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Las prótesis para columna vertebral son diseñadas de modo que puedan soportar las cargas que
llevan las vértebras, que varían en función de la columna donde se encuentran. El propósito de
estas es fijar las vértebras cuando se ha hecho necesario su reemplazo, porque presenta daños o
se encuentra completamente colapsada. Se han fabricado con diversos materiales como el acero
inoxidable, el titanio y el plástico.
La fabricación de estas prótesis hace énfasis en sus puntos de concentración de esfuerzo, dando
volúmenes y contornos óptimos a la pieza. Esto se hace para dar una óptima fijación de la prótesis
a las vértebras, y así adaptarlas a las diferentes estructuras óseas de la columna vertebral del
cuerpo humano.
Existe un sin fin de prótesis de discos intervertebrales, pero las podemos clasificar en dos tipos:
Prótesis total de disco y de núcleo pulposo.
Prótesis total de disco: Están hechas de acero inoxidable o titanio, que consta de una pieza que se
fija a la vértebra superior, y otra que lo hace con la vértebra inferior. Esta imita el funcionamiento
de la vértebra.
Prótesis de núcleo pulposo: Se fabrican de diversos materiales de plásticos capaces de, retener
agua y que forman la parte interna. Son como una esponja, capaz de absorber energía (impactos y
fuerzas), y se deforma para dar o permitir flexibilidad en la columna vertebral.
El uso de prótesis en la columna vertebral pudiera generar algún riesgo para el paciente, como
toda intervención quirúrgica, por tener que mover partes importantes en el cuerpo. Esta es una
situación poco frecuente, debido a que la cirugía conlleva una serie de procedimientos.
Padecen de espondilolistesis.
Sufren de osteoporosis.
1. Lecho de reclinación de Dennis Brown Se usa para tratar las escoliosis del
lactante, tanto las de origen congénito como las de origen idiopático. Está
construido en material rígido y translúcido a los rayos X. Tiene forma de media
luna, la parte lateral corresponde a la concavidad de la curva escoliótica que
contacta con una pared de unos 15 cm de altura, con una abertura a nivel del
brazo, para pasarlo a través de ella, que obliga al niño a inclinarse en sentido
contrario a la concavidad de la curva escoliótica
2. Arnés de Kalabis: Es una ortesis que se emplea a partir de los 11 meses, cuando el
niño empieza a incorporarse y camina y que se puede utilizar hasta los 2 años,
cuando se puede cambiar por una ortesis toraco-lumbo-sacra (OTLS) de
polipropileno. Tiene las mismas indicaciones que el lecho de Denis Brown. Está
formado por un arnés que consta de una anilla y dos bandas, construidas en su
parte externa con cuero flexible y forrado en su parte interna con material blando.
La parte que está en contacto con el cuerpo está cubierta con piel de guante muy
suave. La anilla se sitúa alrededor del hombro y existe una banda a nivel de la
cadera, por debajo del ala ilíaca y por encima del trocánter mayor, en el lado de la
concavidad de la curva, y otra en la parte contralateral correspondiente a la
convexidad de la curva, a un nivel situado sobre la parte inferior de la parrilla
costal.
3. Arnés de Moe: Es una variante propuesta por Moe que elimina el efecto de las
fuerzas verticales sobre el cuerpo incorporando una barra metálica rígida, que une
la anilla del hombro y la banda pélvica, con lo que estas fuerzas son absorbidas
por dicha barra.
Se utilizan a partir de los 3 años y pueden usarse hasta el fin del crecimiento óseo. Existen dos
formas básicas de corsés: simétricos y asimétricos. Los corsés simétricos son los que, divididos por
un plano sagital, muestran dos mitades iguales, mientras que los corsés asimétricos son los que,
divididos por un plano sagital, muestran dos mitades desiguales.
Corsés simétricos
Corsé lionés: Este corsé forma parte de un sistema de tratamiento que incluye la realización de
unos yesos previos de corrección, realizados en la mesa de Cotrel en elongación, desrotación de
columna y flexión de caderas. El corsé está formado por una cesta pélvica constituida por dos
valvas y dos placas: una dorsal, una lumbar y un contraapoyo axilar. En ocasiones se coloca una
cincha de equilibración en el lado opuesto al apoyo axilar.
Corsé Olympia: Inspirado en el corsé lionés y en el de Saint Etienne, comprende una cesta pélvica
de plexidur termoconformable, con unas bandas elásticas lumbar y torácica, un apoyo axilar
termoconformado y una contención esternal que controla la cifosis torácica. Todo el conjunto lo
unen dos barras de duraluminio, una anterior y otra posterior.
Corsés asimétricos
Corsé Charleston: Está realizado en politeno de alta densidad y de una sola pieza su mecanismo de
actuación se efectúa a través de la inclinación lateral, en el sentido de la convexidad. Tiene escasas
indicaciones, sólo para escoliosis de escaso valor angular entre 20º-30º y en uso nocturno.
Corsé Spinecor: Está compuesto por dos elementos. El primero es una base pélvica consistente en
unas bandas situadas en la zona perineal y alrededor del muslo, cuya función es servir de anclaje y
soporte a las bandas elásticas del tronco. Cuando la base pélvica es estable puede moverse sin
limitación, anclándose entonces las bandas elásticas correctoras que tienen como misión aplicar
fuerzas dinámicas. El segundo elemento son las bandas laterales elásticas lumbar y torácica
diferentes según la localización, número de curvas y lateralidad de las mismas, con una contención
axilar única o doble o preesternal, que se anclan sobre la base pélvica. La toma de medida se hace
a través de ordenador y no por un molde enyesado y actúa a través del mecanismo de
propiocepción, pues las pacientes tienden a ir en sentido contrario a las bandas elásticas. Su
indicación es para escoliosis dorsales, dobles o dorsolumbares con vértebra límite superior por
debajo de la octava vértebra dorsal, en curvas con un valor angular de 15º-50º, con un Risser 0-2,
y debe utilizarse en períodos de más 20 horas diarias hasta la madurez ósea.
Corsé TriaC: Lo característico de esta ortesis es que está formada por dos piezas separadas, una
dorsal y otra lumbar, que se unen a través de un mecanismo flexible que está colocado en la parte
contraria de la placa de presión de la convexidad de la curva dorsal. Esta parte flexible permite que
el paciente se mueva en flexión, extensión e inclinación lateral del tronco. La almohadilla de
presión torácica, localizada en el ápex de la curva de esta localización, se encuentra por debajo del
hombro y aplica una fuerza en sentido lateral anterior. La almohadilla de presión lumbar está
colocada en la zona pélvica, por debajo de las costillas, actuando sobre los músculos lumbares en
sentido lateral. Existe una tercera fuerza, situada en la cadera, que asegura el equilibrio de la
ortesis respecto al plano horizontal. El mecanismo flexible de unión de ambos elementos, dorsal y
lumbar, determina un patrón único de fuerza. Esta ortesis sirve para cualquier curva, excepto
aquellas que tienen el ápex situado en la duodécima dorsal o en la primera lumbar. En este caso la
almohadilla lumbar debería colocarse en el lugar donde iría el mecanismo flexible de unión y, al no
ser esto posible, no puede utilizarse en este modelo de curvas.
TIPOS DE ORTESIS PARA LA CIFOSIS
Perricone: Es una ortesis bivalva, de cuya parte anterior sale una pletina en duraluminio o
acero que alcanza el manubrio esternal y actúa como contrapresión de la placa situada
sobre el ápex de la curva cifótica.
Maguelone: Es una modificación del Milwaukee, donde cambia la cesta pélvica y las placas
de apoyo, que pueden ser planas o curvas, y el collarín, que se sitúa más bajo y no se
apoya ni en mentón ni occipucio.
Swain: Ortesis bivalva, con una valva posterior que va desde los glúteos hasta situada por
debajo del ápex de la curva, mientras que la valva anterior va de pubis a esternón. Está
fabricada en termoplástico rígido, sobre molde de escayola positivo obtenido del paciente,
con cierres metálicos mediante bisagras, progresivos laterales o posteriores.
Ortesis cervicales
Collarín semirrígido sin apoyos: Está fabricado en polipropileno y formado por dos piezas
regulables en altura con velcro. Consigue una limitación de la flexoextensión. Está indicado
en el dolor cervical acompañado de contractura, en el síndrome del latigazo cervical y tras
usar collarín rígido
Collarín rígido: Es una ortesis que se utiliza para lesiones más graves de la columna
cervical:
• Fusión cervical anterior.
• Discectomía anterior.
• Fractura de la segunda vértebra cervical tipo.
• Cuando existe sospecha de traumatismo cervical en un paciente inconsciente.
• En las fracturas de cuerpo vertebral estables.
• En casos graves de síndrome de latigazo cervical.
• Después de la retirada de un halo de inmovilización.
• En las lesiones estables de los cuerpos vertebrales o del aparato ligamentario que las
rodea.
El collarín rígido consigue un grado de inmovilización muy superior a los anteriores al disponer de
apoyos suplementarios en manubrio esternal, base del mentón, base del occipital y base posterior
del cuello.
Ortesis craneocervicotorácicas
También llamadas minervas, consiguen superar a los anteriores en grado de inmovilización. Las
más conocidas son: la minerva tipo SOMI (Sternal-Occipital-Mandibular-Inmobilizer) y el minerva
de cuatro barras y el collarín de Filadelfi a con estabilizador de tronco. El minerva tipo SOMI es una
ortesis prefabricada disponible en varias tallas, que se adapta individualmente a cada paciente.
Está fabricado en aluminio maleable para adaptarlo al paciente y forrado de material blando en las
zonas que contacta con la piel, con una placa anterior de una forma especial para que pueda
adaptarse a pacientes de distinto sexo y que apoya sobre el esternón, y de la que salen:
• Dos tirantes metálicos que pasan por encima de los hombros y se unen a unas cinchas que a su
vez se anclan en la placa esternal
Halo:
Es una ortesis que consigue una inmovilidad de la columna cervical casi completa. El halo está
indicado en:
• Fracturas tipo I y II de la 2.ª vértebra cervical.
Su uso se prolongará durante 3 meses, que es el tiempo que transcurre hasta la formación del
callo óseo.
Ortesis dorsolumbares
Ortesis sacroilíaca
Consiste en una pequeña faja que rodea la pelvis. Posteriormente presiona sobre el sacro y ambas
zonas glúteas, lateralmente pasa entre las espinas ilíacas anterosuperior y anteroinferior, y
ventralmente presiona sobre la zona suprapúbica. Actúa disminuyendo la movilidad de las
articulaciones sacroilíacas. Está indicada en las sacroileítis dolorosas.
Faja lumbosacra
Actúa sobre el segmento (L1-S1). Existen distintos modelos prefabricados disponibles en varias
tallas. Abarca dorsalmente la región lumbosacra y por la parte anterior el abdomen bajo desde las
últimas costillas flotantes hasta la sínfisis del pubis. El cierre es anterior con sistema autoadhesivo
tipo velcro. En función del material con el que están fabricadas producen un efecto inmovilizador
más o menos intenso.
Faja dorsolumbar
Actúa sobre el segmento D8-L5. Esta faja cubre una zona más amplia de la columna, llegando
hasta los ángulos inferiores de las escápulas posteriormente y cubriendo las últimas costillas
anteriormente; se complementa con dos cinchas que abrazan los dos hombros, continuando por
debajo de las axilas, permitiendo una pequeña fijación de los mismos en extensión, ayudando de
esta forma a controlar el movimiento en la región dorsal alta.
Las ortesis dorsolumbares rígidas están fabricadas en tela o lona reforzadas con materiales más
rígidos, como el plástico o el metal. Limitan la movilidad más que las fajas y existen dos modelos,
los lumbostatos y los corsés.
Lumbostato Knight
Se compone de una estructura rígida posterior y otra flexible anterior o peto que realiza la presión
abdominal. La estructura rígida se compone de:
• Dos barras horizontales situadas una inferior a nivel del sacro y otra superior a nivel dorsal bajo
(2 cm por debajo del ángulo de la escápula).
Las indicaciones más comunes son: en la inmovilización después de laminectomia lumbar y cuando
existe dolor lumbar resistente a las fajas semirrígidas.
Lumbostato Taylor
Esta ortesis es más alta, alcanzando la columna dorsal mediante la prolongación de las dos barras
posteriores del lumbostato Knight y dos cintas que rodean la cara anterior de los hombros y las
axilas. En cambio, no dispone de las barras laterales. Por tanto, esta ortesis consigue limitar la
movilidad de flexoextensión a nivel lumbar y dorsal mientras a movilidad lateral y la rotación están
limitadas.
Lumbostato Knight-Taylor
Este lumbostato es una fusión de los dos anteriores, consiguiendo controlar el movimiento de la
columna dorsal y lumbar. Controla parcialmente la flexión, extensión y flexión lateral. Controla
muy poco la rotación. Está indicado en las fracturas de cuerpos vertebrales lumbares y torácicos
por debajo de D6.
Lumbostato Williams
Se utiliza poco en la práctica clínica. Limita la extensión pero no la flexión mediante las
articulaciones situadas en las barras laterales. Realiza una acción deslordosante mediante la
presión de una cincha abdominal. Está indicado en: espondilolistesis y espondilólisis y en aquellas
circunstancias en las que necesitemos deslosar la columna lumbar. No se debe utilizar nunca en las
fracturas vertebrales.
Son unas ortesis modulares de aparición más reciente que permiten la adaptación de más o
menos elementos dependiendo del grado de inmovilización que se pretenda. Pueden ejercer el
efecto de un lumbostato o una faja dependiendo de los módulos que coloquemos. Están indicados
enfracturas de cuerpos vertebrales.