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METODO EN PALEOGRAFIA DIARIO CQLON zeae! rere aca ai ateaed pees ye So Peer eee eee Recs (Pri Cae hem A frswns 22 Shei ee fig 790g CP fem in. et Gai Luis Cajavilca Navarro UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS Universidad del Peri, DECANA DE AMERICA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DEPARTAMENTO ACADEMICO DE HISTORIA UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS (Universidad del Pera: Decana de América) Facultad de Ciencias Sociales Departamento de Historia METODO EN PALEOGRAFIA Luis Cajavilca Navarro Lima, 2014 METODO EN PALEOGRAFIA Primera Edicin: Marzo, 2014 © Derechos reservados por el autor LUIS CAJAVILCA NAVARRO Impreso en el Pert Printed in Peru ida la reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio © imiento sin permiso expreso del editor. Impresoen Peri / Printed in Peru Qe INDICE Pagina INTRODUCCION... CAPITULO I: CONCEPTO DE PALEOGRAFIA... b) Modernidad de la paleografia. CAPITULO II: EL METODO PALEOGRAFICO. I. CLASES DE METODO6... I ELEMENTOS DE LA ESCRITURA a) Enlace y Nexos b) Signos especiales ©) Signos de suscripcion.. ) Signos lingitisticos. e) Signos de puntuacién. ) Signos numerales Ill ELEMENTOS DE LA MORFOLOGIA DE LA ESCRITURA a) Tipos de escrituras. b) Relaci6n de la escritura con su soporte mater SBBRNRRRR IV. MORFOLOGIA DE LETRAS...... CAPITULO III: LA PALEOGRAFIA EN AMERICA. CAPITULO IV: LA ESCRITURA EN EL PERU'S. X' a) Letra cortesana.. b) Letra procesal ) La bastardilla 0 itélica d) Letra encadenada AL CAPITULO V: LAS ABREVIATURAS. 1, Consideraciones generales 2. Braquigrafia y paleografia 3. Estructura de las abreviaturas.. 4. El componente semantico.. 5. Clases de abreviaturas.. CAPITULO VI: LAS ABREVIATURAS EN LA SOCIEDAD ANTIGUA. a 1, La abreviatura en al época romana 2. Taquigrafia romana: notas tironianas. 3. Las abreviaturas en la Edad media 4. Origen de las abreviaturas medievales .. 5. Evoluci6n hacia un sistema abreviativo orgénico 6. Mecanismos de abreviacion CAPITULO VII: LA ESCRITURA DE DOCUMENTOS EN ESPANA ENTRE LOS SIGLOS XVIL.. a) Alaba b) La carta misiva.. ©) La provision real CAPITULO VIII: LA DIPLOMATICA... Historia de la Diplomatica Métodos y técnicas de la Diplomatica Fuente de la Diplomacia. BIBLIOGRAFIA. 71 INTRODUCCION La Paleografia nace unida a la Diplomatica y es la ciencia que se ocupa del estudio de las letras antiguas con el fin de analizar su evolucién histérica. Enel prefacio de su Historia Universal Ranque escri- be que la Historia comienza alli donde los monumentos comienzan a ser inteligibles, alli donde se nos ofrecen da- tos escritos dignos de confianza. La historia de la escritura serfa, entonces, la ciencia paleografica por excelencia. Para Masai, es la paleografia propiamente dicha que actuando como ciencia autonoma, estructura y relaciona entre si los fenémenos observados y consignados por los analistas de la escritura, llmense epigrafistas, papir6lo- 0s, diplomatistas 0 codicélogos. El conocimiento de la Paleografia ha alcanzado gran difusién en Espana, donde se dispone de abundantes ma- nuscritos en el Archivo General de Indias. El iniciador de los estudios paleograficos fue don Jean Mabillon Benedic- to francés, de la congregacién San Mauro, publicé en 1681 su célebre tratado de Diplomatica. EI tratado de paleografia espafiola en el siglo XVII es, sin duda, la Escuela de leer letras cursivas, antiguas y modernas desde la entrada de los godos en Espafia, hasta LUIS CAJAVILCA NAVARRO nuestros tiempos (Madrid, 1780), obras del padre Andrés Merino, religioso de las Escuelas Pias de la Provincia de Castilla. En el siglo XIX Jestis Muftoz Rivero publicé su obra titulada manual de paleografia diplomatica espafiola de os siglos XII al XVII, adornada por una colecci6n de facsi- miles de documentos de los siglos XII al XVI, para servir de tema a los ejercicios de lecturas, traduccién y andlisis critico que deben practicarse en las catedras de paleogra- fia (Madrid, 1880). Enel siglo XX, el élbum pelografico de los siglos XVI y XVII y el tratado de paleografia espafiola de don Agus- tin Millares Carlo publicado en Madrid en 1932, fue el més sobresaliente manual universitario sobre la materia que circul6 por los paises de la vieja Europa y América. En la década del 90, en Espaiia se publica dos libros manuales de paleografia: Luis Naiiez Contreras, Catedré- tico numérico de Paleografia y Diplomatica de la Univer- sidad de Sevilla, publica un “Manual de Paleografia, fun- damentos e Historia de la Escritura Latina hasta el siglo VIII (1994), Angel Riesco (2000), publica un Manual introducto- ria a la paleografia y la Diplomitica, para quienes se ini- cian en el campo de la investigaci6n y la critica historica cultural y documental. Los estudios de la Paleograffa en el Perti son recien- tes, Cabe mencionar los siguientes trabajos: Principios de METODO EN PALEOGRAFIA, Archivologia y Paleografia (Lima 1994), del doctor Rail Rivera Serna, publicada por el Centro de Produccién de la UNMSM. El afio 1990 José Valdizan Ayala publicé un trabajo intitulado Introduccién a la Paleografia, en el que ensefia los estudios realizados por Jestis Mufoz y Rive- ro, asimismo el album paleografico de Agustin Millares Carlo. Luis Cajavilea Navarro profesor de la cétedra de Paleografia después de largos afios de ensefianza publica su trabajo, Introduccién a la Paleografia (2000), también resefia el estudio realizado por Ratil Rivera Serna y el “Al- bum paleografico de Agustin Millares Carlo y Mantec6n”. “Entre los historiadores-paledgrafos peruanos més notables -dice Ratil Rivera- cabe citar al Jesuita Enrique Torres Saldamando, quien descifré y publicé, a fines del siglo pasado, el tomo 1° de los libros del cabildo de Lima. La obra de Torres Saldamando fue continuada por el paleégrafo norteamericano Bertram Lee y por Juan Bromley”, publicé varios tomos correspondientes a los si- glos XVIL-XVIIL. Otros investigadores con conocimiento de paleogra- fia son: Emilio Hart Terré, Guillermo Lohman Villena, los religiosos Domingo Angulo O.P-P. Rubén Vargas Ugar- te SJ. y al Padre Victor Barriga de la orden mercedaria. Las distinguidas personas publicaron documentos para realizar trabajos histéricos. Otro tipo de juristas fuero: Luis A. Eguren, publicé valiosos documentos acerca de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Los his- toriadores: Ratil Porras Barrenechea y Dumbar Temple LUIS CAJAVILCA NAVARRO publicaron e interpretaron manuscritos en el Archivo de Indias. El historiador Miguel Maticorena Estrada transcri- bi6 e interpreto facsimiles en sus 20 afios de permanencia en el Archivo de Indias. CAPITULO I CONCEPTO DE PALEOGRAFIA I. ETIMOLOGIA DEL TERMINO PALEOGRAFIA. La categoria Paleografia deriva de dos elementos de ori- gen griego “paleo” (antiguo) y “grafia” (escribir), con in- tervenci6n del sufijo “ia” que representa la derivacion del sustantivo abstracto en composicién y afiade al compues- to la idea de “doctrina”, “arte” “disciplina” formarse la palabra “paleografia”, que si bien con apego estricto su etimologia, significa el objeto de la ciencia, pero no la cien- cia misma, se la emplea como objetivo del estudio de las escrituras antiguas. En nuestros dias ha cambiado bastante el concepto de Paleografia. No obstante que la preocupacién del va- lor real de los documentos, el vocablo es relativamente re- ciente, pudiendo rastrearse su origen al siglo XVIII, cuan- do el sabio benedictino Montfaucon publicé en 1709 su “Paleographia Graeca” (Parisiis), tratado, como lo indica el titulo, sobre la forma de escribir de los antiguos griegos Antonio Floriano Cumbrefto define a la paleografia como “la doctrina de las antiguas escrituras, cuyo fin es el estudio de la evoluci6n histérica, establecida sobre las bases criticas y dando al mismo tiempo reglas para su acertada in- terpretacién”. Con esta tiltima definicién nos acercamos mas a la realidad Paleografica, ya que al hablar de las antiguas escrituras, se refiere a todo signo escrito y representativo, sin distincién de los soportes que las contienen. LUIS CAJAVILCA NAVARRO Montfaucon fue el primero en utilizar la palabra Pa- leografia, nombre que se adopt6 definitivamente para este saber. En sus origenes, la Paleografia limita su estudio a las escrituras latinas, sean estas medievales 0 antiguas, extendiéndose a las griegas; posteriormente, en su desa- rrollo cientifico, (siglo XIX), se ocupé de las diversas for- mas gréficas antiguas de Asia anterior, Africas, Europas, especialmente las derivadas de las griegas, eslavas, runas, gam y por tiltimo las americanas. Allo largo de la segunda mitad del siglo XX han con- vivido diversas tendencias paleograficas con proyeccién internacional, en general basadas en la profundizacion de los planteamientos teéricos y metodolégicos. Pero es evidente que la Nueva Escuela Francesa es la puerta de acceso al concepto actual de Paleografia, de manera que aqui dejamos este repaso histérico a la evoluci6n de la dis- ciplina. La evolucién posterior de esta Escuela ha hecho enfoques interdisciplinarios, incluida la aplicacién de mé- todos tomados de la informatica y la estadistica. Cabe ci- tar, entre otros, a Hjelmslev, Muzerelle, Bozzolo y Ornato. II. DEFINICION Y OBJETIVOS DE LA PALEORAFIA. Comenzar con una definicion clara y precisa del voca- blo Paleografia implica la comprensién de su significado etimolégico. Pues bien, Paleografia puede ser entendida como el estudio de las escrituras antiguas, el cual encuen- tra mayor sustento con la definicién de Arando Petrucci, quien lo sefiala como la disciplina que estudia la historia de la escritura (particularmente la escritura romana) en sus diferentes etapas, técnicas usadas para escribir en di- 10 METODO EN PALEOGRAFIA, versas épocas, procesos de produccién de los testimonios escritos; ademas de considerar sus aspecto grafico de los libros, inscripciones, documentos 0 escritos de naturaleza individual 0 privada (cuentos, apuntes, cartas, etc.) Respecto a sus origenes cabe resaltar su posicién dentro del saber cientifico, es decir, incluido en Ia cate- goria de disciplina cultural y técnica, todo ello finales del siglo XVII juntamente con la Diplomatica. Hubieron mu- chos quienes aportaron significativamente en la concep- tualizacion de la Paleografia, siendo entre ellos: El monje Benedicto maurino Bernard de Montfaucon, Jean Mabi- llon, Daniel Von Papenbroeck. Hacia finales del siglo XVIII la mayoria de estudios realizados por los paleégrafos y eruditos de las escrituras antiguas se vincularon exclusivamente a testimonios es- critos (librarios y documentales) antes de la imprenta. Su relacién con la Diplomatica se caracteriz6 por el interés en las nomenclaturas y clasificaci6n de las escrituras (linneis- mo), para llegar al desarrollo de taxonomias més precisas, es decir, aspectos singulares de cada acto de escritura. En Espana, seguin Gimeno Blay, el nacimiento de la Paleografia estuvo influenciado por la Ilustracién y la in- corporacién de los bienes seftoriales al realengo. En el siglo XIX el desarrollo cientifico-académico de la Paleografia se caracteriz6 por la creacién de institutos de investigacién historica vinculados a las “Escuelas Na- cionales”, propios del Romanticismo, puesto que com- prende: la aparicion de grandes colecciones documentales y de publicaciones periddicas, aparicién de la fotografia a n LUIS CAJAVILCA NAVARRO. la reproduccién de facsimiles, y descubrimiento de nue- vas fuentes paleograficas (papiros). Uno de los primeros institutos que surgieron fue la Ecole des Chartes (1821), con el objeto de formar a los archiveros y bibliotecarios encargado de los fondos desamortizados durante la Re- volucién Francesa a la nobleza y las ordenes religiosas. Y en Espafia, la Escuela Superior de Diplomatica (1856) no tuvo acogida a) El nacimiento de la Paleografia cientifica EL hito paleografico mas sobresaliente, se atribuye al fi- Idlogo aleman Ludwing Traub (1861-1907), cuya obra sobre la produccién manuscrita del monasterio irlandés de Perone, en Francia, abrié nuevas metas a la Paleogra- fia, al ponerla en relacién con la historia de la cultura. No obstante, Giorgio Cencetti ha sefialado que el enfoque de esa obra le lleva a presentar una visi6n algo parcial de la escritura. En definitiva, las primeras décadas del siglo XX se- falan un incuestionable avance de muchos y variados aspectos de la materia paleografica. Sin embargo toda- via quedaba numerosos problemas por resolver antes de que la Paleografia llegara a convertirse en una verdadera ciencia autonoma. En el afio 1940, nuevas corrientes his- toriograficas producirfan una importante evolucién de la disciplina, pero la primera gran renovaci6n paleografica del siglo XX fue protagonizada por la escuela hoy llamada franco belga. Jean Mallon, principal exponente de la mis- ma, otorgé a la Paleografia la condicion de ciencia auténo- ma y amplia su campo de accién 2 METODO EN PALEOGRAFIA, Algunos autores de finales del siglo XIX y principios del XX intuyeron la relacién existente entre la escritura y la sociedad, quien puso de manifiesto de manera més clara este vinculo fue el italiano Giorgio Cencetti. Este matizé los planteamientos de Mallon y elaboré una teo- ria de la Paleografia como disciplina auténoma, y no un mero auxilio de la Filologia o de la Historia, cuyo come- tido habria de ser el proceso grafico en su integridad. En consecuencia, segiin este autor, el campo de la indagacion paleografica comprendera “el de las materias escriptorias y los instrumentos utilizados para escribir en las distintas épocas y lugares; el de la preparacién del cédice para reci- Dir la escritura y el de las formas externas de este; la histo- ria de la escritura alfabética; el de los signos accesorios de Ia escritura alfabética; el de las escrituras taquigréficas y braquigrafias y de las criptografias de la antigtiedad y del medioevo. (Cencetti G. 1995 : 27). Pavel Spunak, dice: paleografia es la ciencia que des- cribe, clasifica y explica el desarrollo de la escritura; los resultados de las investigaciones paleogrdficas, indepen- dientemente de sus objetivos propios, que se sitdan en el vasto dominio de la historia de la civilizaci6n, se traducen en beneficio de cada una de las ciencias especiales que se ocupan de los escritos. La utilizacién practica de la Paleo- grafia consiste en leer fechas y situar geogrdficamente las escrituras en desuso (Agustin Millares Carlo 1983). La paleograffa, regenerada al contacto con otras dis- ciplinas, se convierte en refinadisimo instrumento al ser- vicio de la Historia y de la cultura, y especialmente de la 3B LUIS CAJAVILCA NAVARRO Historia de los textos. Bauer afirma que, la paleografia es un supuesto previo de la investigacién hist6rica en su mas amplio sentido, o también, como dice Angel Canellas, la paleografia anima un importante vinculo cultural y per- mite trazar explicaciones convincentes y objetivas de la trayectoria general de la cultura en su evoluci6n o de la trayectoria de la historia co mo cultura (Lope Pascual1984: 135). Agustin Millares dice “que la paleografia es, de una parte, una ciencia auténoma, que cultiva por si misma, de acuerdo con métodos propios y con fines especificos, se propone explicar las razones de las diferencias morfolé- gicas bajo las cuales se presentan en el transcurso de los siglos los signos convencionales de la escritura”('). La Paleografia es una ciencia auténoma, con objetos y métodos propios empujadas por las nuevas concepcio- nes de la Historia, desarrolladas en el siglo XIX, por los grandes descubrimientos de papiros, griegos y latinos, por el perfeccionamiento de la técnica y la divulgacién de la reproduccién de textos, que permite la comparaci6n en- tre los demas escrituras. La paleografia se ha convertido en una ciencia empenada en resolver los delicados pro- blemas que presenta la evolucién histérica de la escritura EI Belga, Jean Mallon (1986) otorgé a la paleografia la condicién de ciencia auténoma y amplié su campo de accién al definirla como ciencia de los objetos escritos con- 1 Agustin Millares Carlo, Tratado de Paleografia Espaftola, Espasa Calpe. Madrid 1983. ob. Cit. P. 6. “ METODO EN PALEOGRAFIA siderados en todo el conjunto de sus caracteres con depen- dencia del material escritorio empleados en aquellos(’) Aurelio Tanodi (1961: 109) dice: “surgida como cien- cia en el siglo XVII, la paleografia se ocupaba de las escri- turas latinas medievales y antiguas, y temprano se exten- dio a las griegas; con el descifrado metédico de las distin tas escrituras del Antiguo Oriente, desde el siglo pasado, entré en su ambito el estudio de diversas formas graficas antiguas del Asia interior y del Norte de Africa, Europa y América” En estos primeros trabajos el objeto del anélisis pa- leografico es servir de auxiliar probatorio de la Diplomé- tica, puesto que era utilizado, en ultima instancia, para analizar la autenticidad o falsedad de los diplomas. En cualquier caso, de esta época proceden distinciones toda- via hoy vigentes, como entre escrituras librarias y diplo- maticas, y diversas nomenclaturas lamadas a perdurar: gotica, merovingia, carolina, etc. También, todo hay que decirlo, algunos errores no menos persistentes, como el de las Ilamadas escrituras nacionales y que Mabill6n conside- raba con un origen independiente de la tradicién romana. El eruditismo preilustrado e ilustrado del siglo XVII mantuvo similar orientacién acerca de la historia de la es- critura y dicen que la Paleografia es una disciplina auxi- liar de la Diplomitica. Especial interés tiene la obra, poco exitosa en su época, de Scipione Mffei, que formulé por 2 C.Saes A. Castillo, Paleografia ¢ Historia de la Cultura escrita del Signo aloescrito. “En Angel Riesco Terreno. Introduccién a la Paleografia y Ja Diplomatica General. Madrid del 2000” . Ob. Cit. p. 22. 6 LUIS CAJAVILCA NAVARRO primera vez una teorfa certera de la historia de la escritura latina, haciendo derivar a las llamadas nacionales de la romana. Durante el siglo XIX la Paleografia termina siendo aceptada como ciencia auténoma y amplia su campo de aplicacin desde la Diplomdtica a la Filologia, la Critica textual y la Historia. Sin embargo, los avances metodol6- gicos y tedricos se harian todavia esperar, y mucho mas en Espafia, cuyo panorama es descrito por Nuifiez Contreras con una frase bien significativa: los trabajos y publicacio- nes espafiolas del siglo XIX relativo a Paleografia son de extrema pobreza. En cualquier caso, mencién expresa se merece, en el campo de la investigaci6n, el Profesor Mu- fioz Rivero; y en cuanto a su cristalizacién institucional, la Escuela Superior de Diplomatica y la creaci6n en 1839 de la primera Catedra de Paleografia en Espafia (°). b) Modernidad de la Paleografia El ambiente intelectual creado por la hegemonia de la his- toriografia positivista probablemente frend la renovacion metodol6gica y te6rica de la disciplina, habria que esperar a influencias en principio externas (la Filologia) o a la pro- pia renovacién historiografica que supusieron la Escuela de Annales a mediados de siglo y la historiografia mar- xista. La modernidad se abriré ya entrado el siglo XX y lo haré de la mano de tres Escuelas claramente identifica- bles, aunque con una evidente secuenciacién cronolégica 3° Ibi Lp. 64. 16 METODOEN PALEOGRAFIA, entre ellas: la alemana, la italiana y la francesa, que pro- tagonizaran otros tantos saltos adelante en la ampliacion de horizontes tedricos y metodolégicos de la disciplina. Ludwing Traube fue el precursor de esta renovacion en Alemania. Sus diversos trabajos supusieron el reforza- miento del aparato metodolégico de la Paleografia me- diante la aplicacién de métodos y conceptos tomados de Ia Filologia, disciplina de la que él procedia, y sobre todo una concepcién culturalista de la escritura en la que ésta no era un mero vehiculo transmisor de cultura, sino un signo cultural de primer orden a partir del cual se podian extraer nociones basicas sobre el panorama cultural de cualquier época o sobre su evolucin. Sus discipulos, Leb- mann, Lindsay, Lowe y Rand se encargarfan de difundir sus teorias que pronto seria conocida fuera de Alemania. Esta corriente paleografica, vinculada a la filologia conti- ma en la actualidad en Alemania, Inglaterra o Espaiia ('). En esta misma linea culturalista o hist6rica ha de encuadrarse la obra de Luigi Sehiaparelli en Italia y sus influyentes estudios sobre la taquigrafia medieval, las abreviaturas y Ja escritura romana sobre soportes tradi- cionalmente olvidados por los paleégrafos, como los gra- fitos, las tablas enceradas, los papiros o las inscripciones epigraficas. Las décadas iniciales del siglo XX tienen en Espa- fia dos grandes protagonistas, Zacarias Garcia Villada y Agustin Millares Carlo. El primero, como tantos otros his- toriadores de su época, se forma en Alemania, cuya es- 4 Ibid, p.68. v7 LUIS CAJAVILCA NAVARRO cuela historiografica era la mas prestigiosa del momento. ‘A él le debemos un conocido y todavia usado manual de Paleografia editado en 1923, muy superior al de Muiioz y Rivero. Agustin Millares vio cortada su trayectoria profe- sional en Espafia por la guerra y la represién subsiguien- te, continudndola en Hispanoamérica, donde se editaran buena parte de sus obras. La obra de Agustin Millares su- pone una de las cumbres de la Paleografia espafiola y a través de ella podemos rastrear la renovacién de métodos y fuentes que caracterizaré a la Paleografia europea hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX. No extranara pues que fuese precisamente Francia la cuna de la siguiente etapa de renovacién de la Paleografia. Los pioneros de la conocida como Nueva Escuela France- sa fueron Jean Mallon, Robert Marichal y Charles Perrat, cuyas propuestas renovadoras encontraron un ambiente historiografico, como hemos adelantado, sumamente pro- picio. Mallon propuso explicitamente en 1952 la elimina- cion de las barreras que tradicionalmente habian limitado la ampliacién de las fuentes paleogréficas, su circunscrip- cin a los documentos escritos sobre papel y pergamino; sus palabras son bien elocuent: Los posicionamientos franceses se difundiran rapi- damente por toda Europa, incluida Espafa, donde cabe destacarse las figuras del epigrafista Navascués y del pa- leégrafo Tomas Marin. Para los afios 70 estaba ya plena- mente fijado el nuevo método paleogréfico, entendido como tres fases diferentes: Paleografia de lectura, Paleo- grafia de anilisis e Historia de la Escritura. 18 Pe CAPITULO II EL METODO EN PALEOGRAFIA. I. CLASES DE METODOS Luis Nuifez C., distingue tres consideraciones del método en paleografia: método en Paleografia de lectura, en pa~ leografia critica y en paleografia en identidad con historia de la escritura. El método en paleografia de lectura, consiste en asi- milar con mayor o menor habilidad los miltiples juegos de signos que con las letras del alfabeto y los demés sig- nos convencionales, Luis Nuifez apunta unos criterios de métodos paleograficos propuestos por las “unidades di- décticas de paleografia y diplomatica de la Universidad Nacional e Educacién a distancia” como principios y re- glas y es como sigue: “FI pale6grafo lector debe poseer un conocimiento previo de las formas alfabéticas esenciales del sistema gra- fico en que se ha ejecutado la escritura que se dispone a leer, asi como de la lengua a la que corresponde. Se debe prestar, también previamente, una atencién al aspecto general que ofrece la escritura que haya de leerse. La lectura ha de hacerse sin prisa, sosegada, sin fiar en la memoria ni en el conocimiento que de textos pareci- dos o iguales se tenga. 19 LUIS CAJAVILCA NAVARRO Debe evitarse “leer de corrido”, especialmente cuan- do se trata de textos largos o de escrituras desconocidas 0 dificiles. No debe prescindirse de ningtin elemento grafico por insignificante que parezca. Ante nombres propios de personas o de lugares, ete., 0 de uso poco frecuente se ha de tener especial atenci6n. Otro tanto con las palabras abreviadas y con las cifradas Es necesario el uso de diccionarios para una puntual interpretacién de palabras abreviadas y cifradas y un co- nocimiento de la morfologia y de la sintaxis para el esta- blecimiento de la recta concordancia entre palabras abre- viadas. No ha de prestarse asentimiento a posibles lecturas anteriores sino que se ha de ejecutar la propia interpreta- cién y se ha de establecer después una constatacién. En la interpretacién de un texto largo es beneficiosos hacerla por escrito, de modo que la lectura se convierta en trascripcion o copia de lo que se lee. En a transcripcin deben adoptarse siempre las nor- mas que estén vigentes. Resultan muy operativas la observacién y Ia fijacién en la memoria de las formas ocasionales de cada letra con- siderada aisladamente, con independencia una de otras. Lo mismo con los nexos de letras que se dan en cualquier escritura y que, por su reiteracién, contribuyen a defor- 20 METODO EN PALEOGRAFIA mar las formas paradigmaticas de aquellas. Otro tanto puede decirse de los demas signos graficos que no sean letras ni nexos, pero que se usan para completar el sentido de la escritura: signos de puntuacién, numerales, de inte- rrogacion” (°). EI método en paleograffa critica consiste en analizar todos los elementos concernientes a la critica de los docu- mentos graficos, estudiando el desarrollo hist6rico de su escritura, tratando de resolver los problemas de datacion, localizacion, identificacién, autentificacién y reagrupa- miento de las escrituras. El método de la paleografia como historia de la es- critura constituye una hazafia tan revolucionaria como el dominio del fuego y el desarrollo de la agricultura. El do- minio de la escritura permiti6 a los hombres desarrollar ideas y realizar calculos mucho més complicados, abrien- do consecuentemente el camino a la matemitica y a la ciencia. Los antiguos chinos le consideraban a la escritura como un medio sagrado de comunicarse con los espiritus divinos y con sus antepasados reales. Aristoteles definié la escritura como “simbolo de las palabras habladas”. En el siglo XVIII el filosofo Francés Voltaire afirmaba: “La es- critura es la pintura de la voz”. Los lingiiistas modernos definen Ia escritura como un sistema de comunicacin 5 Ibid, p.36. LUIS CAJAVILCA NAVARRO humana por medio de signos establecidos, convencional- mente y que presentan un lenguaje. “En la historia de la escritura dice Luis Niiiez -no puede ser olvidada la polaridad pasada presente / pre- sente pasado porque lo historico constituye un pasado excepcional que de alguna manera sobrevive y que tie- ne como objeto tiltimo la comprensién del presente. Estos dos principios, con una gran carga de especulacién filo- s6fica, acaso resulten a primera vista un tanto forzados si se aplican a la escritura, pero nos parece incuestionable su vigencia al examinar la evolucién de cualquiera de las etapas de la historia de la escritura”- mas adelante dice: “La tarea que ha de perseguir el paleégrafo en este tercer grado es la reconstruccion del proceso grafico en orden a su descripcién, a su explicacién y a su valoracion; tres puntos que se refieren respectivamente a la historio- grafia, a la historiologia y a la historiosofia. El camino natural para esta reconstruccién son las fuentes a las que debe acercarse y que debe trabajar para interpretarlas no como vestigios muertos del pasado sino para captar en ellas el mensaje vivo que contienen” (*) El investigador debera seguir un método de inves- tigacion y estudio, que nos llevaré a conocer todo lo que se pueda del copista o del “escriba”, la concreta sociedad 6 Nufez Contreras, Luis. Manual de Paleografia. Fundamentos ¢ historia de la escritura Latina hasta el siglo VIII, Madrid 1994.. ob. Cit. P.35, METODO EN PALEOGRAFIA en que se desenvolvia y las condi nes en que trabaja, pues el copista que traza la escritura vivia en un medio determinado y concreto, que le proveia los materiales de trabajo y un criterio entorno intelectual. La investigacién de la historia de la escritura es una fria contemplacién como la investigacién de la naturale- za. El paleégrafo historiador ha de vibrar al contacto de la reconstruccién del proceso grafico que reconstruye. Lo que el paledgrafo historiador ha de hacer es elegir, entre el conglomerado amorfo y sin relieve, los hechos graficos caracteristicos y los rasgos esenciales enmarcéndolos en el, contexto cultural en que produjeron. EI método en cuestién se basa en las fichas signalé- ticas que registran las formas graficas de cada una de las manos, a saber: letras, grupos de letras o signos auxiliares (puntuaci6n, abreviaturas). “Simplificando ~ escribe E. Poulle ~ puede decirse que para que dos manos sean idén- ticas, es preciso que sus fichas signaléticas sean asimismo idénticas; lo que importa, es por lo demas, para afirmar la identidad, no es tanto el ntimero de las semejanzas, como la ausencia de divergencias; la cual tiene que ser total la ciencia y la experiencia del paleégrafo encuentran ocasién de ejercerse en la eleccién de los signos graficos que han de figuras en la ficha signalética. LUIS CAJAVILCA NAVARRO Il, ELEMENTOS DE LA ESCRITURA Son aquellos que se refieren a la estructura de los signos y otros que concurren en una determinada escritura y que de algtin modo la condicionan. “La variedad y riqueza de las abreviaturas es ahora ejemplo de lo dicho antes. La imprenta no puede, por ra- zones econémicas y elementales salir de aquellas abrevia- turas heredadas, con las formas constantes y muy pocas, pues los tipos hay que grabarlos para el comercio univer sal, que, por tanto, tiene que servir a las lenguas naciona- les, Ya el latin ha dejado de marcar la pauta, lo que signifi- ca que muchas de ellas no sirven para todos si son correc tamente escritas. En los documentos cada escribano va a escribir como quiera, con tal de que sirva los fines a que el escrito va dedicado” (7). (Vicenta Cortés Alonso 1986:18). a) ENLACES Y NEXOS Los enlaces que se advierten en la ejecucion de esta escritura son las derivadas de las formas cursivas, trazadas de forma caligrafica y, por consiguiente, desprovistos de espontanei- dad. Los nexos son las uniones de letras que, como dice Iciar, son aptas para la unién y la amistad, aquellas que tienen ras- guillos aptos para enlazar con los antecedentes y las siguien- tes. Desde época antigua alguno de estos nexos se venian uti- lizando y formar incluso tipos clasicos: st (de doble curva y 7 Vicente Cortés Alonso. La escritura y/o escrito, Paleografia y Diplomética de Espana y América en los siglos XVI-XVIL. Madrid 1986, Ob. Cit. P.18. METODO EN PALEOGRAFIA, larga sc, st), ct, tr, ty ¢, u, d, con muchas combinaciones, que Ia lectura va evidenciando. De éstos, lo mas tipicos corresponden a la unién de las letras c-t y s-t que se mantuvieron en la imprenta hasta el siglo XVII. Los nexos, como es natural, no se escapan de la corriente cursiva y su trazo se hace apuloso en forma que a veces cuesta reconocer los rasgos esenciales. b) SIGNOS ESPECIALES Un manuscrito puede tener una gama muy variada de signos de los que unos tienen un valor semantico y otro simplemente decorativo. Algunos tienen finalidades ideo- logicas, mientras otros cumplen una funci6n de caracter diplomatico. Algunos de los signos especiales se utilizan para ma- quetar el texto, ordenandolo o resaltando determinadas partes; los llamados entonces “signos funcionales” y son los subrayados, sobrelineados, trazos de remate de reglon, recuadros, Haves, etc. Con cierta ocasién son incluidos por el escritor a modo de suscripcién 0 como emblemas personales o corporativos; se trata entonces de signos va- lidacién, como son los signos notariales, las rabricas, los monogramas. Los signos ideol6gicos figuras en los documentos al- tomedievales y modernos, las vocaciones monogramati- cas, cuyo modelo mis frecuente es el crismén; también la aposicién de una cruz, exenta 0 en marcada, antepuesta a Ia suscripcién nominal. También hay signos ideolégicos 5 LUIS CAJAVILCA NAVARRO de cardcter laico, tales como la estrella de significacién no cristiana (8). ©) SIGNOS DE SUSCRIPCION La suscripcién fue precedida, desde la época paleocris- tiana, del signo de la cruz, que presidia asimismo otras actividades humanas. Esta signatura, mas 0 menos orna- mentada, predomina durante toda la edad Media, si bien no se incluyen signos de distinta motivacién y contenido semiético que sehalamos a continuacién: Signos de cardcter simbélico: siglas religiosas, cru- ces, estrellas, manos, etc. Signos presentados por la herdldica. Signos semilinguiisticos, compuestos de letras del al- fabeto, articuladas artificiosamente: siglas, monogramas y anagramas. Signos ornamentales, con escasa 0 nula semédntica. Signos como elementos simples, volutas o lazos, que proceden por evoluci6n de abreviaturas de naturaleza lin- gilistica. d) SIGNOS LINGUISTICOS Constituyen el cuerpo propiamente del documento, pues los componentes anteriores a su funcién primordial, Pero 8 Lope Pascual. Metodologia de la historia: La Paleografia y la Diplomatica, En Andlisis de la Universidad de Murcia. Volumen XVIL.N13-4, Espatia 1984. Ob. Cit. P. 131 26 METODO EN PALEOGRAFIA también en ellos hay que considerar dos aspectos: una parte fisica, producida por el cambio de modulacién del soporte a base de la incisién o del entintado, y una parte intelectual, que constituye el mensaje principal. e) SIGNOS DE PUNTUACION Los puntos o signos de puntuacién, como hoy lo Ilama- mos, son seis: la diastole, que es la separacion entre las palabras y que no se sefiala; la coma (,); el colon que atin se llama asi en inglés y que nosotros, denominamos dos puntos (:); el paréntesis> que es igual al nuestro (); la nota interrogatoria, de lo que solo existe la de cerrar la pregun- ta (2), y por fin, el punctun clausulare o periodo, lo que hoy Ilamamos punto final (.) f) SIGNOS NUMERALES Los signos numerales romanos se utilizaban en las letras mindsculas, sometidas como las del texto al curso rapido de la peftola, la lectura de las cantidades es a veces de mu- cha dificultad porque hay que contar cada uno de los tra- z0s para leer realmente la cantidad apuntada. Los signos numerales ardbigos, se han usado para designar cantida- des en los documentos espafoles. Todos los pueblos de la antigiiedad dieron desde los primeros tiempos valor numérico a las letras de su alfa~ beto para expresar los ntimeros, utilizado al efecto siete letras: I, V, X, L, C, Dy M, que respectivamente indicaban 1,5, 10, 50, 100,500 y 1.000. 7 LUIS CAJAVILCA NAVARRO METODO ENP: SOGRAFIA Ill. ELEMENTOS DE LA MORFOLOGIA DE LA ES- CRITURA Angulo: Esta dado por la posicién del instrumento con que se escriba en relaci6n con la linea de escritura. Ductus: Es el orden de sucesin y el sentido en que el es- criba ejecuta los trazos que componen cada una de las le- tras. El andlisis del ductus posibilita la reconstrucci6n ge- nética de la escritura, Modulo: Es la dimensién de las formas de las letras. Al- tura y anchura determinan “relacién odular de letra” y Ia “relacion modular de la escritura”. Se mide por la que se denomina la “letra media” que no es una letra concre- ta y esta en relacién con varias causas: modérales finales, ejemplares, eficientes. Peso: Es un elemento indicador en el analisis paleografico de la naturaleza gruesa o delgada de los trazos constituti- vos de cada letra. “Escritura pesada” y “Escritura ligera” va estar relacionado con el instrumento con que se realiza ya sea blando o duro. Ligados: Son tracitos o simples rasgos cursivos que unen trazos de una o dos letras proximas que por su naturaleza tenian que ejecutarse levantando el instrumento grafico. Se produce en una letra, en letras de la misma palabra o entre dos mas palabras consecutivas cuando la unién es 28 entre la ultima de las letras de una y la primera de la otra. Por lo general es de izquierda 0 derecha. Materia Subjetiva: Es la que sirve a la escritura como so- porte material y también de forma en que se usa. Caracteres Internos: Se refieren a la naturaleza del texto escrito y a su composicién (’) a) Tipos de Escrituras Segtin la morfologia de los signos: tema bi- Escritura Maydiscula: puede inscribirse en un Itnear sin que las astas ni los caidos de sus letras rebase la “caja de renglén” Escritura Miniiscula: no puede inscribirse en un sistema bilinear pero si en un sistema cuatrilinear. Escritura Sentada: Es aquella en la que se cuida la ejecu- cién de los signos con maxima exactitud> segiin el mode- lo de sus formas. Escritura cursiva: en la que prima la rapidez en el trazado; imites de lo posible, la ala rapidez se sacrifica, en los exactitud y correspondencia al modelo de las formas de los signos. i resumia asi el valor de algunos de los elementos por ido. Por el estudio combinado de los elementos puede esperar discernir categorias y establecer fil LUIS CAJAVILCA NAVARRO Escritura semicursiva: es la que se da entre la sensata y la cursiva, es una escritura mixta por estar integrada por signos de ductus sentado y ductus cursivo. Escritura caligrafica: es la que ofrece una regular unifor- midad en su trazado y una gran fidelidad al modelo con- creto que cada copista se propuso ejecutar Escritura elemental: depende de la época, lugar. Ambien- te, maestro, y que va dirigido aun grupo de alumnos. Escritura usual: a de uso cotidiano se relaci6n con la cur- siva por su rapidez. Escritura cancilleresca: es un tipo de escritura especial con fines oficiales elaborados en oficinas encargadas de la confeccién y expedicién de dichos documentos. Escritura libraria: es donde prima una regularidad para una facil comprensién del lector, es por eso que se dice que la escritura para la lectura de muchas personas. Escritura canonizada: es aquella que, a partir de la usual y Por cualquiera de los procesos que conducen a la cancille- resca 0 ala libraria, resulta satisfactoria, equilibrada y de general empleo para casos a los que se dedica. Escritura tipificada: es aquella que resulta de las tentati- vas de elaboracién de una escritura libraria que se sujeta a ciertas reglas pero sin llegar a fijar cénones. Escritura romana. A partir de la nueva escritura empez6 un proceso de tipificacién y canonizacién caligréfica en dos tipos de escritura: la uncial y la semiuncial. 30 METODO EN PALEOGRAFIA b) Relacién de la escritura con su soporte material Caja de escritura: es el espacio ya sea rectangular 0 cua- drado, ademas esta integrado por renglones donde va con- tendida la escritura. | espacio limitado por dos lineas, para- Caja de rengl6 Ielas y horizontales. Cuerpo de letras: son los trazos que quedarian si se supri- miesen los alzados y astas y los caidos. [Astas: trazos de las letras que sobresalen por la linea supe- rior de la caja del renglon. Caidos: son los trazos de las letras que sobresalen por la linea inferior de la caja de renglon. Linea de rengl6n o linea de escritura: es la linea inferior de la caja de renglon. Espacio intercaja de renglones: es el espacio comprendi- do entre dos cajas de renglones (""). IV. MORFOLOGIA DE LETRAS Los estudiosos (Mallon y Gilissen) examinan los elemen- tos constitutivos de la escritura de la morfologia, el éngu- lo, ductus, el médulo, el peso, la materia subjetiva y las caracteres internos, a los que Gilissen sefala el estilo. En la explicacién de estos elementos difieren ambos paleogra- fos, Gilissen se inclina por el concepto de morfologia, que define como el aspecto exterior de los signos convencio- 10. Ibid, pp. 45al LUIS CAJAVILCA NAVARRO. nales desprovistos de toda individualizacién, para que se pueda reconocer la letra significada, Mallon identifica el Angulo con los gruesos y la linea de la escritura. En cuanto al ductus, que es el orden de su cesién en que el escritor ejecuta los trazos que componen cada una de las letras que se realizan en uno 0 mas tiempos 0 secciones, resulta ser uno de los elementos de la escritura que presenta una de los mayores servicios a la investigacién paleografica. Las letras presentan siempre formas miniisculas y maytisculas; a menudo, la misma letra tiene varias formas, de graduacién 0 atin completamente distintas; se estable- cen las peculiaridades de las letras si estan al principio, fin © en medio de las palabras, o si se encuentran en union con otras letras por medio de ligaduras. Josefa Arnalli Juan dice: “Se puede decir que los ca- racteres morfolégicos de la mintiscula carolina son muy parecidos a los de nuestra mindscula actual, a excepcién de algunas particularidades como: la sustitucién de las mayiisculas de doble curva por la Salta, la b, se compone de dos trazos bien diferenciados (asta y ojo ); la d puede ser de dos tipos: mintiscula y uncial, la e se realiza en tres trazos (base redonda, curva superior y trazo mediano que la cierra y se prolonga hacia fuera), la fy las, en tres o en tres o dos trazos respectivamente; la prolongada muy dé- bilmente el astil por encima del travesaiio”("). 11 Morales, José R. Estilo y Paleografia de los documentos chilenos. $5, XVEXVL Chile 1942, ob, Cit. P.41 32 METODO EN PALFOGRAFIA Efectuado el andlisis morfolégico y abreviatura, los resultados obtenidos se aplican en la lectura o interpre- tacion de las palabras o letras y las abreviaturas de dificil descifrado, o de dudoso significado conociendo bien las caracteristicas graficas de determinado tipo de escritura, y analizar las peculiaridades de un determinado manuscri- to, por comparacion se llega a descifrar las partes dificiles. Luis Nuifiez Contreras (1994:38). Es el aspecto exte- rior de los signos convencionales desprovistos de toda in- dividualizacién, que permite conocer la letra significada. Se trata, pues, de formas comunes en todo el que escribe en un mismo sistema grafico Y que por serlo pueden ser reconocidas por cualquier lector. En oposici6n a la morfo- logia esencial, la escritura ofrece signos nuevos que han sido incorporados en una época determinada y que las mas de las veces caen en desuso; no pueden, por lo tanto, ser interpretados sin un conocimiento de la historia de la escritura: signos de abreviatura, granas del diptongo ae, signos de puntuacién, etc. La forma est a su vez en rela~ cién y condicionada por los demas elementos que concu- rren en la escritura”. 33, LUIS CAJAVILCA NAVARRO. soe Poss beth joes 1 Cedulas dela Real Prova indo endando In Universidad CAPITULO IIL PALEOGRAFIA EN AMERICA 1 americanista no necesita aprender paleograffa, bas- tandole con leer los documentos que datan de fines del siglo XV en adelante; para ello es suficiente un poco de practica, en el peor de los casos. Sin embargo en pape- les de los siglos XI y XVIII encontraré tipos de letra muy distintos de los actuales, trazados con instrumentos es- criptorios que no son los que de hoy tomados en la mano de otra forma a como sujetamos los actuales. El resulta- do es una letra “rara”, inusual, que, por otra parte, suele llevar abundantes abreviaturas y carece practicamente de signos de puntuacién. La manera mas cémoda de hacer précticas de lectura consiste en leer buenas producciones de documentos en cualquier manual de paleografia, ayu- dandose de la transcripeién que el libro ofrece, y releer el mismo documento hasta que pueda hacerse de corrido y sin consultar la transcripcion; se trata de una técnica sim- ple, casi infantil, anéloga a las lecturas bilingiies durante el aprendizaje de los idiomas. Cada tipo de letra exigiré repetir lo mismo, pero los resultados son bastante répidos y seguros. Dada la sorprendente uniformidad de los tipos de escritura en todos los territorios de la Monarquia espa- fiola, tanto las inevitables practicas de lectura como las recomendables nociones de la paleografia que el futuro investigador se recete a si mismo pueden hacerse y ad- 35 LUIS CAJAVILCA NAVARRO quitirse, respectivamente en cualquier manual de paleo- Brafia espafiola, de los que existen mas que suficientes: el de J. Murioz y Rivero (1970), reimpresién de la edicion de 1917; F. Arribas Arranz (1965); A. Millares Carlo (1984). El de J.A. Garcés (1949) trata ademés de las supuestas pe- culiaridades de la paleografia indiana, oftece ejercicios de lectura, notas sobre cronologia y herdildica, as{ como algu- nos errores de transcripcién y muestras de informacion no actualizada. El manual mAs practico y recomendable de la paleografia hispanoamericana nos parece el de A. Millares y J.1. Mantecén (1955), de modo manejo por el hecho de ofrecer las laminas sueltas en el volumen Il; en el volumen I, de cardcter introductorio, van: un resumen sobre la letra espaola y su evoluci6n, bibliografia técnica abundante, noticias sobres cronologia herdldica, asi como algunos errores de transcripcion y muestras de informa- cion no actualizada, EI manual mas practico y recomen- dable de paleografia hispanoamericana nos parece el de A. Millares y J.1. Mantecén (1955), de cmodo manejo por el hecho de ofrecer las laminas sueltas en el volumen I; en el volumen I, de caracter introductorio, van: un resu. men sobre la letra espafiola y su evolucién, bibliografia técnica abundante, noticias sobre materias escritorias, lis- ta de abreviaturas y nocién de los sistemas abreviativos Por contraccién, suspensién o letras sobrepuestas, lista de siglas y signos numerales, tanto de la quenta castellana (ntimero romanos) como de la quenta de guarismos (nii- meros arabigos). 36 METODO EN PALEOGRAFIA “Los documentos de los Reyes Catdlicos aparecen es- critos con una bella letra que ellos mismos denominan en algunos textos cortesana, derivada de la gética medieval en sus formas cursivas. La mayoria de los escribanos, sin embargo, la trazaban con descuido, més tendida e inco- recta, con tamaiio casi siempre mayor, mas abundante en enlaces ~que desorientan con facilidad al lector inexper- to- y con irregular separacion de palabras. En un arancel de 1503 dispone la reina que los escribanos cobren “a diez maravedis cada hoja de pliego entero, escrita fielmente de buena letra cortesana y apretada y no procesada, de ma- nera (...) que cada plana haya, a lo menos, treinta e cinco renglones, e quince partes en cada renglon”. Las designa- ciones subrayadas corresponden a los nombres de la bue- na letra (cortesana), cuyo uso se trata de imponer, y la pre- ferida por los escribanos, que se trazaba con mas rapidez, menos esfuerzos y mayor tamaiio, con el objeto de Ilenar antes la pagina y cobrar_ mas. Es esta letra procesada 0, mas comtinmente, procesal, que es simplemente Ia letra cortesana hecha peor, més deprisa y con profusién de ras- 08 intitiles. Ambas letras coexisten durante el siglo XVI y predominan de forma abrumadora, sobre todo la procesal; por ello se ha podido hablar de la “decadencia” de la escri- tura en el siglo XVI, por ejemplo, en Mateu Llopis (1945). Sin embargo, en los breves pontificios del siglo XV comenzé6 a emplearse una letra clara, regular e inclinada hacia la derecha y muy escasa en nexos, que fue extendién- dose por Italia y no tardé en influir en la letra aragonesa y navarra. En Castilla comenzaron a emplearla las gentes 37 LUIS CAJAVILCA NAVARRO. cultas y los copiadores de libros. Mientras no pocos nobles usaban una letra procesal, grande y un tanto puntiaguda, con frecuencia dificil de leer, intelectuales como Juan Luis Vives criticaban esas “escarbaduras de gallina” trazadas por “el vulgo de nuestra nobleza” y elogiaban la letra que, por su lugar de origen, se llamo itdlica y también bastar- dilla y bastarda. Se publicaron libros sobre el arte de es- cribir, asi Italia como en Espafia, cuyo resultado seria una verdadera reforma en la escritura. A comienzo del siglo XVII desaparecen las letras antiguas, como por ejemplo la gética, que sélo se utilizaré en libros de coro, misales y otros libros liturgicos. Una letra redonda, muy cuidada y bien dibujada, aparecera todavia en ejecutorias de noble- za, pero los tipos casi universalmente usados, tras desapa- recer la cortesana, son la procesal y la itdlica. La primera sobrevivié todos los intentos para desplazarla y se hace cada vez peor, especialmente por la costumbre que mu- chos escribanos adquirieron de ligar todas las letras, es- cribiendo sin levantar la pluma del papel mas que cuando precisaban mojarla en el tintero; es el procesal encadena- do o de cadenilla, la de mas dificil lectura e interpretacion que puede encontrarse en los documentos indianos. A lo largo de la segunda mitad del siglo XVII se va imponiendo el uso de la letra itélica en los documentos puiblicos. Los excesos en la utilizacion de la procesal enca- denada fueron tales, que se produjo contra ella una reac- cin cada vez mis fuerte; su empleo comienza a disminuir y, para felicidad del lector de documentos, desaparece en los tiltimos afios mas o menos evolucionada, que es per- 38 METODO EN PALEOGRAFIA, fectamente clara y no presenta problema alguno de lec tura. Las abreviaturas van siendo menos y cada vez mas proximas a las actuales. Con raz6n se ha dicho que en el siglo XVIII no puede hablarse ya de paleografia, sino de caligrafia. En raras ocasiones, la calografia podra ser pési- ma, ya que en todas las épocas ha habido gente con muy mala letra, por una variedad de razones fisicas, psiquicas y psicosomaticas que no es del caso especificar("). 72 Textos y documentos de la América Hispénica (1492-1898) leccionados y presentados por Guillermo Céspedes del Castillo. 39 LUIS CAJAVILCA NAVARRO. CAPITULO IV LA ESCRITURA EN EL PERU S.S. XVI- XVII ‘nla primera década del siglo XVI se introduce en el Pert las letras: Cortesana, Procesal, Italica y Cadeneta. Estas letras fueron usadas preferentemente en Espafia por Jos escribanos. Los trazos caprichosos de la letra proce- sal con abundante en enlaces y abreviaturas, hacen suma- mente dificil su lectura. En Pert existe un considerable naimero de manuscri- tos de los siglos XVI y XVII en procesal, principalmente en los Archivos: General de la Nacién, Archivo Arzobispal, “Archivo de la Biblioteca Nacional, y en los archivos de los monasterios y archivos departamentales. A lo largo del siglo XVII_ se impone el uso de la le- ica en los documentos piiblicos. Los excesos en la acion de la procesal encadenada fueron tales, que se produjo contra ella una reaccion cada vez mas fuerte; su empleo comienza a disminuir y, para felicidad del lector de documentos, desaparece en los ultimos afos del siglo XVIL Desde comienzos del siglo XVIII, se impone una letra Itdlica mas o menos evolucionada, que es perfecta- tra It % 3 Leap coer pg teri factor fethaw sy Sig Laugh Bi Lace gge tee TO: pe mente clara y no presenta problema alguno de lectura. Las Mi Meca e abreviaturas van siendo menos y cada vez mas proximas alas actuales (") (Luis B Luis Cajavilca. Introduccion a la Paleografia. Lima. U.NMSM. 2000 ob. Cit. P. 15. 41 LUIS CAJAVILCA NAVARRO CLASES DE ESCRITURA a) Letra Cortesana Es una derivacién de la letra albalaes. Era apretada menu- da, no tenfa abreviaturas. Se us6 para la correspondencia expedida por la secretarfa de los reyes, por su consejo y su “chancilleria”. Tuvo su apogeo hasta fines del siglo XVI, en que sufrié modificaciones debido a la influencia de le- tras Italicas. En el Pera, se conocié a través de los docu- mentos emanados por el Consejo de Indias, los virreyes y las cédulas reales del Rey de Espana. b) Letra Procesal La procesal es eminentemente cursiva, permitiendo a los escribientes libertad del trazado, lo que ha provocado la degeneracién de la letra, de tal manera que es dificil su lectura, Su uso fue desde el tiltimo tercio del siglo XV para as correspondencias puiblicas y judiciales La ensenanza de la letra procesal no se efectuaba de manera sistematica por los caligrafos; era un tipo de es- critura prohibido por una carta del 3 de marzo de 1503, dictada por los Reyes Catélicos en Alcala de Henares (Mi- Mares Carlo 1929:270). La escritura se desarroll6, al margen do los preceptos caligraficos de la letra cortesana, la cual caligréficos de la letra cortesana, la cual tuvo su aspecto un tanto caligré- fico. Los caligrafos espafioles desde mediados del siglo XVI, cuando comenzaron a aparecer las primeras obras caligraficas, tomaron en cuenta la letra procesal, con un intento de hacer lo mas caligrafica, sin resultado positive. 42 METODO EN PALEOGRAFIA, La falta de ensefianza caligréfica y el cursivismo han dado por resultado manuscritos de dificil descifrado, y la posibilidad de interpretar de diversas maneras las letras. Las caracteristicas de la lectura procesal fueron: una sola letra podia tener dos, tres y més formas, dentro del mismo manuscrito, es decir, que el mismo escriba usaba distintas formas para algunas letras. Olas caracteristicas de la escritura procesal es la ca- rencia de letras maytisculas; si existen ciertas formas que parecen mayéisculas, en realidad son sélo letras mindscu- las agrandadas. Asi mismo, la falta de separacion de las palabras y atin del francés, y, por el contrario, la separa- ci6n arbitraria de una misma palabra. c) La Bastardilla 0 Italica. Esta escritura fue desarrollada en Italia en el siglo XV de Ia g6tica cursiva italiana e influencia por la reforma huma- nistica de los textos de los libros se introduce en Espaiia en el siglo XV. Se us6 primero para la correspondencia epis- tolas, pero pronto comenz6 a sentirse su influencia en las cortes reales y oficinas piblicas, desplazando a la cortesa- naen la primera mitad del siglo XVI. Las peculiaridades graficas de la bastardilla pertene- cen las que siguen: las formas de casi todas las letras son parecidas actuales; pocas letras han cambiado su aspecto morfolégico. Las formas de letras oscilan también entre las estrechas y las anchas, angulosas y redondeadas, incli- nadas hacia la derecha 0 rasgos verticales perpendicula- res con relacién a la linea basica del reglon. 4B LUIS CAJAVILCA NAVARRO I AILGANAVARE d) Letra Encadenada Es la derivacién de la procesal, por la existencia de un li- gado continuo en la escritura. Algunos tratadistas la de- nominan procesal encadenada; en el casi todas las letras son redondeadas sus rasgos en forma de e: n, u, i, d, p, h, ¢, de tal manera que se debe poner gran cuidado en el ana- lisis de cada palabra, separando los rasgos de las distintas letras y estableciendo su valor grafico. CAPITULO V LAS ABREVIATURAS 1. CONSIDERACIONES GENERALES ("*) Las abreviaturas son representaciones de palabras que se escriben por sélo alguno 0 algunos de sus elementos mas significativos de los que las determinan. Son significantes Lingiiisticos constituidos por un componente alfabético portador del contenido seméntico y por un componente simbélico solo excepcionalmente es alfabético (caso de letras sobrescritas al componente alfabético) y no supo- ne necesariamente contenido seméntico en si mismo por cuanto es factor cambiable. 2. BRAQUIGRAFIA Y PALEOGRAFIA Las abreviaturas se tratan en Paleografia como un sub- sidio bajo el epigrafe de “braquigraffa’; su estudio se inscribe en los tres aspectos en los que cabe considerar la Paleografia. Desde el punto de vista practico, como un medio para interpretar escrituras de en desuso: la recta interpretacion de palabras abreviadas es imprescindible en Paleografia de lectura. 3, ESTRUCTURA DE LAS ABREVIATURAS En esencia las abreviaturas estan constituidas por un sig- nificante lingiifstico portador de contenido semantico y por un significante destinado a sefialar la condicion de palabra abreviada, seménticamente cambiable. 14 Luis Naihez Contreras. Ob. Cit. P. 107-108, 45, LUIS CAJAVILCA NAVARRO Unidos ambos dan a la palabra abreviada su signifi- cacién lingiistica. Una abreviatura esta formada por los signos alfabéticos de una parte de la palabra abreviada y por un signo destinado a sefialar que alli donde se sittia se ha producido una abreviacién. Deben ser consideradas las abreviaturas y su estudio ha de hacerse teniendo en cuenta por separado el compo- nente semantico y el simbélico, si bien las dos clasificacio- nes no se excluyen, sino que se combinan. 4. EL COMPONENTE SEMANTICO Cuando el componente seméntico es una parte inicial de Ja palabra abreviada se produce una abreviatura por sus- pension, Cuando aquel mantiene al menos la primera y la tltima letra de la palabra abreviada, y con ellos las letras suprimidas son intermedias, se produce una abreviatura por contraccién. Puede ocurrir ademas que falte la parte inicial de la palabra abreviada y en tales casos - no muy numerosos - se produce una aféresis o suspensién acéfala. 5. CLASES DE ABREVIATURAS Los signos abreviativos, pueden ser: signos abreviativos propiamente dichos, usados con valor general o deter- minado, y signos especiales. Las abreviaturas usadas en la escritura antigua son: Las “abreviaturas por siglas”, “abreviaturas por suspensién” 0 “apocope, “abreviaturas Por contraccién” o “sincopa”, “abreviatura convencional” y “abreviaturas de subordinacién. Las abreviaturas por sigla.~ Consiste en sustituir una pala bra por una letra sola, que generalmente es su inicial. Las 46 METODO EN PALEOGRAFIA abreviaturas pueden ser por sigla doble (ss. Seftores, pp. padres) y abreviaturas por sigla compuesta (VA, vuestra al- teza, vm. Vuestra majestad, vs vuestra seftorita). Abreviaturas por siglas mas usuales en manuscritos peruanos de los SS. XVI- XVII Ae Alonso B Bachiller c Carta D Doctor G Garcia L#® —_Licenciado M* Merced, M Martin M° Cristo ™ Toribio, Toledo, Testimonio s Scribano ve Villa P Pirt jaturas por suspensi6n o apocope, consiste en supri- eae ‘a inal dementoe de una palabra con la introduc cién de la escritura francesa en Espafia, aument6 conside- rablemente cl ntimero de las abreviaturas por suspensi6n. 1a forma mas antigua de la abreviatura por susper- ion es la “sigla”, cuya esencia consiste, en expresar s6 inpees latin de Ta palabra. La “Sigla” duplicada indica generalmente el plural de las palabras abreviadas. Ejemplo: Yt. item Am amén Act. Actum 47 LUIS CAJAVILCA NAVARRO Dioceses Mater Pater Presbitero liber Nobis imperium Las abreviaturas por contraccin 0 sincopa, Conserva la primera o primeras letras y la altima o ultimas de un vo- cablo, y, muchas veces, letra o letras intermedias. La escritura visigética practicé en larga escala el sis- tema abreviativo por contracci6n o sincopa, llamado he- braizante, y caracterizado por la tendencia a conservar de una palabra tan s6lo las consonantes 0 su mayoria, y a suprimir todas o la mayor parte de las vocales. Ejemplo. Aba abba Adr auditor Agls angelus Agsto augusto Apsls Apostulus Bbsta Babtista Bndctio benedictio Clm concilicem Cfssr confesar Colo concilio Discpla disciplina Dms dominus Epistola epistola Fra feria Gla gloria 48 METODO EN PALEOGRAFIA, _METODOENPALEOGRAFIA Ds Deces Xps Christus Dnico dominico Mscda misericordia Pecdor peccador Resp. responsio Sids sélidos Tilo titulo Vsp vispera La abreviatura convencional.- Fue usada en los documentos del siglo XVI. En este caso algunas palabras se representan por signos que muchas veces no representan las letras de la palabra, lo que hace muy dificil a lectura del documento (ver anexo abreviaturas del Ss. XVI - XVI) Las abreviaturas por subordinacién.- Es, cuando se pone algunas letras sobre el nivel normal de las otras letras. Fjemplo: Ter? termino Abb* abdiencia Cit: cibdad Not? notario Int? integro Ont? quanto Aunt aunque Ot?g? otorgo Tec! tercio Fito ipso Reto Rector C°pus corpus E°mpador comprador 49 LUIS CAJAVILCA NAVARRO P*sente presente Pior prior Uitud virtud La linea es el otro signo general de abreviacion, que puede ser recta, curva o mixta, Por el mismo proceso de cambio en los rasgos, se va convirtiendo en bucles, enlaces envolventes y adornos de las letras, de una gran vistosi- dad, pero de escaso valor funcional. Perdura el signo de abreviacién mixto > de er, ir (mm? c,d = merced). La linea 0 una pequefia rayita se convierten en el signo general de abreviaci6n por excelencia en la escritu- ra, que tanto puede designar una contraccién como una suspensi6n. Segiin sean su uso en determinadas letras y su forma (horizontal, ondulada, oblicua), pasard a tener un significado especial. AFERESIS Se deben a una alteracion dela abreviatura originaria pro- ducida por la desaparicién de la primera o primeras le- tras: n = eninm, t = vel, °g = ergo. EL COMPONENTE SIMBOLICO En los signos se ha de distinguir su forma, la posicién que ocupan en la abreviatura y su valor significante. Forma es el aspecto externo con que se ofrece su tra- zado. __ Laposicion es muy variable. Esta en relacién primor- dialmente con mecanismo por el que se ha ejecutado la abreviatura: en las que lo son por suspensién los signos se colocan al final del componente fonético; en la contraccién en posiciones intermedias. 50 METODO EN PALEOGRAFIA El valor significative de los signos era en principio simplemente simbélico: su presencia s6lo indicaba que el grupo de letras al que iban referidos constituia una abre- Viatura, Pero ocurrié que a un elemento simbélico se le atribuy6 un significado especial de caracter semantico, bien en si mismo 0 en sentido relativo, dependiendo ello en los dos casos de su posicién y de la letra a la que afec- taban. Y a la inversa; ocurrié también que al elemento se- mantico - una letra alfabética de la palabra abreviada. Se le dio valor abreviado sobrescribiéndola al componente seméntico. Resulté asi que los signos funcionaron con tres valores variables: general, propio y relativo. LOS SIGNOS UTILIZADOS EN LAS ABREVIATURAS Pueden ser signos propiamente abreviados y signos espe- ciales, que a su vez se dividen en convencionales y taqui- graficos. Signos propiamente abreviativos Tienen este cardcter el punto, la linea y las letras sobrescritas. + El Punto. Forma redonda, en las escrituras géticas, tiende a la angulosidad. * La Linea. De longitud muy breve y nunca sobrepa- sando el componente alfabético. * Letras sobrepuestas. Tienen caracter de signos abreviados solamente si forman parte de la palabra abreviada y si se han colocado para indicar que fal- tan otras letras. Signos especiales Los signos especiales, sean convencionales 0 taquigraficos no se prestan a generalizaciones. 51

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