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EL CUMPLIMIENTO

DEL DÍA DE
LA EXPIACIÓN EN
EL DÍA POSTRERO
Domingo, 13 de septiembre de 1998
Ciudad de Guatemala, Guatemala
NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y
exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo
tanto, cualquier error en este escrito es estrictamente
error de audición, transcripción e impresión, y no debe
interpretarse como errores del Mensaje.
El texto contenido en esta conferencia puede ser
verificado con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para
propósitos personales de estudio hasta que sea publicado
formalmente.
EL CUMPLIMIENTO
DEL DÍA DE LA EXPIACIÓN
EN EL DÍA POSTRERO

Dr. William Soto Santiago


Domingo, 13 de septiembre de 1998
Ciudad de Guatemala, Guatemala

M uy buenos días, amados amigos y hermanos


presentes aquí en Guatemala, Ciudad Guatemala,
República de Guatemala, y a todos los que están a través
de internet y cualquier otro medio de comunicación. Que
las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean
sobre todos ustedes y sobre mí también, y nos hable
directamente a nuestra alma Cristo en esta mañana. En el
Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Para esta ocasión, leemos en Zacarías, capítulo 12,
versos 10 al 14, donde nos dice Dios por medio del profeta
Zacarías; hablando de este tiempo final, dice:
“Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los
moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración;
y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se
llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se
aflige por el primogénito.
En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el
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llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido.
Y la tierra lamentará, cada linaje aparte; los
descendientes de la casa de David por sí, y sus mujeres
por sí; los descendientes de la casa de Natán por sí, y sus
mujeres por sí;
los descendientes de la casa de Leví por sí, y sus
mujeres por sí; los descendientes de Simei por sí, y sus
mujeres por sí;
todos los otros linajes, cada uno por sí, y sus mujeres
por sí”.
Y leemos también en Apocalipsis, capítulo 1, verso 7,
donde dice:
“He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá,
y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra
harán lamentación por él. Sí, amén.
Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor,
el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso”.
Nuestro tema para esta ocasión es: “EL
CUMPLIMIENTO DEL DÍA DE LA EXPIACIÓN EN
EL DÍA POSTRERO”.
Para poder comprender el cumplimiento de la
Expiación, del Día de la Expiación en el Día Postrero,
necesitamos comprender lo que es la expiación en medio
del pueblo hebreo, para poder comprender así todo el
Programa Divino de la Expiación; para en el Día Postrero,
el pueblo hebreo (que aparece aquí en Zacarías, capítulo
12, versos 10 al 14), para el pueblo hebreo poder obtener
la Expiación en este tiempo final, y ser reconciliados con
Dios.
Necesitamos comprender una cosa muy importante,
y es que en y con el pueblo hebreo Dios reflejó —en el
pueblo de Israel— lo que Dios haría con el Israel celestial;
El cumplimiento del Día de la Expiación… 5
porque tenemos la descendencia terrenal de Abraham, que
es el pueblo hebreo, y tenemos la descendencia celestial
de Abraham, que es la Iglesia del Señor Jesucristo: el
Israel celestial. Así como el Israel terrenal tiene aquí en la
Tierra la capital: la ciudad de Jerusalén, el Israel celestial
tiene en el Cielo la capital: la Jerusalén celestial.
Y ahora, veamos en el Antiguo Testamento todo esto
relacionado al día de la expiación, para que tengamos
el cuadro claro de las cosas que ocurrían en el día de la
expiación. Dios dio al pueblo hebreo esta fiesta de la
expiación; y en el capítulo 23, verso 26 al 32, encontramos
esta fiesta de la expiación; y dice [Levítico]:
“También habló Jehová a Moisés, diciendo:
A los diez días de este mes séptimo será el día de
expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis
vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.
Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de
expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro
Dios (¿Para qué? Para ser reconciliado el pueblo hebreo
delante de Dios).
Porque toda persona que no se afligiere en este mismo
día, será cortada de su pueblo”.
O sea que era el día en que Dios recibía al pueblo,
era reconciliado el pueblo con Dios; pero vean, tenían que
afligirse, o sea, afligirse por haber pecado, arrepentirse
de sus pecados, afligidos en el alma; y así Dios aceptaría
ese arrepentimiento del corazón de ellos. Y el que no lo
hiciera en esa forma, sería cortado del pueblo: el que no se
afligiera, el que no se arrepintiera de sus pecados, sintiera
ese remordimiento, ese arrepentimiento en el corazón.
Y ahora, todo esto que Dios muestra para el pueblo
hebreo, para el Israel terrenal, encontramos que por medio
6 Dr. William Soto Santiago
de la Expiación (que es Cristo muriendo en la Cruz del
Calvario, así como también Él es el Cordero Pascual, y
Él es todos los corderos y machos cabríos y becerros que
sacrificaban a Dios en el Antiguo Testamento) Él cumplió
todos esos sacrificios; un solo hombre. Vean ustedes, en
un solo hombre se cumplieron todos esos sacrificios.
Y por eso es que Dios dice que no quiere más sacrificios
de corderos ni de becerros ni de machos cabríos1, y
la sangre ya de los animales le es abominación. ¿Por
qué? Porque hay un sacrificio perfecto: el Sacrificio de
Jesucristo nuestro Salvador, el Sacrificio de la Expiación,
para la reconciliación de toda persona con Dios.
Y ahora, vean cómo en Cristo se cumplió la Expiación
por el pecado. San Pablo hablándonos de este misterio,
veamos lo que nos dice en Hebreos, capítulo 2, verso
17; dice… vamos a ver… vamos a leer un poquito antes
para que tengamos el cuadro claro. Capítulo 2, verso 9 en
adelante, dice:
“Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor
que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra,
a causa del padecimiento de la muerte, para que por la
gracia de Dios gustase la muerte por todos (o sea, por
todos nosotros los que vivimos en este tiempo y los que
han vivido en el pasado).
Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las
cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo
de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por
aflicciones al autor de la salvación de ellos.
Porque el que santifica y los que son santificados, de
uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos
hermanos…”.
1  Salmos 40:6, Hebreos 10:5-6
El cumplimiento del Día de la Expiación… 7
Él no se avergüenza de llamarnos a nosotros hermanos.
Por eso ustedes encuentran en diferentes parábolas
en donde Cristo es presentado; y cuando habla de los
creyentes en Él… por ejemplo, en la parábola del Rey
juzgando a las naciones en el capítulo 252, encontramos
que Él, a los que coloca a Su derecha y les dice: “Entrad
en el Reino preparado para vosotros; porque tuve hambre,
y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber” (y
sigue enumerando todas las cosas que hicieron en favor
de Él); los que entran a la vida eterna, allá en el Juicio
Final, que salen bien en el Juicio Final y recibirán vida
eterna, recibirán la oportunidad de entrar a la vida eterna,
ellos dicen: “¿Pero cuándo te vimos con hambre, y te
dimos de comer?”. (“¿Cuándo te vimos en necesidad, y
te servimos?”, es lo que le quieren decir). Y Cristo dice:
“Por cuanto lo hicisteis a uno de estos pequeñitos, a uno
de estos mis hermanos más pequeños (porque Cristo es
nuestro hermano mayor, y nosotros somos Sus hermanos
menores); por cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.
Y ahora, vean, no se avergüenza de llamarnos a nosotros
Sus hermanos; y nosotros tampoco nos avergonzamos de
llamarlo a Él nuestro hermano mayor, dondequiera que
estemos; y tampoco nos avergonzamos de llamarnos los
unos a los otros hermanos; porque somos hermanos, somos
la verdadera Familia de Dios, hermanos los unos de los
otros. Y esa relación de hijos e hijas de Dios, y hermanos
los unos de los otros, es mayor que la relación familiar
terrenal; porque la terrenal termina cuando mueren las
personas, pero la celestial es para toda la eternidad.
Ahora, podemos ver que nosotros pues amamos
2  San Mateo 25:31-46
8 Dr. William Soto Santiago
nuestros hermanos terrenales también, según la carne,
amamos a nuestros padres terrenales, y pedimos a Dios
que Dios los bendiga y que los llame y los coloque en la
Familia de Dios, para que también sean nuestros hermanos
del Cielo, celestiales; porque tenemos nuestra familia
terrenal, pero queremos también que sean de nuestra
Familia celestial, que es la que permanece para toda la
eternidad.
Ahora, sigue diciendo, vamos a ver:
“… por lo cual no se avergüenza de llamarlos
hermanos,
diciendo:
Anunciaré a mis hermanos tu nombre,
En medio de la congregación te alabaré.
Y otra vez:
Yo confiaré en él.
Y de nuevo:
He aquí, yo y los hijos que Dios me dio”.
Ahora, no solamente somos hermanos sino que también
somos hijos: hijos e hijas de Dios por medio de la Obra de
Cristo en donde Él produce el nuevo nacimiento; y el que
produce el nacimiento es Padre; como el que terrenalmente
nos engendró es el padre terrenal nuestro; y por medio de
quien nos engendró es nuestra madre terrenal.
Y ahora, Cristo es el que nos ha engendrado, y por eso
somos hijos e hijas del segundo Adán, Jesucristo nuestro
Salvador.
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne
y sangre (hemos venido en carne y sangre), él también
participó de lo mismo (o sea, vino con un cuerpo de carne
y sangre), para destruir por medio de la muerte al que
tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
El cumplimiento del Día de la Expiación… 9
y librar a todos los que por el temor de la muerte
estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino
que socorrió a la descendencia de Abraham”.
Por eso es que a través de la Escritura, San Pablo y los
demás apóstoles nos dicen que somos hijos de Abraham,
por la fe en Cristo; porque Cristo, habiendo nacido en
medio del pueblo hebreo, es ciudadano hebreo y es la
simiente prometida a Abraham, de la cual Dios dijo: “Y
en tu simiente serán benditas todas las naciones”3; y esa
simiente es Cristo. No está hablando de las simientes, sino
de la simiente, hablando de una persona, el cual es Cristo
nuestro Salvador.
De esto nos habló también San Pablo en los Gálatas,
capítulo 3, verso 13 al 16 (luego continuaremos lo que
sigue diciendo en Hebreos); dice:
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho
por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo
el que es colgado en un madero),
para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham
alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos
la promesa del Espíritu (o sea, el bautismo del Espíritu
Santo).
Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto,
aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo
invalida, ni le añade.
Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y
a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase
de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es
Cristo”.
Ahora vean cómo Cristo es la simiente de Abraham
3  Génesis 22:18
10 Dr. William Soto Santiago
y por consiguiente el heredero de Abraham, y heredero
de Dios. Y nosotros, como simientes de Abraham por
medio de Cristo, somos herederos de Dios y coherederos
con Cristo Jesús; y por consiguiente también heredamos
todo lo de Abraham. Por eso tenemos la herencia allá en la
tierra de Israel; por eso es que hemos de estar, en el Reino
Milenial, en la tierra de Israel.
“Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por
Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta
años después, no lo abroga, para invalidar la promesa.
Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la
promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la
promesa (o sea, que antes de Dios establecer la Ley, dar la
Ley al pueblo hebreo, Dios dio la Promesa a Abraham)”.
Y ahora, nos dice el mismo San Pablo en el capítulo 3,
verso 6 en adelante:
“Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por
justicia.
Sabed, por tanto, que los que son de fe, estos son hijos
de Abraham.
Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar
por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva
a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las
naciones.
De modo que los de la fe son bendecidos con el
creyente Abraham”.
Y en el capítulo 3, verso 26 en adelante, nos dice:
“… pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo
Jesús;
porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo,
de Cristo estáis revestidos.
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no
El cumplimiento del Día de la Expiación… 11
hay varón ni (hembra); porque todos vosotros sois uno en
Cristo Jesús”.
Y Gálatas 6:15, dice:
“Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada,
ni la incircuncisión, sino una nueva creación (o sea, el
nuevo nacimiento, que produce en nosotros la Nueva
Creación)”.
Nacer de nuevo, nacer en el Reino de Dios (por medio
de creer en Cristo como nuestro Salvador y lavar nuestros
pecados en la Sangre de Cristo y recibir Su Espíritu
Santo), eso es lo que vale; porque así es como la persona
nace de nuevo, nace como un hijo o una hija de Dios en
el Reino de Dios; y así su cuerpo teofánico lo obtiene en
ese nuevo nacimiento; y solamente le falta el cuerpo físico
y eterno, el cual recibirá en el Día Postrero, cuando los
muertos en Cristo resuciten y nosotros los que vivimos
seamos transformados; y todos tendremos cuerpos eternos
y glorificados, iguales al cuerpo de Jesucristo nuestro
Salvador.
Sigue diciendo, en el verso 29 del mismo capítulo 3
que estamos leyendo:
“Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de
Abraham sois, y herederos según la promesa”.
Aquí podemos ver que somos hijos de Abraham, y por
consiguiente somos herederos también; herederos de Dios
y de todas las cosas que Dios le dio a Abraham. Y de todas
las cosas que Cristo hereda, nosotros somos coherederos
con Él; porque somos herederos de Dios y coherederos
con Cristo Jesús Señor nuestro, nos dice San Pablo en
Romanos, capítulo 8, verso 14 en adelante.
Ahora, sigue diciendo, en el verso… Capítulo 4, verso
6 en adelante, dice:
12 Dr. William Soto Santiago
“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros
corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba,
Padre!
Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también
heredero de Dios por medio de Cristo”.
Vean la bendición tan grande que hay para todos los
hijos e hijas de Dios.
Ahora, recuerden que la simiente de Dios (los hijos e
hijas de Dios, que son simiente de Dios), esa simiente de
Dios es el alma de la persona; esa es la semilla, la simiente,
de Dios. Y ha nacido aquí en la Tierra en un cuerpo
mortal, corruptible y temporal, y ha recibido un espíritu
del mundo; y por eso necesita el nuevo nacimiento, por
medio de Cristo, el cual es nuestra Expiación: para ser
reconciliados con Dios.
Por eso es que San Pablo, hablándonos de
esa reconciliación, en Hebreos, capítulo 2, donde
continuaremos leyendo… Habíamos pasado de este
capítulo que estamos leyendo, nos habíamos detenido un
poquito. Ahora, nos dice… vamos a leer esta parte, donde
dice [verso 13]:
“Y otra vez:
Yo confiaré en él.
Y de nuevo:
He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y
sangre, él también participó de lo mismo, para destruir
por medio de la muerte al que tenía el imperio de la
muerte, esto es, al diablo,
y librar a todos los que por el temor de la muerte
estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino
El cumplimiento del Día de la Expiación… 13
que socorrió a la descendencia de Abraham.
Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos,
para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo
que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es
poderoso para socorrer a los que son tentados”.
Ahora vean cómo Cristo, siendo Sumo Sacerdote según
el Orden de Melquisedec (porque Él es aquel Melquisedec
que le apareció a Abraham, y le dio pan y vino)4, Él es
el Sacerdote, el Sumo Sacerdote Melquisedec del Templo
que está en el Cielo. Y ahora:
“… y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere,
para expiar los pecados del pueblo”.
Y no había sangre en la Tierra, en cuerpos ni de
animales ni de seres humanos, que sirviera para efectuarse
la expiación de nuestros pecados. Por lo tanto, Dios se
creó un cuerpo de carne y sangre en el vientre de María,
el cual encontramos que se multiplicó célula sobre célula:
Dios creó la célula de vida allí, esa célula de sangre allí,
en el vientre de María, la cual se multiplicó célula sobre
célula; y así fue creado el cuerpo de Jesús, el cual nació
en Belén de Judea; un cuerpo perfecto, sin intervención
de relaciones de un hombre y de una mujer. Por lo tanto,
es un cuerpo sin pecado, y la Sangre de ese cuerpo es la
Sangre perfecta para efectuar la expiación de nuestros
pecados.
Y Melquisedec, el Sumo Sacerdote, ofreció en la Cruz
del Calvario Su propio cuerpo de carne para la expiación de
nuestros pecados; y así cumplirse el Día de la Expiación,
en donde el sacrificio de la expiación, el macho cabrío, era
sacrificado, y luego su sangre era llevada al lugar santísimo
4  Génesis 14:18-20
14 Dr. William Soto Santiago
por el sumo sacerdote; lo cual Cristo hizo cuando ascendió
al Cielo llevando Su propia Sangre.
Jesucristo, como Sumo Sacerdote del Templo que está
en el Cielo, entró al Lugar Santísimo, no con sangre de
un animalito, tampoco con sangre de un hombre venido
por medio de las relaciones íntimas de un hombre y de
una mujer, sino por medio de la Sangre de un hombre
perfecto, creado por Dios ese cuerpo y esa Sangre; y por
consiguiente una Sangre sin pecado, de un cuerpo sin
pecado.
Y ahora, cuando Él se presenta en el Trono de Dios
en el Cielo, es recibida la Sangre de la Expiación y es
colocada sobre el Propiciatorio, que es el Asiento o
Silla de Misericordia en el Cielo; lo cual, en el templo
que construyó Moisés y el templo que construyó el rey
Salomón, es el propiciatorio, donde estaban los dos
querubines de oro.
Ese propiciatorio es de oro macizo, oro puro,
juntamente con los dos querubines de oro, y es la tapa
del arca del pacto. Y en medio de esos dos querubines de
oro estaba la presencia de Dios en la Luz de la Shekinah,
la Luz de la Columna de Fuego. Y sobre el propiciatorio
era que el sumo sacerdote, con su dedo, esparcía la sangre
siete veces, en el área este del propiciatorio; y ahí era
también donde Dios aceptaba la sangre de esa expiación.
Y por consiguiente, el sumo sacerdote, en una de
sus entradas al lugar santísimo…, porque entraba unas
cuantas veces durante ese día, para llevar a cabo las cosas
correspondientes en el lugar santísimo; entraba un día en
el año, pero entraba ahí —en ese día— unas cuantas veces.
Primero hacía expiación por sí mismo y por los sacerdotes,
con la expiación del becerro, llevando su sangre y haciendo
El cumplimiento del Día de la Expiación… 15
lo mismo: esparciendo sobre el propiciatorio siete veces
sobre y hacia el este.
Y luego, también encontramos que entraba con las
vestiduras correctas. Y cuando nos habla de las vestiduras
correctas para entrar allí, son de lino; y el lino representa
la justificación, la justificación o justificaciones de los
santos. Así que entra allí vestido correctamente, para llevar
a cabo la obra correspondiente al día de la expiación.
Encontramos que el sumo sacerdote es también la
persona, el hombre, que tiene escrito el Nombre Eterno
de Dios; ¿y lo tiene escrito dónde? En su frente, en una
lámina de oro, donde dice: “Santidad a Jehová”.
Y el sumo sacerdote, cuando salía del lugar santísimo,
se quitaba esa vestidura y se colocaba otra vestidura: la
vestidura que era con oro. Y cuando se colocaba esas otras
vestiduras, estaba como el novio allí en el templo de Dios.
Pero cuando tenía que entrar al lugar santísimo, él tenía
que colocarse otras vestiduras: las que corresponden a la
labor del lugar santísimo, que son de lino.
Y Cristo, encontramos que, luego de efectuar Su
Sacrificio en la Cruz del Calvario…
Vean ustedes, en el templo, el sacrificio del macho
cabrío se efectuaba (¿dónde?) en el atrio, donde era el
lugar para efectuar el sacrificio y donde estaba el altar
del sacrificio, donde eran quemados los sacrificios; y ese
sacrificio del macho cabrío, luego de tomar su sangre y ser
llevada al lugar santísimo, ese macho cabrío tenía que ser
quemado en el altar del sacrificio, que es el altar de bronce
que estaba en el atrio.
Y ahora, vean el por qué para Cristo efectuar Su
Sacrificio tuvo que venir a la Tierra. ¿Por qué? Porque
el Templo de Dios en el Cielo tiene Atrio, tiene Lugar
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Santo y Lugar Santísimo; y por eso le mostró al profeta
Moisés cómo hacer el templo, de tal forma que reflejara,
representara el Templo de Dios del Cielo.
¿Y saben cuál es el Atrio del Templo de Dios? Es esta
dimensión terrenal. Aquí, en este planeta Tierra, tenemos
el Atrio, y lugar del sacrificio del macho cabrío para la
expiación, que representa a Cristo; y por eso Él en este
planeta Tierra tuvo que efectuar Su Sacrificio, el Sacrificio
de la Expiación, para expiar nuestros pecados.
Pero así como el sumo sacerdote tomaba la sangre de la
expiación y pasaba por el lugar santo, y luego pasaba al lugar
santísimo con esa sangre, y la presentaba delante de Dios;
miren ustedes, Cristo pasó del Atrio, pasó por el Lugar Santo;
o sea que pasó por donde estaban los santos del Antiguo
Testamento, allá en el Seno de Abraham; y cuando pasó por
allí, los santos del Antiguo Testamento fueron liberados del
pecado; ya cuando Cristo derramó Su Sangre en la Cruz del
Calvario, ya ellos fueron libres del pecado de ellos.
Y la pregunta es: “¿Y ellos tenían pecado?”. Claro que
sí, pero estaban cubiertos con la sangre de los animalitos
que ellos sacrificaban ante Dios para cubrir sus pecados. Y
esos sacrificios y esa sangre que ellos ofrecían a Dios por sus
pecados era tipo y figura del Sacrificio de Cristo en la Cruz
del Calvario y Su Sangre derramada en la Cruz del Calvario.
Por eso ellos tenían el tipo, o sea, la sombra, de Cristo y Su
Sacrificio que Él realizaría en la Cruz del Calvario.
Y con la sombra, miren ustedes…
Vean, ustedes tienen escrito en un lugar algo; por
ejemplo, escriben aquí algo; y luego ustedes colocan aquí
la mano, a la cual le está dando aquella luz; y cuando la
colocan aquí, tapa lo que está escrito ahí. Y así tapaba
la sangre de los animalitos (que era la sombra) que el
El cumplimiento del Día de la Expiación… 17
pueblo hebreo sacrificaba a Dios, como el cordero pascual
y el macho cabrío y demás sacrificios; esa sangre cubría,
tapaba sus pecados, pero estaban ahí todavía.
Pero cuando vino Cristo, ya no es la sombra la que está
viniendo: es la realidad; por lo tanto, la Sangre de Cristo
limpia de todo pecado a la persona5.
Y cuando realizó Su Sacrificio en la Cruz del Calvario,
todos aquellos que tenían la sombra cubriendo sus
pecados, fueron libertados por la realidad: la Sangre de
Cristo quitando el pecado. Ya no necesitaban una sombra
que les cubriera el pecado delante de Dios, sino que tenían
la realidad: a Cristo.
Y por eso es que ya Dios no acepta ningún sacrificio
de animalitos, porque ya tenemos la realidad: a Cristo
nuestro Salvador y Su Sangre derramada en la Cruz del
Calvario. Él es nuestra Expiación.
Y ahora podemos ver claramente todo este misterio
divino que Cristo ha estado realizando sin que el pueblo
hebreo se dé cuenta; pero él se dará cuenta muy pronto, y
muy pronto despertará a la realidad de que ya no necesita
sacrificios de animalitos; y por consiguiente tampoco
necesita un templo terrenal para efectuar esos sacrificios;
ya Cristo tiene un Templo que Él está construyendo, y ya
casi está terminado.
Ahora, vean cómo Cristo por medio de San Pablo
nos habla acerca de todo esto que Cristo ha hecho para
beneficio de todos nosotros. Vamos a ver dónde podemos
encontrar todo lo que Cristo ha hecho por nosotros, para
la reconciliación de nosotros con Dios. Él en las cartas de
San Pablo, por ejemplo, en Romanos, nos habla del pueblo
hebreo; y también nos habla en su carta a los Hebreos…
5  1 Juan 1:7
18 Dr. William Soto Santiago
En Romanos, vean, dice, hablando del pueblo hebreo:
capítulo 11, verso 25 en adelante:
“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este
misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros
mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento
en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los
gentiles…”.
O sea, hasta que haya entrado todo hijo e hija de Dios,
toda simiente de Dios que tiene su nombre escrito en el
Libro de la Vida del Cordero, hasta que se haya completado
la Iglesia del Señor Jesucristo. Eso es la plenitud de los
gentiles entrando; ¿entrando a dónde? Al Cuerpo Místico
de Jesucristo. Y sigue diciendo:
“… y luego todo Israel será salvo, como está escrito:
Vendrá de Sion el Libertador,
Que apartará de Jacob la impiedad.
Y este será mi pacto con ellos,
Cuando yo quite sus pecados”.
O sea que los pecados del pueblo hebreo van a ser
quitados; y no van a ser quitados por sacrificios de animalitos,
sino por medio del Sacrificio de la Expiación, por medio del
Sacrificio de Cristo, el cual murió como nuestra Expiación,
tanto para nosotros como para los hebreos.
Ahora podemos ver que es por medio de Cristo, nuestra
Expiación, que también el pueblo hebreo será perdonado,
como nación, por su pecado de incredulidad; en donde a
causa de su incredulidad rechazó al Mesías en Su Primera
Venida y pidió Su muerte. Y la culpa de la muerte de
Cristo ha caído sobre el pueblo hebreo y también sobre
los gentiles, sobre el reino de los gentiles.
Y si, a causa de haber rechazado a Cristo y pedir Su
muerte en la Cruz, el pueblo hebreo por poco es extirpado
El cumplimiento del Día de la Expiación… 19
de la Tierra en los días de Hitler, Mussolini y Stalin,
¿cómo será para el reino de los gentiles, para el reino de
los gentiles en el Día Postrero, en la etapa de los pies de
hierro y de barro cocido? Será algo terrible, porque los
juicios divinos caerán sobre el reino de los gentiles, en
donde Dios estará vengando la Sangre de Cristo y también
de todos los mártires de Cristo que han sido perseguidos
y matados durante las diferentes etapas de la Iglesia de
Jesucristo.
Por eso este tiempo final, el Día Postrero o séptimo
milenio es llamado también “el Día de Jehová” o “Día
del Señor”, que es también “el día de venganza del Dios
nuestro”, en donde Dios pagará a cada cual conforme
a sus obras; y, por consiguiente, el reino de los gentiles
tendrá que encarar la realidad del día de venganza del
Dios nuestro.
El reino de los gentiles en el Día Postrero estará en los
pies de hierro y de barro cocido, en donde el anticristo, el
hombre de pecado —en donde estará el diablo encarnado—
estará tomando y gobernando el reino de los gentiles.
Y los diez reyes que aparecen en Apocalipsis, capítulo
17, verso 8 al 17, le darán su poder y su autoridad a la
bestia, al hombre de pecado, para que gobierne; porque
el reino los gentiles tiene muchísimos problemas; y ellos
están buscando un hombre, porque necesitan un hombre
que los gobierne, a todos los gentiles, a todos los reinos
gentiles; y ese hombre que ellos escogerán, que esos diez
reyes escogerán, será el anticristo.
Y para el tiempo final la Venida de Cristo será la
solución a todos los problemas de la raza humana, y del
pueblo hebreo y de la Iglesia del Señor Jesucristo. Para el
pueblo hebreo dice:
20 Dr. William Soto Santiago
“Vendrá de Sion el Libertador,
Que apartará de Jacob la impiedad.
Y este será mi pacto con ellos,
Cuando yo quite sus pecados.
Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por
causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son (muy)
amados por causa de los padres.
Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de
Dios”.
Romanos, capítulo 11, versos 25 al 29.
Ahí podemos ver claramente que Dios tendrá
misericordia del pueblo hebreo, y llamará y juntará a
144.000 hebreos, los cuales verán la Venida del Hijo del
Hombre, la Venida del Señor, y lo recibirán.
Ahora, veamos lo que será la Venida del Señor, la
Venida del Hijo del Hombre, para el pueblo hebreo; porque
el pueblo hebreo estará recibiendo a Cristo, la Expiación.
Veamos un poquito aquí, tanto para el Israel celestial
como para el Israel terrenal. En Efesios, capítulo 2, dice
San Pablo…, capítulo 2; vamos a leer desde el verso 10 y
después leemos otros versos; el 10 dice:
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas”.
Somos creados en Cristo Jesús, hechura Suya, por
medio del nuevo nacimiento. Y luego, sigue diciendo:
“Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros,
los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados
incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con
mano en la carne.
En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la
ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa,
El cumplimiento del Día de la Expiación… 21
sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro
tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la
sangre de Cristo.
Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos (de
gentiles y hebreos) hizo uno (y ese ‘uno’ es la Iglesia del
Señor Jesucristo: el pueblo celestial, el Israel celestial),
derribando la pared intermedia de separación,
aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los
mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en
sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la
paz,
y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un
solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros
que estabais lejos, y a los que estaban cerca;
porque por medio de él los unos y los otros tenemos
entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de
Dios,
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo
mismo,
en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo
para ser un templo santo en el Señor;
en quien vosotros también sois juntamente edificados
para morada de Dios en el Espíritu”.
Porque Dios estaría morando en cada uno de Sus hijos;
y para el Día Postrero Él morará en toda Su plenitud en Sus
hijos. Cuando los muertos en Cristo resuciten en cuerpos
eternos y nosotros seamos transformados, ahí estará Dios
22 Dr. William Soto Santiago
en nosotros, manifestado en toda Su plenitud.
Ahora, vean la bendición tan grande que nos ha tocado
a nosotros.
En nuestra alma estamos reconciliados con Dios; y
en espíritu también: tenemos el cuerpo teofánico, cuerpo
de la sexta dimensión, que hemos recibido cuando hemos
creído en Cristo como nuestro Salvador y lavado nuestros
pecados en la Sangre de Cristo y recibido Su Espíritu Santo;
y solamente nos falta el cuerpo eterno y glorificado, el cual
Él nos dará en el Día Postrero, que es el séptimo milenio,
el cual ya ha comenzado si le añadimos al calendario los
años de atraso que tiene.
Y ahora vean ustedes cómo ya tenemos las primicias
del Espíritu, de las cuales habla San Pablo en el capítulo
1, verso 13 al 14, de Efesios; dice:
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra
de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo
creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa,
que es las arras de nuestra herencia hasta la redención
de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”.
O sea, hasta la redención del cuerpo, o sea, hasta la
transformación de nuestro cuerpo y resurrección de los
muertos en Cristo.
En el capítulo 4, verso 30, también nos habla, y nos
dice:
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención”.
El Día de la Redención es el Día Postrero delante
de Dios, que es el séptimo milenio, en donde seremos
transformados los que vivimos, y los muertos en Cristo serán
resucitados en cuerpos incorruptibles. Y esa resurrección
El cumplimiento del Día de la Expiación… 23
de los muertos en cuerpos eternos y transformación de
nosotros los que vivimos es la redención del cuerpo.
Redimir es ‘volver al lugar de origen, al lugar original’,
‘ser restaurado al lugar original’. Y los hijos e hijas de
Dios serán restaurados a un cuerpo eterno y glorificado,
los hijos de Dios volverán a tener un cuerpo eterno. Así
como Adán tenía un cuerpo que no podía morir, a menos
que él tomara el pecado; y Dios se lo advirtió: “El día
que comas del árbol de ciencia del bien y del mal, ese día
morirás”6. Si no comía, no moriría.
Ahora, ¿qué sucedió? ¿Cómo fue posible que Dios
habiéndole creado un cuerpo a Adán, él pudo caer: comer
del árbol de ciencia del bien y el mal, y morir? Es que
Adán todavía no había sido adoptado. Cuando ocurre la
adopción, ya la persona entra a la inmortalidad total, y ya
no hay lugar en que la persona pueda morir.
Ahora, ya hemos visto por qué fue posible que Adán
pecara: tomando el pecado; lo tomó al tomar a Eva y hacer
como Eva le dijo; pecó así como Eva había pecado, y así
se hizo mortal; porque la paga del pecado es muerte7.
Y ahora, Cristo, encontramos que fue adoptado en el
Monte de la Transfiguración8. Él dijo: “Nadie me quita la
vida”; y ahora, Él dice, por cuanto tenía que morir para
quitar el pecado del mundo y quitar la muerte, Él dice:
“Yo la pongo por mí mismo, para volverla a tomar”9.
Por lo tanto, Él no pecó, sino que tomó nuestros pecados
y se hizo mortal; pero por cuanto Él no tenía pecado y
había sido adoptado, encontramos que al tomar nuestros

6  Génesis 2:17
7  Romanos 6:23
8  Mt. 17:1-8, Mr. 9:2-8, Lc. 9:28-36
9  San Juan 10:17-18
24 Dr. William Soto Santiago
pecados y hacerse mortal, sería una muerte temporal,
sería una muerte por tres días: al tercer día resucitaría Su
cuerpo, y resucitaría ese cuerpo glorificado; lo resucitaría
glorificado, y nunca más moriría.
Ahora vean cómo en ese Programa Divino, aun ya
siendo adoptado, encontramos que fue posible Su muerte;
pero no podía permanecer muerto por mucho tiempo: al
tercer día Él resucitaría.
¿Y saben ustedes una cosa? Que cuando los escogidos
de Dios sean adoptados, ya estaremos en cuerpos
inmortales e incorruptibles para nunca morir. Pero en
Apocalipsis, capítulo 11, nos habla de la muerte de los
Dos Olivos; pero vean, será como cuando Jesús murió:
que no podía permanecer mucho tiempo Su cuerpo muerto
(¿por qué?) porque ya había sido adoptado. El diablo trató
de matar a Jesús en muchas ocasiones, antes de Jesús ser
adoptado; pero por cuanto no había pecado en Jesús, no
podía matarlo, no podía morir: siempre se le escapaba.
Ahora, para el Día Postrero habrá la muerte de los Dos
Olivos, pero ya para ese tiempo la adopción de los hijos
e hijas de Dios estará efectuada; por lo tanto, en donde
estarán los ministerios de los Dos Olivos ya habrá ocurrido
la adopción. Por eso es que nos habla que después de tres
días y medio se levantarán; el Espíritu de Vida regresará,
y subirán al Cielo.
Ahora podemos ver que eso tiene que ver con Moisés y
Elías, con el ministerio que va al pueblo hebreo para llamar
y juntar 144.000 hebreos, para ellos ser reconciliados con
Dios. Y es por medio del Nuevo Pacto y en el Nuevo Pacto,
y por medio de la Sangre del Nuevo Pacto, que el pueblo
hebreo será reconciliado. Por eso es que no necesitan un
templo, ni necesitan los sacrificios que antes efectuaban,
El cumplimiento del Día de la Expiación… 25
porque no será por medio de aquellos sacrificios, sino por
medio del Sacrificio que fue representado en aquellos
sacrificios; será por medio de la Sangre del Sacrificio de
Cristo, el cual fue representado en el sacrificio del macho
cabrío de la expiación.
Y ahora, cuando se llega a la realidad, ya no se necesita
la sombra, ya no se necesita el tipo y figura. El tipo y figura
está bueno mientras no ha llegado la realidad. Cuando
llega la realidad, ha llegado lo que es perfecto; y lo que
es en parte es quitado10. Y todos los sacrificios del pueblo
hebreo y el templo del pueblo hebreo es algo en parte,
que está representando algo que vendría más adelante;
y cuando llega lo que está representado en esos tipos y
figuras, pues ya lo que es en parte es quitado.
Por eso Cristo podía decir que el templo de Jerusalén
sería destruido11; y todo sería quitado. Aun el continuo
sacrificio que ellos efectuaban sería quitado; los sacrificios
que efectuaban el día 10 del mes séptimo, el sacrificio del
macho cabrío, también sería quitado. ¿Por qué? Porque
allí estaba ya presente el Sacrificio perfecto, la Expiación
perfecta del Macho Cabrío de la Expiación: Jesucristo
nuestro Salvador, el cual es nuestra Expiación.
Él es nuestra Expiación; por lo tanto, no necesitamos
otros sacrificios; estamos bajo la Sangre de la Expiación,
la Sangre del Nuevo Pacto.
Y ahora, vamos a dar un recorrido aquí, un poquito:
Romanos, capítulo 5, para que sepamos dónde estamos
parados. Capítulo 5, verso 10 al 11, dice (aun un poquito
antes) [verso 8]:
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que
10  1 Corintios 13:10 / Reina-Valera 1909
11  San Mateo 24:2, San Marcos 13:2, San Lucas 21:6
26 Dr. William Soto Santiago
siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre,
por él seremos salvos de la ira (seremos salvos del lago de
fuego; y también los que vivimos en este tiempo seremos
salvos del día de venganza, donde la ira de Dios será
derramada).
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados
con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando
reconciliados, seremos salvos por su vida.
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios
por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido
ahora la reconciliación”.
Así como el pueblo hebreo era reconciliado por medio
de la sangre de la expiación del día 10 del mes séptimo;
ahora nosotros hemos sido reconciliados por medio de la
Sangre de Jesucristo derramada en la Cruz del Calvario, y
colocada (¿dónde?) en el Lugar Santísimo del Templo de
Dios, sobre el Propiciatorio del Templo de Dios en el Cielo.
Ahora, hemos visto que el Templo de Dios tiene Atrio,
que es esta dimensión terrenal; tiene Lugar Santo, que
es la sexta dimensión; y tiene Lugar Santísimo, que es
la séptima dimensión, donde está Dios, la dimensión de
Dios. Y allí fue donde Cristo entró con Su propia Sangre,
como Sumo Sacerdote, para hacer intercesión por cada
uno de nosotros, por cada una de las personas que tienen
sus nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero
desde antes de la fundación del mundo.
Pasemos a otro pasaje de San Pablo, vamos a ver;
Colosenses, capítulo 1, verso 20 al 21, vamos a ver lo que
él ahí nos dice; capítulo 1, verso 20 al 21, dice:
“… y por medio de él reconciliar consigo todas las
cosas, así las que están en la tierra como las que están en
El cumplimiento del Día de la Expiación… 27
los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Y a vosotros también, que erais en otro tiempo
extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas
obras, ahora os ha reconciliado
en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para
presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante
de él;
si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y
sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído,
el cual se predica en toda la creación que está debajo del
cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro”.
Hemos visto que es por medio de Cristo que hemos
sido reconciliados con Dios.
Y ahora, Segunda de Corintios, capítulo 5, verso 18 al
20, dice… Vamos a ver aquí un poquito antes: capítulo 5,
verso 17 en adelante, de Segunda de Corintios, dice:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura
es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas.
Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió
consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación;
que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo
al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus
pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la
reconciliación.
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo,
como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos
en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”.
Y ahora, estamos viendo lo que es esta reconciliación
con Dios, en EL CUMPLIMIENTO DEL DÍA DE LA
EXPIACIÓN EN EL DÍA POSTRERO.
28 Dr. William Soto Santiago
Hemos estado viendo cómo millones de personas han
estado siendo reconciliados con Dios de en medio de los
gentiles y también de en medio del pueblo hebreo, como
individuos; porque Dios, para el Día Postrero, tratará
con el pueblo hebreo como nación, en donde llamará y
juntará 144.000 hebreos; pero durante estas siete etapas o
edades de la Iglesia gentil ha estado tratando con gentiles
y también con hebreos como individuos, llamándolos y
juntándolos en Su Iglesia, Su Cuerpo Místico de creyentes,
y así reconciliándonos con Dios.
Y ahora, para el Día Postrero, que es este tiempo en el
cual nosotros vivimos, el séptimo milenio: luego que se
haya completado el Cuerpo Místico de Cristo, que es el
Cuerpo Místico de los reconciliados con Dios por medio
del Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario, luego Dios
reconciliará consigo mismo al pueblo hebreo, por medio
de la Sangre del Nuevo Pacto; y por medio de la Sangre del
Nuevo Pacto, del Sacrificio de la Expiación que se efectuó
en la Cruz del Calvario; y Dios le confirmará el Pacto al
pueblo hebreo, ese Nuevo Pacto, en la semana número
setenta, la segunda parte de la semana, para que entren
bajo el Nuevo Pacto, bajo la Sangre de la Expiación.
Por eso ellos reconocerán la Expiación, que es Cristo;
y en Su Venida en el Día Postrero ellos reconocerán Su
Segunda Venida, y ellos luego comprenderán lo que fue
Su Primera Venida.
Ahora vamos a ver en la página 128, 129 y 130 del
libro de Citas, lo que dice el precursor de la Segunda
Venida de Cristo, el reverendo William Branham. En la
página 130, verso 1153, dice:
1153 – “El ministerio será (de) Moisés y Elías,
cambiando y llamando a Israel de la tradición judía
El cumplimiento del Día de la Expiación… 29
(escuchen), de las tradiciones judías en que habían estado
confundidos. Siendo profetas (Moisés y Elías), ellos les
creerán, llamándolos a la Fiesta de la Expiación (y la
Fiesta de la Expiación es Cristo y Su Sacrificio en la Cruz
del Calvario), Cristo, dejándolos que reconozcan a Cristo.
Ellos dirán: ‘Él viene. Él estará aquí’. Los judíos estarán
reuniéndose, cosas así; y entonces cuando Él venga, dirá:
‘Aquí estoy’”.
Ahora vean lo que será la Expiación para el pueblo
hebreo siendo recibida en el Día Postrero: es la Segunda
Venida de Cristo, que va a ser reconocida por el pueblo
hebreo; y entonces Él los colocará bajo el Nuevo Pacto,
bajo la Sangre que Él derramó en la Cruz del Calvario;
y entonces ellos reconocerán que perdieron la Primera
Venida de Cristo, pero serán reconciliados con Dios.
Dios trata con el pueblo hebreo como nación. Por eso Él
llamará y juntará 12.000 de cada tribu, y eso es todo Israel;
todo Israel, o sea, los que tienen sus nombres escritos en
el Libro de la Vida del Cordero. Por eso entrarán bajo el
Nuevo Pacto y serán reconciliados con Dios.
Y ahora, vean, será por medio del ministerio no de uno
de los ángeles de las siete edades de la Iglesia gentil…;
todos trataron de convertir el pueblo hebreo a Cristo…;
San Pablo trató; y fue a Jerusalén en una ocasión, y lo
apedrearon (¿fue en Jerusalén, Miguel, que lo apedrearon?,
¿a San Pablo?). Y San Pablo pues murió, pues él dice
que subió al Cielo, al tercer Cielo; y luego, como no se
le había cumplido el tiempo todavía, Dios lo mandó para
abajo otra vez, y él contó todo lo que él vio allá12; y vio
cosas que ojo no vio ni oído oyó, y que no le era permitido
al hombre hablarlas al pueblo en aquel tiempo.
12  2 Corintios 12:2-4
30 Dr. William Soto Santiago
Y ahora, vean ustedes, San Pablo trató de convertir
el pueblo hebreo a Cristo, y también San Pedro y los
apóstoles, pero no pudieron. ¿Por qué? Porque no era el
tiempo para eso. Porque cuando Cristo murió en la Cruz
del Calvario, se detuvo la semana número setenta, por lo
tanto, se detuvo el trato de Dios con el pueblo hebreo;
y comenzó Dios a tratar en una nueva dispensación,
llamando como individuos de entre los hebreos un pueblo
para Su Nombre13 (o sea, individuos para formar la Iglesia
de Cristo).
Y después pasó a los gentiles. Comenzó en la casa de
Cornelio14, y después envió a San Pablo a los gentiles, y
se esparció la Dispensación de la Gracia entre los gentiles,
llamando Dios un pueblo para Su Nombre, o sea, llamando
las ovejas que son de otro redil15. No son del redil hebreo,
sino del redil de entre los gentiles, para formar el Redil del
Señor Jesucristo, el Rebaño del Señor Jesucristo, que es
Su Iglesia.
Ahora… [Hno. Miguel: En Listra fue apedreado, en
Listra]. En Listra16; eso fue entre los gentiles entonces, fue
entre los gentiles entonces. Pero entre los hebreos, vean,
San Pablo entró allá al templo entre los hebreos, con la
cabeza rapada; porque estaba tratando de hacer algo en
favor del pueblo hebreo, pero allí tuvo problemas también
(no sé si lo tomaron preso o algo pasó allí)17.
Así que San Pablo tuvo problemas tratando de llevar el
Evangelio al pueblo hebreo, de convertir la nación hebrea
a Cristo, pero no pudo; pero de entre los hebreos muchos
13  Hechos 15:14
14  Hechos 10:1-48
15  San Juan 10:16
16  Hechos 14:8-20
17  Hechos 18:5-21
El cumplimiento del Día de la Expiación… 31
fueron convertidos a Cristo como individuos y vinieron a
formar parte de la Iglesia de Cristo: fueron convertidos a
Cristo por medio del ministerio de Cristo a través de San
Pablo, y por medio del ministerio de Cristo a través de San
Pedro y de los demás apóstoles.
Pero vean ustedes, Cristo está —de entre hebreos y
gentiles— llamando un pueblo para formar - llamando
individuos para formar Su Rebaño, Su Iglesia. Y este
Israel celestial, vean ustedes, está compuesto por hebreos
y gentiles, y pertenece al Cielo. Es el Israel celestial.
Y ahora, veamos lo que nos sigue diciendo el precursor
de la Segunda Venida de Cristo… En la página 129, en el
verso 1149, dice:
1149 - “Desde el Mensaje del séptimo ángel (mensajero
del Séptimo Sello), y Apocalipsis 10 fue el Séptimo Sello,
a las Siete Trompetas, entre esas dos veces… ¿Cómo
podemos decir esto para hacer que la gente lo vea? Entre
esa Sexta Trompeta, y… La Sexta Trompeta y el Sexto
Sello tocan al mismo tiempo. Y entre la Sexta Trompeta
y la Séptima Trompeta, ha de aparecer un profeta entre
los gentiles, para llamar la gente otra vez a la doctrina
original de Pentecostés; y los Dos Testigos de Apocalipsis
11 aparecen a los judíos, para mandarlos a Jesús, mientras
la Iglesia está siendo subida. Todos esos profetas. ¡Amén!
La Palabra del Señor no puede fallar. ¡No será una
denominación! ¿Lo ven? Lean en su libro y vean que si
entre la Sexta y Séptima Trompeta no es inyectado allí
adentro, con los judíos siendo llamados fuera entre
la Sexta y Séptima plaga, pasamos por encima de esos
144.000 (¿recuerdan eso?), lo cual estaba… ¿Recuerdan?
Entre el Sexto Sello y el Séptimo Sello había una llamada
fuera de los 144.000. ¿Recuerdan eso? Ahora, allí es
32 Dr. William Soto Santiago
donde estas Trompetas entran, allí mismo…”.
Y si seguimos para el verso 1150, dice:
1150 - “Ahora, tan pronto como esta Iglesia… / … el
misterio del Séptimo Sello es conocido. Y los judíos son
llamados por el misterio de la Séptima Trompeta, que son
dos profetas, Elías y Moisés…”.
¿Cuál es el misterio de la Séptima Trompeta? Dice:
“Y los judíos son llamados por el misterio de la Séptima
Trompeta, que son Moisés y Elías”. Ese es el misterio de
la Séptima Trompeta.
Por eso es que la Séptima Trompeta de Apocalipsis,
capítulo 11, verso 15 en adelante, la suenan (¿quién?)
Moisés y Elías, los ministerios de Moisés y Elías. Esa es
la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final de Primera
de Corintios, capítulo 15, versos 51 al 55; y de Primera
de Tesalonicenses, capítulo 4, verso 13 al 17. Esa es la
Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta o Trompeta de
Dios: es la Voz de Cristo por medio de los ministerios de
Moisés y Elías hablando el Mensaje del Evangelio del
Reino.
“… y ellos regresan. Y allí es donde los pentecostales
están todos enredados; ellos esperan que algo acontezca,
y la Iglesia se fue. Y eso es a los judíos. Ahora, yo percibo
en la mente de alguien diciendo que eso no podía ser
Moisés. Sí, es Moisés”.
Y ahora, continuamos leyendo el verso 1151, y dice:
1151 – “Y el Mensaje del séptimo ángel, bajo la misma
Trompeta, mismo todo, exactamente, el mismo Sello, ¿es
para qué? Para llamar a la gente, la Novia, fuera de las
tradiciones pentecostales y mundiales a la Expiación
genuina, la Palabra, Cristo personificado en Su Palabra
aquí, hecho carne entre nosotros”.
El cumplimiento del Día de la Expiación… 33
O sea que todo el ministerio del séptimo ángel
mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil, como
precursor de la Segunda Venida de Cristo, es para traer al
pueblo de Dios, a la Iglesia de Jesucristo, a Cristo en Su
Segunda Venida. Él es la Palabra.
Y seguimos leyendo en el verso 1152:
1152 – “Él dijo que ‘la Gran Trompeta tocaría’.
¡La Gran Trompeta! No Trompetas ahora, Fiesta de las
Trompetas; hay dos de ellos, Moisés y Elías, para llamar
las Trompetas. Sino que debajo de ‘la Gran Trompeta’,
la Venida del Señor, para anunciar a José volviendo,
¿ven? Todas las naciones se reunirán en Jerusalén. Se
encuentra eso en el libro de Isaías 18:1-3. E Isaías 27:12-
13 es donde Él toca esa ‘Trompeta’, y todas las naciones
reconocerán que Israel está en su patria, Dios con ella.
Entonces la Novia vendrá para estar con el Novio, el
Novio con la Novia; y entonces el Gran Milenio, después
que el mundo entero sea destruido por poder atómico. Y
habrá ‘nuevos cielos y un nuevo mundo’, y vivirán para
siempre”.
Ahora vean que habrá una destrucción con poder
atómico, el cual ya está almacenado en esas bombas
atómicas, nucleares, que tienen diferentes naciones.
Ahora podemos ver algo muy importante aquí, en
esta Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta, que es la
Séptima Trompeta sonando. Y ahora, veamos lo que es la
Séptima Trompeta.
Recuerden que esto es muy importante saberlo, para
que así podamos comprender este misterio de lo que es la
Séptima Trompeta. La Séptima Trompeta para Israel y el
Séptimo Sello para la Iglesia gentil es la Venida del Señor.
Dice, verso 1145 de la página 128 del libro de Citas:
34 Dr. William Soto Santiago
1145 – “Note (…) El Séptimo Sello, la Séptima
Trompeta al judío”.
¿Qué es el Séptimo Sello para la Iglesia gentil? La
Segunda Venida de Cristo; y para los judíos ¿es qué? La
Séptima Trompeta.
Y ahora, en el párrafo 1143, dice:
1143 – “Debajo de la Séptima Trompeta es para Israel
lo mismo que el Séptimo Sello fue para la Iglesia”.
¿Qué fue el Séptimo Sello para la Iglesia? La Segunda
Venida de Cristo. ¿Qué es la Séptima Trompeta para el
pueblo hebreo? La Segunda Venida de Cristo.
En la página 130, verso 1164, dice:
1164 -“Recuerden que los que están vivos y queden no
impedirán a los que están durmiendo, porque la Trompeta
de Dios, esa última Trompeta (y esa última Trompeta ¿es
cuál? La Séptima Trompeta) (la sexta acaba de tocar), y
esa última Trompeta como el último Sello, será la venida
del Señor; tocará, y los muertos en Cristo se levantarán
primero”.
¿Y luego qué pasará? Pues nosotros los que vivimos
seremos transformados. En la página 149 del libro de
Citas, también nos dice el verso 1333:
1333 – “Recuerden que los que viven y quedan no
impedirán a los que duermen; porque la trompeta de
Dios, esa última trompeta (la sexta acaba de sonar)… y
esa última trompeta, con el último sello, será la venida
del Señor. Tocará, y los muertos en Cristo se levantarán
primeramente… solo descansando hasta ese tiempo”.
Ahí tenemos lo que está prometido para suceder en
este tiempo final. También en la página 47 y 48 del libro
de Citas, también nos habla algo, y nos dice… vamos a
ver lo que nos dice aquí. En la 47, verso 402, dice:
El cumplimiento del Día de la Expiación… 35
402 - “Y nosotros que vivimos y hayamos quedado
hasta la venida del Señor, no evitaremos o impediremos a
los que duermen. Esos preciosos que sellaron su testimonio
con su sangre (o sea, los que partieron). ‘No impediremos
o estorbaremos a los que duermen, porque sonará la
trompeta’. Algo acontecerá, ese algo evangélico sonará
(‘ese algo evangélico sonará’, o sea, la Trompeta Final o
Gran Voz de Trompeta sonará), el anuncio de Su venida”.
Ahora, la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta
sonando, ¿qué estará anunciando? Su Segunda Venida.
La Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino
proclamando, revelando, el misterio de la Segunda Venida
de Cristo, y mostrando lo que es la Segunda Venida de
Cristo.
Y ahora, veamos…, vamos a ver un poquito aquí
también: en la página 46, el verso 399, dice:
399 - “Ahora, 1914, el mundo fue a guerra, y nunca
han estado en paz desde entonces; constantemente
oscilando dentro, oscilando dentro, oscilando dentro, y
están aún haciendo la misma cosa todavía. ¿Y qué estaban
haciendo? Deteniendo (o sea, deteniendo esos cuatro
vientos, que no surja una Tercera Guerra Mundial). ¡Oh
Dios ten misericordia! Deteniendo esa gran cosa que vi en
la visión (la cosa entera llegó a destrucción) deteniendo
la atómica (o sea, deteniendo esa guerra atómica)…”.
Eso es lo que causará esa explosión grande sobre
Norteamérica, donde nuestro hermano Branham en esa
visión vio, escuchó una explosión en Norteamérica, y
cuando miró hacia atrás vio a Norteamérica en humo,
cráteres y huecos grandes sobre la Tierra. Esa es esa
guerra atómica donde Norteamérica será afectada
grandemente. Dice:
36 Dr. William Soto Santiago
“… (la cosa entera llegó a destrucción)…”.
Y él dice que - dice:
“Deteniendo esa gran cosa que vi en la visión”.
Fue cuando él miró para el este, también, que todo
eso sucedió. Y en el mensaje “La brecha”, vamos a ver
algo aquí, vamos a leer un poquito aquí. Dice que Dios
estuvo hablándole mientras él iba manejando su auto, iba
viajando de un estado a otro, Billy Paul iba con él (su hijo),
iba durmiendo. Dice, página 32 y 33 del mensaje “Parado
en la brecha” en español18, versos 139 en adelante, dice:
“139 Ahora, mientras Billy y yo continuábamos por la
carretera, ¿ven?, continuábamos por la carretera, Billy se
durmió de nuevo. Y Esto me dijo (o sea, Dios, el Ángel de
Dios): ‘Te daré una señal eterna’.
140 Yo dije: ‘Señor, ¿que…?’ (o sea, se sorprendió; una
señal eterna le va a dar ahí). Esperé unos momentos y nada
sucedió. Dije: ‘Señor, ¿qué es la señal eterna?’. Y esperé
unos momentos. Y en ese momento miré hacia Billy; él
estaba dormido”.
Vean que mientras todo esto de esta señal eterna está
siendo hablado por Dios, por el Ángel de Jehová, el Ángel
del Pacto que lo acompañaba, Billy, su hijo, está dormido;
no está consciente de lo que está sucediendo, no está
consciente de lo que el Ángel está hablándole a Elías.
“141 Y Él dijo: ‘Te daré una señal eterna’, nuevamente.
Dijo: ‘Mira hacia el oeste de donde tú estás’”.
Esa señal eterna estaría, ¿estaría para qué parte? Para
el oeste.
El oeste también es el lugar donde estaba el lugar
santísimo del templo que construyó Moisés y del templo
que construyó Salomón; y Cristo está construyendo un
18  SPN63-0623M “Parado en la brecha”, pág. 32
El cumplimiento del Día de la Expiación… 37
Nuevo Templo. ¿Y dónde estaba el Nombre de Dios en el
templo? En el oeste, en el lugar santísimo, donde estaba
el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová en la Luz de la
Shekinah.
Dios ordenó a Moisés construir una casa (¿para qué?)
para Dios, una casa donde Dios colocaría Su Nombre; y
también Salomón construyó una casa para Dios, donde
Dios colocaría Su Nombre; y Jesucristo ha estado
construyendo una Casa para Dios, donde Dios colocaría
Su Nombre Eterno. Y si estuvo en el oeste en la casa que
Moisés construyó, y en el oeste en la casa que Salomón
construyó, ¿en qué parte en la Casa que Jesucristo estará
construyendo estará? Pues en el oeste también, en el Lugar
Santísimo.
Y en la construcción de la Iglesia de Jesucristo, hemos
visto que comenzó a construir desde el este hacia el oeste;
y por eso es que podemos ver a Jesucristo moviéndose
desde el Medio Oriente: la tierra de Israel, pasando
por Asia Menor, pasando por Europa y Norteamérica,
construyendo Su Casa, Su Iglesia.
Asia Menor, Europa y Norteamérica, y parte allá
también en la tierra de Israel, donde construyó una parte
de Su Iglesia, encontramos que corresponde al Lugar
Santo de ese Templo espiritual de Cristo.
Y ahora, pasa a la América Latina y el Caribe para la
construcción del Lugar Santísimo de Su Templo espiritual,
donde Él colocará Su Nombre Eterno; porque es en el
lugar santísimo donde allá estuvo el Nombre Eterno; y es
en el lugar santísimo donde el sumo sacerdote, que era
el hombre que tenía el Nombre Eterno de Dios escrito
en la frente, en una lámina de oro, entraba ahí, al lugar
santísimo, donde estaba el Nombre Eterno de Dios en el
38 Dr. William Soto Santiago
Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, que estaba sobre el
propiciatorio, en medio de los dos querubines de oro.
Ahora miren dónde estaba el Nombre de Dios allí: en
medio de los dos querubines de oro; en el Ángel del Pacto,
el Ángel de Jehová, en esa Luz de la Shekinah.
Y ahora, un hombre entra, en el cual está escrito el
Nombre Eterno de Dios: el sumo sacerdote. Para el Día
Postrero, Cristo, así como ha estado entrando en Su
Iglesia de edad en edad, en la etapa del Lugar Santo: ha
estado entrando de edad en edad en Su manifestación
por medio de cada ángel mensajero; para el Día Postrero
entra al Lugar Santísimo Jesucristo, el Sumo Sacerdote,
construye el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual y se
manifiesta en el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual.
Y ahí Cristo estará como Sumo Sacerdote, ministrando
en el Lugar Santísimo; porque en el Lugar Santísimo,
que es la Edad de la Piedra Angular, no puede ministrar
ninguna otra persona, a menos que sea el que tiene el
ministerio para Cristo ministrar como Sumo Sacerdote en
el Lugar Santísimo.
Entraron al lugar santísimo dos hijos de Aarón en el
tiempo de Moisés, y murieron allí en el lugar santísimo.
Ellos entraron con sus propios incensarios, para presentar
un fuego extraño a Dios, y murieron19.
Solamente el sumo sacerdote podía entrar con el
incensario de oro, con el fuego del altar del incienso
y colocando en el incensario (y ahí, sobre el fuego del
incensario), ¿colocando qué?, el puño lleno de incienso,
vaciando ese puño lleno de incienso que llevaba, echándolo
ahí; y ahí se prendía en fuego - con el fuego el incienso, y
entonces se levantaba del incensario esa nube de humo de
19  Levítico 10:1-2
El cumplimiento del Día de la Expiación… 39
incienso, la cual… En el lugar santísimo, donde entraba el
sumo sacerdote con el incensario, y colocaba el incienso
dentro del incensario, se levantaba esa nube de humo y
cubría el propiciatorio.
Ahí eran ofrecidas las oraciones del pueblo hebreo,
para la reconciliación del pueblo hebreo con Dios; y
ahí era donde la presencia de Dios estaba manifestada y
resplandecía. Y Aarón no moría: tenía que entrar conforme
a como Dios lo ordenaba. Si entraba ahí, al final, sin el
incensario, él tenía que morir allí en el lugar santísimo.
O sea que la etapa o Edad del Lugar Santísimo, la Edad
de la Piedra Angular, es la edad más delicada de todas las
edades. Ahí no puede ministrar nadie, excepto Cristo por
medio de Su instrumento para esa edad; nadie puede venir
con fuego extraño, con una revelación contraria o con una
revelación que la persona tenga, para ministrar. Por eso es
que Dios nos ha dado Su Palabra para la Edad de la Piedra
Angular, y ha quedado grabada en videos y en folletos y
en cintas magnetofónicas; y se le lleva así al pueblo; y así
el pueblo la recibe tal y como ha sido dada en la Edad del
Lugar Santísimo.
Dios le dijo al profeta Moisés que de en medio de
los dos querubines de oro, de sobre el propiciatorio, Él
le hablaría todo para el pueblo hebreo. O sea que Dios le
hablaría a Moisés. Moisés era el que tenía el ministerio
dispensacional, un profeta dispensacional. A un profeta
dispensacional sería que Dios le hablaría desde el
propiciatorio, en medio de los dos querubines de oro.
Dice el capítulo 25, verso 21 al 22, del Éxodo:
“Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el
arca pondrás el testimonio que yo te daré.
Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre
40 Dr. William Soto Santiago
el propiciatorio, de entre los dos querubines que están
sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare
para los hijos de Israel”.
O sea que para el Israel terrenal, Dios le hablaba desde
el propiciatorio, de en medio de los dos querubines de oro,
al profeta Moisés, todo lo que Moisés tenía que hablarle al
pueblo hebreo.
Y ahora, todo lo que Dios tenga para hablarle al Israel
terrenal y al Israel celestial, se lo estará hablando desde
el Propiciatorio, de en medio de los Dos Querubines de
Oro, de en medio de Su Templo espiritual, en la Edad de
la Piedra Angular y Dispensación del Reino.
Y por eso es que el ministerio de Moisés es tan
importante en el Lugar Santísimo del Templo espiritual
de Cristo: porque el ministerio de Moisés obtiene la
revelación divina para el Israel celestial y para el Israel
terrenal, de en medio de los ministerios de Moisés y Elías.
Y de ahí es que la Columna de Fuego, el Ángel del Pacto,
Jesucristo en Espíritu Santo, se manifiesta y le revela todo
el Mensaje para el Israel terrenal y para el Israel celestial,
que es el Mensaje del Evangelio del Reino.
Y por eso es que es dicho en Apocalipsis, capítulo 22
y versos 18 y 19:
“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la
profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas,
Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este
libro.
Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta
profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de
la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este
libro”.
¿Y quién es el que trae la revelación de todas las cosas
El cumplimiento del Día de la Expiación… 41
escritas en este libro? El Ángel del Señor Jesucristo,
enviado por nuestro amado Señor Jesucristo.
Y cualquiera que le quite o le añada a las palabras de
la profecía de este libro, que Jesucristo da por medio de Su
Ángel Mensajero, se busca un grave problema con Dios.
Para evitar que tengamos problemas, vean, Dios nos ha
dado el Mensaje y ha quedado grabado: queda grabado
en videos y en cintas magnetofónicas, y nadie le tiene que
añadir ni le tiene que quitar.
La opinión de cualquier persona tratando de interpretar
lo que ha sido dicho no tiene ningún valor. Los escogidos
de Dios no le prestarán atención; porque ellos quieren el
Mensaje puro, como ha sido dado para Su Iglesia, para
así tener la fe, la revelación, para ser transformados y
raptados en este tiempo final.
El único que tendrá la revelación de todas estas cosas
que deben suceder, la revelación que tiene que ser dada
al Israel celestial y al Israel terrenal, será el Ángel del
Señor Jesucristo, que viene con los ministerios de Moisés
por segunda vez, de Elías por quinta vez y de Jesús por
segunda vez; y él estará ministrando en el Lugar Santísimo
del Templo espiritual de Dios. Por lo tanto, nadie más
tendrá Mensaje ahí, solamente Cristo por medio de Su
Ángel Mensajero.
Y ese es el Mensaje que escuchará el Israel celestial,
la Iglesia de Jesucristo, para así obtener la revelación de la
Segunda Venida de Cristo, y así obtener su transformación
en el Día Postrero, y los muertos en Cristo ser resucitados.
Así es como estaremos escuchando esa Gran Voz de
Trompeta o Trompeta Final, la Voz de Cristo: por medio
de Su Ángel Mensajero.
Por eso en Apocalipsis, capítulo 1, verso 10 al 11, dice:
42 Dr. William Soto Santiago
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor (dice así
Juan el apóstol. ¿En qué día? En el Día del Señor, que es
el séptimo milenio, el Día Postrero), y oí detrás de mí una
gran voz como de trompeta,
que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el
último”.
¿Y quién es el Alfa y Omega?, ¿quién es el primero y
el último? Nuestro amado Señor Jesucristo.
Y en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, dice:
“Después de esto miré (dice Juan el apóstol), y he aquí
una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí,
como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y
yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas”.
¿Qué va a mostrar Cristo a los que suban donde Él está
en el Día Postrero? Él dice que va a mostrarles las cosas
que han de suceder. Es la Voz de Cristo en el Día Postrero
hablándole a Su Iglesia todas las cosas que han de suceder.
Y ahora, ¿cómo habló Cristo a Su Iglesia en cada
edad? Pues por medio del mensajero de cada edad. Él
necesita siempre tener un hombre, un profeta en la Tierra,
para —por medio de ese profeta— hablarle a Su pueblo:
ungir con Su Espíritu a ese profeta y colocar en la boca
de ese profeta Su Palabra.
De eso nos habló el profeta Moisés en Deuteronomio,
capítulo 18, cuando nos dijo: capítulo 18, verso 15 en
adelante, de Deuteronomio:
“Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo,
te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis…”.
¿Y por qué hay que oír al profeta que Dios levante
de en medio del pueblo? Vamos a ver por qué. Versos 18
en adelante, de este mismo capítulo 18 de Deuteronomio,
dice:
El cumplimiento del Día de la Expiación… 43
“Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos,
como tú; y pondré mis palabras en su boca…”.
¿Por qué hay que oír a ese profeta? Porque Dios coloca
Su Palabra en la boca de ese profeta. Esa es la única forma
de escuchar a Dios en cada edad y en cada dispensación:
por medio de esa Palabra que Él ha colocado en la boca de
ese profeta. Hay que escuchar a ese profeta.
“… y él les hablará todo lo que yo le mandare”.
Ese profeta estará hablándole al pueblo todo lo que
Dios le mande.
“Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él
hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta”.
En el libro de los Hechos, capítulo 3, verso 22 al
23, San Pedro citando ese pasaje profético, dice: “Yo le
desarraigaré de en medio del pueblo”. “Yo le desarraigaré”,
o sea, le quitará de en medio del pueblo y perderá el
derecho a la vida eterna; perderá el derecho a ser parte del
pueblo de Dios.
Ahora, vean el tiempo en que estamos viviendo y la
importancia de vivir en este tiempo.
Ahora, podemos ver que para este tiempo en el cual
estamos viviendo: así como Dios habló por medio de Sus
profetas del Antiguo Testamento, y por medio de Jesús,
y por medio de los siete ángeles mensajeros de las siete
etapas o edades de la Iglesia; para el Día Postrero estaría
hablándonos por medio de Su Ángel Mensajero todas
estas cosas que deben suceder pronto, en este tiempo final.
Ahora, veamos, en el capítulo 22 del Apocalipsis,
Cristo prometió que a los que subieran donde Él está,
les daría a conocer todas estas cosas que deben suceder
pronto. ¿Y a dónde vamos a subir? Vamos a subir a la Edad
de la Piedra Angular; porque ya no tenemos que estar en
44 Dr. William Soto Santiago
ninguna de estas siete edades, porque ya esas edades se
cumplieron.
Cristo estuvo en cada edad de esas, pero ya salió de
todas esas edades; y ahora ha subido a la Edad de la Piedra
Angular. Estuvo manifestado en las edades pasadas en Sus
mensajeros, y para el Día Postrero estaría manifestado en
Su Ángel Mensajero en la Edad de la Piedra Angular.
Y por eso es que para el Día Postrero Él estará dándonos
a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto,
¿por medio de quién? Por medio de Su Ángel Mensajero.
Ese es el instrumento que Él para este tiempo final tendrá,
para darnos a conocer por medio de él todas estas cosas
que deben suceder pronto, en este tiempo final.
Apocalipsis 22, verso 6 en adelante, dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el
Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado
su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben
suceder pronto”.
¿Para qué es enviado el Ángel del Señor Jesucristo por
Cristo, por nuestro Dios? Para dar a conocer todas estas
cosas que deben suceder pronto.
Y Apocalipsis 22, verso 16, encontramos que Cristo
reconfirma que Él ha enviado Su Ángel, y dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio
de estas cosas en las iglesias”.
¿Quién es el Enviado para dar testimonio de todas estas
cosas que deben suceder pronto? El Ángel Mensajero del
Señor Jesucristo; el cual fue enviado a Juan el apóstol en
espíritu, o sea, en cuerpo teofánico; pero para este tiempo
final es enviado a la Iglesia de Jesucristo en carne humana,
para dar testimonio de todas estas cosas que deben suceder
pronto, en este tiempo final. Y así la Iglesia de Jesucristo
El cumplimiento del Día de la Expiación… 45
obtener el conocimiento de todos estos misterios divinos
que deben ser cumplidos en este tiempo final, y obtener la
revelación de la Segunda Venida de Cristo, y Su Obra de
Redención y Su Obra de Reclamo, correspondiente a este
Día Postrero, para la redención de nuestro cuerpo, o sea,
para la transformación de nuestro cuerpo.
Hemos visto que para este tiempo final, en el Día
Postrero o séptimo milenio, la expiación del macho
cabrío que el pueblo hebreo efectuaba se ha cumplido en
Cristo; y la Iglesia de Jesucristo ha estado pasando por sus
diferentes etapas y ha estado recibiendo la Expiación: ha
estado recibiendo a Cristo y Su Sacrificio en la Cruz del
Calvario, que es nuestra Expiación, para quitar nuestros
pecados y ser reconciliados con Dios.
Y luego que se complete toda esa obra que el sumo
sacerdote efectuaba en el lugar santísimo del templo de
Moisés y del templo de Salomón… Cristo, en el Lugar
Santísimo del Templo de Dios en el Cielo, está efectuando
esa labor desde que ascendió al Cielo; y cuando termine
esa labor, que será cuando termine de llamar y juntar a
todos los escogidos del Día Postrero, y se complete el
número de los escogidos, entonces físicamente también
seremos reconciliados.
Pero primero hay - tiene la persona que ser reconciliada
espiritualmente con Dios; y esa es la reconciliación que ha
estado efectuándose en todos los que tienen sus nombres
escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Y en este tiempo final, pues los últimos escogidos son
reconciliados con Dios. Y cuando sea reconciliado hasta
el último de los escogidos, y sea así colocado en el Cuerpo
Místico de Cristo, ya se habrá terminado la labor de Cristo
en el Cielo; y Él sale entonces del Lugar Santísimo del
46 Dr. William Soto Santiago
Templo que está en el Cielo, para —en la Tierra— llamar
y juntar los muertos en Cristo en cuerpos eternos, y
nosotros los que vivimos: transformar nuestros cuerpos; y
ser todos iguales a Jesucristo, con un cuerpo glorificado y
eterno; y así ser a imagen y semejanza de nuestro amado
Señor Jesucristo todos los miembros del Cuerpo Místico
de Cristo; y así estar reconciliados plenamente todos los
hijos e hijas de Dios, todos los escogidos de la Iglesia de
Jesucristo.
Y luego vendrá la reconciliación para el pueblo hebreo,
recibiendo el pueblo hebreo la Expiación: recibiendo
a Cristo; en donde lo verán viniendo en medio de Su
Iglesia gentil y dirán: “Este es al que nosotros estamos
esperando”; y lo recibirán.
Y entonces Él los colocará bajo la Expiación, y serán
perdonados sus pecados, y quitados sus pecados; y así
serán reconciliados con Dios. 144.000 hebreos recibirán
esa reconciliación, 12.000 de cada tribu; llorarán (como…)
y se lamentarán y se afligirán, como sucedía el día de la
expiación, el día 10 del mes séptimo de cada año.
Vean cómo Dios estará haciendo realidad ese día de la
expiación para el pueblo hebreo; lo mismo que Él ha estado
haciendo entre los gentiles de edad en edad, en donde por
miles y millones han estado viniendo a Cristo a través de
estas edades de la Iglesia gentil; y todavía están viniendo a
Cristo en la Edad de la Piedra Angular, y así recibiendo los
beneficios del Día de la Expiación actualizada en nuestro
amado Señor Jesucristo, para beneficio de cada uno de
nosotros.
Y para el Día Postrero, vean ustedes —así como para
cada edad—, ha estado actualizada la expiación del día 10
del mes séptimo en la Iglesia de Jesucristo. Y pronto será
El cumplimiento del Día de la Expiación… 47
actualizada en medio del pueblo hebreo, y así el pueblo
hebreo recibirá las bendiciones del Día de la Expiación.
Hemos visto este misterio de la Expiación.
Ahora, siendo que el pueblo hebreo va a ver a Cristo
viniendo en medio de Su Iglesia, como aparece en el
capítulo 10 del Apocalipsis, miren cómo es que lo va a
ver. El precursor de la Segunda Venida de Cristo, en el
libro de Los Sellos en español, página 57, dice, hablando
del Ángel Fuerte de Apocalipsis, capítulo 10, dice:
“‘Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado
de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza…’.
17. Ahora, si usted se fija bien, notará que esta persona
es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento Él fue
llamado el Ángel del Pacto; y Él ahora viene directamente
a los judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin. Bien,
ahora continuando:
‘… y su rostro era como el sol, y sus pies como
columnas de fuego’.
18. ¿Recuerdan el Ángel de Apocalipsis capítulo 1?
Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un
mensajero a Israel. ¿Ve usted? La Iglesia está a punto de
ser raptada, Él viene por Su Iglesia. Ahora fíjese bien:
‘Y tenía en su mano un librito abierto…’”.
Y este Ángel Fuerte que desciende del Cielo, el cual
es Cristo, viene directamente al pueblo hebreo; pero viene
por Su Iglesia, porque Su Iglesia ha llegado a su fin.
Y Él viniendo a Su Iglesia estará colocándose en Su
Iglesia en la Edad de la Piedra Angular, entrando al Lugar
Santísimo de Su Iglesia. Y si entra al Lugar Santísimo de
Su Iglesia, entra como entraba el sumo sacerdote el día
de la expiación; porque recuerden que al lugar santísimo
solamente se podía entrar el día de la expiación.
48 Dr. William Soto Santiago
Y ahora, el pueblo hebreo va a recibir el Día de la
Expiación, para el pueblo hebreo se va a materializar el
Día de la Expiación.
Y por eso es que, así como Cristo ha estado en el Lugar
Santísimo del Templo que está en el Cielo, en Su labor
correspondiente como Sumo Sacerdote del Templo que
está en el Cielo, Melquisedec, que es Jesucristo; ahora,
para la materialización del Día de la Expiación en medio
del pueblo hebreo, Cristo ha salido del Trono de Dios
del Cielo, ha salido del Lugar de Intercesión en el Cielo
(donde estaba la Expiación, la Sangre de la Expiación, y
Él ministrando como Sumo Sacerdote); y ahora entra a
Su Iglesia, y entra al Lugar Santísimo de Su Iglesia, y por
consiguiente Él coloca en el Lugar Santísimo Su Sangre.
Encontramos que la Sangre de Cristo ha sido aplicada
en nuestra alma, en nuestro corazón. La Sangre de Cristo
estando en nosotros, y nosotros estando en el Lugar
Santísimo: la Sangre de Cristo está (¿dónde?) en el Lugar
Santísimo de Su Templo espiritual. La Iglesia del Señor
Jesucristo es la Sangre de Cristo por medio del Espíritu
Santo manifestado en Su Iglesia.
La Vida de la Sangre de Cristo es el Espíritu Santo; y
la evidencia de que una persona ha recibido la Sangre de
Cristo, y está aplicada en su corazón, y ha sido limpio de
sus pecados, es que la Vida de la Sangre, que es el Espíritu
Santo, está en la persona.
Y ahora, el Espíritu Santo, Jesucristo, el Ángel del Pacto,
entrando a Su Iglesia al Lugar Santísimo, vean ustedes, está
sellando a Su Iglesia en el Alma, que es el Lugar Santísimo;
así como el alma nuestra es el lugar santísimo de nosotros
como individuos, y es el lugar de morada de Dios. Y así el
Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo es el lugar
El cumplimiento del Día de la Expiación… 49
para morada de Jesucristo en Espíritu Santo, es el lugar
del Trono de Jesucristo en Su Iglesia; así como el trono de
Jesucristo en el individuo es el alma.
Ahora, el Trono de Jesucristo en Su Iglesia es la Edad
de la Piedra Angular. Esa es la Edad del Trono, donde
Jesucristo en Espíritu Santo estará manifestado en el Día
Postrero: primeramente como Sumo Sacerdote, en donde
estará llamando y juntando a Sus escogidos, y donde
estará realizando las labores correspondientes al Lugar
Santísimo; y luego que haya terminado con Su labor en
el Cielo, en el Lugar Santísimo, se manifestará en toda Su
plenitud en el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual,
para la reconciliación del pueblo hebreo con Dios.
El pueblo hebreo verá a Jesucristo, el Sumo Sacerdote
Melquisedec, ministrando en el Lugar Santísimo de Su
Templo espiritual, para la reconciliación del pueblo hebreo
con Dios, en donde serán llamados y juntados 144.000
hebreos.
Ahora, hemos visto que Cristo entra al Lugar Santísimo
de Su Templo espiritual para la reconciliación del pueblo
hebreo con Dios; desde ahí es que el pueblo hebreo verá
la manifestación de Cristo, el Ángel del Pacto, en el Día
Postrero.
Es en el Nuevo Templo —que es la Iglesia de
Jesucristo—, en el Día Postrero, donde Cristo estará
manifestado, revelado a Su Iglesia y en medio de Su
Iglesia, y al pueblo hebreo; y ahí es donde Él colocará Su
Nombre.
Y en la manifestación de Cristo por medio de Su Ángel
Mensajero tendremos la manifestación del Nombre Eterno
de Dios. Ahí es donde se materializa todo el Programa que
está en el Lugar Santísimo del Templo que está en el Cielo,
50 Dr. William Soto Santiago
y en el lugar santísimo del templo que hizo Moisés y del
templo que hizo Salomón, lo cual fue un reflejo de lo que
hay en el Templo de Dios en el Cielo; y todo eso Cristo lo
materializa en Su Templo espiritual, en Su Iglesia.
Hemos visto cómo Cristo ha estado cumpliendo en Su
Iglesia y materializando en Su Iglesia todo lo que hay en
el Cielo, y estas fiestas que dio Cristo al pueblo hebreo.
Estamos viviendo en el tiempo más glorioso de todos
los tiempos, en donde el Día de la Expiación para la
Iglesia se ha estado cumpliendo de etapa en etapa, de edad
en edad, hasta nuestro tiempo; y para este tiempo final,
para el pueblo hebreo se materializará también, Cristo
entrando a Su Iglesia, al Lugar Santísimo de Su Iglesia, y
ministrando ahí, como Sumo Sacerdote no solamente del
Templo que está en el Cielo sino también de Su Templo
espiritual, que es Su Iglesia.
Y para eso tendrá un instrumento en la Tierra, para
—por medio de él— ministrar en el Lugar Santísimo de
Su Templo espiritual todo lo que se requiere para que
nosotros podamos ser transformados en este tiempo final,
y para que los muertos en Cristo puedan ser resucitados
en cuerpos eternos, y todos ir a la Cena de las Bodas del
Cordero, al Cielo, a la Casa de nuestro Padre celestial, y
los 144.000 hebreos puedan ser reconciliados con Dios.
Todo esto está bajo el misterio del Día de la Expiación,
el cual para este Día Postrero se materializa plenamente
para beneficio del pueblo hebreo. Pero recuerden que
durante todo este tiempo de Cristo hacia acá, se ha estado
cumpliendo en medio de la Iglesia el Día de la Expiación;
donde Cristo ha estado como el sumo sacerdote estaba
dentro del lugar santísimo: ha estado Cristo en el Lugar
Santísimo del Templo de Dios en el Cielo; pero cuando
El cumplimiento del Día de la Expiación… 51
salía el sumo sacerdote y terminaba su labor en el lugar
santísimo, ahí el pueblo quedaba totalmente reconciliado
con Dios, porque ya se había hecho la obra del día de
la expiación. Y cuando se termine la Obra del Día de la
Expiación en el Cielo, habrá quedado reconciliado todo
escogido de Dios, no solamente espiritualmente, sino
físicamente también; y entrará la etapa para el pueblo
hebreo ser reconciliado con Dios.
Hemos visto EL CUMPLIMIENTO DEL DÍA DE
LA EXPIACIÓN EN EL DÍA POSTRERO, para la
Iglesia de Jesucristo y también para el pueblo hebreo.
Hemos visto cómo culmina todo el Programa del Día de
la Expiación.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del
Pacto, nuestro Salvador y nuestra Expiación para la
reconciliación nuestra con Dios, sean sobre todos ustedes;
y los beneficios de la Obra de Cristo, la Obra expiatoria
de Cristo, sean sobre ustedes y sobre mí también; y
pronto todos seamos transformados, y estemos a imagen
y semejanza de Jesucristo nuestro Salvador; y los muertos
en Cristo sean resucitados también en cuerpos eternos,
a imagen y semejanza de Jesucristo nuestro Salvador; y
seamos llevados a la Cena de las Bodas del Cordero, al
Cielo, a la Casa de nuestro Padre celestial. En el Nombre
Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Ha sido un privilegio grande estar con ustedes en esta
ocasión, dándoles testimonio de “EL CUMPLIMIENTO
DEL DÍA DE LA EXPIACIÓN EN EL DÍA
POSTRERO”.
En la próxima actividad de la tarde, si Dios nos
permite continuar la lectura, la continuaremos, de estas
páginas 32 y 33; porque, vean ustedes, comenzamos pero
52 Dr. William Soto Santiago
no terminamos. Y yo no puedo hacer nada, sino solamente
lo que Él me guíe a hacer; en la forma que Él me guíe, así
es como yo tengo que hacer.
Hay un misterio grande aquí; pero Él me pasó por
un sinnúmero de Escrituras; me pasó, de lo que estaba
leyendo, a otras Escrituras; y ahí yo no puedo hacer nada.
Pero aquí está el misterio de esa visión que tuvo nuestro
hermano Branham de la… la visión de… la séptima
visión, de la gran explosión; y también está ahí escondido
el misterio de la señal eterna. Y la señal eterna ahí, es
mostrada esa señal eterna sobre un monte con siete lomas
o siete montañas, siete picos.
Y vamos a dejarlo ahí. En alguna ocasión pues les
hablaremos - les estaré hablando, acerca de lo que hay
ahí. Desde el 74 he estado hablando de esto, pero nunca
he podido hablar tan claro.
Y ahora pensé que podía ser hablado claro, y todavía
no he podido. Pero yo no puedo hacer nada. Pero ahí está
una señal eterna; y está para el oeste, de donde viene un
Jinete en un caballo blanco, que es el Jinete de Apocalipsis
(¿capítulo qué?) capítulo 19; y eso es la Palabra viniendo
encarnada en un hombre.
Bueno, vamos a dejar eso quietecito. En el occidente
está ahí la señal eterna, y está ahí un Jinete que viene
del occidente. Así que vamos a dejar eso quietecito ahí;
porque en ese Jinete - ese Jinete es el que viene con un
nombre que ninguno entiende, y ese es el Nombre Eterno
de Dios. Y todo eso se reflejó en el pasado; viene en un
hilo de pensamiento divino hasta el Apocalipsis, hasta
este tiempo final, en donde se están materializando esas
profecías divinas.
Estamos en el tiempo en donde esa señal eterna
El cumplimiento del Día de la Expiación… 53
estará siendo vista en medio de la Iglesia de Jesucristo
materializada, y en donde todos podrán leer lo que Dios
dijo que era una señal eterna.
Bueno, vamos a dejarlo ahí. En la tarde continuamos
con el tema… (¿Cuál es el tema de la tarde, Miguel? Es
de la Trompeta del Jubileo). Vamos a ver cómo lo tenemos
aquí: “LA OBRA DE LA GRAN TROMPETA DEL
JUBILEO”. Y la gran trompeta del año de jubileo se tocaba
en el día (¿qué?) de la expiación. Así que continuaremos
en ese mismo día, hablando de esta trompeta.
Y si Dios nos permite ver bajo el sonido de esa trompeta
todo esto que está en estas dos páginas… Lo más grande
de este mensaje está en esas dos páginas; y está ahí, pero
tiene que ser abierto ese misterio completamente para
poder ser comprendido; pero está ahí el misterio; pero
a pesar de que está ahí, está velado, está escondido ahí
mismo. Cualquiera lee, y aunque lea no entiende.
Bueno, vamos a dejar eso quietecito ahí… Es que
toda revelación tiene que venir por medio (¿de qué?) de
un profeta mensajero para la edad y dispensación en que
Dios tiene esa revelación para ser dada a conocer. Pero si
se consigue el mensajero para ese tiempo, pues se obtiene
la revelación que Dios tiene para ese tiempo.
Bueno, ya nosotros sabemos en qué edad estamos y
cómo conseguir toda la revelación que Dios tenga para
nosotros para este tiempo final; así que no tenemos
problemas. Y sabemos que no podemos recibir la
revelación de ningún otro lugar, sino por medio del canal
correcto.
Es como decir: “Por el canal tal van a estar
transmitiendo tal programa”. Y otra persona decir: “No,
si yo… mi televisor tiene más canales. ¿Por qué voy yo a
54 Dr. William Soto Santiago
colocarlo en ese canal? Yo voy a escuchar por otro canal”.
Pero no va a escuchar lo que está siendo transmitido ahí.
Y así es de edad en edad: Dios tiene un canal para
cada edad. Y siempre el televisor de Dios es un profeta. Y
está… Usted lo canaliza ahí: “Voy para el canal 1: voy a
oír a San Pablo”.
Por el canal primero, que fue San Pablo, el canal por
el cual Dios transmitió Su Mensaje para Su Iglesia para la
primera edad, escuchamos la Voz de Cristo por medio de
San Pablo. Y para la segunda edad, pues, escuchamos la
Voz de Cristo en el canal 2: por medio de Ireneo.
Cada persona tiene que sintonizar bien el canal y oír
por ese canal, para la edad en que vive. Si sintoniza y se
sintoniza en otro canal, se está sintonizando en otra edad y
va a escuchar lo que es para otra edad; y ya los que tenían
que escuchar para esa otra edad, ya lo escucharon y se
fueron, y están esperando la resurrección.
Ahora, hemos visto a través de los diferentes canales
lo que Dios ha transmitido a través de Sus mensajeros: de
Sus canales, en el televisor de Dios, ministerio de Dios,
de Cristo, del Espíritu Santo, a través de las diferentes
edades.
Y para nuestro tiempo, ya hemos visto que ya Dios ha
transmitido por siete canales, siete ángeles mensajeros; y
ahora transmite para el Día Postrero, conforme a Su promesa,
por el canal 8, que es el único que le queda. Y el ocho habla
de eternidad; por lo tanto, lo que estará transmitiendo será
algo eterno, algo que será para el Milenio y para toda la
eternidad. Por eso el Mensaje de Cristo, de Dios, será el
Mensaje, el Evangelio (¿qué?) Eterno.
Bueno, no tenemos ni dónde detenernos; pero vamos a
hacer una pausa, vamos a hacer una pausa para continuar
El cumplimiento del Día de la Expiación… 55
dentro de 1 o 2 horas, depende el tiempo de recreo que
nos dé Miguel. No sé si nos dará tiempo de almuerzo;
pero aunque sea de recreo nos dará, para tomar algo; y
así regresar con más - con nuevas fuerzas, y continuar
escuchando la Voz de Cristo en el canal que corresponde
a nuestro tiempo; y en la edad ocho, la Edad de la Piedra
Angular; y Dispensación del Reino, que es la séptima
dispensación.
Bueno, vamos a pedirle a Miguel pase por aquí y
continúe con nosotros.
Voy a dejar el librito por aquí; porque si Dios me
mueve de nuevo a sacarlo, lo sacaré y hablaremos ahí,
leeremos lo que está ahí, y entonces veremos un poquito
de lo que eso significa para nuestra edad, la Edad de la
Piedra Angular, que es la Edad del Lugar Santísimo del
Templo espiritual de Cristo.
Cuando Elías miró para el este fue que vio el
crematorio. Cuando Elías en la visión de la explosión
dio la vuelta, ¿para dónde miró? Al mirar para el este en
esa visión, ahí estuvo viendo lo que estaba pasando en
Norteamérica. Cuando Elías mire para el este, donde están
144.000 esperándolo, algo por ahí va a suceder.
Bueno, vamos a retirarnos, porque si no, hasta la
señal eterna vamos a hablar aquí; y se van a juntar las dos
actividades, la de la mañana y la de la tarde; y ya después,
pues, en vez de darles el receso para ir a almorzar, sería
para ir a cenar y ya quedarse en sus hogares. En cuanto a
mí, yo no tengo ningún problema, pero hay niñitos que
ustedes pues tienen que alimentarlos; y quizás ustedes pues
resistan un poco, pero los niñitos es bueno alimentarlos.
Así que vamos a dar un receso para que ustedes, pues, se
estiren un poquito y también tomen algo, algún alimento;
56 Dr. William Soto Santiago
y luego regresaremos, para continuar con lo que Dios nos
tenga bajo el tema: “LA OBRA DE LA TROMPETA DEL
JUBILEO”.
Y ahí veremos qué nos dirá la Trompeta del Año del
Jubileo; porque esa Trompeta nos tiene que decir todo lo
que necesitamos para nuestro regreso a nuestra herencia y
a nuestra Familia celestial.
El misterio del contenido del sonido de esa Trompeta,
vean todo lo que tiene. Cuando el pueblo escuchaba esa
trompeta sonando, eso estaba anunciando la liberación
total, para regresar cada uno a su familia, y a su tierra,
y a su herencia. Y nosotros tenemos que irnos pronto de
aquí para nuestra Familia celestial; porque tenemos una
fiesta allá que nos han preparado, y están esperando que
nosotros llegamos allá. Así que no nos vamos a dar mucho
puesto acá en la Tierra, tenemos que estar listos para irnos
muy pronto.
Así que estén preparados, porque pronto nos iremos a
la Casa de nuestro Padre celestial, a la Cena de las Bodas
del Cordero.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y con
nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín. Pasen
todos, continúen pasando todos, un día lleno de las
bendiciones de Jesucristo, nuestra Expiación.
“EL CUMPLIMIENTO DEL DÍA DE LA
EXPIACIÓN”.

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