La filosofía nos enseña que para poder progresar, hay que mirarse dentro, excavar cual

minero en los rincones más profundos de la conciencia hasta llegar a los callejones más
oscuros del cerebro, donde se encuentran la memoria y la conciencia. Despuès, desviarse
y navegar cual pirata las aguas del corazón, hasta encontrar la empatía; y para el terminar
de este viaje, encontrar aquello que minero y pirata buscan, el oro, el tesoro: la experiencia.
Sin embargo, la experiencia es un término subjetivo, no se puede hablar de experiencia
general, para esta, es oportuno usar el término historia, entonces, en ese orden de ideas, el
tesoro de una colectividad, de la humanidad es la historia.
El problema es que ningún ser vivo nace dotado de un mapa para tal viaje, tan largo y
fatigoso como la vida misma; y es por esto mismo que muchas personas nunca inician este
viaje, y las que lo hacen, más de la mitad jamás encuentran las rejas del cerebro ni la puerta
del corazón y por ende, jamás encuentran y mucho menos comprenden el significado de su
experiencia entonces, hablando en términos generales: si la humanidad no conoce ni
comprende su historia, la humanidad está destinada a morir ahogada en su propia
ignorancia, como dice la célebre frase
"Un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla".

La sociedad colombiana, una sociedad dolida, que desde el inicio de sus tiempos como
República ha sido ultrajada, torturada y asesinada por su pasado.
La conquista española dejò en ruinas al continente más privilegiado del mundo, y del
continente más privilegiado, el país con la mejor ubicación geográfica: Colombia, que es la
clara demostración de un absoluto retraso a nivel político y social; y una de tantas razones
es que jamás hemos sido una república independiente, puesto que siempre hemos
necesitado de ayuda de entes ajenos a la patria para progresar:
Para independizarnos, necesitamos de los franceses y su revolución, necesitamos de los
norteamericanos y su independencia, para poder alzar nuestras voces, para poder luchar
por nuestros derechos, para poder tocar en lo más mínimo la libertad, tuvimos que esperar
un 20 de julio de 1810 donde nuestros héroes americanos lograron la independencia... pero
como es tradición en Colombia, las grandes hazañas políticas siempre son una ​"victoria de
papel"​; desde la heroica independencia, hasta nuestro manifiesto político más precioso, la
Constitución del 1991.
El artículo 17 de nuestra constitución refleja la ignorancia que tenemos de nuestra propia
historia y nuestro enorme retraso en materia de educación y valores. Es una vergüenza que
el país cuyas raíces fueron esclavizadas, torturadas y asesinadas tenga que en su
constitución política, prohibir algo presuntamente extinto en su territorio. La cultura alemana,
potencia mundial en la actualidad, no necesita de prohibir los campos de concentración, o
las cámaras de gas, porque su pueblo no olvida el dolor de su pasado y pese a que no hay
ley jurídica que lo prohiba, si hay ley social que lo haga visto que sabe es obsoleto prohibir
algo claramente inhumano, en Colombia no tenemos esta última ley.
Es una vergüenza para un país de afrocolombianos, e indígenas y de mestizos.
¿En serio somos tan faltos de identidad?; ¡es un insulto para nuestros antepasados! es un
insulto a nuestras raizes, a los miles indigenas Taironas, Caribes, Koguis, Arhuacos,
Wayùus, Muzos, Panches, Pijaos (...) que son y han sido asesinados durante nueve siglos;
tambièn con nuestros negros esclavos, quienes traidos de Africa vinieron a America a morir
trabajando para los blancos, es un insulto que dos siglos despuès aun no les hayamos
reconocido su dignidad. Lo hicieron si, los derechos humanos en sus artículos 4 y 5, y pese
que Colombia adhirió a tales como proprios, viola cada uno de ellos.

Medievo del siglo XXI Mateo Torres R.

Por eso, agradezco al "gran colombiano", Jaime Garzon, por otorgarnos al español, lo que
puede ser aquella ley social que salve a Colombia; es el artículo 12 de la traducción de la
constitución del 1991 en lengua indigena:
"Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie ni hacerle mal a su persona aunque
este piense y diga diferente"​.
Estamos muy retrasados respecto a lo que podríamos ser y respecto a los que en la
actualidad son los más avanzados.

Cuando hablo de un retraso político/económico/social no hablo de un déficit, hablo de un

absoluto estancamiento histórico. El modelo económico, político y social en el que vivimos
es aquello que heredamos, cual ropa vieja, de los europeos, quienes se liberaron de este
cuando nos conquistaron: El Feudalismo; seis siglos después lo seguimos viviendo.

El feudalismo es un modelo económico, político y social que creó Carlo Magno; se basa en
la explotación del "señor feudal" a su vasallo. Los señores feudales eran generalmente
caballeros quienes por sus esfuerzos militares les venía otorgado un territorio como
recompensa de parte del rey, el territorio otorgado pasaba a ser de su absoluta propiedad y
por ende, podían ejercer el máximo poder político, militar y administrativo a su voluntad, y
tal territorio era heredado generación tras generación.
El feudalismo es la característica del Medioevo, una edad que los historiadores definen
como oscura, y con mayor razón, ya que es el periodo histórico en el que el hombre alcanzó
su mayor ignorancia, debido a su visión teocéntrica, creía que su estilo de vida era tal
porque Dios mismo lo quiso así, y siendo el hombre medieval la víctima de la corrupta
Iglesia Catolico-Romana, este jamás tuvo la voluntad de cambiar, de evolucionar
mentalmente, por esto, desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el ​476 ​hasta el
año Mil, los ricos serán siempre ricos y los pobres serán siempre pobres.
Si trasladamos estas informaciones a la actual sociedad colombiana, y hacemos un análisis
comparativo, nos damos cuenta que la diferencia es escasa, ya que nos han gobernado
durante toda nuestra historia como república la misma jerga aristocrática, que una familia en
condición de pobreza se demora once generaciones en salir de ella, y que la lucha (en la
cuales participan inclusive entes internacionales) por apropiarse del territorio colombiano
nunca ha cesado, ya que todo aquel que lo conozca sabe que el territorio colombiano es
sinónimo de una riqueza tan enorme, que puede ser casi infinita, nuestro territorio es la
leyenda del Dorado hecha realidad.
Por ende haciendo un estudio detallado del Medioevo y de la actual sociedad colombiana,
podemos comprender que llamar nuestra actualidad como Medioevo del siglo XXI no es
absurdo en lo absoluto.

Si seguimos la línea de tiempo de quienes heredamos la ignorancia medieval, notamos que

todo aquello que son en la actualidad, lo deben aquello que fueron desde la caída del
feudalismo, osea, que si los europeos son potencias hoy en día es gracias al ​renacimiento.​
En ese mismo orden, entendemos que por ley de la historia, si el hombre colombiano,
quiere salir de ese Medioevo del siglo XXI tiene que tener su propio renacimiento.
El renacimiento colombiano, basado en aquello europeo puede ser explicado sintéticamente
en cuatro conceptos:

Medievo del siglo XXI Mateo Torres R.

 Estudio de la propia historia:
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El estudio de los ​clásicos​ llevó a los El estudio desde la historia

hombres europeos a encontrar en
los textos grecorromanos inspiración
para el pasaje de una visión
teocentrista a una antropocentrista.
precolombina hasta aquella colonial
ayudaría al colombiano en la búsqueda
y comprensión de su identidad;
para después tener una autocrítica
y un avance mental/intelectual.

Percepción de la naturaleza
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El renacentista europeo entendió El colombiano debe comprender

que la naturaleza que estaba
llena de posibilidades que
podrían favorecer su crecimiento
intelectual y humano; para esto era
necesario conocerla y someterla.
que del continente más biodiverso,
su país es el segundo más rico en este
aspecto;
naturaleza puede ser quien lo sostenga,
preservando de ella.

Ignorancia impuesta por la corrupción

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Pese a que por todo el Medioevo, Los colombianos tienen que

la corrupta iglesia católica de
Roma tuviese el poder de controlar
el intelecto del hombre, el
renacentista pudo independizar su
razón de ella, llevándolo a tener
un comportamiento crítico que le
permitió desarrollar nuevas filosofías.
independizar sus ideales políticos,
basados en el paramilitarismo y
guerrillerismo sin ànimo,
entender que la polarización extrema
de sus modelos políticos no le permite
tener una crítica objetiva
de su actualidad.

Búsqueda de la dignidad
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El hombre del renacimiento buscò a Como dice William Ospina,

todo costo de recuperar su dignidad,
ya que este quería ser el artífice de
su destino y la mentalidad medieval
no se lo permitía, por esto a través
de la ​acción​, el hombre recuperó
una de las características que lo
diferencia de los demás animales.
somos un país de mendigos,
necesitamos de un cambio, que
solo la ​acción ​nos puede dar, una
acción, ​la ​acción ​colectiva,​ ​que
nos permita de erradicar un cambio.

Medievo del siglo XXI Mateo Torres R.

Colombia no tiene que morir, tiene que recuperar su vida, su identidad, su paz.

El bien germina ya, ¡el bien germina ya!.

Medievo del siglo XXI Mateo Torres R.