El Carl Sagan español ara muchos, Punset es Dios. Comparaciones di-
P vinas al margen (que a este defensor de la razón
seguramente disgustarían), la contribución a la divulgación científica que ha ejercido Eduardo Punset desde Redes en los últimos 14 años es lo más parecido a Carl Sagan y su Cosmos que le ha pasado a España en su historia. Con el mismo afán humanista y semejante vocación pública, Punset ha logrado lo que siempre pareció inimaginable aquí: colarse en miles de hogares a través de la caja tonta y hablarles, en un len- guaje cercano pero siempre riguroso, de cuestiones co- mo la genética, la memoria y por qué no, los sentimien- tos . Este ex comunista y ex ministro de Exteriores en la Transición es también el autor de referencia de la di- vulgación científica. Su trilogía sobre la felicidad , el amor y el poder ha atrapado a más de medio millón de lectores que desde sus pági- nas han entendido mejor qué sucedía en sus mentes mientras llora- ban, se enamoraban, cuidaban a sus hijos o dormían. Un listón in- telectual ambicio so , un carisma desbor- dante y un estilo ul- trapersonal (ese acento inconfundible, el vibrante doblaje simultáneo) han hecho de él un icono tan imprescindible como insustituible, tanto en la parrilla televisiva co mo en el horizonte científico español. Por leticia Blanco