Está en la página 1de 17

Atahualpa

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Para otros usos de este término, véase Atahualpa (desambiguación).
Atahualpa
Ataw Wallpa
Inca del Tahuantinsuyo
Cápac Inca
Retrato de Atahualpa.jpg
Reinado
1532-1533
Predecesor Huáscar
Sucesor Túpac Hualpa (Inca nombrado por los españoles)
Información personal
Nombre secular Ataw Wallpa Francisco Inca Yupanqui
Tratamiento Sapa Inca Yupanqui
Nacimiento Hacia 1497 y 1500
Lugar de nacimiento discutido
Cuzco o Quito
Fallecimiento 26 de julio de 1533
Plaza de Armas de Cajamarca, Cajamarca, Gobernación de Nueva Castilla, Imperio
Español
Familia
Dinastía Hanan Qusqu
Padre Huayna Cápac
Madre Mama Palla Chimpu Tucto Ocllo Coca
Consorte Cuxirimay Ocllo, Mama Ocllo Cori Duchicela, Juana Azurpay, Choquesuyo,
Maxi Coca, Chumbi Carhua, Chuqui Suyo, Nance Coca, Tucto Coca, Mama Usica Catalina,
Añas Colque
Hijos Francisco Tupac Atauchi, Maria Isabella Atahuallpa Yupanqui, Felipe
Atahuallpa Yupanqui, Isabel Atahuallpa, Maria, Yupanqui, Puca Sisa, Huallca Cápac
Inga Rocca Atahuallpa Duchicela, Huallpa Cápac, Aticoc, Maria Azarpay Ninacoro, Ana
Huarpay Coya, Juan Quispi Tupác, Francisco Ninacondor, Diego Llaquita, Maria
Atahuallpa Coca, Beatriz Atahuallpa Coca, Carlos Yupanqui, Isabel Paya Coca
[editar datos en Wikidata]
Atahualpa (puquina: Ata-w wallpa —«El señalado y diligente ó el elegido y animoso»—
1 (Caranqui, Quito o Cuzco, circa 1500 - Cajamarca, 26 de julio de 1533) fue el
último soberano inca (aunque no alcanzó a coronarse oficialmente como tal).

Su padre, Huayna Cápac, murió en torno a 1525 y su sucesor Ninan Cuyuchi el mismo
día. Esto dio lugar a la sangrienta guerra civil incaica por la sucesión entre
Atahualpa y su hermano Huáscar. Atahualpa se hallaba entonces en Quito, al mando
del ejército incaico del Norte y a cargo del gobierno de esa región, que estaba
subyugada al Imperio incaico. Huáscar se coronó inca en Cuzco.2 Tras una larga
campaña, Atahualpa logró vencer a Huáscar en 1532 cerca del Cuzco.3

Atahualpa se hallaba en Cajamarca (Aguas Termales) de camino al Cuzco para


coronarse como nuevo emperador (cuyo nombre sería Ticsi Cápac), cuando recibió la
invitación de Francisco Pizarro para reunirse con él en la Plaza de Armas de
Cajamarca.4 En vez de encontrase con Pizarro, encuentra al sacerdote Valverde, este
le entrega una biblia pero, Atahualpa al no entender nada, arroja la biblia al
suelo y en eso aparecen los españoles listos para atacar. Pizarro captura a
Atahualpa por medio de un ardid.5 Atahualpa ofreció pagar un enorme rescate a
cambio de su libertad y Pizarro aceptó su oferta. Atahualpa ofreció un cuarto lleno
de oro hasta donde llegue su mano. Pero los españoles temieron un ataque indígena y
decidieron traicionar y deshacerse de Atahualpa. Tras recibir el rescate le
acusaron de traición, de conspiración contra la corona española, y de asesinar a
Huáscar.6 Le sometieron a juicio, le sentenciaron a muerte, y le ejecutaron por
estrangulamiento.7
Pese a que Atahualpa no llegó a ser reconocido por la nobleza del Cuzco ni ostentar
la mascapaicha, popularmente se le considera como el último gobernante del
Tahuantinsuyo.

Origen
Nombre
Durante siglos, se creyó que el nombre del último soberano inca provenía de las
voces quechuas Ataguallpa, Atabalipa o Atawallpa, cuyos significados se
construyeron erróneamente por cronistas de la época basándose en la traducción
quechua de la palabra «gallo» o «gallina». Se tienen por ejemplo: «gallo feliz» o
«ave de la fortuna».8

Un estudio lingüístico y etimológico postulado por el historiador y lingüista


peruano Rodolfo Cerrón Palomino, aclara que el nombre proviene de una construcción
del idioma puquina, lengua que fue utilizada por la nobleza inca. Tras una serie de
análisis, el autor asegura que el término proviene de las voces puquina /ata-w
wallpa/ cuyos significados son respectivamente, /ata-w/: ‘señalado, elegido’ y
/wallpa/: ‘diligente, aplicado, animoso’. El término también originó el nombre
quechua para la gallina o el gallo (guallpa), animales que fueron introducidos a
América durante la colonia. Según el estudio de Cerrón, la voz quechua wallpa se
originó como imitación onomatopéyica del nombre del inca mientras este permanecía
preso en Cajamarca. Se basa en el relato de varios cronistas que declararon que
cada noche los gallos iniciaban su cantar y los seguidores del inca preso asumieron
que este se manifestaba a través del ave augurando malos tiempos.9

Nacimiento
Existen dudas sobre el origen de Atahualpa. El desacuerdo se centra principalmente
en su lugar de nacimiento. A continuación se muestran las versiones de algunos
cronistas e historiadores:10

El cronista y soldado Pedro Cieza de León, a partir de sus investigaciones entre


los miembros de la nobleza incaica de Cuzco, afirmó que Atahualpa nació en Cuzco,
hijo de Tuto Palla o Túpac Palla (nombres quechuas), una «india quilaco» o «natural
[de] Quilaco».1112 Este gentilicio podría aludir a alguna etnia de la provincia de
Quito e implicaría que se trataba de una esposa de segunda categoría, perteneciente
a la élite regional. Rechazó enfáticamente que Atahualpa hubiera nacido en Quito o
Caranqui13 y que su madre fuera la señora de Quito, como algunos en su tiempo
afirmaban, ya que cuando nació, Quito era una provincia del Tahuantinsuyo. Por lo
tanto, sus reyes y señores eran los incas.14

Según Juan de Betanzos, Atahualpa nació en Cuzco15 y su madre era una ñusta
(princesa inca) cuzqueña llamaba Palla Coca, del linaje de Ynga Yupangue
(Pachacútec).1617

El cronista indígena Juan de Santa Cruz Pachacuti18 y el español Bernabé Cobo19


también afirmaron que Atahualpa nació en Cuzco. Según ellos su madre se llamaba
Tocto Ocllo19 o Tocto Ocllo Coca.18

Inca Garcilaso de la Vega20 y otros cronistas como Pedro Pizarro, Agustín de


Zárate, Pedro Gutiérrez de Santa Clara y Francisco López de Gómara afirmaron que la
madre de Atahualpa era una princesa del Reino de Quito e implican que Atahualpa
nació en Quito. Pero existen dudas sobre la existencia del Reino de Quito, y
ninguno de estos cronistas menciona el nombre de la princesa.21

En el siglo xviii el sacerdote Juan de Velasco, usando como fuente una supuesta
obra de Marcos de Niza (que nunca ha sido encontrada), recopiló información sobre
la existencia del Reino de Quito, formado por la etnia de los shyris o scyris, que
habría desaparecido al ser conquistado por los incas.22 Esa obra incluye una lista
de los reyes de Quito, el último de los cuales, Cacha Duchicela, habría sido el
curaca (cacique inca) derrotado y muerto por el inca Huayna Cápac. Según esta
versión, Paccha, la hija de Cacha Duchicela, se habría desposado con Huayna Cápac,
y de esa unión habría nacido Atahualpa como hijo legítimo.23 Varios historiadores,
como el peruano Raúl Porras Barrenechea y el ecuatoriano Jacinto Jijón y Caamaño,
han rechazado esta versión por carecer de fundamento histórico y arqueológico.22

La mayoría de los historiadores peruanos sostiene que, según las crónicas más
confiables (Cieza, Sarmiento, Betanzos, que tomaron sus informes de primera mano),
Atahualpa nació en Cuzco y su madre fue una princesa de linaje inca.24 Estos
historiadores consideran que el bando de Huáscar inventó la versión del origen
quiteño de Atahualpa para mostrarlo ante los españoles como un usurpador y
bastardo. También creen que muchos cronistas interpretaron la división del imperio
entre los dos hijos de Huayna Cápac (Huáscar, el primogénito y heredero legítimo; y
Atahualpa, el bastardo y usurpador) de acuerdo con su concepción europea u
occidental de las costumbres políticas de los incas. Según Rostworowski esto es
erróneo porque el derecho al trono inca no dependía exclusivamente de la
primogenitura ni de la línea paterna (el hijo de la hermana del Inca podía también
ser heredero), sino que influían también consideraciones prácticas como la
capacidad para el mando.25

Los historiadores ecuatorianos tienen opiniones enfrentadas:

Según Hugo Burgos Guevara, el hecho de que Túpac Yupanqui naciera en Vilcashuamán y
su hijo Huayna Cápac en Tomebamba parece indicar que Atahualpa pudo haber nacido en
Quito, como parte de una política expansionista del imperio y como una manera de
reforzar una conquista de índole político-religiosa.26
Otros historiadores ecuatorianos, como Enrique Ayala Mora,27 consideran más
probable que Atahualpa naciera en Carangue o Caranqui, en la actual provincia de
Imbabura, cantón Ibarra (Ecuador). Basan esta idea en las crónicas de Fernando de
Montesinos28 y Pedro Cieza de León (aunque este último menciona dicha versión para
refutarla, a favor de la de Cuzco).
Tamara Estupiñan Viteri, historiadora que ha publicado numerosos trabajos respecto
a Atahualpa y su círculo cercano en aquel tiempo, sostiene que nació en Cuzco. 2930
La siguiente tabla resume las versiones de varios cronistas e historiadores:

Cronista o historiador Origen de Atahualpa Resumen de su versión Datos sobre


fiabilidad
Juan de Betanzos31 Cuzqueño Atahualpa nació en Cuzco mientras su padre se
hallaba en campaña en el Contisuyo. Su madre era la ñusta Palla Coca. Symbol
support vote.svg Dominaba el idioma quechua y se casó con Cuxirimay Ocllo o
Angelina Yupanqui, la prima y prometida de Atahualpa.32
Pedro Cieza de León14 Cuzqueño Atahualpa nació en Cuzco, al igual que Huáscar.
Según la versión más difundida que escuchó su madre era una india quilaco. Symbol
support vote.svg Se basa en testimonios orales de nobles incas. Ha sido llamado el
«príncipe de los cronistas españoles».
Francisco López de Gómara33 Quiteño La madre de Atahualpa era quiteña. Symbol
oppose vote.svg Nunca estuvo en el Perú y solo reproduce información de otros
cronistas.34
Pedro Sarmiento de Gamboa35 Cuzqueño La madre de Atahualpa fue Tocto Coca del
linaje Hatun Ayllu. Symbol support vote.svg Consultó personalmente a los nobles
cuzqueños, con los que Atahualpa tenía buena relación.10
Inca Garcilaso de la Vega20 Quiteño La madre de Atahualpa era la princesa
heredera del Reino de Quito, y Atahualpa nació allí. Symbol oppose vote.svg La
exactitud histórica de su obra está cuestionada.36
Felipe Guamán Poma de Ayala37 ? Atahualpa era un auquicona (príncipe) bastardo
y su madre era de la etnia chachapoyas (norte del actual Perú). Symbol oppose
vote.svg La información de su obra suele ser confusa y contradictoria.
Juan de Santa Cruz Pachacuti18 Cuzqueño La madre de Atahualpa era la ñusta
Tocto Ocllo Coca. Atahualpa nació en Cuzco antes de que Huayna Cápac viajara al
norte. Symbol support vote.svg Cronista indígena conocedor del idioma quechua.
Bernabé Cobo19 Cuzqueño Atahualpa nació en Cuzco y su madre era la ñusta
Tocto Coca. Symbol oppose vote.svg Escribió en el siglo xvii recopilando la
información que a su juicio era más confiable.
Agustín de Zárate38 ? La madre de Atahualpa era quiteña. No implica que
Atahualpa concluyentemente naciera en Quito. Symbol oppose vote.svg Su
información es escueta.
Miguel Cabello Balboa39 Cuzqueño Cuando Huayna Cápac hizo su último viaje de
Cuzco a Quito llevó consigo a Atahualpa, debido a que la madre de este había
muerto. Esto implicaría que Atahualpa nació en Cuzco. Symbol support vote.svg Es
una fuente independiente que concuerda con la de los cronistas más confiables.
Juan de Velasco40 Quiteño La madre de Atahualpa era Paccha, princesa shyri del
Reino de Quito, que habría sido una de las cuatro esposas legítimas de Huayna
Cápac. Symbol oppose vote.svg Historiadores como Raúl Porras Barrenechea y
Jacinto Jijón y Caamaño han refutado esta versión por carecer de base histórica.
Además es un autor muy tardío (siglo xviii).22
Infancia y juventud
Atahualpa pasó su infancia con su padre en Cuzco. Al comenzar su adolescencia pasó
por el warachikuy, un rito de iniciación que marca el paso a la edad adulta.24

Cuando tenía trece años se produjo en el norte del imperio una rebelión de dos
pueblos de esa región, los caranquis y los cayambis. Junto con su padre y su
hermano Ninan Cuyuchi marchó al frente del ejército incaico hacia las provincias
del norte (región de Quito). Quedaron en Cuzco cuatro gobernadores, entre ellos
Huáscar.41

Atahualpa se quedó en Quito con su padre más de diez años, ayudándole a sofocar las
rebeliones y a conquistar nuevas tierras.42 Para ello contó con el apoyo de hábiles
generales incas, como Chalcuchímac y Quizquiz. Durante este período aprendió las
tareas del gobierno y ganó prestigio por el valor que desplegaba en las acciones
bélicas.24

Los cronistas describen a Atahualpa como alguien de «vivos razonamientos y con


mucha autoridad».4344

Guerra civil incaica

Grabado adornado que ilustra un retrato de Atahualpa.


Artículo principal: Guerra civil incaica
Precedentes
En torno a 1525 Huayna Cápac murió en Quito de una enfermedad desconocida,
posiblemente la viruela.45 La misma enfermedad mató en Tomebamba a Ninan Cuyuchi,
que había sido designado heredero del imperio. La epidemia llegó a Cuzco y mató a
dos de sus cuatro gobernadores. Huáscar sobrevivió, se convirtió en el preferido de
los cuzqueños para asumir el gobierno y fue entronizado.46

Atahualpa permaneció en el norte del imperio, subordinado al gobierno de Cuzco.


Pidió a su hermano Huáscar que le nombrara incap rantin (gobernador) de Quito, y
este se lo concedió entre 1527 y 1528. Huáscar le encargó el mando de una campaña
militar para someter a los pueblos huancavilca y puná, que se negaban a pagar
tributos.47

Huáscar fue víctima en Cuzco de un golpe de estado fallido.47 Acusó infundadamente


de sedición a los nobles que habían llevado a Cuzco la momia de Huayna Cápac, les
torturó y les mató.48 Esto le atrajo la enemistad de la panaca (grupo
aristocrático) Hanan Cuzco, de la que eran miembros los nobles ejecutados. Huáscar
quiso entonces pasarse al bando de los Hurin Cuzco, rivales de los Hanan Cuzco.49
Preocupado por la estrecha relación de Atahualpa con el poderoso ejército norteño,
Huáscar le ordenó regresar a Cuzco. Los generales norteños temieron que Huáscar
quisiera ejecutarle y le convencieron de que no acudiera. Atahualpa envió a Huáscar
emisarios con obsequios como muestra de buena fe, pero este tomó los obsequios como
una afrenta. Torturó a los emisarios y les envió de regreso con regalos infamantes
(vestidos y joyas de mujer). Atahualpa se enojó ante la ofensa y marchó hacia Cuzco
con las veteranas legiones quiteñas al mando de Quizquiz y Chalcuchímac. Huáscar
envió a su propio ejército al norte, iniciándose así la guerra civil inca.50

Atahualpa contó con el apoyo del ejército incaico del norte, formado por soldados
quiteños y comandado por los generales Quizquiz y Chalcuchímac.51 También le
apoyaron varios pueblos del norte del imperio incaico (pastos, carangues y
cayambis), deseosos de vengarse de las masacres cometidas por los cuzqueños años
antes durante la guerra de conquista incaica.48 Huáscar contaba con el ejército
incaico de Cuzco y sus aliados del sur del imperio, y sus fuerzas eran más
numerosas. Sin embargo, debido a las intrigas de los nobles cuzqueños descontentos
con Huáscar, varios jefes que apoyaban a Huáscar se cambiaron de bando durante la
guerra, equilibrando así las fuerzas.51

La guerra
Los cronistas mencionan hasta quince batallas, pero sus versiones son diversas y
contradictorias.52

Según el cronista Pedro Pizarro, Huáscar envió al norte un ejército que sorprendió
a Atahualpa en Tomebamba y le derrotó. Atahualpa fue capturado y encerrado en un
tambo (albergue quechua) pero logró fugarse. Posteriormente, el propio Atahualpa
difundió la leyenda de que su padre, el Sol, le ayudó a huir convirtiéndole en
serpiente, lo que le permitió escaparse por un pequeño agujero. Durante su
cautiverio perdió una oreja. Desde entonces llevaba una manta sobre la cabeza atada
al mentón para ocultar la mutilación. Según el cronista Miguel Cabello Valboa es
inverosímil que Atahualpa fuera capturado ya que los seguidores de Huáscar le
habrían ejecutado de inmediato.50

Atahualpa regresó a Quito y reunió un gran ejército. Atacó enseguida Tomebamba,


derrotó a sus defensores y arrasó la ciudad y las tierras circundantes de los
Cañari. Llegó a Tumbes, desde donde planeó el asalto de la isla Puná en balsas de
guerra. Durante la operación naval resultó herido en una pierna y regresó a tierra
firme. Aprovechando su retirada los punaneños (habitantes de Puná) atacaron Tumbes.
Dejaron la ciudad arrasada, y así fue como la encontraron los españoles a
principios de 1532.53

Retrato de Atahualpa.
Desde Cuzco el ejército de Huáscar, al mando del general Atoc, atacó y derrotó a
Atahualpa en la batalla de Chillopampa. Pero los generales de Atahualpa
reaccionaron rápidamente. Reunieron a sus tropas dispersas, contraatacaron y
vencieron a Atoc de forma contundente en Mullihambato. Capturaron a Atoc, le
torturaron y le ejecutaron.54

Las fuerzas de Atahualpa siguieron obteniendo victorias gracias a la habilidad


estratégica de Quizquiz y Chalcuchímac. Atahualpa empezó un lento avance hacia
Cuzco, y estando en Marcahuamachuco, envió un emisario a consultar el oráculo de la
huaca (deidad) Catequil, que le vaticinó que tendría un mal fin. Furioso por la
profecía, fue personalmente al santuario, mató al sacerdote y ordenó destruir el
templo.55 Recibió entonces las primeras noticias de la presencia en el imperio de
la expedición de Pizarro.56

Huáscar nombró como nuevo general de su ejército a Huanca Auqui, que fue derrotado
por Quizquiz y Chalcuchímac en Cusipampa, Cochahuaila, Bombón, y Yanamarca (valle
del Mantaro). Huáscar nombró entonces como nuevo general a Mayta Yupanqui, pero su
situación adversa no revirtió.52

Ante el avance de Atahualpa, Huáscar decidió salir de Cuzco para conducir a sus
tropas personalmente. Contaba con las fuerzas aliadas del Contisuyo y Collasuyo.
Las batallas finales se libraron en los alrededores de Huanacopampa o Cotabamba,
cerca del Cuzco. Huáscar fue derrotado, capturado, y tratado de manera cruel. Las
tropas de Quizquiz y Chalcuchímac tomaron Cuzco. Los miembros de la familia de
Huáscar y de otras panacas cuzqueñas fueron torturados y ejecutados.57

Captura
La embajada española
Artículo principal: Entrevista de Pultumarca

Entrada a las fuentes termales de los Baños del Inca.


Mientras sus generales marchaban hacia Cuzco, Atahualpa se dirigió a Cajamarca.
Según Pedro Cieza de León tomó esa decisión al enterarse de la presencia de la
expedición de Pizarro en Tumbes y Piura, y una vez allí invitó a Pizarro a
encontrarse con él.58

Pizarro aceptó la invitación y llegó a Cajamarca el 15 de noviembre de 1532 al


mando de dos escuadrones de caballería y dos de infantería. Atahualpa se hallaba en
Pultumarca (actual Baños del Inca), a media legua de la ciudad, con sus tropas
acampadas. Pizarro envió a Hernando de Soto con veinte jinetes y el intérprete
Felipillo para avisar de que estaba en Cajamarca. Cuando Pizarro consiguió ver a lo
lejos el inmenso campamento inca temió que sus hombres sufrieran una emboscada y
envió a su hermano Hernando Pizarro con otros veinte jinetes y un intérprete
indígena.59

Soto y Hernando Pizarro llegaron ante el palacete del inca y requirieron su


presencia. Atahualpa les recibió y prometió ir a Cajamarca al día siguiente.60

Masacre y captura en Cajamarca


Artículo principal: Captura de Atahualpa

Óleo de Juan B. Lepiani que representa la captura de Atahualpa en Cajamarca.


Al día siguiente los españoles tramaron una celada para capturar al inca utilizando
el factor sorpresa. Pizarro, que conocía otros episodios de la conquista española
de América, sabía lo importante que era la captura del caudillo indígena para
allanar el camino del triunfo.61

Los españoles esperaron la llegada de Atahualpa escondidos en los principales


edificios de la plaza cajamarquina. Sobre una pequeña torre que dominaba la plaza
se apostó Pedro de Candía con ocho o nueve arcabuceros y un falconete o pequeño
cañón.62

El plan de Atahualpa era capturar a los españoles. Confiando en la abrumadora


superioridad de su ejército no creyó que fuera necesario luchar con armas, pensó
que mostrar su poder sería suficiente para que los españoles se rindieran.

Atahualpa llegó a la plaza de Cajamarca sobre una litera cargada por sus
servidores, acompañado por un séquito de entre 6000 y 7000 personas63 que incluía
bailarines, nobles y guardias. Encontró la plaza vacía y uno de sus capitanes le
dijo que los españoles se habían escondido en los galpones porque estaban
asustados.64

El fraile Vicente de Valverde, acompañado por el soldado Hernando de Aldana y un


intérprete, se dirigió a Atahualpa. Valverde, con un breviario abierto en la mano,
inició una ceremonia de Requerimiento, pidiendo al inca que aceptara el
cristianismo como religión verdadera y se sometiera a la autoridad del rey Carlos I
de España y del papa Clemente VII.65 Atahualpa pidió al fraile que le entregara el
breviario, lo examinó y lo arrojó al suelo, mostrando desprecio. Luego dijo a
Valverde que los españoles debían pagar todo lo que habían robado de su imperio. El
fraile, asustado, se alejó corriendo, seguido de Aldana y del intérprete, al tiempo
que gritaba a Pizarro: «¡Qué hace vuestra merced, que Atahualpa está hecho un
Lucifer!»66

Pintura que representa a Pizarro capturando a Atahualpa y salvándole de morir a


manos de un soldado español.
Pizarro dio entonces la señal de ataque. Los soldados de la torre dispararon el
falconete y los arcabuces. La caballería atacó a los sorprendidos incas.67 Los
caballos causaron pánico a los indígenas, que intentaron huir de la plaza. En su
huida formaron pirámides humanas para llegar a lo alto del muro que rodeaba la
plaza y muchos muriendo asfixiados por la aglomeración. Finalmente el muro se
derrumbó debido a la enorme presión y los sobrevivientes huyeron por la campiña.
Los jinetes españoles les persiguieron y mataron a todos los que pudieron.68

Mientras los soldados mataban a los indígenas, el inca seguía sobre la litera
cargada por sus sirvientes. Cuando unos morían, otros se apresuraban a
reemplazarlos. Un soldado español intentó herir al inca de un cuchillazo, pero
Pizarro se interpuso (lastimándose la mano al hacerlo) y ordenó que «nadie hiera al
indio so pena de la vida...» Por fin cayó la litera y el inca fue capturado por el
español Andrés Contero y llevado preso.69

El cronista Francisco de Jerez calcula que los españoles masacraron a unos 2000
nativos en Cajamarca, que no se defendieron.70 Entre las víctimas se hallaban el
señor de Chincha (que acompañaba a Atahualpa en calidad de potentado del imperio) y
varios capitanes y nobles incaicos.71

Prisión
Estando prisionero en un edificio de Cajamarca, Atahualpa se mostraba desenvuelto,
alegre y conversador con los españoles. Sus captores le permitieron tener
comodidades y ser atendido por sus servidores y sus mujeres. Le dejaron también que
continuara administrando su imperio. Muchos curacas acudían a la prisión a tener
audiencia con él.72

Atahualpa cenaba todas las noches con Francisco Pizarro y conversaba con él a
través de un intérprete. Hizo amistad con Hernando Pizarro. Demostraba tener una
inteligencia superior; hacía preguntas que admiraban a los españoles y hablaba con
agudeza. Aprendió un poco de español. El cronista Pedro Cieza de León afirma que
también aprendió a jugar al ajedrez,44 aunque Felipe Guamán Poma de Ayala dice que
se trataba de la taptana, un juego de mesa inca.73

En una de esas conversaciones Francisco Pizarro se enteró de que los seguidores de


Atahualpa tenían a Huáscar prisionero cerca del Cuzco. Pizarro hizo prometer a
Atahualpa que no mataría a su hermano y le pidió que lo hiciera llevar a Cajamarca.
Atahualpa ordenó que le llevaran a Huáscar, pero este fue asesinado durante el
trayecto por sus propios custodios. Se cree que Atahualpa ordenó su muerte porque
temía que se entendiese con los españoles, pero él negó siempre haber sido el
responsable del crimen y lo achacó a sus capitanes.74

Rescate

El Cuarto del Rescate (Cajamarca), habitación donde supuestamente estuvo prisionero


Atahualpa.
Atahualpa se dio cuenta de que los metales preciosos tenían un gran valor para los
españoles y les ofreció una gran cantidad de oro y plata a cambio de su libertad:
ofreció llenar con piezas de oro la sala donde se hallaba, hasta donde alcanzara su
mano alzada; y dos veces la misma sala, con objetos de plata. La sala, conocida
ahora como el Cuarto del Rescate, medía 22 pies de largo y 17 de ancho, según el
cronista Francisco de Jerez. Atahualpa prometió reunir el rescate en un plazo de
dos meses. Pizarro aceptó y plasmó la promesa por escrito en un acta ante
escribano.75

Atahualpa mandó la orden a todo el imperio inca de que enviasen la mayor cantidad
posible de oro y plata a Cajamarca. En los días siguientes fueron llegando los
primeros cargamentos. Dos contingentes de españoles fueron a Pachacámac y al Cuzco
para acelerar el acarreo.76

En mayo de 1533, antes de que se llenaran las habitaciones, los españoles empezaron
a fundir las piezas de oro y plata, a excepción del trono del inca, que quedó en
poder de Francisco Pizarro.77 El 17 de junio, terminada la fundición, Pizarro
ordenó y presidió el reparto del botín.78 La suma total era de 1 326 539 pesos de
oro y 51 610 marcos de plata. Cada uno de los españoles de Cajamarca, desde los
capitanes hasta los soldados de a pie, recibió una fortuna.77

Proceso

El Rescate de Atahualpa, pintura de Carlos Baca-Flor que representa la negociación


del rescate de Atahualpa. El inca indica la cantidad de oro y plata «hasta donde
alcanza su mano».
Todo indica que Pizarro nunca tuvo en sus planes dejar en libertad al inca. La
situación de los españoles era angustiosa, pues temían un ataque indígena. Por
entonces llegó a Cajamarca el socio de Pizarro, Diego de Almagro, al frente de una
hueste de 150 españoles. Al descubrir que no recibiría nada del rescate, Almagro
presionó para eliminar al inca y continuar la marcha hacia el sur en búsqueda de
nuevas fuentes de riqueza. La mayoría de los españoles estaban de acuerdo con
Almagro, pero dos capitanes, Hernando Pizarro y Hernando de Soto, defendieron la
vida de Atahualpa. Francisco Pizarro alejó a ambos para poder deshacerse de
Atahualpa sin obstáculos. Envió a su hermano Hernando a entregar el Quinto Real (un
tributo) a España. A Hernando de Soto lo envió a Huamachuco al mando de un
contingente con la misión de someter a los indios que hallara en pie de guerra.
Tras la marcha de ambos capitanes Pizarro abrió un proceso al inca para tener una
justificación para matarle.79

Atahualpa fue juzgado por un consejo de guerra presidido por el propio Pizarro.
Probablemente los otros integrantes fueron el escribano Pedro Sancho de la Hoz, el
tesorero Alonso de Riquelme, el alcalde mayor Juan de Porras, el fraile Vicente de
Valverde, y algunos capitanes. También estuvieron presentes un fiscal, un defensor
del reo y diez testigos. El juicio fue sumario: se inició el 25 de julio y terminó
al amanecer del día siguiente.80 Se sospecha que las respuestas de Atahualpa y las
declaraciones de los testigos fueron amañadas y modificadas por el intérprete, que
odiaba al inca.8182

Según Garcilaso de la Vega, las preguntas que se formularon durante el proceso


fueron las siguientes:82
¿Qué mujeres tuvo Huayna Cápac?
¿Era Huáscar hijo legítimo y Atahualpa bastardo? ¿Tuvo Huayna Cápac otros hijos
aparte de los citados? ¿Cómo llegó Atahualpa a adueñarse del Imperio? ¿Fue Huáscar
declarado heredero de su padre o este le destituyó? ¿Cuándo y cómo tuvo lugar la
muerte de Huáscar? ¿Atahualpa forzaba a sus súbditos a sacrificar a sus dioses
mujeres y niños? ¿Fueron justas las guerras que promovió y en las que murió mucha
gente? ¿Derrochó las riquezas del Imperio? ¿Favoreció a sus parientes en estos
derroches?

Hallándose preso, ¿dio órdenes para que se diese muerte a los españoles?
Atahualpa fue hallado culpable de idolatría, herejía, regicidio, fratricidio,
traición, poligamia e incesto; y fue condenado a morir quemado en la hoguera. La
sentencia se dio al terminar el juicio y su ejecución se programó para ese mismo
día. Atahualpa, que no entendía de qué lo acusaban, solicitó hablar en privado con
Pizarro, pero este se negó.83

El historiador José Antonio del Busto considera que Pizarro se vio presionado por
las circunstancias para firmar la sentencia de muerte y cita el testimonio del
cronista Pedro Pizarro (sobrino y paje del conquistador), que en su crónica dice:
«yo vi llorar al marqués [Francisco Pizarro] de pesar de no poderle dar la vida.»81

Muerte

Ejecución de Atahualpa, según grabado del siglo xix.


En la noche del 26 de julio de 1533, Atahualpa fue llevado al centro de la plaza de
Cajamarca. Rodeado por los soldados españoles y el cura Valverde, le ataron a un
tronco clavado en el medio de la plaza y arrimaron leños a sus pies. Un español se
acercó con una tea encendida.84 Atahualpa, al ver que lo iban a quemar, se alarmó,
pues según la religión incaica, su cuerpo debía ser embalsamado para lograr su
resurrección en el otro mundo, lo cual no sería posible si era consumido por las
llamas.85 Dialogó entonces con Valverde, que le ofreció como alternativa ser
bautizado como cristiano y luego ahorcado en el garrote vil; de esa manera su
cuerpo podría ser enterrado. Atahualpa aceptó y allí mismo le bautizaron con el
nombre cristiano de Francisco. A continuación le estrangularon.8687

Exequias

Los funerales de Atahualpa, pintura de Luis Montero que representa a Atahualpa


muerto.
Al día siguiente el cuerpo de Atahualpa fue retirado de la picota y llevado con
gran ceremonial a la iglesia para rezarle los oficios de difuntos y darle sepultura
cristiana.88

El cadáver fue depositado en un catafalco delante del altar mayor y los religiosos
españoles (entre ellos Valverde) cantaron las preces del rito. En la iglesia se
hallaban todos los españoles, incluido el gobernador Pizarro, que estaba vestido de
luto por tratarse del funeral de un rey. Todos rezaron ante el muerto. Según el
cronista-soldado Miguel de Estete, durante la ceremonia un grupo de mujeres formado
por hermanas, esposas y criadas de Atahualpa, entraron en la iglesia y se
ofrecieron a enterrarse vivas con el monarca muerto, ya que esa era la costumbre en
el funeral de un inca. Los españoles respondieron que Atahualpa había muerto como
cristiano y que esa costumbre era contraria a las doctrinas de la cristiandad. Pero
las mujeres no se conformaron. Se mordieron las muñecas, se desgarraron los pechos,
y finalmente se ahorcaron con sus cabellos. Pizarro salió de la iglesia para poner
orden y evitar que se produjeran más suicidios.89

Atahualpa fue enterrado en la iglesia de Cajamarca, pero unos días después su


cadáver desapareció. Probablemente sus súbditos se llevaron el cuerpo para
momificarlo y enterrarlo. Según la creencia popular, al conservarse su momia se
mantiene la esperanza de su retorno.85En este sentido, según la historiadora
ecuatoriana Tamara Estupiñan, los restos momificados fueron trasladados por
Rumiñahui a Ecuador. En específico se ha descubierto un sitio ceremonial en
Cotopaxi, denominado Malqui Machay, conocida como la última morada de Atahualpa.

Tras su muerte
Tras la muerte de Atahualpa muchas etnias huascaristas que hasta entonces habían
estado dominadas por el imperio inca se sublevaron e intentaron recuperar su
independencia.90 Los incas partidarios de Huáscar, encabezados por Manco Inca (otro
de los hijos de Huayna Cápac), se unieron a los españoles para derrotar a
Chalcuchímac, Quizquiz y los demás partidarios de Atahualpa.91

Descendencia

Estatua de Atahualpa en el Palacio Real de Madrid.


Según documentos de la época colonial, Atahualpa tuvo numerosos hijos, tanto de sus
esposas como de sus concubinas, pero solo se ha podido identificar a algunos.92

El cronista Juan de Velasco afirma que su primera mujer fue Mama Cori Duchicela,
que era su hermana hija de su padre Huayna Cápac y de la princesa Paccha Duchicela,
con la que tuvo a su primogénito Huallca Cápac.93 Huallca Cápac sucedió a su padre
en el trono de Quitu siendo un niño. El general inca Rumiñahui usurpó el trono y
mató a algunos hijos de Atahualpa.94 Pero el hijo de Huallca Capac, Cacha Duchicela
Atabalipa regresaría a Quitu y se volvería XIX Sinshi Del Reino De Quitu.

Varias de las mujeres de Atahualpa y once de sus hijos se refugiaron en la región


de los Yumbos, al oeste de Quito, donde los descubrió Sebastián de Belalcázar, el
conquistador de Quito, que los tomó bajo su protección. Según el historiador
Federico González Suárez, Diego de Almagro rescató a tres hijos varones de
Atahualpa a manos del curaca de Chillo.

Pizarro prometió a Atahualpa que velaría por sus hijos, que aún eran niños. En
cumplimiento de esa promesa hizo que un grupo de ellos fuera acogido en el convento
de Santo Domingo del Cuzco y otro en el convento de San Francisco de Quito. Tres de
los que estuvieron en el convento cuzqueño fueron Diego Ilaquita, Francisco
Ninancoro y Juan Quispe Túpac; tres de los que estuvieron en el convento quiteño
fueron Carlos, Felipe y Francisco Túpac Atauchi. Dos hijas, María e Isabel,
acompañaron a sus hermanos en Cuzco, pero fuera del convento.92

En abril de 1555 Diego Ilaquita, Francisco Ninancoro y Juan Quispi Túpac se


presentaron ante la Real Audiencia de Lima, afirmaron ser hijos de Atahualpa y de
las ñustas Chuqui Suyo (Chuquesuyo), Chumbi Carhua (Chumbicarua) y Nance Coca
(Nançe Cuca) respectivamente, y solicitaron que se les reconociera esta
filiación.95 Lograron el reconocimiento de su legitimidad gracias a la
intermediación de fray Domingo de Santo Tomás, que viajó hasta la corte para
informar al rey. El virrey Andrés Hurtado de Mendoza estableció dos pensiones de
600 pesos para Diego Ilaquita y Francisco Ninancoro, Juan Quispe Túpac había
fallecido. Los frailes franciscanos de Quito también lograron rentas a cuenta de
las cajas reales para Carlos y Francisco Túpac Atauchi. No se sabe qué ocurrió con
Felipe.92

Francisco Túpac Atauchi llegó a ser un hombre rico, poseedor de muchas propiedades
en la región de Quito. Tuvo dos hijos: Juana y Carlos. Carlos viajó a Madrid para
intentar mejorar su fortuna por favor del rey, pero llevó una vida disipada y
falleció en 1589 en una cárcel pública a la que había ido a parar debido a sus
deudas.92

El cronista Martín de Murúa cuenta que una de las hijas de Atahualpa, quizá María,
se casó con el español Blas Gómez.9592

Mito de su retorno

Dibujo de Felipe Guamán Poma de Ayala que representa la muerte de Atahualpa según
una versión indígena que afirmaba que el inca había sido decapitado y
descuartizado. Esta versión fue adoptada por el mito del Inkarri.
Entre algunos pueblos indígenas del Perú y los huilliches del sur de Chile se cree
que Atahualpa retornará un día para gobernarlos con justicia y darles bienestar.96
En el Perú esta creencia se conoce como el mito del Inkarri y en Chile como el mito
del rey inca Atahualpa. Según este mito el inca fue descuartizado y su cabeza
enterrada en Cuzco, pero sus cabellos siguen creciendo en la dirección de los demás
miembros y un día el cuerpo volverá a integrarse y Atahualpa regresará para
restaurar el orden del mundo andino quebrado por la invasión española. Es una
especie de mesianismo andino, influenciado por el cristianismo.97

[ocultar]Ancestros de Atahualpa

16. Huiracocha Inca

8. Pachacútec

17. Mama Runtu

4. Túpac Yupanqui
18. Huiracocha Inca

9. Mama Anahuarque

19. Mama Runtu

2. Huayna Cápac

20. Huiracocha Inca


10. Pachacútec

21. Mama Runtu

5. Mama Ocllo II

22. Huiracocha Inca

11. Mama Anahuarque

23. Mama Runtu


1. Atahualpa Inca Yupanqui

24. Huiracocha Inca

12. Pachacútec

25. Mama Runtu

6. Yamque Yupanqui
26. Huiracocha Inca

13. Mama Anahuarque

27. Mama Runtu

3. Mama Palla Chimpu Tucto Ocllo Coca

28. Huiracocha Inca


14. Pachacútec

29. Mama Runtu

7. Doña Llapcho

30. Huiracocha Inca

15. Mama Anahuarque


31. Mama Runtu

También podría gustarte