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Sistema Respiratorio

 Hongos aspergillis:
 Descripción general
 La aspergilosis es una infección causada por un tipo de moho (hongo). Las
enfermedades que derivan de la infección aspergilosis generalmente afectan al
aparato respiratorio, pero los signos y la gravedad varían mucho.

El moho aspergillus, el cual desencadena las enfermedades, está en todas partes,


tanto en interiores como al aire libre. La mayoría de las cepas de este moho son
inofensivas, pero unas pocas pueden causar enfermedades graves cuando las
personas con sistemas inmunitarios debilitados, enfermedad pulmonar
subyacente o asma inhalan sus esporas fúngicas.

En algunas personas, las esporas desencadenan una reacción alérgica. Otras


personas contraen infecciones pulmonares leves a graves. El tipo más grave de
aspergilosis, la aspergilosis invasiva, ocurre cuando la infección se disemina a los
vasos sanguíneos y más allá.
Según el tipo de aspergilosis, el tratamiento puede comprender observación,
medicamentos antimicóticos o, en casos inusuales, cirugía.

 Síntomas

Los signos y síntomas de la aspergillosis varían según el tipo de enfermedad:

 Reacciones alérgicas

Algunas personas que tienen asma o fibrosis quística tienen una reacción alérgica al
moho aspergillus. Los signos y síntomas de esta afección, conocida como "aspergilosis
broncopulmonar alérgica", incluyen los siguientes:

 Fiebre

 Tos que puede expulsar sangre o tapones de moco

 Empeoramiento del asma

 Aspergiloma

Ciertas afecciones pulmonares crónicas, como el enfisema, la tuberculosis o la


sarcoidosis avanzada, pueden hacer que se formen espacios de aire (cavidades) en los
pulmones. Cuando las personas con cavidades pulmonares también están infectadas con
aspergillus, las fibras fúngicas encuentran la forma de entrar en las cavidades y
convertirse en masas enredadas (bultos fúngicos), conocidas como aspergilomas.

Puede que los aspergilomas no causen síntomas o causen solo una tos leve al principio.
Sin embargo, con el tiempo y sin tratamiento, los aspergilomas pueden empeorar la
afección pulmonar crónica subyacente, y es posible que cause lo siguiente:

 Una tos que a veces puede expulsar sangre (hemoptisis)

 Sibilancia

 Falta de aire

 Pérdida de peso involuntaria

 Fatiga

 Aspergilosis invasiva

Este es el tipo más grave de aspergilosis. Se produce cuando la infección se extiende


rápidamente desde los pulmones al cerebro, el corazón, los riñones o la piel. La
aspergilosis invasiva solo se produce en personas cuyo sistema inmunitario está
debilitado como consecuencia de la quimioterapia para el cáncer, el trasplante de médula
ósea o una enfermedad del sistema inmunológico. Si no se trata, este tipo de aspergilosis
puede ser mortal.

Los signos y síntomas dependen de los órganos afectados pero, por lo general, la
aspergilosis invasiva puede causar lo siguiente:

 Fiebre y escalofríos

 Una tos que produce sangre (hemoptisis)

 Falta de aire

 Dolor en el pecho o en las articulaciones

 Dolores de cabeza o síntomas en los ojos

 Lesiones en la piel

 Otros tipos de aspergilosis

El hongo aspergillus puede invadir otras áreas del cuerpo además de los pulmones como,
por ejemplo, los senos paranasales. En los senos paranasales, el hongo puede causar
congestión nasal, a veces acompañada de secreción con sangre. También puede causar
fiebre, dolor en la cara y dolor de cabeza.
 Causas

El moho aspergillus es inevitable. En el exterior, se encuentra en las hojas y en los


abonos en descomposición, así como en las plantas, los árboles y las cosechas de
granos.

La exposición diaria al aspergillus no suele ser un problema para las personas con
sistemas inmunitarios sanos. Cuando se inhalan las esporas de moho, las células del
sistema inmunitario las rodean y las destruyen. No obstante, las personas que tienen un
sistema inmunitario debilitado debido a una enfermedad o un medicamento
inmunodepresor tienen menos células para combatir la infección. Esto permite que el
aspergillus se instale, invada los pulmones y, en los casos más graves, otras partes del
cuerpo.La aspergilosis no es contagiosa entre personas.

 Diagnóstico

El diagnóstico de un aspergiloma o de una aspergilosis invasiva puede ser difícil. El


Aspergillus es común en todos los entornos, pero es difícil de distinguir de otros mohos
en el microscopio. Los síntomas de la aspergilosis también son similares a los de otras
afecciones pulmonares, como la tuberculosis.

Es probable que el médico utilice una o más de las siguientes pruebas para determinar la
causa de tus síntomas:

 Prueba de imagen Una radiografía de tórax o una tomografía computarizada (TC),


un tipo de radiografía que produce imágenes más detalladas que las radiografías
convencionales, por lo general puede revelar una masa fúngica (aspergiloma) y
signos característicos de aspergilosis broncopulmonar invasiva y alérgica.

 Examen de secreción respiratoria (esputo). En esta prueba, se coloca un tinte en


la muestra de esputo y se examina para detectar la presencia de filamentos de
aspergillus. Después, se coloca el espécimen en un cultivo que estimula el
crecimiento del moho para ayudar a confirmar el diagnóstico.

 Análisis de sangre y tejidos. Las pruebas cutáneas, así como los análisis de


esputo y de sangre, pueden ser útiles para confirmar la aspergilosis
broncopulmonar alérgica. Para el análisis de piel, se inyecta en la piel del antebrazo
una pequeña cantidad del antígeno del aspergillus. Si la sangre tiene anticuerpos
contra el moho, tendrás un bulto rojo y duro en el sitio de la inyección. Los análisis
de sangre se hacen para detectar niveles altos de determinados anticuerpos, lo que
indica una respuesta alérgica.
 Biopsia. En algunos casos, es posible que sea necesario examinar una muestra
de tejido de los pulmones o senos paranasales bajo el microscopio para confirmar
el diagnóstico de aspergilosis invasiva.

 Tratamiento

Los tratamientos de la aspergilosis varían según el tipo de enfermedad. Estos son


algunos posibles tratamientos:

 Observación. Los aspergilomas solos y simples generalmente no necesitan


tratamiento, y los medicamentos no suelen ser eficaces para tratar estas masas
fúngicas. En cambio, los aspergilomas que no provocan síntomas pueden ser
controlados simplemente mediante radiografías de tórax. Si la afección avanza,
entonces se pueden recomendar medicamentos antimicóticos.

 Corticoesteroides orales. El objetivo para tratar la aspergilosis broncopulmonar


alérgica es evitar que el asma existente o la fibrosis quística empeoren. La mejor
manera de hacerlo es con corticoesteroides orales. Los medicamentos antimicóticos
por sí mismos no son útiles para la aspergilosis broncopulmonar alérgica, pero se
pueden combinar con corticoesteroides para reducir la dosis de esteroides y mejorar
la función pulmonar.

 Medicamentos antimicóticos. Estos medicamentos son parte del tratamiento


estándar para la aspergilosis pulmonar invasiva. El tratamiento más eficaz es un
nuevo medicamento antimicótico, el voriconazol (Vfend). La anfotericina B es otra
opción.

Todos los medicamentos antimicóticos pueden tener efectos secundarios graves,


incluso daños en los riñones y el hígado. Las interacciones entre los medicamentos
antimicóticos y otros medicamentos también son comunes.

 Cirugía. Debido a que los medicamentos antimicóticos no penetran muy bien en un


aspergiloma, la cirugía para extirpar la masa fúngica es el tratamiento de elección
cuando un aspergiloma causa sangrado en los pulmones.

 Embolización. Este procedimiento detiene el sangrado pulmonar causado por un


aspergiloma. Un radiólogo inyecta un material a través de un catéter que ha sido
guiado a una arteria que alimenta una cavidad pulmonar donde un aspergiloma está
causando pérdida de sangre. El material inyectado se endurece y bloquea el
suministro de sangre a la zona y detiene el sangrado. Este tratamiento funciona
temporalmente, pero es probable que el sangrado vuelva a empezar.

Pneumocystis jirovecci:

 Generalidades:
El pneumocystis jirovecii es un pequeño hongo que vive en los pulmones de muchas
personas. El sistema inmunitario de la mayoría de las personas es capaz de controlar los
hongos. Pero si tiene un sistema inmunitario débil, los hongos pueden causarle
enfermedades muy serias.

El tipo de infección más común es la neumonía por Pneumocystis. En otras épocas, la


neumonía por Pneumocystis fue la mayor causa de muerte en las personas
con VIH/SIDA. Pero hoy es posible prevenir o tratar la mayoría de los casos. La clave
para sobrevivir la neumonía por Pneumocystis es el tratamiento temprano. Los primeros
signos de neumonía por Pneumocystis son fiebre, tos seca, dificultades para respirar y
fatiga. Si tiene estos síntomas, consulte a su médico de inmediato.
Para diagnosticar la neumonía por Pneumocystis, los médicos usan un microscopio para
buscar el hongo en una muestra de fluido o tejido pulmonar. El tratamiento es con
antibióticos.

No hay vacuna para prevenir la neumonía por Pneumocystis. Algunas personas que
están en alto riesgo de contraer la neumonía por Pneumocystis pueden necesitar tomar
antibióticos para prevenirla.

 Neumocystis jirovecii es una causa común de neumonía en pacientes


inmunodeprimidos, sobre todo en las personas infectadas por el virus de
inmunodeficiencia humana (HIV) y en las que recibieron corticoides sistémicos.
Los síntomas incluyen fiebre, disnea y tos seca.
 El diagnóstico requiere la demostración del microorganismo en una muestra de
esputo inducido o muestra por broncoscopia.
 El tratamiento es con antibióticos, en general trimetoprima/sulfametoxazol
(TMP/SMX) o dapsona más trimetoprim, clindamicina/primaquina, atovacuona o
pentamidina. Los pacientes con PaO2 < 70 mmHg reciben corticosteroides
sistémicos. En general, el pronóstico es bueno con el tratamiento oportuno.

 Causas
Este tipo de neumonía es causado por el hongo Pneumocystis jiroveci. Este hongo es común
en el medio ambiente y pocas veces causa enfermedad en personas sanas.
Sin embargo, puede causar una infección pulmonar en personas con un sistema inmunitario
debilitado debido a:

 Cáncer

 Uso prolongado de corticosteroides u otros medicamentos que debilitan el sistema inmunitario

 VIH/sida
 Trasplante de órganos o de médula ósea

La Pneumocystis jiroveci era una infección poco frecuente antes de la epidemia del sida. Antes
del uso de antibióticos preventivos para la afección, la mayoría de las personas en los
Estados Unidos con sida avanzado a menudo contraían esta infección.
 Síntomas
La neumonía por Pneumocystis en personas con sida por lo regular se desarrolla
lentamente durante días a semanas e incluso meses y es menos grave. Las personas
con este tipo de neumonía que no tienen sida generalmente se enferman de manera más
rápida y la enfermedad es más grave.
Los síntomas incluyen:
 Tos, a menudo leve y seca

 Fiebre

 Respiración acelerada

 Dificultad para respirar, en especial con actividad (esfuerzo)

Pruebas y exámenes
Su proveedor de atención médica lo examinará y le hará preguntas sobre sus síntomas.

Los exámenes que se pueden solicitar incluyen:

 Gasometría arterial
 Broncoscopia (con lavado)
 Biopsia de pulmón
 Radiografía del tórax
 Examen del esputo para buscar el hongo que causa la infección

 Conteo sanguíneo completo

 Nivel de beta glucano 1,3 en la sangre

 Tratamiento
Los medicamentos que combaten infecciones se pueden administrar por la boca (vía oral)
o a través de una vena (intravenosa), dependiendo de lo grave que sea la enfermedad.
A las personas con bajos niveles de oxígeno y enfermedad de moderada a grave a
menudo también les recetan corticosteroides.

 Expectativas (pronóstico)
La neumonía por Pneumocystis puede ser mortal. Esta enfermedad puede causar
insuficiencia respiratoria que puede llevar a la muerte. Las personas que sufren esta
afección necesitan un tratamiento oportuno y efectivo. Para la neumonía
por Pneumocystis de moderada a grave en personas con VIH/sida, el uso de
corticosteroides por corto tiempo ha reducido la incidencia de muerte.

 Virus de la infuenza

 Descripción general

La influenza es una infección viral que ataca el sistema respiratorio — la nariz, la


garganta y los pulmones. También se conoce como gripe, pero es diferente a los virus al
estómago que causan diarrea y vómitos.

En la mayoría de las personas, la gripe desaparece por sí sola. Pero a veces esta
enfermedad y sus complicaciones pueden ser mortales. Las personas con mayor riesgo
de presentar complicaciones de la influenza son:

 los niños menores de 5 años, especialmente los menores de 6 meses

 los adultos mayores de 65 años


 las personas que se encuentran en una casa de convalecientes o en otro centro de
atención médica a largo plazo

 las mujeres embarazadas y hasta dos semanas después del parto

 las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado

 los indios nativos americanos

 las personas con enfermedades crónicas como asma, enfermedades cardíacas,


enfermedad renal, enfermedad al hígado, y diabetes

 las personas muy obesas con un índice de masa corporal de 40 o mayor

Aunque la vacuna anual contra la influenza no sea 100% efectiva, es tu mejor defensa
contra esta enfermedad.

 Síntomas

Al comienzo, la influenza quizás parezca un resfriado común con nariz que gotea,
estornudos y dolor de garganta. Pero los resfriados generalmente se presentan
lentamente, mientras que la influenza tiende a aparecer de súbito. Y aunque un resfriado
puede ser una molestia, generalmente te sientes mucho peor con la influenza.

Algunos signos y síntomas frecuentes de la influenza incluyen:

 Fiebre

 Dolor en los músculos

 Escalofríos y sudoración

 Dolor de cabeza

 Tos persistente o seca

 Falta de aire al respirar

 Cansancio y debilidad

 Nariz congestionada o goteo

 Dolor de garganta

 Dolor en los ojos

 Vómitos y diarrea, pero esto es más común en los niños que en los adultos
 Hantavirus

Es una enfermedad potencialmente mortal que los roedores contagian a los humanos.

 Causas
Los roedores, especialmente los ratones ciervo, son portadores del hantavirus. Está
presente en la orina y en los excrementos, pero no causa enfermedad en los animales
portadores.

Se piensa que los seres humanos resultan infectados cuando se exponen al polvo
contaminado de los nidos o excrementos de los ratones. Usted puede estar en contacto
con este polvo contaminado al limpiar viviendas, barracas y otros recintos cerrados que
han estado desocupados durante largo tiempo.

El hantavirus no parece propagarse de humano a humano.

 Síntomas
Los síntomas iniciales de la enfermedad por hantavirus son similares a los de la gripe e
incluyen:

 Escalofríos

 Fiebre

 Dolores musculares

Las personas con hantavirus pueden comenzar a sentirse mejor durante un período de
tiempo muy corto. Pero al cabo de 1 o 2 días, pueden tener dificultad para respirar. La
enfermedad empeora rápidamente. Los síntomas incluyen:

 Tos seca

 Sensación de indisposición (malestar general)


 Dolor de cabeza

 Náuseas y vómitos
 Dificultad respiratoria

 Pruebas y exámenes
El proveedor de atención médica llevará a cabo un examen físico. Este puede revelar:

 Sonidos pulmonares anormales debido a la inflamación

 Insuficiencia renal

 Presión arterial baja (hipotensión)


 Niveles bajos de oxígeno en la sangre, lo cual hace que la piel se torne de color azul

Se pueden hacer los siguientes exámenes:

 Exámenes de sangre en busca de signos del hantavirus (presencia de anticuerpos para


el virus)

 Hemograma o conteo sanguíneo completo (CSC)


 Grupo de pruebas metabólicas completas

 Pruebas de la función renal y hepática

 Radiografía de tórax
 Tomografía computarizada del pecho

 Tratamiento
Las personas con hantavirus son hospitalizadas, con frecuencia en la Unidad de
Cuidados Intensivos (UCI).

Los tratamientos incluyen:

 Oxígeno

 Sonda de respiración o un respirador (ventilación mecánica) en casos graves

 Máquinas especiales para oxigenar la sangre

 Otros cuidados de soporte para tratar los síntomas

No existen antivirales que funcionen contra los hantavirus.

 Expectativas (pronóstico)

El hantavirus es una infección seria que empeora rápidamente. Se puede presentar


insuficiencia pulmonar que puede llevar a la muerte. Incluso con tratamiento intensivo,
más de la mitad de las personas que tienen esta enfermedad en los pulmones muere.

 Bacterias

 Streptococo Pneumonia:
El neumococo es un Diplococo Grampositivo lanceolado que posee una capsula
polisacarida externa a la pared. De acuerdo con las diferencias antigénicas capsulares,
se han identificado más de 90 serotipos, de los cuales un número limitado es causante de
enfermedad neumocócica invasora. La identificación de serotipos ha variado según
región geográfica, edad y periodo de estudio; 6 a 11 de los serotipos más comunes
causan aproximadamente 70% de todas las infecciones invasoras en niños en el mundo.

Streptococcus pneumoniae es una bacteria Gram positiva que causa infecciones


menores (canaliculares) como otitis media aguda (OMA) y sinusitis, o invasoras:
neumonía, meningitis, septicemia, fiebre sin foco, más raramente artritis, peritonitis y
celulitis. 

El neumococo forma parte de la microbiota normal humana y se puede encontrar en


la boca y la faringe, especialmente de niños y personas mayores de sesenta años. La
transmisión se produce a través de gotas de saliva.

 Transmisión
La transmisión del neumococo es por contacto directo (persona a persona), o bien por
contacto con las secreciones nasofaríngeas (gotitas) de la persona infectada.

 Tratamiento:
El tratamiento de elección en la actualidad es el uso de forma empírica de una
combinación de vancomicina y ceftriaxona. Tras el estudio de sensibilidad
a antibióticos se usará en monoterapia uno que sea eficaz, normalmente
una cefalosporina. Las infecciones por neumococo se solían tratar
con penicilina, pero hoy muchas cepas son resistentes. También son comunes
las resistencias a macrólidos, tetraciclinas y a cefalosporinas.

 Mycobaterium tuberculosis

La tuberculosis (TB) es una infección bacteriana causada por un gérmen


llamado Mycobacterium tuberculosis. La bacteria suele atacar los pulmones, pero puede
también dañar otras partes del cuerpo. La TB se disemina a través del aire, cuando una
persona con TB pulmonar tose, estornuda o habla. Si ha estado expuesto debería consultar a
un médico para someterse a los exámenes. Hay más probabilidades de que usted se
contagie con TB si tiene un sistema inmunitario debilitado.

 Los síntomas de la TB pulmonar pueden incluir:

 Tos severa que dure tres semanas o más


 Bajar de peso
 Toser y escupir sangre o mucosidad
 Debilidad o fatiga
 Fiebre y escalofríos
 Sudores nocturnos
Si no se trata adecuadamente, la TB puede ser mortal. Por lo general la TB activa puede
curarse con varios medicamentos durante un período largo de tiempo. Las personas con
TB latente pueden tomar medicamentos para no desarrollar TB activa.
 Causas

La tuberculosis es causada por bacterias que se contagian de persona a persona a través


de gotitas microscópicas diseminadas en el aire. Esto puede suceder cuando una
persona con la forma activa de la tuberculosis no tratada tose, habla, estornuda, escupe,
se ríe, o canta.

Aunque la tuberculosis es contagiosa, no es fácil contraerla. Es mucho más probable que


te contagies de tuberculosis de una persona con quien vives o trabajas que de un
desconocido. La mayoría de la gente con tuberculosis activa, que se ha hecho un
tratamiento apropiado con medicamentos por al menos dos semanas, ya no es
contagiosa.

 Haemophilus influenzae

Haemophilus es el nombre de un grupo de bacterias que pueden causar diferentes


tipos de enfermedades que involucran la respiración, los huesos, las articulaciones y
el sistema nervioso.

¿Qué es la Haemophilus influenzae?


Haemophilus influenzae (o H. influenzae), representa un grupo de bacterias que puede
causar diferentes tipos de infecciones en los bebés y los niños.

La H. influenzae causa más frecuentemente infecciones del oído, del ojo o de los senos
paranasales y neumonía. Una cepa más grave de la bacteria, denominada H. influenzae tipo
B, ha sido prácticamente eliminada en los EE.UU. debido al desarrollo de vacunas eficaces
disponibles desde 1988. La cepa más peligrosa causa meningitis (infección de las
membranas que rodean el cerebro) y una infección que pone en riesgo la vida llamada
epiglotitis (infección en la zona de la garganta que cubre y protege la laringe (caja de la voz) y
la tráquea durante la deglución). Sin embargo, tanto la meningitis como la epiglotitis pueden
ser causadas por otras bacterias. Es muy poco frecuente que los niños desarrollen
infecciones por H. influenzae tipo B. La infección se puede presentar si el niño no ha
completado la serie de inmunizaciones o en los niños mayores que no fueron vacunados
cuando eran bebés.

¿Cómo se transmite la H. influenzae?


Las bacterias H. influenzae viven en el tracto respiratorio superior y en general se transmiten
por contacto estrecho con una persona infectada. Las partículas en el aire expulsadas cuando
una persona infectada tose o estornuda pueden ser inhaladas por otra persona y provocarle
una infección.

¿Cuáles son los síntomas de la H. influenzae?


A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de las infecciones por H.
influenzae. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los
síntomas pueden incluir:
 Otitis media (infección del oído medio). Puede desarrollarse después de que un niño
tiene un resfrío común provocado por un virus. Los síntomas pueden incluir:

o irritabilidad inusual
o dificultad para dormir o permanecer dormido
o tironearse de una o ambas orejas
o fiebre
o supuración de líquido de uno o ambos oídos
o pérdida del equilibrio
o dificultades auditivas
o dolor de oídos
o disminución del apetito
 Conjuntivitis. Inflamación de la conjuntiva del ojo. La conjuntiva es la membrana que
recubre el interior del párpado y la parte visible del ojo. Los síntomas pueden incluir:
o enrojecimiento
o hinchazón
o supuración de uno o ambos ojos
o ardor en los ojos
o fotofobia (sensibilidad de los ojos a la luz)
 Sinusitis. Infección en los senos paranasales. Los síntomas pueden incluir:
o En niños pequeños:
 goteo o congestión nasal durante más de 10 a 14 días. Las secreciones pueden volverse ser
espesas y de color verdoso, amarillento o teñidas de sangre.
 tos nocturna
 tos diurna ocasional
 hinchazón alrededor de los ojos
 dolor de cabeza (si bien los niños menores de cinco años no suelen quejarse de dolor de
cabeza)
o En niños más grandes:
 goteo nasal o síntomas de resfrío durante más de 10 a 14 días
 goteo en la garganta desde la nariz 
 dolor de cabeza
 molestias en la cara (generalmente sobre los huesos de las mejillas o sobre los ojos, que
empeora cuando el niño se inclina hacia adelante)
 mal aliento
 tos
 fiebre
 dolor de garganta
 hinchazón alrededor de los ojos (suele empeorar a la mañana)
 Epiglotitis. Debido a la vacuna contra la H. influenzae tipo B, la epiglotitis es muy poco
frecuente en bebés y niños. La epiglotitis es una infección en la zona de la garganta que
cubre y protege la laringe (caja de la voz) y la tráquea (conducto de aire) durante la deglución.
Puede ser mortal si no se trata rápidamente.
o Algunos niños comienzan con una infección en las vías respiratorias superiores (como un
resfrío). Los síntomas pueden incluir:
 súbita aparición de dolor de garganta agudo
 fiebre
 voz apagada
 ausencia de tos
o A medida que la infección empeora, pueden aparecer los siguientes síntomas:
 babeo
 incapacidad de hablar
 inclinación hacia adelante al sentarse
 apertura prolongada de la boca (el niño mantiene la boca abierta)
 Meningitis. Debido a la vacuna contra la H. influenzae tipo B, la meningitis es muy poco
frecuente en bebés y niños. La meningitis es una infección de las membranas que circundan
el cerebro y la médula espinal. Los síntomas pueden incluir:
o en niños mayores de un año:
 dolor en el cuello y/o la espalda, especialmente cuando se acerca la barbilla al pecho
 dolor de cabeza
 náuseas y vómitos
 rigidez del cuello
o en bebés, los síntomas no se detectan con facilidad y pueden incluir:
 irritabilidad
 sueño permanente
 rechazo al biberón
 llanto al ser alzado o cargado
 llanto inconsolable
 abultamiento de la fontanela (parte blanda localizada en la parte superior de la cabeza)
 cambios de conducta
 generalmente el bebé evita doblar el cuello cuando trata de jugar con un juguete o levantarlo
 ¿Cómo se diagnostica la H. influenzae?
El médico de su hijo puede diagnosticar la enfermedad basándose en un examen clínico y en
los antecedentes médicos del niño. Los exámenes específicos dependerán de la ubicación de
la infección. En algunos casos, el médico puede extraer una muestra de la secreción del ojo o
el oído, o de sangre o líquido encefalorraquídeo. En otras situaciones, quizás no sea posible
realizar esos procedimientos y se determinará un diagnóstico en función de los síntomas
específicos del niño. Otros exámenes de diagnóstico pueden incluir los siguientes:

 Radiografías de tórax (pecho) o de cuello. Examen de diagnóstico que utiliza rayos de


energía electromagnética invisible para obtener imágenes de los tejidos, los huesos y los
órganos internos en una placa radiográfica.
 Análisis de sangre

 Tratamiento para las infecciones por H. influenzae


Los tratamientos para las infecciones por H. influenzae dependen en gran medida de la zona
del cuerpo afectada por la infección. El tratamiento específicoserá determinado por el médico
del niño basándose en lo siguiente:

 la edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos


 la gravedad de la enfermedad
 la tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o tratamientos
 cuánto se cree que durará la enfermedad
 su opinión o preferencia

Independientemente de la ubicación de la enfermedad, es posible utilizar antibióticos para


tratar las infecciones causadas por H. influenzae. La duración del tratamiento variará en
función de la ubicación y gravedad de la infección. Es posible utilizar terapias de apoyo
dirigidas a tratar los síntomas presentes.

 Prevención de la H. influenzae


La inmunización contra el tipo B (la cepa más agresiva de H. influenzae) se administra como
rutina en una serie de tres o cuatro dosis. Se la suele conocer como vacuna "Hib". La dosis
principal se administra a los dos y cuatro meses de edad o a los dos, cuatro y seis meses
según la marca que recete el médico.  Entre los 12 y los 15 meses de edad del bebé se
administra un refuerzo. Si el niño no recibió la vacuna y es mayor de cinco años, es posible
que no sea necesario inmunizarlo. Se recomienda que otros grupos reciban la vacuna, por
ejemplo:

 adultos y niños con anemia drepanocítica


 personas a quienes se les ha extirpado el bazo
 adultos y niños con sistemas inmunitarios debilitados
 personas VIH positivas

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