Con la llegada de los españoles a América Latina, en busca de nuevas tierras y tesoros, podemos

observar dos situaciones: Primero, como algunos aborígenes sintieron admiración por los
europeos y se entregaban sin resistencia alguna, debido a que los identificaron como sus “dioses”,
dándoles objetos con mucho valor simbólico a los españoles y recibiendo a cambio objetos más o
menos insignificantes. Por último, como pudimos leer en los diferentes textos asignados, vemos
como el resto de los aborígenes que no estaban a favor de la conquista luchaban contra los
colonizadores para defender su territorio y sus costumbres. A esto, los europeos reaccionaron
torturando y matando a todos los indígenas con los caballos, espadas y demás objetos de tortura.
Un ejemplo de tortura es el que le hicieron a Cuauhtémoc, el último emperador azteca, el cual fue
castigado por Cortés, un conquistador español, en unas parrillas para que confesara donde
escondían el tesoro.