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Laboratorio de Expresión Oral y Corporal

Profesor: Ubaldo Cortés

Tarea grupal
Integrantes: Camila Jaramillo
Raúl Cid
Pablo Huenchullanca

Juntos buscar 6 tips o recomendaciones para desempeñarse en conversación según cada


letra:
a) Cómo iniciar, hacer avanzar y terminar una conversación.
Como Iniciar: 1.- Habla del tiempo

La excepción de los comentarios negativos es el tiempo. Si estás en medio de una


ola de calor, de frío, lluvias torrenciales o un clima inusual es siempre una buena
forma de empezar una conversación; es una experiencia compartida entre tú y la
otra persona. Si es un día particularmente bueno, también es buena forma de
empezar.

2. Pide información

“Disculpa, ¿sabes cuándo empieza la próxima sesión?” incluso si ya sabes la


respuesta, pedir información es una buena manera de empezar a hablar con alguien
porque a la gente le gusta sentirse útil.

3. Pide ayuda

“¿Podría por favor ayudarme a coger aquello de la estantería de arriba?” “Se me ha


caído el anillo y creo que ha ido debajo de la mesa, ¿te importa mirar si está?” pedir
ayuda es otra forma de hacer sentir útil a la gente. Solo debes asegurarte de pedir
algo que pueda hacer la persona a quien se lo pides sin causar mucha molestia.

4. Ofrece ayuda

Difícilmente te encontrarás en una situación en que puedas ayudar a alguien con


quien deseas hablar, pero si pasa, no pierdas esa oportunidad. “¿Te ayudo a llevar
esa bolsa?”, “¿Necesitas sentarte? Hay un asiento libre ahí”, “¿Quieres un
programa? Tengo uno de más”. La otra persona tenderá a confiar en ti porque le has
ayudado.

Ten cuidado de no ser muy intrusivo o excesivo: “No he podido evitar oír que no te
aceptan la tarjeta, ¿quieres probar con la mía?” No es de ayuda ninguna.
Laboratorio de Expresión Oral y Corporal
Profesor: Ubaldo Cortés

5. Pide opinión

“¿Qué opines de esa charla?”, “¿Te ha servido este workshop?”, “Veo que estás
tomando un coctel especial, ¿me lo recomiendas?” a la gente le gusta que otras
personas se interesen por su opinión.

6. Comenta una experiencia compartida

¿Tu oyente viene del mismo pueblo que tú? ¿Fuisteis al mismo colegio? ¿Habéis
trabajado para el mismo jefe? Cualquier tema en común es una buena forma de
empezar una conversación, especialmente si lo usas como motivo para pedir
información o consejo: ¿Sabes qué pasó con José, el que solía trabajar ahí?

Hacer Avanzar: 1.- La regla del cómo, dónde, por qué y cuándo

Hay veces que las personas con las que conversamos nos cuentan alguna
experiencia reciente, por ejemplo, un viaje. Es posible que no sepamos muy bien
cómo enfocar la conversación y es aquí donde podemos usar esta regla. Pregúntale
sobre lo que te está contando usando estos cuatro determinantes: ¿Cómo fuiste a
París, en avión o en tren?, ¿Dónde estuviste?, ¿Por qué fuiste, vacaciones,
trabajo...?, ¿Cuándo fuiste? De esta manera, aumentarás las posibilidades de que la
conversación se torne apasionante.

2.- Encontrar puntos en común con el interlocutor

Es tan sencillo como fijarse en su aspecto y de ahí intentar deducir lo que le gusta
(por ejemplo, si lleva puesta una camiseta de un grupo de rock que también te gusta
a ti) o directamente preguntar. Encontrar esos puntos comunes son claves para que
la conversación sea más interesante y os vinculéis. A todos nos gustan las personas
que se parecen más a nosotros y hablar con ellos puede ser muy enriquecedor.

3.- Mostrar interés por un tema

¡En este sentido tienes una oportunidad para aprender! Imagina que tienes que
conversar con alguien que te habla de plantas y tú no tienes ni idea. Empieza a hacer
preguntas: “Siempre he querido saber más sobre esto que me cuentas, ¿que
diferencia a la planta x de la planta y?”. Al final, conversas con esa persona y te
llevas un aprendizaje. Tu interlocutor notará que no sabes del tema, pero que tienes
interés y esto también os vincula.
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Profesor: Ubaldo Cortés

4.- Interésate por su vida (pero con discreción)


A casi todos, en el fondo, nos encanta que nos pregunten por partes de nuestra vida,
ya que normalmente al ser humano le gusta hablar sobre sí mismo y agradece la
oportunidad de hacerlo (ya que no solemos tener muchas). Algunas preguntas que
puedes hacer y que te pueden llevar a numerosos temas de conversación pueden ser:
¿Qué películas te gustan? ¿Qué música sueles escuchar? ¿Te gusta viajar? ¿Tienes
hermanos? ¿Te gusta la naturaleza?, etc. Tantas como se te ocurran.

5.- Permanece al tanto de la actualidad

Es una gran estrategia ya que crea nuevos hilos. Pregunta sobre si han visto el
último debate político y qué opinan al respecto o si te pueden recomendar alguna
película interesante que no hayas visto todavía. Antes de ir a cualquier evento
social, puedes echar un vistazo a la actualidad y tener en la recámara 4 o 5
temas que puedes sacar para conversar.

Estas son algunas estrategias que puedes comenzar a emplear para tener una
conversación interesante la próxima vez y evitar los incómodos silencios. Pero no lo
olvides, lo más importante es que sepas ver que la opinión ajena no es tan valiosa
como piensas y que tienes derecho a manifestar al tuya, siempre y cuando no
dañes a nadie.

6.- Presta atención a tu lenguaje corporal

Todo lo anterior puede no servir de nada si tu cuerpo no se alinea con tus


palabras. Cuando tienes una conversación con alguien y su lenguaje no verbal
indica desconfianza e inseguridad tu cerebro recibe dos informaciones
contradictorias. Eso genera malestar y la sensación de no fiarte del todo de tu
interlocutor, para evitar que esto suceda, hay que tener en cuenta lo siguiente:

 Establece contacto visual durante gran parte de la conversación, especialmente


cuando escuches. No es necesario que lo hagas todo el tiempo (nuestros ojos se
mueven mientras pensamos o recordamos experiencias), pero tampoco lo evites.

 Dependiendo de la confianza, o el tipo de relación que se tenga con el interlocutor,


hay que evitar situarse totalmente de frente a él o ella. Si no existe mucha
confianza hay que intentar colocarse con un cierto ángulo, ya que lo contrario
puede generar cierta incomodidad.
 Utilizar una postura abierta. Aunque es lógico que de vez en cuando uno se cruce
de brazos o piernas para aliviarse internamente, no hay que permanecer en esa
posición durante toda la conversación.
 Asiente de vez en cuando mientras tu interlocutor está hablando, así lo motivas
a seguir haciéndolo.
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Profesor: Ubaldo Cortés

Terminar Conversación:

1.- Espera a una pausa en la conversación. Las conversaciones siempre


disminuyen su ritmo en algún punto. Esto ocurre cuando una o ambas partes tienen
dificultades para pensar en cosas nuevas que decir. Si ambas personas siguen
participando de forma activa y la conversación es interesante, podrás mantenerla por
más tiempo. Si esta se apaga, deberás empezar a culminarla. El tiempo que
prolongues la charla variará según la relación que tengas con la persona .

2.- Brinda un motivo amable por el cual debas despedirte. Incluso si no tienes


que salir, todas las reuniones y conversaciones terminarán en algún momento. Si
crees que es el momento de irte, puedes decir algo como “Debo irme, tengo que
sacar a mi perro” o mencionar que tienes que hacer alguna otra actividad. También
podrías decir lo siguiente.

3.- Di “Aprecio tu ayuda” si han respondido una de tus dudas. Si has recibido la
ayuda de tu jefe, supervisor o colega; será un gesto amable que demuestres que
estás agradecido por el tiempo que te haya dedicado. Puedes decirlo al final de la
conversación al agradecerle, o justo cuando salgas de su oficina.

4.- Dale la mano en una situación formal. Si se trata de alguien que acabas de
conocer en un entorno profesional, podrás volver a darle la mano si te sientes
cómodo haciéndolo. Esto es muy común en las entrevistas laborales. Mantén la
mano extendida, haz contacto visual, sonríe y di algo como “Ha sido genial
conocerte” o “Gracias nuevamente por tu tiempo”.

5.- Sugiere una reunión futura si van a entablar un contacto profesional. Si


quieres volver a ver a la persona en un contexto profesional, podrás preguntarle si le
gustaría tomar un café para hablar más. Recomienda una fecha en las siguientes
semanas, y si acepta, puedes decir algo como “Genial, nos vemos ese día” para
culminar la conversación.

6.- Pídele que se conecten a través de las redes sociales. No será estrictamente
necesario que le pidas permiso para ello, pero esto se considera como un gesto
amable en un entorno profesional. Podrías decir algo como “Gracias por reunirte
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conmigo. ¿Podría agregarte en LinkedIn?”. Si la otra persona es un conocido


personal, podrás pedirle permiso para agregarla en Facebook o Instagram.

b) Agradecer una invitación cortésmente.


1.- Dar un cumplido: Eres muy amable, muchas gracias por considerarme.
2.- Ser cortés: Con mucho agrado acepto tu invitación.
3.- Buen lenguaje corporal: Demostrarle a quien nos invitó, lo contento que
estamos con dicha invitación. (Palmeos de manos o acariciarse el pelo por ejemplo).
Rechazar una invitación cortésmente:
1.- Sé honesto. Dile la verdad sobre por qué rechazas su invitación. No tienes por
qué ser demasiado descortés, sino que debes ser claro sobre por qué no estás
interesado. Evita usar excusas confusas u obvias.
2.- No mentir: Decir la verdad evitará caer en un bucle de argumentos para no salir
con la persona.
3.- Empatizar: Siempre ponerse en el lugar de la persona rechazada, por lo que
podemos terminar la conversación con un “programemos para la próxima”.

c) Elegir el tema apropiado frente a un interlocutor (elige un profesional y una persona


común).
Profesional: Abogado

Persona Común

Un tema perfecto que se puede elegir es, por ejemplo, hablar de la actualidad
nacional, ¿Qué te parecen las ISAPRES?, ¿Las eliminarías?

A este respecto, habiendo elegido un tema apropiado, en el cual ambas personas,


tanto el abogado como una persona común, pueden tener una opinión acabada en el
tema, pues es de conocimiento público y lo más importante para tener una buena
conversación, es que el abogado evite usar mucho tecnicismo, pero en general, e
tema abarca para una buena conversación.
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Profesor: Ubaldo Cortés

d) Cómo contar una anécdota y ser escuchado.  

Para este tema es muy importante el contexto particularmente cognitivo, ya que


apela a la percepción, memoria o lenguaje. Es por ello que al momento de contar la
anécdota, debemos tener siempre presente el contexto, o sea, lo que estemos
conversando en el momento, por ejemplo, estamos hablando del transporte público,
es en ese momento que estaré facultado para contar la anécdota: “Una vez iba en el
metro y me quedé dormido, por lo que llegué al final de la última estación
jajajajaja”.

e) Cómo manifestar tu opinión de desacuerdo sin ser agresivo o descortés frente a tu


jefe. 

Lo esencial es partir de la base del respeto, usar un lenguaje claro y siempre


respetuoso por lo que opine el otro, aunque sea una opinión mu contraria a nuestro
pensar, por ejemplo, yo soy de izquierda y mi jefe es de derecha. Claramente en este
escenario estaré en desventaja pues él, siendo mi jefe, podría despedirme (eso es lo
que tendré en mente), es por ello que al momento de exponer mi opinión, debo
hacerla en forma tranquila y expositiva, siempre dejando bien en claro mis puntos y
mis argumentos, además de escuchar atento los argumentos de mi jefe, que, sean
buenos o malos, tiene todo el derecho a exponerlos y tenerlos, pues no sabemos
cómo fue su crianza y su entorno, es por ello que la empatía no debe faltar en este
intercambio de ideas.

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