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ECONOMÍA AMBIENTAL

Origen

-Comienzan a hacerse cada vez más patentes los efectos de la industrialización y del
crecimiento económico incontrolados, a través del deterioro progresivo del paisaje o de graves
episodios de contaminación del aire y del agua, con efectos sobre la salud humana y de otras
especies. Debido al crecimiento incontrolado económico.

-El crecimiento acelerado de la población en los países menos industrializados se traduce en


una mayor presión sobre los recursos, lo que conlleva un agravamiento de los niveles de
pobreza, pero también el riesgo de extinción de especies y la desaparición progresiva de
recursos fundamentales para el equilibrio ecológico planetario.

Conceptos básicos en Economía Ambiental

La Economía Ambiental y la Economía de los Recursos Naturales

la economía de los recursos no renovables fue formulada por Gray (1914) y Hotelling (1931).
Los recursos naturales se clasifican tradicionalmente en recursos no renovables y recursos
renovables. Los recursos no renovables están presentes en la naturaleza en cantidades fijas,
de forma que el consumo de los mismos en un período implica que habrá menos disponible para
períodos futuros.
-Estamos ante un recurso no recuperable cuando la utilización (consumo) de una unidad del
recurso implica su completa destrucción, abarcando su regeneración períodos de tiempo muy
amplios desde la perspectiva humana (combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural).
-Los recursos renovables se caracterizan porque su uso produce también el agotamiento o
destrucción de la unidad consumida, una explotación que supere la capacidad de regeneración o
renovación biológica del recurso (sobreexplotación) lo convierte inmediatamente en no
renovable. Uso por Gordon (1904), Las decisiones sobre la cantidad optima es esperar a
extraerla.

El concepto de contaminación desde el punto de vista de la Economía


la perspectiva del equilibrio de materiales es el fundamento del análisis económico. Cuantos
más recursos se detraen del medio ambiente, inexorablemente más residuos retornan a él,
llegando a presionar hasta el límite e incluso a superar la capacidad limitada del medio de
asimilar estos residuos.
la definición económica de contaminación se basa en la existencia de algún daño físico de los
residuos al medio ambiente y de una repercusión en el hombre de ese daño. Si esta
contaminación perjudica al bienestar humano a través de la salud, la pérdida de servicios
recreativos o a través de cualquier otra vía similar, existe contaminación desde el punto de
vista económico. (Antropocéntrica/ciencia social)
Eficiencia económica
el mayor beneficio social posible, entendiendo el beneficio social como utilidad o bienestar. Es
lo que también se denomina eficiencia asignativa u optimalidad paretiana.
Dilema con los bienes públicos, La sociedad obtendría beneficios netos, o ganancias de
eficiencia, si las decisiones sobre el uso de los recursos se adoptasen teniendo en cuenta tanto
los efectos que tienen repercusión directa, vía precios y/o cantidades, en los mercados, como
aquellos que afectando al bienestar social no generan flujos monetarios a corto plazo.

Concepto valor
El precio es sólo aquel valor que se refleja en el mercado pero existen otras categorías de
valor que no pueden observarse por esta vía. Así, por ejemplo, los valores de uso recreativo de
la naturaleza muestran una demanda creciente, una utilidad social evidente, aunque ni esta
valoración ni su posible escasez tienen impacto en el sistema de precios.

COMO VEN EL AMBIENTE LOS ECONOMISTAS


El mito universal del mercado
Los mercados privados sólo son perfectamente eficientes si no hay bienes públicos, ni
externalidades, ni compradores o vendedores monopolísticos, ni rendimientos crecientes a
escala, ni problemas de información, ni costos de transacción, ni impuestos, ni propiedad
común, ni otras "distorsiones" entre los costos pagados por los compradores y los beneficios
recibidos por los vendedores. Esas condiciones son obviamente muy restrictivas.
Los economistas ambientales se interesan en la contaminación y otras externalidades, en las
que algunas consecuencias de producir o consumir un bien o servicio son externas al mercado
(no consideradas por los productores o consumidores). Con una externalidad negativa, como la
contaminación ambiental, el costo social total de la producción puede superar el valor para los
consumidores.

Mito sobre las soluciones del mercado


el papel del gobierno es hacer cumplir los derechos y responsabilidades de la propiedad de los
permisos, de manera que cada unidad de emisiones se corresponda con la propiedad de un
permiso de emisión.
¿Podría la venta de permisos ser monopolizada por un pequeño número de compradores o
vendedores? ¿Surgen los problemas por una información inadecuada o por los importantes
costes de transacción? ¿Le resultará demasiado costoso al gobierno medir las emisiones? Si la
respuesta a cualquiera de estas preguntas es afirmativa, es posible que el mercado de
permisos no funcione de manera óptima. El objetivo ambiental puede aún cumplirse, pero a un
costo más que mínimo.
l comercio de permisos no garantiza que cada lugar cumpla una norma específica. Además, los
daños causados por las concentraciones locales pueden aumentar de forma no lineal. Si es así,
entonces incluso un sistema de permisos que reduzca las emisiones totales podría permitir
intercambios que trasladen esas emisiones a un lugar de alto impacto y así aumentar los daños
totales.

Mito de los precios del mercado


Para tomar otro ejemplo, el valor económico de una parte de la selva amazónica no se limita a
su valor financiero como depósito de futuros productos farmacéuticos o como lugar de
ecoturismo. Ese valor de "uso" puede ser sólo una pequeña parte de la valoración económica
correctamente definida. Durante décadas, los economistas han reconocido la importancia del
valor de "no uso" de los servicios ambientales como las áreas silvestres o las especies en
peligro de extinción. Los economistas insisten en tratar de convertir todos estos valores
dispares en términos monetarios porque se necesita una unidad de medida común para poder
sumarlos. ¿De qué otra manera podemos combinar los beneficios de diez millas adicionales de
visibilidad más alguna cantidad de reducción de la morosidad, y luego comparar estos
beneficios totales con el costo total de la instalación de depuradores para limpiar los gases de
chimenea en las centrales eléctricas de carbón? El dinero, después de todo, es simplemente un
medio de intercambio, una forma conveniente de sumar o comparar bienes y servicios dispares.

Mito de la eficiencia
La razón es que la mejora de la eficiencia ecológica puede determinarse mediante un criterio
similar e inequívoco: el aumento de los beneficios netos totales.
as regulaciones ambientales no son instrumentos eficaces ni eficientes para lograr los
objetivos de redistribución. Los mejores análisis económicos reconocen las contribuciones y
limitaciones de la eficiencia y las medidas de distribución.

Analizar las fallas del mercado, como la contaminación ambiental, en la que la política de
laissez-faire no conduce a la eficiencia social, sino a la ineficiencia.
considerar la viabilidad de las soluciones de mercado debido a su potencial eficacia en función
de los costos, pero los enfoques basados en el mercado para la protección del medio ambiente
no son la panacea. Cuando se evalúan las soluciones de mercado o no de mercado a los
problemas ambientales, los economistas no limitan su análisis a las consideraciones financieras
sino que utilizan el dinero como unidad de medida a falta de una unidad más conveniente. Y
aunque el criterio de eficiencia es, por definición, de naturaleza agregada, el análisis
económico puede revelar mucho sobre la distribución de los beneficios y los costos de la
política ambiental.

ECONOMÍAS DE LA NATURALEZA

Definir los recursos naturales: una cuestión de escala


Por lo general los recursos naturales se clasifican en renovables y no renovables según su tasa de
recuperación. Si ésta es cero, cualquier cantidad que se extraiga del recurso se perderá y de
continuar con la extracción se llegará a un agotamiento total, como puede ser el caso de un
yacimiento de petróleo o gas.
Por ejemplo, el agua meteórica es renovable pero puede agotarse de manera local (en un
acuífero) si la tasa de extracción es mayor que la de su renovación o si las fuentes de
abastecimiento o recarga son cortadas; no obstante, si la extracción permite la recuperación del
líquido, entonces puede aprovecharse en forma sustentable. En contraste, un acuífero con agua
fósil representa un recurso natural no renovable y cada litro extraído no se recuperará en un lapso
relevante para la economía, aunque de hecho el agua fósil formó parte del ciclo hidrológico en un
pasado muy remoto. En el extremo, aun el petróleo es un recurso natural renovable si tomamos
una escala temporal de miles de millones de años

La regla de Hartwick: sustentabilidad fuerte y débil

El desarrollo sustentable puede analizarse desde dos enfoques: como sustentabilidad débil o
fuerte, términos que tienen su origen en una desigualdad matemática de la llamada regla de
Hartwick [Neumayer, 1999].
definió la sustentabilidad como la inversión neta total (int) de cualquier tipo de capital que se
mantuviera igual o mayor que cero a lo largo del tiempo: int ≥ 0, lo que en términos matemáticos
se denomina desigualdad débil. Así, la regla de Hartwick definió la sustentabilidad como la
capacidad de mantener una reserva de capital “no negativa” a lo largo del tiempo, lo que significa
que el capital creado y mantenido puede ser o no natural. Es decir, en teoría, si la creación de
infraestructura o tecnología permite sustituir el capital natural (por ejemplo, minerales o árboles),
manteniendo por lo menos constante la utilidad generada, entonces se cumplirán los principios
del desarrollo sustentable.
el término sustentabilidad fuerte, concepto donde el capital natural se asume como insustituible,
por lo que evita la posibilidad de perder capital natural a expensas del creado por el humano. De
esta manera, no es posible tener una inversión total mayor que cero dedicada sólo al capital
creado, sin capital natural. Aquí se supone que el capital natural y el manufacturado son
complementos, no sustitutos.
futuro, después de la extinción de una especie de ballena, no tendrá el bienestar (o utilidad)
obtenido de fotografiar o acariciar a este mamífero marino. Pero, al mismo tiempo, el hecho de
que este niño nunca conoció a las ballenas no le generará una pérdida de bienestar o utilidad
porque puede disfrutar de un videojuego en tercera dimensión sin percibir un daño por la pérdida
de biodiversidad. En otras palabras, la utilidad de este niño futuro es positiva gracias a la
tecnología (capital creado).

El espejismo de la curva ambiental de Kuznets


La idea errónea de que la degradación ambiental disminuye conforme los países tienen un mayor
ingreso per cápita se basa en la curva ambiental de Kuznets. Ésta, que se representa en forma de U
invertida al graficar ingreso y nivel de degradación ambiental, Por lo tanto, el crecimiento
económico no es la panacea para la calidad ambiental, y lo que importa para alcanzar el desarrollo
sostenible es cómo se da ese crecimiento: la composición de insumos (incluso recursos naturales)
y productos (aun desechos), y la función determinante de las instituciones en las que se realizan
las actividades humanas

Recursos renovables: la extracción sostenible

En este contexto, las extracciones se suman a las pérdidas naturales, pero regresar al nivel de
equilibrio K dependerá de la magnitud tanto de la tasa de extracción como de la de recuperación.
Si esta última es menor a la tasa de extracción, la población no alcanzará K en el periodo en
cuestión y la población disminuirá paulatinamente hasta que se agote si en los siguientes periodos
se extrae cada vez la misma cantidad.
¿Cuál es el tamaño de la población que corresponde a este rendimiento? La respuesta depende de
cada recurso. Por ejemplo, la tasa de recuperación de una población de camarón puede ser de
varios meses; la de algunos peces, de un año; la de árboles, de décadas, y la de un acuífero grande,
de siglos. Es importante notar que la gráfica 1 muestra un mundo sin incertidumbre. La realidad es
mucho más compleja porque las tasas de recuperación e incluso de capacidad de carga de los
recursos naturales varían de acuerdo con las condiciones climáticas y las interacciones ecológicas.

Recursos no renovables: la regla de Hotelling

La tasa de extracción siempre es mayor que la de renovación y, por lo tanto, a una tasa constante
de extracción, el recurso se perderá tarde o temprano. Aquí valdría plantear la siguiente pregunta:
¿hay un más tarde o un más temprano que sea óptimo o sostenible?
Para explicar de otra manera este concepto hay que referirse a la curva inversa de la demanda, en
la que la cantidad demandada determina el precio de un bien. Esta cantidad se refiere a la
extracción del recurso que va disminuyendo la disponibilidad total y, al mismo tiempo, al volverse
cada vez más escaso, su precio aumenta, haciéndolo valioso.

Pg 30
ECONOMIA AMBIENTAL – PEMAR UNIANDES

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