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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


U.E.P. “Colegio Cruz Carrillo”
3er Año
Recreación

Profesor: Alumna:
José Anderson Elimar García

El Marqués, octubre 2020


INTRODUCCIÓN

Una de las investigaciones más interesante por lo difícil de entender y la


curiosidad que causa. “Enigmas y Misterios del Mundo”; son temas inexplicables
por lo oculto.

En este pequeño espacio se desarrollará 5 de los tantos que existen en el


mundo. El muy conocido en Venezuela “El Chupacabra”, “El atlántico” Una ciudad
bajo el mar, “El origen del Hombre”, ¿según la ciencia o Dios? “El triángulo de las
bermudas” ¿Mal tiempo o Misterio? Y “La faraona HATSHEPSUT” ¿Qué hizo para
que fuese borrada de la historia?

Está basado en investigaciones previas, para luego dar mi opinión personal


sobre este tema que llama la atención de cualquier lector. ¿Quién no quiere saber
qué sucedió en realidad?
EL CHUPACABRAS

Cuenta Benjamin Radford, del Comité para la Investigación Escéptica, de


Estados Unidos, que la primera persona que vio al chupacabras fue Madeylen
Tolentino, de Canóvanas, este de Puerto Rico, en 1995.
Tolentino lo describió como un ser terrorífico, parecido a un extraterrestre,
que pasó frente a la ventana de su casa.
Luego, otros pobladores lo describieron como una criatura bípeda, de
entre 1,20 y 1,50 metros de alto, con grandes ojos, púas a lo largo de su espalda y
largas garras.
Esta bestia, como la llamaba la gente, era responsable por la muerte del
ganado, al cual le succionaba toda la sangre a través de perforaciones en el cuello.
Luego de que se hicieran públicos otros ataques, y de que los medios
comenzaran a reportar nuevas víctimas que "aparecían sin sangre" en sus cuerpos,
la leyenda del chupacabras se volvió viral.
Primero recorrió toda la isla, luego se hizo presente en América Latina y el
sur de Estados Unidos.
En internet encontró una perfecta caja de resonancia, impulsada además
por los fanáticos de los objetos voladores no identificados y creyentes de teorías de
conspiración.
Un nuevo mounstruo
A principios de la década del 2000, hizo su aparición un chupacabras
diferente. Esta versión guardaba rasgos de la criatura que había sido avistada en
los primeros reportes, pero ahora se parecía menos a un extraterrestre.
De hecho, ahora lo describían como un animal sin pelos en la piel, que se
desplazaba en cuatro patas, como los perros.
El cambio de apariencia no le hizo perder credibilidad, por cuanto había
testigos que reportaban haberlo visto y, por supuesto, estaban los cuerpos criaturas
que había sido encontradas o cazadas.
Como científico e investigador, Radford vio aquí una oportunidad de oro.
"Cuando tienes un cuerpo, todo cambia. Puedes tomar muestras de ADN,
muestra de huesos, tienes morfología", dijo Radford.
"Al principio era escéptico sobre la existencia de la criatura. Al mismo tiempo
estaba consciente de la posibilidad de descubrir un nuevo animal. No quería
ridiculizar el caso o descartarlo. Si el chupacabras era real, quería
encontrarlo".Benjamin Radford, del Comité para la Investigación Escéptica.
Las victimas
Este tipo de animales por lo general son víctimas frecuentes de
depredadores comunes en la zona, como perros o coyotes.
No es raro que estos animales muerdan en el cuello cuando atacan, y
dejen los cuerpos en el sitio, por lo que la víctima muere de hemorragia interna, sin
que muestre otras heridas más allá de las perforaciones en el cuello.
En palabras de Bill Schutt, del Museo de Historia Natural en Nueva York,
gracias a la bien conocida leyenda de Drácula, las marcas en el cuello suelen ser
asociadas a vampiros.
Schutt aclara que los animales que de verdad se alimentan de la sangre de
otros no actúan de esta manera.
"Las especies que succionan sangre la obtienen de la superficie de la piel de
sus víctimas, no la buscan en la vena yugular".
Un mounstro de internet
"Diría que el chupacabras es el primer monstruo de internet. Si los primeros
reportes de su existencia se hubiesen producido en 1985, algunas personas se
habrían enterado, pero no se habría extendido por todo el mundo", insiste Radford.
Y qué hay del primer avistamiento en Puerto Rico, hecho por Tolentino en
1995. ¿Fue un invento?
La respuesta de Radford es igualmente inesperada. Para él, todo tiene que
ver con la película "Especies" (dirigida por Roger Donaldson, y estrenada en
1995).
La descripción del animal se parece a la criatura de la película, la trama se
refiere a experimentos científicos secretos del gobierno estadounidense, fue
estrenada en el momento del avistamiento y además fue rodada parcialmente en
Puerto Rico.
Aunque se apresura a aclarar que no está acusando a ningún testigo de
mentir, Radford sugiere que tales encuentros pudieron ser el resultado de una
imaginación extremadamente activa.
"Desde mi punto de vista no hay ninguna razón para creer que exista algo
extraordinario en los ataques al ganado", concluye Radford.
A pesar de su análisis, y de todas las investigaciones que demuestren que
es solo un mito, la historia del chupacabras tiene todos los elementos para seguir
atrayendo creyentes, sin importar lo extraño o inverosímil que parezca.
“Las especies que succionan sangre la obtienen de la superficie de la
piel de sus víctimas, no la buscan en la vena yugular"
Bill Schutt, Museo de Historia Natural de Nueva York
ATLÁNTIDA LA CIUDAD PERDIDA

Hasta ahora nadie ha podido ubicar con precisión el lugar del mar o de la
tierra en donde estuvo la Atlántida, que aseguran fue un territorio de gran cultura
y adelantos científicos
Ficción, utopía o realidad son algunas de las palabras a mencionar a la hora
de tratar el tópico. Por siglos, la Atlántida no solo ha sido un enigma, sino un
lugar famoso para todo amante del cine o la literatura. La idea de esta isla
perdida descrita como una sociedad maravillosa y avanzada cuya sabiduría pudo
haber traído al mundo la paz y armonía es una imagen que ha cautivado a ocultistas
y soñadores por generaciones. Mucho se ha escrito sobre ella y muchos han
desembolsado fortunas y arriesgado sus vidas por buscarla.
La leyenda de la Atlántida es universal. Las raíces de esta historia se
conocen a diferencia de muchos otros mitos cuyo inicio es una incógnita. Fue citada
por primera vez en los textos de Platón, que datan de unos 330 años A.C., y
todos los pueblos del mundo aceptan la existencia de este admirable continente
cuya cultura dejaron escrita en confusos relatos Homero y los grandes historiadores
de la antigüedad.
El Océano Atlántico se conecta con la Atlántida, se dice que allí existió este
monumental continente hundido para siempre; Atl, que indica agua en lengua
náhuatl, también coincide con ese nombre fabuloso Atl-Atlántida y se cree que de
allí vino su raíz.
Hasta ahora nadie ha podido ubicar con precisión el lugar del mar o de la
tierra en donde estuvo la Atlántida, que aseguran fue un territorio de gran cultura y
adelantos científicos.
Edgar Cayce (1877-1945), profeta y clarividente, en sus frecuentes trances,
tuvo sueños y visiones de la Atlántida y su avanzada civilización. Cayce creía que
los atlantes habían conocido la energía atómica y el vuelo, pero su radiante
civilización acabó siendo destruida por catástrofes nucleares: la primera, 50.000
años A.C., y la última, 10.000 A.C. Muchos atlantes que supieron percatarse del
desastre habrían emigrado con anterioridad a Egipto y América Central.
Cayce situó geográficamente la Atlántida en la isla de Bimini septentrional,
pequeña parte de las Bahamas, y vaticinó que en 1968 o 1969 podrían descubrirse
algunos aspectos de los antiguos templos de la civilización perdida.
Se dice que la raza atlante sucumbió para siempre tragada por las aguas, en
medio de un cataclismo aterrador y destructor como el mismo diluvio, y, sin
embargo, relatos y leyendas hacen suponer que algunas de las razas y pueblos que
llegaron a Mesoamérica, especialmente la maya, fueron originarios del continente
perdido. Esta afirmación se presta a polémicas puesto que asegura que los
teotihuacanos fueron también atlantes y que los olmecas, los mixtecos y muchos
habitantes de América, antes de la conquista, llegaron de la Atlántida.
El impedimento principal que se ha expuesto para aceptar esta teoría la
indica el lenguaje, pues la lengua hablada por mayas, toltecas, mixtecos, zapotecas,
totonacas, teotihuacanos y olmecas eran y siguen siendo distintas y sus culturas
también, aunque se han encontrado ciertas analogías tanto en sus temas políticos
como religiosos. Los antropólogos y arqueólogos piensan en la Atlántida como un
solo continente, con una misma cultura y un mismo idioma, unas mismas
costumbres y una sola religión, y quizás la Atlántida fue un continente gigantesco
que se sumergió en las aguas, en el cual estaban radicadas varias naciones que
hablaban diversas lenguas y tenían múltiples tradiciones y culturas.
Probablemente los pueblos que arribaron a Mesoamérica eran
descendientes de aquellos atlantes, transfiriendo sus prodigiosas culturas que aún
hoy fascinan a los más eruditos y los llenan de incógnitas con respecto a cómo
pudieron lograr aquellas grandezas de edificios de tallado escultórico, de
corpulentísimos monolitos y de material de construcción, y cómo llegaron al
conocimiento de la astronomía, la aritmética, el calendario, las artes y la orfebrería.
Tal vez, la leyenda de la Atlántida sea uno más de los grandiosos enigmas
del universo de los que nunca podremos conocer la legítima respuesta.
EL ORIGEN DEL HOMBRE

El Origen del Hombre ha sido, es y seguirá siendo probablemente uno


de los enigmas más difíciles de resolver entre los numerosos enigmas que se
plantean a la Humanidad.
La Biblia dió durante muchos siglos una solución que bastó a los creyentes
al tomar su contenido al pie de la letra. El Obispo de Armagh, James Usher, en 1650
llegó a afirmar utilizando cálculos matemáticos basados en su texto, que la tierra
había sido creada 4004 años antes del nacimiento de Jesucristo, ni uno más
ni uno menos. Aún precisaba más el Vicerrector de la Universidad de Cambridge,
John Leghtfoot, cuando decía que este acontecimiento tuvo lugar el año 4004 a.C.
el día 23 de octubre a las 9 de la mañana. Las teorías eran demasiado simplistas,
propias de los conocimientos de su tiempo.
Pero un verdadero aluvión de hechos diseminados a lo largo de la Historia,
las nuevas corrientes del pensamiento y una mejor interpretación de las
informaciones obtenidas por arqueólogos y prehistoriadores, unido a la aparición de
los sistemas clasificatorios de plantas y animales obra de estudiosos como Carlos
Linneo y Buffon, junto con los estudios de Anatomía comparada, fueron abriendo
paso a la opinión de que existía una relación indudable entre las diversas especies.
La idea no era totalmente nueva, ya que la vemos esbozada en autores
de la antigüedad griega como Aristóteles y otros incluso antes que él a los
que preocupó entre otras muchas cosas el origen de la tierra y del hombre.
Aun para los naturalistas de la época todavía influenciados por el pasado, el
hombre aparecía anatómica, fisiológica y biológicamente como un animal, superior,
pero animal al fin, diferenciándose de las demás especies vivientes más de unas
que de otras, no sólo por la complejidad general de su organismo sino por el cerebro
al que se adscribía la capacidad de razonar y de pensar. La conformación de su
órgano laríngeo se unía para poder emitir la palabra, expresión del pensamiento.
Los numerosos fósiles aparecidos en muy diversos lugares del mundo
que se consideraban como "ludus naturae" o juegos de la Naturaleza,
producidos accidentalmente como consecuencia del Diluvio Universal, dejan
de serlo para ser interpretados como lo que realmente son, no un juego de la
Naturaleza, sino elementos que un día formaron parte del reino vegetal y animal
como seres vivos según la interpretación del naturalista suizo Johan Jacob
Scheuchzer quien encontró cerca del Lago Constanza un fósil incluído en una piedra
con aspecto que creyó humano por lo que lo denominó Homo diluvii testis. Años
después Camper lo identificaría con un "lagarto petrificado", y Cuvier con una
"Salamandra acuática de especie desconocida.
Fracastoro, físico, médico, hace colecciones de fósiles a los que considera
como seres que en su día tuvieron vida. Buffon será uno de los primeros en
asignarles una antigüedad que depasa totalmente la atribuída por Usher a la
creación de la tierra. Buffon les da la para entonces enorme antigüedad de 75.000
años.
Todo se iba preparando para llegar a la idea evolutiva de las especies y el
que primero emite este concepto con todas las limitaciones propias aún de los pasos
balbucientes de la ciencia, será Jean Baptiste de Lamarck, zoólogo del Museo
Nacional de París. En su obra "Philosophie zoologique" (1809) expone su teoría de
la evolución, de los caracteres adquiridos lentamente por el uso y la necesidad.
Sería Charles Darwin, naturalista inglés el que después de su famosa
expedición alrededor del mundo en el "Beagle" (1831-1836), realizando colecciones
de plantas, animales y múltiples observaciones y comparando unas especies con
otras halladas en otros continentes e indudablemente influenciado por las ideas de
Lyell, Lamarck, Malthus y su propio abuelo Erasmus Darwin, expondrá su doctrina
de la evolución en su famosa obra "Del origen de las especies por medio de la
selección natural o la lucha por la existencia en la Naturaleza". Llegó a la conclusión
de que las especies pueden cambiar, no son inmutables.
No fué sin embargo Darwin el único que llegó a esas conclusiones. Otro
inglés, Alfred Russel Wallace, viajero impenitente y gran observador, había
realizado estudios sobre la flora y la fauna a lo largo del río Amazonas y en
Indonesia, interesado por el enigma del Origen de las especies. Fué como un
mazazo para el hombre que llevaba 20 años trabajando sobre el mismo tema.
Wallace se había adelantado a él con una teoría idéntica.
Lord Kelvin, físico y matemático, tuvo más motivos para hacer retroceder la
antigüedad de la tierra más allá de los 4004 años de Usher y de los 75.000 de Buffon
y asigna a la tierra una antigüedad de 98-200 millones de años. En la actualidad
esta escala se ha hecho retroceder aún mucho más y hoy se asigna a la corteza
terrestre una antigüedad de 4.500 millones de años.
Se llega así a una síntesis neodarwinista para poner de acuerdo todas las
teorías que resumida viene a decir: "La evolución se debe a la acumulación de
pequeños cambios genéticos guiados por la selección natural" (Mayr, 1963).
Así ha sido la historia de las ideas biológicas, una serie de pasos a
veces vacilantes, más seguros otras, en ocasiones descubrimientos
espectaculares alternando con teorías absurdas, hipótesis confirmadas por
los hechos o entusiasmos pasajeros, pero siempre un zigzagueo del hombre
para buscar su origen y quizás poder predecir su destino.
Un hecho es evidente. A través del tiempo, los seres vivos han ido
aumentando su complejidad, como si hubiese una fuerza desconocida, y no sólo el
azar, que ha dirigido y orientado todo el inmenso proceso hacia la aparición de la
especie humana.
TRIANGULO DE LAS BERMUDAS

El término fue creado en 1953 por varios escritores que publicaron artículos
en revistas acerca de la presunta peligrosidad de la zona. Sin embargo el área
circundante, en especial la costa de las Carolinas, era conocida por sus numerosos
naufragios hasta el punto de ser llamada "El cementerio del Atlántico". Además, se
han registrado grandes olas en esa zona lo que explica el temor generado por la
misma.
Es una amplia zona geográfica en el océano Atlántico que comprende en
cada uno de sus vértices las islas Bermudas (de donde toma su nombre y como
lugar más aislado), Puerto Rico y Fort Lauderdale en Florida (EE.UU.), la extensión
de ese triángulo se calcula en más de un millón de km².
Su popularidad se debe a una gran cantidad de barcos y aviones que han
desaparecido en sus aguas de forma, cuando menos, extraña. Sin embargo, es
debido a la publicación del libro “El Triángulo de las Bermudas” de Charles Berlitz,
a mediados del siglo XX, cuando la denominación y el temor sobre dicha zona se
popularizaron. Sin embargo no fue el único en escribir sobre esta agua “malditas”,
así en 1951 el periodista de “Associated Press” E.W.Jones escribió sobre esta
extraña colección de desapariciones de barcos cerca de Bahamas poniéndole de
nombre a la zona “”Triángulo del Diablo”.
En 1952 en la revista “Destino” aparecía un artículo de George Sand
narrando las desapariciones en la zona y en 1964, el escritor y submarinista Vincent
Gaddis le dio su nombre actual “Triángulo de las Bermudas” en un artículo en la
revista “Argosy” , no tardó mucho en escribir un curioso libro que llevaba por título
el sugerente “Horizontes invisibles: los verdaderos misterios del mar” y en el que
hablaba del “mortal triángulo de las Bermudas”, así es a Vincent Gaddis a quién se
le debe el nombre por el que popularmente se conoce a esta zona.
Gaddis tenía una gran amistad con un conocido escritor llamado Charles
Berlitz, nieto del fundador de las escuelas y academias de idiomas “Berlitz” y este
genio del misterio fue el que popularizó y divulgó las “maldades” de esta zona del
Atlántico a través de su best-sellers “El Triángulo de las Bermudas”, en un libro
polémico por los datos inexactos que ofrecía pero que seducía al lector
irremediablemente.
La travesía por este lugar se hace desde tiempos del Descubrimiento de
América, estamos ante una zona aceptablemente transitada por mar y por aire, una
zona que además de la navegación propia ofrece otros peligros como ser zona de
huracanes, tener un tiempo muy inestable, dejar el océano Atlántico y entrar en el
mar Caribe (Golfo de México). Ello hacía que hace siglos hubiera un alto número de
naufragios en la zona, con la navegación a vela y sin los modernos aparatos de
navegación (radar, gps, etc) En tiempos más cercanos se han producido
pérdidas igualmente sorprendentes en un lugar donde el norte magnético no se
corresponde con el norte natural...
Sin embargo, no es la única zona de nuestro planeta que parece tocada por
esta maldición marina que hace desaparecer a los barcos y aviones. El escritor
español Antonio Ribera hablaba de doce triángulos malditos en nuestro planeta, los
más identificados y representativos junto con el de las Bermudas es del llamado: El
Triángulo del Dragón, en el mar de la China y el llamado Vértice Marysburgh ubicado
entre EE. UU. y Canadá, en el lago Ontario.
Así a Charles Berlitz le corresponde el haber realizado la primera lista
“oficial” de desapariciones en la zona, entre ellas algunas importantes como:
· 1840: HMS Rosalie, barco que se dirigía a La Habana (Cuba), y fue hallado
sin tripulación.
· 1945: desaparecen 5 aviones TBM Avenger (el famoso Vuelo 19) de la
Marina Estadounidense.
La pérdida del “Vuelo 19” lanzó aún más a la popularidad a esta zona,
fue un escuadrón de cinco bombarderos TBM Avenger de la marina estadounidense
con base en Fort Lauderdale el 5 de diciembre de 1945. Se trataba de un vuelo de
rutina, de entrenamiento y, sin embargo, los pilotos y sus naves jamás volvieron,
eso disparó la imaginación. En la zona también desaparecieron dos aviones modelo
Tudor IV que tenían por nombre “Star Tiger” y “Star Ariel” pertenecientes a la”British
South American Airways Corporation” que volaban sobre Bermudas. Fue el 31 de
Enero de 1948 con 29 pasajeros más la tripulación que capitaneaba B. W. McMillan,
el Star Tiger salió unas horas antes de las islas Azores. El avión de McMillan se
encontraba ligeramente fuera de rumbo y había fuertes vientos, fue lo último que se
supo de ellos.
Serían algunos de los casos más conocidos y popularizados, pero, toda la
mágica hipótesis de Berlitz sufriría un revés cuando un bibliotecario llamado
Lawrence S. Kuscher, consultando las listas de la compañía de seguros Lloyd´s y
los partes de la marina de los Estados Unidos, descubrió que había menos misterios
del que el escritor narraba y así lo expuso en su libro “El Triángulo de las Bermudas:
solucionado”.
Se calcula que “en los últimos 100 años por esa zona han pasado unos
10 millones de naves (100.000 por año). Se cree que desde mediados del siglo
XIX han desaparecido un total de 50 barcos y 20 aviones”. El nivel de
desapariciones en la zona es el normal de cualquier otro lugar del océano.
No obstante, siempre existirá una batalla por el misterio entre los más
“crédulos” y los más “escépticos”, lo que no cabe duda es que, dejando aparte textos
exagerados, críticas aterradoras o la negación de un fenómeno, en la zona se
producen desapariciones que no son posibles de explicar, como las del “Rosalie”,
“Mary Celeste”, “Freya”, “Gloria Colite”, “Rubicon” o el “Connemara IV”.
Es una zona que despierta nuestra imaginación y alimenta nuestros sueños.
El Triángulo de las Bermudas y sus misterios siempre estarán presentes entre
aquellas tripulaciones que surquen sus aguas... malditas.
EL MISTERIO DE HATSHEPSUT, LA FARAONA QUE FUE
SISTEMÁTICAMENTE BORRADA DE LA HISTORIA

Durante más de dos milenios nadie supo de su existencia, a pesar de


haber sido uno de los más formidables y exitosos reyes del mundo antiguo.
Vivió en el siglo XV a.C. pero su nombre permaneció oculto hasta el siglo
XIX, cuando la decodificación de los jeroglíficos permitió leer las inscripciones que
habían sobrevivido el ataque contra su monumental legado en piedra.
Uno de los primeros testigos de la profanación fue Herbert Winlock, jefe del
equipo arqueológico del Museo Metropolitano de Arte en Egipto, quien, en 1902, se
encontró los restos de estatuas de un faraón que habían sido destrozadas adrede
en el pasado remoto.
¿Qué pudo haber hecho éste para merecer algo tan terrible y quién
justificó tal blasfemia?
Para los egiptólogos de la generación de Winlock, la historia que empezó a
revelarse era una de engaño y venganza: la de una mujer que había sido
una "usurpadora, del tipo más vil" y un hombre que se desquitó de ella tras su
muerte "como no se había atrevido en vida". Pero a medida que los expertos
lograron, con fragmentos de evidencia, reconstruir su historia, la opinión ha ido
cambiado.
El principio de esa historia
Las estatuas profanadas eran las de uno de los faraones más exitosos e
influyentes, una de las pocas mujeres que gobernó Egipto como faraón y cuyo reino
(1479-1458 a.C.) duró más que el de cualquier otra hasta Cleopatra.
Su nombre era Hatshepsut, que significa "la más importante de las damas
nobles"; era una princesa real, hija del rey Tutmosis I, un general famoso por
legendarias batallas militares, y su consorte, la reina Ahmose.
No tenían un heredero varón, pero no importaba mucho; en el harén real
había una opción aceptable: el príncipe Tutmosis, hijo de una respetada reina
secundaria y para proteger el linaje real, el padre de ambos ordenó que se casaran,
así que cuando él "descansó de la vida", los medio-hermanos heredaron el trono sin
ser desafiados. Pero unos tres años después de la coronación, Tutmosis II se
enfermó y murió, y el único sucesor masculino adecuado disponible era el pequeño
hijo de una de las mujeres de más baja cuna de su harén. A pesar de que no era
raro que las madres tomaran las riendas del poder si los faraones eran demasiado
jóvenes para gobernar, la de Tutmosis II no tenía ninguna preparación para asumir
tal responsabilidad así que Hatshepsut, la reina viuda, se convirtió en regente
en nombre de su hijastro/sobrino.
De regente a faraona
Unos años después, por alguna razón que desconocemos, tras regir en
nombre del único faraón reconocido, Tutmosis III, Hatshepsut se convirtió en
faraona. Y ahí está el problema, y legalmente, no había ninguna prohibición para
que una mujer gobernara Egipto.
Aunque el faraón ideal era un hombre -y de ser posible guapo, atlético,
valiente, piadoso y sabio-, para preservar la línea dinástica, en ocasiones se
consideraba aceptable que fuera una mujer, así como lo era que las madres
sustituyeran a sus hijos pequeños y las reinas, a sus maridos ausentes en el campo
de batalla. Pero en este caso, se trataba de una regente que, a pesar de la
existencia de un faraón, ascendía a esa posición de poder. Y no era por un rato,
mientras Tutmosis III crecía; los faraones eran como los dioses: eternos.
Desafortunadamente, en los escritos encontrados, no hay nada que explique cuál
fue el motivo que la llevó a tomar una decisión tan drástica.
De faraona a faraón
En un reino en el que al menos el 95% de los sujetos eran analfabetos, el
mensaje visual era clave, así que su imagen experimentó una metamorfosis
espectacular. En dibujos y estatuas empezó a aparecer con la vestimenta y
accesorios típicos de un faraón, desde la corona perfecta y la falda corta hasta la
barba postiza que se consideraba un atributo divino de los dioses. Incluso la
representación de su cuerpo se fue haciendo cada vez más masculina para
mostrarla como el estereotipo de rey. Sin embargo, su intención era proyectarse
como líder, no como hombre, prueba de ello es que las inscripciones que
acompañan esas imágenes casi siempre contienen indicaciones de su verdadero
género, algo que inicialmente confundió a los egiptólogos. Si bien defendió las
fronteras, poco después de llegar al trono, su reinado fue pacífico y la faraona
reafirmó el poderío egipcio valiéndose de otras armas: la diplomacia y el desarrollo
del comercio internacional con algunas tierras conocidas y otras, fabulosas.
Hay rastros de Hatshepsut no sólo en Deir el Bahari sino en muchas otras
edificaciones del extenso programa de construcción que realizó durante su reinado,
en el que levantó y renovó templos y santuarios desde el Sinaí hasta Nubia, como
la Capilla Roja y dos pares de Obeliscos en el Complejo Templario de Karnak y el
templo de Pajet, excavado en la roca en Beni Hasan, en Egipto Medio. Dejó cientos
de estatuas de sí misma, así como relatos en piedra de su historia,
real e inventada, y hasta sus pensamientos.
Aunque quizás nunca se pueda resolver el misterio, los expertos de hoy
tienen una teoría muy distinta de lo que ocurrió que la tradicional de la usurpadora
y el usurpado. Una gran incógnita por resolver es por qué, unos años después de
ser regente, Hatshepsut tomó la decisión de convertirse en faraona. Pero hay
indicios que apuntan a otra realidad. Hatshepsut nunca depuso a su hijastro, ni le
quitó el título de faraón, ni siquiera lo ocultó. En las imágenes él sigue apareciendo
a su lado, a veces incluso como si fueran mellizos.
Aunque desapareció de la historia durante siglos, afortunadamente ahora al
menos parte de su obra está grandiosamente presente en la tierra que reinó.
Hatshepsut no sólo no lo mató ni lo exilió, sino que se aseguró de que Tutmosis III
se preparara para el rol que por destino le esperaba.
Tanto la actitud de la faraona como la de Tutmosis III han llevado a los
expertos a considerar como una versión más plausible que quizás fue una
amenaza contra la estabilidad de Egipto lo que llevó a Hatshepsut a declararse
reina. Los logros, como ha confirmado la historia, son más fáciles de robar.
Tutmosis III, al fin y al cabo, había sido faraón durante todo el tiempo que ella
rigió, así que si se apropiaba de su legado podía componer una historia alternativa
de un reinado aún más glorioso. Efectivamente pasó a la historia como uno de los
grandes faraones de Egipto, por derecho propio... y, por un tiempo, un poco
prestado.
CONCLUSIÓN

En el mundo existen cosas a las cuales no les encontramos respuestas


porque están fuera de la realidad. Son temas que están ahí y que cada quien los
asemeja a su manera.

En cuanto a los misterios antes descritos existen muchas investigaciones


basadas en testigos, victimas, historias, ciencia y otras causas; que no se
comprenderá. No sabremos si es realidad o ficción.
ANEXOS

El chupacabra

Hay varias descripciones diferentes Radford buscó evidencia sobre el terreno


en el que supuestamente
sobre el Chupacabras.
había atacado el Chupacabras.

La atlántida
El origen del Hombre

El triángulo de las bermudas


La faraona Hatshepsut

El egiptólogo Howard Carter (aquí sentado, en el campamento de excavación) descubrió


en 1903 una tumba en el Valle de los Reyes con dos sarcófagos marcados con el nombre de
Hatshepsut, pero estaban vacíos.

La figura de la derecha es Hatshepsut, ya transformada en el estereotipo del faraón varón,


aunque sólo fuera en las representaciones pictóricas. Los textos dejaban claro que era mujer.
OPINIÓN PERSONAL

¿Verdad o Ficción?

Las 5 historias son apasionantes, me permitió viajar a través de la historia, a

pensar para darle posibles respuestas a los enigmas o misterios que ahí plantee.

En mi opinión depende de la lógica con que lo veamos pueden ser ciertas,

pero, nunca sabremos exactamente la verdad, solo podemos saber ciertos hechos

ya sea por Fé o porque la historia y la ciencia lo explica.

Los enigmas o misterios que más me llamaron la atención fueron el triángulo

de las bermudas y la Atlántida. Ambos tienen que ver con el misterioso y aterrador

“MAR”. Tal vez, por eso nunca me agradó y siento un gran respeto, porque no

sabemos que hay en sus profundidades.

La ciudad pérdida, si creo que exista, ya que, la naturaleza es extraña y en

épocas pasadas ha habido catástrofes que han destruido casi ciudades enteras,

¿por qué no esa?

El triángulo de las bermudas pienso que es una parte del mundo oscura por

todas las victimas que supuestamente han quedado atrapadas ahí.

Esta investigación me abrió el interés de seguir leyendo sobre el tema y saber

más sobre el misterioso mundo que nos rodea.

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