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La radiactividad se produce por la desintegración de átomos como el uranio y plutonio en centrales nucleares, liberando radiación que puede dañar las células alterando moléculas. Si la dosis es pequeña, las células pueden reparar el daño, pero altas dosis destruyen muchas células y pueden causar cáncer si el ADN no se puede reparar. La dosis y tiempo de exposición determinan el riesgo, y órganos como la médula ósea, digestivo y reproductivo son más vulnerables
Descripción original:
Título original
Cómo provoca la radiación daños en el cuerpo humano
La radiactividad se produce por la desintegración de átomos como el uranio y plutonio en centrales nucleares, liberando radiación que puede dañar las células alterando moléculas. Si la dosis es pequeña, las células pueden reparar el daño, pero altas dosis destruyen muchas células y pueden causar cáncer si el ADN no se puede reparar. La dosis y tiempo de exposición determinan el riesgo, y órganos como la médula ósea, digestivo y reproductivo son más vulnerables
La radiactividad se produce por la desintegración de átomos como el uranio y plutonio en centrales nucleares, liberando radiación que puede dañar las células alterando moléculas. Si la dosis es pequeña, las células pueden reparar el daño, pero altas dosis destruyen muchas células y pueden causar cáncer si el ADN no se puede reparar. La dosis y tiempo de exposición determinan el riesgo, y órganos como la médula ósea, digestivo y reproductivo son más vulnerables
¿Cómo provoca la radiación daños en el cuerpo humano?
La radiactividad se produce como consecuencia de la
desintegración de los núcleos de los átomos
Así, por ejemplo, el principal material radiactivo presente en la
central de Fukushima es el uranio (uno de ellos posee también plutonio). Cuando este elemento se desintegra libera una potente radiación (energía) y se forman cesio y yodo radiactivos que, a su vez, se descomponen en otros elementos, perdiendo progresivamente su capacidad radiactiva. Debido a esta desintegración se liberan distintos tipos de radiaciones y partículas que pueden modificar o alterar las moléculas de nuestras propias células afectándolas y provocando una alteración en su normal funcionamiento. i la dosis de radiación es pequeña, las células (por sí mismas) son capaces de reparar el daño causado o de reemplazar las células muertas como consecuencia de la radiación. Pero si la dosis es elevada, se produce la destrucción de un gran número de células y/o la inducción de cánceres como consecuencia de daños irreversibles en el ADN (mutaciones) que no han podido ser reparados. Es decir, las células poseen diversas estrategias de reparación frente a la radiación hasta que, a partir de cierta dosis, no son capaces de reparar todo el daño causado.
¿Qué factores determinan el riesgo para la salud?
Los dos principales parámetros para valorar el riesgo ante una radiación son la dosis y el tiempo de exposición. ¿Qué factores determinan el riesgo para la salud? Los dos principales parámetros para valorar el riesgo ante una radiación son la dosis y el tiempo de exposición. Por esa razón, la médula ósea (dónde se fabrican las células sanguíneas, las plaquetas y los glóbulos blancos), el aparato digestivo y los aparatos reproductores se pueden encontrar seriamente afectados con dosis suficientes de radiación. El daño en la médula ósea provoca una disminución parcial o total de las células fabricadas, lo que conlleva hemorragias, infecciones y anemias
¿Las personas expuestas a radiación pueden transmitir la
radiación a otras personas? En principio no, las personas que han estado expuestas a radiación no transmiten la radiación a otras personas, no es contagiosa. Ahora bien, si esa persona ha incorporado a su cuerpo partículas radiactivas o las tiene sobre su piel o ropas (se ha contaminado radiactivamente) éstas seguirán emitiendo radiación que si pueden afectar a las personas alrededor (especialmente a niños y embarazadas).