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Nació en Recife, norte de Brasil, en 1921. Estudió derecho, letras, historia y filosofía.
Alrededor de 1946 se empezó a interesar en la educación y alfabetización y a sentar las
bases de su método, que se centra en experiencias prácticas y según el cual todo proceso
educativo debe partir de la realidad que rodea a cada individuo.
En 1961, fue nombrado director del Departamento de Extensión Cultural de la
Universidad de Recife. En 1963 puso en práctica su primera experiencia educativa de
grupo, dentro de la Campaña Nacional de Alfabetización, consiguiendo la alfabetización de
300 trabajadores rurales en muy poco tiempo.
Fue acusado por la oligarquía y por ciertos sectores de la Iglesia de agitador político y,
ante el golpe militar de 1964, debió abandonar su actividad (calificada de subversiva) y
exiliarse a Chile.
Poco después se trasladó a Ginebra (Suiza) donde trabajó en los programas de
educación del Consejo Mundial de las Iglesias.
Colaboró en la Universidad de Harvard con los grupos dedicados a la reforma educativa
en los ámbitos rurales y urbanos.
Después de dieciséis años de exilio, en 1980 volvió a Brasil, donde ejerció la docencia
universitaria en San Paulo, ciudad en la que también fue Secretario de Educación.
En 1986, recibió el premio internacional «Paz y Educación» de la UNESCO.
Fue investido doctor «honoris causa» por más de veinte universidades de todo el mundo.
Falleció en 1997.
Hasta no mucho antes del nacimiento de Paulo Freire, en Brasil aún se vivía la esclavitud,
y las clases rurales vivían en relaciones laborales de opresión, completamente
marginadas de todo proceso social, político y económico, Para el año 1947 las tensiones
sociales y culturales aumentaban, sumado a la crisis política y económica, lo que llevó a
Freire a basar su teoría en una idea de educación liberadora, que permita un contacto
directo (y crítico) entre el educando y su alrededor, su realidad, y dónde el educador
tampoco sea ajeno a ella.
La educación para Freire es un proceso de acción que transforma y que debe ser
ejercido sobre la realidad
El autor nos explica, en su libro “El grito manso” que “…no es posible ejercer la tarea
educativa sin preguntarnos, como educadores y educadoras, cuál es nuestra concepción
de hombre y de mujer. Toda práctica educativa implica tal indagación: qué pienso de mí
mismo y de los otros”. Define a las personas como seres históricos, que se hacen y
rehacen socialmente, incompletos o inacabados; y conscientes de tal condición (distinto al
resto de los seres vivos). Tal consciencia habilita la posibilidad de la educación, “la
educabilidad del ser”, porque quien se sabe incompleto entra en un permanente proceso
de búsqueda.
como docente, tengo que desarrollar en mi la capacidad critica y afectiva de leer en los
ojos, en el movimiento del cuerpo, en la inclinación de la cabeza. Debo ser capaz de
percibir si hay entre ustedes alguien que no entendió lo que dije, y en ese caso tengo la
obligación de repetir el concepto en forma clara para reponer a la persona en el proceso
de mi discurso. En cierto sentido ustedes están siendo ahora para mí un texto, un libro que
necesito leer al mismo tiempo que hablo” (Paulo Freire, “el grito Manso”,Siglo XXI Editores,
Argentina 2006,página 40)
FUENTES:
• Práctica de la pedagogía critica, Elementos de la situación educativa, de “El grito manso”, Paulo Freire
• http://educomunicacion.es/figuraspedagogia/0_paulo_freire.htm
• https://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/131199/1/El_legado_de_Paulo_Freire_en_la_escuela_.pdf
• http://paulofreireuca.blogspot.com/2013/01/actualidad.html
• https://www.youtube.com/watch?v=Cz5_dujSuFQ
• https://www.youtube.com/watch?v=4XhUIwbx4B4
• https://www.youtube.com/watch?v=zwri7pO8UHU
• https://elpais.com/diario/1978/05/20/sociedad/264463223_850215.html (entrevista)