Al entrar a conocer el caso Chiyax es posible observar una de las deficiencias
más grandes del derecho penal, el cual es la sanción e imposición de penas y
la posterior rehabilitación del delincuente. Es notorio el punto de vista del Juez al ser abordado, en donde él mismo expone la dificultad de llevar un proceso con celeridad pues los sindicados podrían haber tenido una audiencia de etapa intermedia o no dentro de un año al haber sido arrestados. Un gran logro en este tipo de alternativas es la descongestión del sistema judicial, no obstante, es necesario que se hagan inversiones para que existan funcionarios multilingües que aporten una mejor atención a las personas, además de leyes que puedan ser traducidas a diferentes lenguas para un mejor conocimiento de la ley. Lo anterior, debería ir de la mano con el sistema educativo en pro de un mejor desarrollo del país.
Cobra relevancia el Juicio Ancestral y su desarrollo, al abordar temas como el
trabajo y su aplicación para sancionar y dar una reprimenda a los sospechosos de un delito para una posterior rehabilitación, esto al ser analizado y ser comparado con el derecho oficial es similar, pero se aplica con gran diferencia en cada uno, pues, en el Derecho Penal, aunque el objetivo que se busca está encaminado a la reeducación y readaptación de los reos, no se logra aplicar, pues al haber tantos privados de libertad y tan pocos recursos aplicados en el Sistema Penitenciario para lograr su cometido, aunado a la corrupción que se vive en cada uno de los sectores de nuestro país, es prácticamente imposible alcanzar los fines del derecho penal.
En Guatemala, a pesar de que las leyes ya han reconocido derechos de los
indígenas, no solo con el Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo sino también en la Constitución Política de la República de Guatemala, se hace necesario aplicar estrategias y procedimientos para la aplicación de Juicios Ancestrales como el que nos ocupa, pues se obtienen múltiples beneficios, descongestionando el sistema de Justicia, integrando y respetando a los pueblos indígenas en la sociedad como parte de un mismo pueblo y buscando alternativas que ayuden a que las personas tengan un castigo ejemplar y proceso con el cual puedan reincorporase a la sociedad y no volver a delinquir.
Si obviamos todo lo anterior, a nuestras comunidades no les quedará más
remedio que seguir aplicando linchamientos como medio de castigo por la comisión de delitos, lo cual nos confirma la crisis que vive el derecho penal regresando a lo que se conocía como la época de la venganza privada.