las
trompas, por ejemplo, pueden provocar una inflamación excesiva y la explosión de estas,
causando una hemorragia mortal en la mujer.

Una gran parte de estos embarazos acaban en un aborto natural , sin que la mujer se dé

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cuenta de que tenía este tipo de gestación. En caso de que sea diagnosticada, la paciente debe
ser sometida a una intervención quirúrgica para extirpar el óvulo de la zona incorrecta donde
se había ubicado.

Las mujeres que tienen un embarazo extrauterino suelen experimentar los siguientes
síntomas:

• dolores fuertes en la parte baja del abdomen; • pérdidas vaginales o hemorragias; • náuseas
y sensación de tirantez en los pechos.

También es posible que las mujeres no padezcan ninguno de estos síntomas debido al poco
tiempo de gestación. Será entonces cuando se dará el caso apuntado anteriormente: la
paciente abortará de forma natural, sin que lo provoque el equipo sanitario.

Las causas de este tipo de embarazos suelen ser:

• embarazos tardíos o en edades superiores a la cuarentena; • enfermedad inflamatoria


pélvica (EIP); • enfermedades de transmisión sexual; • cirugías previas; • hábitos de higiene
con productos químicos ultraprocesados.

1.5.6. Incompatibilidad Rh

La incompatibilidad Rh está relacionada con la tipología de sangre , tanto de la madre como


del bebé. En concreto, se da en los casos en los que el grupo sanguíneo de la mujer no
compatibiliza con el del hijo.

Existen cuatro grupos sanguíneos: A, B, O (universal) y AB. Estos, a la vez, se distinguen


según el Rh, que puede ser positivo o negativo. Todos estos tipos de sangre se diferencian por
las relaciones, presencias y ausencias de ciertas proteínas en su composición.

Las personas con Rh positivo tienen un factor Rh, mientras que las personas con Rh negativo
no lo tienen. La problemática llega cuando la madre es Rh negativo y el hijo es positivo. El
organismo de la mujer reacciona a la sangre del bebé como si fuera una sustancia extraña. De
esta manera, los anticuerpos de la sangre materna destruyen los Rh+ del bebé.

En un primer embarazo, la mujer genera estos anticuerpos, que quedan almacenados en su


organismo. Si vuelve a repetirse esta situación, su cuerpo rechaza el embarazo.

Por este motivo, setenta y dos horas después del primer parto el equipo médico debe
administrar una vacuna anti-Rh a la madre. Con ella, el organismo de la mujer bloqueará los
anticuerpos y podrá gestar a otro hijo.

RESUMEN
• La fase en la que el cuerpo humano masculino produce el esperma es la espermatogénesis.
Este proceso ocurre en los testículos del hombre una vez ya ha alcanzado la edad fértil, es
decir, la pubertad.

• En la ovogénesis, los gametos femeninos u óvulos maduran en los ovarios del cuerpo
femenino. La fertilización o concepción suele tener lugar en el tercio de la trompa de Falopio
más cercano al ovario.

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• En el desarrollo prenatal se distinguen el periodo germinal (implantación de la nueva célula),
el embrionario (de la primera a la octava semana) y el fetal (de la octava semana al final del
embarazo).

• Un teratógeno es cualquier sustancia que cruza la barrera placentaria, daña el embrión o feto
y ocasiona problemas congénitos.

• Las características del padre y de la madre influyen en la gestación del bebé y en su


posterior desarrollo. Hay que tener en cuenta: enfermedades de transmisión sexual, como el
VIH; infecciones víricas; abuso de medicamentos o de drogas; edad de los progenitores y
calidad de la alimentación, entre otros.

• El vómito pernicioso sucede cuando la mujer vomita y tiene náuseas de manera habitual y
prolongada. De no tratarse con rapidez, puede provocarle deshidratación, pérdida de peso y
nutrientes, cansancio y dolores.

• Las mujeres en estado que sufren toxemia tienen la presión arterial muy elevada, sobre todo
a partir de la vigésima semana. De no ser detectada a tiempo y tratada rápidamente, puede
provocar riesgos vitales tanto a la madre como al feto.

• Los abortos espontáneos son muy frecuentes en los primeros 3 meses de gestación.

• Se habla de placenta previa cuando esta sustancia se encuentra en la parte inferior del útero.
Esta situación hace que pueda cubrir de manera parcial o total el cuello del útero.

• El embarazo extrauterino se da en aquellas mujeres cuyo óvulo fecundado se aloja y madura


en la pared de una trompa de Falopio y no en el útero.

• En el caso de la tipología Rh de la sangre, la problemática llega cuando la madre es Rh


negativo y el hijo es Rh positivo. El organismo de la mujer reacciona a la sangre del bebé como
si fuera una sustancia extraña.

ESPACIO DIDÁCTICO
Contesta las siguientes preguntas y practica las bases teóricas de este capítulo. No olvides
analizar y responder de acuerdo a lo que entendiste.

1. ¿Cuántos tipos de células sexuales participan en la reproducción humana?

2. ¿Qué es la ovogénesis?

3. Menciona los tres periodos del desarrollo prenatal.

4. ¿Qué es el vómito pernicioso?

5. ¿Es aconsejable que las mujeres embarazadas tomen fármacos?

6. ¿Qué son los teratógenos?

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7. ¿La radiación es beneficiosa o dañina para el feto?

8. ¿Qué es el embarazo extrauterino?

SOLUCIONARIO
CAPÍTULO 1

1. ¿Cuántos tipos de células sexuales participan en la reproducción humana? En la


reproducción humana participan dos tipos de células sexuales o gametos: el masculino o célula
espermática y el femenino u óvulo.

2. ¿Qué es la ovogénesis? La ovogénesis es el proceso por el cual los gametos femeninos,


denominados óvulos, maduran en los ovarios.

3. Menciona los tres períodos del desarrollo prenatal. El periodo germinal, el periodo
embrionario y el periodo fetal.

4. ¿Qué es el vómito pernicioso? Se trata de un vómito prolongado y persistente que puede


deshidratar a la mujer y le quita los nutrientes necesarios para fortalecer el crecimiento fetal.

5. ¿Es aconsejable que las mujeres embarazadas tomen fármacos? En la actualidad los
médicos recomiendan que las mujeres embarazadas no tomen ningún medicamento, ni
siquiera aspirina, sin aprobación médica.

6. ¿Qué son los teratógenos? Se llama teratógeno a cualquier sustancia que cruza la barrera
placentaria, daña el embrión o feto y ocasiona defectos congénitos.

7. ¿La radiación es beneficiosa o dañina para el feto? La exposición a la radiación es dañina


para el feto.

8. ¿Qué es el embarazo extrauterino? El embarazo extrauterino ocurre cuando el óvulo


fertilizado se adhiere a la pared de la trompa de Falopio y crece ahí y no dentro del útero.

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