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40 Be REN-RATIGA, Mp = “BWR GLY Rabe, aud Wadewe 4G A982, (fp SC-M44 Testimonio de Munoz Camargo (Historia de Tlaxcala, escrita en castellano ‘por su autor) (4) Diez afios antes que los espaftolesviniesen a esta tietra, hu: bo una seftal que se tuvo por mala abusion, agtiero y extraiio prodigio, y fue que apareci6 una columna de fuego muy fl sera, muy encendida, de mucha claridad y resplandor, con tas centellas que centelleaba en tanta espesura que parecia polvo- , de tal manera, que la claridad que de ellas sa. hhacfa tan gran resplandor, que parecfa la aurota de la'ma- ‘na. La cual columna parecia estar clavada en el cielo, tenien: do su principio desde el suelo de ran anchor, de suerte que desde el pie iba adelgazando, bat ciento punta que llegaba a tocar el cielo en figura piramidal de medianoche pari lao que con la fuerza ao que cuentan ida en nuestra cuenta cas Y cuando esta abusi6ny prodigio se vefan, hact tales grandes extremos de dolor, dando grandes gritos, alatidos en sefial de gran espanto y déndose palmadas en bocas, como lo suelen hacer. Todos estos llancos y tristeza ibys acompafiados de sacrificios de sangre y de cuetpos humanes a ‘mo solfan hacer en vigndose en alguna calamidad y tribulatigg asi como eta el tiempo y la ocasiOn que se les oftecta, asi ctecey los géneros de sac ciones, gran temor y espanto, cin de lo que podria significar tan extrafa novedad, procins ban saber por adivinos y encantadores qué podri significar ung | sefial tan extrafia cn cl mundo jamés vista ni ofda. Hase de con. siderar que diez afios antes de la venida de los espafoles, cy. Presagios funextos(Céice Foret) -menzaron a verse estas sefiales, mas la cuenta que dicen de di. ce casas fue el aio de 1517, dos afos antes que los espatila, Hlegasen a'esa uetsa eo) Motecubzoma interroga a los nigroménticos Y mand6 Motecuhzoma a Petlacale: dos los suyo. Dfjoles que fuesen mendados, y le buscasen nigroménticos en los pueblos, y si lox haallasen, se los trajesen. Y algunos mayordomes trajeron algu. ‘nos de los cuales venidos y dado aviso de ello 2 Motecuhzoma, fon gtan reverencia y les dijo: zhabéis , 0 en la tierra, en . ‘ojos, puentes o mat ranas voces, como de mujer dolorida, o de hombres; visiones, fantasmas u otras coss de éstas? Como o habia wit cose dels que deseabs Motecui ae “ le las que él les preguntaba daban raz6n, dijo a Petlcd i al mayordomo: preguntadles, que esto que ha de escaline edie bellacas: 'y encerradios en la citceH seniro suceder, de dénde ha de venir, de el cielo o ag ig ect waderones, que ellos lo diran, sie de qué parte, de qué lugar y que cuando seri. 7 ran. Ouro dia lam6 a Petlacleat, 9 di Volvio Petlacdlcatl a ratficar la pregunta a los encantado- ms, que declarea alguaa coca, 6 | s:yentrando y abriendo las puertas, no hallo a persone alga hambre, langosta, tertemotos de agua o secura de de que queds muy espantado. Fue luego Petlacileat! a con, . gue lo digan; o si habra guerra contra es oa Motecuhzoma: anos, 0 si vendrén muertes ‘o muertes por anima me tajad les venidos, que no me lo oculten; o si han ofdo llorar a Cihux cuando sn el mundo, que cuando ha de sucede: & | aininguno imero, atin mucho antes de que suce ue tengo al 0 los si 0s: Zqué podemos detr2Oms se hacen todas las noches invisib ‘en el cielo lo que sera, porque ya se nom tabo del mundo, esto deberfan hacei bd su nombre en el ciclo, y lo que se traté de Motecuhzoma, ® tha de suceder y pasar un misterio muy sipales Cuauhnocheliy Tlac 10) y alos demas, que ere nuestro rey Motecuhzoma saber, Ey estin y maten a sus mujeres Sa piarauelos emteadi, porque a quien sea ¢hijos, que no quede uno ni ninguno y les detriben las cases d6 presto vendré, y esto es lo que decimos nosotros, para que za lamar muchos mancebos que fucsen con elles a saquear esté satisfecho; y pues ello ha de ser asi aguardelo. vt | lascasas de las mujeres de los nigromanticos, los cuales se Fue luego Petlacalcatl y tratéselo de plano a Motecuhzoma, taron ucgo, y fucron a las casas de ellos, y mataron asus ‘cOmo presto ve Jo que habia de venir. Admirése Motecub- 4s, que las iban ahogando con unas sogas, y que conformaba esto con lo que rey (de Tezococo, hijo de Nezahualc d are: viciéne ec catl, y luego que legaron vieron lo que andaba por la orilla del Sco 1s celts paces haciéndoos pedazos,y hasta el sat, y habian salido con un barco y estaban pescande sie ocho de los del barco con anzuelos a “Teucnenengui yel C toc se subieron a un arbol ada de! ie aS 6 lel uc Hamaban arbol blanco, copudo, y desde Megada del macchual de las costas del Golfo | ea micendo coin cogian pescados + habiendo arab oa A pocos dias vino un ‘acthual (hombre del pueblo) de Mic a tra ver ala nao con su batelo bar dancuauhtla (11), que nadie lo em o yer rH sino sdlo desu autondad, Luego qué ale al olde a echo al palacio de Motecuhzoma y a fl Pino. Voliernse con perd6name mi atrevimiento. Yo soy natural de Mictlancuaul ciudad de Mexico-Tenod ‘4x tha; llegué a las orillas de la mar grande, y vide andar en medio a lieron brevedad posible a la gran itlan, a dar la raz6n de lo que ha- de la mar una sietra 0 certo grande, que andaba de-una parte A singe Mico, fotoonse escies al alc de Mot @ otra y no llega a las orillas, y esto jamas lo hemos visto, y co ote a cule ha ! ay hum mo guardadores que somos de las orillas de la mar, estamos a \" Dijézc ‘for y rey nuestro, es verdad que han veni lo. Dijo Motecuhzoma: sea notabuena, descansad. ¥ ee ‘no sé qué gentes, y han llegado 4 las otillas de be gran mat, tuales andaban pescando con caftas y otros con una fed que echa- ws ban. Hasta ya tarde indio que vino con esta nueva no tenfa ora, que era des ‘cjado, tampoco tenfa dedos en los pies, que los tenia cortados Dijole Motecuhzoma a Petlacalcat, levad a éste y ponedle ste poubtan dee 12, geen hasta las dos torres muy gran en la citcel del tabl6n, y mirad por él. Hizo lamar a un teue. 1 Ta coms soon taloseteg comms tee pes thamacang (acetal! ds Cutan deca unos como sacos colorados, otros de azul, ottos de pardo y de 4 que guarda el pueblo, que si es verdad que andan por la gran teide, y una color mugrienta como nuesto ychulm. ts feo; otros encarnado, y en las cabezas trafan puestos far, no s€ qué, ni lo que es, que lo vayan a ver, y qué eo pats colorado, y eran boncees de panes a ® ue guarda o encietra la mar del cielo, y esto sea con toda breve pies colorado y ® g7ena, oluos many. goendes a oem cielo y estos it 4 _ ptedondos 2 manera de comales pequeios que debe de ve apo »¥ llevad consigo en vues compatia ly uardasol (que son sombreros) y las caines de ellos muy blan, ait ""Hegados'a Cuetlaslan dijeron y con ada de Mo. ‘mis que nuesttas canes, excepto que todos los mis tienen larga y el cabello hasta la oreja les da. Motecuhzoma es- tecuhzoma, y estaba muy atento el cuctlaxtécatl, llamado Pr. B Responds (€ste):sefior, descansad y vayan luego pried taba cabizbajo, que no hablé cosa ninguna 9s que vean y anden las orillas de la mar, y veran lo que cs, Fueron a registrar y volvieron a toda prisa a dar noticia al Cal Ak pixque Pinot, cOmo era verdad, que andaban como dos torres o cetros pequetios por encima de la mar. Dijo el Te inotl: sefor, como son, para dar fe como testigo de satisfecho y haré la relacién conforme Juego con ottos més que eran el Cult Preparativos ordenados por Motecubzoma 4 | Al cabo de gran rato hablo principales de mi casa y palacio; ‘otra persona mas que a vos, porque me trat Pshoasea ya ungerkoos y ttaedme cn la cir a ‘no lo‘hallaron donde lo habfan puesto, de que quedaron ad. mitados y espantados. Fuéronselo.a decir a Morecuhzoma, de que qued6 mas espantado y admirado, y dijo: en fin, es de la cosa natural, que casi todos que os mando con pena, Ib que os digo, debs moritdn yuestras mujeres ¢ hij tos bienes y desharin vuestras hasta que salga agua de ellos, y asimismo monirén vuestros deut AX y parientes; y traedme secretamente dos plateros muy buenos oficiales de obra primorosa, y dos lapidarios de los buenos gas- tadores de esmeraldas. Dijéronle: seiior, aqui estan los oficiales que mand: Dijo Motecuhzoma: hacedlos entrar acd. Entraron y 4M nid acd, padres mios; habéis de saber que os envié ta que hagais cierta obra, y mirad que de madre, so pena de las graves penas di tos de casis, pérdida de bienes y muerte jos y parientes, porque todos han de mot 4d cet dos obras, y se han de hacer delante de mi. Aqui secte ‘mente en este palacio adonde ahora estamos: hase de hacet un ahogadeto o cadena de oro de a cuatro dedos cada eslab6n, muy delgado, y han de llevar estas piezas y medallas en medio unis esmeraldas ticas, y a los lados, como a manera de za Luc dosen dos, in unas mufiequeras de oro y su cade- na de oro colgan «sto con toda la brevedad del . ‘A Ios ot10s ofc des de rica plumes J otra parte a fiequeras de dos, 0 para las dos manos y para los dos pies, de ‘fo, en medio engastada ricas esmeraldas, Y mand6 al mayor: domo Petlac ue trajese luego secteramente mucho 010 {que estaba en caflutos, y mucha plumeria rica de la menuda, is suprema de las aves tlaubquecholey stznitcanzacuaty ‘cual dieron a los: ¥ en pocos dias fue acabada tod 'Y una mafana, Iuego que se levant6 Motecuhzoma, et 1 ue Lapis viaton a uno de los corcovados a rogar al rey Motecuhzoma que de legase al aposeno de los oficiales 7 Movewh¥oma g Habiendo entrado, después de haberle hecho todos gran reve bra toda esta de todo punto sefior. Patcci6le muy bien todo lo hecho 2 ue estaba muy bien hecho y a su contento y placer. Hizo lamar a Petlacdlead uno de estos mis abuel teal mayordomo y dijole: a cada 5 dadles a cada uno una carga de mantas _ de las de a diez braza y de a ocho, y de a cuatro, y mantas ticts pafiees, huipiles, naguas para mis abuelas, cada uno igualmente, y con est contentos los oficiales a sus casas... (15) chile, pepica, fueron muy Motecubzoma insiruye a sus mensajeros (-») Diague otra vez na satido terra-nuestro senor. poned buena oreja alo que guardar. que él os diga. Buena ore Los dones que se ofrecen a los recién venidos He aqui con lo que habéis de Este es cl tesoro de Quetzaledat ‘Una mascara de serpiente, de hechura de turquesas. {Un sravesafi para el pecho, hecho de plumas de quetzal lar tejido a manera de petatillo: en medio tiene colo le oro. Yun escudo de travesafios de oro, o bien con travesatios de oncha nacar: tiene plumas de quetzal en el borde y unas ban Aerolas de la misma pluma. ‘También un espejo de los que se ponen al trasero los dan- tants, guatnecido de plumas de quettal. Hse espejo parece un ~eeudo de turquesas: es mosaico de turquesas, de turquesas es- tWincrustado, tachonado de curquesas. Uegan los mensajeros ante los espattoles Pues cuando hubieron Ilegado al borde del mai ras- orton, en barcas los levaron a ical oe 2p Otta vez all los tomaron en barcas, 1: todos los feron en ellas Y metidos ya cn sus canoas, por el rio fuet ron Isbarcas de aquéllos (de los epafoles), se tepegaton'a sot taeees oy Ellos (los espanoles) les dijeron: —¢Quiénes sois vosotros? {De dénde vinisteis? _ —Hemos venido de México (17). tra ver les dijeron: —Puede ser 0 no ser que vosotros de allé procedais, o tal NU i Je no mas lo inventdis; tal vez no mas que ‘neous 0s estdis burlando. Pero su corazén se convenci6, qued6 satisfecho su coraz6n. fuego pusieron un gancho en la proa de la nave: con ella los ‘eantaron estirando, luego pararon una escala. Por tanto, subieron alesis Iban Hevando en los barcos lis objetos. Uno « uno hicieron la ceremonia de toc ‘an la boca delante del capitin (0 sca, hicieron revere uncato). En seguida le hacen una arenga, le dicen: ~Dignese oitlo el dios: viene a fendir homengje su lugar- |G) 1 mensajes de Motecuhzoma y ls espaoles pudicron racia a que Cortés uaia cnsigo 1 JetGnimo las palabras de ls in- : levaron los marine- (0s pusieron en batcas, los colocaron, los me- we teniente Motecuhzoma, El tiene en cargo la ciudad de México, Dice: «Cansado ha quedado, fatigado esté el dios». En sepuida atavian al capitan. Le pusieron con esmero la mis. cara de turquesa, en ella estaba fijada la banda travesafa de plu. ma de quetzal Y de esta méscara va pendiendo, en ella esté la orejera de le pusi en al cuello'el collar de petatllo: el petatillo de chalchi ACC _medio tiene un disco de oro. ‘Después, en su cadera le y también le revistieron p ‘ccampanillantes Y en sus pies le colocaron las grebas que usan los huastecos, consteladas de chalchihuites, con sus cascabeles de oro. ‘También le dieron, en st mano le pusieron el escudo que tiene travesafio de oro y de concha nicar, con sus flecos de plu- ma de quetzal y sus banderolas d ‘Ante su vista pusieton las sandal ‘ Ye __ En cuanto a los otros tres géneros de atavios divinos, no hi- cieron més que col nfrente de él, los ordenaton allt es el capitan: — Acasa ésta es toda yuestra oftenda de bienvenida? zAque- llo con que os llegais a las personas? Dijeron Es todo: con eso hemos venido, sefior nuestro ron el espejo que cae hacia atris ta espalda la manca llamada Cortés trata de poner temor en los indios Entonces dio érdenes el capitin; en consecuencia, fueron, ‘atados (los indios); les pusieron hiertos en los pies y en el cue Hecho eso, disparaton el cafién grande Y en este momento los enviados perdieton el juicio, quede ron desmayados. Cayeron, se doblaron cada uno por su lao: ya no estuvieron més en si Los espafioles, por su parte, los levantaron, los alzaron, les dieron de beber vino, y en seguida, les dieron de comer, los b- Ut Geron comer. Con esto, recobraron su aliento, se reconfortaros. ‘sf las cosas, les dijo el capitan: —Oidlo: he sabido, ha llegado a mi oido, que dizque ls a we - 0s remaban, iban con el alma afanad: mexicanos son muy fuertes, que son muy guetteros, que son muy ttemendos. i €s un solo mexicano, muy bier pone en fuga, bien hace fettoceder, bien vence, bien sobrepasa, aunque de veras sean diez y acaso aun si son veinte los guetreros. Pues ahora mi coraz6n quiere qucdar convencido: voy a ver yO, Voy a experimentar qué tan fuertes 1u€ tan machos! was f en seguida escudos de cuero, espadas y lanzas, Y lemis — Muy tempranito, al alba se hari: vamos a contender unos g9n otfos: vames a hacer totneo en parejas: nos desaflarcmes, ‘Tendremos conocimiento de las cosas. ;A ver quién cae al suelo! Respondicron al capitan, le dijeron: —_Gligalo el seior: jpuede ser que esto no nos Jo mandara Motecuhzoma, lugarteniente tuyo!... En exclusiva comision he, mos venido, a dar teposo y descanso hemos venido, a que nos saludemos unos a otros. No es de nuestra incumbencia lo que ¢lsefior quiere. Pero si tal cosa hiciéramos, pudiera ser que por «llo se enojara mucho Motecuhzoma. Por esto acabsra ton nosottos. Dijo al punto el capitan: sghor s€ tiene que hacer. Quiero ver, quicro admirar: ha corrido fama en Castilla de que dizque sois muy fuertes, muy gente de guetta, Por ahora, comed muy temprano: también yo ‘omeré, ;Mucho énimo! Después los despach6, los hizo bajar a su navio de ellos (de les indios). No bien hubicron bajado a su nave, remaron fuct, temente. Sc remaba con ardiente afin, Algunos aun con ls ma- la. Se decfan unos a otros Presurosos: — {Mis capitanes, con todas vuestras fuerz forzadamente. No vaya a sucedetnos algo aqui? con coda pris 1 mat hasta el a toda prise legaron por el mar hasta el Nialanco. Bon Po Con trabajos tomaron aliento allt. Luego con gran empeno fguieron su camino. Llegaron a Tecpantlayacac. De alli st pi. ino, fueron de marcha y legaron presuosos a Cue. mo en su viaje de ida, tomaron allf aliento. 330 we 36 iY —iPues no! Estamos de prisa: vamos a darle cuenta al sefor fey Motecuhzoma. Le diremos qué hemos visto, Cosa muy dig. ‘na de asombro, jNunca cosa asf se vio! O, acaso tt antes lo oiste? Regreso de los mensajeros Lucgo de prisa se fueron, hasta Méx fon no mas de noche; sélo én la noche ~ ¥ cuando esto sucedi6, Motecubzoma ya no supo de suc« fo, ya'no supo de comida. Ya nadie con €lhablaba Y siaga, a, la tenia como cosa van. Casi cada momento sus. izado, se tenfa como un abatido. ‘Ya nada que da dicha, ya no casa que da placer, ya no cost de deleite le importaba. Y por todo esto decta > *¢Qué sucedera con nosotros? (Quién de veras queda en pie? i legaton, Y entra -garon, ‘Ah, en oto tiempo yo full... ;Vulnerado de muerte esté ‘mi corazén! ;Cual si estuviera sumergido cn chile, mucho se angustia, mucho arde!... A dénde, pues, nuestto seiior?s Entonces dio 6tdenes a los que tenian el cargo de visila, Jos que guardan sus principales cosas. Les dijo: —Aun cuando durmiendo esté, avisadme: —Ya llegaton los que enviaste a la mat. Peto cuando fueron a decitlo, d —Agui no los quiero oft. Los oiré piente. Que allé vayan, ; Y viene a dar orden, dice: jque se tifan de greda dos cautivos! Y luego fueron a la Casa de la Serpiente los caviados. Tam Morecuhzoma. Luego a sus ojos fueron los sactficos brio el pecho a los cautvos: con su sangre rociaron als enviados raz6n de hacer tal cosa, es haber ido por camino muy |: por haber visto a los dioses; haber fijado sus ojos en cara y'en su cabeza. {Bien con los dioses conversaron! al momento: en la Casa de la Ser. Lo que vieron los mensajeros Hecho esto, luego dan cuenta a Motecuhzoma. Le en qué forma se habfan ido a admirar y lo que estuvieron vien do, y cOmo es la comida de aquéllos. oe sie sit ‘Y cuando él hubo ofdo lo que le comunicaron los enviados, © ‘mucho se espant6, mucho se admir6. Y le llamé a asombro en gran manera su alimento. "También mucho espanto le caus6 el oft cOmo estalla el ca ‘860, cOmo retumba su 1 ¥ cOmo se desmaya uno; se le aturden a unc YY cuando ca ‘una como bola de entrafas: va £0, y.el humo que de él sale, es muy pestilente, huele 2 lodo podrido, pene- ta hasta el cerebro causando mo de guerra son todos de hierro: acete a sus cabezas, las partes vienen envueltas sus cuerpos, solamente apa- blancas, son como si fueran de cal. Tienen tienen negro, Larga-su 0 pesado, cual si fueran pa} smo de médula de cafta de in poco como enmielados: 10, No esti quietos, an sando. Manchados de « les espanoesreiben 2 los meas (Cétice Hore ww ae 4% Motecubzoma envia magos y bechiteros En este tiempo precisamente despaché una misién Mote. ‘cuhzoma. Envié todos cuantos pudo, hombres inhumat presagiadores, los magos. También cnvi6 guerreros, val gente de mando. \ los tenian que tener a su cargo todo lo que les fucra me. cde cosas de ‘comer: gallinas de la tierra, huevos de éstas, las blancas. ¥ todo lo que aqui spafioles) pidie: ‘con que su coraz6n quedata satisfecho. Que los vieran tes, sacrificio: quién sabe si Envié cautivos con que les a quisieran beber su sangre. Y asi ero cuando ellos (os espaioles)vieron aque mas) sintieron mucho asco, escupieron. se resttegaban las pes. tafias; cettaban los ojos, movian Ia cabeza. Y la comida que es. ‘taba manchada de sangre, la desecharon con nausea; ensangren- ‘ada hedia fuertemente, causaba asco, como si fuera una sangre podrida. vi taz6n de haber obrado asf Motecuhzoma es que él ce nia Ia cteencia de que ellos eran dioses, por dioses los tenfa y Como a dioses los adoraba. Por esto fueron llamados, fueron de. signados como «Dioses venidos del cielo». Y en cuanto alos ne: pros, fueron dichos:

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