Está en la página 1de 9

Lesiones deportivas

Practicar deporte es muy importante para cuidar nuestra salud, pero como


todo, hay que hacerlo de manera informada y sin excesos. De otro modo
incrementaremos el riesgo de tener lesiones deportivas. Las lesiones
deportivas son lesiones que ocurren durante la práctica de una actividad
deportiva de tipo profesional o amateur. Algunas de estas lesiones ocurren
casualmente, otras se deben a prácticas o posiciones incorrectas durante un
entrenamiento o en una competición, o al uso incorrecto del material.

Causas más frecuentes de las lesiones


Las causas más frecuentes (2) se pueden dividir en factores; cuantos más
factores aparezcan más posibilidades hay de lesión:

Factores predisponentes:

 Inadecuada preparación física (calentar, enfriar, estirar, insuficiente


resistencia aerobia, gesto deportivo incorrecto…).
 Falta de estiramientos (insuficiente tiempo, intensidad y musculatura)
 Desmotivación (problema por la relación deportista-entrenador, socio-
familiar...)
 Cansancio (estrés psíquico, físico, sueño…)
 Mala nutrición.

Factores extrínsecos:

 Equipo y servicios.
 Calzado.
 Características del deporte.
 Aparatos ortopédicos.

Factores precipitantes:

 Sobreesfuerzo.
 Mal gesto.
 Traumatismos.
Clasificación de las lesiones

En cualquier gesto deportivo, por sencillo o cotidiano que parezca, se ponen en


marcha diferentes estructuras, como ya se ha mencionado anteriormente, las
lesiones se pueden clasificar según dónde haya aparecido el daño; así pues,
las podemos clasificar en:

Lesiones musculares:
Afectan a los músculos y pueden producirse por traumatismos directos,
sobreesfuerzos, movimientos inadecuados, etc. Estas lesiones musculares
pueden ser:
 Contusión. Se producen por un golpe sobre el músculo y pueden ocasionar,
inflamación, dolor y hematoma.
 Calambre. El músculo se contrae de forma súbita y se acorta durante unos
instantes, produciendo un intenso dolor que dura unos instantes antes de
calmarse, aunque no totalmente.
 Contractura. En este caso la contracción repentina del músculo se mantiene
en el tiempo, causando dolor y limitando el movimiento.
 Distensión. También se denomina hiperextensión o elongación muscular. Se
genera cuando el músculo se estira más de lo que puede abarcar. Causa un
dolor difuso que perdura en el tiempo.
 Rotura fibrilar o desgarro muscular. Se rompen una o varias fibras del tejido
muscular y su gravedad depende de la extensión de la lesión y de su duración.
El dolor es agudo y muy localizado, aunque los más graves causan la
inmovilidad inmediata del músculo.
 Rotura muscular completa. El músculo se rompe completamente. El dolor es
intenso y se siente la imposibilidad de mover el músculo, causando la
inmovilidad.

Lesiones tendinosas
Afectan a los tendones y pueden tener múltiples causas, desde una contusión,
el uso de material y calzado deportivos inadecuados, movimientos repetitivos
inadecuados, etc.

 Tendinitis de inserción o entesitis. Se caracteriza por la inflamación de las


inserciones de los tendones en el hueso debido a microrroturas fibrilares
causadas por sobrecarga. En un alto porcentaje de casos se trata de una lesión
recurrente.
 Tendinitis. En este caso generalmente se inflama el cuerpo del tendón,
aunque también puede afectar a la vaina (tenosinovitis) o el peritendón
(peritendinitis).
 Rotura parcial. Suele producirse especialmente en los tendones más largos y
se caracteriza por la rotura de unas pocas fibras.
 Rotura total. Se rompe el tendón completamente y suele ocurrir en los
deportistas más veteranos.
 Luxación. Se produce el desplazamiento del tendón de su posición natural al
realizar determinados movimientos. Es una lesión muy poco frecuente.
Lesiones articulares
Las lesiones articulares que se producen por la práctica deportiva pueden
afectar a los huesos que la configuran, los ligamentos, los tendones, los
cartílagos, la membrana sinovial o las bursas.  Ya se ha hablado de las
lesiones tendinosas y de ligamentos, por lo que cabe mencionar únicamente
las que se refieren al resto de los componentes de la articulación:

 Huesos.  Las lesiones articulares óseas pueden ser fracturas, con la rotura


parcial o total del hueso, y las luxaciones, que provocan la salida de de su
posición normal de uno de los huesos que configuran la articulación.
 Cartílagos. Recubren el extremo del hueso y hacen que la articulación
funcione correctamente, evitando la fricción entre los huesos (los meniscos son
cartílagos). Entre las lesiones más frecuentes causadas por el deporte hay que
destacar la condromolacia, que implica la alteración del cartílago como
consecuencia generalmente de un traumatismo, y la osteocondritis, que es la
inflamación del cartílago
 Membrana sinovial. Es una membrana que recubre toda la articulación para
protegerla y que está llena de líquido sinovial. La lesión más frecuente es la
sinovitis, es decir una irritación de lo inflamación de la membrana debido a un
golpe, una torcedura de la articulación o una mala postura, lo que causa un
aumento del volumen de líquido sinovial.
 Bursas. Son unas estructuras blandas en forma de saco se encuentran entre
los músculos, los tendones, los ligamentos y las prominencias óseas que
configuran la articulación y cuya función es evitar la fricción de los huesos
durante el movimiento y amortiguar la presión que se ejerce sobre la
articulación. La lesión más frecuente es la bursitis, es decir una inflamación de
la bursa, que puede llegar a ser crónica tras sucesivos episodios. La pueden
causar contusiones, movimiento repetitivos y una presión continuada sobre la
misma.
Raquis o columna vertebral
La columna vertebral o raquis está constituida por una estructura ósea (las
vértebras y los discos intervertebrales) y otra fibrosa, configurada por músculos
y ligamentos. La práctica deportiva puede causar diferentes tipos de lesiones,
además de las características de los músculos y ligamentos (contracturas,
contusiones, distensiones, etc.):

 Hipercifosis. Es un aumento de la curvatura de la zona dorsal


 Hiperlordosis. En este caso aumenta la curvatura de la zona lumbar del
raquis.

Tendinitis de Aquiles
El tendón de Aquiles es la extensión tendinosa de los tres músculos
de la pantorrilla; gastrocnemio o gemelo, sóleo y plantar delgado. Este
tendón pasa por detrás del tobillo y es el más fuerte y grueso de todo
el cuerpo humano, llegando a medir unos 15 centímetros de largo
hasta su inserción con el calcáneo.

La tendinitis aquílea es una lesión por sobrecarga del tendón de Aquiles. Esta
ocurre debido al entrenamiento en superficies duras o al uso de un
calzado poco adecuado. Asimismo, el aumento de la intensidad o
frecuencia de entrenamientos también suele colaborar en la aparición de
esta lesión.

Por otro lado, las acciones repetidas que conlleven la flexión del tendón
de Aquiles (saltos, giros, aceleraciones o frenadas en seco) con
gran intensidad, de forma excesivamente repetida, también pueden
causar esta lesión deportiva.

 La tendinitis aquílea suele producirse por uso excesivo, y es una lesión común en
los deportes que implican correr y saltar. Una tensión repetida sobre el tendón
puede producir cambios microscópicos.
Usted tiene más probabilidades de desarrollar tendinitis aquílea si hace lo siguiente:
 aumenta demasiado rápido sus niveles de actividad (distancia, velocidad y tipo de
actividad)
 no deja pasar suficiente tiempo de recuperación entre una y otra sesión de
entrenamiento
 cambia su superficie habitual de entrenamiento
 usa calzado inadecuado
 tiene movimiento limitado (biomecánica) en el pie –por ejemplo, pie plano
 tiene movimiento limitado (biomecánica) en los miembros inferiores –por ejemplo,
escasa flexibilidad en la pantorrilla
 tiene poco rango de movimiento en el tobillo

 Tratamiento y rehabilitación.

La tendinitis suele responder de manera positiva a las medidas de cuidado


personal. Mas sin embargo Los casos más graves de tendinitis aquílea pueden
provocar desgarros en el tendón (roturas) que pueden requerir reparación quirúrgica.

Medicamentos

Si los analgésicos de venta libre, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) o


naproxeno (Aleve), no son suficientes, el médico puede recetarte otros
medicamentos más fuertes para reducir la inflamación y aliviar el dolor.

Fisioterapia

Un fisioterapeuta podría sugerirte algunas de las siguientes opciones de


tratamiento:

 Ejercicios. Los terapeutas, a menudo, recetan ejercicios de estiramiento y


fortalecimiento específicos para promover la recuperación y para
fortalecer el tendón de Aquiles y sus estructuras de soporte.

 Dispositivos ortopédicos. Una cuña o una plantilla para calzado que


eleve ligeramente el talón pueden aliviar la tensión en el tendón y
funcionar como un amortiguador que disminuya la cantidad de fuerza
ejercida sobre el tendón de Aquiles.

Cirugía

Si varios meses de tratamientos más conservadores no funcionan o si el


tendón se ha desgarrado, el médico puede sugerir una cirugía para repararlo.
Tratamiento con plasma enriquecido
En este tratamiento, se extrae sangra del paciente y se centrifuga obteniéndose
un plasma (líquido amarillento) rico en plaquetas que posteriormente se inyecta
en la zona de la lesión o inflamación con la finalidad de reparar los tejidos y de
alguna manera ayudar a "rejuvenecerlos"

Estilo de vida y remedios caseros

Las estrategias de cuidado personal comprenden las siguientes medidas, a


menudo, conocidas como «R.I.C.E» (siglas en inglés para reposo, hielo,
compresión y elevación):

 Reposo. Es posible que tengas que evitar el ejercicio durante varios días
o cambiar a una actividad en la cual no ejerzas presión sobre el tendón de
Aquiles, como nadar. En casos graves, es posible que necesites usar una
bota para caminar y muletas.

 Hielo. Para disminuir el dolor o la hinchazón, aplica una compresa de


hielo en el tendón durante aproximadamente 15 minutos luego de realizar
ejercicio o cuando sientas dolor.

 Compresión. Las compresas o las vendas elásticas compresoras pueden


ayudar a reducir la hinchazón y el movimiento del tendón.

 Elevación. Eleva el pie afectado por encima del nivel del corazón para
ayudar a reducir la inflamación. Durante la noche, eleva el pie afectado
para dormir.

¿ Cómo prevenir las lesiones deportivas?

Para reducir el riesgo a sufrir una lesión deportiva será necesario


realizar ejercicios de calentamiento para preparar al cuerpo, hacer un
ejercicio adecuado de acuerdo con la forma física, usar un equipo apropiado
(calzado, rodilleras, espinilleras,...) y aprender las técnicas correctas, en
especial al iniciar una actividad nueva. También existen geles de masaje a
base de extractos vegetales como la árnica, el hipérico y la caléndula,
destinados a la preparación y recuperación de músculos y ligamentos; estos se
aplican antes y después de la práctica deportiva para ayudar a prevenir estas
lesiones.

MANTENERSE LIBRE DE LESIONES

Mantenerse activo es divertido pero si practica un deporte o realiza alguna actividad


física, existe la posibilidad de que, en algún momento, se lesione. A continuación se
describen algunas formas en las que puede evitar las lesiones.
 
Calentamiento
El calentamiento antes de comenzar a hacer ejercicio prepara al cuerpo, no sólo
físicamente sino también mentalmente. Quizás usted crea que no tiene tiempo para
el calentamiento antes de hacer ejercicio pero el calentamiento tiene varios
beneficios, como:
 mayor flujo de sangre y oxígeno a los músculos
 mayor flexibilidad (si hace estiramiento)
 mayor relajación y concentración

Su calentamiento debe incluir distintos tipos de ejercicio, como trotar, estiramiento


suave y un poco de ejercicios de resistencia. Es muy importante estirar los
músculos que va a usar durante su ejercicio. La duración del calentamiento y su
intensidad dependerán del nivel de ejercicio que usted va a hacer. En general, debe
durar al menos 15 minutos, tiempo suficiente para comenzar a sudar pero sin
sentirse cansado.
 
Estiramiento
El estiramiento antes y después del ejercicio puede mejorar su flexibilidad y evitar
lesiones. Muchas de las lesiones deportivas más comunes se deben, en parte, a la
falta de flexibilidad. Estire sus músculos suave y lentamente, al punto de tensión y
manténgalos estirados durante al menos 30 segundos. Debe sentir una sensación
de estiramiento más que de dolor. Cuando mantenga los músculos estirados
asegúrese de no rebotar: debe intentar mantenerse lo más quieto posible.
 
El estiramiento beneficiará especialmente a los músculos de:
 las pantorrillas
 los muslos (cuádriceps)
 los muslos posteriores (isquiotibiales)
 la espalda

Uso del equipo correcto


Existen cientos de distintos modelos de zapatillas en el mercado y saber cuáles
comprar puede resultar algo abrumador. Las mejores zapatillas son las que se
adaptan a la forma de sus pies. Si no está seguro si está usando las zapatillas
correctas para usted, es una buena idea llevarlas a una tienda especializada en
deportes y pedir asesoramiento. Algunas tiendas tienen asesores experimentados
que pueden observar mientras usted corre y recomendarle las zapatillas adecuadas
para usted. De ser posible, lleve con usted un par de zapatillas viejas para que el
asesor pueda analizar cómo se han desgastado.
 
Si la actividad de su preferencia implica que es más probable que usted se lesione,
ya sea al caerse de su bicicleta o al golpearse la cabeza con una pelota, deberá
usar equipo de protección. Existe una enorme variedad de productos en el mercado
para proteger casi cualquier parte de su cuerpo: desde cascos y protectores bucales
a coquillas y canilleras. Pero no basta con usar la protección: debe asegurarse de
que le quede correctamente y procurar no correr riesgos adicionales.
 
Técnica
No tiene sentido esforzarse en hacer ejercicio si tiene una mala técnica, ya que esto
es una forma casi infalible de terminar lesionado. Procure aprender las destrezas
correctas cuando comience un nuevo deporte de forma de incorporar la práctica
correcta. Si es miembro de un gimnasio, puede hablar con un miembro del personal
para que le muestre cómo usar el equipo de forma segura y efectiva. Esto es
especialmente importante si usa pesas.
 
Conozca su límite
Cuando hace ejercicio es importante que escuche a su cuerpo y sepa cuándo
detenerse. Si no ha hecho ejercicio en algún tiempo, comience lentamente y
aumente cuánto hace en forma gradual. Esto ayudará a evitar un tirón o distensión
muscular.
 
Enfriamiento
La recuperación es una parte esencial de todo programa de entrenamiento y es
importante para ayudar a maximizar el rendimiento y a reducir su riesgo de
lesiones.
 
Después de hacer ejercicio procure realizar entre cinco a 15 minutos de
enfriamiento. Esto implica una actividad suave, como caminar y estirar los
músculos que ha usado mientras hacía ejercicio. Algunas personas creen que el
estiramiento después del ejercicio reduce el dolor muscular al día siguiente, pero
existe poca evidencia que respalde esta teoría. No obstante, el estiramiento mejora
y mantiene la flexibilidad, lo cual puede ayudar a evitar las lesiones.
 
Manténgase hidratado
Cuando hace ejercicio usted puede perder mucho líquido, especialmente si está
ejercitándose en un ambiente caluroso. Asegurarse de reponer los líquidos que ha
perdido durante el ejercicio es una parte esencial de la recuperación.
 
Nutrición
Comer los alimentos adecuados después de una sesión de ejercicios le ayudará a
recuperarse al reabastecer su energía y proporcionarle proteínas para ayudar a
reconstruir y reparar cualquier tejido muscular dañado. Si no come suficientes
carbohidratos, su cuerpo obtendrá la energía de grasas y proteínas cuando hace
ejercicio y usted se sentirá fatigado y esto puede ocasionar una lesión.

Baños de hielo
Aunque pueda parecer extraño, es posible que haya escuchado que los atletas se
sientan en baños de hielo después de finalizar un entrenamiento o un evento. Esto
se conoce como inmersión en agua fría y aunque se supone que ayuda a promover
la recuperación después del ejercicio, no existe mucha evidencia que respalde esta
teoría.
 
Masajes
Los masajes regulares después del ejercicio pueden sonar muy atractivos y la
buena noticia es que se cree que contribuyen a la recuperación ya que aumentan el
flujo de sangre y oxígeno en el cuerpo y también la movilidad de sus músculos. Los
masajistas deportivos pueden identificar cualquier área que necesite atención.
 
Descanso
Es posible que se le aliente a hacer ejercicio todos los días, especialmente si está
entrenando para un evento deportivo o si quiere perder peso. No obstante, es
importante que se tome días de descanso en su programa de entrenamiento
semanal para ayudar a su cuerpo a recuperarse del ejercicio. Intente ejercitar
distintas partes del cuerpo en días consecutivos.

En conclusión, el deporte es esencial, básico, fundamental en nuestra vida,


además de ser una herramienta social de notable uso, pero siempre y cuando
se realice con un buen uso y con prevención, poniendonos en manos de
profesionales cualificados y especializados.

El tema en suyo, profundizan sobre el mismo y desarrollan su ponencia , lo que si exigiré es


que en dicha ponencia cada participante hablé sobre una lesión en particular y mencioné sus,
causas, tratamientos , rehabilitación , consecuencias.

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/achilles-tendinitis/symptoms-causes/
syc-20369020

También podría gustarte