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MARIPOSA 24+10 ABEJA

8-12 AGSJHDU 20-15

AAAA TRIANGULO 9+7

4+6 AMARILLO TIBURON

MMM PROBABLE SOMBRERO

7-3 PPPP VENEZUELA


Esta es la historia de dos ranitas. Ambas vivían muy felices en Japón, pero en
diferentes ciudades; una vivía en Kioto y la otra en Osaka.
Una mañana, las dos ranitas se despertaron muy aburridas y decidieron que
era hora de explorar otros lugares:
—Hoy partiré hacia Osaka —se dijo la ranita de Kioto.
—Hoy viajaré a Kioto —se dijo la ranita de Osaka.
Sin saberlo, las ranitas empacaron sus cosas al mismo tiempo y salieron
saltando hasta el camino de la montaña que unía las dos ciudades.
El viaje resultó ser más largo de lo planeado y por esas cosas del destino; las
dos ranitas, muy agotadas, se detuvieron en la cima de la montaña.
Al encontrarse, las dos ranitas se observaron con emoción. Luego, se
saludaron y entablaron conversación. Fue así como supieron hacia donde se
dirigían.
—¡Voy a Osaka! — dijo la ranita de Kioto—. Escuché que es una ciudad
esplendorosa.
—¡Y yo voy a Kioto! — respondió la ranita de Osaka—. Todos dicen que es una
ciudad espléndida.
—Es una pena que no seamos más altas— dijo la ranita de Kioto—. Si lo
fuéramos, podríamos ver desde lo alto de esta montaña la ciudad que
queremos visitar.
—¡Tengo una idea! — exclamó la ranita de Osaka—. Parémonos de puntitas
con nuestras patas traseras y apoyémonos una a la otra. Así podemos echarle
un vistazo a la ciudad a donde vamos.
Entonces, las dos ranitas se pararon de puntitas y se tomaron de las patas
delanteras para no caerse.
La rana de Kioto alzó la cabeza y miró hacia Osaka. La rana de Osaka también
alzó la cabeza y miró hacia Kioto
—¡Qué decepción! — dijo la ranita de Kioto—. Osaka es igual a Kioto.
—¡Qué desilusión! — dijo la ranita de Osaka—. Kioto es igual a Osaka.
En ese momento, la ranita de Kioto dijo:
—Me alegra que hayamos descubierto esto, ahora podemos ahorrarnos el
largo viaje y regresar a casa.
Las dos se despidieron y comenzaron a saltar muy felices de vuelta a sus
ciudades.
Sin embargo, las dos ranitas olvidaron que todas las ranitas del mundo tienen
los ojos en la parte de arriba de la cabeza. En realidad, veían lo que estaba
atrás y no adelante. ¡La ranita de Kioto estaba mirando hacia Kioto y la de
Osaka estaba mirando hacia Osaka!

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