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cet BK MeTTHS: OOUEO 7 EE Wroveeto oral pd mussel 1. Las mtiltiples dimensiones del Mundial 78 «Mucho mas que un Mundial» Gran parte de lo que se cree saber sobre el Mundial 78 es exténeo. No se ajustaalo sucedido, La historia de ese campeonato se imundé dades que a fuerza de repeticién han pasado a integrar el canon discursivo del Mundial. Son estos axiomas, replicados al infinieo, los que hoy definen al campeonato y sus circunstancias fue mu cho mis que un Mundial— por mis que sean falsos o flagrantes construcciones posteriores sin demasiado sustento en la realidad. Ese proceso de mitificaci6n, de cris tes, de manera inevitable, acarrea malentent sricos quedan relegados, ocultos tras esa marafia de inexactitudes que de a poco van desviando al gje. Estos movimientos teiricos que provocan los chogues entre Ia historia, la memoria, la divalgaci6n y la coyuntura politica, van generando nuevas versiones de viejos sucesos. La discusidn publica se centra en esas afirmaciones y no en lo que efectivamente sed El desafio esté condenado al fracaso de antemano: imposible reconstruir con certeza una époea ya pasads. Lo que se puede in~ tentar es desmalezar el camino, procurar que hechos que se presen- tan consolidados pero que nunca ocucrieron de ese modo no sean inexpugnables, pierdan su imbetibilidad y, de ese modo, reabrir la conversacién, generar un didlogo. Una enumeracién no taxativa de esos mitos: el Mundial fue una cortina de humo para tapar los eximenes de la dictadura, los azgen ma las campaitas de boicot en Europa, en el nfo de la Seleccién, los partidos se vieron en la en los estadios pero la de Maradona provoeé po- is (y los otros diez motivos conlos que se ices voces disidentes provinieson ‘otro, varios jugadores holande- es y suecos visitaron a las Madres de Plaza de Mayo, Cruyff y Paul Breitner se negeron a asistir en repudio a los militares, la dictadura 1p0 la campaia “Los argentinos somos derechos ¥ ‘olandeses no aceptaban recibir la copa de manos de ‘on Jos estadios y las sedes para favorecer lubes con los que t npatias, Je Selecei6n tenfa un juego 60 y menottista, los arbitros favorecieron a Argentina en cada partido, Perd jug6 de igual a igual, Pert fue sobornado con un gran ‘cargamento de trigo. ¥ muchos otros més. El Mundial ocurrié hace relativamente poco tiempo, apenas cuatro décadla, 7 fac abeohnemente mesize- Hn haan raraentaie dela cién actal ya habfa nacido cuando acontecieron los hechos y los con intensidad. Sin embargo, se instal6 una cantidad asombrosa de ter- giversaciones que se repiten como verdades reveladas. Muchas veces la solucién se encuentra con el principio de “la carta robada”. Como en. quel cuento dePoe, la respuesta esti muy visible, al aleance dela mano. 4Cudndo se fue modificando la valoracién del campeonato a los ojos de los argentinos? Mientras la sociedad fue asumiendo la mag imenes cometidos par el Proceso, e Mundial fue per- primigenio. Los mojones fueron el final dela Guerra cl final de la otra aventura nacionalista—, las revela- de Malvinas ciones sobre los detalles de la represi6n, la llegada de la democracia, el titulo mundial del 86 con Maradona —con.otro titulo mundial para blandir ya se podia denostar el anterior—, la labor diacia y paciente de las organizaciones de derechos hamanos para generar conciencia, el peasamiento monolitico instaurado en la década kirchnerista. De esta manera, el Mundial 78 se convirtié en un fantasma espeso. Una , maldita, hegeménica, cerrada, que no admite disensos y que juzga a priori sin basarse en los hechos histéricos, legs a conclu- siones equivocadas. No hay manera de que no suceda asi. Como sociedad nos encadenamos a no entender el pasado, are comprender el presente. El Mundial no es un hecho diversas dimensiones que merecen considerarse. Simplificar la cues- tién no ayuda a comprender. Siempre es oportuno recordar lo que decfa Philip Dick: “La realidad es aquello que, cuando uno deja de creer en ello, no desaparece”. __ Enlos recuerdos, en les rememoraciones actusles el hecho depor- vo yelfenémeno socal extn atravesados por el conterto politico jempre. El Mundial fue un estado de excepcién. Los de junio del 78 no fueron los dias habituales dela dictacura. Ses ismas reglas generales (estado de sitio, rest bin esté clara, que es imposible explicarlo solo desde la dictadura, ‘Un dato suele pasar inadvertido. La sede fue otorgada al pais a me- diados de la década de 1960. Luego de México 70 comenzaron los mo~ vvimientos para organizarlo, pero hasta 1975 no superaron la categorfa de intentos. Sin embargo, todos los gobiernos desde 1966 en adelante zmostraron interés en recibir el campeonato y procuraron obtener una ja de cada movimiento realizado. Por una euesti6n coyuntural, el gobierno de Isabel Pern fue el que puso en marcha (luego de dila~ ciones prolongadas y variados ardides) las primeras cbras, El torneo cay6 en manos de José Lépez Rega, que puso a Pedro Eladio Vizquez, secretario de Deportes que respondia directamente a él, a cargo dela $a. Cada movimiento del gobierno peronista con relaciin al ‘Mundial, ain Los menos fructiferos —que fueron la mayorfa—, estuvo a frente 2 la opinién publica. Muchas ‘veces recurriendo a las mentiras, asegurando que se habia obtenido |ave fina x juego de matrioshkas que paréciainfinito el gobierno militar también trat6 de modifica), que remedabsa los dos brazos en alto de Perén sosteniendo una pelota. El ‘Mundial peronista remitia 2 la Argentina Potencia pero, como se dis- ponia de poco efectivo y organizacién, todo era precario y provisorio. El esquema se repetfa, casi camo en loop. Se designaba una co- misién organizadora local, visitas del Comité Ejecutivo de FIFA, ‘promesas de funcionarios argeatinos, las obras que no empezaban ‘nunca, amuncio de nuevas licitaciones, se prescindia del Comité Or- ganizador, se designaba uno nuevo, otra visita de PIFA, més pro- ‘esas de fancionarios argentinos, alguna maqueta, ninguna obra, seunin dela FIFA en algiin lugar exético,incertidumbre, reuniones, ‘promesas, una nueva confirmacién dela sede. ‘Los militares recibieron y continuaron con una que pasé por siete presidencias anteriores, de Arturo I i Perén, Todas las que estuvieron desde 1970 en adelante declararon ‘l tema como prioritario, Casi nada se hizo hasta fines de 1975. Y muy poco estaba hecho a fines de marzo del 76. El BAM 78 tomé a ‘su cargo la organizacién, dejando la ABA en un lugar meramente protocolar, y en tiempo récord puso en marcha y terminé las obras mis importantes. Sa capacidad logistica, debe ser dicho, fue excelen- te, Cuando muchos observadores extranjeros estaban preocupados ‘porlos tiempos escasos, los argentinos sorprendieron y culminaron todos los estadios, el centro de televisiéa color y mejoraron las tele- comunieaciones. El costo de estas obras urgidas fue demencialmente alto, Se gastaron alrededor de 700 millones de délares de la época. Solo para tener una referencia: cuatro atios después, Espafiasiendo anfitrién de 24 equipos (ocho mas que en el 78) y con 17 estadios en 14 ciudades (olo construyé uno nuevo pero los otros 16 tuvieron importantes remodclaciones) gasté 150 diferencia de dinero utilizado'y que nunca haya habido r cuentas de los gastos del EAM 78 hablan de las irregularidades en todo el trabajo de organizacién ¢ infraestructura. El Mundial era un innegable anhelo popular que concretaron los itares. Afirmacién incdmoda pero cierta. Lo que los motivé no fue eumplir un deseo postergado a la poblacién. Los comandantes y el resto de los funcionarios de primera inea respondian que orga nizar el Mundial era “una decision politica”. La apuesca inicial del Proceso estaba centrada en una impecable organizac "7 sdanos. Proyectar una buena imagen fan las machacantes campatias piblicas siados esperanzas en el éxito deportivo. Por eso desde los de la prensa y las declaraciones de ceremonia inaugural. Los antecedentes argentinos en los mundie Jes anteriores no aliment avanzande, los triunf més populosas, los militares ampliaron su ambicién y vieron como posible y deseable que Argentina fuera camped del mundo. Los mismos que pusieron toda su encrgia en tratar de aprovechar politicamente el Mundial fueron Jos que dos décadas antes habian criticado el uso que el peronismo habia hecho de los primeros Jue- gos Panamericanos o que intentaron empafar las trayeczorias de glorias olimpicas de la talla de Pascual Pérez o Delfo Cabrera. El manejo demagégico del deporte, a priori, era algo que los mi deseaban evitar. No solo es0, en real i ue pudiera asociarlos al peronismo, Gorilas por definicién, orgu- llosamence gorilas, imera posibilidad —la gran oportuni- dad— destinaron todos los recursos y energias ent la organizaci6n del torneo, remedando y hasta superando las précticas que criticaban, Esa voluntad por alejarse del gobierno que habjan derrocado in- clafa una aversi6n a la tun ambiente represivo, que vivia en perpetuo estado de sitio, as manifestaciones no tenfan luger, Solo se juntaba mucha gente en espectéculos deportivos o musicales y con un gran control policial. Los festejoseallejeros después de cada partido argentino sorprendieroa. Fueron un efecto ng calevlado que habrfa causado pavor si hubiera entrado en las prevenciones de Jos militares. El efecto de esas manifestaciones esponténeas se fue icando, Aun en la derrota con Italia la gente salié a las calles. Luego del partido con Peri y de la final, enre el sesenta y el setenta por ciento de la poblacién salié a celebrar. Las manifestaciones més snumerosas de la historia. Fse fenémeno no se dio éclo en la capital, en la que las foros del Obelisco desbordado ilustraban y cont ban, En cada ciudad y en cada pueblo de la Argentina la gente seli6 2 las calles en esa proporcidn. En el sur del puts, ls plazas se po- blaron pese a los ms de diex grados bajo cero de ese junio helado. Alganos han contado que luego de haber estado meses sin pisar las calles, escondidos, por el temor a ser secuestrados por algiin grupo de tareas, salieron por primera ver Ja noche de los festejos del 6 a0 frente a Pers. ELProceso hasta junio del 78 era un régimen totalitario, represivo, {que habia llevado adelante una matanza clandestina y que gobernaba # masas silenciosas, El Mundial produjo un quiebre, Un elemento iis se agreg6 y yamno salié del ment de la dictadura hasta después dela derrota bélica. Se podria afirmar que se trat6 del primer hecho fascista del Proceso: masas enfervorizadas en las calles y propagan- da politica, Esto podria ponerse en tela de juicio al sostener, con fandamento, que esas manifestaciones no expresaban una explicita adbesién al gobierno, sino que eran meras demostraciones festivas furbolisticas, Los elementos que terminan de configurar el hecho fascista son varios pero resaltan p ente tres: el intento de aprovechamiento de la aparicién de las masas movilizadas por el fétbol, el unanimismo y el nacionalismo rampante. ‘Por un lado, el ambience de agobio y encierro que se vivia antes de junio del 78 contrasta con las celebraciones makitudinari tun clima fraternal, Soa varios los que sostienen que se traté de una brisa de aire fresco y libertad entre tanto agobio. Por el oto, el con- senso zbsoluto, el unanimismo, la necesidad del pensamiento tinico, ten el que los pocos que se animaban a expresar sus disidencias, las fescasas personas que no compartien el entusiasmo, eran denostadas Hous ex patlus. Es sencillo compreader por qué el Mundial, el que machos sindican, como el mejor momento de la dictadura, fue el peor para los que esta- ban suftiendo, Fue el momenta en el que las esperanzas flaquearon. EL ‘empo pasaba, las ilusiones por encontrar vivos alos seres queridos se disipaban lenta y dolorosamente, la falta de noticias el silencio ofi- cial laceraba, las mases salfan « la calle, el gobierno recibfa epoyos cexplicitos y ticitos y se envalentonab. Las pocas que se animaban a expresar so dolore indigaaci6n y a reclamar porlaaparici6n de los des- sparecidos, eran repudiadas por los cudadanos y tildadas como “locas”, El ftbol argentino no vivia a mediados dela dévada de1970 surocjor época. Los torneos eran dispararados. La sitvacién econémica de los lobes y dela AFA era paupérrima (solo un ejemplo: en el 77 Menotti vigj6 a Europa para ver/espiar partidos de las eiminatorias al Mundial yy debi pagar todos los gastos porque la AFA no teni entos ‘élaces para adelantarle) le concurrencia alos estadios habia disminssido y cada ver que uoa crisis ecoiémica azotaba el pais, los mejores expo- nentes de una generaciéa de jugadores partian al exterior; la iltima fue amediados del 76 Brindisi, Alonso, Kempes, Ortiz, Score, Trobbiani, ‘entre otros), Sin embargo, el River de Labruna llenaba estadios, igual queel Boca de Lorenzo o que cualquier gran. nda o el de Rosario. En diciembre de 1976 se dispa todala historia de nuestro fitbol profesional entre River y Boca. Cien, mil espectadores, Lo mismo ark se llenaba y albergaba casi q los conjuntos sinfénicas que wav Crucis; con las formaciones qu de Hacer Péjaros, PorSuiGieco 0 centlos cines a pesar de la censura saliendo, festejando cumpleai endo sus tristezas, yendo a trax bajar, disfrotando a sus hijos en actos escolzres, iniciando romances 0 rompiendo parejes. Habia una vida cotidiana. Esa dimensi6n es la que muchas veces se olvida, no se'tiene en cuenta. No todo se detuvo. Sehasostenido: “Mientras e gritaban los goles en el Monumental, a menos de quinientos metros de af se torturaba gente”. Si desea ‘mos ser estrictamente precisos, y algo cinicos, podrismes afirmar, con Ja misma dosis de verdad que la frase anterior, que los goles se grliaban en el esiadto y en la ESMA. Eatender esa comp! tan solo admitie torneo: su eslogan principal fue “Argentina campeda, redén”. O Hebe de Hitherto detiala la cocina, el marido gritaba los goles en el living. El poder de futbol. No por los mismos motivos, pero (casi) todos apyaban el campeo- nato y anhelaban que Ia Seleccién triunfara. Eliminar esta realidad de los andlisisimpide ver el cuadro de situacién de manera completa. Si, como todo el tiempo repetian sus jerarcas, el Proceso decidié organizar el torneo para mejorar o carabiar la imagen del pais en el exterior (para ser estrictos: de su gobierno), ef Mundial termind siendo un fracaso colosal para ellos porque todo el mundo —literalmente— comenz6 a prestar atencién ala Argentina. ¥ los erimenes de Estado, hhasta ese momento ignorados por muchos, encontraron en el Mundial Jamas enorme e inesperada propaladora. El Mundial, en vez de tapar Tos rimenes tal com se sostene, amplific6 ls denuncas por as vio- laciones a los derechos humanos. No! como una gran costina de humo sino como vidriera de atrocidades. Las Madres de Plaza de jueves ~Ia primera, jaugural, en Ja ciudad desierta—, que su lucha fuera conocida en el exterior gracias a las notas de los periodistas europeos. ningiin equipo dejara de participar en el eampeonato. Pero est lejos de falar. Difundieron de manera eficaz, y con progresié argentino entodocl mundo, Los militares denunciaron que la subversi6n interna fa desatado una campaiia propagandistica contra el pais. Se la llamé campatfia antiargenti dimulo de denuncias por violaciones a los derechos humanos que recibia el gobierno ante organismos internacionales, otros Estados y asociaciones de dere- ches kumanos. El de la “campafia antiargentina” era un concepto que estaba dando vueleas hacia afios. Los gobiernos peronistes (y tambiéa los anteriores gobiernos militares de Ongania y Lamusse) io utilizaron con frecuencia aplicedo a variadas situaciones. El Mundial sirvié como excusa perfects. Los militares tomaron ese concepto que estaba en el aire y lo exacerbaron y lo explotaron al maximo. Instala- ron la contracampafia, Eso que estaba en el imaginario argentino, lo sistematizaron y le sacaron provecho ea beneficio propio, No debe dejarse de tener en cuenta que sia contracampafia prospers tan ré- pidamente y obtuvo tanto ec zo fue solo eulpa (0 mérito) del periodismo sino de una predisposicién al vietimismo cultural e gris, sombria, Un paisaje de necesasio esquivar bombas y balaceras ‘és positiva y elocuente que la esperada. Pero la difusién de los nes de Estado ya estaba lanzada gracias al efecto propagador del fitbol. Lo que el fitool toca, para bien o pare mal, sale de las sombras y adquiere visibilidad, relevancia y difusi Una ueronia: pudo ser un Mundial distinto. Se pudo habe gado en democraciz, con veinte equip nen 1975 se revi esa decision y se volvi6 al formato de dieciséis), con miisica oficial an compuesta por Astor Piazzolla, con estadios disedados por Mario Roberto Alvarez, con el logo y la sefialética creada por Ronald Sha- espear'. Sin embargo, la inestabilided politica hizo que los aportes de estos creadores quedaran relegados, Con cada cambio de gobier- no, el Mundial cambiaba su fisonomis. Cuanto més cerea se estaba dela fecha, mas se empobrecia y las decisiones eran ganades por la coyuntura o los arbitrios del poderoso de wurno. Muchos de los personajes involucrados en esta historia parecen obra de un guionista perezoso, Unidim cxeados a trazo grueso. Personas que de fundidad, un espesor, pero que al acercarse y escrutarlas der tran ser muy bisicas y predlecibles. Manejaban una retdrica mi alambiceds, algo ridicula, extremadamente formal, latose, Lacoste. mandamés del Mundial, seria el ionales, caricaturescos, jos parecen tener pro- an Ja organizacién de un evento de esta magnitud ara mostrar su pais, su obra. ‘Todos intentan usufructuarlo, E: es inherente a cade Mundial, a cada Juego Olimpii del Mundial, ese conjuro que se despliega cada cuatro afos, es po- derosfsima y no es el fruto de la construcci6n de ningtin gobierno. Quienes no se sienten atraidos por el deporte, en ese mes sucuamben al magnetismo de la pelora, E178, entre ottas cosas, fue el primer is dela mujer alfixbol. * istas sostienen que el fitbol es uno de los rasgos titarios de los argentinos. Es muy posible que lo sea. Pero aun si ese no fuera el caso, se debe reconocer que es un hecho social de relevancia en nuestra sociedad. Ese es un presupuesto basico que no parece admitir demasiada prueba en contrario, Como sostienen Daniel Sazbén y Lia Ferrero, “el fixbol como hecho social iene c&- tices propias aun en el marco de una dictadura tan terrible”. Asi,al reconocer su importancia 50 advierte que el { Bn 1972 3 Pazzolla se le hizo-una propuests pero munca se formalizé, Shakespear diseié el primes logo del campeonato y Matio Roberto Alvrer ene ‘abezé le comisén de estas de un dels prmteroscomittsorgasizadares mado complejo, compuesto por varios factores que tras una mirada profunida se sesisten a la reduccién a un solo patr6n, ; El fitbol es una pasién genuina, misteriosa, multitudinaria. ¥ es también —-cdmo negarlo— un gran enmascarador, Tiene capacidad pata suspender el tiempo, para cambiar la realidad, para provocar ‘amnesia transitoria, para alterar humores, para hacernos felices, para ‘os ena tristeza. Al menos por un rato. Para hacer creer en la én, Genera esperanza y alienacidn. Menospreciar su impacto esun ecror. “Acaso la mejor prueba del poder del fitbol sea que, pese a los re- jterados intentos, los militares salo pudieron reproducir (y superar) 1s de nacionalismo, movilizacién, euforia y monopolio del uuna guerra. Y en medio de Ja guerra, una de las pocas cosas que siguieron sin modificacién alguna fue el fatbol local continué y la Seleccién disputs el Mundial de Espafia, gar que tiene en las sociedades se agranda y toma mayor presencia cuando el nacionalismo hace su entrada. Esa mezcla de Fitboly nacionalismo, ese cdctel explosivo, provoca efectos imprevi- siblesy no siempre deseables. Cada Mundial es un circo nacionalista, tun carnaval de chauvinismo. Cada cuatro affos la locura se renueva, ol kustue navivnal 68 pone on juege ¥ las paises se Rar noventa minutos cada vez que sv Seleccién entra alla cancha. En la fecha final de las climinatorias para Rusia 2018 hubo variadas mues- tras de esa conjuncién de deseo, irracionalidad y pasién, Se escuchd Hora (sin control, olvidando todo rigor profesional) a relacores de los pafses més diversos, y la gran mayoria escuché sin comprender 1 idioma pero entendiendo a la perfeccién lo que sentfan mientras relataban el gol que lasificaba asu equipo para el Mundial. En pocas horas de diferencia panamefios, argentinos, peruanos, islandeses 0 portugueses se estremecieron y dejaron caer ldgrimas de emocién y Slegria por sus equipos, mientras a chilenos, sirios u holandeses la congoja los enmudezi6. EL fitbol, en especial en estas latitudes, desquicia todo lo que toca. Enun pais desquiciado, en un tiempo mas desquiciado todavia, legs el ‘Mundial. La ecuaci6a solo podia tener un resultado: desquicioal eubo. Cada instancia del Mundial o cualquier factor que lo borded fue terreno propicio paca la magnificacién. Fue el reino de la hipérbo- Ie, Todo era “enorme”, “perfecto”, “inigualable”, “munca visto”, “Io mejor del mundo”, La mejor fieste inaugural de a historia, el césped nds verde, iluminacién incomparable, el mejor piiblico del mundo. El complejo de inferioridad disfrazado de superioridad. Sobre un importante aspecto del Mundial casi no se ha escrito. ‘De manera amativa, la primera Seleccién campeons del mundo no mereci6 ningun estudio profundo. Nuaca se conté la historia de ese equipo. Hl ciclo de Menocti no tiene quién lo escriba, El aspecto ico del Mundial se fagocitd a esos hombres y a ese plan que ppergelé el técnico en 1974 y que sostuvo laboriosamente hasta la final con Holanda. En alguna oportunidad Norbert Elias deseribié de este modo alos alemanes de entreguerras: “A la sombra de un pasado presti- gioso con un sentimiento dé su propio valor que nadie en el mundo parece querer reconocer”. i a argentinos (cuando se trata de primeros suelen contener alos segundos) convivian extrafio comp! L morales. ‘Menotti no crefa en el pensamiento magic6. Con un discurso quere- smitiaa la tradicin del ftbol argentino, que hacfa base en ese concepto tansagrado como indefinible, que era “La Nuestra’, el estilo histérico, algo etéreo, que habia conocido su esplendor en ladécada del cuarenta, conese discurso que aludia ala tradicién, puso en marcha un plan mo- derno einédito, Se suele reconocer que Menotti configur6 la Selecei6n ‘Nacional moderna. Fue el primero en dejar sentada so imporcancia, fen crear una estructura. Sin embargo, poco se recuerda lo que tuvo que luchar para que asi fuera. Las discusiones, as deserciones de los jugadores, el éxodo de varios cracks, las presiones de los grandes, las amenazas de renuncias. ¥ los medios de comunicacién y los directores téenicos que intentaron moverle el piso ao largo de los cuatro afi. El trabajo de Menotti tiene un mérito extra. Cie esa estructu- ra de la nada, sin modelos demasiado nitidos que emular y sin ua apoyo irrestricto. Debié luchar por cada conquista organizativa, ser imaginativo, tomar ideas de diversas fuentes y adaptarlas al complicado medio local. En un pais convulsionado, sin tradici enestructuras duraderas, con vaivenes xiticas dela prensa y del piblico, co —a pesar de la extrafa y larga conviccién popular de que éramos Jos mejores del mundo— y que cargaba con el peso —y laventaja— de ser local. Menotti debié atacar varios frentes simultaneos. Y los sorted con éxito: crear los espacios, generar un calendario, amar sun equipo, dasle zoce “onal, preparas fisicamente a los ju~ gadores ~reducir la hist6rica brecha fisica con los europeos— ¥ fortalecerlo animicamente para sobrellevar las presiones. La propuesta de ua ftbol litico gener aparecié en el campo de juego. Enel Mundi. vertiginoso, escasamente menottista. Pero siempre noble, y con una bisqueda abieria del gol. El plantel estaba repleto de cracks. Al menos sietede esos jugadores merecen esacalificaci6n: Fillo, Passarella, Kem- pes, Alonso, Houseman, Bertani y Ortiz (en el plantel del 86 no habia Tantos fuera deserie y los que lo eran, como Borghi y Bochini,jagaron ‘poco; claro que estaba Maradona). Y de jugadores estraordinarios como Valencia, Olguin, Luque, Ardiles, Gallego, Tarantini y varios més. Se ha olvidado que el camino previo de este equipo no fue sereno, En muchos amistosos el equipo fue despedido con abucheos. En la Serie Internacional del 77 clave para configurar el modelo competi- tivo del equipo) varios referentes fueron silbados por todo el estadio mientras la voz del estadio daba a conocer Ia formacién del equipo. Cada triunfo no aleanzaba en s{ mismo. Era un paso preparatorio para llegara la gran cita, Pero cada derrota era un enorme retroceso. Casi como en el boxeo de los eineuenta: no bastaba con ganar, habia {que lucirse. Muchas veces las criticas arreciarom a pesar de triunfar (cal menos deno perder). Cada derrota hacia peligrar la continuidad de Menotti, Cada derrota conseguia que desde las tapas de diarios ¥ revistas se propusieran jugadores que no estaban en el plantel Los ramores corrfan a gran velocidad. Los posibles sucesores seaci- calaban para la foto. Los distintos medios reflejaban los diferentes ~ intereses politicos y gustos futbolisticos. Era otro tiempo. Los jugadores del exterior casino eran conside- rados. La repatriacién generaba resquemores y desconfianza. Para evitar es0, Menott esta fa de intransferibles —tomando elmodelo de Brasil, quelleg6 a tener 72 jugadores imposibilitados de ser transferidos al exterior—, medida que hoy serfa imposible siquie- rade pensar, no solo por cémo se modificé el mercado futbolistieo, sino porque conculcarfa todos los derechos laborales posibles. Los jugadores de ese plantel —la mayorfa junto con los campeo- nes juveniles del 79 conformaron la Seleccién hasta 1982— fueron los primeros que dieron cuerpo a una categor‘a que hoy es usual: el jugador de Seleccién. Uns categoria también creada por Menoiti con. sis exigencias de competencia permanente, con su bésqueda de je- rarguia y el mantener alo largo del tiempo alos mismos convocados. 6 Ante el cambio de centuria, el diario La Nacién reali26 una gran enouesta entre deportistas y especialistas para determiner cules habjan sido los tres deportistas argentinos mds destacados det siglo xxy cuales los tres hechos deportivos més relevai f puesto, con comodidad, de faitbol de 1978, Literaln seguramente no estaria ni siquiera en el podio. Ha caido en el des- crédito. La gran sombrade a clcraluea ap li loge bole Enel medio, el partido frente a Per, las sospechas, las denu Los jugadores no consiguieron el prestigio y el reconocimiento que supusieron. Tavieron que soportat, todos estos aos, a falta de reconocimiento, el agravio, las jones, el queda vn consuelo nada menor: si hubieran perdido, sido mucho peor para e i con sv alto perf tas con el bilardismo —un enemigo posterior al Mas piniones contundentes fre quien siempre estuvo en la pritners inea de combate, reclamando reconocimiento para si Tal vez la incomodidad que genera la figura de Menor desu propio accionar, De su discurso art €lse esperaban més cosas durante la di “ aa raiz desu de rado comunismo y de su capacidad intelectual. Ocupé un lugar central, privilegiado, usufractud fama y notoriedad. Entonces, en las malss, cuando cambiaron los humores sociales, el sentido comin de la época indicd que era quien debia pagar las culpas dar mayores explicaciones. Sin embargo, su capacidad y su co- cimiento furbolistico nunca fueron puestos en ducla. Muchos periodistas que militaron su causa futbolistica, que fueron abier- tamente menottistas, se alejaron de él luego del 78,'Tal vez fuera porque, como decia Elias Canetti, “el que ito ya solo es- cucha ovaciones, para lo demds es sordo”, Menotti encierra varias paradojas. Nombrado en democracia, qued6 consignado como el ‘director téenico del Proceso”. En un pafs clausurado, en el que dominaban la represi6n y la censura, él trabajé con libertad. Sin embargo, es d neontrar declaraciones suyas.de la época de la dictadura, sobre todo en los primeros aos, que impliquen un aval al régimen. Se podria afirmar algo més, Siendo un personaje de altisima exposiciGn, dejaba filtrar algunas verdades incémodas. Los principales postulados sobre el Mundial 78 estan fosili zados. Cada vez que algii jectual, periodista o politico s¢ refieve al tema, lo hace con alguna de as frases que integran el at nla dis- lindado catélogo de lugares comunes con que se habla e oaeisn ables del eampeonsto andlisis son impermeables a os de vista, a evidencia novedosa.y olvidada. Fs labor dor afrontar su tema con sinceridad, con paren y sin py fink 10 tants iferentes pero no tanto. aS a cenarléns eos y teasadar ls visionesactules i jas son las que alteran ¢ “woado. sas pequefias diferencias son las que in lee que permaten comprender algunas situaciones, ara entender lo que scedié, hay que evitar los anacronis- *s analogias {éciles: suelen tranquilizar pero pocas veces la verdad sobre el pasado. sindil lis los indible rescatar, encontrar las voces disonantes, momentos 4 i desapariciones y “dolor. Pero no se puede reducir todo a eso. El clima general era otto. ‘No seria concordante con lo que sucedié. Ni tampoco con la natu- zaleza del féitbol, que es popular, impactante, seductor, € jen es un de sei Ge Is inesperado. Si bien es un lugar comin, no deja puede suceder ene fitbol. Cinco centimetros, a veces menos, hacen iferencia. Escril i lo digan a Rensen- Ta diferencia. Escriben la historia. Y si no, que se lo dig brink, el protagonista del contrafictico de avestra historia moderns. La gran nezonia argentina: gqué habria pasado si ese ‘iltima pelote ‘bubiera entrado?* Procuré ir tras testimonios, articulos y documentos que amplia- ue ayudaran a entender més sobre la cuestién, No cal n oaes e Nc Slemencarias, contradictorias, adversas. También las que ‘titubean, las que dudan, Una aclaracién metodolbgia: a veces el tono de exes ‘voces no es demasiado diferente entre si por exigencia de la claridas en la transcripcién se empatan los registros. Lo que subsiste son {os diferentes discursos, los conceptos divergentes, Jas experiencias on ionuneycompieaqu la eperaa, "Renguea respuesta tl vee scr menos emorionans comple Pocbleente nada cambiado ena sitaacin policy soc. Los resuados {porivon sean ol amor toi selon iempo breve Este trabajo no tiene la pretensién —o la aitivo. Es una pesquisa que intenta plantear cudl es el estado de situacién en Ja actual le explorar nuevos cai discusiones. Pretende abrir la conversacién, favorecer a la com- preasién de una época, Sea escrito poco sobre el Mua tegoria editorial han sido la-mas prol en las dltimas dos décadas, Hlistorias oficiales y revisionistas sobre cada aspecto, suceso y personaje de esa época. Pero el Mundial 78 qued6 misteriosamente relegado. Como contracara, lo poco que se publicé sobre el tema es muy interesante, El terror y la gloria, de Vitagliano-Gilbere; La vergiienza de todos, de Pablo Llonto; Fui- ‘mos campeones, de Ricardo Gotta; un volumen de la coleccién que lavisiva Ya fui testige: los articuloe que fus iendo Pablo Alabarces desde Fthol y Patria ca adelante y las investigaciones de Ezequiel Fernandez Moores desde hace mas de treinta y cinco afios, el primero que im comparten una virvud: la nobl lugares diferentes y analizan distintos matices del Mundial. Este li- bro, con gratitud hacia esas investigaciones que se animaron a pensar ‘con honestidad y sin preconcepto: a también con elios,a veces asintiendo y otras contradiciendo lo escrito all Los afios setenta como ca- dentro de la no-ficcién El Mundial como estigma. Como lo disfrutamos tanto, como se festej6 de una manera desmesurada, ahora lo criticamos con fu- ria, denostamos a los que participaroa, negamos haber festejado. El Mundial como aberraci6n. Nuestra sociedad no sabe de términos ios le ganam ala verdad del Proceso, y bajo ese cambio, creen que fue el tinico serregno de veinticinco dias, en ocho afios —del 74 al 82— de dolor, sangre, oscuridad y muerte. E] Mundial pas6 de ser considerado la cumabre de nuestra his- a futbolistica a ser uno de los eventos infamantes de nuestra historia contemporanes. El recuerdo esti mediado no solo por la distancia sino por la mirada que el preseate tiene sobre los setenta. El vema genera incomodidad en sus protagonistas y testigos (gel publico fue protagonista de esta historia o mero testigo?). Al ser consultados, lo primero que surge es el aspecto politico, posicio- narse frente a la dictadura. Excusarse, el “yo no sabia nada”. Lue- £0, lo demas. El otro movimiento frecuente es que el entrevistado ‘tergiverse su propia actuaciéa en ese tiempo, para mostrarse como ‘un resisiente, como alguien que se opuso ala dictadura con callada persistencia, Forzarun herofsmo inexistente, gencrado resrospecti- vamente, Hay varios los que lo geafican: a reciente y absurda historia del mozo que supuestamente “escondi6” un mensaje en Ia pintura de la base de los postes, Tarantini saludando a Videla ex el vestuario o la enorme fad que existe en encontrar 2 alguien que reconozca que salié a la calle a festejar los triunfos.. juillermo "Donnell entrevist6 a varias personas en 1978. Luego s en 1984, Las mismas personas, seis afios mas tarde, dieron respuestas totalmente diferentes: “Hemos reescrito Da mucha culpa la manera en que se | Tres décadas después, esa operacién de reinvenci6n del pasado se mu! Bn losiiltimos tiempos, cuando algéin tema incomods, sediee que ino se concluye la discusi6n, no hay ar- gumentacion. P: re, cuando se quiere sentar posicién (en Tadiscusi6n pablica) se simplifican las cuestiones, aun a riesgo dexe- signar verdad histécica. A aquellos temas que se desean usufractuar se les retacean los detalles inemodos, los hechos contradictorios, Se suelen mezelar los hechos del 78 con otros ocurridos en los aiios posteriores, en especial en 1979 (Ernestina Herrera de Noble enel palco del partido contra Resto del Mundo, Grondona, “Los ar- gentinos somos derechos y humanos®, la burda manipulacién de los festejos del Mundial Juvenil pare opacarla larga fila de denunciantes ante la CIDH). Pero la situacién, a pesar de haber transcurrido solo ‘un afio, es muy diferente. El Mundial 78 produjo ese momento, el féthol era mirado con recelo. No era pres taba relegado a las paginas de deportes. El fenémeno del 78 0¢: que muchos percibieran el poder que t para transmitir un menss ‘embargo, la gran diferencia es queen ningin otro caso se log smo efecto dado que une expl de esa navuraleza es imposible de reproducirartificialmente, Emparentar al Mu otros componentes, podri colateral. Hay quienes sos tos pedagdgicos, que imp’ que no i6 como aprendizaje. Cada uno que tuvo que utilizar un hecho deportivo en su beneficio en las décadas siguientes, lo hizo sin po- nerse colorado y destinando ingeates fondes piblicos al efecto. Los gobiecnos que vinieron después ao dudaron e tbo! para sus fines propagandisticos (Ia excepcién seria Alfonsin y su elegante conducta en los festejos del Mandial 86). Atin est por Yerseque bencficios consigue un gobierno con este tipo de condusctas solo con e! Proveso, extirpandole sus haber 1 ; insuficiente analizar alguna de las facetas de esos dias de junio prescindiendo de las demas. Conforman un entramado, Las incidencias futboli los perseguidos, el fenémeno s eruzan permanentemente. En ese juego de ec cias y de contradicciones, de alogrias y de ana y excepcionalidad —todo esto podia darse simultineamente— esta a verdadera naturaleza del Mundial, ae Los vaivenes de la organizacién 2. Los fracasos para obtener la sede «Podemos hacer’el Mundial mafiana mismo si es preciso. Lo tenemos todo» a una postergaciOn de cuatro décadas, Desde la promesa incumplida de Jules Rimet que se Hev6 a su pais el del afio 38 hasta Jas decrotas en votaciones mano a mano contra Chile y México por Jos Mundiales 62 y 70, pasando por la frastracién del Mundial 42, 108 aseguran que la Segunda Guesra Mundial nos privé de organizar, y por el enfado de Perén por no conseguir el primer ‘Mundial de posguerra. Sobre todas las ocasiones en que Argeatina pretendi6 ser sede se teieron versiones legendarias, excusas insélitas y relatos que poco tuvieron que ver con lo sucedido en realidad. Exist un pact no eri etre Barop y las ederaiones més i es de Sudameécica que establecia la alteruanci ‘embargo, la edad avanzada de Jules Rimet y ls presignes franceses he g0 del Mundial del 34 realizado en ‘earopeos, Ar en Italia 34. mente, Mas embargo, Azgentina envié un eq 4 de los problemas internos que tomada por la presida de Jules Rimet, quien les comui tes argentinos que su pais debia pacticipar del segundo Main dial si deseaba organizar el tercero. Pero la participacién de nada f les sirvié. Rimet se Ilevé el Mundial 38 a su pafs en. nombre de una rensién de] ambiente en efervescencia de guerra. Sergio Levinsky: El 15 de agosto de 1936, afio en el que comenz6 la Guerra Civil en Espatia, coincidiendo con los Juegos Olimapicos de Berlin, en pleno ascenso del nazismo, se realiz6 el Congreso de la FIFA para determinar Is sede mundialista de 1938 fe tanta potenciaen cuanto dirigencia deportiva que. ‘te de la Confederacién Sudamericana de Salesi, Pero ademés el argumento era deport limpico y mundial. Sumado a eso la delegacién de Ia AFA exgrimafa don ticito acuerdo de lternancia con los europeos. Ladelegacién fran- esa, compucsta por diplométicos, expuso la necesidad de un gran tomes departivo en el centro de Europa que superaraa los Juegos de Berlin y que fuera expresién del mundo libre. Argentina, con una de- Iegacion de dicigentes provenientes del firbol, se uedé con argumen- 108 de escasa justificacion y finalizé derrotada en la yotaciéu: 18-4. snuncias de un cor ¥¥ como corolario, la negativa a participar en el vorneo que no se pudo organizas. Ast, Argentina, que habia enviado un equipo amateur al Mundial 34, no particip6 en los res siguientes: Francia 38, Brasil 50 y Suiza 54. Tampoco lo hizo en los Juegos Olimpicos de posguerra ni en los Sudamericanos del 49 y 53. ‘Valentin Suérez: Yo era el presidentede la APA..No fuimos al Mundial ‘S0por diversas causas. Por un lado, habia tirantez con a Confederacién, Brasiledia de Deportes Por otro, pesaba la ausencia de os jugadores que se babjan ido tras la huelga del 48, Fue un éxodo de 105 futbolistas. Y mezclados con todo esto estaban los factores politicos. E ‘nacional no querfa que Argentina compitiera en esas condiciones. sa falta de competencia, ese aislacionismo tendria un desenlace, twigico desde el punto de vista futbolistico, eon Ia cafla por 6 a1 frente a Checoslovaquia en Suecia 58. Un pequeiio devalle para to mar magnitud del desfasaje que vivia el fitbol argentino. Dentro del posible equipo que bubiera viajado al Mundial de Francia en el 38, fe supone que habrian estado muchos de los campeones del Torneo Sudamericano del afio anterior, entre ellos Angel Labruna, un j y letal goleador. Labruna tuvo su revancha mundial tos después, con treinta y nueveafios de edad. Asflefuea Argentina, Brasil se qued6 con el Mundial del 50. Argentina habia mostrado intenciones de organizarlo pero nunca present6 candidatura [Ese mismo afio se determiné la sede para el Mundial siguiente. Como le correspondia a Europa, la designada fue Suiza. En 1956, en Lis- boa, se confirmé que Suecia seria el siguiente anfitsién. Nuestro pais, que no participaba de torneos internacionales hacfa aiios, no truvo chance de ser considerado, Lmego de dos torneos consecutivos cedidos a paises curopeos, el acuerdo al que se Ilegé fue que en 1962 el Mundial harfa pie en Sudamérica. Los dirigentes argentinos, pese fl tiempo que faleaba, se relamieron. Por fin habia Ilegado su carno. {Quiéa podria quitarles su oportunidad? Osvaldo Pepe: La improvisaci6n arge cxeyeron ganar solo con discurses floridos y pedantes. Prefirieron ‘otorgarle le sede a un pais en el que la televisi6n estaba en una etapa experimental antes quea Argentina, en la que el sistema ya tenia diez afios de antigiiedad, Sergio Levinsky: Argentisia se lanz6 2 organizarlo, pero tendxfa que lidiar con Chile que también se lo proponfa. Argentina parecta amplia favorita, en especial después de tres ocasiones anteriores en. lis que habia cetado cerca; pero el persisrent trabajar Ins dirigentes Juan Pinto Durin y Carlos Dieborn hizo que ganaran los trasan- Zinos. No habfan cafdo bien las palabras del entonces presidente dela AFA, Rat Calombo, que habian parecido soberbias. Las de Dittborn facfan referencia al fururo. “Podemos hacer el Mundial mafiana mismo sies preciso. Lo tenemos todo”, habia dicho Colom- bo. Ditthorn, por el contrario, dijo: “Porque nada tenemos, todo lo Pert, Venezuela y Ecuador. nos se movilizaron mucho mejor que Ar- reconocer que las cosas se hacian mal y que actuando de esa manera Jos resultados eran previsibles. Con mucha antelaci6a, ane la si- ida, Dante Panzeri volvié a poner un preaviso sobre ‘an empeiados en ereer que ganarfan | prestigio de un Fiithol —casi— ‘munca probado internacionalmente. Las sucesivas derrotas diplomé- ticas no corregian esa distorsi6n sobre eémo ramos vistos por los demés. Los traspiés no los hactan escarmentar. Los resultados adversos a Fie cambiar su estrategia para ganar votos en las asambleas deFIFA. Como no podia ser deorre modo, laobtencién dela sede para organizarllegé graciasa una nueva derrota en una voracién en la FIFA. En octubre de 1964, en el congreso de le FIFA calebrado en Tokio se decidié la sede del Mundial 70. Ya se habia establecido la alternancia entre Europa y América —Asia y Africa no eran considerados dentro de las opciones—, Argentina y México presentaron sus candidaturas. México triunfé holgadamente en la votacién por 56 votos a 32. Se es- tablets, también que el 78 de igentes argentino se just Teas pero que dejaban ver que n6mica argentina hacfan su parte. La FIFA | isano, enviado de la AFA al Congreso de FIFA en el que la sede del Mundial 70 (8/10/64): Los esfuerzos realizados por ls AFA para ser designada como organizadora del Mundial 70.20 diecon el resultado que se esperaba, porque en la decisién tuvieron justa prevalencia consideracioues extradeportivas. Miguel Colombo, presidente de la AFA (10/10/64):Se explotaron en. contra nuestra las luchas de Cérdoba ducante la visita del presiden- te De Gaulle, Los mexicanos, en los diarios que vi, titularon: “De Gaulle nos regalé la sede”. 10 Cafiedo, presidente del Comité Organizador de México 70: Debi librar una dura hucha con los dirigentes argentinos para con- seguir la sede para México 70. Argentina deseaba organizar su Mun- Y¥ nosotros debimos esforzarnos para inclinarla balanza. Recorsi 77 paises en tres aios. En algunos casos volv seis veces al misma hugar. Gastamos mucho dinero para imponer nuestra candidature, aR samen eaiueeneiatebeeeaiameneeadinaniniaeieaeedamineaeaines:. José Maria Mui se disputé en Cl (7780): Vimos cémo nos robabaa la copa n el 62, Esa era nuestra, Cuando se defi ‘ilkimo momento se dierox vuelta y votaron por México. Otra copa més perdida, 0s paises (a estas frustracio- Ja de los Juegos Olimpicos del id por un vato frente a Melbou ‘que se opusiera a Argentina. Las derrotes nacionales en las votacio- nes eran abrumadoras. Las excusas se repetian, 3, Las primeras ¢ ineficaces comisiones organizadoras «Argentina debe renunciar al Mundial 78» Bn el 35° Congreso FIFA, el 6'de de 1966, se asignaron las secles ub lus susiales ae eel hasta el a8 83, Buel ease del 78 x lacidn ya que habi conseguido la del 70. Solo quedaba en pie la propuesta de Argentina y se confirmé lo dicho dos aitos antes en Tokio. Sin embargo, la de in debio ser ratificada una ridicula cantidad de veces ao largo de los afios. Todos los gobiernos (demoeriticos y de facto) demos- en ser antitriones del campeonato, ‘Traza ones y casi no ejecutaron obra alguna, La la organizacién de Mundial 78 es también de la burocracia estatal argentina. Una sola cosa unié a cada una de esas administraciones: todas intentaron obtener rédito politico a través del Mundial, José Maria Mufioz (julio de 1990): Aqui siempre hay cosas para ha- iga: “Mutioz mos con quien fuera ucho tiempo. Los giros de la historia determinaron que nos pusiéramos a trabajar con Francisco Manrique, cuando era ministro de Accién snego, cuando el general Perén era presidente, Pedro El Vazquez, hombre de confianza, me asegur6 que el gobierno estaba interesado. En el 78 habia una administraci6n militar. E! Mundial lo hicimos con ellos y punto. 1966, la designacién pas6 algo inadvestida. Lo que tuvo reper cevsién fue la derrota en la votacién de 1964 frente a México. Feltaban doceafios para el78. Una eternidad. Recién luego de México 70se asu- smié como una realidad y se intent6 poner en marcha ls organizacién. Juan Martin Oneto Gaona, interventor de AFA (30/6/70): Acabo de llegar del Mundial de México y estoy preocupado, 1978 esta de- masiado cerca y ya deberfamos haber empezado a trabajar anteayer. No solo tendremos problemas de estadios. Hay muchos problemas por resolver, ¥ estamos muy lejos de eso. Boletin 190 de AFA, plan de tral (23/9/70): Antes del 31 de di- ciembre del 1970 deben cumplirse los siguientes pasos: eleccién de sedes y subsedes. La FIFA no decidié cudntos equipos participarén, Se estima que sern entre veinte y tceinta y dos; se establecen condi- clones generales que deben cumplirlos estadios; se llama a concurso para la idensificaci6n del eampeonato. Bases para la eleccidn del lo- ‘go-simbolo y frase alusiva. A pesar de las buenas intenciones, ninguno de esos tres puntos del plan de trabajo fue puesto en marcha. No se de trat era mucho més ambicioso tod Se habia desar tun organigrama exigente tom: Anteproyectos de los estadios. Adjudicaci6n de las obras. Tdentificacién del eampeonato, 1972-1974 Construccién de los estadios. Publicaciéa de boletines informativos mensuales. 1975: Plazo de reserva para terminar 1976-1977; Inauguracién y prueba de est: En octubre de 1970, El Grafico invit6 al pais a Guillermo Cae tenia por finalidad conciensizar al pablico y al gobierno nscional de la necesidad de empezar con las obras y de la importancia del campeonato. En pocos dias, Cafiedo se convirtié en una celebridad. Sus palabras ew enorme. Y en muchos casos tema del Mundial 78 se instalé por primera vez en la opinisn pi aoa R ALAC SiR ORC ucla su programa, el de mayor rating Mujioz, ademés de las nniltiples lirecto y sin corte a de prensa que brind6 el mexicano en wn hotel porteto. Fueron dos horas y media que trajeron polémi Guillermo Cafiedo (10/10/70): Ya se perdieron dos afios de trabajo. Deben entenderlo: detrds de un Mundial debe estar todo un pats tan estadios en condiciones, estacionamientos y lngares parala prensa. Ba enero de 1971 comenzaron a escucharse las primeras voces de alarma por la falta de planes concretos y aeciones para la organiza cién del torneo. No se habia planificado ninguna obra especifica, hhabia respousables, ni entes designados. Era habicual que la prensa comparara con México y Alemania que habian empezado a trabajar ocho afios antes de Ia cita. Suplemento Argentina 78 ya (16/2/71): :Dénde inauguraremos el Mundial 78? México inicié la construccién del Estadio Azteca en 1962, cuando todavia no habia sido designado para organizar su Mundial. Nosotros todavia no sabemos nada, ;Se acondicionaré el Monumental? Serd el de Racing? Podré ser el nuevo estadio que Boca levantard en su Cindad Deportiva para cien mil espectadores sentados y cuya inauguracion se artuncia para mayo del 75? Secons- truiré otro estadio? Son preguntas sin respuestss. Porque no hay decisién y nadie sabe nada. No hay organizaci6n. Con el fin de poner en marcha el plan anterior se nombré un comité organizador, una comisiéa que tendria como fin orquestar todo lo necesario para conseguir que el Mundial tomara forma. El doctor Oneto Gaona, interventor de la AFA y presidente del comi- 16, brindé una conferencia de prensa en la 6 oficialmente el Operativo Mundial 78. La FIFA celebré la noticia, Lo que n0 se sabfa en ese momento (pero se podia sospechar sin hacer gala de demasiada perspicacia) es que esta comisién serfs la primera de las innumerables que se nombrarian en los A raigatesafios. Comisiones que en le mayoria de los casos no teafan lugar fisico para reunirse, ito consiguieron poner en marcha ni unasola obra ni tomar ningu decisidn conducente, Naturalmente, la de cada una de alas seiba modifcandosegnel sign politico dl gobierno nacional le turna Comité Organi Oneto Gaona, presidente; Mania. Nod Yuste, director de promocién y coordinaci secretario gene Mario Roldén y Luis Rivas, se~ ccetarfa para Ja técnica d Luis Sobrino Aranda, responsa- ble subsedes; ‘y Horacio D’An; itorial” (12/71): Argent vuna organi ‘ea marcha. ¥ no estan ai siquiera n responsables. Argentina 78 perdis fuerza como inter plemente porque no existe el ente que coordine, que proyecte, que haga, Parece mentira. peo la AFA, decidié a fines de 1971 prestarle mayor atencién al Fétbol. Cambié (una vez més) al interventor: Rail D'Onofrio fue el designado. Asi, el 29 de febrero de 1972 se anunci6 un nuevo comi- té organizador, presidido en este caso por D’Onofrio, Duré poco. ‘Apenas més de un afio después, e] 12 de marzo de 1973, seintegrs un tercer comité cuya cabeza fue el escribano Mitjans. Todo un récord: twes comités organizadores (del mismd evento) en dos aios y medio, ElGréfico, “Editorial” (11/1/72) Todavia no hicimos nada del Mun- dial 78, Todavia seguimos sumidos en una inactividad que nos asusta. Ratil D’Onofrio, interventor de AFA (20/1/72): Me hice muy ami- go de Guillermo Cafiedo. Le pregunté qué era lo mas importante que habia hecho el gobierno mexicano para favorecer su Mundial. “Dejarme trabajar tranquilo ocho afios”, me contest6. Necesitamos continuidad y previsibilidad. En 1972, junto con el comité formado por D'Onofrio, se co ‘gui6 que el gobierno dictara algunas leyes que favorecieran Ja reali- Zacién del torneo. Ley 19.468, articulo 1 (1/2/72): Declarase de interés nacional la or- ganizacion y real el XI Campeonato Mundial de Futbol. El Gréfico, “Editorial” (8/2/72): La ley que todos esperébamos: la ¥ Solo Manta Benico Noel y Alfredo Cantilo llegaran a tener agin cargo ene ‘Mosndial 78. Noel integé todas las comisiones que se formaron a partir de ese momento, Su buena tescién con a FIFA fue fundamental pra su supervivencia, ‘Alfredo Cantilo fue el presidente dela APA duraate el Mundial ansiada ley que declare de incerés nacional al Mundial 78 ya fue pro- mulgada. Esta medida ha provocado un repercusién de op- is si el exterior. Martin frente alos representantes de FIFA para co’ sas— que se amplie a 24 el ntimero de pa acelerar los trabajos y elegir alos hombres -guir— entre otras co- ipantes. Ahora hay que 208. La conformacién de esta nueva comisi6n (la segunda) fue ce- Iebrada. Machos de sus intsgrantes gozaban de un gran prestigio ién Técnica Mundial 78 (febrero de 197; presidente; Martin Noel, vicepresidentes rio de organizacién deportiva; Enzo Ardis difusibn; Jorge de Lorenzo, secretario de sorero; Victor Barba, protesorero; Luis Conde, coordinador genet Larlos ‘taccht, asesor econdmico; Agricol de Biasicheili y Hora Bruzzone, asuntos legales; Santiago Saccol, secretario de comunica~ ‘ones; Jorge Gémez Lépez, secretario de relaciones internacionales, Mario Roberto Alvarez, seeretario de subsedes y estadios; Juan Tac- cone, secretario de turismo y hoteleria 1 enviado argentino, llevé Ia flamante ley que de- claraba el tornea de interés nacional y la conformacién dea nueva in. Demostraba, de esa manera, apoyo estatal y que por finse en marcha la organizaci6a. A los miembros de FIFA les pare- tema del cambio de sede. A pedido de idad de aumemtar la cantidad de equipos participantes a veinticuatro. Unos pocos meses después se confirmé que se aumentaria la cantidad de selecciones en et Mundi 78 pero solo en cuatro, FIFA anuneié que los equipos serfan veinte. ‘A su vez, con el impulso del ministro de Bienestar Social Francisco Manrique, se lanzé con un éxito y unas expectativas extraordinarias el Prode, el concurso de pronésticos deportivos. En la resol 41.357 del 28 de abril del 72, que determinaba cémo se distribuirfan los ingresos del Prode (que en esas primeras épocas fueron de gran imporcancia), se establecia que el 3% de todo lo ingresado debia des- tinarse a un fondo que financiaria las diferentes obras que el Mundial i i | | 4 i requiriera, Pasadlos los afios, ni un peso de ese dinero se aplicé al ‘Mundial. Todo este eatusiasmo inicial se fue diluyendo con cleridad. El Gréfico, “Editorial” (12/12/72): Argentina debe renunciar al Mundial 78: porque todavia la Comisién de AFA no tiene un or- sganigrama confirmado ni se encuentra en funcionamiento; porque al dia de hoy la Comisién no ha recibido importe alguno para ser invertido en Ja promocién o tareas del torneo. Lo realizado en es- tos dieciocho meses ha sido con fondos propios y exiguos; porque si bien todavia no se ha hablado de cifras para nuevos estadios o remodelaciones, se puede calcular que serdn muy operosos. ¥ las comisiones de Ias subsedes no concretaron ningiin plan financiero, en cambio han pedido ayudaa las autoridades nacionales, cosa que hha quedado totalmente indefinida; lo poco que se ha hecho ha sido movilizado por individualidades sin compafifa de los organismos gubernamentales competentes; porque los fondos del Prode son muy magros; porque de esos fondos del Prode no han girado ni un pesos porque no se ha hecho enlace con la FIFA; porque las se- cretarias de Turismo y Horeleria, Subsedes y Estadios, Relaciones Pablicas y Prensa no han realizado ninguna de las muchas visitas que deben realizar periddicamente a las subsedes; porque no hay legislacin acorde; porque la tesoreria de la Comisi6a no ba efec- tuado un plan de necesidades inmediatas y mediatas; porque la Comisién Nacional de apoyo no ha funcionado ni se ha acercado al Comité Bjecutivo de AFA; porque ha renunciado el jefe de prensa (Enzo Ardigé) y no se lo ha reemuplazado; porque los presidentes de los elubes no se ocupan. Esta es solo la triste realidad. Por esto decimos que debemos renunciar al Mundial 78, aunque esta afir- macién pretenda ser “luz. roja” y no una conclusién definitiva. Carlos Basurto, chiste (enero de 1973): Ocho dirigentes reunidos. En la pared, un cartel dice: Mundial 78. —Anote: Primera sesién “Organizacién del Mundial 78”. —Perdén, me olvidé e! lapiz. En es0s afios la APA estaba intervenida. La incervencién, que se extendié desde agosto del 66 hasta abril del 74, naci6 a través de ‘un deereto de Ongenia y se fue continuando con naturalidad. En esos afios pasaron nueve interventores, alguno de ellos de fugaz ac~ ci6n. Todos respondian al poder de turno. Luego de Oneto Gaona y D'Onofrio, le lleg6 el turno 2 Horacio Bruzzone, quien en los pocos meses que estuvo pretendié ordenar los mimeros de la AFA, postergando el tema del Mundial 78, No debe perderse de vista que, durante esos afios, el Mundial 78 no era el tnico tema de importancia, coa el que debian lidiar la ARA y sus dirigentes. !] Mundial se veia ain como muy Iejano en e! tiempo. Los inconvenientes econémicos del pais (y por ende, del fatbol), la cx6tica organizaciéa del torneo local y los malos resultados de la Seleecién Mayor (venfa de no cla- sificar # México 70) exan los obstéculos permanentes y cotidianos que debfan superar. En ese panorama no era ilégico que el tema de la organizacién del Mundial quedara siempce postergado. Otro siotivo insoslayable era la aula estabilidad de los dirigentes, Nadie podia asegurar que en unos meses seguiria estando en el cargo que ocupaba (ni en la dirigencia deportiva ni en el gobierno nacional), Entonees, dedicar ingresos y esfuerzos a un asunto improbable y futuro, en el que sin el menor Jugara dudas quien estaba asignando recursos al tema no los disfrutaria en el 78 en un cargo de poder, era pata espiritus supcriores, con cierto costado heroico. 4. Los gobiernos peronistas: 1973-1976 «Argentina sabe desde el 66 que organizaré el Mundial. ;Qué han hecho desde entonces?» Jin Hempas de gobierno peronista, la Subsecretaria de Deportes de- pent Bienestar Social, acargo de josé Lopez Rega. el Minister £122 de unio del 73, el coronel Jorge Osinde, subsecretario de Depor- tes, puso enfunciones alnterventor de AFA Baldomero Gigin. Osin~ de fue sindicado como uno de los méximos responsables dela Masacre de Eveiza, acaecida dos dias antes de intervencién dela AFA. Baldomero Gigén (23/6/73): Tengo como objetivo orientar Ia acti- ‘vided para lograrla clasificacién al Mundial 74 y preparar al pafs en ta organizacion del 78 . En 1973 Stanley Rous, presidente de fa FIFA, visité el pais. Re- cortid estadios y evalué las posibilidades argentinas para organizar el Mundial. Aunque la designacién como sede estuviera confirmada, ada contestacién era elusiva. No dio respuestas coneretas. Con ele- gganciay habilidad paravuna seca demagogia, las declaraciones de Rous fran meramente diplomdticas, Estaba en viaje proselitista procurando Surecleccidn eala FIBA. Nadie supo qué opinaba. A todos es qued6 la Tnisma sensaci6n que tenian antes de su arribo: por més declaraciones oficiales que hubiera, la candidatura argentina era algo todavia ines- table. Si no se comenzaban obras concretas, se podia perder la sede. El 12 de septiembre de 1973 se cre6 la una nueva comisi6a, en este caso bautizada ComisiGn Pro-Mundial. Ladi José Mitjans. el eseribano onsen nevinedarnn na ne PbS ere ten n Glanville, revista World Soccer (10/73): No se alcanza a ver atin cémo los argentinos piensan organizar el torneo en medio del ‘ca08 econémico, los secuestros y la actividad guersillera ‘Revista Las Bases (4/11/73): Glanville es sibdito de sus respetables aunque graciosas majes:ades, fiel ala iinea de distorsiones e inexac- titndes inaugurada por sus ancestros, poseedores de un inevitable y anacrénico espiritu colonialista. El Gréfico, “Editorial” (15/1/74): Estamos tan atrasados en la or- ganizacién de nuestro Mundial que ya hasta dudamos de que nos alcance el tiempo que nos queda para hacer las cosas con la dignidad que merece un acontecimiento tan importante para el pafs. No se ha hecho ni se hace nada. Baldomero Gigan se fue de la AFA envuelto en denuncias de corrupeién. Un llamado a interpelacidn al ministro del area, José Léper Rega, por parte de la Camara de Diputados, decreté su final, Fernando Mitjans fue nombrado nuevo interventor. Sus primeras medidas tuvieron como fin lograr la “normalizaci6n” (ese era el vér- ino que ese utilizaba} dela AFA. Ese proceso finalizé el 19 de abril del 74: el mismo Mitjans fue elegido presidente, el primero desde 1966. También se reforms el estatvte de la institucida, creando el Comité Ejecutivo y concentrando en el presidente un gran poder. Ariel Scher: Con la normalizacién, la AFA dejaba de depender del Ministerio de Bicnestar Social, ¢s decir, del area de accién de Lopez. Rega, y pasaba a manos de los clubes. La posibilidad de consecvar el control de la entidad requeria de la ubicacién en la cispide de un hombre afin, que fuera confiable 2 los ojos del ministro, y faculta- do legalmente para resolver poco menos que a su arbitrio. Con Ia modificacién estatutaria, Lopez Rega conseguia este objetivo y se aseguraba el control de la catidad. Fernando Mitjans (16/5/74): Si de alguien puedo expresar mi satis- faccién de cémo se me ha apoyado es precisamente de Lépez Rega, me siento muy apoyado. Aldo Cutrero, miembro de la Comision AFA Organizadora del Mundial (2/6/74): El Mundial tambalea. Su acepracién significa ha- cer El Chocén en un afio. En mayo del 74, la FIFA. envié telegramas 3 la ABA solicitando los nombres de los miembros de la comisién de apayo que concurrirén a ‘Alemania para aprender y ver el funcionamiento de un Mundial. La AFA no sespondi6 y no envié a nadie, Pero Mitjans (y el apoyo de Lopez Rega) duré poco. Una diferencia con Pedro Eladio Vizquez, secretario de Deportes y hombre de L.dpez Rega, respecto a la orga aizacién del Mundial 78, produjo wna crisis. EL de junio el Comicé “Ejecutivo que él habia conformaco meses atrs le pid Ia renuncia a Mi- tjans. Este, fagando hacia adelante despidié a todo el Comité Bjecutivo ¥ present un recurso de amparo ante la justcia para anulat los actos Gel érgano colegiado. Pero su suerte yaestabaechada, Debi6 renancia, Fernando Mitjans (20/6/74): Mi renuneia tiene como tinica finali- dad descrabar un conflicto, Es una situaciéa injusta. Pero es lo que debo hacer en este momento. Esta crisis interna pone en peligro la realizacién del Mundial 78. ‘Una hora después asumié su seemplazante, David Bracuto, pre- sidente de Huracén. Joao Havelange, presidente de la FIFA En Europa, a dias de empezar el Mundial de Alemania, en una nueva reunién de la FIFA, la preocupaci6n de los dirigentes del organismo ante la falta de obras fue evidence. Era uno de los pri- ‘meros contactos directos que tenfan con las autoridades peronistas. Algunas promesas, entre ellas Ia de normalizar y democratizar la AEA, otorgéndole estabilidad al presidente que resultara elegido, lograron que la FIFA derostrara més paciencia. Sin embargo, ue- go de esa reunién fue la primera vez que los voceros de la FIFA no confirmaron a Argentina como sede. Solo dijeron que la decisién se tomaria en octubre cuando visitaran el pais. La razén fundamental no fue el poder de conviccién de los dirigentes argentinos —ellos mismos declararon que solo ganaron tiempo—. La FIFA estaba en medio de una decisin histérica. En las eecciones més reitidas dela historia, Jodo Havelange le disputaba el poder a Stanley Rous. La victoria de! brasileio signified, por primera vez, que el poder del fiitbol dejara de pasar por Europa. El panorama era completamente nuevo desde todo punto de vista. Por eso la decisién final sobre el Mundial 78 podia esperar unos meses. EL Gréfico (11/6/74): Un ejército de diplomiticos de Brasil que tie- nen entre sus manos na dificilisima tarea: agasajar y convencer a los delegados de los paises de Asia'y Africa para que voten a Ha- velange como nuevo presidente de la FIFA, después de 48 afios de absoluta hegemonis europea en la ctipula del fucbol mendial. Es impresionante el desplicgue publicitario de las huestes brasilexas. Joio Havelange (15/6/74): Mi primera visita como presidente de FIFA sera a la Argentina. Alli charlaré con gente del gobierno y de AFA sobre el Mundial, que ser un orgullo para toda América. ‘Tendremos veinte equipos. EI Gréfico (18/6/74): Fue un nuevo triunfo de la diplomacia futbole- ra, Untriunfo que cost mucho dinero, muchos vigjes por el mondo, ppero que marca el comienzo de una mueva era. i hombre de la CBF §e habia cansado de esirechar euerpos rubios, negros, amarillos y ‘mulatos. ¥ en su campafa invirti6 cinco millones de délares'. Este cambio de mando significaba un obvio cambio de ¢je. Na- cfa un nuevo orden, Nadie pudo imaginar, en ese momento, cusnto Guraria el reinado del brasilerio ni como modificaria al fatbol. La expansion global y Jos negocios multimillonarios serdn la norma en Jos aiios siguientes. El Mundial 78, el primer centro de pruebas de has ideas de Havelange. Los esfuerzos por mantener la sede. El Mundial tambalea Paulino Niembro, vicepresidente de AFA (9/6/74): Ganamos se~ senta dias. La respuesta final la daran el 12 de octubre cuando se retinan en Buenos Aires. Argentina perderia la chance de organizar €l Mundial solo sien octubre no fuéramos capaces de presentar nada. José Maria Otero, periodista (11/6/74): Los periodistas de todo el ‘mundo nos preguntan quién dirige Ia AFA y tenemos que dibujar cexplicaciones. En Europa se preguntan si Argentina puede organizar ‘un Mandial con la situacién politica y econdmica tan variable y que “hay demasiados raptos y atentados”, Guillermo Caviedo (15/6/74): Hace unos afios estuve en su pais y les dije que habfan perdido el txen de la perfecta organizacion del Mundial 78. Ahora el tren esté cada vez més lejos. Petdieron mucho tiempo y no hicieron nada. Paulino Niembro (17/6/74): Algunos paises se muestran incrédulos de que podamos organizar algo. 1 lwvelange vsicé 8 pafses en su campafie proselista, Goles, “Editorial” (18/6/74): Bi Mwndlial peligra porqueno se hizo nada, ‘Mientras tanto, en los primeros comicios con cuarto oscuro de lahistoria dela AFA, David Bracuto fue elegido presidente, aunque ya sjercia como tal desde la salida de Misjans. BI Grifico, “Editoxial”® (30/7/74): Se ha formado wna eueva Co- ‘mision Organizadora del Mundial 78, Bs la cuarta vez que hay que hhacer este anuncio, Ya no se admiten més contramarchas. [...] Al regresar del Mundial de Alemania trajimos una sentencia que nos tiene angustiados: “Si para el 12 de octubre de este ato —fecha en aque se gard contra Espatia y vendriin casi todos los miembros de la FIFA~ no hay kechos concretos, cosas terminadas, corremos peli~ gro de quedarnos sin mundial. Es la lima carta y el tiempo, como siempre, nos est superando. David Bracuto (4/9/74): Cuando Valifio’ volvié de Espaia se aos held la sangre. Conté que allé en Europa se habla muy mal de noso~ tros. Todos dicen que no hicimos nada. Necesitamos desmentir esos romores 0 estaremos en serios aprietos. René Courte, vicepresidente de FIFA (noviembre de 1979): La FIFA insiste en la necesidad de la continvidad. En los tiltimos afios ‘varias comisiones se han presentado ante nosotros. El Gréfico, “Editorial” (9/10/74): Hay algo que para Ja FIFA es més importante y por el momento no se ha podido coneretar: el decreto nacional que autorice la salida de divisas corsespondiente a laliquidacién del Mundial. Prioridad néimero uno para la FIFA. El ministro de Economia dio su conformidad verbal pero eso no aleanz6. Hace falta la promulgaci6n del decreto. Si no, no tendse- mos Mundial. Es irreversible. E112 de octubre del 74 fue un dia crascendente en la génesis del Mundial 78. Lo que aparentaba ser un amistoso més, sin impor- tancia alguna, entre Argentina y Espafia en la cancha de River, se convirtié en un examen definitorio para la dirigencia argentina. En Ta organizacidn de ese partido y en la visita que harian el dia previo los dirigentes de la FIFA a las diferentes cindades del pais se jugaba elfuturo del Mundial. Ademis, ese dia, César Luis Menotti debuts como técnico de la Seleccién. Fos editorales de la revista, siempre ubicados en la pégina 3, eran firmados en sos aios por el dicector de a publicaci6n, Carlos Fonranarross. * Presidente de San Lorenzo de Almagro. Jofio Havelange (12/10/74): Bl Mundial es de Argentina. Nada si nadie podré despiazarla de lo que es suyo por jerasqufa moral y deportiva. 1La primera reaccién fue de exforia. Con el correr de los dudas se volvieron a instalar. A pesar de las aseveraciones de Have- cortesia que una decisi6n tomada—, Ar ado, Bl Mundial no estaba confirmado. fan algunos tan gloriosa como la habian pintado. Alguien h Jos visitantes inspeccionaran todas las scdes e ralmente los vuclos y las distintas presentaciones se atrasaron. No se pudo camplir, una vez ms, con lo planeado. Como si esto fuera poco, los dirigentes argentinos intentaron convencer a Ja FIFA de {que no habja necesidad de construir nuevos estadios, que los mo- destos y antiguos estadios municipales de Mendoza y Mar del Plata, con unas pequefias modificaciones, serian ideales para disputar cl Mundial. Los dirigentes dela FIFA no sabfan si ‘Los parfmetros requeridos por los estadios, supusieron, hat

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