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DOCENTE:
INTEGRANTES:
1. AIBAR MUNAYLLA, ROSMERY
2. APAICO ROMERO, MIREYA
3. GALINDO BAUTISTA, YANIDE
4. GAMBOA ATAUCUSI, SANDRA
5. HUAYHUALLA CASTRO WILLIAM EDUARDO
6. HUAMANI ESPINOZA, LYS EVE NATHANIELA
7. LAGOS PÉREZ, NELSON
8. LOPEZ DIPAZ, NINOSHKA JULIA
9. LOPEZ YUCRA, BERTHA
10.MANCILLA ALCARRAZ YULIANA LIZETH
11.NUÑEZ ALLCCA, GIAN CARLOS
12.PALMA VIDAL, RICARDO
13.TINEO PILLACA, LUZ ANALY
AYACUCHO – PERU
2022
DOCTRINAS QUE SUSTENTAN LA INTEGRACIÓN
INTERESTATAL
1. LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES:
Origen y desarrollo
El nacimiento de las Relaciones Internacionales como disciplina va ligado a la preocupación por
la existencia de conflictos bélicos entre Estados, preocupación que en este siglo alcanza un nivel
elevado tras la experiencia de las dos guerras mundiales y la aparición del arma nuclear. Se puede
decir, pues, que la teoría de las Relaciones Internacionales es nueva, en palabras de Hoffmann,
como “estudio sistemático de fenómenos observables que intenta descubrir las variables
principales, explicar el comportamiento y revelar los tipos característicos de relaciones entre
unidades internacionales”. Como conjunto sistemático de conocimientos, la consideración de las
Relaciones Internacionales se inicia en los Estados Unidos y Gran Bretaña, a partir de la I Guerra
Mundial. La necesidad de individualizar el estudio de las relaciones internacionales, de interpretar
científicamente los fenómenos de la vida internacional y de elaborar una teoría de la sociedad
internacional, será debido a factores como: cambios estructurales en la sociedad internacional a
consecuencia del desarrollo tecnológico e industrial, la influencia creciente que ejercen los
movimientos sociales y políticos en las relaciones internacionales, la heterogeneidad de la
sociedad internacional a partir de la Revolución Bolchevique, los horrores de la guerra y el deseo
de instaurar un orden de paz y seguridad, la responsabilidad que asumen las Grandes Potencias.
Lo tardío del desarrollo de las Relaciones Internacionales como disciplina científica en relación a
los factores que están en su origen es debido:
a) la concepción del Estado como clave y referencia de todo análisis de la realidad internacional,
concepción vigente hasta fecha muy reciente.
b) el protagonismo académico y científico de la Historia Diplomática y el Derecho Internacional,
monopolizando el estudio de los fenómenos internacionales.
c) el escaso interés de la opinión pública por los asuntos internacionales hasta 1914, debido sobre
todo al tradicional secreto y elitismo con que los gobernantes habían tratado desde antiguo las
cuestiones internacionales. Con el fracaso de la diplomacia internacional en el sistema europeo
de Estados, se pone de manifiesto la necesidad de una nueva aproximación a los asuntos
internacionales, sobre todo en Estados Unidos, que se eleva ahora a la categoría de Gran
Potencia.
Las Relaciones Internacionales como disciplina científica.
En los años veinte priman los enfoques descriptivos de los acontecimientos internacionales de la
época, en la que la Historia Diplomática sigue desempeñando un papel dominante. La apertura de
algunos archivos gubernamentales después del conflicto bélico, fue el principal factor que vitalizó
dichos enfoques. La existencia de la Sociedad de Naciones y su proyecto de Sociedad
Internacional dio un gran impulso a los estudios internacionales y centró el interés académico en
la esfera del Derecho Internacional y de la Organización Internacional. Es a partir de los treinta
cuando las Relaciones Internacionales se afirman como disciplina científica, en gran parte, debido
a la aparición de nuevas orientaciones y concepciones en el campo de la Historia Diplomática y
del Derecho Internacional, así como al desarrollo de las ciencias sociales en general, pero sobre
todo la Ciencia Política, la Sociología y la Psicología. La II Guerra Mundial y la posguerra acentúan
esta dinámica, afirmándose las relaciones internacionales como disciplina científica en los Estados
Unidos y Gran Bretaña, a la vez que comienza su andadura en otros países, aunque no de igual
manera.
Surgimiento y consolidación desigual de las Relaciones Internacionales. El auge de las Relaciones
Internacionales, especialmente después de la II Guerra Mundial en los Estados Unidos, está en
función de las necesidades concretas de la política exterior de este país, que se constituye como
Superpotencia. Además, esta supuesta autonomía y desarrollo de las Relaciones Internacionales
en este momento tuvo mucho que ver con el carácter instrumental: esta disciplina llegó a existir
como iniciativa de un gobierno interesado en el estudio de una nueva política exterior para su país,
producto de una nueva realidad internacional. El marcado carácter científico- político de las
cuestiones internacionales y su estrecha relación con la Ciencia Política en este país tuvo mucho
que ver con la consideración instrumental en el estudio de la lucha por el poder en el exterior. Es
entonces cuando se produce la ruptura con los departamentos de derecho e historia, y aparece la
de Relaciones Internacionales incluida en todos los programas de Ciencias Políticas.
El desarrollo de esta disciplina en Gran Bretaña estuvo en mucho influido por la evolución
norteamericana. Dicha transferencia de Estados Unidos a Gran Bretaña puede encontrar su
principal razón en la semejanza de algunos problemas fundamentales de ambas políticas
exteriores. Sin embargo, en Gran Bretaña, el análisis de las Relaciones Internacionales toma un
camino diferente al existir en este país una profunda raíz del objeto en los estudios de Filosofía,
Derecho Internacional e Historia, lo que provocará una mayor resistencia por parte de los medios
académicos a aceptar las Relaciones Internacionales dentro de las ciencias sociales.
En la Europa continental, la situación de las Relaciones Internacionales ha sido muy distinta, y
sólo muy recientemente han sido consideradas como disciplina autónoma, siendo el Derecho
Internacional y la Historia Diplomática las que han dificultado su desarrollo al ver invadido su
campo de estudio. En Francia, el papel desempeñado por los enfoques jurídicos e históricos. Su
inclusión como disciplina autónoma dentro de la esfera de la Ciencia Política fue conseguida tras
una gran discusión en el ámbito jurídico y en la escuela histórica francesa, en 1973. En Italia, será
en 1968, con el establecimiento de tres cátedras en Catania, Florencia y Turín, cuando se puede
centrar el inicio de las Relaciones Internacionales como disciplina científica independiente de las
tradicionales enseñanzas jurídicas y de historia diplomática. En la antigua Unión Soviética, su inicio
estuvo íntimamente ligado, como en los Estados Unidos, al crecimiento del poderío de este país
en gran parte, debido a la aparición de nuevas orientaciones y concepciones en el campo de la
Historia Diplomática y del Derecho Internacional, así como al desarrollo de las ciencias sociales
en general, pero sobre todo la Ciencia Política, la Sociología y la Psicología. La II Guerra Mundial
y la posguerra acentúan esta dinámica, afirmándose las relaciones internacionales como disciplina
científica en los Estados Unidos y Gran Bretaña, a la vez que comienza su andadura en otros
países, aunque no de igual manera.
2. LA DISCUSIÓN SOBRE EL CONCEPTO Y EL OBJETO DE LAS RELACIONES
INTERNACIONALES
En su expresión más sintética, el objeto de estudio de las Relaciones Internacionales es la
realidad internacional y su análisis en los ámbitos político, económico, jurídico, social y cultural.
Rasgo común de estos autores es la consideración de la vida internacional como una realidad
esencialmente conflictiva en la que la anarquía y el dictado de la inexorable «ley del más fuerte»
constituyen sus fundamentos. Para esta corriente doctrinal existe una identificación entre las
relaciones internacionales y las relaciones interestatales, núcleo de la política internacional, por un
doble motivo. En primer lugar, por cuanto ambas son abordadas desde la perspectiva política que
domina el horizonte de las preocupaciones y de la temática de los realistas. En segundo término,
porque únicamente los Estados monopolizan el poder y disponen de los medios para utilizarlo en
el interior y hacia el exterior. Es frecuentemente citada la frase de Morgenthau, que resume la
esencia misma de esta concepción en los siguientes términos: «La política internacional, como
toda política, es una lucha por el poder. Cualesquiera que sean los fines últimos de la política
internacional, el poder es siempre el fin inmediato».
Todas estas formulaciones doctrinales comparten el supuesto de considerar al Estado como
sociedad referencial para determinar las relaciones internacionales de las que no lo son. En este
sentido, una relación social se considera internacional porque es interestatal o, al menos, porque
transciende de algún modo el contexto de la sociedad referencial: el estado.
El rasgo de la internacionalidad que se apunta es, desde luego, abstracto y variable pero no
impreciso. Es abstracto por cuanto no predetermina las características que deben definir la
sociedad internacional que sirva de referente. Es variable por cuanto se modificará con cada
sociedad internacional concreta que tomemos como objeto de estudio. Pero no es impreciso, ya
que una vez definimos el marco internacional que nos sirve de referente, sea con criterios
geográficos, históricos, políticos, económicos, etc tan sólo serán considerados aquellos actores y
relaciones que verdaderamente resulten significativos para comprender y explicar la dinámica de
esa sociedad internacional.
3. LA DISCUSIÓN TEÓRICA EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES.
4.1. Las tradiciones teóricas en el estudio de las Relaciones Internacionales.
Wight señala cuatro tradiciones en el estudio de las Relaciones Internacionales, sobre las que se
mantienen cuatro modelos del mundo:
a) La anarquía hobbesiana.
b) La humanidad como comunidad global: derivada de la romana y cristiana tradición medieval.
c) El modelo kantiano de sociedad mundial
d) La tradicional noción grociana de una sociedad Estados.
Deutch señala cuatro etapas de progreso en el estudio de las relaciones internacionales:
a) La dominada por el Derecho Internacional, que se simboliza en las dos Conferencias de la Paz
de la Haya (1899 y 1907).
b) la Gran Guerra.
c) En los años cincuenta, bajo la influencia de nuevas técnicas metodológicas de las ciencias
sociales y del comportamiento.
d) La del “imperio” de la metodología cuantitativa y la búsqueda de modelos.
De acuerdo con Dougherty y Pfaltzgraff, cuatro han sido las aportaciones teóricas en el desarrollo
de las relaciones internacionales:
1. Fase idealista y nominalista: Viene determinada por el contexto internacional e intelectual
derivado de la I Guerra Mundial. El conflicto había demostrado la fragilidad tradicional para
asegurar el orden y la paz internacional. La creación de la Sociedad de Naciones contribuye más
aún a acentuar el optimismo de cara al futuro de la sociedad internacional, porque pone las bases
de un sistema dirigido a preservar la paz.
2. Fase realista y empírico-normativa: Caracterizada por una creciente inestabilidad internacional,
consecuencia de las conmociones políticas, económicas e ideológicas, internas e internacionales,
y por la constatación del fracaso del sistema ginebrino.
3. Fase behaviorista-cuantitativa: Caracterizada por diferentes intentos para aproximarse en la
elaboración teórica en las relaciones internacionales a la sociología. La adopción de métodos y
técnicas cuantitativo-matemáticas, que supuso el máximo exponente en la búsqueda de una
interpretación científica de las relaciones internacionales, entrará en crisis a mediados de los
sesenta.
4. Fase posbehaviorista: Dirige su atención a la conducta humana, a los problemas reales del
mundo, a las motivaciones y valores subyacentes en toda cultura. Es lo que algunos autores
califican como la síntesis perfecta entre el enfoque “científico” y el clásico.
Con una multitud de estados de desigual capacidad persiguiendo intereses nacionales diferentes
y encontrados; la otra, a un enfoque más “globalista”, que pone su atención en el estudio del
“enfrentamiento global en términos de relaciones horizontales que sobrepasan los límites
geográficos y el elemento puramente estatal, en donde las consideraciones, tanto
socioeconómicas como políticas, entre los múltiples sujetos son el principal objeto de estudio”.
Búsqueda de nuevos enfoques que lleven a un “nuevo orden mundial” (visión kantiana)
Diseño de “estrategias de transición” de un orden a otro
Partir de un “enfoque global” en el estudio de la “crisis planetaria”
Esta visión global no debe centrarse exclusivamente en el problema de la paz, sino también en el
resto de problemas que padece el mundo
Falk establece tres tipos de alternativas: una vinculada al internacionalismo liberal de origen occidental y
de inspiración no marxista (Hoffmann, Bull); la segunda realiza un análisis de los problemas del presente
para defender una reforma profunda que nos lleve a modelos de futuro deseable (“Club de Roma”); una
tercera, más radical, que afronta los problemas del presente, constatando las diferencias de todo tipo
existentes en el mundo, y defiende un cambio profundo para llegar a un nuevo orden mundial aceptable
para todos (Falk, Galtung).
7. FORMULACIONES TEÓRICAS
8.1. La búsqueda de la “objetividad científica” y la teoría.
Para obtener un conocimiento científico de la sociedad internacional y de las relaciones que en él
se desenvuelven, es necesario definir lo que entendemos por teoría, para contrastarlo con el
concepto de modelo o paradigma.
El primer problema al que se enfrenta la teoría es el derivado del carácter subjetivo, personal, que
tiene toda aproximación y análisis de la realidad social. Sin embargo, desde una perspectiva
condicionada por su ideología, nacionalidad, grupo de trabajo, etc. Todo ello conlleva, la
elaboración teórica hacia la realización de los valores e intereses que son propios y del grupo o
Estado.
8.2. La “discusión paradigmática” en las Relaciones Internacionales: logros y límites.
Ralph Pettmann indica que hay 2 paradigmas por un lado el pluralista y por otro, el estructuralista.
El primero es, modelo tradicional estatocéntrico de política internacional, con una multitud o
pluralidad de Estados de desigual capacidad, cada uno persiguiendo su respectivo interés
nacional. El segundo, es el modelo globalista y el de la dependencia.
La discusión paradigmática no puede ser un sucedáneo del estudio de los diversos análisis
teóricos.
8.3. Crítica a los principales modelos y teorías de las Relaciones Internacionales.
Idealismo.
El idealismo surge en la Primera Guerra Mundial, ejerciendo una influencia enorme en la valoración
de conceptos claves en los estudios internacionales como el de la guerra y la paz. Busca un
conocimiento lo más preciso posible del mundo para preservar la paz dentro de un orden
internacional racional y justo. En primer lugar, llevó el concepto de democracia y justicia al ámbito
internacional como fundamento de orden; en segundo lugar, afirmaba el protagonismo de las
organizaciones internacionales frente a una visión exclusivamente estatalista del sistema
internacional; y en tercer lugar, el fin primero y último de la investigación y reflexión en las
relaciones internacionales debía ser la búsqueda de la paz. El proyecto de sociedad internacional
entró en contradicción con los intereses de los dos Estados en donde inicialmente habían
encontrado su raíz el idealismo, y éste perdió su utilidad política.
a. Realismo.
En este ámbito, se consolidaba la teoría política que entronizaba al Estado como suprema unidad
política y dividía la vida social en dos mundos contrapuestos -uno, el propio del Estado, en el que
se presupone que a través del pacto social reina el orden, la ley y la paz, y otro, el de la sociedad
internacional, en el que reinan la anarquía, el estado de naturaleza y la ley del más fuerte-,
determinando una visión de la realidad internacional en la que el Estado y el poder se transforman
en el actor y factor de referencia para la política y la teoría. La esencia del realismo era que el
comportamiento estaba basado en leyes inmutables de la naturaleza humana.
b. Behaviorismo.
El behaviorismo o conductismo reclamaba la utilización de los métodos de las ciencias naturales
para resolver las no pocas dudas en las investigaciones. El behaviorismo ponía todo su énfasis en
el análisis de la conducta individual. Para llevar este enfoque al estudio del comportamiento
internacional, la solución más fácil fue limitarlo al Estado, al ser el comportamiento de éste el de
más peso en el sistema internacional. Así, el behaviorismo seguía circunscrito a un nivel de análisis
reducido.
c. Perspectiva sistémica.
El planteamiento teórico de este enfoque suponía hacer bascular el centro de gravedad desde el
tradicional énfasis en el análisis de la acción exterior del Estado, de la política exterior, hacia el
sistema internacional como totalidad. Sin embargo, en su operar metodológico este enfoque no
era muy diferente a los behavioristas, ya que se ocupaba fundamentalmente de los datos
empíricos, limitándose a la elaboración de modelos numéricos y a cruces informáticos de variables.
8.4. Paradigma transnacional, global o de la interdependencia.
El Estado, para responder a las demandas de desarrollo económico y social, ha tenido que abrirse
cada vez más a los intercambios con el exterior y a una interdependencia creciente, cuya primera
consecuencia es una atenuación de su autonomía. Así, el Estado ha ido perdiendo el poder y la
autonomía que tenía en momentos históricos anteriores. De esta manera, Keohane y Nye definen
las relaciones internacionales como “todas las interacciones entre actores en un sistema mundial
en el que un actor significativo es cualquier organización o individuo autónomo que controla
recursos sustanciales y participa en relaciones políticas, directa o indirectamente, con otros
actores a través de las fronteras estatales.
8. LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES COMO FACTOR DE CAMBIO DE LA
SOCIEDAD INTERNACIONAL.
Al explicar el concepto de relaciones internacionales, apuntábamos ya que uno de sus elementos
diferenciadores lo constituía su relevancia para la sociedad internacional. Más adelante,
señalábamos también que esas relaciones, en cuanto traducían unas relaciones sociales de poder,
se desarrollaban en un contexto distinto del que imperaba en el seno de los grupos que gozaban
de un protagonismo internacional. Llegados a este punto, se impone una reflexión en torno a ¿qué
entendemos por sociedad internacional?
Cuando la doctrina ha intentado dar respuesta a la interrogante que hemos formulado ha seguido
tres orientaciones principales. Algunos autores simplemente han considerado inadecuado o
imposible dar una definición de la sociedad internacional,
Limitándose al estudio de sus miembros y la evolución de las relaciones sostenidas entre ellos.
Finalmente, existe una corriente doctrinal creciente, que estima, no sólo posible sino incluso
necesario, proceder a una definición del término «sociedad internacional», a partir de la cual pueda
abordarse mejor el estudio de los fenómenos y relaciones que se desarrollan en su seno. Esta
posición no excluye, en absoluto, la posibilidad de destacar los rasgos propios de esta sociedad.
9. EL MODELO DOMINANTE: HEGEMONÍA Y CAMBIO EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES
A pesar de ser considerado muchas veces como un enfoque acabado, el realismo ha sido el
modelo dominante en las Relaciones Internacionales. Las razones que han logrado que el modelo
realista haya ejercido su influencia, con mayor o menor intensidad, hasta nuestros días, son su
capacidad de adaptación y el dominio que posee sobre una serie de factores que le hacen
perdurable. Los tres principios básicos que han prevalecido son:
a) los Estados son los actores principales.
b) hay una amplia distinción entre política interna y política internacional.
c) el objetivo de las Relaciones Internacionales es el estudio del poder y de la paz
Las causas del dominio del modelo tradicional en los estudios de relaciones internacionales son
muchos y variados, pero la primera razón es porque la disciplina alcanza su mayor desarrollo en
un país concreto, con una serie de cuestiones específicas en su política exterior.