Está en la página 1de 9

INSTITUTO POLITÉCNICO

NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE INGENIERÍA


QUÍMICA E INDUSTRIAS EXTRACTIVAS

Carrera: Ingeniería Química Industrial

Administración de Sistemas Productivos

Grupo: 5IV83 Turno: Vespertino

Equipo: 11

Actividad 11: Planeación de la calidad

Integrantes:

Acosta Priego Víctor Hugo

Flores Arellano Maricruz

Facilitador: Dr. Julio César Ruíz Martínez

Fecha de entrega: 19/11/2021


Resumen
La planificación de la capacidad es el proceso de
identificar el número de horas que requerirá un
proyecto o una tarea, determinar si el equipo tiene
la capacidad necesaria para completarla o no y,
después, coordinar ese trabajo para lograr la
máxima eficiencia.
Como su propio nombre indica, el proceso puede
dividirse en dos partes: capacidad y planificación.
En primer lugar, tendrás que conocer la capacidad
total de tu equipo, es decir, la cantidad máxima de
trabajo que puede asumir antes de sobrecargarlo.
Una vez que tengas clara esa información, pasa a la fase de planificación. Ahí es
donde deberás priorizar las tareas y programar esas horas para que el trabajo se
complete en el plazo previsto.
Por ejemplo, imagina que a tu equipo se le ha pedido que extraiga datos y elabore
un informe para ayudar al equipo de ventas; tal vez necesiten un montón de datos
de clientes de los últimos dos años.
Revisarías esa solicitud de proyecto, te harías una idea del alcance y asignarías
estimaciones de tiempo para tener una idea básica de cuánto tiempo llevará
completarlo. De principio a fin, crees que requerirá unas ocho horas de trabajo.
Ahora, tienes que averiguar si tu equipo tiene realmente ocho horas disponibles. La
forma más sencilla de hacerlo es pedir a todos los miembros del equipo que
escriban qué hacen en una semana normal, junto con una estimación del tiempo
que dedican a cada actividad en horas por semana. Deberán consultar sus
calendarios, bandejas de entrada del correo electrónico, tickets de Jira, etc., para
asegurarse de que son lo más realistas posible. De ese modo, obtendrás el total de
horas que están trabajando actualmente en una semana.
A partir de ahí, puedes ver dónde hay margen de maniobra para introducir nuevos
proyectos. También identificarás a las personas más adecuadas para asignarlos (en
función de quién tenga más flexibilidad con su carga de trabajo) y establecerás un
plazo más realista para conseguir ese proyecto.
Introducción
La capacidad productiva se puede expresar
a través de la máxima tasa posible de
producción de bienes o de la cantidad
máxima disponible de recursos en un
instante o en una unidad de tiempo, según
los casos. Cuando todos los productos son
muy similares se puede utilizar la primera
definición y, si no, la segunda (cuando los productos son heterogéneos, la cantidad
de los mismos que se puede obtener es función de la composición de su “mezcla” -
mix-, la cual determina asimismo que recurso o recursos constituyen los cuellos de
botella del sistema productivo).

Capacidad es la característica limitante de una unidad productiva para producir


dentro de un periodo de tiempo indicado, expresado normalmente en términos de
unidades producidas por unidad de tiempo. La capacidad está relacionada con la
intensidad con que una instalación está siendo utilizada.

La capacidad de producción, se puede medir de muchas formas según se necesité,


por ejemplo, de una planta siderúrgica en ton/día; la de una fábrica de zapatos en
pares/turno, la de una línea aérea en pasajeros km/año. Pero la de un hospital en
número de camas, la de un taller de reparación de coches en horas-mecánico/día o
la de un local para espectáculos en número de localidades.
Desarrollo
La planificación de la capacidad es el proceso de determinar la capacidad de un
departamento o línea de producción para satisfacer una demanda dentro de un
marco de tiempo específico. El proceso considera todas las necesidades
adicionales necesarias para cumplir la fecha límite, como externalizar mano de obra,
turnos adicionales, inversiones y materiales. En otras palabras, la planificación de
capacidad pesa la oferta y la demanda para determinar si una organización tiene
suficientes recursos para completar pedidos.
La capacidad está relacionada con la intensidad con que una instalación está siendo
utilizada. Por ejemplo, la política puede hacer trabajar la planta cinco días a la
semana con un solo turno por día, para producir un máximo de 1000 unidades por
semana. Sobre esta base la capacidad normal regular podría calificarse de 1000
unidades por semana.
Pero este límite puede ser incrementado a través de tiempo extra, o agregando un
segundo turno, de esta forma distintas políticas respecto a la intensidad con la cual
son utilizadas las instalaciones pueden modificar las capacidades sin realmente
añadir capacidad nueva. De hecho, estas fuentes de capacidad brindan flexibilidad.

En primer lugar, la tendencia emergente de


la demanda se identifica mediante la
previsión de la demanda. Una previsión de
demanda es un informe detallado que
describe las ventas y la demanda
proyectadas en función de los datos
históricos.

Las empresas pueden programar software de predicción para estimar las


tendencias diarias, semanales e incluso mensuales. Luego, se evalúa la
productividad de la empresa, comenzando por establecer la capacidad máxima. La
administración debe tener en cuenta el tiempo de inactividad, el mantenimiento, las
regulaciones y otras restricciones, así como la mano de obra y los turnos de trabajo
al determinar la capacidad del negocio para satisfacer la demanda.

Idealmente, la demanda de una empresa debe coincidir con sus capacidades de


producción, minimizando los costos de inventario y maximizando la eficiencia
operativa. Sin embargo, esto no suele ser factible, ya que los plazos de entrega
pueden fluctuar y retrasar los procesos secuenciales.
Para contrarrestar esta ineficiencia, muchas organizaciones llevan stock de bufer
que mantiene el flujo de trabajo en movimiento durante los tiempos de inactividad.
Dependiendo de la industria, stock de amortiguación puede ser materias primas o
productos terminados que un negocio
almacena en caso de retraso de la
producción. Aunque la planificación
de la capacidad se utiliza a menudo
de manera intercambiable con la
planificación de recursos, tiene en
cuenta todo lo necesario para
completar una tarea, no solo los
materiales. Esto significa que los
empleados, los salarios laborales, el
equipo y otras inversiones se tienen
en cuenta al determinar la capacidad.

Las ventajas de la planificación de la capacidad


La planificación de la capacidad puede requerir cierta práctica, sobre todo si estás
acostumbrado a aceptar con entusiasmo todas las peticiones que te llegan. Pero
adquirir este hábito ofrece numerosas ventajas.
1. Evitar el desgaste del equipo: Esta es una estadística alarmante: el 48 % de
los trabajadores afirma que tienen demasiados plazos irrazonables y mucho
trabajo por hacer. Tiene sentido: si no se sabe cuánto trabajo puede asumir
un equipo, es probable que acabe sobrecargado. Al fin y al cabo, siempre
hay más tareas que hacer. Tomar medidas para conocer a fondo la
capacidad real de tu equipo significa que no les agobiarás con demasiadas
tareas y responsabilidades, y también que podrás ayudarles a gestionar su
tiempo priorizando el trabajo que más impacto tiene.
2. Establecer plazos más realistas: Ya sabrás que los proyectos tienden a
superar los plazos previstos. La culpa la tiene la falacia de la planificación,
que afirma que todos somos unos eternos optimistas que subestiman de
forma escandalosa la duración real de los proyectos. Este sesgo es difícil de
combatir, pero la planificación de la capacidad puede ayudar. Si logras
detalles sobre la disponibilidad directamente de tu equipo, obtendrás un muy
necesario análisis objetivo con el que poder gestionar las expectativas de
plazos según lo que tu equipo es capaz de producir realmente.
3. Identificar la falta de competencias: La planificación de la capacidad consiste
en saber qué trabajo puede realizar el equipo. Esto no solo hace referencia
al tiempo, sino también a las habilidades. Lamentablemente, el 54 % de los
empleados afirma que aún no saben todo lo que deberían para realizar su
actual trabajo.
Al evaluar la capacidad de tu equipo y planificar el trabajo con antelación, es más
fácil detectar si los proyectos requieren habilidades que el equipo no tiene. Puede
que, por ejemplo, esa solicitud del equipo de ventas requiera algunos conocimientos
de big data con los que tu empresa no cuenta.
Tener eso en cuenta con antelación te permite tomar medidas proactivas, como
formar a alguien del equipo, subcontratar una tarea o cambiar el alcance del
proyecto.
Conclusión
Un liderazgo en calidad parte de la base de que los bienes, servicios y procesos satisfacen
a los clientes. La planificación de la calidad es el proceso que asegura que estos bienes,
servicios y procesos cumplan con las expectativas de los clientes.
La planificación de la calidad otorga un enfoque estructurado y participativo en la
planificación de nuevos productos, procesos y servicios. Integra e involucra a todos los
grupos para que asuman un papel significativo en el desarrollo y la entrega, de tal forma
que todos participan en conjunto como un gran equipo y no como una serie de expertos
individuales.
Se considera que un proceso de planificación de la calidad debe contar con las siguientes
etapas:
- Etapa 1: Establecer un objetivo.
- Etapa 2: Tener identificados a los clientes.
- Etapa 3: Establecer las necesidades de los clientes.
- Etapa 4: Elaboración del producto.
- Etapa 5: Llevar a cabo el proceso.
- Etapa 6: El traslado a la operativa diaria.

Es importante recordar todo lo visto con anterioridad ya sea la metodología de las


5’s, la ergonomía, las técnicas de medición entre otros más, ya que todo lo
mencionado permite que la capacidad productiva sea la máxima tasa posible de
producción de bienes o de la cantidad máxima disponible de recursos en un lapso
de tiempo.

Acosta Priego Víctor Hugo


Conclusión
La planeación de la capacidad es muy importante para las empresas ya que siempre
es necesario siempre tener un control en cuanto a todo lo que se necesita para
poder funcionar correctamente, también en cuanto a materias primas y demás cosas
que se necesiten para producir un producto o los espacios y capacidades
necesarias para brindar un servicio, como es el caso de las fábricas, cines, tiendas
de autoservicio entre otros.
Cuando hay un nuevo proyecto sobre la mesa, es fácil caer en esta trampa como la
de primero aceptar los requisitos y la solicitud, y luego piensas en cómo va a hacerlo
el equipo, pero no debería de ser así en la mayoría de los casos ya que muy pocas
veces esta técnica es funcional, para trabajar de forma más inteligente, no más
exigente, utiliza la planificación de la capacidad y trabaja hacia atrás. Empieza por
tener una idea realista de lo que puede hacer tu equipo y, a partir de ahí, planifica
todo el trabajo, ya que con esto se van formando estrategias de trabajo evaluando
todas las oportunidades.
Por último las planeación de la capacidad siempre va a ser un gran referente ya que
como se dijo anteriormente abarca muchas cosas en cualquier ámbito en el que se
le ponga aparte de que siempre será un marguen guía para saber cuántas
ganancias se pueden obtener en un caso optimo, o en el peor de ellos ya que todas
estas dependen de la capacidad de cupo, por ejemplo si se trata de personal, de un
nuevo proyecto los nuevos almacenes, cupo de personas máximo para brindar
servicio, cupo de maquinaria entre otros; es por ello que nunca debe de quedar
desapercibida.

Flores Arellano Maricruz


Referencias
• Chase, R.; Aquilano, N.; Jacobs, R. (2000). Administración de Producción y
Operaciones. Manufactura y Servicios. Bogotá. Ed. McGraw Hill
Interamericana S.A. 8ava. Edición.
• Heizer, J.; Render, B. (2004). Principios de Administración de Operaciones.
México. Ed. Pearson. 5ta. Edición.
• Krajewski, L.; Ritzman, L. (2000). Administración de Operaciones. Estrategia
y Análisis. México. Ed. Prentice Hall. 5ta. Edición.
• Nahmias, S. (2007). Análisis de la Producción y las Operaciones. México D.
F. Mac Graw Hill. Quinta Edición.
• Narasimhan, S.; McLeavey, D.; Billinton, P. (1996). Planeación de la
Producción y Control de Inventarios. México. Ed. Prentice Hall
Hispanoamericana S.A., 2da. Edición.

También podría gustarte