Estudios e investigaciones para la Generación de conocimiento e

incidencia en las políticas y estrategias anticorrupción.

Proyecto: Conocimiento e incidencia para el fortalecimiento de

un Sistema Nacional de Integridad

CNA
Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), 2010.
Tegucigalpa, Honduras

Este documento ha sido elaborado con el apoyo financiero de la Agencia Sueca de

Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI). En ningún momento debe
considerarse que los análisis y propuestas del mismo expresan la opinión oficial
de ASDI.

Supervisión de edición, diseño y diagramación:

Margarita Rojas
Diseño y diagramación:
Luis Matute
Índice

Presentación ..........................................................................................................................................................................4

I. Visión estratégica para la nación ......................................................................................................................... 5

II. Visión instrumental para el Estado ................................................................................................................ 15

III. Actores de la transformación ............................................................................................................................ 23

IV. Los escenarios del CNA......................................................................................................................................... 39

V. Liderazgo ético para la transformación........................................................................................................53

Bibliografía ....................................................................................................................................................................... 67

Anexos ................................................................................................................................................................................. 69
 Presentación

Honduras: Estado, visión de nación e integridad, es un recorrido por las ideas, preocupaciones y experiencias en
las cuales he reflexionado durante los últimos 12 años, producto de lo cual estamos convencidos que —desde una
perspectiva cristiana, ciudadana e intelectual— la transformación nacional únicamente es posible si se
fundamenta en la generación de un liderazgo ético que enfoque su acción en el Estado y su reforma, en la
construcción de un proyecto de visión de nación y en la integridad como práctica diaria apoyada en la ciudadanía.
A partir de este eje transversal, se presentan aquí 28 artículos estructurados en 5 áreas vinculantes: visión
estratégica para la nación, visión instrumental para el Estado, actores de la transformación, escenarios del CNA y
liderazgo ético para la transformación.

16 de estos 27 artículos fueron elaborados durante los últimos dos años desde nuestra posición como Director
Ejecutivo del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y reflejan mi visión personal, pero también la institucional.
Esta experiencia nos ha permitido relacionarnos con el fenómeno de la corrupción, que se presenta como una
problemática nacional compleja e impactante que afecta directamente al desarrollo del país y que,
inevitablemente, nos conduce a tener una visión más radical de cómo se deben iniciar los procesos de
transformación. Asimismo, en este documento se incorporaron 3 artículos de fechas muy anteriores: Del «laissez
faire» de la corrupción a la ética del desarrollo (1993), De Estocolmo a Punuare: democracia y transparencia (2003)
y El dogma mortal: el Estado sin planificación (2005). Estos artículos plantean con fuerza las ideas centrales sobre
la necesidad de una visión de país, liderazgo ético e integridad y una nueva forma de ver las teorías del Estado.

En consecuencia, nuestro mayor anhelo es que este compendio de artículos contribuya a la generación de un
pensamiento ético y práctico orientado al desarrollo, pero que también motive a la acción y articulación de ideas a
un liderazgo visionario y ético que sea el cimiento de la transformación nacional, ya que mantenemos la esperanza
de que el cambio es posible y que, por lo tanto, Honduras sí puede ser transformada.

Reverendo José Oswaldo Canales

Coordinador del CNA
 Prólogo

Honduras: Estado, visión de nación e integridad, es un recorrido por las ideas, preocupaciones y experiencias en
las cuales he reflexionado durante los últimos 12 años, producto de lo cual estamos convencidos que —desde una
perspectiva cristiana, ciudadana e intelectual— la transformación nacional únicamente es posible si se
fundamenta en la generación de un liderazgo ético que enfoque su acción en el Estado y su reforma, en la
construcción de un proyecto de visión de nación y en la integridad como práctica diaria apoyada en la ciudadanía.
A partir de este eje transversal, se presentan aquí 28 artículos estructurados en 5 áreas vinculantes: visión
estratégica para la nación, visión instrumental para el Estado, actores de la transformación, escenarios del CNA y
liderazgo ético para la transformación.

16 de estos 27 artículos fueron elaborados durante los últimos dos años (Septiembre, 2005 a julio, 2007) desde
nuestra posición como Director Ejecutivo del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y reflejan mi visión perso-
nal, pero también la institucional. Esta experiencia nos ha permitido comprender en forma mas integral y
profunda el fenómeno de la corrupción, que se presenta como una problemática nacional compleja e impactante
que afecta directamente al desarrollo del país y que, inevitablemente, nos conduce a tener una visión más radical
de cómo se deben iniciar los procesos de transformación. Asimismo, en este documento se incorporaron 3
artículos de fechas muy anteriores: Del «laissez faire» de la corrupción a la ética del desarrollo (1993), De
Estocolmo a Punuare: democracia y transparencia (2003) y El dogma mortal: el Estado sin planificación (2005).
Estos artículos plantean con fuerza las ideas centrales sobre la necesidad de una visión de país, liderazgo ético e
integridad y una nueva forma de ver las teorías del Estado.

Si bien es cierto, los artículos fueron escritos mucho antes de junio del 2008, los mismos ya reflejaban una
necesidad de hacer cambios radicales en la forma de hacer gobierno y ejercer una gestión ciudadana que demanda
la transparencia y el apego irrestricto a la ley. Los acontecimientos del 28 de junio del 2009, mostraron que el
país necesita reformas estructurales para dar respuesta a las necesidades de la población. Asimismo, la forma de
hacer gobierno con una visión de largo plazo y con transparencia, es uno de los desafíos aun pendientes de la
nación. Por lo tanto, la lectura de estas reflexiones son un aporte al proceso de reconciliación y paz que el país
necesita construir, y cuyo fundamento es la verdad, o en otras palabras, el liderazgo ético. Debemos estar
convencidos que no habrá paz, ni reconciliación sin un liderazgo ético fundamentado en la verdad y la
integridad.

En consecuencia, nuestro mayor anhelo es que este compendio de artículos contribuya a la generación de un
pensamiento ético y práctico orientado al desarrollo, pero que también motive a la acción y articulación de ideas a
un liderazgo visionario y ético que sea el cimiento de la transformación nacional, ya que mantenemos la esperanza
de que el cambio es posible y que, por lo tanto, Honduras sí puede ser transformada.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
¿Por qué necesitamos construir una nación in-
teligente?1
En un siglo que inicia con las marcas del cambio,
cuyos referentes convencionales y los fundamentos del
Estado-nación han sido dislocados por fuerzas
poderosas emergiendo de la globalización como un
proceso convergente y no sectorial, plantear la
reconstrucción del Estado, la visión de país y la
integridad, pueden parecer tareas triviales o un
regreso al pasado que caracterizó a nuestro país al
menos durante la mitad del siglo XX.
comprender o descifrar las tendencias y las fuerzas
que fortalecen a la nación es un compromiso
incalificable, precisamente por la fuerza
irracionalidad del siglo en que estamos inmersos.
La construcción de una nación inteligente que va más
allá de la definición de R. Steele (2001) es fundamental
para el futuro de la nación. Reflexionar sobre la actual
Honduras, las tendencias que la definen y percibir los
elementos centrales de una nación inteligente son los
objetivos mínimos de esta primera reflexión.
El Estado-Nación nacido del Tratado de Wes-falia en
el siglo IXX sigue vivo, pero pese a esas fuerzas, la
visión de país es esencial para el desarrollo y la
sostenibilidad; además, sin integridad como sistema
basado en un Estado de derecho y sin praxis de la
ciudadanía, no hay viabilidad de nación, ni futuro, ni
esperanza posible.
Por esta razón, en este ensayo presentamos reflexiones
elaboradas al menos en los últimos cinco años en
materias que son de nuestro interés intelectual, técnico
y ciudadano; compro metido con la nación, son un
1
Publicado en el Diario El Libertador y en el Módulo de «Análisis Estratégico» del Colegio de la Defensa Nacional (CDN), 2008. 6
Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
mensaje de esperanza orientado a ese auditorio que
aún cree en Honduras, que siente al país y que está
estrechamente vinculado con la justicia, el desarrollo y
la paz de la nación.
Diversas tendencias y problemas caracterizan a
Honduras a inicios del siglo XXI:
• Es un país con un nivel de desarrollo intermedio,
con un índice de desarrollo humano de 0.664, lo
cual significa que ocupa la posición 117 (2007).
Pero,
• Según el índice de Transparencia Internacional
está en un rango de 2.5, que la califica como
y la altamente corrupta, con el agravante de tener el
mayor nivel de percepción de la corrupción en la
región centroamericana.
• Aproximadamente un millón de hondureños
viven fuera del país, con la segunda diáspora más
grande de los países centroamericanos, después
de la de El Salvador. En el último año estos
inmigrantes enviaron remesas al país por un
monto aproximado de 2,600 millones de dólares,
destinados a segmentos de población pobre y
extremadamente pobre, especialmente en las
zonas rurales del país. En contraste, el fenómeno
de la migración ha generado una fragmentación
de la familia hondureña y, aproximadamente, han
sido deportados 28,000 hondureños a octubre del
presente año.
Aunado a la alta tasa de violencia y delincuencia,
todas estas tendencias son una expresión de la
necesidad urgente de grandes cambios que apunten a
construir, desarrollar y consolidar
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
una sociedad de oportunidades reales para la
población, especialmente para niñas, niños y jóvenes.
No obstante, Honduras ha avanzado en su contexto
macroeconómico con inversiones importantes en la
maquila, turismo y en infraestructura de carreteras,
esto último derivado de la Iniciativa de la Cuenta del
Milenio en el corredor central del país a través del
canal seco.
El crecimiento económico en los últimos dos años fue
del 4.5%, con lo cual se situó en el contexto de una
mayor dinámica económica orientada a la
diversificación exportadora con apertura al CAFTA,
pero sin generar una continuidad y consolidación
significativa en la gestión de la inversión pública del
gobierno y en asegurar una dinámica continua en el
crecimiento económico, con serias limitaciones en el
manejo de una política energética de mediano y largo
plazo que ha producido distorsiones y restricciones
que podrían tener efectos negativos en el crecimiento
económico.
Por otra parte, la creciente dinámica social orientada a
la participación ciudadana abre nuevas posibilidades
de articulación y desarrollo en la base local y regional,
así como mayor presión hacia cambios trasformadores
en el país, tal es el caso de la Alianza Ética por la
Integridad y contra la Corrupción firmada por más de
120 organizaciones de la sociedad civil (OSC), rep-
resentando a más de 1000 organizaciones de la
sociedad civil a nivel nacional, regional y local, y que
derivaron en la «Gran marcha contra la corrupción y
por la integridad» realizada el 10 de febrero de 2007, la
cual movilizó aproximadamente a 30,000 personas de
todos los sectores del país. También surgió el
«Compromiso por Honduras: alianza de
organizaciones políticas y populares» presentado
Sergio A. Membreño Cedillo
a la ciudadanía el recién pasado 4 de octubre, dentro
del cual las alianzas regionales y sectoriales, que son
expresiones populares, generan un ambiente hacia
mayores demandas ciudadanas y cuyos impactos e
incidencias pueden incentivar nuevos espacios de
compromiso y participación a fin de fortalecer la
democracia, la gobernabilidad, asegurar el combate a
la pobreza y reducir la corrupción, impactando
efectivamente en la niñez del país.
En concreto, un ambiente de incertidumbre, escasa
claridad de rumbo de país —ante la falta de una
visión estratégica de país de largo plazo—, pero
también de esperanza y creciente participación de la
ciudadanía en los procesos de desarrollo está
marcando la dinámica social, económica y política de
la sociedad.
A ello se une la espiritualidad expresada en la
actividad cristiana en el país, caracterizada por un
crecimiento del sector evangélico que representa a
nivel nacional un 34% de la población, mientras el
sector cristiano católico representa el 51.4% (Encuesta
Harris-Levote, agosto de 2007); consecuentemente, el
país observa una mayoría cristiana y una expansión
muy importante de iglesias en el área rural, con un
incipiente pero más dinámico rol del liderazgo
evangélico en la realidad nacional, lo cual abre
opciones de mayor demanda e incidencia en los temas
centrales de la agenda nacional.
Un estudio global del país nos permite introducirnos
al análisis del ámbito externo e interno y su
contextualización, a fin de comprender (dis-
cernimiento) el entorno internacional y nacional
cambiante, dinámico, con niveles de incertidumbre y
creciente complejidad (Morin: 2001); en concreto, de
una realidad que no es más simple y que lleva a
repensar el desarrollo y la forma
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 8
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
de responder con eficacia a los desafíos del siglo XXI
en la región latinoamericana, centroamericana y
Honduras. Tendencias que se manifiestan en
amenazas y oportunidades que afectan a la sociedad,
pero que a la vez abren espacios para repensar y
desarrollar soluciones multidimensionales y con una cultura de impunidad que crece y se ha
multisectoriales que responden plenamente a un
enfoque integrado.
El tiempo de caos que vivimos es sobrecogedor. Un
análisis rápido del país en el que estamos es elocuente
por la complejidad, dificultad y fragmentación de la
sociedad en que vivimos. Estos primeros años del
nuevo siglo han continuado evidenciando la falta de
capacidad de gobierno, la escasa seriedad en el arte de
gobernar y hacer gobierno, de manera que los
indicadores globales de Honduras en cualquier área
que se tomen muestran donde estamos. En consecuen-
cia, articular la capacidad de gobierno, la visión de
país y el Sistema Nacional de Integridad (SNI) es
fundamental para orientar al país, pero también los
recientes trabajos de pensadores y académicos han
destacado que el vínculo perdido en las teorías del
desarrollo es el capital espiritual. El proyecto de
capital espiritual de Harvard University evidencia que
los valores culturales y religiosos sí importan en las
tareas del desarrollo.
En este contexto, en este ensayo desarrollamos
diversas reflexiones que se unen en esa línea de
análisis y consistencia: Estado, visión de país e
integridad para un liderazgo ético. Honduras necesita
una profunda reforma del Estado para responder a las
necesidades de la población y no de los grupos
económicos, la visión de país no es un ejercicio
abstracto y utópico, aun con la incertidumbre y
complejidad que nos plantea Edgar Morín, las
naciones necesitan priorizar, tomar decisiones de
Estado, elaborar un horizonte racional construido
9 Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
del pasado y de las tendencia prospectivas del mundo,
de la región, de la misma nación en su dimensión
local; por lo tanto, necesitan visualizar al país en un
proyecto de largo plazo. Finalmente, la nación que fue
históricamente construida con y para la corrupción,
apoderado del país a través de la captura del Estado,
requiere de una transformación basada en al
integridad como praxis de gobierno y de gestión
pública, como práctica ciudadana que se debe de
alimentar en la casa, la escuela y la iglesia.
Requerimos una reflexión histórica del Estado que
hemos construido, de sus deficiencias y aciertos, de su
inoperancia, pero también de su necesidad, en esa
línea de análisis Estado, sociedad y visión de nación
en el siglo XXI, que retoma la idea central de la
unicidad del Estado y la visión de país. El Estado, en
el mundo que vivimos, necesita una perspectiva de
largo plazo para perdurar y sobrevivir a los embates
de la globalización, del escepticismo y la
incertidumbre.
De esta manera, de proponer las reformas del Estado
y su capacidad de gobierno planteando las teorías de
la capacidad de gobierno unida a una visión de
futuro, emerge un concepto más refinado, pero
esencial en la construcción de esa capacidad de
gobierno, la inteligencia estratégica de desarrollo. Y de
ésta se deriva el concepto de nación inteligente;
comprender y optimizar desde la nación la
globalización y sus implicaciones económicas a través
del comercio e inversión es fundamental, de ahí se
desprenden los fundamentos de una visión estratégica
para la negociación internacional, centrada en prin-
cipios y valores cristianos, que es la otra pieza
fundamental en la construcción de una nación.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad Sergio A. Membreño Cedillo

2
El ciudadano se convierte en el vigilante de ese Estado
Visión estratégica y desarrollo
de derecho y de esa ciudadanía casi imaginaria, no
obstante, puede ser trasformada para ser el sujeto y
La Comisión Nacional de Política Energética, en su
objeto del desarrollo y su vinculación como
segundo informe (30 de septiembre de 2005), planteó
ciudadanía a los procesos de resistencia civil y
la necesidad de volver a la planificación del
movilización ciudadana; respondiendo a un concepto
desarrollo, reactivando el Consejo Superior de
de integridad como reflexión inexorable, la ciudadanía
Planificación Económica. Paralelamente, en el
se nutre de la integridad como base de la ciudadanía y
Congreso Nacional, en su primera legislatura, se ha
el desarrollo requiere de un ciudadano íntegro in-
aprobado el Plan de País y el Foro Nacional de
corporado como agente de transformación.
Convergencia (FONAC) está planteando la visión de
país y la necesidad de crear una instancia estratégica
El futuro de Honduras depende de nuestra capacidad
que retome el largo plazo y asegure el seguimiento de
para articular y hacer posible el Estado, la visión de
esa visión (24 de octubre de 2005).
país y la integridad como fundamento de ese
liderazgo ético. Esos son los fundamentos de esa
En ese contexto, deseamos compartir algunas
nación inteligente, ya lo dice el proverbio bíblico:
reflexiones que publicamos en octubre de 1995, en El
«Una nación sin visión perece» Sin estos cimientos
Heraldo, bajo el título «Desarrollo humano sin
sólidos es apostar a la torre de babel, que al final del
planificación: el dogma mortal», en torno al error de
proceso o de la historia se derrumbó por las fuerzas de
cerrar el órgano de planificación del país, porque
lo divino y el caos humano. Y de eso ya hemos tenido
Honduras necesitaba en ese entonces, y ahora con
suficiente en Honduras.
mayor premura, una visión estratégica y la
consecuente planificación. Es interesante que dicho
Si el bicentenario de la nación es en el 2021, alcanzar
artículo se diera en el contexto de la crisis energética
esa fiesta cívica y simbólica con un país estructurado y
de 1995, ya que 10 años después se elevan voces de
radicalmente diferente debe ser nuestro caminar hacia
líderes e intelectuales planteando y retomando la
la tierra prometida, apostar por alternativas
misma idea.
ciudadanas más que partidarias, impulsar un proceso
de largo plazo con todos los sectores nacionales y
¿No es cierto que, en una nación de escasos recursos,
hacer de la integridad una realidad ciudadana es el
su asignación óptima es vital para alcanzar el
desafío del siglo XXI, o nos trasformamos o nos hundi-
desarrollo y no implica ello tener una programación
mos. Creemos en la trasformación de Honduras
de corto y mediano plazo, o sea planificar su
porque creemos en la esperanza centrada en la
desarrollo? No se trata de la economía de planificación
construcción de un liderazgo ético emergente, del cual
central en la que cada rubro tiene un precio asignado
somos parte todos los hondureños íntegros que
por un ministerio de la producción, que nos recuerda
amamos el país y estamos dispuestos a
el tormento burocrático relatado por Franz Kafka en El
comprometernos en ese caminar.
proceso; no, este castillo kafkiano no tiene nada que ver
con una economía sana y

Publicado en el Diario El Heraldo, 24 de noviembre de 2005.

Honduras: Estado, visión de nación e integridad 10

Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
eficiente, porque se debe extender ese concepto a todo
tipo de previsión sobre el futuro.
¿Es posible en el actual escenario internacional,
caracterizado por la anarquía, cambios tecnológicos
acelerados, retos económicos de la liberalización y
emergencia de bloques regionales altamente
competitivos, operar sin una dirección, sin un
conocimiento de su entorno y sin metas y sin objetivos
estratégicos definidos y operativos, es decir, sin una
planificación de su futuro? Aquí yace uno de los
dogmas mortales que surgen de esa crisis mundial
provocada por los cambios de la sociedad
internacional y es perfectamente natural que así sea,
sin embargo, lo que resulta más difícil de entender es
cómo una idea tan irracional, desarrollo sin
planificación, sea tan redonda y limpiamente
aceptada, sin ni siquiera reflexionar. Países en vías de
desarrollo con capacidad estatal y visión de futuro,
como México, Chile y Brasil, no desmontaron su
aparato de planificación, sino que los perfeccionaron y
sentaron las bases de una política de desarrollo.
El éxito de Chile en sus exportaciones sería imposible
sin una concepción clara y realista de planificación y
su ordenamiento operativo interno, conjugando
diplomacia, políticas comerciales y mecanismos de
proyección al sistema externo, plasmado en una visión
de futuro.
Joseph Schumpeter, en su libro Capitalism, Socialism
and Democracy (1942), decía que aún el «laissez faire»
requería de planificación. Entonces, ¿en qué países se
confundió o se malentendió que la caída del muro de
Berlín significaba eliminar o enterrar todo sentido de
previsión, es decir, planificación? ¿Y quién asoció que
el fin de la guerra fría significaba carecer de una
visión de futuro claramente esbozada?
3
Publicado en el Diario El Heraldo, 16 de marzo de 2006. 11
Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
Quizá la respuesta esté en que, precisamente, son las
naciones en vías de desarrollo con escasa capacidad
negociadora y recurso humano quienes más requieren
de una visión planificada que coadyuve a la mejor
asignación de recursos. No obstante, es una paradoja y
un error trágico que naciones pequeñas hayan
procedido a desmantelar los sistemas de planificación,
sin contar con sustitutos de prospectivas. Un simple y
elocuente ejemplo de la falta de planificación y sus
consecuencias es la actual crisis energética (la de 1995
y la de 2005).
Durante ese período de tiempo hemos dejado que la
improvisación y falta de visión integral del desarrollo
prevalezcan sin un sentido nacional de desarrollo,
Honduras requiere de luz. No es posible marchar en el
siglo XXI sin visión y dirección; ya lo dice el Proverbio
29:18: «Una nación sin visión divina, perecerá». Que
no se aplique a Honduras esa fábula de Lewis Carroll
en El espejo de dos caras, en el cual se afirma que
«cuando no se tiene rumbo, cualquier camino conduce
allá...»
Un sentido de nación y la planificación de objetivos
nacionales son elementos claves para un liderazgo
responsable, eficiente y visionario.
3
Visión de nación y gobernabilidad
El inicio de un nuevo gobierno, la pronta vigencia del
CAFTA, la iniciativa de la Cuenta del Milenio y un
crecimiento económico del 5% en los dos últimos años
generan un ambiente propicio para más crecimiento
económico. Pero, en contraste, aún subsisten enormes
brechas sociales de pobreza y desempleo, con inse-
guridad y violencia diaria en todos los confines del
país. Se abren tanto caminos de esperanza como de
desaliento.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Algunas señales de esperanza. Primero, el mensaje de
la Iglesia Católica en su carta pastoral «Por los
caminos de la esperanza» (1 de marzo de 2006);
segundo, la convocatoria del Foro para el Forta-
lecimiento de la Democracia (FFD) y el Fonac, a fin de
presentar la visión de país como generador de
desarrollo humano (7 de marzo de 2006) a líderes de la
sociedad civil, partidos políticos y comunidad
internacional. Ambas iniciativas son oportunas para la
reflexión, pero también para la acción. El país no
puede dividirse más. Si este es un tiempo de desafío,
debería ser también una oportunidad de diálogo y de
construcción de esperanza.
La carta pastoral dice: «...y cuando soñamos y
elaboramos un proyecto sugestivo de vida común. un
proyecto de nación que logre entusiasmar y conjuntar
el esfuerzo de toda la ciudadanía, contribuiría en gran
medida a formar esa identidad. Pero dicho proyecto
sólo será posible cuando exista una voluntad política
de consenso nacional, cuando el bien común esté por
encima de los intereses de partido y cuando sea un
proyecto concebido no sólo para los cuatro años de
que dispone un gobierno, sino para un futuro a me-
diano y largo plazo».
En ese contexto, es posible plantear algunas ideas del
reto de la sociedad civil para aportar a ese proyecto de
nación, que va más allá de las responsabilidades
estrictamente gremiales.
En primer término, bajo la idea de que el desarrollo
del país únicamente es viable con una visión de largo
plazo apoyada por todos los sectores y organizaciones;
es decir, no más improvisación y falta de continuidad
de procesos y proyectos que el país requiere y
demanda. Si esa fue la pauta histórica del siglo
pasado, no debería serlo en este nuevo siglo y en
Sergio A. Membreño Cedillo
esta nueva Honduras que deseamos construir.
En segundo lugar, al generar un gran pacto
económico-social-político con la participación activa
de los diversos sectores de la sociedad civil, con el
propósito de perfilar un compromiso inmediato, pero
que también considere el largo plazo del país y que las
políticas de gobierno se conviertan en políticas de
Estado. En tal sentido, diversas organizaciones como
FONAC, FFD, COHEP y CEH han presentado sus
ideas y propuestas de desarrollo, debido a que no es
racional que cada cuatro años se inicien nuevos
procesos y se paralicen otros que han significado
esfuerzos y recursos.
Necesitamos, pues, superar las visiones fragmentadas
y partidarias por las visiones integradoras y
nacionales. Los desafíos de la globalización y los
bloques de integración, así como los mercados regio-
nales y avances de la tecnología, nos definen el marco
preciso de trabajo, oportunidad y respuesta.
Una tercera idea que aportaría al proyecto de nación,
será legislar a fin de dejar claramente establecido el
compromiso de visión de largo plazo y de desarrollo a
través de una instancia estratégica que concretice el
seguimiento y cumplimiento de los acuerdos
nacionales que se concierten. En este punto, el
Congreso Nacional tiene un papel fundamental en este
proyecto de nación.
La ingobernabilidad afecta a todos. Sin los acuerdos
mínimos entre los diferentes actores de la sociedad, la
gobernabilidad se reduce y peligra; en tal virtud,
compartimos plenamente la idea planteada en la carta
pastoral «Por los caminos de la esperanza» que
sostiene que: « . e s responsabilidad de todos
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 12
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
mantener la gobernabilidad del país, de manera que el
pueblo hondureño pueda expresarse como sujeto de
su propio destino, organizarse para
alternativas a sus problemas y participar en la toma de
decisiones. no puede darse un cambio profundo y
duradero sino participa en él todo el pueblo».
No puede haber un proyecto de visión de nación al
año 2021 sin el aporte de la empresa privada, sociedad
civil y un liderazgo conducente del gobierno; en
consecuencia, vivimos un momento crucial para
Honduras, ya que todos conocemos los profundos y
persistentes problemas del país, por lo tanto, éste es el
tiempo y el espacio para un diálogo incluyente, pero
también para la acción priorizada a fin de trabajar y
comprometernos todas y todos en la construcción de
una Honduras que nos encuentre en el año 2021 con
una sociedad radicalmente diferente en términos de
justicia, paz y desarrollo integral.
El llamado a una cultura de la responsabilidad es, en
esencia, un llamado para la transformación de
Honduras.
Desarrollo humano y cultura4
Estas reflexiones son una primera aproximación a un
tema complejo, permanente y elusivo: el estudio de la
relación entre migraciones, cultura y desarrollo. El
estudio de los fundamentos del por qué un país
desarrollado logra crecimiento económico y otros no,
se encuentra permanentemente en la
internacional del desarrollo.
Con un proceso de globalización e integración en
marcha acelerada, flujos de migración nacional e
internacional crecientes y un proceso de culturización
4
Publicado en Diario El Heraldo, 22 de septiembre de 2005. 13
Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
masiva, la realidad de la nación-Estado pierde
posicionamiento.
encontrar
En este escenario es necesario reflexionar sobre el
profundo e inesperado significado que tiene el
fenómeno de la migración y cómo puede ser
comprendido para diseñar y facilitar nuevas opciones
de desarrollo que se traduzcan en políticas, programas
y proyectos, es decir, la ampliación de oportunidades
que permitan que la sociedad alcance un desarrollo
humano. Honduras, con aproximadamente un 12% de
su población viviendo fuera del país, requiere re-
pensar su desarrollo a largo plazo, incorporando en
forma integral a la diáspora hondureña como motor
de desarrollo.
Ese proceso únicamente será sostenible si se hace
integralmente: económica, social, política, cultural e
históricamente. Existe la necesidad de incorporar más
explícitamente la dimensión de la migración como un
fenómeno multisectorial, en su nivel conceptual,
operativo y metodológico del desarrollo humano. Ello
implica definir la extensión y el alcance de la diáspora
hondureña en su triple dimensión. Primero, como
agente económico-social, ya que se traduce en inver-
sión, ahorro, consumo y trasferencias (remesas); en
segundo lugar, como una variable concreta con el
impacto de las remesas en el desarrollo humano y en
su impacto micro-regional, dado que actualmente
representa aproximadamente el 14% del PIB; y, en
tercer término, está la importancia de considerar los
agenda efectos sobre la cultura nacional generados por la
relación de la diáspora hondureña en su relación total
con Honduras.
En definitiva, es desafiante reconsiderar al país
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
en términos de una visión estratégica del desarrollo
que sea innovadora, participativa e integral, que
incorpore a la diáspora hondureña bajo un nuevo
patrón de entendimiento del proceso de desarrollo,
cuyo objetivo central sea alcanzar al segmento más
pobre del país: jóvenes, mujeres y grupos minoritarios.
Este enfoque debe rebasar la aproximación
instrumental-económica de las remesas como factor de
financiamiento de balanza de pagos, para convertirse
en un enfoque generador de desarrollo. A la vez que
incorpore el elemento de derechos humanos que se
relaciona a la migración y que conlleva a una di-
mensión humana y familiar.
Desde la perspectiva de las estrategias de desarrollo a
un nivel macro, un ejercicio simple nos permite
observar una posibilidad radicalmente diferente: si un
15% del flujo actual de remesas estimadas en el año
2004 en $ 1,000 millones se orientara al financiamiento
del desarrollo en proyectos concretos y de gran
impacto como carreteras, vivienda y microempresas,
esto representaría una disponibilidad de recursos de
aproximadamente 150 millones de dólares anuales, lo
cual significaría que en diez años se contaría con
recursos por el orden de los 1,500 millones de dólares,
que superan los recursos de la condonación de la
deuda externa vía iniciativa HIPC o los fondos
asignados a Honduras en la Cuenta del Milenio.
A mediano plazo, este motor del desarrollo puede ser
guiado mediante estos recursos en forma sistemática e
integral; de ahí la importancia estratégica de esta otra
Honduras: la diáspora hondureña en Estados Unidos.
En resumen, podemos decir que necesitamos una
Publicado en Diario El Heraldo, del 25 de octubre de 2005.
Sergio A. Membreño Cedillo
estrategia de desarrollo que pueda concentrar los
recursos principales del país hacia los sectores más
importantes en forma eficiente, que nos permita
construir un país de oportunidades, puesto que es la
única manera de asegurar la gobernabilidad, reducir
la pobreza, afianzar el desarrollo humano, mantener
—en medio de un proceso de globalización— una
identidad nacional que sea el espacio y el tiempo para
un reencuentro con nuestra hondureñidad.
Diáspora hondureña, transformación y fe5
En el artículo anterior analicé la diáspora hondureña y
la necesidad de replantear una visión diferente, ya que
una diáspora centrada exclusivamente en el
crecimiento de las remesas es incompleta y nociva
para el país, en términos del interés nacional.
Primero requerimos fortalecer una sociedad de
oportunidades para la población; segundo, reconocer
el fracaso como país en generar esa sociedad, ya que la
emigración de casi un millón de hondureños a lo largo
del siglo XX, principalmente en sus últimos 25 años, es
un fracaso de la clase gobernante y de los partidos
políticos hechos gobierno en crear esa sociedad de
oportunidades con empleo, equidad social y
seguridad humana; en tercer lugar, necesitamos
manejar un análisis integral que nos permita separar
las ventajas económicas de las remesas y el enorme
costo social para la familia hondureña, para lograrlo,
bastaría señalar la pérdida de capital social y el
debilitamiento de la cohesión social.
Requerimos, por consiguiente, reevaluar el for-
talecimiento de la familia hondureña en el área
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 14
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
urbana y rural, reflexionando sobre cuánto nos ha
dividido la migración hacia Estados Unidos e
identificar las causas objetivas de esta migración, la
cual es coyuntural, económica y fragmentada (el
padre o el hijo o el sobrino), porque ésta no es la
migración familiar-religiosa que arribó a los Estados
Unidos a partir de 1623, con el «Mayflower», pues es
muy diferente.
La tesis es sencilla. Honduras tendrá futuro en la
medida en que logre crear una familia integrada,
puesto que sin familias integradas no hay naciones
fuertes y las remesas no sustituyen la unidad familiar;
así, en consecuencia, lamentablemente la emigración
ha profundizado la fragmentación de la familia
hondureña.
Max Weber, sociólogo alemán, en su libro La ética del
protestantismo y el espíritu del capitalismo, con intuición
profética declaraba que la globalización que ya se
cernía al final del siglo XX, produciría «un técnico sin
alma y un poeta sin espíritu». Al respecto, aunque hay
escasas voces que expresen en su dimensión integral
el problema de la emigración, existen dos iniciativas
recientes que vienen de ámbitos diferentes. La
primera, es la Comunidad Cristiana de Liderazgo
(CCL) que organizó en abril de este año el Encuentro
Honduras 2005, con 54 líderes viviendo en Estados
Unidos y Honduras, en el cual se presentó su
declaración sobre la diáspora y la necesidad de
retornar al país; la segunda, proviene de un grupo de
investigadores del CEDOH que analizaron
emigración con un enfoque que permite precisar sus
efectos reales en la sociedad.
Consecuentemente, replantear el fenómeno de la
diáspora es repensar el futuro de Honduras como
' Ver: CEDOH (2005). Honduras: migración, política y seguridad. Tegucigalpa
15 Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
nación, centrado en la familia hondureña como motor
de desarrollo y de cohesión social. ¿No es el fenómeno
de las maras otro síntoma de fragmentación que se
agudiza con la emigración? Considerar la emigración
bajo esos términos de análisis nos lleva a pensar sobre
el regreso de esa diáspora, lo cual puede parecer
irracional, pero precisamente el sentido del buen
gobierno es asegurarnos que la sociedad de
oportunidades funciona no sólo para evitar que más
hondureños emigren hacia los Estados Unidos, sino
también para que los hondureños que lo han hecho
puedan incorporarse productiva y socialmente al país
y que crean que su retorno a su verdadero hogar no es
después de todo irracional.
La improvisación y falta de previsión están
históricamente arraigadas en la forma de pensamiento
y de hacer gobierno. En ese contexto, más que un
Comisionado Nacional de Atención a las
Comunidades centrado en que los hondureños logren
su permanencia regularizada en Estados Unidos,
necesitamos una visión radicalmente diferente: una
invitación a reencontrarse con Honduras, su pasado,
su historia y su futuro.
El activo principal de los hondureños en la diáspora es
mucho más que sus remesas a Honduras, es su
experiencia acumulada, habilidades y técnicas
aprendidas, conocimiento y también sus sueños y
la aspiraciones. Así, políticas de Estado orientadas a
implementar un programa inteligente, integral e
innovador de reinserción productiva y social en
diferentes sectores, podría ser un inicio para hacer
efectivo ese reencuentro con nuestra hondureñidad.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad Sergio A. Membreño Cedillo

7
Si bien este concepto es un caso extremo referido a
El Estado depredador
varios países y experiencias africanas, América Latina
también ha experimentado este fenómeno de captura
Durante mis estudios en la Universidad de
del Estado; para el caso, el régimen somocista fue un
Pennsylvania en Estados Unidos, tomé la clase de
ejemplo claro, como también lo fue el régimen
Relaciones Internacionales: Norte-Sur, impartida por
sandinista. El Estado depredador no tiene tinte
el profesor Thomas Gallagy, especialista en Ciencias
ideológico, puede ser capturado por los miembros de
Políticas y Desarrollo, con experiencia en África. Él
la derecha conservadora y por la izquierda radical en
nos planteó el concepto del «Estado depredador», el
nombre de la política, de la transformación, pero re-
cual definía como aquel Estado que es capturado por
spondiendo fundamentalmente a un apetito humano
un grupo o élite económica, financiera o políticamente
de poder, que no rinde cuentas a nadie ni a nada.
que tomaba al Estado como su botín de caza.

Tal como lo sostenía Jean Francois Ravel, el Estado

Bajo este concepto, el Estado de derecho no funciona,
megalómano y el Estado depredador son parientes,
de hecho, no hay Estado, ni hay derecho. Se coopta
ambos destruyen la libertad humana y se nutren de un
toda iniciativa que va contra la forma adecuada de
liderazgo feudal y caudillista que se construye para
gobierno y de hacer política. Pero así como se captura
controlar, saquear y despreciar al ser humano y a la
al Estado, también se apodera de las fuerzas y las
ciudadanía.
iniciativas ciudadanas. La vocación de servicio
público se sustituye por un auto servicio familiar o de
Muchos de nuestros países tienen rasgos de ese Estado
manipular el poder para fines personales. Los medios
megalómano y del Estado depredador. Los ciclos
de comunicación se venden o politizan; no hay lib-
electorales y el vaivén de las ideologías, nos llevan a
ertad de prensa, ni ciudadanía que la demande. En ese
ejemplos de este tipo en América Latina que marcan el
sentido, van también las aportaciones del Instituto de
presente y futuro de nuestras sociedades. En
Gobernabilidad del Banco Mundial, que ha definido la
consecuencia, el mejor antídoto para evitar estos
captura del Estado por grupos económicos que han
excesos humanos es una ciudadanía activa:
desnaturalizado la función pública y aumentado el
organizada, formada y con movilización, en adición a
reino de la corrupción, en palabras del Dr. Daniel
instituciones, con solidez para que puedan responder
Kauffmann: «La captura del Estado es la capacidad de
a las demandas. Ciudadanos, no necesitamos
grupos para influir a través de prácticas corruptas en
liderazgos mesiánicos, ni liderazgos carismáticos tipo
los procesos de alta decisión del Estado, que a su
Max Weber, sino un liderazgo verdadero centrado en
turno se convierte en una forma predominante de
el servicio de la integridad como fundamento de toda
corrupción asociada con el favorecimiento de intereses
arquitectura contra la corrupción.
particulares en las altas esferas del poder».

7
Publicado en Diario El Libertador, 15 de julio de 2007 17

Sergio Membreño Cedillo

Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
8
Nación sin planificación: el dogma mortal
Recientemente, la Comisión de Notables en su primer
informe sobre la situación y recomendaciones para el
sector energético, recomendó la necesidad de volver a
la planificación del desarrollo, en este caso del sector
energético. Asimismo, ya en el Congreso Nacional se
ha aprobado el Plan de País en su primera legislatura
y el Foro Nacional de Convergencia (Fonac) está
planteando la necesidad de crear una instancia
estratégica que retome la visión de largo plazo del
país.
Es en ese contexto que deseo compartir algunas
reflexiones que publiqué bajo el título de «Dogma
mortal», en octubre de 1995, en el Diario El Heraldo, en
torno al error de cerrar el órgano de planificación del
país y por qué un país como Honduras necesitaba una
visión estratégica y la consecuente planificación. Es
interesante que dicho artículo se diera en el contexto
de la visión de enigma de 1995 y que 10 años después
estemos planteando y retomando la misma idea.
A raíz de la Perestroika, impulsada por Mijaíl
Gorbachov y la reestructuración y cambio de modelo
económico en la Unión Soviética, se produjo uno de
esos cismas históricos —como el Congreso de Viena
en 1815— que hacen cambiar el rumbo de la historia.
El desmembramiento del imperio soviético,
abolición del partido comunista ruso y el fin de la
guerra fría significaron el triunfo de las democracias
occidentales y la preponderancia de la economía de
mercado.
En ese entierro ideológico, nada fue dejado a la
reflexión. Dos visiones completamente diferentes del
mundo están en juego y ambas son excluyentes.
Publicado en Diario El Heraldo, 16 de abril de 2004.
Sergio A. Membreño Cedillo
Primero, la visión hegeliana de síntesis no tiene nada
que hacer con esa realidad. La oferta y la demanda,
expresada en las fuerzas de mercado, tienen su propia
dinámica y lógica capitalista; el Estado no conoce más
que las fuerzas de mercado. El dogma había nacido,
aunque demoró dos siglos en alcanzar su función más
refinada. Segundo, la mano invisible de Adam Smith
sustituyó totalmente la visión intencionada y la
planificación. Vista así la historia, todo parece lógico y
plausible. De donde emerge esa mixtificación, de que
en las condiciones de incertidumbre de la economía
mundial, una nación puede estar carente de una
«mente directriz» y de una «visión estratégica» de su
destino como nación, es decir, de una visión plani-
ficada de su futuro.
No es cierto que en una nación con escasos recursos
sea vital para alcanzar su desarrollo la asignación
presupuestaria óptima; lo cual no implica tener una
programación de corto y mediano plazo sin
eufemismos: planificar su desarrollo. Entendámonos,
no es la economía de planificación central en la que
cada rubro tiene un precio asignado por un ministerio
de la producción, que nos recuerda el tormento bu-
rocrático relatado por Franz Kafka en «El proceso». No.
Este castillo kafkiano no tiene nada que ver con una
economía sana y eficiente. Pero, por qué extender ese
concepto a todo tipo de previsión sobre el futuro, ¿no
la es éste el extremo de la imbecilidad? ¿No hay derecho
o no es lógico, hasta para una persona o familia en una
sociedad libre, establecer metas y objetivos en la vida?
Y si ello es así, lógico y natural para una familia e
individuo, ¿no lo es para una nación en un mundo
lleno de incertidumbre, retos y peligros?
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 18
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Seamos precisos, ¿es posible en el actual escenario in-
ternacional, caracterizado por la anarquía, cambios
tecnológicos acelerados, retos económicos de la
liberalización y emergencia de bloques regionales
altamente competitivos, operar sin una dirección, sin
un conocimiento de su entorno y sin metas y objetivos
estratégicos definidos y operativos, es decir, sin una
planificación de su futuro? Aquí yace uno de los
muchos dogmas mortales emergiendo de esa crisis
mundial provocada por los cambios de dirección de la
sociedad internacional, muchas veces propagados por
los centros académicos y organismos internacionales.
Y es perfectamente natural que así sea, lo que resulta
más difícil de entender es cómo una idea tan
irracional, desarrollo sin planificación, sea
redonda y limpiamente aceptada, sin ni siquiera
reflexionar. Semejantes creencias sólo existen en la
cabeza del infalible tecnócrata latinoamericano.
Estas naciones no cayeron en las trampas de diluir su
"inteligencia" y centros de planificación y prospectiva,
por el triunfo del capitalismo sobre el modelo
soviético de planificación central. Así, los países en
vías de desarrollo con más capacidad estatal y visión
de futuro, como México, Chile y Brasil,
desmontaron sus aparatos de planificación, sino que
los perfeccionaron y sentaron las bases de una política
de desarrollo desde secretarías como la
Planificación y Presupuesto (SPP) en México y
ODEPLAN en Chile. Así, el éxito de Chile en sus
exportaciones sería imposible sin una concepción clara
y realista de planificación y su ordenamiento
operativo interno, conjugando diplomacia, políticas
comerciales y mecanismos de proyección al sistema
externo, plasmado en una visión de futuro. El éxito no
se produce por generación espontánea ni por un
arrebato místico y mágico de las fuerzas de mercado.
Después de todo debe de existir un sentido de orden y
19 Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
un sentido de tiempo: planificación.
Joseph Schumpeter, en su libro Capitalism, Socialism
and Democracy, (1942), decía que aún el «laisser faire»
requería de planificación. Entonces, ¿en qué países se
confundió o se malentendió que la caída del muro de
Berlín significaba eliminar o enterrar todo sentido de
previsión, es decir, de planificación? ¿Y quién asoció
que el fin de la guerra fría significaba carecer de una
visión de futuro claramente esbozada?
Porque, precisamente, son las naciones en vías de
desarrollo con escasa capacidad negociadora y recurso
humano, quienes más requieren de una visión
tan planificada que coadyuve a la mejor asignación de
recursos.
Es una paradoja y un error trágico que naciones
pequeñas hayan procedido a desmantelar los sistemas
de planificación, sin contar con sustitutos de
prospectiva, entregándose a cuerpo entero al más vil y
destructivo darwinismo económico. Honduras,
justamente, se encuentra en esa situación, puesto que
es un simple y elocuente ejemplo de la falta de
no planificación y sus consecuencias, tal como se
evidencia en la actual crisis energética. La carencia de
una visión estratégica de mediano y largo plazo de la
de anterior administración ha derivado en consecuencias
demoledoras para la economía.
Honduras marcha, no por esta administración, sino
por la secuencia continua de estructuras obsoletas y
sin sistemas nacionales de toma de decisión, sin
rumbo y sin una visión clara de su entorno. Aún
países pequeños como Costa Rica han logrado
establecer visión y dirección a su política nacional; no
obstante, en este
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
aspecto Honduras requiere de luz. No es posible
marchar al umbral del siglo XXI sin visión ni
dirección. Ya lo dice el Proverbio 29:18: «Una nación
sin visión divina, perecerá». Que no se aplique a
Honduras la parábola de Lewis Carroll en El espejo de
dos caras, en la cual se afirma que «cuando no se tiene
rumbo, cualquier camino conduce allá».
Visión estratégica, concertación y desarrollo humano
sostenible es la trilogía a seguir. Un sentido de nación,
análisis del entorno internacional y la planificación de
objetivos nacionales son elementos claves para un
liderazgo eficiente y visionario.
Singapur: la isla del tesoro
Visité recientemente Singapur, nombre cuyo sig-
nificado es "ciudad del león". Conocíamos por
estudios realizados en Harvard y en INCAE, que
Singapur ha sido denominado uno de los 4 tigres
asiáticos —juntamente con Hong Kong, Corea y
Malasia— como resaltado de un modelo de desarrollo
exitoso ampliamente difundido en la bibliografía
internacional.
Singapur, cuya independencia data desde 1965, hoy
día cuenta con un ingreso per capita de 38,112 dólares
por año, con una población de 4.4 millones y 600 Km.
de extensión, con un nivel de transparencia que lo
coloca antes que Suecia en el índice de percepción de
corrupción y con 10 millones de visitantes al año.
Conociendo in situ la experiencia de desarrollo
vertiginoso e impresionante de este país, que la
convierte en un centro financiero, comercial y
Publicado en Diario El Heraldo, 15 de junio de 2007.
Sergio A. Membreño Cedillo
tecnológico de primer nivel, la nueva pregunta que
me surge como estudioso del desarrollo es, ¿cómo esta
pequeña isla, sin muchos recursos naturales, ha
logrado este desarrollo en menos de 42 años, es decir,
en menos del transcurso de una generación?
Para nosotros en Honduras hay muchas lecciones
urgentes de aprendizaje, aún reconociendo que cada
realidad y país tiene sus propias particularidades y
especificaciones históricas, culturales y de tradición;
sin embargo, hay elementos de esa experiencia que
pueden ser aprendidos. Casi con la misma población
que Singapur, con un territorio mayor que el de la isla,
pero con un ingreso per cápita 40 veces menor que
Singapur, con una posición en el índice de percepción
de la corrupción de 121 y con altos niveles de violencia
e impunidad, aparece una segunda pregunta, ¿qué
hemos hecho mal en Honduras para llegar a este
escenario, sino apocalíptico, sumamente
desesperanzador? Y una tercera interrogante y quizá
la más fundamental, ¿qué podemos hacer al inicio del
siglo XXI para alcanzar en una generación un
desarrollo sostenible, reducir el 66% de pobreza,
alcanzar tasas de crecimiento económico sostenido del
6% y generar una sociedad de oportunidades que
propicie detener la emigración hacia Estados Unidos y
vivir en paz? Para respondernos a estas preguntas,
hay al menos 4 experiencias concretas que podemos
retomar de Singapur:
1. Tener una visión de largo plazo concertada,
elaborada con enfoques integrales y prospectivos
por todos los sectores. Por ejemplo, el cambio y
calentamiento global provocará que la marea se
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 20
 Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
eleve unos centímetros más para el año 2050,
basándose en esta información, Singapur está
estableciendo un convenio con Holanda para
construir diques que eviten el desbordamiento;
pero lo vital de reseñar aquí es que lo están haci-
endo con una anticipación de 43 años. Este es un
ejemplo claro de visión de largo plazo y
anticipación.
2. Predominio de los méritos en el ámbito de la
gestión pública. En Singapur existe una clase
empresarial y de gobierno que ha permitido
establecer un sistema de meritocracia, en el cual
los más capaces y calificados asumen los cargos
públicos. En consecuencia, el gobierno y su
gestión se basan en la visión, eficiencia, calidad y
transparencia. En este contexto, recientemente su
Presidente renunció públicamente a cualquier
incremento de su salario.
3. El respeto a la ley y al Estado de derecho es
fundamental. El ciudadano respeta las leyes y
entiende que sólo así se puede funcionar y
alcanzar un alto nivel de desarrollo y armonía
para todos los sectores. Un proceso de educación
general, cívica y ciudadana, está en marcha y es
un proceso sólido e innovador, el cual propicia y
asegura este comportamiento.
4. El respeto a la religión es total. Hay cristianos,
católicos y evangélicos, pero también conviven en
armonía budistas, musulmanes e hinduistas.
Singapur es un crisol de inmigrantes
provenientes de China, Indonesia, Malasia e
India.
10
Publicado en Diario El Heraldo, 25 de junio de 2007. 21
Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
En concreto, en este jardín del edén de apenas 600
Km., se ha producido en menos de una generación un
cambio transformador y esperanzador. En oposición,
para nuestra Honduras lo fundamental en este
momento histórico es precisar si la dirección que
estamos siguiendo en términos de desarrollo y de
gestión pública es la correcta. Esto implica no
solamente un análisis del rumbo del gobierno, sino
también de la empresa privada, sociedad civil,
partidos políticos y medios de comunicación; o si
debemos propiciar ese acuerdo o pacto mediante un
proyecto de largo plazo integral, práctico y realista en
el cual todos los sectores pongan empeño y esfuerzo.
Mientras no precisemos con determinación hacia
dónde vamos, las inexactitudes e improvisaciones de
gobierno nos hundirán más en la desesperanza e
ingobernabilidad. Esa es la lección más clara que la
experiencia internacional evidencia en países exitosos
en su desarrollo.
Retomemos el pensamiento de Alfonso Guillén
Zelaya: «Inteligencia, energía y honestidad es lo que
gobierno y gobernantes, sociedad civil y ciudadanos
deben de exigir y practicar».
Oppenheimer: naciones sin historia, pueblos sin
memoria10
La conferencia magistral ofrecida en el marco del 40
aniversario del Cohep por Andrés Oppenheimer,
periodista reconocido internacionalmente y con
importantes trabajos académicos y de investigación
publicados, fue oportuna y muy ilustrativa acerca de
lo que está sucediendo en nuestro mundo.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
La reflexión de Oppenheimer no debe de pasar
inadvertida para todos aquellos que nos interesa
nuestro país, su democracia y el desarrollo. Es
fundamental el diferenciar que la propuesta de
«desarrollo» planteada por Oppenheimer está
orientada hacia la línea del crecimiento económico
como motor principal del desarrollo, los ejemplos de
Irlanda, Taiwán y China, así lo muestran. Pero, a
partir de esta visión de desarrollo se plantea la tesis de
que cómo es posible generar crecimiento económico
sin considerar ideologías, modelos políticos o volver a
la historia. Es lo que Oppenheimer denomina «guerra
periférica»; el mejor ejemplo de esta posición es el caso
de China como país comunista, pero con una
economía altamente abierta y competitiva.
El énfasis de este enfoque economicista y antihistórico
puede llevar a errores y a destacar una visión
simplista, instrumental y al final contraproducente. Si
la verdad es el todo, no podemos enfocarnos en un
modelo economicista, pues éste es únicamente uno de
los elementos de una visión nacional de desarrollo.
Así, el punto crítico no es plantear la dicotomía de
ideologías por crecimiento económico, ya que este
debate, como lo plantea Oppenheimer, está superado;
pero sí centrarnos en la visión del desarrollo humano
y no únicamente en el crecimiento económico como
apuesta óptima de una sociedad. Aún los países
altamente desarrollados como Taiwán, Corea y
Singapur, parten de un modelo integral de desarrollo
en el cual confluyen una economía competitiva, los
valores culturales, la solidez de sus instituciones, su
tradición histórica, el respeto a la ley y al Estado de
derecho y una educación que responde a la visión de
la ciudadanía y no únicamente a una educación
instrumental para generar riqueza.
Sergio A. Membreño Cedillo
Los países denominados «tigres del este», como
Singapur, Taiwán, Hong Kong y Corea, desarrollaron
una visión estratégica y una planeación de futuro, no
obstante, sin descartar su propia cultura y tradición.
Ciertamente, el futuro es importante, más no a costa
de suprimir la historia. Plantear el éxito de estos países
y olvidar la importancia de su visión corporativa de
largo plazo es también obviar la idea central de que el
desarrollo va más allá de las fuerzas de mercado y de
la apertura económica per se. Éste no es tan sólo el
debate entre los ideólogos del populismo y los
profetas del mercado, sobre cuál camino es mejor para
lograr el desarrollo. Es algo más intrínsico: la historia,
con su legado de valores y ejemplos, próceres y
héroes, pertenece a todos. No son un patrimonio ni de
la izquierda populista, ni de la derecha conservadora.
Sí, necesitamos un crecimiento económico con tasas
del 6% para reducir la pobreza y generar una sociedad
de oportunidades, pero no perdiendo la identidad del
país, sus valores, creencias, pensamiento social y
político de nuestros próceres e intelectuales. Una
visión instrumental centrada únicamente en la
apertura económica corre el riesgo de eliminar, en
nombre del crecimiento, la esencia del desarrollo
humano, las libertades humanas y la confluencia de
nuestro pasado, presente y futuro.
En ese sentido, como nos lo recordaba proféticamente
el sociólogo alemán Max Weber a inicios del siglo XX,
la modernización de la sociedad de cara a la
globalización perfilará «técnicos sin alma y poetas sin
espíritu»; y también lo señalaba el sabio José Cecilio
del Valle cuando nos decía que el «estudio más digno
de un americano es América»; de igual manera
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 22
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Lo profetizaba el insigne periodista Álvaro Contreras
Membreño, al afirmar que «suprimid el genio de
Morazán y habréis aniquilado el alma de la historia de
Centroamérica» Las ideas y valores nacionales son tan
importantes como el conocimiento tecnológico y no es
enterrando
Sergio A. Membreño Cedillo
nuestra historia como construiremos un futuro
perdurable. Cuando la economía es más importante
que el hombre y sus valores, es señal inexorable de
que la sociedad ha perdido su rumbo y su alma.
o Membreño Cedillo
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad Sergio A. Membreño Cedillo

Niñez y juventud: educación en valores para un a España, ha contribuido a fraccionar la unidad

liderazgo ético emergente familiar.

La problemática de la corrupción En ese marco, la juventud se encuentra sin parámetros

de referencia, no hay un sistema educativo con la
Uno de los mayores problemas que enfrenta suficiente cobertura, coherencia y finalidad de
Honduras es el de la corrupción, la misma daña a toda incorporar una cultura en valores que sea una
la sociedad, implica una pérdida en recursos herramienta de transformación de la juventud. De ahí
financieros que se dejan de usar como fondo público que muchos prefieran andar en la calle y no estudiado,
para combatir la pobreza, para tener más escuelas, que las pandillas juveniles hayan crecido y capturado
centros de salud, programas culturales, a muchos jóvenes, de ahí esa cultura juvenil por la
infraestructura de recreación etc. Pero también la violencia y la desesperanza. En consecuencia, ante la
corrupción deslegitima a la democracia, a los pregunta, ¿por qué los jóvenes se meten a las
gobiernos y va cimentando una cultura de pandillas? La respuesta es sencilla: porque no
desconfianza, los ciudadanos se vuelven apáticos, su encuentran alternativas de educación, salud, es-
participación política y ciudadana se estanca. parcimiento y cultura en su barrio, en su ciudad, en su
región y a veces ni en el país.
Cuando un sistema político no es creíble, aumenta la
abstención electoral y la desafección política. La Lo anterior nos lleva a pensar sobre las causas que
corrupción gradualmente va perdiendo los valores y contribuyen a la falta de una educación en valores, en
creando una cultura de supervivencia en la cual las tal sentido, podemos enumerar las siguientes:
prácticas sociales se desnaturalizan y en el sistema
legal se va introduciendo una cultura de la • Desintegración familiar.
impunidad. La corrupción afecta todo el cimiento de • Migración urbano-rural-urbana.
la sociedad e imposibilita el buen gobierno y la buena • Falta de alternativas educacionales.
convivencia social. • Falta de oportunidades de empleo.
• Falta de programas de orientación.
Por qué los jóvenes no tienen una cultura en valores. Los • Niveles de pobreza familiar.
problemas reales de la juventud • Falta de espacios recreativos, deportivos y
culturales.
En Honduras, la niñez y la juventud tienen un papel
• Pérdida progresiva de identidad nacional,
importante, en tanto más del 50% de la población del
regional y local.
país es menor de edad. No obstante, la juventud pasa
• Políticas de Estado en materia de niñez y
por muchos problemas, entre ellos el desempleo, un
juventud débiles y fragmentadas.
sistema educativo que no tiene una cobertura total, un
• Falta de una real transformación del sistema
sistema de salud deficiente y, sobre todo, porque hay
educativo en el cual la educación en valores sea
una desintegración familiar: la migración campo-
un pilar fundamental de la educación.
ciudad y la migración a EE.UU. y más reciente mente
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Valores de la juventud en contra de la corrupción
En ese contexto es necesario identificar algunas líneas
para estructurar en toda la sociedad algunos criterios
para fortalecer y potenciar una educación en valores
que sirva parta orientar a los jóvenes. La educación en
valores es una materia trasversal que toca a todos los
aspectos de la vida, no únicamente en la escuela, sino
en el trabajo, la aldea, el barrio la ciudad, la familia, la
comunidad. Por supuesto, todos sabemos que la
primera escuela en la formación de valores es la
familia. Al Estado le corresponde otro tanto, pero
también la empresa privada, la sociedad civil y las
iglesias desempeñan un rol importante
formación de valores. En fin, se trata de encontrar
soluciones a estos problemas que afectan no sólo a los
jóvenes, sino a todo el país; una juventud desorientada
que no esté afincada en valores, que no esté integrada
a su familia, que no sea partícipe de los problemas de
su barrio o que no estudie, es una niñez y juventud
que no tendrá futuro. Al respecto, el viejo axioma de
que los jóvenes son el futuro del país se desnaturaliza
y se vuelve una frase hueca.
Sin embargo, el problema de los jóvenes no sólo es a
futuro. Es un problema presente y la atención a la
niñez —especial, pero no únicamente— en la edad de
0 a 6 años es el fundamento del desarrollo humano de
la nación y de la construcción de ciudadanía. El
respeto a sus deberes y derechos es consustancial al
desarrollo humano, derechos humanos y construcción
de ciudadania.
Necesidad de políticas de Estado
En primer lugar hay que diseñar e implementar
políticas de Estado en materia de juventud que les
permita a los y las jóvenes tener una capacitación
11
Publicado en Diario El Heraldo, 7 de julio de 2007 26
Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
y un entendimiento de su problemática específica. El
Estado debe fortalecer todas aquellas instituciones
relacionadas con la niñez, la juventud y la familia.
Igualmente, el sistema educativo debe ser trasformado
e incluir como un eje fundamental la educación en
valores.
Necesidad de aspirar a una sociedad con valores
En principio, hay que decir claro que un país sin
valores es un país débil. Todo el desarrollo de las
grandes naciones se ha dado porque han mantenido y
cultivado una serie de valores fundamentales, el
en la respeto a Dios, a la familia, a los padres, un sentido de
pertenecía a su país, un civismo fuerte. Hay que tener
una visión del país, eso significa conocer la historia y
problemática social, económica, política y cultural,
porque en términos de desarrollo no se puede avanzar
hacia una sociedad más justa sin una sólida
concepción en valores fundamentales, tales como el
respeto las leyes, el trabajo eficiente y honrado, la
solidaridad por los pobres y necesitados, la
participación ciudadana en toda la problemática
nacional.
Necesidad de fundamentar un desarrollo nacional centrado
en los valores
El desarrollo sin una ética del desarrollo, se vuelve
una lucha de todos contra todos, le toca al Estado
reglar las bases equitativas y distributivas de ese
desarrollo. A los ciudadano les toca le respeto a las
leyes y la participación; a los jóvenes, la capacitación y
formación en valores; a la familia, la integración; al
tema educativo, preparar con mayor calidad técnica,
cívica y ética a los estudiantes. Todo joven es un uni-
verso de potencialidades, pero el mismo joven debe
definir sus metas, alcanzarlas y superarlas.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Definiciones de educación en valores y sus componentes
Los valores que necesita la juventud son valores
universales que son el fundamento de las sociedades
sanas de los países prósperos:
• El respeto a Dios.
• El respeto a los padres y la familia.
• La integridad como estilo de vida.
• La amistad y compañerismo de grupo.
• El deseo de aprender y estudiar.
• El civismo y el amor por el país.
Sin embargo, no sólo se trata de principios colectivos,
también los niños y jóvenes necesitan desarrollar
ciertas virtudes, tales como:
• La solidaridad.
• La resistencia.
• La valentía.
• La creatividad.
• El criterio propio.
• La disciplina.
• La eficiencia.
Pero, también se trata de tener virtudes ciudadanas en
el entendimiento, los jóvenes deber ser participantes
activos de los problemas de su barrio, de su ciudad y
del país. Esto implica que deben ser estimulados a
interesarse por su país:
• Conocer su historia, su geografía y sus héroes.
• Conocer la problemática social, económica,
política y cultural del país.
• Tener deseo de trascendencia, superación y
liderazgo.
Sergio A. Membreño Cedillo
Los jóvenes deben apostar a cualquier precio por tener
una educación, seguir estudiando y superando día a
día sus metas. Los jóvenes que no están incluidos en la
educación formal deben incorporarse a sus estudios y
capacitaciones en los sistemas de educación informal;
deben aprovechar cualquier posibilidad de aprendiza-
je, porque sólo con conocimiento podrán salir
adelante.
Pilares operativos y funcionales para una educación en
valores
• Aprender a conocer. Este tipo de aprendizaje, que
tiende menos a la adquisición de conocimientos
clasificados y codificados que al dominio de los
instrumentos mismos del saber,
puede considerarse a la vez medio y finalidad de
la vida humana.
• Aprender a hacer. Aprender a conocer y aprender
a hacer es, en gran medida, in-disociable; lo cual
está más estrechamente vinculado a la cuestión
de la formación profesional.
• Aprender a vivir juntos. La idea de enseñar la no
violencia en la escuela es loable, aunque sólo sea
un instrumento, entre otros, para combatir los
prejuicios que llevan al enfrentamiento.
• Aprender a ser. Como auto perfeccionamiento
permanente.
Partidos políticos, comunidad política y
liderazgo ético11
Recientemente el Consejo Nacional Anticorrupción
(CNA, invitó al Dr. Ottón Solís, ex candidato
presidencial por el Partido Acción Ciudadana
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 27
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
(PAC) de Costa Rica, como conferencista internacional
en la presentación del Primer Informe Nacional de
Transparencia 2007. Asimismo, también por invitación
del CNA, se desarrolló un conversatorio sobre
gobernabilidad, transparencia y ciudadanía, en el
marco del Programa de Incidencia Ciudadana, con la
participación de líderes sociales y políticos del país.
Varios fueron los aspectos analíticos relevantes
presentados por el Dr. Solís. Uno de los temas que
considero esencial para Honduras, es el papel único
de los partidos políticos como intermediarios de la
comunidad política; no obstante, alrededor de esta
acertada aseveración surge una interrogante: ¿en
dónde radica el problema y la tendencia creciente de
descrédito y deterioro de los partidos políticos en
América Latina?
La respuesta nos lleva por tres caminos. Primero, el
problema surge cuando los partidos políticos no
representan esa comunidad política y su carácter de
intermediación ciudadana no funciona; no hay duda
de que esta situación ha debilitado a muchos partidos
políticos de la región, aunque tampoco es únicamente
un problema de modernización o de renovación de
cuadros políticos. Es un problema más profundo
relacionado con a quién están realmente
presentando los partidos políticos hoy en día.
El segundo, en el sentido de que los partidos políticos
corren el riesgo supremo de perder su función
principal. Enrique Dussel, en su libro 20 Tesis de
Política, plantea la corrupción de lo político: «Lo
político como tal se corrompe como totalidad, cuando
su función esencial queda distorsionada, destruida en
su origen, en su fuente». De esta manera, en términos
de Dussel, consiste en que el actor político
11
Publicado en Diario El Heraldo, 7 de julio de 2007 28
Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
(Los miembros de la comunidad política, sea ci-
udadano o representante, presidente, diputado,
ministro) cree poder afirmar a su propia subjetividad
o la institución en la que cumple alguna función, como
la fuente de poder político. Si los miembros del
gobierno —cualquier gobierno —, por ejemplo, creen
que ejercen el poder desde su autoridad auto referente
(es decir, referida a sí mismo), su poder se ha
corrompido. Ahí radica el segundo problema, desde la
perspectiva de la función de los partidos políticos y
del político y por ello lo imperioso es que se vuelve a
entender la política como una extensión de la ética, en
el sentido clásico de los griegos.
El tercer camino nos lleva a la calidad de los partidos
políticos y de sus políticos convertidos en
representantes del pueblo (presidente, diputados o
alcaldes) o funcionarios de gobierno, es una
responsabilidad final de la ciudadanía, en el sentido
de que somos responsables de la calidad de los
representantes que elegimos. Si nosotros con nuestro
voto elegimos presidente, diputados y alcaldes,
entonces el problema de quienes nos gobiernan es
responsabilidad de todos y no únicamente de los
partidos políticos que los proponen. Si los partidos
políticos no responden a la comunidad política,
re- entonces todos los ciudadanos y ciudadanas que
hemos ejercido el voto validando a un candidato o a
un partido somos responsables directos de esa elec-
ción y sus resultados.
Ottón Solís tiene razón con relación al rol único e
insustituible de los partidos políticos, pero, también
reconoce que los partidos políticos pueden ser
capturados y a través de ellos se controla el Estado.
Por lo tanto, éste es el mensaje central para nosotros
los hondureños: requerimos un liderazgo ético que
permeabilice y dé fundamento a los partidos políticos
como
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
representantes legítimos y auténticos de la comunidad
política, para que el manejo del Estado y el diseño y
ejecución de la política pública respondan a una ética
pública.
En consecuencia, es imprescindible un cambio radical
y transformador de la forma caudillista y sectaria con
que han operado los partidos políticos y sus políticos.
A inicios del siglo XXI, no podemos ni debemos
mantener los vicios y características del clientelismo
político, que el sociólogo norteamericano William S.
Stokes en su libro Honduras: an Area Study in Gov-
ernment (1974), nos señalaba en un análisis sobre la
realidad política hondureña en 1955. No se requiere
más una retórica del cambio de la transformación y la
transparencia, sino un cambio radical desde adentro
de los partidos políticos en su forma de pensar
(mente) y en su forma de actuar (corazón). Esa es la
integridad política que Honduras necesita. Si eso no es
viable, entonces la ciudadanía debe exigir y crear
nuevas expresiones y opciones democráticas que den
posibilidades reales de transformar al país. La
ciudadanía debe organizarse y plantear alternativas
democráticas y transparentes en los partidos políticos,
a fin de incidir en la transformación de éstos o incidir
en nuevas opciones democráticas.
El Dr. Solís, con su Partido de Acción Ciudadana, fue
un referente alternativo de acción al tradicional
bipartidismo de Costa Rica. Si bien las realidades
históricas y sociales de ese país son diferentes con
respecto a Honduras, también los ejemplos y modelos
están ahí y pueden ser evaluados, repensados y
relanzados. La imaginación ciudadana debe encontrar
esos referentes y esos modelos ciudadanos que nos
lleven a un país radicalmente diferente al que estamos
viviendo hoy en día. En Francisco Morazán, José
29 Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
Cecilio del Valle, Ramón Rosa, Alfonso Guillen Zelaya
y Froilán Turcios; y para citar dos estadistas, a Juan
Manuel Gálvez con la modernización del Estado y a
Ramón Villeda Morales con sus reformas sociales,
podemos encontrar pensamientos políticos, ideas
renovadoras y la pasión por Honduras.
Servidores públicos e integridad
La lucha contra la corrupción generalmente se asocia o
se vincula con el Estado, aunque al final esta
percepción es incompleta. Si la corrupción es
sistémica, estructural, conductual e institucional,
abarca a todos los sectores de una sociedad, no
exclusivamente al gobierno y sus funcionarios
públicos.
Sin embargo, aún en esa dimensión, es oportuno
reflexionar sobre el papel del servidor público y de su
importante contribución al país y a la moralidad
pública. El funcionario público es en esencia un
servidor público, su vocación de servicio gira en el
entorno y praxis de la gestión pública. Por ello, he
querido en estas breves palabras recordar a un amigo
y compañero, el licenciado en Economía, Francisco
Escoto (QDDG), quien falleció el 25 de febrero de 2007
en Tegucigalpa.
A través de estas reflexiones sobre su rol como
servidor, se identifican muchos funcionarios públicos
honestos que lo conocieron a través de su trayectoria
profesional, como un gestor de servicio y compromiso
con la política pública. Francisco Escoto, a quien
conocí en octubre de 1978, en sus 30 años de servicio
público siempre se destacó por su servicio, capacidad
analítica e interés en que las decisiones representarán
lo mejor para Honduras; como economista, analista y
asesor técnico, siempre puso el énfasis en
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
lo público, en su impacto con el desarrollo, su sentido
de servicio, que se consolidó en su vasta experiencia
profesional en CONSUPLANE y SECPLAN, y sus
muchos años en la Secretaría de Finanzas, fueron las
instancias estratégicas mediante las cuales aportó
conocimiento, tiempo y dedicación como profesional y
economista.
Él se formó y perteneció a una generación de
servidores públicos (1970-2000), cuya visión
pensamiento de desarrollo y planeación estratégica ha
penetrado e incidido en la gestión y política pública a
lo largo de ese período, recuperar esa visión de futuro
en la planificación es el desafío de los que
conformamos con Francisco Escoto ese grupo.
Es nuestro deseo que el legado de honestidad y
servicio que Francisco Escoto nos deja sea entendido y
mejorado por los que aún tenemos la gracia de la vida,
continuemos cada quien en su espacio y tiempo,
aportando al desarrollo del país. Finalmente, que el
mensaje de Escoto sea un legado no sólo para sus
hijos, sino para todos los servidores públicos actuales.
12
Ética empresarial y responsabilidad social
Honduras, con un 66% de la población viviendo bajo
la línea de la pobreza, requiere esfuerzos permanentes
y visionarios para reducir la pobreza, injusticia y
elevada corrupción que la ha caracterizado a través de
su historia.
La corrupción es una herencia colonial que no
permitió construir las bases de un Estado moderno,
transparente y con desarrollo. Casi dos siglos después
de su independencia, Honduras continúa careciendo
de los fundamentos necesarios para el desarrollo;
Publicado en Diario El Heraldo, 5 de junio de 2007.
Sergio A. Membreño Cedillo
además de sufrir la ausencia de una élite empresarial
con visión nacional, de un Estado de derecho
incipiente, de partidos políticos sin apertura
democrática y legítima y de una sociedad civil que
requiere madurez y mayor compromiso con una
visión nacional.
En este orden de ideas, también la empresa privada —
que incluye como fundamento su responsabilidad
y social— carece de un liderazgo ético que debe ser
central en el rumbo que el país tome. Un ejemplo
interesante es el liderazgo innovador empresarial y de
gestión pública, pero también ético, de países como
Singapur y Chile; así, sólo para presentar dos
contextos culturales diferentes, pero exitosos,
mencionamos a Singapur, país que en el índice de
percepción de corrupción ocupa la posición número 5;
y, en Latinoamérica, está Chile, en el lugar número 20,
lo que contrasta con Honduras, cuya posición es la
número 121.
Producto del análisis de estos datos, llegamos a la
conclusión de que requerimos como nación un
empresario nacional con un liderazgo ético, como el
fundamentado de cualquier acción de proyección
hacia la comunidad, sociedad y país. Sin ese
compromiso ético, el aporte de la empresa privada se
diluye y sólo contribuye en parte a la solución de los
grandes problemas del país, puesto que también es
parte del problema: corrupción, influencia gremial y
empresarial, falta de transparencia, constante
defraudación fiscal, influencia económica y política en
el Estado a favor de intereses privados y no
nacionales, falta de pago de servicios públicos,
subsidios irracionales y sobre dimensión de los
servicios prestados o vendidos al Estado; en concreto,
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 30
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
realiza una captura del Estado para privilegiar
intereses sectoriales y personales, en detrimento de la
nación.
Así, la responsabilidad social empresarial debe
fundamentarse correctamente en una
empresarial, de los negocios, de la empresa y
económica; la ética no admite posición de equilibrio o
de negociación.
La ética es esencial desde la perspectiva de la
conducta personal como conducta del cambio, como
ordenador de relación y como conciliador de criterios.
Consecuentemente, la ética empresarial
fundamento de una adecuada responsabilidad social
empresarial; sin embargo, ésta última sólo tiene
sentido si existe una ética empresarial.
organizaciones deben proponer —a todos y cada uno
de sus colaboradores— que trabajen bajo
convicción del perfeccionamiento familiar y de
equipo, a través de la autoformación de la conciencia
ética, lográndola a través de actos justos, fuertes,
moderados y prudentes.
En adición, debemos recordar que en su génesis existe
una integración entre la economía y la ética. En los
inicios de la economía, ésta se consideró como una
rama de la ética; no se concebía la economía sin la
ética. De la misma manera, no podemos concebir los
negocios sin la ética, pese al énfasis competitivo y
empresarial de la globalización.
Consecuentemente, como ciudadanos debemos
apoyar a las empresas que asumen la responsabilidad
social empresarial, siempre y cuando
fundamentadas en la ética empresarial. Una empresa
que ejecuta un proyecto social, pero que ha
13
Publicado en Diario El Heraldo, 7 de agosto de 2007. 31
Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
defraudado al fisco, no genera la responsabilidad
social que debemos manejar como base del
compromiso social legítimo.
La responsabilidad social empresarial también debe
ética de considerar promover y adaptar prácticas éticas al
interior de las empresas, vigilar la transparencia de las
empresas, demandar transparencia al sector público,
apoyar a instancias de la sociedad civil, públicas y
privadas que luchan a favor de los valores éticos,
transparencia y contra la corrupción; asimismo,
asegurar el respeto y protección del ambiente cuando
la actividad empresarial se desarrolla. En concreto, sí
es el apoyamos y requerimos una responsabilidad social
empresarial, pero siempre y cuando esté respaldada
por la ética como fundamento y praxis.
Las
13
la
Honduras: la Cuenta del Milenio
Cuando se firmó el acuerdo de la Cuenta del Milenio
de Honduras y el Gobierno de los Estados Unidos, el
13 de junio de 2005 en Washington D.C., me
encontraba como jefe de misión adjunto en la
Embajada de Honduras en esa ciudad y había sido
nombrado como enlace y parte del equipo técnico
para apoyar el proceso de calificación de Honduras en
el Programa de la Cuenta del Milenio, que fue
coordinado con profesionalismo y capacidad por la
Licda. Victoria de Díaz, bajo la dirección del ex
ministro de la Presidencia, Dr. Luis Cosenza.
Mi participación en ese proceso previo a la firma y mi
incorporación posterior, en septiembre de 2005 como
representante del Consejo Nacional Anticorrupción
estén
(CNA) en la junta directiva del Programa de la Cuenta
del Milenio en Honduras,
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
me han permitido conocer tanto la visión detrás de la
Corporación del Milenio, como el proceso de
negociación internacional del programa y la gestión
técnica y administrativa durante estos dos años. En
ese sentido, deseo compartir algunas reflexiones sobre
este programa de cara a la problemática que enfrenta
el país en el tema de corrupción:
1. Honduras fue el primer país que calificó a los
fondos asignados a la Cuenta del Milenio por un
monto de 215 millones de dólares. El programa
significó, en su momento, un reconocimiento al
país por los esfuerzos desarrollados en tres áreas
básicas: Estado de derecho, inversión en la gente
(desarrollo humano) y libertad económica.
2. La calificación para acceder a los recursos de la
Cuenta del Milenio se hace con base a 16
indicadores claves en las tres áreas ya señaladas.
Hay un indicador de base que se determina por el
promedio de los países que han calificado y que
actualmente son 17. Honduras tuvo
calificación con relación a dos indicadores;
primero, por el número de los días para iniciar
negocios; y, segundo, en el tema fiscal, ambos
indicadores se mantienen en el 2007.
3. En el caso específico del índice de control de
corrupción, el cual se basa en un promedio de
diversas encuestas realizadas por el Banco
Mundial, actualmente Honduras
exactamente sobre la línea fronteriza
promedio con 0.49 de 0-1; en donde 1 es el
máximo. Esto implica que en una próxima
evaluación podría caer y pasar a una calificación
en rojo. El problema de no calificar en este
particular indicador, es que efectivamente es el
único referente que si se evalúa bajo, permite el
14
Publicado en Diario El Heraldo, 15 de mayo de 2002. 32
Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
congelamiento de los recursos de la Cuenta del
Milenio, afectando por lo tanto al país, más allá
del programa.
4. La concepción estratégica desarrollada en el
programa para Honduras fue reducir la pobreza,
incrementar la productividad y los agricultores,
reducir el costo entre los centros de producción
seleccionados y los mercados globales regionales
y locales. En concreto, el impacto del programa es
esencial para generar ingreso, empleo y desar-
rollo humano, mejorando el nivel de vida de la
población meta beneficiada.
5. Un proyecto de este tipo puede ser para
Honduras un modelo de desarrollo y de
cooperación exitosa para promover inter-
nacionalmente al país. Por eso, cuando los
intereses políticos y la gestión del programa son
afectados por el clientelismo político, nos debe de
preocupar. Pero en este momento el mayor riesgo
baja es la percepción de corrupción de Honduras, lo
cual es un factor externo a la gestión del
programa de la Cuenta del Milenio. Para el país y
el gobierno sería lamentable que un programa
que es un ejemplo de transparencia y de impacto
en el crecimiento económico, diseñado para
incidir estratégicamente en el corredor central del
país y beneficiar su población aledaña, sea
afectado negativamente.
está
del De esta manera, corresponde al gobierno dar el
mensaje claro, consistente y efectivo de que la lucha
contra la corrupción no es de retórica, sino que
requiere tanto de una política de Estado real, eficaz y
coherente, como de funcionarios públicos íntegros.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Transparencia y respuestas del Gobierno de la
República a la ciudadanía en los casos de Hondutel,
Fondo Vial, Ministerio de Salud, Infop y alcaldías de
importantes ciudades del país, deben ser investigadas
y reportadas a la ciudadanía, tal como lo han
solicitado el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA),
el Congreso Nacional, el Cohep, los medios del
comunicación escritos y la ciudadanía en general.
También los entes contralores, Ministerio Público
(MP) y Tribunal Superior de Cuentas (TSC), tienen el
compromiso —por sus funciones y por ley— de
responder con prontitud para que esas investigaciones
se realicen y sean efectivas, ya que a la ola creciente de
corrupción del país ahora se suma el riesgo de que un
programa significativo y bien manejado pueda ser
afectado, contribuyendo a paralizar los proyectos,
aumentando la pobreza y reduciendo la posibilidad
de responder a las necesidades básicas de la
población.
De Estocolmo a Punuare: lecciones para la
Democracia
La reunión del Grupo Consultivo para la Recon-
strucción y Transformación de Centroamérica,
celebrada en Estocolmo, Suecia, del 25 al 29 de mayo
de 2002, se realizó en un escenario contrastante, ya
que la realidad internacional muestra facetas
impredecibles y escenarios complejos.
Es parte de lo que Henry Kissinger denomina «el
nuevo desorden mundial», mientras las fuerzas
aliadas de la OTAN logran consensuar un acuerdo de
paz en Kosovo y la integración europea facilita, a
través del lanzamiento del euro, la unión política de
Europa, por otro lado, en la pequeña región
centroamericana afectada por el huracán Mitch,
Sergio A. Membreño Cedillo
los recursos de la comunidad donante se orientan a las
grandes prioridades globales y sectoriales del
gobierno central, además, con condiciones positivas
que intentan incidir en el uso de esos recursos en el
proceso de reconstrucción con una visión integral y de
largo plazo, asegurando su transparencia.
El desarrollo humano sostenible (PNUD:1990) y el
buen gobierno, como eje central de las reformas de
segunda generación (Banco Mundial: 1998), son los
paradigmas de los años 90 para los países en vías de
desarrollo. La comunidad internacional favorece esta
visión de desarrollo en los países centroamericanos,
especialmente Honduras y Nicaragua, países que
fueron los más afectados por el Mitch y que además
presentan bajos niveles de desarrollo humano, un
elevado nivel de deuda externa y niveles crecientes de
desempleo. Pero, aun con ese nivel de impacto, la
comunidad internacional requiere un uso eficiente y
transparente de estos recursos; en este punto, hay una
coincidencia: el Mitch abrió la oportunidad más que
para reconstruir, para generar un esfuerzo colectivo a
fin de trasformar Honduras. Esas necesidades son
compartidas por gobierno, sociedad civil y comunidad
internacional.
La Declaración de Estocolmo plantea una serie de
compromisos encaminados a incidir en el buen
gobierno y el perfeccionamiento democrático a través
de la descentralización; en ese sentido, señala que:
«Consolidar la democracia y buen gobierno,
reforzando el proceso de descentralización de las
funciones de gobierno y poderes, con la activa
participación de la sociedad civil». Asimismo, plantea
promover el respeto de los derechos humanos como
un
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 33
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad Sergio A. Membreño Cedillo

objetivo permanente, la promoción de la igualdad Congreso Nacional el tema del plebiscito sigue
entre mujeres y hombres, los derechos de los niños y generando posiciones encontradas que han llevado a
niñas, de grupos étnicos y otras minorías, en concreto, un inmovilismo, esta pequeña aldea realizó, el 13 de
del perfeccionamiento democrático considerando a junio de 2002, el primer plebiscito en la historia del
todos los grupos del país, especialmente los excluidos país.
y marginados.
Su población decidió consultar sobre el uso y venta de
En esencia, tal como se planteó en el taller sobre bebidas alcohólicas y la misma se realizó con un alto
transparencia y gobernabilidad celebrado en nivel de participación de la comunidad. Éste es un
Estocolmo, como parte de la reunión del grupo modelo de cómo la población se organiza y activa, es
consultivo: «La descentralización representa una el poder creativo de la ciudadanía emergiendo desde
prueba significativa del compromiso de los gobiernos el área rural, una señal para el fin de siglo e inicio del
centrales por impulsar la democracia participativa». milenio. La incruenta e inconclusa historia
democrática del país tiene una luz en el túnel.
Los compromisos están planteados y eso es bueno
para todas las partes. Se coincide en la necesidad de En la situación actual, la iniciativa de Punuare es un
trasformar el país, pero, mientras los compromisos se ejemplo que merece ser analizado por la clase política
establecen, la realidad política y social avanza más hondureña. Al menos tres elementos son centrales a
rápidamente, lo cual demuestra que los cambios reales este ejercicio:
en una sociedad son los que surgen de la misma
entraña de esa sociedad. Y, por supuesto, en la larga a. La iniciativa surge por la misma necesidad
carrera por la democratización del país puede haber de la población afectada por la violencia
hitos y hechos que aceleran y forman un puente entre y muertes producidas por el alcohol en la
las declaraciones y la realidad del país, lo que William zona.
Stokes (1963) definía para la Honduras de los años 60 b. La comunidad, con sus principales líderes,
como «aprendizaje democrático». se organiza y logran montar el plebiscito
con apoyo de las organizaciones de base de
Un caso puntual sobre esta enseñanza democrática es la comunidad, con el patronato presidido
Punuare, pequeña aldea en el departamento de por don Francisco Figueroa y el reverendo,
Juticalpa, en el departamento de Olancho, cuyo Guillermo Jiménez, nativo del pueblo y
nombre significa «agua de los extranjeros» coordinador del movimiento de Solidaridad
(Membreño: 1907), con un índice de desarrollo Comunitaria para la Trasformación de
humano medio bajo de 0.403, ha generado una Honduras; movimiento identificado pop-
iniciativa que evidencia un ejemplo interesante en ularmente como SOLCOMUNTH.
términos de lo que Albert O. Hirschmann definía c. El alcalde apoya esta gestión y da la dimensión
como «experimentos de interés colectivo». Así, municipal al ejercicio, legitimándolo y
mientras a nivel del Congreso Nacional el tema del dando un claro ejemplo de que la participación
de la sociedad civil puede y tiene su
expresión en el gobierno local.
14
Publicado en Diario El Heraldo, 15 de mayo de 2002. 34

Sergio Membreño Cedillo

Honduras: Estado, visión de nación e Integridad Sergio A. Membreño Cedillo

Producto de la iniciativa de la comunidad de Punuare, merece el mayor apoyo directo de la comunidad

las lecciones para la clase política del país son muy internacional.
oportunas e interesantes:
En resumen, la Declaración de Estocolmo plantea la
a. Las demandas de cambio social y necesidad del perfeccionamiento democrático, idea
perfeccionamiento democrático se inician en la que se afianza en el plebiscito de Punuare, puesto que
base nos permite reconocer que en nuestro país los cambios
comunitaria cuando el rezago del sistema se están dando en la base comunitaria, pese a las
político es superado por la realidad del país. posiciones que aún obstaculizan la democracia y,
b. El grado de conciencia que adquiere la especialmente, dentro del sistema político, impidiendo
ciudadanía permite mejores criterios para y negociando bajo sus propios intereses el per-
definir quién es líder y qué tipo de compro- feccionamiento democrático del país.
miso se requiere.
c. Este ejemplo, en el cual el empoderamiento de En consecuencia, cada vez más el desarrollo y el
una colectividad se forja, permite al liderazgo estará en manos de quienes asuman
pueblo tomar su propio destino evitando el legítimamente con credibilidad, responsabilidad y
clientelismo político y el caudillismo feudal visión el destino nacional; así, pues, que Punuare sea
que tanto daño ha hecho al país. Lo esencial el primero de los plebiscitos que aceleren un liderazgo
es captar que la población se da cuenta que trascendente y de base en el país, que facilite a
ellos inciden en el entorno en que viven y Honduras la entrada al próximo siglo con las semillas
que las actitudes, pese a la tradición, pueden ser de la trasformación nacional.
cambiadas y transformadas. Una
ética de los valores puede llevar a una ética Del laissez faire15 de la corrupción, a la ética del
del desarrollo. La percepción de cómo los desarrollo16
políticos son vistos cambia radicalmente y
las exigencias al sistema político facilitan su El subdesarrollo de Honduras está estrechamente
trasformación. vinculado a la trilogía: miseria (pobreza material),
d. También hay una lección para la comunidad ignorancia (pobreza mental o cultural) y corrupción
internacional —realidad que ellos (pobreza moral). El bajo nivel de estabilidad política
por sus propias experiencias culturales e no consolidó ni la democracia formal, ni las
históricas conocen, pero que vale la pena instituciones democráticas que facilitan un
reiterar— que consiste en ratificar que el «aprendizaje democrático», del cual hubo tres
mayor compromiso con la democracia intentos: el primero durante el período 1957-1963; el
se legitima y crece en las pequeñas aldeas segundo, en 1971; y, el tercero, a partir de 1981, que
y en las zonas más pobres del país; la equivalen a un período corto de
potencialidad del pueblo se construye pese a
los niveles de pobreza y que, consecuentemente,
La frase "laissez faire, laissez passer" es una expresión francesa que significa "dejar hacer, dejar pasar", refiriéndose a una
completa libertad en la economía: libre mercado, libre manufactura, bajos o nulos impuestos, libre mercado laboral y mínima
intervención de los gobiernos. Fue usada por vez primera por Jean-Claude Marie Vicent de Gournay, fisiócrata del siglo XVIII,
contra el intervencionismo del gobierno en la economía (http://es.wikipedia.org). N. del E. Publicado en Diario EL Heraldo, 16 de
julio de 1993

Honduras: Estado, visión de nación e integridad 35

Honduras: Estado, visión de nación e Integridad Sergio A. Membreño Cedillo

aprendizaje en este proceso de democratización. Bajo una serie de principios y medidas concretas que se ha
ese contexto debe ser estudiado el tema de la ética del venido perfilando después de 40 años de un trato
desarrollo y la corrupción, en virtud de que si el desigual entre los países en desarrollo y los países en
desarrollo humano presupone el fortalecimiento de la vías de desarrollo. El crecimiento de la brecha de
democracia, entonces es necesario considerar por lo ingreso entre norte y sur, derivado del aceleramiento
menos tres niveles de relaciones: de la tecnología y creciente productividad del norte,
especialmente en tecnología de punta (electrónica,
a. Entre países desarrollados y países biotecnología, robótica, inteligencia artificial,
subdesarrollados norte-sur, referido a las interactiva), ha significado profundas implicaciones en
relaciones derivadas de la asimetría generada por la sociedad contemporánea. La ética del desarrollo, en
la deuda externa, comercio internacional, esencia, considera que el crecimiento económico no es
transferencia de tecnología, inversión extranjera y un objetivo ni un fin en sí mismo, como lo ha
medio ambiente. planteado el neoliberalismo que ha avanzado en la
b. Entre países en vías de desarrollo (relación academia y en la aplicación de las principales
sur-sur) y el limitado enfoque de cooperación y economías del mundo desarrollado y en vías de
solidaridad. desarrollo, sino que el fin último es el hombre mismo.
c. Entre agentes económicos de los propios países
en vías de desarrollo, tales El creciente nivel de desequilibrios sociales de los
como gobierno, empresa privada, obreros, países en vías de desarrollo y las escasas
campesinos y asociaciones gremiales. potencialidades distributivas de los modelos
orientados al sector externo, obligan a redimensionar
En esencia, consideramos a la «ética del desarrollo» en las políticas económicas y sociales en los países en vías
su dimensión macro e internacional y a la corrupción de desarrollo, especialmente de África y América
en un nivel micro y nacional. Sin embargo, ambos Latina.
conceptos deben ser vistos en su realidad total y
sinérgica. Los casos recientes de corrupción y cohecho Los organismos supranacionales que buscan
en Brasil, Guatemala, Italia, Corea, Japón, Costa Rica y equilibrios regionales, coordinaciones
México, son muestra de lo señalado. macroeconómicas y liberalización de mercado, vía
GATT, FMI o The World Bank e, incluso, hasta
En el sentido de Hegel, «la verdad es el todo», por eso recientemente el BID, requieren un profundo reajuste
la búsqueda de la ética del desarrollo en el ámbito conceptual y práctico en sus políticas, a la luz de la
internacional presupone la lucha por la eliminación de pobreza creciente de estas regiones y sus efectos a
la corrupción a nivel nacional. Si el argumento es corto y mediano plazo en la estabilidad de los sistemas
consistente, no podemos exigir totalmente un trato políticos, lamentablemente aún frágiles.
justo en el plano internacional, mientras la corrupción
local corroe todos los espacios de la nación. Si la ética de justicia y paz no pasa por los fun-
damentos de los organismos multilaterales que están
El concepto de ética del desarrollo emerge y engloba configurando las bases de la economía del

36 Sergio Membreño Cedillo

Honduras: Estado, visión de nación e Integridad Sergio A. Membreño Cedillo

siglo XXI, entonces nada puede ser construido En este contexto, la corrupción adquiere una doble
permanente. ¿Puede perdurar la pobreza ad infinitum? faceta:
¿No existe acaso un límite al hambre, tolerancia y
esperanza del hombre? ¿Puede ser levantado un «new a. Como acto de descomposición social de la
world order» sobre las bases de términos de sociedad, sobre todo si a ésta la cruza
intercambio en deterioro de la deuda externa creciente transversalmente la sociedad civil, fuerza militar,
y la destrucción del medio ambiente en función de la gobierno y la empresa privada.
rentabilidad de las grandes corporaciones b. Sustrayendo recursos que serán asignados
multinacionales e, incluso, nacionales? La agenda de a las áreas prioritarias que el país requiere:
los años 90 debe estar centrada sobre estos tópicos, cultura, educación y salud
aunque si bien se han dado algunos pasos en esta di-
rección, aún subsiste una agenda amplia por abordar. Así, la corrupción —por el extendido nivel de pobreza
Además, es necesario distinguir entre la retórica del país— se convierte en un acto criminal masificado
enmarcada en muchos foros y conferencias de hondas proporciones. Las raíces de la corrupción
internacionales y la realidad social que evidencian en Honduras tienen implicaciones económicas, pero
regiones como el área subsahariana del África. también sociológicas, políticas y antropológicas.

Para países como Honduras, el entorno mundial y el
papel de los organismos internacionales pueden crear
espacios de desarrollo, pero también espacios de
pobreza. El concepto de negociación es básico y debe
ser maximizado hasta donde la economía y habilidad
negociadora de un país pequeño como Honduras lo
permite. En este punto, las negociaciones en bloque
juegan un papel básico, pues aunque no presuponen
un proceso de integración, el aspecto vital del
problema de la ética del desarrollo está relacionado
con la pregunta: ¿cómo avanzar hacia una asignación
óptima de recursos muy escasos, en pro del desarrollo
en un país en el que la corrupción es parte del modus
operandi?
En un país que, a escasos siete años del siglo XXI, se
debate en el nivel de segundo país más pobre de la
región latinoamericana —después de Haití— y que de
acuerdo con las Naciones Unidas tiene la posición
número 118 en términos de desarrollo social a nivel
internacional.
El análisis de la historia del país evidencia que el
enfoque de la educación no ha sido orientado hacia el
civismo y los valores éticos, ni desde una perspectiva
directamente humanista (secular), ni mucho menos
cristiana. De este modo, la tesis contenida en la «Ética
protestante y el espíritu del capitalismo» planteada
por Max Weber (1911) para la sociedad capitalista
americana con un profundo arraigo en los
fundamentos puritanos del cristianismo, no
corresponde a la realidad hondureña caracterizada
por una inestabilidad de su sistema político, ausencia
de un «establishement» sólido, incipiente trans-
parencia del sistema judicial y, en general, una política
pública en la que predomina una visión reduccionista
y de corto plazo con relación al desarrollo.
La corrupción que impera hoy día no nació en esta
administración de gobierno, sustancial-mente, es un
problema que rebasa a los partidos políticos, aunque
ellos han tenido culpa esencial en la expansión de una
política sin ética. En

Honduras: Estado, visión de nación e integridad 37

Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
su génesis, éste es un problema de ética, con-
secuentemente es un problema de las personas. Éstas
hacen a las organizaciones, a los partidos y a la nación.
Podemos afirmar que, a lo largo de la historia de
Honduras, desde el famoso caso de corrupción en la
licitación del ferrocarril (1870-73), hasta hoy día con la
importación de carros italianos (1992), existe un
«laissez faire»: dejar entrar, dejar salir, que ha dado a
la corrupción un espacio totalizador en la sociedad
hondureña. Se mantiene una ausencia de consistencia
moral de la nación como un todo, lo cual contrasta con
ilustres ejemplos a través de la historia: José Trinidad
Cabañas, Froylán Turcios y Rafael Heliodoro Valle. El
«laissez faire» de la corrupción hoy día está inserto en
el «laisser faire» de la economía. Así, el compromiso es
superar esta simbiosis; la corrupción más refinada en
el contexto de una economía liberalizada exige una
mayor responsabilidad de la sociedad: especialmente
de los hombres honestos o cristianos: «Vosotros sois la
sal de este mundo...» (Mateo 5:13).
Si la corrupción es un problema estructural, entonces
exige también una solución estructural, permanente y
de largo alcance. Los gradualismos morales son
inconsistentes con la miseria y dan lugar a retrocesos
más que a avances; al respecto, se hace necesario
abordar este tema desde tres enfoques globales:
• Mejorar el entorno económico de la población,
atacando a la pobreza, la cual genera
delincuencia y corrupción. Se vive en un país, en
el que el dicho: «soy pobre, pero honrado» se
convierte en un mito.
• Reducir los procedimientos del Estado. Un
segundo argumento emerge en el sentido de que
el exceso de burocracia y procedimientos facilita
los actos de corrupción;
38 Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
entonces, un «menor Estado» es garante de menor
corrupción. Sin embargo, esta experiencia no es
totalmente concluyente, aunque es necesaria, no es
suficiente. • Fortalecer la cultura y el respeto público
de forma permanente facilitan el concepto de que «la
patria somos todos» y que es posible construir una
«sociedad de méritos», en donde el reconocimiento
público de sus hombres más ilustres y probos se
convierta en ejemplo y no en retórica y mito.
Éstas son tres grandes líneas de reflexión sobre la
corrupción. No obstante, es imperativo recordar a
William S. Stokes (1974) en su análisis sobre la
caracterización que hacía del «clientelismo político»
(spoil system) tan arraigado en la sociedad y en los
políticos hondureños. ¿No es esta característica
generada por la misma inestabilidad del sistema
político y bajo nivel de desarrollo social de la nación?
Y si eso es así, ¿puede por generación espontánea
producirse la disminución de la corrupción?
La cultura política de una nación se conquista a través
de un largo período de tiempo; tal es el caso de Costa
Rica, que se ha consolidado en un siglo (1889- 1989). El
modelo de democracia americana —en sus orígenes
como nación— se constituyó en la línea esbozada en la
«democracia americana» por Tocqueville, moldeado
por Thomas Jefferson, Benjamín Franklin y otros
próceres en Boston y Philadelphia. Se perfeccionó a
través de 200 años de democracia, pero, aun así la
cultura política no elimina la corrupción, pues permite
generalizar el concepto de sanción y reprobación
moral. Bajo ese contexto, históricamente en Honduras
se ha perdido o no se ha alcanzado a consolidar un
concepto de los valores morales como parte tangencial
de la dinámica de la sociedad.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad Sergio A. Membreño Cedillo

A lo largo de la historia, la imagen moral y ética se esa deformación de la imagen se incrusta en la

perfila deformada y la sociedad no la aprehende, de sociedad generando esa habitualidad hacia los
tal forma que su imagen se presenta difusa, sin contrasentidos y paradojas que pueblan la historia de
moldes y parámetros que definan el sentido de lo ético Honduras.
y lo moral. En consecuencia,

Honduras: Estado, visión de nación e integridad 39

Honduras: Estado, visión de nación e Integridad Sergio A. Membreño Cedillo

17 Los miembros del CNA manifiestan su preocupación

Levantando los muros de la integridad por la gravedad de los problemas y las amenazas
reales que plantea la corrupción en el país, la que
El Consejo Nacional Anticorrupción presentó el
socava la estabilidad y seguridad de la sociedad, de
jueves, 12 de enero de 2006, a la sociedad hondureña
las instituciones y los altos valores de la democracia,
su marco estratégico y lineamientos programáticos, así
ética, libertad y justicia, comprometiendo el desarrollo
como la «Declaración de integridad ciudadana»,
de los pueblos y el imperio de la ley.
firmada por sus miembros de la Asamblea. Ésta es una
señal de esperanza en medio de la desesperanza,
Además, en forma conjunta destacan que la
escepticismo y problemática que abate al país.
prevención y el combate a la corrupción debe ser
responsabilidad de todos los hondureños y
Por lo trascendental de esta presentación que reunió a
hondureñas y que, consecuentemente, debemos
170 miembros de la sociedad civil representativos de
cooperar y participar como ciudadanos y orga-
aproximadamente 35 organizaciones y con la
nizaciones, a fin de incidir efectivamente en la lucha
participación plena de las 12 organizaciones de la
contra la corrupción, convencidos de que los niveles
Asamblea del CNA, cuya membresía a nivel nacional
de pobreza y de corrupción no nos permiten avanzar
se estima en aproximadamente 953 organizaciones, se
en el desarrollo y afectan seriamente la credibilidad de
dio paso más que a una presentación del marco
la democracia del país.
estratégico y el plan, a un espacio de convergencia de
la ciudadanía para unirse en el combate a la
En ese sentido, los representantes de las orga-
corrupción. Con ello, se fundamenta el primer paso
nizaciones del CNA se comprometieron a coordinar,
estratégico en una lucha real y efectiva contra la
cooperar y propiciar la siguiente agenda de integridad
corrupción, porque ésta no será ganada sino cuenta
ciudadana en la lucha contra la corrupción:
con el apoyo real de la ciudadanía hondureña.

• Constituirnos en una instancia efectiva para que

El señor Juan Ferrera, coordinador del CNA, lo
la sociedad civil presente diferentes denuncias de
remarcó en sus palabras inaugurales: «La
casos de corrupción, por lo tanto, estableceremos
responsabilidad de combatir la corrupción no es
el Sistema de Denuncia Ciudadana que nos
exclusividad de un ente contralor o de una instancia
permita investigar y dar seguimiento a la misma.
como el CNA, es una responsabilidad de toda la
• Apoyar la creación de un Sistema Nacional de
sociedad hondureña. Se requiere de una participación
Integridad orientado a manejar en forma
ciudadana efectiva y sin distingos de política». El
ordenada y transparente los recursos del Estado
CNA es, pues, fundamentalmente una organización
y a responder con prontitud, justicia y equidad a
independiente integrada por organizaciones de la
la ciudadanía del país.
sociedad civil, incluyendo la iglesia católica y la iglesia
• Apoyar e implementar un Programa de
evangélica.

17
Publicado en Diario El Heraldo, el 19 de enero de 2006 41

Sergio Membreño Cedillo

 Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Educación en Valores, a través del sistema
educativo formal y no formal, con la par-
ticipación de las diversas organizaciones de la
sociedad civil.
• Promover y apoyar mecanismos de rendición de
cuentas y auditoría social a nivel central, regional
y local a través de una legislación especial
centrada en la Estrategia de Reducción de la
Pobreza (ERP).
• Apoyar todas aquellas acciones y medidas
orientadas a avanzar en la lucha contra la
corrupción y mejorar la transparencia de la
gestión pública a través de un Sistema de Control
Institucional.
• Generar el establecimiento de la Red Nacional de
Transparencia y Ética, con la participación de
organizaciones de la sociedad civil y ciudadanía
en general.
• Apoyar y promocionar la implementación y
ejecución plena de la Convención Interamericana
contra la Corrupción (CCIC de la OEA) y la
Convención de Naciones Unidas contra la
Corrupción.
• Propiciar el cumplimiento de las medidas
recomendadas por el CNA a través de la
Comisión Especial de Transparencia y Ética de la
Dirección General de Migración y Extranjería y
otras gestiones e iniciativas derivadas de su
programa de control institucional.
El lema que el CNA ha presentado a la sociedad es:
«Levantemos los muros de la integridad»,
fundamentado en la idea de que la integridad es la
pieza principal en una arquitectura contra la
corrupción que inicia en las familias y se extiende a la
comunidad y la sociedad civil. La integridad implica
entereza y firmeza, no una posición dual; es decir,
18
Publicado en Diario El Heraldo, 16 de agosto de 2006.
Sergio A. Membreño Cedillo
estar consistentes entre lo que decimos y hacemos,
centrado en los valores del respeto y la ética. La ética
exige integridad total, ya que no hay ética parcial.
En conclusión, el inicio de año con el mensaje
planteado por el CNA es un buen comienzo para
generar como nación ese gran frente moral que nos
permita «levantar los muros de la integridad» que la
ciudadanía exige con firmeza, plenitud y prontitud.
Cultura de la participación y cultura de la le-
galidad
El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) fue
invitado recientemente a participar en la Conferencia
Internacional de Combate a la Corrupción, auspiciada
por el Consejo Pontificio Justicia y Paz, con la
participación del presidente del Banco Mundial, el
vicepresidente de Transparencia Internacional y otros
destacados líderes y académicos.
Un aspecto central de la Conferencia se centró en el
concepto de cultura de la legalidad como vía para
avanzar en el combate a la corrupción. El profesor Sun
Lung, de Harvard University, esbozó el porqué la
institucionalidad es central en este proceso.
Nadie duda que las instituciones y el marco jurídico
son importantes para luchar contra la corrupción aún
en el plano internacional, pero, por otra parte, las
experiencias en los países en vías de desarrollo, y muy
concretamente en América Latina, evidencian un claro
déficit de ciudadanía que limita y debilita la
participación ciudadana en los
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 42
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
procesos de desarrollo. Por ello, en añadidura al
fortalecimiento de la cultura de la legalidad, es
necesario plantear la complementariedad de la cultura
de la participación.
Hicimos ver en dicha Conferencia, junto a otros
participantes de Latinoamérica, que no es posible
reducir la corrupción centrados únicamente en las
instituciones sin una participación efectiva de la
ciudadanía. Por tal razón, el desafío para la
gobernabilidad democrática en América Latina pasa
por resolver el problema de la desconfianza, apatía y
falta de participación de la ciudadanía. Si la
ciudadanía no existe —como fuerza social y política—
hay que construirla, este es entonces un proceso de
construcción de ciudadanía.
La participación ciudadana no es un proceso de arriba
hacia abajo, impulsado por decretos o legislación;
aunque pueden tener aproximaciones e intenciones
correctas, la participación ciudadana es válida y real
en torno a las necesidades y experiencias básicas de la
población.
En nuestra Honduras, los procesos de la Estrategia de
Reducción de la Pobreza (ERP), fortalecimiento de la
democracia y de lucha contra la corrupción, exigen
transparencia y, por lo tanto, son posibles con esa
participación ciudadana centrada más que en técnicas
y metodologías —aunque sean necesarias—, en los
principios de la integridad y solidaridad, es decir, que
el desafío central es cómo incorporar efectivamente
estos valores en los enfoques de desarrollo y
participación ciudadana.
Publicado en Diario El Heraldo, 30 de marzo de 2007.
Sergio A. Membreño Cedillo
Aprendizaje para la transformación1^
José Cecilio del Valle afirmaba, con sentido de visión,
que en el germen del presente está contenido el futuro
que viene, lo cual podría interpretarse como que los
movimientos sociales, emergen y desaparecen; dado
que su rol en la historia depende de sus características,
del momento coyuntural del país, del nivel de
madurez ciudadana y de capturar la imaginación de la
población hacia el bien de la sociedad.
Asimismo, Alfonso Guillén Zelaya sostenía que un
buen gobierno deberá tener tres requisitos básicos:
energía, inteligencia y honradez. Estos pilares deben
ser elementos básicos en la lucha contra la corrupción,
no sólo del gobierno, sino también de toda la sociedad
civil.
Con estos parámetros, la «Marcha contra la corrupción
y por la integridad» se realizó en un momento
histórico significativo y la participación y el
aprendizaje ciudadano que se desprende de ella debe
ser valorado objetivamente. De hecho, más de 22
analistas y escritores han dado su valoración sobre la
Marcha y el balance es altamente positivo.
El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), como
organizador y responsable de la Marcha, presentó a la
ciudadanía el día viernes 9 de marzo de 2007 los
resultados y logros de dicha Marcha, considerada por
los analistas como histórica. En consecuencia, estamos
obligados a compartir con el pueblo hondureño
algunas de las valoraciones que emergen del proceso:
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 43
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
1. El principal mensaje de la marcha fue la marcha
en sí misma, ya que fue una expresión real,
auténtica y legítima de la ciudadanía hondureña
contra la corrupción y a favor de la integridad. La
pérdida del temor a la denuncia del ciudadano es
parte central de esa expresión, pues hemos visto
la creciente e intensa apertura de la ciudadanía a
las denuncias públicas en los meses de febrero y
marzo.
2. El objetivo del combate a la corrupción se
convierte en un tema de integración de la
sociedad civil, más allá de los enfoques
ideológicos y políticos generales, existe el
reconocimiento de que la corrupción nos afecta a
todos y que, consecuentemente, requiere la
participación activa y permanente de la
ciudadanía.
3. Hay un mensaje claro al sistema político, su clase
política y en general a los políticos, en el sentido
de que no puede construirse una plataforma de
interés nacional sin generar y asumir un
liderazgo ético dentro de los partidos y en los
partidos hechos gobierno.
4. El combate a la corrupción no es ni puede ser
fundamentado en una plataforma partidaria, ni
contra el gobierno. Debe ser contra la corrupción
y contra los corruptos. Entenderlo desde una
plataforma partidaria es contribuir a dividir al
país y perder la cohesión social que se puede
lograr con la integración de la sociedad en el
combate de este flagelo.
5. Hay claramente un mensaje a la comunidad
internacional y al mundo, sobre que en
Honduras, pese a su diversidad y hetero-
geneidad, la sociedad civil está dispuesta a unirse
contra la corrupción. Este es un mensaje
esperanzador para todos y es el punto de partida
hacia dónde vamos.
44 Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
Finalmente, la Marcha, que nunca fue concebida como
una actividad ni como un fin en sí mismo, debe
propiciar dirección y propósito al combate a la
corrupción. En ese sentido, el CNA junto a un grupo
representativo de organizaciones de la sociedad civil
viene consensuando una alianza ética contra la
corrupción y por la integridad. Las 14 acciones
propuestas de ese plan fueron leídos en el acto final de
la gran Marcha del 10 de febrero, además fueron el
mensaje en muchas mantas y pancartas a través de
ella.
En resumen, la alianza ética, con su plan de acción
inmediata, es el compromiso y la propuesta concreta
de la sociedad civil hondureña. Este instrumento fue
firmado el sábado 17 de marzo de 2007, en la ciudad
de Comayagua y el establecimiento de un mecanismo
de seguimiento permitirá asegurar el combate contra
la corrupción. Si la marcha abrió un sentido de es-
peranza y oportunidad, éste es el momento para
impulsar este proceso con fuerza, legitimidad y
compromiso, de esta forma, continuaremos
construyendo colectivamente los muros de la
integridad.
Ética, percepción y realidad
La reciente encuesta denominada «Cultura política de
la democracia en Honduras 2006», patrocinada por un
organismo internacional de desarrollo, es un aporte
interesante al conocimiento de lo que los hondureños
pensamos y percibimos sobre la democracia, la
transparencia y la institucionalidad del país.
Toda encuesta —cuando es bien planteada y
explicada— debe ser tomada en cuenta e interpretada
integralmente. Uno de los aspectos centrales
presentados en la encuesta es el tema de la confianza
de la ciudadanía en las instituciones.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Francis Fukuyama, profesor de la Universidad de
Harvard, plantea en su libro Trust (1995) que la
confianza entre los ciudadanos y en las instituciones
es la clave cultural del desarrollo, ya que el nivel de
confianza de una sociedad forma la naturaleza de sus
transacciones económicas e instituciones y, por otra
parte, los estudios pioneros y clásicos de Robert R.
Putman (1993) en Making Democracy Works: Civic
Tradiciones in Moderna Italy destaca que el capital so-
cial, organización de la comunidad y confianza entre
los miembros de una comunidad, son el elemento
central para solventar los problemas y lograr el
desarrollo.
Por ello, el análisis de la confianza que los hondureños
tenemos en las instituciones debe interesarnos y
debemos comprender cómo se produce esa confianza
o desconfianza. Los resultados de la encuesta basados
en 15 instituciones analizadas con sus porcentajes de
confianza, muestran a la Iglesia Católica y a los
medios de comunicación con un 67.8% y 66%,
respectivamente, de confianza.
El promedio de confianza del hondureño en sus
instituciones es del 48.1%, lo cual, en concreto,
significa que el hondureño promedio desconfía de sus
instituciones en gran medida. Por lo tanto, es
fundamental en las tareas del desarrollo avanzar en el
nivel de confianza hacia las instituciones. Ello implica
una doble relación: conocer muy bien las instituciones
y mejorar la eficacia de las mismas. Ese es el desafío
central, pero también entender y explicar cómo estos
resultados se generan a fin de ser objetivos en el
análisis.
Como lo planteó correctamente Félix Molina,
moderador de la presentación de la encuesta, lo
Sergio A. Membreño Cedillo
central es «el mensaje y no los mensajeros». Así, a la
luz de estas consideraciones, analicemos algunos
aspectos de las 15 instituciones analizadas con
relación a la confianza.
Importantes sectores e instituciones no fueron
considerados
Se observó la ausencia del sector evangélico, aun
cuando representa entre el 22% y el 38% de la
población del país, según encuestas de Harris Le Vote
(2005). Asimismo, no se incluye a la empresa privada,
Comisión Nacional de Bancos y Seguros y al
Comisionado Nacional de los Derechos Humanos; éste
último aparece en el anexo metodológico (pregunta B-
45, página 229), pero desaparece del cuadro
presentado y del informe. Consideramos que estas
cuatro importantes omisiones deben ser explicadas en
el texto del informe, pero lamentablemente no se dan,
a pesar de que éstas no son simples omisiones, pues
las instituciones y sectores señalados son importantes
en la sociedad hondureña y debemos conocer el
porqué fueron excluidas.
Imprecisión de la fecha de la encuesta
Es importante contextualizar la fecha de la encuesta
(junio de 2006) y el punto de partida de la encuesta
anterior, que data de 2004, a fin de no perder la
perspectiva de que la encuesta no mide la percepción
de los últimos 12 meses a mayo de 2007, ni del
segundo semestre de 2006, a fin de precisar
objetivamente el desarrollo y avance en la ejecución de
los programas de las propias instituciones analizadas.
Este punto de análisis es vital, pues se corre el riesgo
de que la ciudadanía tenga la percepción de que la en-
cuesta ha sido hecha hoy día.
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 45
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Claridad en la formulación de la pregunta
El análisis de la pregunta: ¿hasta qué punto tiene
confianza usted en cada institución?, nos indica que la
respuesta es directa y presupone que cada hondureño
conoce esa institución con la suficiente profundidad
como para responder con propiedad si confía o no.
Esta suposición podría ser más correcta con
instituciones como la Corte Suprema de Justicia (CSJ),
Iglesia Católica, medios de comunicación e incluso
con los partidos políticos, pero es más complejo con
instituciones que tienen poco tiempo de funcionar, por
ejemplo, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).
Diferenciación de conocimiento y confianza
Hay una diferencia sustantiva entre conocer a una
institución y confiar en una institución. Para confiar se
necesita conocer la institución, sin embargo, en el
cuestionario y anexo metodológico la única pregunta
formulada al respecto es si confía en la institución y no
se suministra información «para los que no saben".
Por lo tanto, nos preguntamos: cómo evaluar y ser
objetivo si no se conoce la institución. Esto genera,
claramente, un problema de validez de los resultados
presentados, al menos en aquellas instituciones que
son poco conocidas por la sociedad debido a su
desarrollo como nuevas; tal es el caso del CNA como
instancia de la sociedad civil, creada en mayo de 2005,
la cual con sólo 2 años de creación legal, pero que
tiene 20 meses de estar operando en términos reales,
de los cuales 12 son posteriores a la encuesta.
Definición clara de ente público y de organizaciones de la
sociedad civil
En la encuesta no se establece qué instituciones
46 Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
son estatales y cuáles son de la sociedad civil o de otra
naturaleza. O al menos existe cierta confusión, ya que
se plantea a la Iglesia Católica y medios de
comunicación como las únicas entidades no públicas.
Al respecto, surge la pregunta de cómo se entiende
esta definición, porque el CNA es sociedad civil
integrada por organizaciones de la sociedad civil,
incluyendo la propia Iglesia Católica y la Asociación
de Medios de Comunicación.
Focalización del CNA con respecto al resto de las 15
instituciones
En el cuadro presentado en el evento de la encuesta
(15 de mayo), se compara internacionalmente al CNA
—fue la única institución de las 15 seleccionada por
los presentadores para hacerla objeto de una
comparación internacional—, en cuyo informe:
«muestra al CNA calificado con un menor grado de
confianza que otras similares en América Latina». Sin
embargo, en ningún apartado del informe oficinal
aparece el cuadro en referencia, ni se explica con
objetividad que dicha comparación presenta
instituciones de diferente naturaleza, ya sean estatales
o de la sociedad civil. Tampoco explica el número de
años que tienen de establecidas o en funcionamiento
dichas instituciones, en comparación con los 20 meses
que el CNA tiene de funcionar como una instancia de
la sociedad civil, ni aborda su respaldo presupuestario
para operar. Por lo tanto, en este caso particular, la
encuesta presenta una percepción sesgada que no
puede permitir una comparación objetiva.
Reflexión final
En conclusión, sí es importante para los ciudadanos
contar con instrumentos como las encuestas, ya que
nos permitan conocer y valorar
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
nuestros avances como sociedad en la gobernabilidad,
desarrollo y transparencia, pero también porque
generan el conocimiento completo de las instituciones
que se valoran para contribuir a una opinión integral
y objetiva, pero, cuando eso no se hace, las encuestas
contribuyen a difundir una crítica sesgada y a destruir
lo que ha costado tanto levantar y que es aún
incipiente; en primer lugar, en este caso, por el legado
de inactividad del CNA (enero de 2004-agosto de
2005); y, en segundo término, por la crisis interna.
Concretamente, esta encuesta, pese a su trascendencia
y valor para la ciudadanía, no explica ni analiza la
información necesaria para evaluar el papel del CNA,
puesto que no da información sobre sus últimos 12
meses, periodo durante el cual este organismo ha
desarrollado su programa de acciones más completo,
con una visión centrada en la organización de la
ciudadanía; consecuentemente, lamentamos la forma
incompleta y focalizada en que se presenta el análisis,
ya que nos genera un daño inmediato que en cierta
forma nos hace retroceder en la confianza que
necesitamos como una organización de la sociedad
civil con sólo 20 meses de operar en un país con una
corrupción institucionalizada y con una cultura de la
impunidad evidente.
20
Sistema Nacional de Integridad: visión y praxis
El Informe Nacional de Transparencia 2007: Hacia un
Sistema Nacional de Integridad, presentado recién
este 6 de junio a la sociedad hondureña, es una
iniciativa del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA)
como organización de la sociedad civil a fin de incidir
en la ciudadanía a favor de la integridad y contra la
corrupción.
20
Publicado en Diario El Heraldo, 20 de junio de 2007. 47
Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
No obstante, éste no es únicamente un esfuerzo
académico o intelectual, sino que está relacionado con
la participación ciudadana: es el resultado de una
praxis ciudadana, pero también apunta hacia la
necesidad impostergable de establecer un Sistema
Nacional de Integridad en el cual los actores
principales del Estado y de la sociedad civil se unan y
trabajen por la agenda anticorrupción.
En efecto, el Informe Nacional de Transparencia se
fundamenta en la integridad como elemento
primordial de una arquitectura que permita una
praxis concreta y práctica de la ciudadanía contra la
corrupción. El contenido del Informe se amplió y
profundizó por medio de un proceso de socialización
y validación con la participación de aproximadamente
300 líderes y ciudadanos representantes de los
diferentes sectores de la sociedad, incluyendo
gobierno, partidos políticos, empresa privada, medios
de comunicación y cooperación internacional.
Varios elementos de análisis son centrales y se
destacan en este Informe. Inicialmente, es la primera
vez que se realiza un análisis del costo económico de
la corrupción, midiendo técnicamente el impacto real
de este flagelo mediante una metodología de
comparación internacional; en segundo lugar, se
presenta la encuesta de percepción de la corrupción en
Honduras que se centra tanto en el rol de los entes del
Estado, como en el papel de la ciudadanía en el
combate a la corrupción; tercero, se desarrolla una
línea de base de indicadores de transparencia que
permiten precisar el desempeño de los entes
contralores y su eficacia en la lucha contra la
corrupción; un cuarto elemento es que se introduce el
concepto de «captura del Estado» y
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
su profunda repercusión en la corrupción y, fi-
nalmente, el carácter propositivo del Informe al
plantear el contenido de la Alianza Ética y del Sistema
Nacional de Integridad.
Por lo anterior, este Informe tiene el objetivo de
convertirse en una guía ciudadana, un instrumento de
acción con amplia información, análisis y propuestas
que faciliten el entendimiento y la comprensión de la
corrupción y que a la vez estimule y empodere a la
ciudadanía en un rol activo contra la corrupción. En
ese contexto, la visión estratégica desarrollada por el
CNA y centrada en la participación ciudadana, me-
diante la organización, educación, movilización e
incidencia ciudadana, se orienta a la construcción de
ciudadanía con elementos sustantivos que cimienten y
perfilen un frente moral de la sociedad contra la
corrupción.
La experiencia internacional avala esta visión integral
de entender y diseñar el combate a la corrupción. El
Informe se nutre de esa visión y aporta elementos
sustantivos a esa misma visión. No entender ni
comprender a la corrupción como sistémica,
estructural, conductual y globalizadora, implica
derivar en soluciones parciales e inmediatistas, lo cual
lleva a diluir y minar la lucha anticorrupción.
Cuatro meses después de la «Gran marcha contra la
corrupción y por la integridad», se presenta este
Informe que es coherente con la demanda ciudadana
expresada por la ciudadanía, al mismo tiempo se
constituye en una señal de esperanza de que un nuevo
movimiento social está en proceso y activo contra la
corrupción. No es posible el combate a la corrupción,
sin una ciudadanía consciente y activa, asumiendo su
propio compromiso y sin una participación que
responda y dé contrapeso a la forma en que la política
Sergio A. Membreño Cedillo
y la gestión pública se han hecho históricamente en
nuestro país.
Presentar el Informe en el mes de junio, mes del
nacimiento de José Trinidad Cabañas, es un homenaje
y un reconocimiento al pensamiento y práctica de la
ciudadanía en contra la corrupción. Debemos rescatar
y definir su ejemplo y la visión de nuestros próceres e
intelectuales, como Alfonso Guillén Zelaya, quien
decía con carácter y visión profética: «Energía,
inteligencia y honradez, debían ser en el dinamismo
de nuestra vida política, social, las tres virtudes in-
eludibles. Los pueblos deben exigirlos a aquellos que
van a ser sus gobernantes; éstos no deben descuidarlos
en quienes han de ser sus funcionarios; y toda la
jerarquía de la administración pública, debiera estar
sujeta a la misma pauta de salvación nacional».
El jet privado: un asunto público
En respuesta al seguimiento de la corrupción, el
Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) ha
organizado y presentado el «Programa de Cara a la
Ciudadanía» en el cual se han analizado casos y
posiciones relevantes como el caso del visazo y la
Dirección de Migración y Extranjería, la Ley de
Transparencia y Acceso a la Información Pública, el
gasolinazo, la declaración jurada de bienes, el
seguimiento a la Convención Interamericana contra la
Corrupción y la liquidación forzosa de los tres bancos,
continuando este próximo martes 7 de noviembre con
las defraudaciones y quiebras de las instituciones
financieras y puestos de bolsa. Así como la gestión
interna y la compra de medicamentos en la Secretaría
de Salud. Todos estos casos de importancia y atención
ciudadana.
No obstante lo anterior, el CNA no se pronunció
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 48
 Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
en forma directa sobre el caso del jet privado que
aterrizó el día 24 de febrero a las 11:13 p.m. en el
aeropuerto de Tegucigalpa. 8 meses después de su
aterrizaje, el asunto de este jet privado se convierte en
emblemático, ya que por su naturaleza se evidencia
claramente un problema múltiple con varias
implicaciones para la seguridad nacional,
transparencia pública y la ciudadanía.
Esta reflexión no sólo se orienta a destacar el caso en
referencia, señalar la responsabilidad de Gobierno y,
por lo tanto, la voluntad política de ser transparente,
ya que en caso contrario la especulación
desinformación sustituye a la responsabilidad que
compete a todo funcionario de servicio público y a la
misma transparencia que toda acción pública debe de
tener.
El caso del jet privado tiene, al menos, tres im-
plicaciones:
• Primero, evidencia la vulnerabilidad del sistema
de seguridad del país referido al ingreso a
territorio nacional de la aeronave, de lo cual se
debe contextualizar el papel que corresponde a
Migración y Extranjería; quién entra, cómo un
avión pudo aterrizar a las 11:13 p.m. y no precisar
responsabilidades, ni permiso de aterrizaje y, si lo
tenían, por qué no se informó a las autoridades
más allá de las informaciones posteriores; en
concreto, ¿quién fue informado a nivel de
gobierno?, ¿a quién compete
responsabilidad?, ¿es el caso de alta seguridad
nacional o es un ocultamiento de otro tipo de
relaciones privadas?
• Una segunda implicación es la capacidad del
Estado en investigar con prontitud y certidumbre.
Si bien este no es un caso convencional de
corrupción, sí es un caso que por su naturaleza
Publicado en Diario El Heraldo, agosto de 2007.
Sergio A. Membreño Cedillo
amerita un análisis serio, profesional y
transparente. En ese sentido, después de 8 meses
de aterrizaje del jet, las
Respuestas concretas de varias preguntas aún
subsisten: ¿quién lo abandonó?, ¿por qué lo
dejaron en Tegucigalpa?, ¿quién lo debía recibir?,
la ¿por qué no se deducen responsabilidades a las
autoridades aeroportuarias o se clasifica que las
hubieron?, ¿por qué no hay referencias directas?
El punto central a discutir no es si el avión se
subasta y cuánto recibirá el Estado por el mismo,
ya que antes del aspecto económico hay un as-
y pecto de interés nacional y ético. Éste es un caso
de principios, de ética pública y transparencia.
No debemos confundir la seguridad nacional con
el ocultamiento de las responsabilidades y la falta
de transparencia, mucho menos con los ingresos
económicos vía subasta.
• La tercera implicación es que está de por medio la
vulnerabilidad del sistema y la falta de una
respuesta técnica y jurídica de investigación, si
bien ésta se ha realizado o está en proceso, no se
conoce y el Ministerio Público anunció el caso en
«secretividad», a efecto de evitar especulación y
desinformación de las investigaciones, tal como
lo manda su Ley en el artículo No.7, hasta llegar a
la comprobación efectiva de los hechos. El
Ministerio Público tiene la facultad de tomar esta
acción, pero precisamente su secretividad
profundiza más la duda ciudadana sobre si es
seguridad para llegar a la «comprobación efectiva
esa de los hechos» o ocultamente para llegar al final
de un caso más de impunidad, en el cual el
ciudadano no conoce nada.
Si las autoridades no informan con propiedad a
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 49
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
la ciudadanía de los casos relevantes y de interés
público, como el caso referido, la ciudadanía pierde la
confianza en las autoridades y entes contribuyentes. Si
al final del proceso este es un asunto de seguridad del
Estado, entonces por qué no decirlo en forma
transparente. Ser congruente entre lo que se dice y
hace en la esfera pública y privada es fundamental
para construir una arquitectura contra la corrupción
que sea eficaz. Recordemos el pensamiento de
Abrahán Lincoln en su referencia al engaño: «Se
puede engañar a parte del pueblo todo el tiempo, pero
no a todo el pueblo todo el tiempo».
En concreto, si la ciudadanía no exige transparencia en
los casos más relevantes, la transparencia no vendrá
por generación espontánea, aún con una Ley de
Transparencia y Acceso a la Información Pública. Este
es un proceso que la sociedad hondureña debe
conquistar paso a paso y día a día.
Juan Ferrera: la construcción de un liderazgo
ético
I años en posiciones relevantes de la empresa privada,
En 1993 escribí un artículo para el diario El Heraldo (en
dos partes: 16 y 17 de julio de 1993) que titulé:
«Honduras: del laissez faire de la corrupción a la ética
del desarrollo», en el cual hacía referencia al perfil de
tres ciudadanos distinguidos del país, en ese entonces
monseñor Óscar Andrés Rodríguez, por sus
constantes planteamientos a favor de la transparencia
y condonación de la deuda externa, el licenciado Jorge
Bueso Arias, por su liderazgo ético, y a don Juan
Ferrera, por su cruzada moral contra la corrupción
iniciada desde el Consejo Hondureño de la Empresa
50 Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
Privada (COHEP), iniciativa que no se ha repetido
desde entonces en ese Consejo.
Los señalaba como tres insignes hondureños cuya
lucha por Honduras se traducía en planteamientos
nacionales e internacionales. En ese entones no tenía el
privilegio de conocer a ninguno de los tres
personalmente; en virtud de lo cual en cierta manera
ese artículo fue profético, ya que llegué a conocer a
don Jorge Bueso Arias durante mi trabajo como
secretario ejecutivo de la AHIBA; posteriormente, en
el año 2001, tuve el privilegio de trabajar con el
cardenal Óscar Andrés Rodríguez, quien era el
presidente del Foro de Fortalecimiento para la
Democracia (FFD) y a don Juan Ferrera, como
vicepresidente del mismo Foro, instancia en la cual
fungí como secretario técnico. Fueron tres años de
trabajo visionario, intenso y lleno de esperanza junto a
estos prominentes ciudadanos hondureños, que me
permitió conocerlos en sus visiones, aspiraciones y
preocupaciones por construir una Honduras mejor.
Don Juan Ferrera, con una trayectoria de más de 25
gobierno y sociedad civil, es uno de los pocos
hondureños que ha combinado una experiencia vasta,
única y enriquecedora en estos tres sectores
estratégicos del país, lo cual le ha permitido
desarrollar una visión y liderazgo a favor de
Honduras.
Durante los últimos dos años en mi carácter de
director ejecutivo del Consejo Nacional Anti-
corrupción (CNA), trabajando directamente bajo su
liderazgo, también lo he conocido como ciudadano,
amigo y padre de familia. En este
 Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
contexto, deseo compartir varias reflexiones que son
un aporte significativo en la construcción de
ciudadanía, las que considero importantes
documentar y son, a la vez, un testimonio personal de
lo que he aprendido de don Juan Ferrera en este
tiempo.
La primera lección aprendida es el aporte de don Juan
Ferrera a la visión de país resaltada innumerables
veces en su pensamiento y acciones en el Foro
Nacional de Convergencia, Foro de Fortalecimiento
para la Democracia y el Consejo Nacional
Anticorrupción. Su preocupación en la construcción
de visión de país corresponde a un conocimiento de la
realidad nacional, que también lleva otro mensaje
esencial para enfrentar los desafíos de la Honduras del
siglo XXI: la unidad impostergable de su sociedad en
un país históricamente fragmentado. Éste ha sido un
mensaje reiterativo de Ferrera, que debe de continuar
y proyectarse en otros ámbitos de la sociedad,
incluyendo el político.
Un segundo aporte es su contribución al proceso de
construcción de ciudadanía y al principio de respeto al
papel de la sociedad civil. Esto es muy importante en
un país donde el respeto a la ciudadanía no existe y en
donde la constante es la fragmentación y no la unidad.
Este proceso de aprendizaje ciudadano no viene por
generación espontánea, pues es a mediano plazo que
se aprende, convive y aporta, y desde esa óptica
debemos de entender y evaluar el caminar de don
Juan Ferrera como empresario, funcionario público y
líder de sociedad civil.
Una tercera enseñanza es su contribución sustantiva y
permanente en el campo de la lucha ética en el país, a
pesar de que éste es un tema sensible sobre el cual el
país tiene una debilidad enorme, pues carecemos de
un referente moral como sociedad.
Publicado en Diario El Heraldo, agosto de 2007.
Sergio A. Membreño Cedillo
El Informe Nacional de Transparencia presentado por
el CNA claramente plantea la profundidad del
problema de la corrupción y la lucha ardua y desigual
para reducirla; en consecuencia, todos debemos
entender este mensaje: nuestro país está construido
bajo la semilla de la corrupción que data desde la
colonia y que continuó creciendo durante la vida
independiente, es decir que tenemos 186 años de
corrupción y de una cultura de la impunidad. Así,
aunque tenemos 25 años de democracia, tampoco se
ha eliminado la corrupción, puesto en su lugar la han
exacerbado con la captura del Estado.
Denunciar la corrupción y la falta de ética en la
gestión pública y privada no es fácil, pero es
fundamental para el futuro del país, por esta razón la
labor de don Juan Ferrera en este aspecto específico
debe ser valorada objetivamente, tanto bajo el
contexto de los procesos de transparencia en el país,
como en su liderazgo en el CNA, juntamente con el
representante de la Iglesia Católica, monseñor Darwin
Andino y el representante de la Confraternidad
Evangélica de Honduras, pastor Oswaldo Canales.
II
La lucha contra la corrupción emprendida por el CNA
en estos dos años ha sido larga, compleja, difícil y
muchas veces ingrata, pero en concreto y dejando la
retórica y los buenos deseos sobre la transparencia en
la gestión pública y privada, en este corto periodo se
denunciaron 22 grandes casos de corrupción, tanto de
la administración del ex presidente Maduro como del
presidente Zelaya.
La corrupción no tiene colores y ambos partidos
políticos, que nos han gobernado al país desde 1981,
tienen responsabilidad histórica en
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 51
los casos de corrupción de sus gobiernos. Las
denuncias a los entes contralores por su celeridad en
resolver los casos más grandes de corrupción, e
incluso emplazando públicamente al Fiscal General
del Estado, están documentadas en el Informe
Nacional de Transparencia 2007 y en los cinco
Programas de Cara a la Ciudadanía presentados por el
CNA.
En consecuencia, es fundamental ser preciso en lo
siguiente: hay sectores de poder económico y político
que están en desacuerdo con las iniciativas de
denuncia, de educación y movilización ciudadana
organizadas por el CNA. Es así que don Juan Ferrera
apostó a la transparencia, tomó la decisión correcta y
tuvo el coraje de apoyar a la Alianza 72 con respecto a
la Ley de Transparencia y Acceso a la Información
Pública, con la convicción de que ésta era la mejor
opción ciudadana aun en contra de los poderes del
status quo representados por sectores de la empresa
privada, medios de comunicación y ciertos sectores de
los partidos políticos.
Es bajo esta dimensión que hay que entender las
críticas anónimas y algunas publicitadas —señal del
nivel de moral de quienes las han hecho— en contra
del CNA y de don Juan Ferrera. Al respecto, es
propicio recordar el pensamiento de Alfonso Guillén
Zelaya, quien propugnaba por tener funcionarios
públicos inteligentes, hondes tos y eficaces, mensaje
52 Sergio Membreño Cedillo
que reiteradamente ha pronunciado Ferrera y el CNA
en sus iniciativas. Sin embargo, ciertos sectores no
están tomando este mensaje en el espíritu del insigne
escritor olanchano, sino con la visión reduccionista y
localista del clientelismo político que tiene postrado a
Honduras después de 187 años de independencia, en
la posición 117 del índice de transparencia y en el
lugar 116 en el índice de desarrollo humano.
Los ciudadanos comprometidos con Honduras
tenemos que elevar la voz y asumir nuestra re-
sponsabilidad ciudadana con determinación y valor, o
los malos terminarán hablando por nosotros como la
historia reciente nos lo demuestra. Recordemos las
palabras del reverendo Martín Luther King, quien en
relación a su lucha por la justicia y contra la
segregación racial decía que: «Lo que más lo
sobrecogía no era las palabras de odio, rencor e
injurias de los malos, sino el silencio de los buenos».
Levantar los muros de la integridad implica no
únicamente denunciar la raíz del mal, sino también
dignificar a los honestos, porque no hay manera de
compensar el esfuerzo, amor y perseverancia de
aquellos líderes que como don Juan Ferrera han dado
su tiempo, talento y esperanzas para construir una
Honduras mejor para nosotros, para nuestros hijos y
los hijos de nuestros hijos.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Discerniendo el liderazgo ético de una nación
Discernir es una palabra interesante y oportuna para
los tiempos que vivimos. En hebreo su significado es
«doble chequeo, doble mirada»; es llegar al fondo de
las cosas, discernir la materia, discernir el espíritu,
discernir los tiempos. Ser entendido en los tiempos (1
Crónica, 12:32), discernir el espíritu de los tiempos
(Zeitegetz).
Las reflexiones presentadas en este ensayo parten de
una poderosa idea: la transformación nacional en
términos de desarrollo es posible y puede ser lograda
en una generación. Pero, no hay manera de lograr esa
transformación sin la conducción de un liderazgo
visionario y ético que asuma esa responsabilidad y dé
forma al sueño hondureño.
El liderazgo ético de la nación es el que une el pasado,
presente y futuro; asimismo, conduce y da forma al
futuro de la nación, es decir, que sin integridad no hay
liderazgo ético. Una nación con los niveles de rezago
en términos de desarrollo, injusticia, corrupción y
pobreza, no puede avanzar sin esa base mínima de un
liderazgo comprometido con Dios, la sociedad y sus
instituciones. Así, algunos rasgos relevantes de ese
liderazgo son:
• Ético
• Visionario
• Transformador
• Innovador
• Eficaz
¿Es posible construir ese liderazgo en Honduras en el
siglo XXI? La respuesta nos lleva a otro nivel de
reflexión más operativo, pero igualmente importante,
a fin de propiciar el surgimiento de ese liderazgo
22
Publicado en Diario El Heraldo, febrero de 2007. 54
Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
ético en el cual todos los otros liderazgos se
fundamentan. Esto se refiere a un liderazgo que se
difunda en toda Honduras, pero no desde las cúpulas
del poder, sino desde las bases comunitarias, de la
gente del campo y de la ciudad, por eso el sacerdote
Thomas Merton afirmaba en su libro: Faith and
Violence (1968), que el desarrollo local tenía que
nutrirse de una visón universal; o sea que para
resolver los problemas locales necesitamos resolver
los problemas universales.
Construir ese liderazgo, formarlo en sus niveles
conceptuales, espirituales, operativos y humanos es el
desafío de Honduras. Cualquier otro camino no
conduce al desarrollo ni a la justicia, si el bien común
se origina en la gente de bien, entonces el liderazgo
ético, visionario, transformador, innovador y eficaz
responde a las necesidades de la población y de una
nación inteligente; tal es el ejemplo de Israel,
Singapur, Irlanda, Polonia y Chile, países que
caminaron desde el liderazgo hacia la tierra
prometida.
En consecuencia, nuestro reto personal, como
ciudadanos y cristianos, es ser parte de ese liderazgo y
contribuir intelectualmente y en la práctica a la
construcción de ese liderazgo ético para el desafiante
caminar que nos llevará a la tierra donde fluye leche y
miel.
Liderazgo ético y relativismo moral22
Recientemente, 250 expertos, pensadores y aca-
démicos del desarrollo reunidos en el Foro de Ética
Mundial —celebrado en la Universidad de Oxford,
Inglaterra— concluyeron como principal reflexión que
el eslabón perdido en los temas de desarrollo,
reducción a la pobreza y la
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
lucha contra la corrupción era el liderazgo ético y la
integridad.
Es interesante que un concepto tan intrínseco al
quehacer humano desde el paradigma del desarrollo
humano se plantee como «eslabón perdido», ya que
desde la perspectiva de la doctrina social de la iglesia
y de una visión cristiana, el liderazgo y la ética son
centrales en todo proceso de desarrollo.
Es bajo ese contexto que la orientación de trabajo
desarrollada por el Consejo Nacional Anticorrupción
(CNA), con respecto a la integridad como el concepto
central de una arquitectura contra la corrupción, es
correcta.
La construcción de una cultura de la transparencia es
el desafío que enfrentamos como nación. La reducción
de la pobreza y la eliminación de la corrupción
dependen de la entereza con que tomemos este
desafío, a fin de levantar los muros de la integridad.
Pero también hay un riesgo intrínseco que es necesario
superar y que es muy usual en Latinoamérica, el
dualismo moral que frecuentemente caracteriza a los
líderes políticos y del desarrollo. Éste es un obstáculo
que debilita la eficacia de cualquier liderazgo
renovador en los procesos de transformación. El
dualismo moral como fenómeno hace más difícil que
los líderes ejerzan su función de vocación de servicio;
pero hay algo aún peor: el dualismo moral como
práctica contribuye a dividir a la sociedad civil.
En una sociedad civil fragmentada y con una continua
desconfianza, la lucha contra la corrupción es aún más
complicada, ya que líderes o miembros de la sociedad
civil descalifican a los que no piensan como ellos. En
este orden de ideas, la lucha contra la corrupción
Sergio A. Membreño Cedillo
Sólo puede ser efectiva si se realiza desde su
organización gremial o institucional y si su posición
de liderazgo es fortalecida cuando los otros liderazgos
se debiliten, ya que este pluralismo de las ideas es lo
que enriquece un proceso.
Luchar por un diálogo propositivo e incluyente y
establecer puentes y alianzas de trabajo es esencial
para el desarrollo del país, expresado a través de sus
partidos políticos y organizaciones de sociedad civil.
Se deben de respetar los valores éticos y la opinión
que no es similar, puesto que no es ético levantar
liderazgos auténticos destruyendo a otros.
Sobre este punto, comparto con Sergio Matviuk,
director del Centro de Liderazgo de la Universidad de
Regent, que nos visitó en febrero recién pasado, quien
afirmó que: «Las frecuentes denuncias de corrupción
de los líderes de América Latina y los constantes
resultados positivos en investigaciones sobre
corrupción en todos los niveles de nuestros países, nos
hacen pensar que algo tiene que cambiar en la forma
en que el liderazgo es concebido y practicado en
nuestras tierras».
Por su parte, autores como Glen Dealy plantean un
«dualismo moral» en la cultura de liderazgo de
América Latina. Dealy comenta que en Latinoamérica
la: "Tolerancia, honestidad, humildad, cuidado de los
fondos del gobierno, preocupación por el bienestar
ajeno, servicio a la comunidad parecen faltar, aun
como un ideal dentro del ámbito público».
Sin embargo, el mismo autor indica que «dentro de la
casa o entre amigos... uno encuentra cualidades de
rectitud y cuidado en abundancia». Una ética regula la
vida privada y otra la vida pública, es decir que existe
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 55
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
una doble moral; una para lo privado y otra para lo
público; una para luchar por la corrupción, con mucha
retórica y patriotismo, pero otra para promover
ambiciones personales y ganar espacio público y
visible ante la sociedad.
Si la integridad es ser consistente entre lo que decimos
y hacemos, debemos evidenciar esa integridad en la
forma que ejercemos ese liderazgo. Considerando lo
anterior, es correcto pensar que un liderazgo centrado
en la ética, es clave para el desarrollo. Por ello, la
formación de una generación de ciudadanas y
ciudadanos con valores éticos fortalece el éxito en la
lucha contra la corrupción, lo cual con-lleva a
impulsar un programa de educación en valores
centrado en la ética. El país requiere de un liderazgo
ético que sea común a todos los diferentes sectores de
la sociedad hondureña.
En concreto, un liderazgo ético que oriente el sistema
político, a gobernantes y políticos, a los funcionarios
públicos, empresarios y líderes de sociedad civil.
Este no es el liderazgo carismático definido por Max
Weber, sino un liderazgo en donde la ética se
convierte en el motor principal que oriente la acción
pública y privada.
Dentro de la sociedad civil requerimos que ese
liderazgo se nutra de un monismo moral, no de un
dualismo moral. El líder ético es el capital humano
para la transformación.
23
Publicado en Diario El Heraldo, 4 de julio de 2007 56
Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
Formación en valores: resistencia civil y el 23
poder de la esperanza
Primeramente señalaremos la importancia del libro:
Formación en valores de resistencia civil. Aportes de ética
espontánea ciudadana, recientemente publicado por la
Dra. Irma Becerra, sobre un tema que a veces resulta
marginal en la discusión académica, informativa o de
la problemática nacional. Eso es así porque la ética y la
formación de valores han adquirido una falsa idea de
que están obsoletos o que se han reducido a un simple
uso retórico, o que la ética es sólo cuestión de buenas
costumbres. Sin embargo, la ética adquiere una vital
relevancia en la actualidad porque sencillamente el
desarrollo de los países es impensable sin una ética del
desarrollo, pero, además, porque la ética es un eje
transversal y constitutivo de toda acción humana.
En ese sentido, la actualidad de la ética como bastión
orientador debe ser no solamente reforzado, sino
convertirlo en un valor consustancial a toda visión de
país y a toda visión de desarrollo en el plano colectivo,
pero también en el de los individuos, de la formación
de la familia, la escuela, la comunidad y, además, ser
un punto clave como unificador de la cultura y de la
política como acción civilizadora y humanística. En
cierta forma, necesitamos reformar el concepto
original de la política, la cual se definía como una
extensión de la ética, visión del pensamiento griego
que es esencial en el mundo globalizado de hoy día.
Sabemos que estamos en el mundo de la
globalización, pero así como ésta se plantea, a veces
atendiendo sólo factores económicos o fragmentarios,
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Hay que concebir una globalización del humanismo,
como muy bien lo señala la Dra. Becerra una
«planetización» para incorporar esa visión de Teilhard
de Chardin, quien concebía la evolución humana
como un avance progresivo hacia la perfección.
Es indudable que la misma globalización exige la
plataforma de una ética mundial, como muchos
autores ya lo han señalado, entre ellos el teólogo Hans
Kung, de ahí que este libro de la doctora Becerra viene
a tocar un tema fundamental para cualquier visión
futura planetaria y local, cimentada en una ética
espontánea que enseñe a los pueblos y a los
individuos, en primer lugar, a reconocer el contexto
mundial y local en que vivimos y, en segundo lugar, la
importancia de la ética como factor constitutivo de la
realidad. Pero, no únicamente como norma o
principio, sino como una praxis de la vida diaria: una
ética familiar, comunitaria, de nación y planetaria. Por
supuesto, sabemos que la ética no solamente ha sido
desvalorada en los tiempos actuales, sino que ha sido
desnaturalizada y puesta en función de un relativismo
moral; de ahí que ésta no se pueda entender en forma
abstracta, sino es analizando sus contextos y partiendo
de una visión del mundo y del individuo.
Por eso la ética no debe plantearse únicamente como
un fin, sino más bien como un proyecto de lo
cotidiano del individuo y de la evolución de la
conciencia, para afirmar y reconstruir una visión del
mundo más acorde con los ideales del humanismo y
de conciencia que aspira a rescatar la dignidad del ser
humano y de los pueblos.
En términos del Estado no sólo basta con luchar por
un Estado del derecho, no es únicamente cuestión de
leyes o de una economía basada en el mercado,
Sergio A. Membreño Cedillo
la ética aspira a poner en primer lugar las cosas en su
orden y el hombre y la mujer son ese primer orden, es
decir, una economía y un Estado del derecho basado
en el respeto absoluta la dignidad de la humanidad.
En ese último sentido la ética se plantea como una
visión del mundo, partiendo de esa visión que debe
ser integradora de la objetividad del mundo y de la
subjetividad del individuo. La ética no es sólo un fin
por sí misma, ni tampoco un medio para alcanzar
algo, sino que es una parte esencial de la conducta
colectiva e individual.
Así, pues, es necesario considerar el concepto de
resistencia civil en el contexto de nuestra Honduras,
de su nivel de desarrollo, de su gente, de sus
instituciones, anhelos y aspiraciones. En ese contexto,
la resistencia civil es una señal de esperanza, visión y
del camino hacia la acción de la sociedad y la
búsqueda del bien común. Es así como debemos
interpretar el camino y el espíritu de los tiempos.
Alfonso Guillén Zelaya —en cuyo pensamiento se
resume íntegramente la relación entre lo práctico, lo
ético y el conocimiento— decía que había que buscar
gobernantes que gobernaran con inteligencia, energía
y honestidad y que debíamos buscar funcionarios
públicos con iguales características. Nosotros
agregaríamos que la sociedad civil también debe
actuar con inteligencia, energía y honestidad, ya que
con esas tres cualidades o virtudes podemos
encausarnos y construir una Honduras más
inteligente, más enérgica y más honesta. Y, en
consonancia con ese pensamiento, podemos afirmar
que el libro de la doctora Irma Becerra es un trabajo
inteligente, enérgico y honesto.
Este libro, escrito en el momento preciso y con el
enfoque adecuado, no es un libro más. Se convierte en
un referente para todo hondureño
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 57
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
que ama al país y que desea su transformación: es una
guía ciudadana de compromiso y acción.
participación ciudadana es fundamental para generar
un camino diferente al que hemos construido, razón
por la cual la resistencia civil debe ser pacífica, pero
firme, porque nos da un sentido de propósito y de
acción. Una resistencia civil contra la corrupción, la
pobreza, la injusticia, la violencia, la opresión política,
social y económica, la politización, los malos
gobiernos, cualquiera que sean y contra los que
históricamente han monopolizado los recursos y han
conspirado contra el desarrollo y visión de país, es
una esperanza por la justicia y paz.
Finalmente, en el libro hay un sentido de tem-
poralidad y pertinencia, llega en un momento en que
está en construcción un movimiento de la sociedad
civil fuerte, con una mayor participación ciudadana,
una nueva ley de acceso a la información y en que los
movimientos de la sociedad civil cada día adquieren
mayor presencia exigiendo la rendición de cuentas y
auditorías sociales.
Martín Luther King ponía el corazón de su estrategia
en la fuerza del amor pacífico, decía que no a la
injusticia en la cara de aquellos que deseaban luchar
por mantener el estatus quo. King reflexionaba que:
«Aquellos que caminan por esta ruta pacífica, reúnan
la fuerza física con la fuerza del alma. La fuerza del
alma es el poder de la convicción y el poder del amor,
el cual transforma la intransigencia de aquellos que en
el poder perpetúan la intransigencia». Por supuesto,
ésta no es una estrategia fácil, pero es la luz por la
esperanza y por el coraje, para que sea una voz
escuchada en la cara del mal. Tengamos el coraje y la
convicción de marchar por esa ruta larga de la justicia
Palabras de presentación de la Colección Ética e Integridad para el Desarrollo, efectuada el 3 de abril de 2008. Sergio
Membreño Cedillo
24
58
Sergio A. Membreño Cedillo
y la libertad, con el poder de la esperanza y el amor.
La
Ética, ciudadanía y esperanza24
En primer lugar doy gracias a Dios por este acto, que
más que un acto cultural o académico, en la Honduras
actual, se convierte en un acto de fe porque la ética es
el fundamento de la transformación nacional. En
segundo lugar, agradezco al señor Juan Ferrera,
Coordinador del Consejo Nacional Anticorrupción
(CNA), la invitación a participar con una reflexión en
este lanzamiento sobre el contenido y alcance de la
Colección Ética e Integridad para el Desarrollo,
organizada por el CNA.
Para mí es una doble satisfacción. Primero, porque
creo firmemente en la gestión del conocimiento como
fundamento de la acción para el desarrollo, ya que
necesitamos empoderar al ciudadano con los
instrumentos necesarios para tener una conciencia
crítica basada en elementos objetivos para la acción; y
segundo, porque estos 18 ensayos elaborados por 14
intelectuales y académicos hondureños derivan del
Primer Informe Nacional de Transparencia 2007,
lanzado el 6 de junio de 2007, el cual tuve el privilegio
de coordinar, acompañado de un equipo técnico de
alto valor moral e intelectual. La visión que
manejamos en ese entonces fue que los aportes de los
diferentes intelectuales al Informe eran muy amplios
en análisis e información y, por lo tanto, necesi-
tábamos hacer otro esfuerzo editorial para dar a
conocer esa riqueza de análisis con una colección
específica que presentara al pueblo hondureño y
ciudadanía esos valiosos aportes.
Gracias al Consejo Nacional Anticorrupción
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
por esta nueva e importante contribución a la
bibliografía nacional en una temática que es esencial
para la construcción de ciudadanía y el desarrollo de
una memoria de la acción colectiva en la gestión
pública y privada, la cual, desafortunadamente,
cuenta con escasos aportes nacionales; ya que éste no
ha sido un tema de reflexión permanente y central en
la bibliografía nacional, con pocas excepciones, como
la de nuestros fundadores y próceres: Valle, Morazán,
Cabañas y Rosa; con los intelectuales del siglo pasado
como Alfonso Guillen Zelaya y Froylán Turcios;
asimismo, en la actualidad, con los aportes a la
construcción de ética y valores morales del cardenal
Óscar Andrés Rodríguez Madariaga y el pastor
Oswaldo Canales.
He denominado a esta reflexión «Ética, ciudadanía y
esperanza» porque creo que en este acontecimiento
emergen y convergen fuerzas muy poderosas que
pueden ser esbozadas y planteadas con sencillez para
todos. Así, los tres conceptos de ética, ciudadanía y
esperanza se entrelazan y nos permiten discernir y
definir una ética practica para el desarrollo.
Todos conocemos la realidad del país en términos de
desarrollo humano, pobreza, corrupción e injusticia.
Los análisis y cifras del Informe Nacional de
Transparencia 2007, son precisos, reveladores y
actuales. Por eso, requerimos en este inicio de siglo
recapturar la visión griega de la ética, de la cual
emergía la política, es decir, la praxis de los
representantes del pueblo, considerada como virtud
de hacer su trabajo lo más eficaz posible en función de
un bien común; en contraste con la cultura de la
impunidad y la retórica de la ética que se convierten
en los mayores obstáculos para una ética e integridad
para el desarrollo. Consecuentemente, por la
Sergio A. Membreño Cedillo
trascendencia de un ejercicio colectivo como el de esta
Colección que une a 14 intelectuales y académicos
comprometidos con Honduras, a la vez que estos se
unen a otros intelectuales que han abordado
directamente la ética como tema central de sus textos
y libros, entre ellos: Longino Becerra, Irma Becerra,
Ramón Romero, Filánder Díaz Chávez, Marcos Carías,
Julio Escoto, Juan Almendrares, Rolando Sierra
Fonseca, Roberto Herrera Cáceres, Mario Membreño
González, Mario A. Membreño Cedillo y Manual
Torres; en consecuencia, este es un acto de esperanza,
porque en esencia el mensaje es que Honduras sí
puede y debe ser transformada.
Al respecto, ¿qué plantea la ética a la Honduras en el
2008?, ¿qué le dice a la ciudadanía?, ¿y cómo ese
ciudadano responde con ética a los diversos
problemas que el desarrollo o la falta de él nos trae? Si
la ética es pertinente al desarrollo, entonces, ¿cómo
nos aseguramos que la ética sea el fundamento de la
gestión pública y que la ética permee a toda la
sociedad hondureña?, ¿cómo construir valores éticos
en contraste con la cultura de la impunidad en que
hemos vivido históricamente y que la democracia
iniciada en 1981 no ha superado, sino que ha p r o fu n
dizado?
Dado que la ética contribuye a asegurar una sociedad
de desarrollo, paz y convivencia social, tal como lo
afirmaba Max Weber en la Ética protestante y el espíritu
del capitalismo, necesitamos en forma inteligente
reconstruir los valores que hacen de la ética el
fundamento del desarrollo y un baluarte insoslayable
en la construcción de ciudadanía. Asimismo,
requerimos de una ciudadanía activa que ejercite y
modele una ética del desarrollo en la esfera pública y
privada. Precisamente, sobre este punto, el Consejo
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 59
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Nacional Anticorrupción definió e incluyo en su
Declaración de Principios que la integridad como
expresión intrínseca de la ética es la consistencia entre
lo que decimos y hacemos. Es oportuno, entonces, que
en la vorágine de ideas, comportamientos
masificación de mensajes que caracterizan
procesos de globalización y que se traducen en un
relativismo moral y una cultura liviana, la ética
resplandezca como faro de luz en la oscuridad y que
la trampa de una retórica de la ética no sustituya a una
ética real y comprometida en acciones de bien público.
Así, para el ciudadano que cumple deberes, pero que
tiene responsabilidades, hay una ética no sólo de la
convicción, sino también una ética
responsabilidad.
La esperanza se articula porque si una nación se
fundamenta en la ética y la ciudadanía hace suyos los
valores de la ética, entonces podemos tener la
esperanza de que una ciudadanía activa y protagónica
asuma esos valores éticos y los exija a las autoridades
municipales, regionales y nacionales en los tres
poderes del Estado. En este orden de cosas, la cultura
de la impunidad no puede mantenerse, porque la
cultura de la integridad permea todo el espacio de la
sociedad, por consiguiente, necesitamos en nuestra
Honduras buenos ciudadanos: informados, críticos,
responsables, íntegros y comprometidos. Ahí reside la
esperanza de la trasformación, social o nacional de
una comunidad o individual.
Por ello, celebramos estos 18 ensayos que en esencia
son un aporte a la ética, a la construcción de
ciudadanía y que nos hacen ver con esperanza que no
todo está perdido en nuestra nación, puesto que el
argumento de que en nuestro país no se lee, como se
especula, se ve diluido cuando surgen iniciativas
ilustradoras como esta Colección. Así,
asegurémonos que esta Colección alcance al liderazgo
nacional, local y regional.
60 Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
Esta Colección debe ser un insumo para la educación
de la ciudadanía, porque necesitamos recuperar los
valores perdidos o construidos a medias, requerimos
recuperar la conciencia perdida y el prestigio de la
y polis, la visión ética de la política y el sentido de la
los integridad. No obstante, ello exige nuevos desafíos y
maneras de alcanzar la población; pero, reitero que no
hay manera de creer que Honduras puede ser
trasformada sin incorporar los principios de la ética en
la acción del desarrollo y de la política y llevarlos a su
operatividad y práctica plena en el gobierno, empresa
privada, medios de comunicación y partidos políticos.
de la
De lo anterior deriva un liderazgo ético, visionario,
comprometido y eficaz en el cual reside la esperanza.
Y es aquí donde los aportes de diversos aspectos de la
ética convergen para darnos un crisol de ideas y
visiones del quehacer fundamentado en la ética. De
esta manera, los invito a que repasemos las ideas
centrales de la Colección Ética e Integridad para el
Desarrollo. Al menos 5 ejes temáticos emergen con
precisión de la Colección:
1. Visión ética de los próceres y causas de la
corrupción en el proceso histórico. Primero, los
principios éticos de los fundadores de la
nacionalidad hondureña y sus aportes a la
construcción de nación, presentado por el
historiador Mario Argueta en su ensayo
Democracia, desarrollo y honradez: la visión de
nuestros próceres, basado en el pensamiento de
Valle, Morazán, Cabañas y Herrera, son
fundamentales porque la ética también apunta a
recuperar nuestros valores nacionales y su
pensamiento. No podemos partir hacia una
visión de futuro sin tener una visión del pasado y
pues, de las contribuciones éticas de nuestros próceres.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Baste por ahora considerar que: «Al realizar un
análisis de la historia pasada y cuando se forjó la
nacionalidad y se echaron las bases de la
republica, es posible percibir que los próceres con
que contamos ofrecen, por su ideario y su praxis,
ejemplos y lecciones que siguen teniendo plena
vigencia hasta el presente. Sirviendo como
inspiración para encarar los retos y desafíos
actuales». Y en esa misma dirección de análisis,
pero tratando de encontrar las causas de la cor-
rupción, se sitúa el ensayo Elementos para una
sociología de la corrupción del también
historiador Rolando Sierra Fonseca, basado en los
aportes de Ramón Rosa, quien visualiza la
corrupción en la debilidad institucional; Filánder
Díaz Chávez en la estructura económica y Marco
Carías en la guerra. Sin duda, este ensayo es un
recorrido interesante que permite identificar y
comprender desde la visión histórica, algunas de
las causas estructurales que han facilitado la
corrupción en nuestro país.
2. Gestión del conocimiento y comprensión sobre el
fenómeno de la corrupción. En esta categoría se
incluyen ensayos que apuntan al diagnóstico y
comprensión de la corrupción. Por ejemplo, José
Cuesta analiza Los costos socioeconómicos de la
corrupción en Honduras, introduciendo un
análisis econométrico que permite por vez prim-
era en Honduras tener una aproximación
científica del costo de la corrupción. Señala este
mismo autor que además de combatir la
corrupción, es necesario también combatir las
percepciones que sobre la corrupción tiene la
ciudadanía. Otro aporte en esta categoría es el
análisis sobre los Principales avances, obstáculos
y desafíos que el Poder Judicial presenta en la
lucha contra la corrupción, del Dr. Hernán
Sergio A. Membreño Cedillo
Herrera Cáceres, en donde se plantea la
necesidad de mayor independencia del Poder
Judicial, una mayor coordinación con los demás
entes contralores, la aplicación de la carrera
judicial y una mayor fiscalización del TSC sobre
el Poder Judicial. Un segundo aporte del Dr.
Herrera Cáceres es su análisis sobre La aplicación
en Honduras de la Convención Interamericana de
Lucha contra la Corrupción; en este análisis, el
autor señala que: «Honduras ha tenido avances
formales en la aplicación de la CICC y en el
cumplimiento de las recomendaciones que al
respecto le han sido dadas por el comité de
expertos del MESINIC. Esos avances, sin
embargo, no han tenido el impacto significativo
en la lucha anticorrupción". Un tercer aporte en
esta categoría es del Dr. Edmundo Orellana,
quien analiza el Código Penal y el delito de la
corrupción; entre una de sus conclusiones, el autor
señala que: «el problema no es de leyes, dado que
las que existen son las idóneas para castigar a los
responsables, el problema es la ausencia en las
esferas del poder público de voluntad, actitud y
convicción, en definitiva de valores para combatir
la corrupción». El mismo Dr. Orel-lana hace un
segundo aporte con su estudio Hacia un
presupuesto nacional participativo, donde concluye
la necesidad de crear la normatividad necesaria
para poder aplicar verdaderos presupuestos
participativos, en donde sea la ciudadanía la que
contribuya a la orientación y transparencia de la
inversión pública.
3. Sistema Nacional de Integridad. Un tercer elemento
del análisis se sitúa en los ensayos que tratan
componentes del Sistema Nacional de Integridad
(SNI), tales como presupuestos participativos,
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 61
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
rendición de cuentas y acceso a la información.
Pero, también algunos ensayos que caracterizan
aspectos específicos de la corrupción, como La cap-
tura del Estado. En ese sentido, dos aportes
importantes, primero el Dr. Leo Valladares
presenta Elementos para una conceptualización del
derecho de la información y segundo, Tema Mejía nos
presenta La situación del derecho a la información en
Honduras .Ambos aportes son muy oportunos y
contribuyen a edificar a la ciudadanía en sus
derechos y responsabilidades con relación a la
información; un tema tan pertinente y que toca el
corazón de la sociedad moderna, porque tal y
como lo sustenta el Dr. Leo Valladares, el acceso a
la información es un derecho humano o, como lo
plantea la Lic. Thelma Mejía: «Honduras debe
adecuar en materia de libertad de expresión y
derecho a la información, su legislación interna
con base a estándares internacionales de las
convenciones y tratados internacionales». En esta
misma categoría, con otro componente del SNI,
está la contribución del Lic. Mario A. Membreño
Cedillo, Honduras: Rendición de cuentas; en el cual
destaca el autor la poca consistencia histórica y la
falta de cultura de la administración pública y de
la sociedad en general por rendir cuentas, siendo
éste un fenómeno cercanamente vinculado a la
forma de hacer política y de ver la política; por lo
que apunta a que un desafío clave del SNI es la
despolitización de los entes contralores para que
estos puedan actuar eficazmente sobre el aparato
público. Contribuye también el mismo autor con
otro ensayo, Qué se entiende por captura del Estado,
el cual describe el fenómeno de la ocupación de los
grupos facticos en apropiarse de beneficios y
espacios públicos en forma sistémica y de alto
62 Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
nivel en las decisiones políticas y económicas.
Como aporte a ese SNI, se presenta un análisis
sobre la educación y los valores de la Dra. Irma
Becerra. En su estudio, la autora nos plantea
«que la finalidad intrínseca de la formación de
valores de resistencia civil es la creación de una
nueva concepción de la hondureñidad que se
desarrolle bajo los lineamientos de la
interculturalidad del hondureño, cuyo propósito
político democrático sea el fortalecimiento de la
autoconciencia ciudadana»; para esto sugiere
incorporar en el Currículo Nacional Básico (CNB)
la clase de moral y cívica para los alumnos de
básica, secundaria y media; asimismo, la clase de
resistencia civil para los universitarios.
4. Actores sociales. En el análisis de los sectores
principales en la lucha contra la corrupción están
la sociedad civil, sector empresarial, medios de
comunicación, partidos políticos y cooperación
internacional. Al respecto, contamos con dos
aportes, primero, el de Eugenio Sosa con La
sociedad civil y la agenda anticorrupción, quien
concibe a la sociedad civil dentro de un SNI, que
al menos garantice cinco líneas de acción:
incidencia para promover reformas hacia una
institucionalidad abierta y transparente,
promover el marco legal para la transparencia,
cogestión y complementariedad entre Estado y
sociedad civil, fortalecer la cultura de la
participación y promover valores éticos. En esta
misma categoría la Dra. Ana Cristina Mejía de
Pereira, desarrolla una Aproximación a la ética
empresarial en Honduras, quien en su propuesta
para un SNI, aconseja algunas líneas básicas para
una agenda de cumplimiento de las necesidades
legales básicas: reducción
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
de la informalidad, concienciación activa,
identificación de beneficiarios, periodo de
amnistía tributaria; agenda de buenas prácticas
en el gobierno corporativo y agenda para el
desarrollo de la responsabilidad social
empresarial.
Un segundo sector analizado es el de los medios de
comunicación, con el estudio Manejo del tema de la
transparencia y corrupción en los medios de comunicación
en Honduras, desarrollado por el Lic. Manuel Torres,
quien plantea los desafíos de los periodistas y medios.
Entre los primeros señala la especialización
periodística en el tema, una estrategia de divulgación
y capacitación de los medios de comunicación, lo
mismo que los propietarios de medios, la
concienciación del impacto negativo de la corrupción
y también aborda los retos de y desde la ciudadanía
hacia la creación de veedurías ciudadanas. Otro aporte
desde los actores sociales, lo da el Lic. Mario
Membreño Cedillo, quien en su ensayo Honduras:
Sistema político y ética, analiza los factores estructurales
de la corrupción política y los factores reguladores del
sistema político y concluye dando las líneas básicas de
lo que sería un sistema político transparente y termina
citando la frase de Guillén Zelaya de lo que debería
exigirse a los gobernantes y al sistema político:
«Energía, inteligencia y honradez». Igualmente, como
parte del análisis de los actores sociales, el Lic. Ariel
Montesdeoca analiza a la cooperación internacional
con su estudio Cercanías y distancias en la lucha contra la
corrupción: el lente de la cooperación internacional, en
donde afirma la necesidad de un sistema de
monitoreo público sobre los avances e impactos en la
lucha contra la corrupción y la creación de un plan
anticorrupción. Finalmente, como parte de la
Sergio A. Membreño Cedillo
participación ciudadana, me resta hacer referencia al
papel del CNA, en el estudio elaborado por este
servidor: El CNA: Visión estratégica y praxis en la
construcción de ciudadanía, centrado en el rol
desarrollado por el CNA en generar una cultura de la
integridad, con su lema «Levantemos los muros de la
integridad», pero también de fortalecer la cultura de la
participación, es decir, empoderar al ciudadano.
Al menos hay 4 reflexiones principales que surgen de
estos valiosos aportes. En primer lugar, una agenda
real e integral anticorrupción en nuestro país pasa por
cada uno de los sectores analizados, porque cada
sector está influenciado por niveles y prácticas
corruptas largamente arraigadas en el modo operante
de actuar de la corrupción. En segundo término, cada
uno de los análisis realizados nos plantea las caracter-
ísticas de cada sector y cómo ha sido afectado por la
corrupción, pero también nos dice cómo cada sector
involucrado puede ser parte activa de la lucha contra
la corrupción. Y ese es el desafío principal, cada sector
tiene su propia naturaleza y su propio aporte en esta
larga y ardua lucha contra la corrupción. En un tercer
lugar están todos estos esfuerzos que deben de
converger en lo que denominamos educación y
construcción ciudadana; puesto que al final del
proceso, son los ciudadanos los que debemos cumplir
la ley, demandar ética en la gestión pública y privada
y asegurarnos que se cumpla. La Ley de Transparencia
y Acceso a la Información Pública nos da esa
oportunidad y debemos tomarla. En una cuarta
posición están los aportes sectoriales que deben de ser
socializados con los miembros de cada sector y
asegurar agendas mínimas de
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 63
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
trabajo por una cultura de la integridad, pero también
de la legalidad y de la participación, tal y como lo
postula el Informe Nacional de Transparencia 2007.
Reiteramos, pues, nuestra felicitación al CNA y el
equipo técnico: Rolando Sierra Fonseca,
Martínez, Leda Chávez, Marla Lozano y Héctor
Varela, quienes coordinaron, prepararon, revisaron,
diagramaron e hicieron posible esta edición colectiva
como un aporte que nos debe de motivar a continuar y
profundizar las acciones que aseguren la ética pública
y privada y que fortalezcan la construcción de
ciudadanía, como lo afirmaba Valle: «La potencia de la
fuerza moral como dinámica de la historia para la
transformación nacional».
Felicitaciones a las y los 14 autores hondureños y
hondureñas que con su talento, formación
preocupación por Honduras nos han legado este
conocimiento y nos motivan a seguir construyendo
una ciudadanía con valores y ética. Por lo tanto, sólo
nos resta asegurarnos que el mismo sea compartido y
que crezca fecundo en la mente de las niñas, niños y
jóvenes de Honduras, constructores de la nueva
ciudadanía que Honduras reclama.
«Esencial para que los malvados triunfen, es que los
buenos no hagan nada», decía el pensador Edmund
Burke y, por su parte, Martín Luther King afirmaba
que «los filósofos no han hecho más que interpretar el
mundo, lo que hace falta es transformarlo». A partir
de estas dos ideas concluyo con esta reflexión: la ética
es fundamental para el desarrollo y la praxis de la
ética es el cimiento de la transformación nacional, por
lo tanto, ahí reside nuestro desafío en la Honduras
actual.
25
Publicado en Diario El Heraldo, enero de 2007. 64
Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. membreño Cedillo
Finalmente, quiero finalizar estas palabras con el
pensamiento de Valle, que pese a la distancia fue
escrito con visión de futuro precisamente para un
tiempo como éste y para la generación de hondureños
y hondureñas que pasamos del siglo XX al XXI y que
Tania nos enfilamos al bicentenario nacional en el 2021. Así,
el sabio Valle decía: «La moral es una....Si no es lícito
ofender a un individuo, tampoco será justo oprimir a
un pueblo; sino es permitido hollar a un pueblo,
tampoco será dado tiranizar un pueblo, millares de
hombres harán esta reflexión, los que la hagan
convencerán a los que las oigan, el convencimiento de
millones formará una masa enorme de fuerza moral y
esta fuerza moral, ¿podrá cuando desarrolle toda su
energía ser sofocada?...». Valle planteaba la
construcción ciudadana centrada en el bien común y
la ética.
y
Felicitaciones al CNA, a su coordinador, comité ejecutivo y
asamblea. Muchas gracias.
El sueño hondureno25
El inicio de año es propicio para el sueño y la utopía.
Honduras como nación, en el concierto de las
naciones, aún busca en este siglo XXI su espacio y
tiempo para reencontrarse con su desarrollo, con su
propia historia, destino y fundamentalmente con su
gente. De este modo, la reflexión de año nuevo no
debería ser una práctica únicamente individual o
familiar, sino también nacional, puesto que el sueño
hondureño se resume en construir una patria para
todos, con desarrollo, respeto y justicia. No obstante,
en contraste que el sueño hondureño que todos
deberíamos tener, está el sueño americano buscado
por muchos.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Aproximadamente 1 millón de hondureños viven en
los Estados Unidos y otros miles buscan anualmente
nuevas tierras y horizontes. El sueño hondureño no
puede construirse con base en el materialismo,
consumismo e individualismo, sino en una visión
nacional centrada en la pasión por Honduras, lo
hondureño y los hondureños: su historia, su presente
y su futuro.
Los fundamentos del sueño hondureño yacen es-
condidos, pero tienen raíces que se nutren del
imaginario colectivo. Por lo tanto, es deseable pensar
en un sueño hondureño que capte la imaginación y la
pasión por Honduras, aun en esa realidad que los
medios de comunicación diariamente nos recuerdan:
injusticia, pobreza, corrupción, violencia, desprecio
por la vida y clientelismo político, no importa qué
partido esté en el gobierno.
Nuestros intelectuales y próceres nos heredaron ideas
y ejemplos elocuentes —como «La oración del
hondureño» de Froylán Turcios y el poema «Lo
esencial» de Alfonso Guillén Zelaya, además del
ejemplo de vida transparente de José Trinidad
Cabañas— que nos deberían servir para forjar nuestro
sueño hondureño y de esta manera comenzar a
construir familias sólidas, a reconciliar padres con
hijos y hermanos con hermanas, a fortalecer
matrimonios maduros que sean un modelo
permanente para sus hijos. El sueño hondureño pasa
también por la reconstrucción de valores desde la
familia.
El sueño hondureño debe transmutarse poder-
osamente en una visión del país que deseamos y
aspiramos, pero dicho sueño también debe centrarse
en los pequeños momentos y acciones de servir, como
desde el voluntariado; asimismo, debe hacerse basado
en el respeto a la persona humana, la calidad del
servicio público, la transparencia de la empresa
Sergio A. membreño Cedillo
privada, la vocación de servicio del gobierno y el
logro del bien común por los partidos políticos. En
conclusión, tener una Honduras enfocada en la justicia
para todos y todas.
Pero el sueño hondureño requiere ciudadanos activos
que asuman con entereza y vocación de servicio su
aporte al país, centrados en sus propias comunidades.
Si los hondureños a través de nuestra historia hemos
construido una cultura de clientelismo político y
servilismo, éste es el tiempo de rectificar y edificar una
cultura de valores y respeto al ser humano.
Necesitamos levantar ese sueño hondureño,
edificando los muros de la integridad y logrando que
la integridad comience en casa. Los valores se
trasmiten profundamente con el ejemplo del padre
íntegro y en el amor abnegado de la madre.
Reconstruir ese ciclo de afecto fraternal e integridad es
fundamental, de modo que no olvidemos que la
educación de un niño —las futuras generaciones—
comienza 100 años antes de su nacimiento.
Seguramente, Honduras debe ser transformada para
que los hijos de nuestros hijos sí puedan vivir en un
país de respeto, de meritocracia, de oportunidades, de
seguridad, de solidaridad y de justicia. El sueño
hondureño se reproduce con y para las nuevas
generaciones, a fin que conozcan nuestra historia: lo
bueno y lo malo, lo banal y lo heroico.
Parte fundamental de este desafío es que Honduras sí
pueda ser transformada radicalmente por el poder de
Dios y, en consecuencia, por la participación
ciudadana que trasciende inexorablemente a los
partidos políticos y que se nutre de la solidaridad, de
la imaginación y de la pasión de la gente por vivir de
la utopía.
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 65
 Honduras: Estado, visión de nación e Integridad Sergio A. membreño Cedillo

Finalmente, el sueño hondureño nos debe unir y no compartida de nación. La utopía está allí y es nuestro
separar. Las Escrituras lo dicen: «Una casa dividida deber como ciudadanos ir tras esa tierra prometida:
contra sí misma, no prevalecerá». Un país no se puede Honduras. Ese es, en esencia, nuestro sueño
gobernar con la mitad en contra, consecuentemente, hondureño.
requerimos una visión

66 Sergio Membreño Cedillo

Honduras: Estado, visión de nación e Integridad Sergio A. membreño Cedillo

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68 Sergio Membreño Cedillo

Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
La oración del hondureño
(Froylán Turcios)
¡Bendiga Dios la prodiga tierra en que nací!
Fecunden el sol y las lluvias sus campos labrantíos;
florezcan sus industrias y todas sus riquezas
esplendan bajo su cielo de zafiro. Mi corazón y mi
pensamiento, en una sola voluntad, exaltarán su
nombre, en un constante esfuerzo por su cultura.
Número en acción en la conquista de sus altos valores
morales, actor permanente de la paz y del trabajo, me
sumaré a sus energías; y en el hogar, en la sociedad o
en los negocios públicos, en cualquier aspecto de mi
destino, siempre tendré presente mi obligación
ineludible de contribuir a la gloria de Honduras.
Huiré del alcohol y del juego y de todo cuanto
70 Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. membreño Cedillo
pueda disminuir mi personalidad, para merecer el
honor de mejorar entre sus hijos mejores. Respetaré
sus símbolos eternos y la memoria de sus próceres
admirando a sus hombre ilustres y a todos los que
sobresalgan por enaltecerla.
Y no olvidaré jamás que mi primer deber será, en todo
tiempo, defender con valor su soberanía, su integridad
territorial, su dignidad de nación independiente;
prefiriendo morir mil veces antes que ver profanado
su suelo, roto su escudo, vencido su brillante pabellón.
¡Bendiga Dios la prodiga tierra en que nací! Libre y
civilizada, agrande su poder en los tiempos y brille su
nombre en las amplias conquistas de la justicia y del
derecho.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
Lo esencial
(Alfonso Guillén Zelaya)
Lo esencial no está en ser poeta, ni artista, ni filosofo.
Lo esencial es que cada uno tenga la dignidad de su
trabajo, la conciencia de su trabajo.
El orgullo de hacer las cosas bien, el entusiasmo de
sentirse transitoriamente satisfecho de su obra, de
quererla, de admirarla, es la sana recompensa de los
fuertes, de los que tienen el corazón robusto y el
espíritu limpio.
Dentro de los sagrados números de la naturaleza,
ninguna labor bien hecha vale menos, ninguna vale
más. Todos representamos fuerzas capaces de crear.
Todos somos algo necesario y valioso en la marcha del
mundo, desde el momento en que entramos a librar la
batalla del porvenir.
El que construye la torre y el que construye la cabaña;
el que siembra ideas y el que siembra trigo; el que teje
los mantos imperiales y el que cose el traje humilde
del obrero, el que fabrica la sandalia de sedas
imponderables y el que fabrica la ruda suela que
protege en la heredad el pie del jornalero, son
elementos de progreso, factores de superación,
expresiones fecundas y honrosas del trabajo.
Dentro de la justicia no pueden existir aristocracias del
trabajo. Dentro de la acción laboriosa todos estamos
nivelados por esa fuerza regula-
Sergio A. Membreño Cedillo
dora de la vida que reparte los dones e impulsa
actividades. Solamente la organización inicua del
mundo estanca y provoca el fracaso transitorio del
esfuerzo humano.
El que siembra el grano que sustenta nuestro cuerpo,
vale tanto como el que siembra la semilla que nutre
nuestro espíritu. Ambos son sembradores y en la labor
de ambos va «in vivito» algo trascendental, noble y
humano: dilatar y engrandecer la vida.
Tallar una estatua, pulir una joya, aprisionar un ritmo,
animar un lienzo, son cosas admirables. Tener un hijo
y luego cultivarlo y amarle, ensenándole a desnudarse
el corazón y a vivir a tono con la armonía del mundo,
es también algo magnífico y eterno. Tiene toda la
eternidad que es conquistar al conquistar al hombre,
cualquiera que sea su capacidad.
Nadie tiene derecho de avergonzarse de su labor,
ninguno de repudiar su obra, si en ella ha puesto el
afecto diligente y el entusiasmo creador.
Nadie envidie a nadie, que ninguno podrá regalarle el
don ajeno. Lo único necesario es batallar porque las
condiciones del mundo sean propicias a todos
nuestros semejantes y a nosotros mismos para hacer
que florezca y fructifique cuanto hay en ellos y en
nosotros.
Honduras: Estado, visión de nación e integridad 71
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad
La envidia es una carcoma de las maderas podridas,
nunca de los árboles lozanos. Ensanche y eleve cada
uno lo suyo, defendiéndose y luche contra la injusticia
predominante, en la batalla están la satisfacción y la
victoria.
Lo triste, lo malo, lo criminal, es el enjuto del alma, el
parásito, el incapaz de admirar y querer, el inmodesto,
el necio, el tonto, el que nunca ha hecho nada y niega
todo, el que obstinado y torpe cierra a la vida sus
caminos; pero el que trabaja, el que gana su pan y
nutre con su esfuerzo su alegría y la de los suyos, el
noble, el bueno, para esa clase de hombre tarde o
temprano dirá su palabra de justicia el porvenir, ya
tale mentes y cincele estatuas.
72 Sergio Membreño Cedillo
Sergio A. Membreño Cedillo
No tenemos derecho a sentirnos abatidos por lo que
somos. Abatirse es perecer, dejar que la maldad nos
arrastre impune al desprecio, a la miseria y a la
muerte. Necesitamos vivir en pie de lucha, sin
desfallecimientos ni cobardías. Ese es nuestro deber y
esa es la mayor gloria del hombre.
No maldigamos, no desdeñemos a nadie. No es esa la
misión de nuestra especie; pero no tengamos tampoco
la flaqueza de considerarnos impotentes.
Nuestra humildad no debe ser conformidad, ni
renunciamiento, ni claudicación, sino grandeza de
nuestra pequeñez que tiene la valentía de sentirse útil
y grande frente a la magnitud del universo. Esa es la
cumbre espiritual del hombre.
Honduras: Estado, visión de nación e Integridad Sergio A. Membreño Cedillo

Honduras: Estado, visión de nación e integridad 73